LITURGIA EUCARÍSTICA ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS ecibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
LECTURAS PARA LA SEMANA I Semana del Tiempo de adviento I Semana del Salterio, Tomo I Año impar (I) Lunes
30
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.
Martes
1
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN e pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Miércoles
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BENDICIÓN SOLEMNE Dios todopoderoso y lleno de misericordia, por la primera venida de su Hijo Unigénito, en la que creemos, y por la segunda que esperamos, los ilumine con su luz y los colme con su bendición. R. Amén.
SAN ANDRÉS APOSTOL. Rom 10,9-18; Sal 18,2-5; † Mt 4,18-22 Is 11, 1-10; Sal 71, 2.7-8.1213.17; † Lc 10, 21-24
2
Is 25, 6-10; Sal 22, 1-6; † Mt 15, 29-37
Jueves
3
Viernes
4
San Francisco Javier, Pbro. Is 26, 1-6; Sal 117, 1.89.19-21.25-27; † Mt 7, 21.2427 San Juan Damasceno, Is 29, 17-24; Sal 26, 1.4.1314; † Mt 9, 27-31
Sábado
5
Is 30, 19-21.23-26; Sal 146, 1-6; † Mt 9, 35—10, 1.6-8
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo (✝) y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. R. Amén
29 de noviembre de 2020 RITOS INICIALES MONICIÓN INICIAL Bienvenidos hermanos a la celebración Eucarística. Hoy iniciamos el nuevo año litúrgico iluminado por el Evangelio de san Marcos. Interiorizaremos el sentido del tiempo de Adviento, preparándonos para celebrar el Nacimiento de Jesús, vivir hoy el encuentro con el Señor Resucitado y esperar su retorno final. Con gozo y esperanza, iniciemos esta santa Eucaristía entonando el canto de entrada. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 24, 1-3 A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti no quedan defraudados. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Saludo: El Señor, que viene a salvarnos, estén con todos ustedes. BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO
En el camino de esta vida los haga constantes en la fe, alegres en la esperanza y activos en la caridad. R. Amén. Para que, celebrando la venida en el tiempo de nuestro Redentor, sean recompensados con el don de la vida eterna cuando Él venga por segunda vez en la gloria. R. Amén.
MISAL DOMINICAL DE LOS FIELES
Luego del saludo inicial, que es propio, si se cree conveniente, en lugar del Acto penitencial, puede realizarse el rito de la Corona de Adviento. La oración puede utilizarse cada domingo para encender el cirio que corresponda.
Comisión de Pastoral Litúrgica Arquidiócesis de San Salvador
2020
Monición para el primer domingo de Adviento Hermanos: Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo.
Morado/ Inicia el ciclo B El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona, debe significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad. Por eso hoy, primer domingo de Adviento, bendecimos esta corona y encendemos el primer cirio. Luego el sacerdote, con las manos extendidas dice: Oremos. La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijos, el Señor, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado. Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramo del bosque y la ha adornado con luces. Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén. Y se enciende el cirio que corresponda según la semana del Adviento. Acto Penitencial Al prepararnos para la venida del Señor, reconozcámonos pecadores y retomemos el camino de la conversión. En silencio, pidamos perdón al Señor por nuestros pecados. Tú, Mesías anunciado por los profetas: R/. Señor, ten piedad.
Tú, que nos ofreces misericordia y perdón: R/. Cristo, ten piedad. Tú, que vendrás de nuevo, rodeado de gloria y majestad: R/. Señor, ten piedad. No se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA oncede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
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LITURGIA DE LA PALABRA Monición a la primera lectura Según el texto del Antiguo Testamento que vamos a proclamar, el profeta Isaías reconoce que es Dios, el que permanece siempre fiel a su pueblo y nos propone una vuelta a Dios. Acogemos este mensaje. Del libro del profeta Isaías 63, 16-17. 19; 64, 2-7
T
ú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia. Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales
al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos. Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas. Sin embargo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos. Palabra de Dios Monición para el Salmo Con el salmista nosotros también supliquemos para que el Señor venga a visitar a su viña: Del salmo 79
testimonio de aquello que se ha vivido y experimentado. Esto es, la nueva vida lograda por medio de Cristo, el Señor. Acogemos su testimonio. De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 1, 3-9
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ermanos: Les deseamos la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor. Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Palabra de Dios
R/. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos. Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. R/. Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R/. Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/. Monición para la segunda lectura El apóstol Pablo, en la carta a la comunidad de Corintio, profundiza en el sentido de la espera; y es que mientras se espera, es necesario dar
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n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta”. Palabra del Señor Se dice Credo ORACIÓN DE LOS FIELES Alegres por el anuncio de la venida del Señor, oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre. A cada petición diremos: ¡Ven a visitar tu pueblo, Señor! 1. Por la santa Iglesia de Dios. Para que despierte del sueño, deseche las obras de las tinieblas y se revista con las armas de la luz. OREMOS.
Monición para el evangelio San Marcos, nos hace hoy una llamada a la vigilancia porque el Señor se está acercando. No podemos ni dormirnos ni desentendernos; hay que estar alerta. No podemos delegar en nadie el encargo de vigilar y trabajar. Sólo así podremos descubrir y vivir diariamente su presencia en nuestras vidas y en nuestro mundo. Entonemos el himno del Aleluya.
2. Por nuestra Patria. Para que renazcan entre nosotros la esperanza, la prosperidad, la justicia y la paz. OREMOS.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R/. Aleluya, aleluya. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/. Aleluya, aleluya.
4. Por aquellos que durante este año se alejaron de la Iglesia. Para que este Adviento vuelvan a Casa. OREMOS.
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Del santo Evangelio según san Marcos 13, 33-37
3. Por los que sufren a causa de la enfermedad, el desempleo o la pobreza. Para que encuentren consuelo en el Señor y ayuda oportuna en nuestro amor concreto. OREMOS.
5. Por nosotros y por nuestra Comunidad. Para que en este Adviento vivamos despiertos en la fe, firmes en la oración y atentos a las necesidades de los demás. OREMOS. Escucha, Padre todopoderoso, nuestras oraciones y derrama sobre nosotros los dones de tu gracia. Por Jesucristo nuestro Señor.