El sol del poema - Pedro Castro

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El sol del poema


© Pedro Castro © Fundación Editorial El perro y la rana, 2014 Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio, Caracas - Venezuela, 1010. Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399. comunicaciones@fepr.gob.ve editorialelperroylarana@fepr.gob.ve www.elperroylarana.gob.ve www.mincultura.gob.ve/mppc/ Sistema Nacional de Imprentas, (Barinas) AVENIDA 23 DE ENERO, ENTRE LA MANGA DE COLEO Y EL PARQUE LA FEDERACIÓN, MUSEO DE LOS LLANOS, BARINAS ESTADO BARINAS SISTEMADEIMPRENTASBARINAS@GMAIL.COM SNIMPRENTAS@FEPR.GOB.VE SNIESTADO@FEPR.GOB.VE

Red Nacional de Escritores Socialistas de Venezuela Consejo Editorial Popular: Ana María Oviedo / Leonardo Ruiz / Yarisma Unda / Jesús Trejo / Nelson Montiel / Modaira Rubio / Ronald Linares Diseño de la colección: Daniel Camacho Ilustraciones: Jackson Niño Diagramación: Daniel Camacho Corrección: Ana María Oviedo Transcripción: Pedro Castro Impresión y montaje: Daniel Camacho Depósito Legal: ISBN 978-980-14-2765-0 LF 4022014800912 IMPRESO EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


El sol del poema Pedro Castro



El Sistema Nacional de Imprentas Regionales es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, en corresponsabilidad con la Red Nacional de Escritores Socialistas de Venezuela. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde funciona una imprenta que le da paso a la publicación de autoras y autores, principalmente inéditos. Cuenta con un Consejo Editorial integrado en su mayoría por promotoras y promotores de la cultura propia de cada región. Tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la difusión de ideas y saberes que contribuyan a la consolidación del Poder Popular: el libro, como documento y acervo del pensamiento colectivo.



El sol del poema

Amo el sol de la palabra amor y amo a un caballo infinito que comencé a hilar en las noches de mi terrible soledad y amo sembrar de vegetales lo maravilloso y desnudar mis ojos y vestirme en una puerta de ascensor en el vacío mientras en una tarde de lluvia enhebro mi corazón de poesía y de canto y amo las palabras de los amigos que hicieron nido en mi alma y amo el burrito mesiánico que cargó a Cristo con todos los pecados del mundo y amo el sol maravilloso de la vida en esta casa redonda en que tomamos el cielo por asalto y cerramos en el centro del mundo la noche como una cayena grande y roja de luz

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Pedro Castro

Los amantes inician la caĂ­da del imperio y sudan desde sus corazones por el amor de los pueblos y defienden la vida enlazando sus cuerpos hasta vencer y debajo de las sĂĄbanas planifican su amor militante y besan con sus labios invencibles y abren sus cuerpos para abrasarte con el sol maravilloso de la vida

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El sol del poema

Creo en el sol del poema que teje con sus manos maravillosas el amplio corazón del ser social colectivo y creo en la suave arena que toca mis pies al emprender el camino para entrar cual amante a la ciudad prometida de tus besos y voy por ti amada sin importar el peligro y en ti confío amada y en nuestro amor confío y he llegado a las puertas de tus labios ansiosos y he navegado hasta el puerto profundo de tu boca y pronto llegaré a la ciudad prometida de mi gloria donde uno más uno no es dos somos todos

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El sol del poema son ustedes pueblo que me dio la vida y madre humilde y sabia y sincera que con el sol de los andes abriste mi alma al despertar de los días y no te vencieron ni el hambre ni el frío ni la mala gente y tú eres pueblo y yo soy tuyo pueblo mío de ti vienen los ríos y el cauce de los años y todo te lo debemos en la alegría suprema y simple de la mujer que ama con sus manos y su voluntad de vivir

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El sol del poema

Alrededor del muro me lamento por haber amarrado con la brisa la incontable transparencia de las piedras lanzadas al ojo del verdugo y a la mismĂ­sima jeta del dictador y al culo del presidente gringo y alrededor del muro lloro por la piedra muerta y me saca la terrible ausencia que siento por la rebeldĂ­a y me saca la irreverencia de los cristales rotos de la casa de gobierno y me saca la muerte de los olvidados y alrededor del muro quisiera escupirte y lanzarte para romper contigo la palabra poĂŠtica dicha por la unesco

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Pedro Castro

La infancia dibuja la vida en el cuaderno de los días mientras el sol del poema amanece con esa alegría de cayenas rojas y poesía militante en los labios de aquel beso combativo que anda florecido de pueblos victoriosos y su fuerza anida en nosotros como una piedra de amorosa ira subterránea que alimenta la determinación de ser el sol maravilloso de la vida que declara la rectitud del amor ante sus enemigos y endurece su corazón sin perder la ternura y siendo capitán de piratas en barquitos de papel con espadas de madera te vencimos

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El sol del poema

El odio y la muerte las armas y las guerras fueron vencidas por la voluntad de un pueblo victorioso y ese dĂ­a desfilaron las ĂĄnimas de los ejĂŠrcitos libertadores levantando las banderas de la paz y de la vida y fueron uno y miles y millones los que vinieron contigo desde la historia abrieron tu capullo de sol y mostraron tu claridad de amanecer

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Pedro Castro

No olvides jugar a los aros de la piedra lanzada sobre el agua que florece el sol en la profundidad sobre la calle donde nos mira tan simple la obra del poema que recrea nuevas formas de volver como la lluvia por toda la ciudad de los espejos donde observo en la quietud de la piedra detenida el pensamiento del poeta que teje la infinita grandeza del ser que comparte sabiendo que no somos due単os de nada

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El sol del poema

El imperio está a punto de ser comprimido por su propia atmósfera y de estallar comprimido por sus propias guerras y somos la miel y las aricas y aborígenes y negros nuestros corazones agitando el grito aquí no hay cobardes y nadie se rinde y esta tierra es nuestra y no podrás detener el amor de los pueblos en tus guantánamos oscuros ni podrás engañarnos con tu insignificante democracia de papel ni con el oro que atesoras en tus entrañas de muerte y exterminio

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Amo el sol que me besa con su boca hecha de palabras hermosas y gozo de la tierna caricia que me alumbra en el silencio cuando cierro los ojos con ternura y puedo morir en la bondad de tu cuerpo donde he vivido la infinita grandeza del ser que comparte sabiendo que juntos somos mรกs que la suma de nuestras almas como unas piedritas abrazรกndose fuerte y muy fuerte y que nos hacemos como un planeta de pueblo unido con tierra y gentes libres

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El sol del poema

Lo sembramos para seguir siendo vida y más vida y de su corazón brotan cayenas que visten de rojo lo maravilloso y de sus manos brotan las raíces del viento donde juramos defender el sol naciente que nos vuelve al lugar del amor y de la infancia con una caja de colores para ver el mundo con tus ojos y pintar el cielo como un arcoiris libre de la opresión del mundo globalizado y contigo tirándome piedritas en la quebrada

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1 Nada valen los poetas que sentados cĂłmodamente frente al televisor ven morir a sus camaradas abrasados por las bombas del imperialismo y no dicen ni pĂ­o y no dicen ni pĂ­o y si no detenemos el genocidio mundial impuesto por el poder de la cultura capitalista seremos recordados por los poetas de otras galaxias como los Ăşnicos idiotas que hicieron sus obras para que perduraran en el tiempo pero no hicieron nada o casi nada para salvar el mundo que habitaron

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El sol del poema

2 Quién te dijo que salvarás tu carro cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás tu casa cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás tu vestimenta cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás tu nevera repleta de comida cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás a tus hijos cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás a la mujer que amas cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás a tu familia cuando todo vuele en pedazos quién te dijo que salvarás tu vida cuando todo vuele en pedazos y si siguen creyendo en pajaritos preñados el monstruo de guerra los devorará por completo

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Pedro Castro

3 De qué arte me hablaría nueva york y de qué poesía si es el mismo imperialismo de mierda y de qué arte me hablaría francia y de qué poesía si es mismo imperialismo de mierda y de qué arte me hablaría italia y de qué poesía si es el mismo imperialismo de mierda y de qué arte me hablaría inglaterra y de qué poesía si es el mismo imperialismo de mierda y de qué holocausto me hablaría israel y de qué fascismo si es el mismo imperialismo de mierda y de qué amor me puede hablar el vaticano y de qué dios si es el mismo imperialismo de mierda y de qué paz me puede hablar la oea la onu y la otan y de qué justicia si es el mismo imperialismo de mierda y definitivamente pido perdón que me disculpe la mierda por haberla ensuciado de tanta porquería junta

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El sol del poema

4 La estética del dolor todos los días se anuncia se ve se oye se lee y nos acostumbran a sentir con indiferencia la tragedia donde pareciera normal sacarle los ojos a un niño con una cuchara como ver caer bombas racimos como si fueran racimos de plátanos y pareciera normal que la inteligencia la ciencia el arte y la tecnología estén al servicio de la muerte y pareciera normal que nos hagan tan estúpidos

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Pedro Castro

5 La guerra la estúpida guerra de todos los días con los infiernos que flotan sobre el mar y la muerte a control remoto y la guerra la estúpida guerra de todos los días ahora más moderna más actual con sus campos de exterminio en el computador y sus ojos en el cielo globalizado como testigos de todas las masacres y la guerra la estúpida guerra de todos los días que se comunica por el televisor y la computadora con el mismo discurso de los asesinos

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El sol del poema

6 Quién dijo que los pueblos no son culpables de lo que hacen sus gobiernos y semejante burla es para hacer de los pueblos cómplices inocentes testigos complacientes sordos mudos y ciegos aprovechándose del botín hasta el día que las bombas caigan sobre sus casas y la imagen en la televisión y en la computadora relate la historia de un nuevo matapiojos infalible

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Pedro Castro

7 Es cierto y lastimosamente cierto que sabemos que el consumo de los productos capitalistas financian las armas del genocidio mundial y todos los días asesinamos desde el supermercado o la licorería y nos jodemos en la vida de nuestros semejantes y con pequeñas y justificadas mentiras el consumo nos alienta a formar parte del mundo globalizado que se dedica sistemáticamente al exterminio de la vida como un padre o una madre devorándose a sus hijos que según el consumo de moda en estos tiempos vale más ética y económicamente rellenar dos tetas de silicona que salvarle la vida a un niño pobre en África

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El sol del poema

8 El pueblo norteamericano y sus políticos y militares son la peor de las manifestaciones del hombre primitivo y deambulan por el mundo con la ley del misil sin desarrollar un ápice de la inteligencia superior del ser social colectivo y los mueve la violencia el dominio de la especie el atesorar el consumo sin conciencia el odio la muerte y el desprecio al ser humano y de esa estúpida cultura tenemos más que suficiente y seis mil setecientos seis millones novecientos noventa y dos mil novecientos treinta y dos habitantes de este mundo necesitan de otra conciencia distinta al sueño americano impuesto a través de las armas y el capital en el ejercicio de la dominación de los pueblos y por eso les pido y les suplico y les imploro que demos toda nuestra humanidad para salvar el futuro y que podamos decir con infinita poesía que 27


Pedro Castro

amamos el sol de la palabra amor

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Ă?NDICE Amo el sol de la palabra amor Los amantes Creo en el sol del poema El sol del poema me saca la unesco el sol maravilloso de la vida claridad de amanecer Florece el sol El imperio estĂĄ a punto de ser comprimido Amo el sol que me besa con su boca hecha de palabras hermosas La sembramos amamos el sol de la palabra amor 1 2 3 4 5 6 7 8

9 10 11 12 13 14 15 16 17

18 19 20 21 22 23 24 25 26 27


El sol del poema Se termino de imprimir el 10 de febrero del 2014 en el Sistema Nacional de Imprentas Barinas, Estado Barinas Rep煤blica Bolivariana de Venezuela la edici贸n consta de 500 ejemplares


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