ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN l recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. ________________________________________
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JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES. “Tiende tu mano al pobre” “Tiende la mano al pobre” es, por lo tanto, una invitación a la responsabilidad y un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino. Es una llamada a llevar las cargas de los más débiles, como recuerda san Pablo: «Mediante el amor, poneos al servicio los unos de los otros. Porque toda la Ley encuentra su plenitud en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. [...] Llevad las cargas los unos de los otros» (Ga 5,13-14; 6,2). El Apóstol enseña que la libertad que nos ha sido dada con la muerte y la resurrección de Jesucristo es para cada uno de nosotros una responsabilidad para ponernos al servicio de los demás, especialmente de los más débiles. No se trata de una exhortación opcional, sino que condiciona de la autenticidad de la fe que profesamos. El libro del Eclesiástico viene otra vez en nuestra ayuda: sugiere acciones concretas para apoyar a los más débiles y también utiliza algunas imágenes evocadoras. En un primer momento toma en consideración la debilidad de cuantos están tristes: «No evites a los que lloran» (7,34). El período de la pandemia nos obligó a un aislamiento forzoso, incluso impidiendo que pudiéramos consolar y permanecer cerca de amigos y conocidos afligidos por la pérdida de sus seres queridos. Y sigue diciendo el autor
sagrado: «No dejes de visitar al enfermo» (7,35). Hemos experimentado la imposibilidad de estar cerca de los que sufren, y al mismo tiempo hemos tomado conciencia de la fragilidad de nuestra existencia. En resumen, la Palabra de Dios nunca nos deja tranquilos y continúa estimulándonos al bien. SANTO PADRE FRANCISCO
LECTURAS PARA LA SEMANA XXXIII Semana del Tiempo de Ordinario I Semana del Salterio, Tomo IV Años impares (I) Lunes
16
Ap 1,1-4; 2,1-5; Sal 1,1-4.6; † Lc 18,35-43
Martes
17
Ap 3,1-6.14-22; Sal 14,2-5; † Lc 19,1-10
18
Ap 4, 1-11; Sal 150, 1-6; † Lc 19, 11-28
19
Ap 5, 1-10; Sal 149, 1-6.9; † Lc 19, 41-44
20
Ap 10, 8-11; Sal 118, 14, 24, 72, 103, 111, 131; † Lc 19, 45 48
21
NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ. Ap 11, 4-12; Sal 143, 1-2.9-10; † Lc 20, 27-40
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Comisión de Pastoral Litúrgica Arquidiócesis de San Salvador
2020
TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
MISAL DOMINICAL DE LOS FIELES 15 de noviembre de 2020 RITOS INICIALES MONICIÓN INICIAL Hermanos: El Señor nos ha reunidos de nuevo para celebrar la Eucaristía en el domingo, el Día del Señor. Dios, nos ha concedido a cada uno de nosotros unos talentos y cualidades, que hemos de hacer que fructifiquen y se multipliquen. Unos talentos que hemos de poner al servicio de nuestros hermanos para hacer posible que el Reino de Dios se haga realidad ya en la tierra. Además, en este domingo, celebramos la cuarta Jornada Mundial de los Pobres, que ha instituido el Papa Francisco. Con gran alegría comencemos esta santa Eucaristía, poniéndonos de pie y entonando a una sola voz el canto de entrada. ANTÍFONA DE ENTRADA Jer 29, 11-12. 14 Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me invocarán y yo los escucharé y los libraré de la esclavitud donde quiera que se encuentren. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Saludo: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos ustedes. Acto Penitencial Hermanos: con frecuencia hemos caminado por nuestros propios caminos, y hemos hecho nuestra voluntad, más que la de Dios. Pidamos perdón al Señor. Tú, que eres generoso con todos los hombres: R/. Señor, ten piedad.
Verde/ Ciclo A Tú, que nos sacias con tu Palabra: R/. Cristo, ten piedad. Tú, que quieres unirnos a tu infinito amor: R/. Señor, ten piedad. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA oncédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio, porque la profunda y verdadera alegría está en servirte siempre a ti, autor de todo bien . Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
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LITURGIA DE LA PALABRA Monición a la primera lectura En el último capítulo del libro de los Proverbios, se elogia las virtudes de la esposa ideal, su trabajo, su entrega generosa a quienes más lo necesitan, resaltando la belleza interior y la confianza en el Señor. Escuchemos. Lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31
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ichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las perlas es su valor. Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará bienes y no males. Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos.
Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y las tiende al desvalido. Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer que teme al Señor. Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos. Palabra de Dios Monición para el Salmo El salmista alaba la felicidad de una familia reunida en una mesa que come los frutos del trabajo y teme a Dios. Respondemos: Del salmo 127 R/. Dichoso el que teme al Señor. Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/. Su mujer como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.
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ermanos: Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: “¡Qué paz y qué seguridad tenemos!”, de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a mujer encinta los dolores del parto, y no podrá escapar. Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa, como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas. Por tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente. Palabra de Dios Monición para el evangelio Jesús en el Evangelio nos invita a no cruzarnos de brazos, sino a poner a trabajar los dones que hemos recibido. No podemos conformarnos con guardar como una reliquia lo que hemos recibido, hemos de hacerlo vida y ponerlo al servicio del reino de Dios. Puestos de pie, entonemos el Aleluya. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida. R/. Monición para la segunda lectura El Apóstol nos invita a vivir en la Luz, a permanecer atentos y vigilantes, a estar preparados para el encuentro con el Señor, que se hace presente en el día a día de nuestras vidas. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses 5, 1-6
R/. Aleluya, aleluya. Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanezca en mí da fruto abundante. R/. Aleluya, aleluya.
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Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 14-30
n aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes.
A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un talento hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: ‘Señor, dos talentos me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’. Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y le dijo: ‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo’. El Señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación’”. Palabra del Señor Se dice Credo
ORACIÓN DE LOS FIELES Poniendo nuestra vida en las manos de Dios nuestro Padre, presentémosle las necesidades de la Iglesia y del mundo entero. A cada petición diremos: ¡Ten piedad de tu pueblo, Señor! 1. Por la Iglesia que peregrina en El Salvador. Para que sea un vínculo de unidad y de paz entre todos los que habitan en estas tierras. OREMOS. 2. Por nuestra Patria dañada por la violencia, el miedo y la inseguridad. Para que renazca entre nosotros la esperanza, la justicia y la paz. OREMOS. 3. Por cuantos miran al futuro con temor. Para que aprendan a esperar en Dios en quien vivimos, nos movemos y somos. OREMOS. 4. Por quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Para que el Señor les dé el don de la conversión. OREMOS. 5. Por nuestros difuntos. Para que puedan contemplar el rostro del Señor en el país de los vivos. OREMOS. 6. Por nosotros. Para que la participación en la Eucaristía dominical nos ayude a reconocer nuestros talentos personales y nos motive a ponerlos al servicio de los demás. OREMOS. Señor y Dios nuestro, acoge nuestra oración confiada; mantén nuestros ojos abiertos a tu presencia, y a la vida y necesidades de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. LITURGIA EUCARÍSTICA ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS oncédenos, Señor, que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada, nos obtengan la gracia de vivir entregados a tu servicio y nos alcancen, en recompensa, la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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