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LAS DIMENSIONES MACRO Y MICROSOCIAL DEL MULTICULTURALISMO EN LA EDUCACIÓN

Dr. José Edgar Correa Terán

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Hoy en día la pandemia COVID-19 ha trastornado todos los ámbitos de nuestras vidas. Indepedientemente, que sus principales problemas radican en la salud por las miles de personas infectadas y otras miles de pérdidas humanas, la información sobre diferentes puntos del globo terráqueo, es una tendencia en los principales medios de comunicación, sobre todo en las famosas redes sociales. Por ello es común, que los niños y jóvenes que acceden a internet conozcan el impacto del COVID-19 en países internacionales, los cuales para algunos de ellos no figuraban ni siquiera en su imaginación.

Al respecto uno de los puntos positivos a destacar de este “fenómeno global”, es que se conocen las principales características de las culturas de diferentes países, entre los aspectos a destacar están su gastronomía, vestimenta, artesanías, educación, lugares turísticos, idioma y artesanías. También es digno de mencionarse que en reportajes o documentales, se destaca el multiculturalismo como característica de algunos “países de primer mundo”, donde conviven habitantes de diversas regiones del mundo en armonía y paz, especialmente con una actitud de apertura y comunicación, libre de xenofobia (odio por los extranjeros) o racismo (Olivé, 2010).

Respecto a la multiculturalidad en México, es añeja y hasta compleja de entender. Para hacerlo es necesario conocer aunque sea un poco de la gran historia de nuestro país. Tan sólo el hecho que hace muchos años fuimos conquistados por los españoles, quienes a su vez, tenían una cultura extremadamente diferente a los indígenas que habitaban en México, habla de todos los cambios y procesos de transformación después de la conquista (Thomas, 1994). A partir de ahí se empezó a confirmar que la mayoría de mexicanos somos mestizos y la cultura en general posee características tanto españolas como indígenas. Lo lamentable fue la casi

extinción o desaparición de los pueblos indígenas en nuestro país. Por ello, en la actualidad se les considera “patrimonio de la nación” y sus costumbres en los lugares geográficos donde radican, se cuidan celosamente.

Entonces, Thomas (1994) señala que la historia de México cambió desde hace más de cinco siglos y comenzó formalmente a ser un país lleno de multiculturalismo. Sin embargo, Martínez (2012) afirma que la sociología va más allá del estudio cronológico de los acontecimientos y personajes en los procesos históricos, al enfatizar en las nuevas dinámicas e interacciones que se han dado a raíz de las características de multiculturalidad de las sociedades contemporáneas.

Respecto a la globalización, los países poderosos por diferentes estrategias, incluyendo la guerra, han tratado de dominar territorial y culturalmente a los países más pobres y vulnerables, presentándose, según Olivé (2010), tensiones y conflictos, pero también desarrollos tecnológicos como satélites y redes telemáticas que han permitido el flujo de información. De hecho, la generación y dominio tecnológico es uno de los principales dispositivos para que los países poderosos conserven su hegemonía y los países del tercer mundo sigan estancados en su desarrollo económico y social (Martínez, 2012).

A su vez, Olivé (2010) resalta que el dominio de los países poderosos se ha manifestado en cuestiones de saberes tradicionaes y los recursos genéticos de sus ecosistemas, lo cual se aprovecha para la generación de nueva tecnología o para continuar con su economía basada en la industrialización y empresa. Por ello la controversia de considerar a la globalización favorable para la mayoría de población mundial, tomando en cuenta las facilidades que brinda para conocer las culturas de otros países, sin embargo, además de los puntos negativos expresados con anterioridad, se encuentra el fenómeno de “aculturación”, donde se impone la cultura de los países poderosos, perdiendo con ello una parte importante de los grupos étnicos que dieron origen a los países en vías de desarrollo o del tercer mundo.

La sociología propone otra característica del multicultu

ralismo digna de mencionarse, como es la “diversidad cultural” (Martínez, 2012). Con el paso de los años nos hemos dado cuenta que las relaciones entre personas que pertenecen a diferentes grupos sociales, no es nada fácil, incluso más bien es un fenómeno complejo de entender y promover. Para empezar, lo común es que los planes de vida de cada grupo social sean incompatibles con la satisfacción de las necesidades básicas de otros miembros de la sociedad. Esta encrucijada, como se menciona en párrafos anteriores, a palabras de Olivé (2010) trae conflictos y tensiones a veces de consecuencias lamentables,

no obstante la tendencia actual sobre todo en contextos urbanos, es a convivir con personas de otras naciones, preferencias sexuales, razas, ideología, religión sin limitantes o prejuicios. Es decir, se afirma que históricamente la diversidad cultural ha traido más consecuencias negativas que positivas para determinados grupos sociales, no obstante, en la actualidad especialmente con el uso de las nuevas tecnologías, las barreras y limites geográficos, cada vez se hacen más tenues y flexibles (Martínez, 2012).

Para caracterizar la relación entre el multiculturalismo y la educación, Couder (2009) menciona que la dimensión microsocial se refleja en las propias aulas escolares; donde cada alumno representa a una cultura personal, familiar y social diferente a los demás, que, sin embargo, a los profesores

ayuda a conocerlos más a fondo. Precisamente, un principio de justicia social es cuando el profesor hace todo lo que está a su alcance para acercarse a los alumnos, comunicarse con ellos y, sobre todo, identificar sus necesidades de atención educativa, independientemente al grupo social o familiar que pertenezca. Especialmente en la escuela pública, las características de multiculturalidad; como son la diversidad y la globalización, tienen manifestaciones considerables, que, sin embargo, entre los alumnos causarán conflictos y tensiones, en el sentido de convivencia, interacción y trato social; no obstante, el papel mediador del profesor será determinante para crear un ambiente de paz, armonía, respeto y, asimismo para estar abiertos y poder aprender de los demás.

Couder (2009) y Aragón (2016) proponen que en la escuela no basta revisar contenidos curriculares relacionados con formación cívica y ética a nivel teórico-conceptual, sino también poner en práctica los valores y principios de socialización, que despierten la conciencia del alumno para considerar que se encuentra en un ámbito multicultural, en donde tendrán semejanzas y diferencias con los compañeros de clase, pero con quienes, a su vez, podrán fomentar lazos de amistad y solidaridad.

En conclusión, aprovechemos la realidad actual: la pandemia COVID 19 tiene a la mayoría de población mundial en confinamiento, cuarentena y aislamiento social; no obstante, los medios de comunicación como la televisión y el internet, ofrecen alternativas para que los alumnos conozcan las culturas que existen en los diferentes rincones del mundo, pero de igual manera es una excelente oportunidad para que mediante videollamadas, redes sociales, chats o blogs, entre otros recursos tecnológicos; los alumnos interactúen con familiares, compañeros de escuela, profesores, amigos, etc.; para compartir experiencias, enfatizando en las características de la cultura a la que pertenecen.

Referencias

Aragón, A. (2016). Formación cívica y ética: educar para la democracia. Folios: publicación de difusión y análisis. Recuperado de http://www. revistafolios.mx/dossier/formacion-civica-y-etica-educar-para-la-democracia

Couder, E. (2009). “Multiculturalismo y educación” en Cultura y representaciones sociales. Año 4 Vol. 7. Recuperado de http://www.scielo.org. mx/pdf/crs/v4n7/v4n7a2.pdf Martínez, A. (2012). ¿Qué es la sociología? Conceptos básicos. Recuperado de http://www.arnaldomartinez.net/ sociologia/unidades00.pdf

Olivé, L. (2010). Multiculturalidad, justicia social y pueblos indígenas. UNAM. Recuperado de http://www.nacionmulticultural.unam.mx/edespig/ diagnostico_y_perspectivas/RECUADROS/CAPITULO%201/4%20Multiculturalidad.pdf

Thomas, H. (1994). La conquista de México. España: Planeta. Recuperado de https://revistes.ub.edu/index.php/BoletinAmericanista/article/ download/12837/15886.

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