ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO endice, Señor, a tus fieles con una bendición perpetua, y haz que de tal manera acojan el Evangelio de tu Hijo, que puedan debida y felizmente desear y alcanzar la gloria que él manifestó a los apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
B
________________________________________ El acontecimiento de la Transfiguración del Señor es más necesario para nosotros que para Él mismo. Su finalidad fue proclamar ante sus apóstoles privilegiados la condición divina de Jesús, compatible con el anuncio de la Pasión que les acababa de hacer. Para nosotros, nos recuerda que nuestra vocación cristiana es, ante todo, vocación de santidad, esto es, vocación de ser transfigurados en Cristo, por el único camino que es posible alcanzar esa transformación de nuestra vida: el camino de la cruz, de la abnegación, renuncia a uno mismo y colaborar con la gracia divina en una verdadera renovación sobrenatural de cada instante. «Este es mi Hijo. No nos separe la divinidad, ni nos divida el poder, ni nos diferencie la eternidad. Este es mi Hijo, no adoptivo, sino propio; no creado por otro, sino engendrado por Mí mismo; ni pertenece a otra naturaleza semejante a la mía, sino que, nacido de mi sustancia, es igual a Mí mismo. Este es mi Hijo, por quien fueron hechas todas las cosas y sin Él nada se hizo (Jn 1,3) ... «Escuchad sin vacilación alguna a Aquél en quien yo me complazco, pues es la Verdad y la Vida (Jn 14,16), mi Poder y mi Sabiduría (1 Cor 1,24). Escuchad al que ha anunciado los misterios de la ley y ha cantado la voz de los profetas. Escuchadle, que ha redimido al mundo con su sangre, ha atado al diablo y le ha arrebatado sus armas (Mt 12,29), que ha roto la cédula de condena (Col 2,14) y el pacto de la prevaricación. Escuchadle, que abre el camino
del cielo y, por el suplicio de la cruz, os prepara la escala para subir al Reino» (San León Magno. Sermón 51)
LECTURAS PARA LA SEMANA II SEMANA DEL TIEMPO DE CUARESMA. II SEMANA DEL SALTERIO TOMO II
L
1 2 M 3 M 4 J 5 V 6
S
Dn 9, 4-10; Sal 78, 89.11.13; † Lc 6, 36-38 Is 1, 10.16-20; Sal 49, 89.16-17.21.23; † Mt 23, 1-12 Jer 18, 18-20; Sal 30, 56.14-16; † Mt 20, 17-28 Jer 17, 5-10; Sal 1, 1-4.6; † Lc 16, 19-31 Gen 37, 3-4.12-13.17-28; Sal 104, 16-21; † Mt 21, 3343.45-46 Miq 7, 14-15.18-20; Sal 102, 1-4.9-12; † Lc 15, 1-3.11-32
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA
MISAL DOMINICAL DE LOS FIELES 28 de febrero de 2021 RITOS INICIALES MONICIÓN INICIAL Sean todos bienvenidos hermanos, a celebrar la Eucaristía en el segundo domingo de Cuaresma. La liturgia de este tiempo es una llamada a seguir más intensa y firmemente a Jesucristo. Él ha entregado toda su vida al servicio de Dios y al servicio de los demás, y esa entrega lo llevará hasta la cruz. Nosotros, como los discípulos en el monte de la transfiguración, contemplamos su camino y descubrimos en él toda la luz, toda la grandeza, toda la fuerza de Dios. Por ello, con fe, nos acercamos a él y queremos seguirle. Firmes y penitentes recibamos al celebrante cantando todos a una misma voz. ANTÍFONA DE ENTRADA Mi corazón me habla de ti diciendo: “Busca su rostro”. Tu faz estoy buscando, Señor; no me escondas tu rostro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Saludo: La gracia y el amor de Jesucristo, que nos llama a la conversión, estén con todos ustedes. Acto Penitencial Al comenzar esta celebración eucarística, pidamos a Dios que nos conceda la conversión de nuestros corazones; así obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra comunión con Dios y con los hombres.
Comisión de Pastoral Litúrgica Arquidiócesis de San Salvador
2021
Tú, que has sido enviado para sanar a los contritos de corazón: R/. Señor, ten piedad.
Morado/ Ciclo B Tú, que has venido a llamar a los pecadores: R/. Cristo, ten piedad. Tú que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros: R/. Señor, ten piedad. No se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA EÑOR Dios, que nos mandaste escuchar a tu Hijo muy amado, dígnate alimentarnos íntimamente con tu palabra, para que, ya purificada nuestra mirada interior, nos alegremos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
S
LITURGIA DE LA PALABRA Monición a la primera lectura Abrahán, padre de los creyentes, acepta la propuesta de Dios y contra toda evidencia, cree en la promesa, confía en Dios y se pone en camino. Escuchemos este hermoso testimonio. Del libro del Génesis
E
22, 1-2. 9-13. 15-18
n aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: “¡Abraham, Abraham!” Él respondió: “Aquí estoy”. Y Dios le dijo: “Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré”. Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña. Luego ató a su hijo Isaac, lo puso sobre el