9 minute read

EL PERFIL IMPLÍCITO REAL DEL DOCENTE

EL PERFIL IMPLÍCITO

Y REAL DEL DOCENTE

Advertisement

Mtra. Mercedes Imelda Avalos Ruiz Jefa del área de docencia del Centro de Actualización del Magisterio en Ciudad Guzmán, Jalisco

Podemos aseverar con certeza que en el magisterio como en cualquier ámbito laboral y social de nuestro país, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, hemos de encontrarnos con maestros que se han conformado con su educación fundamental para ejercer su profesión.

En el tiempo en que la normal básica no tenía el nivel licenciatura, muchos/as compañeros/as se conformaron con esos estudios, sin procurar más capacitación y mucho menos una nivelación académica o mejoramiento pedagógico.

De seguro que lamentablemente la mayoría hemos de conocer o saber de la existencia de algún educador (en especial los que ejercen en Educación Básica) que se trasladaba a su comunidad de adscripción hasta el lunes e incluso regresar de la misma el jueves; incumpliendo con horarios o en el mejor de los casos, acomodarlos a sus intereses y necesidades. También, como efecto de las precarias situaciones económicas y contextuales, nos podían reconocer por la mochila rota, zapatos sucios y hasta desaliñados. Hay quienes, a pesar de esas adversidades, se adaptan bien a su ámbito y se integra a su comunidad, participando de la siembra, fiestas, problemas familiares y locales y, por qué no reconocerlo, hasta dando malos ejemplos.

Pero también hay que aceptar que una capacitación formal no lo es todo, ni la cobertura de un horario, ya que, aunque se contara con excelentes materiales o instalaciones, ello no garantiza la calidad del desempeño; hay que estimar la valentía que muchos docentes deben de tener como una de sus capacidades de adaptación a circunstancias, contextos y poner a prueba sus habilidades, ya que acuden a zonas rurales recónditas, con poca información sobre lo que habrán de enfrentar.

Pasan carencias alimenticias, económicas, de vivienda y con un traslado precario y expuestos a la inseguridad que predomina en la mayoría de los estados de la República Mexicana y agreguemos a esto que las autoridades inmediatas “brillan por su ausencia”, nadie verifica en las condiciones en que deben de laborar; si las suerte les favorece, son escuelas “bi” o “tri” docentes y no están “tan” solos; los supervisores los visitan una vez durante el ciclo escolar o los centros de trabajo están “a borde” de carretera.

Pareciera que esto sucede en lugares alejados a nuestra realidad, pero no son ni deben de ser tan ajenas dichas situaciones, ya que en su momento, cada uno de esos educadores, retornan a la ciudad, a la “civilización” y lo que hicieron o dejaron de hacer en los lugares donde están sus techos financieros y laborales, se viene con ellos hasta su núcleo familiar e impacta en su día a día; ya sea por la economía, los tiempos dedicados al traslado, el asumir costumbres y tradiciones de un contexto aparentemente ajeno al propio o a la inversa, ya que no son pocos los que han de llevarse a algún miembro de la familia a residir con ellos en las comunidades de adscripción, en especial las mujeres que tienen hijos. Situaciones difíciles a superar por la supervivencia personal y el afán de mejora familiar. ¿Qué perfil se requiere para poder cubrir las expectativas de una población aislada en la que como líder fungen el sacerdote, el maestro, y algún representante legal? ¿Qué tan congruente es la preparación académica que recibieron los educadores ante las necesidades de la comunidad en donde se insertarán laboralmente? Además de conocer programas y teorías educativas ¿Qué otras habilidades deben de poseer

cada uno de los interventores educativos que se encuentran en zonas alejadas e inhóspitas?

Podríamos hacer un listado de características y requisitos que deben de cubrir quienes se aventuran en la docencia y trabajando en las zonas geográficas de nuestro “laberintuoso” país.

Sólo por puntualizar varios de los aspectos ya mencionados y algunos más, podríamos explicitar los siguientes:

• Repartir sus ingresos con elpago de casa de asistencia, traslado y la obligada alimentación. • Tener una buena alcancía inicial por lo que se puedan tardar los pagos quincenales, en especial, cuando son comunidades en que ni bancos hay para hacer movimientos. • Ser concretos en el vestir, ya que para trasladarse a las “esquinitas de los mapas”, hay que ser ligeros en el equipaje. • Tener condición física para caminar, por si no hay transporte regular a cierta ranchería y/o poblado o en el mejor de los casos, para subirse a camionetas para pedir “aventón”, “al del gas”, “al de la coca” o hasta quien vaya a caballo o burro. • Adaptarse a costumbres y tradiciones ajenas a las propias. • Integrar a la familia a la dinámica laboral y contextual de la comunidad en cuestión. • De ser posible, portar un arma u objeto de protección que ayude ante los riesgos de traslado y hasta dentro de la misma institución educativa. • Hacer “oídos sordos” a amenazas y procurar mantenerse al margen de disputas locales, siempre y cuando no se arriesgue la integridad personal. • Evitar involucrarse en fanatismos religiosos que impacten su labor docente. • Tener un estómago resistente ante la necesidad de una alimentación precaria y con poca higiene. • Cuidar, resguardar y prevenir la salud personal, ante moscos y bichos u otros animales propios de determinados contextos, incluso montañosos, como hienas, lobos, etc. • Ser hábiles en lo administrativo y procesos de gestión, ya que son parte de nuestras funciones y en estos casos más, porque de seguro serán unitarios, bidocentes o tridocentes. • Aprender a adaptarse a la inestabilidad en el uso de las redes, puesto que por la lejanía o condiciones geográficas suele no contarse con servicio de internet. • Aceptar que puede haber comunidades sin drenaje, luz, transporte ni mucho menos planteles educativos.

Podríamos seguir enumerando más aspectos y situaciones que debemos de valorar y comprender en el ejercicio del interventor educativo, con las que se enfrentan en especial en los primeros años de servicio. Todas ellas y muchas más, nos hablan de manera implícita en el perfil que realmente debe de cubrir el docente, además del cúmulo de conocimientos y teorías que debe de saber.

MAESTROS

DE EDUCACIÓN ESPECIAL

El 15 de mayo se celebra el Día del maestro, una labor que se realiza con dedicación y compromiso; por ese motivo solicitamos a algunas maestras y maestros, equipo y personal de apoyo de la zona escolar que respondieran la pregunta ¿Qué significa ser maestro de Educación Especial? A continuación compartimos las respuestas. El significado de la vocación

Dedicación y entrega.

José Guadalupe Najar Mejía USAER Tamazula 1 y 2

Vocación es amar a tu profesión, reflejándose en la entrega y dedicación en todo lo que emprendes.

Azucena Evangelista Campos USAER Pihuamo

Mirar en las diferencias, oportunidades.

Judith Ventura Campos USAER Tamazula 2

Es conocer y reconocer el principio de que todos somos diferentes y por lo tanto respetar características y condiciones individuales, desde los criterios de: empatía, igualdad, equidad, integración, lo que lleva a un desarrollo personal y profesional continuo, con la finalidad de desarrollar y aplicar las condiciones más adecuadas y favorables para que cada alumno desarrolle sus capacidades, habilidades y competencias.

Hindeliza de Jesús Martínez Gaspar CAM Agustín Yáñez

Nuestro trabajo está encaminado a compensar las necesidades de los alumnos con discapacidad intelectual o física, ya sea en centros ordinarios o especiales.

María del Sagrario Barragán Diaz USAER Tamazula 2

Sé que ser maestra no es un trabajo sencillo, pero ser maestra de educación especial para mí es un orgullo y una gran responsabilidad tanto con los padres de familia y alumnos, es la entrega, cariño y dedicación. Es escuchar a tus alumnos y alumnas, emocionarte con sus nuevos aprendizajes, creer en sus procesos y capacidades.

Yessica Rocío María Villavicencio CAM Tecalitlán

Disfrutar de estar con los niños en un contexto de aprendizaje basado en el respeto, la paciencia, empatía tolerancia y tener la capacidad de aprender desde el más pequeño hasta del más sobresaliente. Reconociéndome como un ser en proceso de aprendizaje, sin duda ser feliz ejerciendo mi vocación de ser maestra.

Adriana Vázquez Martínez USAER Pihuamo

Brindar una esperanza de apoyo a los más vulnerables.

Daniel Barragán Sánchez USAER Tamazula 1

Profesional dedicado atender alumnos con diversidad de barreras de aprendizaje, comprometidos con el desarrollo de actividades que permitan a los alumnos prepararse para la vida.

Mario Cuevas Cerna CAM Agustín Yáñez

El significado es extenso el cual resumo en un conjunto de conocimientos, habilidades, aptitudes pero sobre todo de actitud, esa actitud de presentarme cada día con ganas de ayudar, de entregarles todos mis conocimientos con amor a estos niños que depositan toda su confianza, su cariño y su esperanza en mí y en mis compañeros, es hacer presencia cada día no para cubrir un horario sino para aplicar estrategias diferenciadas y atenderlos buscando cubrir sus necesidades educativas especiales con conciencia con amor y mucho entusiasmo.

Yéssica Yolanda Guzmán Segovia CAM Tonila

Es tener vocación de servicio y amor a los niños que por alguna razón presentan dificultades para desenvolverse en su vida, y ahí estamos los maestros de educación especial para apoyarlos a valerse por sí mismos.

Graciela Molina Macías CAM Agustín Yáñez

En lo personal ser maestro por vocación cómo es mi caso, significa tener la oportunidad de servir a la sociedad ejerciendo el trabajo de educar con responsabilidad con objetivos claros e intentar en todo momento incorporar al sujeto que aprende a la dinámica social de la que forma parte.

Dionicio Alberto Diaz Mendoza USAER Tamazula 2

Ser maestra de educación especial para mí significa el amor y la responsabilidad de apoyar y guiar a mis alumnos en el desarrollo de habilidades y conocimientos para la vida, reconociendo y valorando sus capacidades y teniendo la gran satisfacción de ser parte de cada uno de sus logros.

Alejandra Gabriela Ocampo Claustro CAM Tecalitlán

Para mí ser maestro no es sólo enseñar, es enseñar con el corazón, amor y paciencia, si somos maestros especiales, “porque para prestar servicio a personas con necesidades educativas diferentes tenemos que tener cualidades y características especiales”, dice como lo dice Eduardo Pasquel Cerna.

Magaly Trinidad Guzmán Martínez USAER Pihuamo

Es contar con elementos necesarios e indispensables para trabajar con la diversidad, con el fin de minimizar o eliminar las BAP que presentan los alumnos, tener la oportunidad de trabajar con la población más vulnerable y noble del magisterio, realizando adecuaciones pertinentes para lograr en los chicos aprendizajes significativos.

Rosa Elia Arriaga Gutiérrez USAER Tamazula 1

Tener la vocación y comprometerse a trabajar con los alumnos para acercarles los contenidos académicos y experiencias de aprendizaje mediante diversas y creativas estrategias y siempre trabajando de manera colegiada con l@s compañer@s docentes, directivos, equipo de apoyo, padres de familia y comunidad en general.

Irma Yolanda Milanés Barajas CAM Tecalitlán

This article is from: