Quinto domingo del T.O

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NEXO ENTRE LAS LECTURAS Sufrimiento, enfermedad, debilidad son palabras que aparecen en las lecturas de la liturgia hodierna. Junto a ellas están también otras a modo de respuesta: curación, predicación, servicio. El Evangelio presenta una jornada típica del ministerio apostólico de Jesús: predica, cura, se retira a orar, parte a otros lugares para predicar y echar los demonios. Job en la primera lectura se lamenta: "noches de sufrimiento me han caído en suerte... Mi vida es un soplo y mis ojos no volverán a ver la dicha". Finalmente, Pablo se hace débil con los débiles para ganar a los débiles, se hace esclavo de todos para ganar a todos los que pueda (segunda lectura). Todos tenemos profunda necesidad de la redención de Cristo. Y esta necesidad tiene sus raíces en nuestra propia condición humana: débil, limitada y siempre amenazada por el misterio del pecado, del dolor y del sufrimiento. Esto es un enigma, que sólo a la luz de la fe cristiana encuentra su interpretación exacta y salvífica. Una concepción racionalista de la vida no hace más que aumentar el dolor y la angustia del hombre e, incluso, puede llevarle hasta la desesperación. Por el contrario, la Iglesia nos enseña, como hoy lo hace en su liturgia, a iluminar el problema del dolor a la luz de la revelación divina. El Vaticano II dice: «Éste es el gran misterio del hombre que la Revelación cristiana esclarece a los fieles. Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve en absoluta oscuridad. Cristo resucitó; con su muerte destruyó la muerte y nos dio la vida» (Gaudium et spes 22).

QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

MISAL DOMINICAL DE LOS FIELES 7 de febrero de 2021 LECTURAS PARA LA SEMANA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO. AÑOS IMPARES (I). I SEMANA DEL SALTERIO TOMO III Lunes

Martes

Miércoles

Jueves

Viernes

Sábado

8

Gn 1, 1-19; Sal 103, 1-2, 5-6, 10, 12, 24,35; † Mc 6, 53-56

9

Gn 1, 20-24; Sal 8, 4– 9; † Mc 7, 1-13

10

Gn 2, 4-9, 15-17; Sal 103, 1-2, 27-30; † Mc 7, 14-23

11

Gn 2, 18-25; Sal 127, 1– 5; † Mc 7, 24-30 Se puede celebrar Nuestra Señora de Lourdes: Is 66, 10-14; Sal: Jdt 13; † Jn 2, 1-11

12

Gn 3, 1-8; Sal 31, 1-2, 57; † Mc 7, 31-37

13

Gn 3, 9-24; Sal 89, 26, 12-13; † Mc 8, 1-10

Comisión de Pastoral Litúrgica Arquidiócesis de San Salvador

2021

RITOS INICIALES MONICIÓN INICIAL Sean todos bienvenidos. Nuestra fe en el Señor resucitado nos reúne como miembros de una sola comunidad, para compartir su presencia entre nosotros, que se realiza de manera admirable, por medio de la Palabra que proclamamos y la Eucaristía de la cual nos alimentamos. Y profesamos la misma fe de los Apóstoles y de todos los discípulos de Jesucristo a lo largo de la historia. A través de esa fe hemos podido descubrir en el Señor, la respuesta a todas las inquietudes y a los problemas que nos aquejan, pues Él nos manifiesta a extender su amor a toda la humanidad. Iniciemos con gozo la Santa misa. ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47 Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.

Verde/ Ciclo B Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén. R/. Señor, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad. R/. Señor, ten piedad. Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA e rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

T

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Saludo: El Señor, esté con todos ustedes. Acto Penitencial En un momento de silencio, pidamos perdón a Dios Padre, por no renunciar a lo que el mundo, opuesto al Señor nos ofrece y nos impide seguir fielmente a Jesucristo. Señor, ten misericordia de nosotros. R/. Porque hemos pecado contra ti. Muéstranos, Señor, tu misericordia. R/. Y Danos tu salvación.

LITURGIA DE LA PALABRA Monición a la primera lectura El autor sagrado, en este pasaje del libro de Job, quiere responder al interrogante del sufrimiento y de la muerte del justo. Job, forzado por su situación, medita sobre la brevedad de la vida y pone su confianza en Dios. Escuchamos esta reflexión. Lectura del libro de Job

E

7, 1-4. 6-7

n aquel día, Job tomó la palabra y dijo: “La vida del hombre en la tierra es vida de soldado y sus días, como días de un jornalero. Como el esclavo suspira en vano por la sombra y el jornalero se queda aguardando su salario, así me han tocado en suerte meses de


infortunio y se me han asignado noches de dolor. Al acostarme, pienso: ‘¿Cuándo será de día?’ La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece. Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha”. Palabra de Dios Monición para el Salmo El salmista hace alabar a Dios que sana, que construye, que da esperanzas a los desolados y oprimidos. Con los abatidos de la tierra respondamos: Del salmo 146 R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios. Alabemos al Señor, nuestro Dios, Porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido. R/. El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/. Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites. R/. Monición para la segunda lectura Pablo reflexiona sobre su vida y descubre su propia vocación. Anuncia el Evangelio, haciéndose débil con los débiles y todo para todos, con tal de ganarlos para Cristo. Él, por su trabajo evangelizador, no espera ninguna recompensa humana. Eso mismo le hace sentirse libre para el

servicio de su Señor. Acogemos este hermoso testimonio. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 9, 16-19. 22-23

H

ermanos: No tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que me ha confiado una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de la predicación. Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. Palabra de Dios Monición para el evangelio Marcos nos relata cómo Jesús sana y libera a quienes con fe se acercan a Él. Recibamos esta buena nueva con alegría y cantando el aleluya. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO R/. Aleluya, aleluya. Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/. Aleluya, aleluya.

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Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39

n aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de

la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles. Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios. Palabra del Señor Se dice Credo ORACIÓN DE LOS FIELES Invoquemos a Dios Padre todopoderoso para que escuche nuestra oración y nos auxilie siempre en la necesidad. A cada petición diremos:

5. Por los que cuidan a los enfermos. Para que no se cansen nunca de tratarlos con atención personal e infinito respeto. OREMOS. 6. Por nosotros. Para que en medio de las pruebas y dificultades nos mantengamos firmes en la fe. OREMOS. Escucha, Padre, las oraciones de tu pueblo y pues confiamos en tu misericordia, bendícenos siempre con tu bondad. Por Jesucristo nuestro Señor. LITURGIA EUCARÍSTICA ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS eñor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.

Escúchanos, Señor, y ten piedad. 1. Por la santa Iglesia de Dios. Para que continúe sin cansarse el trabajo de Jesús alentando a los enfermos y consolando a los afligidos. OREMOS. 2. Por los que tienen responsabilidades educativas y sociales. Para que promuevan el crecimiento integral de las personas. OREMOS. 3. Por los que se quedaron sin trabajo. Para que encuentren en los demás el auxilio necesario. OREMOS. 4. Por los que sufren en el cuerpo o en el espíritu. Para que Cristo Crucificado sea su fortaleza y su paz. OREMOS.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN eñor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos fruto con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

S


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