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PROPUESTA DE ARGUMENTOS EN LOS QUE SE APLIQUE EL PENSAMIENTO CRÍTICO Y CIENTÍFICO
Lic. Enriqueta Páez Gutiérrez
Directora del CRIE, zona 12 federal de educación especial
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En la primera década del siglo XXI nos hemos enfrentado como sociedad a una serie de cambios que impactan de manera trascendente en las estructuras sociales, de valores, e incluso cognitivas de cada uno de los individuos; donde los patrones y modelos de formación educativa en los ámbitos escolares y familiar se han visto afectados; sin importar si existe una consciencia o no de este impacto; los cambios se están dando.
De tal manera que los modelos y principios de aprendizaje que funcionaron en otras épocas, en este momento, si bien no son obsoletos, no son lo suficientemente efectivos; es decir las herramientas que yo aprendí de mis padres y maestros y me resultaron eficientes, no son las que mis hijos o mis alumnos requieren en este momento, bajo una estructura social competitiva, en continuo cambio, movida por la tecnología, llena de contravalores y muchas ocasiones carente de sentidos trascendentes y movida por motivadores extrínsecos.
Resulta entonces de vital importancia modificar los esquemas sin dejar de lado el actuar social.
Esta tarea lleva implícita una actitud docente, donde el reto, la exposición de ideas e incluso la confrontación de creencias, resulta inevitable, y por ende el docente tendrá que estar preparado y dispuesto a estos cambios, bajo la premisa de que, “el buen maestro puede ser superado por sus alumnos”, y ambos reconocen la terea y el valor de cada uno.
Una propuesta que implica la aplicación del pensamiento crítico y científico, debe iniciar por buscar un tema de interés para el grupo, ya que dependiendo del grado con el que se trabaje, el contexto sociocultural y las necesidades del entono, las inquietudes varían. Sin embargo esto no es más que un dato a considerar para que resulte más viable la tarea de poner en funcionamiento el pensamiento crítico.
Por otro lado es importante considerar que en los grados de 1o y 2o de primaria los educandos se encuentran en una edad entre 6 y 7 años, donde predomina el pensamiento: funcional y concreto, por lo que el inculcar valores en base a un pensamiento crítico resulta más trascendente y a su vez es una forma más simple de poner en funcionamiento dicho pensamiento.
Si consideramos a los menores de 3o y 4o grado, donde el pensamiento abstracto inicia sus funciones y el infante se encuentra iniciando las etapas de un pensamiento formal, podemos trabajar temas de mayor impacto social, sin descuidar el área de los valores universales.
educativos rápidos y cómodos, pero que a su vez generan menos inquietudes y crean una apatía hacia el uso de funciones cognitivas de orden superior, como son: el análisis, el razonamiento, la síntesis y por ende el pensamiento crítico y científico que son los motores del avance y desarrollo de una sociedad pensante.
Es la duda la que lleva al conocimiento verdadero, cuando esta se responde a través de proponer alternativas, de construir hipótesis, de destruir mitos y buscar respuestas comprobables que parten de la intuición, pero se validan en la comprobación que implica un método científico. Que utiliza la memorización únicamente como una herramienta de sustento de información, para generar comparaciones, selecciones de información y el discernimiento confiable.
De tal manera que la práctica docente debe sustentarse en la promoción y desarrollo de un pensamiento crítico, iniciando por el fomento de la observación, la descripción y comparación de los diferentes fenómenos que rodean el entorno del educando; esto, desde sus primeras etapas en la formación formal, es decir la escuela como espacio de construcción del conocimiento y desarrollo de potenciales del infante. Donde el docente funge como un facilitador y motivador de oportunidades para pensar; pero sobre todo como el fiscal que alienta a preguntarse sobre la realidad, los por qué de los fenómenos y las consecuencias de los actos. Esto aplicado a cualquier campo incluyendo al mundo de la naturaleza,
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Un proyecto para 3o y 4o grado podría ser el tema de ecología sobre el reciclaje, visto no como un proyecto de colecta o concurso, sino analizado como un tema de impacto sobre nuestro ecosistema y por ende del bienestar del planeta.
Iniciaríamos por cuestionar sobre lo que los alumnos saben al respecto, no por lo que les han dicho, sino por lo que ellos son capaces de observar, ya sea en una excursión al campo o bien una proyección sobre procesos naturales, desde la tala de árboles, la extinción de especies de flora y fauna, el calentamiento global, etc., fenómenos que quizá el alumno escucha sobre ellos, pero no conoce ni sus causas y menos sus consecuencias. Esto llevaría al docente a inquietar los conocimientos del alumno, a través de una serie de preguntas generadoras, donde el alumno evidencie su falta de conocimiento o bien los mitos y creencias que puede manejar, pero que en realidad no responden de forma clara a sus inquietudes.
El docente promueve entonces, la observación de la realidad que los rodea, formula preguntas sobre lo que observan, pide que propongan respuestas posibles, enjuicia las respuestas buscando generar más inquietudes y entonces a partir de las posibles respuestas del educando, diseña experimentos, que lleven a construir explicaciones en base a los datos obtenidos; de esta manera el pensar científicamente, conlleva la búsqueda de evidencias y argumentos validos y reales, que sustentan el pensamiento crítico y autónomo.
Una vez que el alumno ”descubre” lo que es su entorno, lo que implica el cuidado del medio ambiente, entonces surge la pregunta de la función real del reciclaje, el para qué, el cómo y las posibles consecuencias de llevarlo o no acabo; lo cual implica que el alumno se aproxima de forma más profunda a comprender y desarrollar modelos más elaborados para explicar y sobre todo solucionar situaciones que plantean un problema a su entorno.
El docente promueve entonces la reflexión; evitando el actuar descuidado o subordinado que aunque eficiente, es pasajero y ocasionalmente requiere un monitoreo. Mientras que la reflexión lleva a cuestionar los argumentos, a analizar las relaciones lógicas entre los diferentes actuares y las consecuencias de cada uno; donde promueve en el alumno la toma de decisiones en base a argumentos validos y objetivos.
Una vez echa la reflexión es importante que el alumno, verbalice sus argumentos, ya que esto le permite estructurar su pensamiento y poner en tela de juicio sus conclusiones, favoreciendo la interacción y el diálogo con el grupo, dando oportunidad a argumentos a favor o en contra de las propuestas y conclusiones planteadas.
Como última etapa será importante escribir crítica y reflexivamente sobre el proceso, iniciando por los que se conocía, lo que se realizó y la construcción de nuevos significados sobre los conceptos planteados.
Es únicamente, por medio de una actividad planificada didácticamente, que implique un aprendizaje activo y significativo, que el alumno podrá desarrollar la curiosidad, el cuestionamiento, la reflexión y las diferentes formas de conocimiento para implementar un pensamiento crítico y científico.
Finalmente cabe rescatar que el pensamiento crítico y científico se hacen indispensables, ante la comunicación interactiva y el acceso rápido a la información, que han deteriorado paulatinamente la necesidad de pensar, ya que es más fácil: “cortar y pegar”, “copiar” o incluso “pagar”, que ejercitar la capacidad de pensar, de conocer, comprender, analizar y criticar.
Es necesario entonces regresar a fomentar en el alumno el deseo de aprender, de conocer, de evaluar lo propuesto por otros. Es imprescindible coadyuvar en el ejercicio del pensamiento crítico, como una herramienta indispensable en el mundo actual, para la propagación de valores, el rescate del medio ambiente, la refutación de teorías hedonistas e intrascendentes, el rescate del ejercicio social y los motivadores intrínsecos y de manera implícita del desarrollo del potencial como individuos.
Busquemos como docentes, fomentar el desarrollo del pensamiento crítico, replanteando nuestra didáctica para que esta sea activa, pero sobre todo reflexiva y fomentando la autonomía, donde exista una conciencia de que cada acto tiene una consecuencia y cada individuo es responsable de sus actos.
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