Manual de ortografía

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Manual de ortografía de la lengua española María Teresa Ruiz García



Manual de ortografía de la lengua española María Teresa Ruiz García


ST Distribución, S.A. de C.V. Lafayette 94, Colonia Anzures, Delegación Miguel Hidalgo, Distrito Federal. Teléfono: (01 55) 53 01 35 81 Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial, registro número 3342.

Ruiz García, María Teresa Manual de ortografía de la lengua española / María Ruiz García; il. Miguel Cabrera. –- México: ST Editorial, 2010. 224 p.: il.; 23 cm. Bibliografía: p. 223-224 ISBN 978 607 7529 40 8 1. Español – Ortografía y deletreo. I. Cabrera, Miguel, il. II. t. 468.1-scdd20

Biblioteca Nacional de México

© Derechos reservados 2012 Primera edición: Estado de México, mayo de 2010 Primera reimpresión de la primera edición: México, df, julio de 2012 © 2012, María Teresa Ruiz García ISBN: 978 607 7529 40 8 Presidente: Alonso Trejos • Director general: Joaquín Trejos • Publisher: Giorgos Katsavavakis • Coordinadora editorial: Lilia Villanueva • Edición: Lourdes Torres • Director de arte: Miguel Cabrera • Coordinadora de producción: Daniela Hernández • Diagramación: Danheca • Realización de portada e ilustraciones: Monfa

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro en cualquier medio sin permiso escrito de la editorial. Impreso en México. Printed in Mexico. Manual de ortografía de la lengua española, de María Teresa Ruiz García, se terminó de imprimir en julio de 2012 en los talleres de Edamsa Impresiones S.A. de C.V., con domicilio en Av. Hidalgo #111, colonia Fraccionamiento San Nicolás Tolentino, Delegación Iztapalapa, 09850 México, df


Contenido Presentación [4] 1. Abecedario y uso de mayúsculas [5] Abecedario [5] • Uso de mayúsculas [13] • Respuestas [21]

2. La acentuación [25] Importancia de la división silábica en la acentuación [25] • Reglas de acentuación [34]• Tilde diacrítica y otras reglas de acentuación [37] • Respuestas [48]

3. La puntuación [53] ¿Por qué es importante saber puntuación? [53] • Usos del punto [55] • Usos del punto y coma [58]• Usos de la coma [60]• Usos de los dos puntos [65] • ¿Para qué se usan los puntos suspensivos? [67] • Signos de interrogación y admiración [69] • Usos del paréntesis [73] • Empleo del guión largo o raya [74] • Empleo del guión corto [76] • Usos de las comillas [78] • Diéresis, asterisco, apóstrofo y diagonal [80] • Respuestas [83]

4. Grafías y fonemas de escritura dudosa [89] Palabras con b, v [89] • Palabras con c, s, z [106] • Usos de x [129] • Respuestas [133]

5. Características de algunos fonemas y grafías [143] Fonemas con sonido fuerte y sonido suave [143] • Otras grafías [157] • Respuestas [174]

6. Numeración escrita [185] Los números en la vida del ser humano [185] • Números cardinales [186] • Números ordinales [188] • Números partitivos, múltiplos y romanos [189] • Documentos de pago más comunes [191]• Respuestas [196]

Anexos [201] Palabras que se escriben juntas o separadas [202] • Frases latinas de uso frecuente [207] • Peculiaridades del lenguaje en comunidades hispanohablantes [211] • Abreviaturas, acrónimos y siglas [218]

Fuentes consultadas [222]


Presentación

El presente libro está pensado para utilizarse en los niveles medio y medio superior, en sistemas escolarizados, abiertos o por medio de métodos de autoaprendizaje, y por supuesto, al público en general. Debido a la flexibilidad, organización y conformación de la obra, el interesado podrá abordar todos los temas sin necesidad de apoyarse de un especialista en la materia. Las estrategias de aprendizaje empleadas en Manual de ortografía de la lengua española son variadas: deducir e inducir ciertas reglas, subrayar, realizar ejercicios de memorización visual; observar, repasar, ejercitar y aplicar distintas normas ortográficas. También se han incorporado lecturas, adivinanzas, greguerías y sopas de letras. Para que el lector compruebe sus adelantos, se han incluido secciones de respuestas. Los ejercicios de aplicación de las reglas ortográficas pretenden que el interesado observe, escriba y compruebe lo estudiado. Una vez realizadas las actividades, el libro podrá utilizarse como material de consulta; su diseño y diagramación contribuyen a esto. Manual de ortografía de la lengua española fue elaborado para desarrollar en el lector destrezas, habilidades, actitudes y conocimientos dentro del contexto de la ortografía, fundamental para el mejor desempeño en cualquier asignatura.

De esta manera, el libro está pensado para impulsar destrezas que guíen al lector por el camino de la experiencia y el autoaprendizaje; las secciones “Recuerda”, “Qué aprendiste” y “Respuestas” cumplen con dicho objetivo. Las lecturas y los textos, por su parte, promueven la sensibilidad por el arte y el aprendizaje por iniciativa e interés propios, la vinculación de la ortografía con la vida cotidiana y la transversalidad con otras materias. Además, los diferentes ejercicios invitan a aprender a pensar, deducir, reflexionar, discriminar y concluir. La propuesta metodológica de Manual de ortografía de la lengua española permite fortalecer los hábitos de observación en el lector, relacionados con la experiencia de la práctica ortográfica; y aunque se incluyen reglas generales, estoy consciente de que estas no siempre responden a nuestras necesidades, porque en el momento de querer aplicarlas nos enfrentamos a las excepciones que las confirman. Por esta razón, hago hincapié en que el aprendizaje de la ortografía se logra además por la visualización a través de la lectura. Para ello considero esencial la lectura de los textos que he seleccionado, que propiciarán el adiestramiento visual para la aplicación práctica de las reglas. Recomiendo, además, la lectura frecuente, pues la adquisición de este hábito resulta esencial para quienes desean tener una buena ortografía. La autora


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Abecedario y uso de mayúsculas Abecedario

Se denomina alfabeto el conjunto de signos gráficos que representan los sonidos de nuestra lengua; estos signos forman el abecedario. Este, al igual que la lengua, se ha transformado con el tiempo. En español hay ocasiones en que los sonidos no se escriben como se hablan, lo que propicia algunas confusiones con ciertas grafías, por ejemplo: b, v, s, c, z, h, g, j, x. Esto lo veremos a lo largo de este libro. Lee En un momento determinado de la Edad de Piedra, que comenzó hace un millón de años, el hombre empezó a plasmar sus aventuras en imágenes, algunas de las cuales se han descubierto en cuevas y cavernas. Atendiendo a las [pinturas] encontradas, por ejemplo, en Lascaux (Francia) y Altamira (España), se saben bastantes cosas sobre las personas que las pintaron y su modo de vida, creencias y fauna del periodo. La escritura se originó [a partir] de imágenes. Los indios del centro y el norte de América utilizaron la escritura pictográfica hasta tiempos recientes. Relataban las narraciones con figuras de mujeres, hombres y objetos cotidianos. Incluso hoy la

[escritura] de los chinos continúa siendo pictográfica. En su idioma cada signo escrito que recibe el nombre de ideograma representa una sola palabra precisa. Se avanzó un gran paso cuando un signo o imagen empezó a representar un sonido más que una palabra completa, lo cual supuso que podían escribirse más vocablos con menos símbolos. Fueron los sumerios de Mesopotamia (hoy Irak) quienes llevaron a cabo tan importante progreso hace más de cinco mil años. En la escritura egipcia, posterior a la mesopotámica, la imagen de un león (labo en el idioma de Egipto) representaba la letra ele (L), no el animal en sí, y una hoja de jun-


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co (aak, en egipcio) simbolizaba la A. Pero los procedimientos de escritura como los descritos resultaban aún muy lentos y complicados. A los fenicios, pueblo mediterráneo, correspondió el mérito del avance

definitivo. Eran comerciantes que necesitaban una forma rápida y fácil de tomar notas y enviar mensajes, e idearon el alfabeto, que imitaron los griegos, etruscos y romanos, de los cuales procede el nuestro.

“La escritura y la lectura”. Enciclopedia Juvenil Grolier. Tomo 7. México: Editorial Cumbre, 1982, pp. 2088-2089.

Recuerda Según el texto expuesto anteriormente, los primeros intentos de escritura estaban relacionados con signos que representaban palabras, y aunque no sabemos a ciencia cierta quién inventó el alfabeto ni cuándo sucedió esto, seguramente sí conoces que el término alfabeto se formó a partir de las dos primeras letras del alfabeto griego: alfa (α) y beta (β).

Escribe 1. Coloca todas las letras del abecedario, mayúsculas y minúsculas.


Abecedario y uso de mayúsculas 7

Algo de historia Primera letra de la mayoría de los alfabetos de las lenguas indoeuropeas. Su forma se asocia a la de un jeroglífico egipcio que representa la cabeza del dios Apis. Los fenicios la designaron alph, que quiere decir buey, al asociar esta grafía con la cabeza y los cuernos. Los griegos, por su parte, la llamaron alfa. Es la segunda grafía de nuestro alfabeto. Los griegos la designaron beta (β), y los fenicios la representaron en forma de grulla y la pronunciaban beth. Este pueblo la tomó a su vez de un jeroglífico egipcio que designaron como casa. Proviene de un símbolo fenicio asociado con un camello, y se conformó a partir de la c latina, al ondular la letra griega Γ: gamma. A partir del siglo xvi tiene dos sonidos: /k/ y /s/. En América, a la forma de pronunciar la c con sonido /s/ se le llama seseo, mientras que en España se denomina ceceo. Procede del griego y del latín. Tuvo su origen en un jeroglífico egipcio que representa una mano. Cuando los fenicios adoptaron este signo, le dieron el nombre de daleth, que quiere decir puerta. Quinta letra del abecedario español. Procedente del alfabeto latino, es una adaptación de la grafía griega epsilon (ε), que a su vez procedía de la semítica hē y de un jeroglífico egipcio. Es la sexta grafía de nuestro alfabeto. Procede de los alfabetos griego y latino. Los griegos la designaron con el nombre de digamma (Φ), que representaba al sonido /g/. Se graficaba de diferentes maneras y se pronunciaba como la w del inglés: wall. Grafía procedente de la letra griega gamma y de la c latina cuyos sonidos eran /g/ y /k/. Desde el siglo iii a. C. se diferenciaron ambos sonidos. Su lugar en el alfabeto es el séptimo. Desde el siglo vii a. C. se escribe en forma redondeada.


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Aunque no la pronunciamos, representa un sonido que se perdió en el transcurso de la evolución del latín al español; sólo al combinarse con la c (ch) o con la s (sh) adquiere un sonido determinado. Sus orígenes nos remontan al alfabeto egipcio. Los griegos la designaron iota inspirados en el término yodh, que quiere decir mano, porque la asociaban con un pulgar estirado y separado. En el caso de la minúscula, i, en el siglo xi se le introdujo el punto, que representaba un acento. Surge de la letra griega iota. En latín y en español, esta correspondía a un sonido vocal, y salvo raras excepciones, a uno consonántico. No se acostumbraba usar al inicio de palabras. En la Edad Media servía de adorno. En la segunda mitad del siglo xvii todavía no se utilizaba al inicio de palabras. Su origen se rastrea en los jeroglíficos egipcios. Los griegos la llamaron kappa, y se incorporó a nuestro alfabeto por influencia de algunos términos procedentes de otras lenguas: kilómetro (griego), karate (germano), entre otras.

Procedente de un jeroglífico egipcio, pasó a los griegos que la designaron lambda, cuya grafía era Λ. Posteriormente, los romanos la graficaron como L y es la decimosegunda letra de nuestro abecedario.

Llega a nosotros procedente del latín, que la tomó del griego. Tiene sus orígenes en un jeroglífico egipcio que representaba un búho.

Proveniente de un jeroglífico que los egipcios graficaban a partir de una línea en el agua, pasó a los fenicios, quienes la denominaron nun y la representaron como un pez. Llegó a nosotros procedente del latín.


Abecedario y uso de mayúsculas 9

Se crea en el siglo xii, para representar de manera simplificada la doble n (nn) cuyo sonido era el mismo de hoy. Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática castellana, publicada en l492, planteó que tanto la grafía como su sonido eran de origen castellano, ya que no los encontramos en griego, latín, ni árabe. Por sus orígenes se considera un signo procedente de los fenicios. Pasó a los griegos, quienes la llamaron ómicron y la representaron como la conocemos actualmente: O. Su posible origen se rastrea como proveniente de un jeroglífico egipcio. Al español llegó procedente del latín, adaptada de la letra que los griegos denominaron pi: Π, π. Derivó de un jeroglífico egipcio y de una grafía fenicia a la que estos últimos dieron el nombre de qoph. De allí pasó al griego y más adelante al latín. Al igual que muchas de las letras que hemos visto, esta se originó a partir de un jeroglífico egipcio y de una letra fenicia llamada resh. Los griegos la transformaron en rhō (ρ), forma que fue utilizada también por los latinos.


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Proviene de un signo egipcio que representa un jardín inundado, y se incorpora al alfabeto romano procedente de la grafía griega sigma.

Se origina en un jeroglífico egipcio. Es la última grafía del alfabeto fenicio, tāw, que simboliza una cruz o indica pertenencia. Pasó a los griegos (tau) y después a los romanos.

Proviene de un jeroglífico egipcio. A partir de un símbolo fenicio, los griegos introdujeron dos caracteres, uno de los cuales llegó a ser nuestra u actual. Es una forma evolucionada de la v.

Tiene el mismo origen que la u. Los griegos la denominaron upsilon. En castellano las letras u y v se utilizaron indistintamente hasta el siglo xvii.

Se incorporó al español por préstamos de otras lenguas, como el alemán o el inglés, y respectivamente se pronuncia como /v/ o como /u/ semiconsonante.

Al español llegó procedente del latín, a través del griego. Su sonido ha evolucionado desde el español antiguo. Actualmente este sonido varía ampliamente.

Deriva de la letra griega upsilon, que al pasar al sistema latino se transformó en i griega.

Procede de un jeroglífico egipcio. Al español llegó proveniente del alfabeto romano y derivada del griego.


Abecedario y uso de mayúsculas 11

2. Adivina, adivinador…

• En la Luna es la primera

• Estoy en el mar y no me mojo,

• Tomate la tiene,

• En todos los días de la semana me

• En medio del cielo estoy

• Si me pronuncias dos veces

y la segunda en Plutón. En la Tierra no se encuentra y es la última en el Sol.

pimiento casi la finaliza y Tarzán la eterniza.

sin ser lucero ni estrella, sin ser sol ni luna bella; a ver si aciertas quién soy.

en las brasas y no me quemo, en el aire y me sostengo, hasta estoy en abuelo.

hallarás, / pero no así en domingo, en el que no me encontrarás.

puede resultar muy feo siendo la letra de kilo en el pasto yo me veo.


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• En un paraguas

• Soy la redondez del mundo;

• Si quieres decir mi nombre

• El burro la lleva a cuestas;

sin barrillero van las dos patas del mes de enero.

sin mí no puede haber Dios, papas y cardenales sí, pero pontífices no.

debes dar un estornudo, hacha me tiene en su vientre aunque mi sonido es mudo.

es remate en Belcebú; y jamás la tendré yo pues siempre la tienes tú.1

3. A continuación te presentamos unas greguerías. Las greguerías son textos breves construidos a partir de imágenes poéticas referidas, en este caso, al tema que estamos tratando. Este tipo de textos humorísticos nacidos de superposiciones visuales son de Ramón Gómez de la Serna, escritor español del siglo xx. A: la tienda de campaña del alfabeto. B: el ama de cría... b: un caracol trepando la pared. D: la mayúscula de cada domingo es siempre diferente. F: el grifo... I: el dedo meñique... K: una letra con bastón.

O: el bostezo... Q: un gato que perdió la cabeza. S: el anzuelo... T: el martillo... ü: dos íes siamesas. X: la silla de tijera... Y: la copa de champaña... W: la M haciendo la plancha.

Ramón Gómez de la Serna. Obras completas. Madrid: Taurus, 1963.

Elabora, al menos con cinco letras más, otras greguerías que se te ocurran. Puedes utilizar mayúsculas o minúsculas.

1

as primeras ocho adivinanzas fueron tomadas de: Blanca Olivas. 500 acertijos, adivinanzas, colmos y tantaL nes. México: Editores Mexicanos Unidos, 2003, pp. 5 y 26. Las dos restantes (ubicadas en la columna derecha) de: Toño Salgado. Agua pasa por mi casa…cate de mi corazón. México: Selector, 1988, pp. 66 y 112.


Abecedario y uso de mayúsculas 13

Uso de mayúsculas Para comenzar el estudio sobre la utilización correcta de las mayúsculas, te propongo la lectura del siguiente fragmento, del escritor mexicano Amado Nervo. Lee Mi amigo sufre una rara enfermedad. Esta enfermedad no tiene nombre aún; pero voy a dárselo: se llama o se llamará, si el nombre se acepta y corre buena fortuna, el mayusculismo. El mayusculismo es la tendencia a escribir con mayúscula una infinidad de palabras que no la necesitan. Es decir, que no la necesitan para el común de los hombres. Porque sí la necesitan para los seres excepcionales que infunden a las palabras un alma misteriosa y tenue. Yo digo, por ejemplo: “La Noche estaba saturada de Arcanos”. Todo caletre2 medianamente listo comprende que esa noche con mayúscula no es simplemente el fenómeno astronómico que consiste en que la joroba de la vieja tierra [sic] nos tape el sol... No es tampoco ese túnel por el que, según la audaz expresión de Jules Renard, pasamos todos los días... ¡Digo, todas las noches! La noche de que habla el mayusculista es una entidad, es una entelequia3... y su mayúscula inicial debe ser una mayúscula trascendente. (Por lo demás, ¡quién no escribe con mayúscula, por ejemplo, la Noche en que fue amado!) El sustantivo para un mayusculista casi nunca es común, aun tratándose de los más corrientes sustantivos. Es absurdo –según él– escribir con minúscula los

meses, como lo hacen de preferencia los académicos. [...] Mi amigo adolece de la enfermedad en grado tal que mutila, por ejemplo, la mayúscula a los nombres propios de personas –que, según él, no merecen tener individualidad– y mayusculiza, en cambio, nombres de cosas que quizá no requieran tamaño honor. Escribe, por ejemplo, a su criado: “paco, mándame las Cartas que hayan llegado para Mí”. Porque dice que Paco se llama cualquiera, mientras que cada carta es un ramillete de ideas, de afectos, de deseos; es un alma; es el pensamiento de un amigo en la blanca ánfora de un sobre... Si se le dijese que escribiera esta orden que sale frecuentemente de sus labios: “Paco, tráeme un vaso de agua”, él escribiría así: “paco, tráeme un Vaso de Agua...”. El Vaso es una individualidad; el Agua más aún. En cuanto al pobre paco no es más que un galleguito analfabeto (aunque honrado) de los alrededores de Pontevedra. Llevado el mayusculismo a este extremo es grave, y aconsejo a mis amigos los poetas que procuren evitarlo. “Uno” se enferma; pero, como sanar, no sana “uno” jamás. La congestión mental de mayúsculas todavía no está estudiada y da pie con raya a todas las psicosis modernas.

Cuentos y crónicas de Amado Nervo (fragmento). Manuel Durán (prólogo y selección). México: unam, 1993, pp. 21-22. 2 3

El que acierta, el que le atina. En la filosofía de Aristóteles, lo que es para cada ser la posesión de su perfección.


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Observa y deduce 4. En estos enunciados, tomados del texto de la página 13, se han empleado mayúsculas. ¿Qué reglas se han aplicado? a. Mi amigo sufre una rara enfermedad. Esta enfermedad no tiene nombre aún; pero voy a dárselo: se llama o se llamará, si el nombre se acepta y corre buena fortuna, el mayusculismo.

b. Llevado el mayusculismo a este extremo [...].

c. Yo digo, por ejemplo: “La Noche estaba saturada de Arcanos”.

d. Porque dice que Paco se llama cualquiera, [...]

e. El mayusculismo es la tendencia a escribir con mayúscula una infinidad de palabras que no la necesitan. Es decir, que no la necesitan para el común de los hombres. [...]

f. [...] según la audaz expresión de Jules Renard, [...]

Entonces, se escribe con inicial mayúscula:

• Al iniciar un texto. Si es ch o ll, sólo es mayúscula la primera de estas.

Ejemplos: Ch/Ll.

• Después de dos puntos, siempre que se citen palabras textuales o se

trate de una carta formal o un documento. Ejemplo: Estimado señor: Envío a usted la mercancía...


Abecedario y uso de mayúsculas 15

• Después de punto y seguido, y de punto y aparte. • En los nombres propios de personas. Ejemplos: Luis, Mario. • En los sobrenombres, seudónimos, apodos o alias. Ejemplos: Josefi• • • • • • •

• • • •

na, la Cuarruca; Antonio, el Chino. Los nombres de divinidades. Ejemplos: Zeus, Hera, Afrodita. Los títulos de obras de arte. Ejemplo: Mona Lisa. Los nombres de constelaciones. Ejemplo: Orión y Andrómeda forman parte de nuestras estrellas. Los signos del zodiaco. Ejemplos: Virgo, Géminis. Los nombres de dinastías derivados de un apellido. Ejemplos: los Borbones, los Médicis. Los nombres propios de animales. Ejemplos: Firuláis, Fifi. Los nombres de astros, planetas, estrellas, cuando nos referimos específicamente a ellos como astros. Ejemplo: El Sol es una estrella ubicada en la Vía Láctea. Los puntos cardinales cuando nos remitimos explícitamente a ellos. Ejemplo: Quiero vivir en el Norte. Las fiestas y nombres de órdenes religiosas. Ejemplos: Año Nuevo, Navidad, Orden de los Predicadores. Atributos divinos o tratamientos especiales. Ejemplos: Inmaculada Concepción, Dios Todopoderoso. Los nombres de edificios públicos y de entidades corporativas; en este caso llevan inicial mayúscula todas las palabras del nombre, excepto artículos y preposiciones. Ejemplos: Instituto Costarricense de Turismo, Ministerio de Economía. Los nombres geográficos y de acontecimientos históricos; ejemplos: Himalaya, La Habana, Revolución Francesa. Si el accidente geográfico no forma parte del nombre, se escribe en minúscula; ejemplo: río Amazonas. Si forma parte del nombre, se escribe con mayúscula; ejemplo: Río de la Plata. La primera palabra de los títulos de libros y de los nombres propios que formen parte de este título. Ejemplos: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, La ley de Herodes. Los títulos, cargos y nombres de dignidades y autoridades, cuando el nombre de la persona no los acompaña (en el caso contrario se escriben con minúscula). Ejemplos: El papa Juan Pablo II mantuvo una orientación eficaz durante su pontificado. El Papa viajó frecuentemente.


16 Manual de ortografía de la lengua española

• Las abreviaturas de tratamiento (se deben evitar en cualquier texto

que no sea de carácter comercial; cuando no se abrevian se escriben en minúscula). Ejemplos: Dr., Ud., Sra. • Después de puntos suspensivos, cuando estos cierran un enunciado. Ejemplo: Nos levantamos, desayunamos, nos cambiamos las ropas... Más tarde nos fuimos a la playa. • En caso de que haya enunciados interrogativos y exclamativos si no hay coma, punto y coma, y dos puntos. Ejemplo: ¿Dónde nos vemos? En la farmacia. Por el contrario, se escriben con minúscula: • Los días de la semana: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sába-

do, domingo. • Los meses del año: enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre. • Las estaciones del año: primavera, verano, otoño, invierno. • Las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la, si. • La preposición que forma parte de un apellido. Sin embargo, cuando el apellido no va acompañado del nombre, entonces la preposición se escribe con mayúscula. Ejemplo: al escribir “el doctor Salvador de la Torre...”, la preposición de va en minúscula, pero si se menciona sólo el apellido, escribimos De con mayúscula, “el doctor De la Torre...”. Ejercita 5. Anota la regla correspondiente a cada enunciado. a. De pronto dejó de tener pesadillas y se sintió aliviado.

b. Todo el paisaje está seco y triste. Tú piensas asustada...

c. El médico le dijo: “Con medicinas no se cura su mal”.


Abecedario y uso de mayúsculas 17

d. No declaró nada el detenido: ni cuándo, ni cómo, ni quién realizó los hechos...

e. Amado Nervo, Chuleta, Campeón, Fido, Firuláis.

f. Suprema Corte de Justicia.

g. Catedral Metropolitana.

h. Revolución Mexicana.

i. Entre los cuadros expuestos se hallan estos dos: La trinchera (José Clemente Orozco), Las espigadoras (Millet).

j. Leo el libro La vida y hechos de Estebanillo González.

k. Sr., Dn., Excmo.

l. Su Excelencia será recibida inmediatamente.

m. Sierra Madre Oriental, río Papaloapan.


18 Manual de ortografía de la lengua española

n. La famosa escultura El pensador fue realizada por Auguste Rodin.

ñ. El Presidente de la República presidirá el acto.

o. El rector de la unam, Juan Ramón de la Fuente, se dirigirá a los estudiantes.

Escribe 6. Transcribe el siguiente fragmento correctamente.4 Observa que algunas palabras deben ir con mayúscula. era un hombre muy joven, con la piel del color del cobre antiguo y la cabeza pelada. nena daconte no le prestó atención sino que dirigió a su marido una sonrisa lívida. –no te asustes –le dijo, con su humor invencible–. lo único que puede suceder es que este caníbal me corte la mano para comérsela. el médico concluyó el examen, y entonces los sorprendió con un castellano muy correcto aunque con un raro acento asiático.

–no, muchachos –dijo–. este caníbal prefiere morirse de hambre antes que cortar una mano tan bella. –ellos se ofuscaron pero el médico los tranquilizó con un gesto amable. luego ordenó que se llevaran la camilla, y billy sánchez quiso seguir con ella cogido de la mano de su mujer. el médico lo detuvo por el brazo. –usted no –le dijo–. va para cuidados intensivos.

Gabriel García Márquez. “El rastro de tu sangre en la nieve” (fragmento). Todos los cuentos. México: Seix Barral, 1984, pp. 12-13.

4

S e han utilizado textos de autores reconocidos para lecturas, ejemplos y ejercicios; en muchos casos se han modificado con fines de ejercitación ortográfica. (N. de la E.)


Abecedario y uso de mayúsculas 19

7. Escribe mayúscula o minúscula según corresponda. a. El próximo __iernes saldremos de viaje con __osé. b. La __rimavera comienza el 21 de __arzo. c. Las notas musicales son: __o, __e, __i, __a, __ol, __a, __i.

¿Qué aprendiste? 8. En los siguientes dos textos se eliminaron las mayúsculas. Cambia convenientemente las minúsculas por mayúsculas, según lo aprendido. a.

periñón contaba que de joven había pasado una temporada en europa y aludía con tanta frecuencia a su viaje que sus amigos llegamos a conocer de memoria los episodios más notables, como el de la vaca que lo cornó en pamplona, la trucha deliciosa que comió a orillas del ebro, la muchacha que conoció en cádiz llamada paquita, etc. el viaje había comenzado bajo buenos auspicios. cuando estaba en el seminario de huetámaro, periñón, que era alumno excelente, ganó una beca para estudiar en salamanca. como era pobre, varios de sus compañeros y algunas personas que lo apreciaban juntaron dinero y se lo dieron para que pagara el pasaje y se mantuviera en españa mientras empezaba a

correr la beca. periñón decía que en el barco conoció a unos hombres de nueva granada y que durante una calma chicha pasó siete días con sus noches jugando con ellos a la baraja. al final de este tiempo había ganado una suma considerable. comprendió que las circunstancias habían cambiado y le pareció que ir a meterse en una universidad era perder el tiempo. ni siquiera se presentó. durante meses estuvo viajando, visitando lugares notables y viviendo como rico. “hasta que se me acabó el último real”, decía. después pasó hambres. cuando yo le preguntaba cómo le había hecho para regresar a américa, nomás movía la cabeza, como quien quiere borrar un recuerdo amargo.


20 Manual de ortografía de la lengua española

–bástete saber que llegué a veracruz con la sotana muy revolcada –agregaba. de allí el relato brincaba y la siguiente imagen era periñón en huetámaro,

aguantando las reclamaciones de los que lo habían patrocinado. querían que les devolviera el dinero que le habían dado, cosa que periñón nunca hizo.

Jorge Ibargüengoitia. Los pasos de López. México: Océano, 1984, p. 7.

b. la imperiosa necesidad de llevarse cosas a la boca se ha resuelto de muchas maneras. existen evidencias de que durante miles de años se mascaron y chuparon plantas, hojas, frutas, huesos, raíces, cortezas y no sé cuántos materiales más, con el fin de tranquilizarse, de liberar una fuerte tensión, de mantenerse distraído, de cambiarse el sabor de la boca, de limpiarse los dientes, de disfrutar el sabor o la sensación del objeto mascado, o cualquier otro efecto que consciente o inconscientemente buscamos cuando nos metemos algo a la boca para mantenerlo ahí por un buen tiempo. dentro de estos materiales se debería incluir al chupón que en mi opinión podría considerarse como una introducción temprana al consumo del chicle, ya que en efecto, el recién nacido experimenta tranquilidad y placer al chuparlo –no lo masca porque no puede–. quizás el chicle pueda tener también un efecto de compañía, pues no dudo que haya quien se sienta acompañado por su chicle y hasta le platique.

recientemente minoru onozuka y su equipo, de la universidad de gifu, en japón, encontraron que al masticar chicle aumenta la actividad cerebral, específicamente del hipocampo, región del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje. si bien aún no han descifrado el mecanismo, suponen que es probable que al masticar se reduzca el nivel de estrés; para demostrarlo usaron ratas entrenadas para masticar chicle, a algunas de las cuales les quitaron las molares (pero no los dientes) para que pudieran comer pero no masticar. al envejecer, las ratas tardaban un poco más en encontrar la salida del laberinto, pero las que no masticaban chicle, de plano olvidaban el camino. una vez sacrificadas, se observó que las células del hipocampo de las ratas que no masticaron chicle mostraban un mayor deterioro que las de las ratas chicleras. así que por si acaso, no olvides llevar chicle a los exámenes (y a los laberintos).

Agustín López Murguía. “No pegues tu chicle” (fragmento). ¿Cómo ves? México: unam, año 7, N° 81, 2005, p. 11.


Abecedario y uso de mayúsculas 21

Respuestas 2. L

A

T

S

E

K

N

O

H

U

4. a. Al inicio de un texto y después de punto y aparte. b. Después de punto y aparte, si la letra inicial es doble, sólo se escribe con mayúscula la primera. c. Después de dos puntos, cuando se citan palabras textuales. d. Los nombres propios. e. Después de punto y seguido. f. Los nombres propios. 5. a. Al comenzar un escrito. b. Después de cada punto y seguido, y de punto y aparte. c. Después de dos puntos cuando se citan palabras textuales. d. En este caso no se usa mayúscula porque hay relación entre el primer enunciado y el segundo. e. Letra inicial de nombres propios, ya sean de personas o de animales. f. Entidades corporativas. g. Edificios públicos. h. Acontecimientos históricos. i. Títulos de obras de arte y de sus autores. j. Títulos de libros. k. Abreviaturas de tratamiento. l. Tratamientos especiales. m. Nombres geográficos. n. Títulos de obras de arte (escultura). ñ. Autoridades (en este caso se inicia con mayúscula porque no se menciona el nombre de la persona). o. Se escribe el cargo con minúscula si aparece el nombre de la persona. 6. Era un hombre muy joven, con la piel del color del cobre antiguo y la cabeza pelada. Nena Daconte no le prestó atención sino que dirigió a su marido una sonrisa lívida. –No te asustes –le dijo, con su humor invencible–. Lo único que puede suceder es que este caníbal me corte la mano para comérsela.

El médico concluyó el examen, y entonces los sorprendió con un castellano muy correcto aunque con un raro acento asiático. –No, muchachos –dijo–. Este caníbal prefiere morirse de hambre antes que cortar una mano tan bella. –Ellos se ofuscaron pero el médico los tranquilizó con


22 Manual de ortografía de la lengua española

un gesto amable. Luego ordenó que se llevaran la camilla, y Billy Sánchez quiso seguir con ella cogido de la mano de su

mujer. El médico lo detuvo por el brazo. –Usted no –le dijo–. Va para cuidados intensivos.

7. a. El próximo viernes saldremos de viaje con José. b. La primavera comienza el 21 de marzo. c. Las notas musicales son: do, re, mi, fa, sol, la, si. 8. a. Periñón contaba que de joven había pasado una temporada en Europa y aludía con tanta frecuencia a su viaje que sus amigos llegamos a conocer de memoria los episodios más notables, como el de la vaca que lo cornó en Pamplona, la trucha deliciosa que comió a orillas del Ebro, la muchacha que conoció en Cádiz llamada Paquita, etc. El viaje había comenzado bajo buenos auspicios. Cuando estaba en el seminario de Huetámaro, Periñón, que era alumno excelente, ganó una beca para estudiar en Salamanca. Como era pobre, varios de sus compañeros y algunas personas que lo apreciaban juntaron dinero y se lo dieron para que pagara el pasaje y se mantuviera en España mientras empezaba a correr la beca. Periñón decía que en el barco conoció a unos hombres de Nueva Granada y que durante una calma chicha pasó siete días con sus noches jugando con ellos a la baraja. Al final de este tiempo había

ganado una suma considerable. Comprendió que las circunstancias habían cambiado y le pareció que ir a meterse en una universidad era perder el tiempo. Ni siquiera se presentó. Durante meses estuvo viajando, visitando lugares notables y viviendo como rico. “Hasta que se me acabó el último real”, decía. Después pasó hambres. Cuando yo le preguntaba cómo le había hecho para regresar a América, nomás movía la cabeza, como quien quiere borrar un recuerdo amargo. –Bástete saber que llegué a Veracruz con la sotana muy revolcada –agregaba. De allí el relato brincaba y la siguiente imagen era Periñón en Huetámaro, aguantando las reclamaciones de los que lo habían patrocinado. Querían que les devolviera el dinero que le habían dado, cosa que Periñón nunca hizo.

b. La imperiosa necesidad de llevarse cosas a la boca se ha resuelto de muchas maneras. Existen evidencias de que durante miles de años se mascaron y chuparon plantas, hojas, frutas, huesos, raíces, cortezas y no sé cuántos materiales más, con el fin de tranquilizarse, de liberar una fuerte tensión, de mantenerse distraído, de cambiarse el sabor de la boca, de limpiarse los dientes, de disfrutar el sabor o la sensación del objeto mascado, o cualquier otro efecto que

consciente o inconscientemente buscamos cuando nos metemos algo a la boca para mantenerlo ahí por un buen tiempo. Dentro de estos materiales se debería incluir al chupón que en mi opinión podría considerarse como una introducción temprana al consumo del chicle, ya que en efecto, el recién nacido experimenta tranquilidad y placer al chuparlo –no lo masca porque no puede–. Quizás el chicle pueda tener también un efecto de compañía, pues no dudo de que


Abecedario y uso de mayúsculas 23

haya quien se sienta acompañado por su chicle y hasta le platique. Recientemente Minoru Onozuka y su equipo, de la Universidad de Gifu, en Japón, encontraron que al masticar chicle aumenta la actividad cerebral, específicamente del hipocampo, región del cerebro relacionada con la memoria y el aprendizaje. Si bien aún no han descifrado el mecanismo, suponen que es probable que al masticar se reduzca el nivel de estrés; para demostrarlo usaron ratas entrenadas para masticar

chicle, a algunas de las cuales les quitaron las molares (pero no los dientes para que pudieran comer pero no masticar. Al envejecer, las ratas tardaban un poco más en encontrar la salida del laberinto, pero las que no masticaban chicle, de plano olvidaban el camino. Una vez sacrificadas, se observó que las células del hipocampo de las ratas que no masticaron chicle mostraban un mayor deterioro que las de las ratas chicleras. Así que por si acaso, no olvides llevar chicle a los exámenes (y a los laberintos).



2

La acentuación

Importancia de la división silábica en la acentuación Es indispensable conocer cómo dividir las sílabas de las palabras por dos razones: para saber separarlas cuando no caben completas al final de un renglón, y para clasificarlas de acuerdo a las reglas de acentuación. La mayoría de las palabras que utilizamos tienen una sílaba tónica, excepto algunos monosílabos que al sacarlos de un contexto determinado no llevan tilde. Algunos ejemplos de estas últimas son: el, la, lo, mi, tu, su, se, me, te, lo, la, le. El conocimiento de la sílaba tónica en las palabras de nuestro idioma es esencial para el dominio de la acentuación. El acento es la mayor intensidad con que se pronuncia una sílaba. Puede escribrise y entonces es un acento gráfico; o no escribirse, y se denomina acento prosódico. La sílaba con acento se llama sílaba tónica. Las sílabas que no se acentúan se denominan átonas. El acento gráfico es aquel que representamos en la escritura por medio de una rayita o tilde (´), que se escribe de derecha a izquierda. Ejemplos: árbol, corazón, exámenes. Para saber en qué casos debemos incorporar la tilde es indispensable conocer cómo dividir las palabras en sílabas. Además, este conocimiento es necesario por otras dos razones: para saber separar las palabras que no caben completas al final del renglón, y para clasificarlas de acuerdo con las reglas de acentuación.


26 Manual de ortografía de la lengua española

Lee y observa 1. Lee silabeando el siguiente fragmento y encierra en un círculo la sílaba tónica. –Mi-re Me-di-na... Quie-ro que va-ya a en-tre-vis-tar a es-tas tres per-so-nas –sa-có un pa-pel y se lo dio–. Le han pega-do al pre-mio gor-do en los úl-ti-mos tres a-ños y pue-de re-sul-tar in-te-re-

san-te pa-ra los lec-to-res sa-ber có-mo vi-ven a-ho-ra, qué ha-cen, a qué se dedi-can, có-mo han a-pro-ve-cha-do el di-ne-ro. ¿No cree? –Sí, cla-ro, es in-te-re-san-te.

Vicente Leñero. “Cómo sacarse la lotería” (fragmento). Antología de cuentos. Roberto Gómez Estrada (compilación). México: Ediciones Didácticas, 2000, p. 77.

Como pudiste observar, la sílaba es la unión de una, dos o más grafías que se pronuncian en una sola emisión de voz. Las sílabas pueden formarse por: • Una sola vocal: a-mi-go. • Un grupo de vocales: au-to. • Un grupo de vocales y consonantes: trans-por-te, a-ve-ri-guáis.

Por el número de sílabas, las palabras se dividen en: monosílabas, bisílabas, trisílabas y polisílabas. Monosílabas. Constan de una sola sílaba: que, más, de... Bisílabas. De dos sílabas: ho-gar, car-ne, chis-te... Trisílabas. De tres sílabas: Mé-xi-co, úl-ti-mo, e-jem-plo... Polisílabas. De cuatro sílabas o más: car-pin-te-ro, es-tu-dian-te, e-conó-mi-ca... Escribe 2. Toma en cuenta la explicación anterior, lee de nuevo el texto citado y selecciona las palabras de acuerdo con el número de sílabas que las forman. (No es necesario repetir palabras.) a. Monosílabas.

b. Bisílabas.


La acentuación 27

c. Trisílabas.

d. Polisílabas.

Diptongo Habrás notado que en las palabras dio, quiero, premio, puede, no se separan las vocales. Esto ocurre porque se forman diptongos. Se llama diptongo a la unión de dos vocales: una débil y una fuerte. • Las vocales fuertes son: a, e, o. También se denominan abiertas. • Las vocales débiles son: i, u. También se denominan cerradas. Lee y observa En el puesto de siempre compró el periódico y lo fue leyendo en el camión. Ya se le había1 olvidado lo de su billete. Buscó la lista de la lotería. Sacó su

billete y lo comparó. El número que tenía en sus manos estaba premiado con diez millones de pesos.

Vicente Leñero. “Cómo sacarse la lotería” (fragmento). Antología de cuentos. Roberto Gómez Estrada (compilación). México: Ediciones Didácticas, 2000, p. 77.

1

En todos los textos citados las palabras destacadas son de la autora. (N. de la E.)


28 Manual de ortografía de la lengua española

Hiato Como puedes apreciar en el fragmento anterior, en las palabras en negritas se ha roto el diptongo al agregarle el acento gráfico. A este fenómeno se le llama hiato y consiste en separar las sílabas al romper el diptongo cuando se acentúa la vocal débil: lo-te-rí-a, ha-bí-a, te-ní-a. También el hiato corresponde a la secuencia de dos vocales en una palabra, pero que forman parte de sílabas contiguas. Ejemplos: re-al, te-a-tro. Esta secuencia puede darse entre vocales iguales –por ejemplo, lé-e-lo–, aunque la Real Academia Española ha expresado, en Ortografía de la Lengua Española, que “[...] desde el punto de vista fonético el conjunto de dos vocales iguales o de dos vocales abiertas distintas se puede pronunciar como un diptongo más o menos consolidado [...]”.2 Lee y ejercita 3. Separa en sílabas las palabras del siguiente fragmento y encierra en un círculo la sílaba tónica de cada una. Y allí estaba Severiano riéndose de las preocupaciones económicas y revelando un secreto que él no alcanzaba a entender. Se sentía como dentro de un sueño: teniendo una fortuna a cinco centímetros de las narices y no pudiéndola alcanzar por más que quería comprender el

método, por más que se esforzaba para oír a Severiano Rojas. Pero Severiano Rojas no se detenía, seguía explicando a toda velocidad, cada vez más aprisa, más aprisa... Hasta que Medina vio nuevamente a la sirvienta, oyó el ladrido de los perros, y se alejó de la casa.

Vicente Leñero. “Cómo sacarse la lotería” (fragmento). Antología de cuentos. Roberto Gómez Estrada (compilación). México: Ediciones Didácticas, 2000, p. 77.

4. Del texto anterior, selecciona las palabras que se te indican a continuación y escríbelas en la línea correspondiente. (No es necesario repetirlas.) a. Monosílabas.

b. Bisílabas.

2

Ortografía de la Lengua Española, p. 45.


La acentuación 29

c. Trisílabas.

d. Polisílabas.

5. Vuelve al texto del ejercicio 3, subraya con rojo todas las palabras que tengan diptongo y escríbelas en estos renglones.

6. En el mismo texto, subraya con azul las palabras con hiato. Escríbelas en los renglones.

7. Escribe dos palabras con cada uno de los diptongos que se te indican. ai ie ei oi ua io ia ue uo au

También se considera diptongo la unión de dos vocales débiles. Ejemplos: cons-trui-do, fui-mos, hui-mos. Los verbos en infinitivo con terminación -uir, como fluir, restituir, constituir, distribuir, no se acentúan, a pesar de que al pronunciar estas


30 Manual de ortografía de la lengua española

palabras separamos las vocales, con lo cual rompemos el diptongo. Lo mismo sucede con los sustantivos donde las vocales u, i aparecen juntas. Ejemplos: huida, ruina, diuresis. Cuando existe h intermedia entre dos vocales que forman diptongo, la sílaba no se divide. Ejemplos: cohi-bir, ahi-jado, de-sahu-ciar. Existe triptongo cuando en una misma sílaba se pronuncian tres vocales: una fuerte o abierta, que se halla intermedia, y dos débiles o cerradas; de las débiles ninguna puede ser tónica. Ejemplo: averigüáis. 8. Separa en sílabas las siguientes palabras. huarache

caótico

Paraguay

Cuauhtémoc

labriego

instrumento

Adriana

impreciso

instancia

transpirar

embriagador

translúcido

transterrado

previo

elemento

abstracción

apreciéis

Uruguay

apuesto

hindú

aire

ciego

comprender

cansancio

humillar

desahucio

Recuerda Ahora que conoces la separación silábica de las palabras, vamos a aprender a detectar la sílaba tónica. Esta ha sido definida por los especialistas como la fuerza de pronunciación con que se distingue determinada sílaba en cualquier palabra (excepto en las monosílabas). Ejemplos: ma-yor, blan-ca, man-ga, pa-le-ta.


La acentuación 31

Lee y observa Con el diablo de su parte Miriam ya había oído que las pacientes del doctor Martínez Nájera la habían visto después de dar a luz. Algunos pensaban que se trataba tan sólo del efecto del cloroformo, con lo que entonces se anestesiaba, que lanzaba a las mujeres encintas al despeñadero de sí mismas y que las angustiaba en una prolongada caída llena de alucinaciones y de imágenes disparatadas. Había escuchado también el rumor que circulaba por el viejo Hospital Inglés que se encontraba en las calles de Mariano Escobedo, ahí donde está el Hotel Camino Real, y que entonces se consideraba casi en las afueras de la ciudad. Se lo había contado otra paciente, en la sala de espera del consultorio cuando se enteró de quién era su ginecólogo. “¿Cómo? ¿Te estás atendiendo con Martínez Nájera? ¿Y vas a dar a luz en el Hospital Inglés? Qué valiente.” Y entonces le refirió aquello de que con Martínez Nájera había trabajado una enfermera de unos dieciocho años, de ojos color ámbar y de abundante cabello castaño que era conocida por su belleza y por el trato delicado que les daba a las pacientes al aplicar las inyecciones, al medir la presión, al quitar y poner los sueros. “Yo estaba medio adormilada cuando me dijo voltéese que la voy a inyectar, me puso la ampolleta y cuando me volví no lo pude creer...” Miriam le preguntó a otra de las enfermeras qué tanto había de cierto en lo que se rumoraba. Ella le contestó que alguna noche había escuchado un llanto en el sótano pero que no se había aventurado a bajar por temor a encontrársela, aunque en realidad, que ella

3

supiera, nadie, salvo las que daban a luz –y todas clientes del doctor Martínez Nájera–, porfiaba haberla visto. Pero el caso es que Miriam ni siquiera había sido anestesiada. Fue un jueves del mes de febrero del '46. Miriam iba a ir con su marido a la Plaza México, recién inaugurada y que venía a sustituir el Toreo de la colonia Condesa, a ver lidiar a Manolete, cuando empezó a sentir las primeras contracciones. Prefirió no ir a los toros y le cedió su codiciado boleto a Jorge, su cuñado, el marido de su hermana, que era un aficionado perdido. Como iba a dar a luz por primera vez en su vida y no sabía lo que le esperaba trató de estar lo más presentable: se bañó, se lavó el cabello, se puso loción por todo el cuerpo y se dispuso a esperar. Cuando Víctor, su marido, llegó feliz de los toros luego de una estupenda faena, a la casa en las calles de Artes, en la colonia San Rafael, hicieron un pequeño veliz, y pasaron por la madre de Miriam, para que la acompañara. Fueron al hospital. Serían cerca de las nueve de la noche cuando llamaron al doctor Martínez Nájera. No estaba en casa, se había ido a una cena y regresaría tarde pero le darían el recado tan pronto volviera. El doctor de guardia auscultó a Miriam. “No hay urgencia”, dijo. Tanto Víctor como la señora, comentó refiriéndose a la madre de Miriam, podían retirarse. El bebé [no] nacería hasta el día siguiente.3 La calma y la paz que había conservado Miriam hasta entonces se empezó a perturbar. “No te vayas”, le pidió Miriam a Víctor. “Vengo mañana temprano”, le contestó

a preposición hasta suele variar su modo de uso y significación de acuerdo con el país en que se utiliza. L Al respecto, consulta el anexo “Particularidades del lenguaje en comunidades hispanoahablantes” y entenderás por qué al texto se le incorporó el término “no” entre corchetes: [no] al final del libro.


32 Manual de ortografía de la lengua española

él sin dar pie a mayor discusión. “¿Mamá, tú no te quedas?” Pero como era otra época y otras costumbres, su esposo intervino: “una vez que nazca el bebé, por ahora es mejor, como recomendó el doctor, que trates de descansar”. Se cambió de ropa, la enfermera en turno le tomó los generales y antes de salir le dijo: “Si necesita cualquier cosa timbre por favor y vengo en seguida”. Salió de la habitación y la dejó completamente sola. Entonces no había televisión, ni interfón para comunicarse con las enfermeras. Miriam vio su habitación: sórdida, vieja, de techos altos, las paredes pintadas de color crema, con muchas puertas y todas muy altas: la que daba al pasillo, la que daba al jardín, la que daba al baño, al estilo inglés, con perilla sólida y una placa de metal para enmarcarla. Los pasillos del hospital eran estrechos, larguísimos, con una iluminación tenue y mortecina. Cuando uno iba a visitar a alguien tenía la sensación de haber ingresado en un laberinto donde sólo se veía una puerta tras otra en un caos informe y

confuso. Ya había concluido el horario de visitas y reinaba un silencio sepulcral en el sanatorio. No se le ocurrió otra cosa para mitigar su miedo que ponerse a rezar el rosario. No se pudo concentrar. Oraba mecánicamente. Por una parte las contracciones seguían y por la otra la historia de la enfermera había vuelto a su mente ahora que se había quedado sola. El rumor era que el doctor Martínez Nájera, que era un hombre casado y con hijos, se había enamorado perdidamente de su ayudante. Que con el tiempo se habían hecho amantes y tenían una relación muy intensa. A partir de que ella lo aceptó, el doctor acostumbraba llevarla a todos los viajes que hacía al interior de la república con el pretexto de que iba como su enfermera. Hasta que una noche camino a Guanajuato, sufrieron un accidente en el automóvil: chocaron contra un camión de redilas, estacionado sin luces en el acotamiento. El doctor, que era el que conducía, salió ileso pero a la enfermera, que iba a su lado, se le arrancó la cabeza de cuajo.


La acentuación 33

Las contracciones la despertaron. El dolor era cada vez más intenso y más prolongado. La fuente estaba rota. No quiso desesperarse. Decidió aguantar. El médico de guardia le había asegurado que el bebé no nacería antes de doce horas así que no tendría mucho caso molestarlo. Recordó lo que le había dicho el doctor Martínez Nájera en cuanto a la frecuencia y duración de las contracciones, los síntomas previos al nacimiento. El dolor fue en aumento hasta que se hizo casi intolerable. Las contracciones duraban ya mucho. Decidió tocar el timbre. Sin bajarse de la cama buscó el cable, cogió el interruptor y se prendió de él como para amortiguar el dolor que con cada minuto se hacía más intenso. Empezó a sudar frío. En lo que le pareció una eternidad oyó finalmente que se abría la puerta y vio entrar a una enfermera. Antes de que dijera cualquier cosa Miriam balbuceó: “Creo que ya va a nacer...” . La enfermera la descubrió: “Sí, creo que está a punto...”, afirmó la misma Miriam. La enfermera se dispuso a ir por el doctor. “No

se vaya”, le pidió Miriam agarrándola del delantal. Y en ese momento Miriam pensó en lo grande y lúgubre del hospital, en todo el tiempo que le había llevado a la enfermera llegar hasta su cuarto, en el dolor, en el miedo y la inseguridad que sentía ahora que iba a tener a su primer hijo. Así que se aferró a la falda de la enfermera y con voz decidida le dijo: “Usted no sale de aquí, usted no me va a dejar sola en este horrible cuarto...”. Y entre el forcejeo y su dolor perdió la sensación del tiempo. Cuando Miriam se dio cuenta estaba escuchando el llanto de un niño y el doctor Martínez Nájera se hallaba junto a ella mirándola con ojos benévolos y comprensivos. “Mire qué valiente”, le comentó él, “tuvo un varoncito sin ayuda de nadie. Vine tan pronto como recibí su recado. Ya le llamé la atención al doctor en turno por su diagnóstico desatinado y a las enfermeras por no haberla acompañado”. “¿A las enfermeras?”, preguntó ella. “Sí, respondió el doctor, cuando yo entré a su habitación usted estaba dando a luz completamente sola.”

Hernán Lara Zavala. “Con el diablo de su parte”. Cuentos jóvenes. México: unam, 2004, pp. 91-97.

Como pudiste observar, en el texto que acabas de leer se han marcado con negritas todas las sílabas que llevan acento gráfico.


34 Manual de ortografía de la lengua española

Reglas de acentuación Según el lugar que ocupe la sílaba tónica en las palabras, estas son clasificadas como agudas, graves, esdrújulas y sobreesdrújulas. A continuación aparecen las normas que rigen esta clasificación, tanto para las palabras que requieren tilde como para las que no la llevan. Palabras agudas. La sílaba tónica es la última; llevan tilde cuando terminan en vocal o en consonantes n, s. Ejemplos con acento gráfico: escribió, ilusión, Tomás. Ejemplos sin tilde: temor, verdad. Palabras graves. La sílaba tónica es la penúltima; llevan tilde cuando no terminan en vocal ni en consonantes n, s. La mayoría de las palabras en español son graves, pero por terminar en vocal, en n o en s no se acentúan. Ejemplos con acento gráfico: fértil, hábil, carácter. Ejemplos sin tilde: origen, mirada, paralelogramo. Palabras esdrújulas. La sílaba tónica es la antepenúltima. Siempre llevan tilde. Ejemplos: fórmula, número, México. Palabras sobreesdrújulas. La sílaba tónica es alguna de las anteriores a la antepenúltima. Se acentúan siempre. Los adverbios terminados en -mente conservan la acentuación de la voz primitiva de la cual provienen. Ejemplos: explíqueselo, mándaselo, enviándosenos, rápidamente. Lee y observa A la una yo nací a las dos me bauticé a las tres me enamoré a las cuatro me casé. Anónimo.

9. ¿Qué regla de acentuación se expresa en las palabras marcadas con negritas? Escribe otras cinco palabras donde se cumpla esta misma regla.


La acentuación 35

Ejercita 10. Acentúa ortográficamente las palabras que lo requieran. anis

onix

portatil

actuan

fertil

proximo

album

angel

esperanza

examen

fertiles

datil

esperalo

escribio

cosecha

heroe

maritimo

Lopez

indice

memorando

America

climax

caracter

plantas

lapiz

latinos

torax

historico

descortes

aspid

espia

matematicas

martir

cafe

arbol

Victor

cesped

Felix

vamos

lengua

11. En el siguiente fragmento subraya todas las palabras agudas (lleven acento gráfico o no) y escríbelas a continuación en los renglones. No tomes en cuenta las monosílabas. En 1956 escribí una comedia que, según yo, iba a abrirme las puertas de la fama, recibí una pequeña herencia y comencé a hacer mi casa. Creía yo que la fortuna iba a sonreírme. Estaba muy equivocado; la comedia no llegó a ser estrenada, las puertas de la fama no sólo no se abrieron, sino que dejé de ser un joven escritor que promete y me

convertí en un desconocido; me quedé cesante, el dinero de la herencia se fue en pitos y flautas y cuando me cambié a mi casa propia, en abril de 1957, debía sesenta mil pesos y tuve que pedir prestado para pagar el camión de la mudanza. En ese año mis ingresos totales fueron los 300 pesos que gané por hacer un levantamiento topográfico.

Jorge Ibargüengoitia. “Mis embargos” (fragmento). La ley de Herodes (Serie del Volador). 3a ed. México: Joaquín Mortiz, 1972, p. 69.


36 Manual de ortografía de la lengua española

12. En el fragmento que presentamos a continuación, subraya las palabras graves. Escríbelas en los renglones posteriores. Así había nacido su vocación de escritor. Desde aquel día tomaba notas todo el tiempo, urdía argumentos de cine, obras teatrales, novelas policiales y de misterio, de amor o científicas en primera persona, en estilo indirecto, en forma epistolar o de diario, dialogadas o sin diálogo, relatos espeluznantes encontrados dentro de una botella en una

playa o, a veces, apacibles descripciones de ciudades y de costumbres. Pero el momento de tomar la pluma iba alejándose a medida que los años transcurrían. Registraba datos y temas, observaba y pensaba con hondura en todas partes y a toda hora, pero la verdad es que a pesar de su indudable vocación no escribía casi nunca.

Augusto Monterroso. Obras completas (Serie del Volador). 5a ed. México: Joaquín Mortiz, 1977, p. 7.

Lee y observa Andándome yo pensando cómo haría para tenerte, cuatro pájaros volando me dijeron que mi suerte es andar pena y penando hasta que llegue mi muerte. “El Siquisirí” (fragmento)

Asómate, mi bien, al pie de tu balcón arrúllame en tus brazos por única ocasión. “El Colás” (fragmento)

Cancionero folklórico de México. Coplas varias y varias canciones. Tomo 3. México: El Colegio de México, 1982, pp. 6 y 23.

13. ¿Qué regla de acentuación se cumple en las palabras en negritas? Busca y escribe diez palabras más donde se cumpla la misma regla.


La acentuación 37

14. En el siguiente fragmento subraya las palabras esdrújulas y escríbelas en los renglones de abajo. Dámaso regresó al cuarto con los primeros gallos. Ana, su mujer, encinta de seis meses, lo esperaba sentada en la cama, vestida y con zapatos. La lámpara de petróleo empezaba a extinguirse. Dámaso comprendió que su mujer no había dejado de esperarlo un segundo en toda la noche, y que aún en ese momento,

viéndolo frente a ella, continuaba esperando. Le hizo un gesto tranquilizador que ella no respondió. Fijó los ojos asustados en el bulto de tela roja que él llevaba en la mano, apretó los labios y se puso a temblar. Dámaso la asió por el corpiño con una violencia silenciosa. Exhalaba un tufo agrio.

Gabriel García Márquez. “En este pueblo no hay ladrones” (fragmento). Cuentos latinoamericanos. Conrado Zuluaga (edición y prólogo). Bogotá: Alfaguara, 1993, p. 99.

Tilde diacrítica y otras reglas de acentuación Lee y observa Triste está mi corazón, triste está, no sé por qué triste por una ilusión, triste por lo que soñé, triste es la situación: triste de mí, ¿qué haré? “El jarabe loco” (fragmento) Cancionero folklórico de México. Coplas varias y varias canciones. Tomo 2. México: El Colegio de México, 1982, p. 5.


38 Manual de ortografía de la lengua española

Como pudiste observar en el fragmento anterior, existen palabras que en ocasiones se tildan para distinguirlas de otras que se escriben igual; al graficarles el acento, su significado cambia. Este es el acento diacrítico. A continuación se exponen parejas de vocablos con sus respectivos ejemplos, los cuales se distinguen uno de otro por la presencia o la ausencia de la tilde. Lee los enunciados procurando distinguir la diferencia que representa cada uno de ellos. o: conjunción. Estudias o trabajas.

ó: cuando va entre números y se trata de un manuscrito para que no se confunda con el cero al escribir. Emigró en 1520 ó 1521.4

si: conjunción condicional o nota sí: adverbio de afirmación o pronombre personal. musical. Sí, tiene dieciséis años. Si llegas a tiempo te gratificaré. Se engaña a sí mismo. el: artículo. El que persevera, triunfa.

él: pronombre personal. Él la contempló largamente.

tu: adjetivo posesivo. Tu cara le inspiró confianza.

tú: pronombre personal. Tú, sólo tú...

te: pronombre personal. Te tuvo miedo.

té: hojas para infusión. En Inglaterra se acostumbra tomar té a las cinco.

mí: pronombre personal. mi: adjetivo posesivo. Mi nombre es Clark, Clark Kent. A mí no me vengan con cuentos. mas: conjunción que equivale más: adverbio de cantidad o afirmación. a pero. Todos me miraron asombrados, Si quieres más, sírvetelo. mas yo continué como si nada. se: pronombre reflexivo o personal. sé: del verbo saber. Se hizo el desentendido. Sólo sé que no sé nada.

4

odemos eliminar la tilde en el caso de que la o sea minúscula, ya que con esto se distingue del cero. P Aplica el criterio que más te guste.


La acentuación 39

dé: del verbo dar. de: preposición. Quería saber el número de poli- Quiero que le dé mis saludos. cías que hay en el pueblo. aun: adverbio que se puede susti- aún: adverbio que equivale a tuir por hasta, también, siquiera todavía. ¿Aún no te bañas? o incluso. Aun mis amigos llegaron después de la hora. solo: adjetivo que remite a sólo: adverbio que se refiere a solamente. soledad. Sólo se vive una vez. Vive solo. Las conjugaciones verbales que constituyen monosílabos no se acentúan. Ejemplos: • Dio sus condolencias a los familiares. • Vi previamente lo que iba a necesitar. • Fue suficiente que lo llamaras. • Fui sólo una vez y me arrepiento. • Di todo lo que tenía en ese momento. Excepciones: sé (del verbo saber) y dé (del verbo dar). Ejemplos: • Sé que regresarás en cuanto puedas. • Dé usted todo lo que pueda para ayudarlos. Las palabras no, ni y ti nunca llevan tilde, porque no existe otra palabra con diferente significado que se escriba igual. 15. Coloca el acento diacrítico en las palabras que deben llevarlo. a. Tu eres dueño de tu vida. b. Si quieres, vamos. c. Llora mas que un cocodrilo. d. Ya se lo que pasó. e. Mi futuro es incierto. f. Nunca le di nada. g. ¿Quieres un te de canela? h. Por mi, pueden retirarse. i. Irás con tu profesor. j. Cooperaré, mas no se lo digan.


40 Manual de ortografía de la lengua española

El acento diacrítico o enfático también se usa para preguntar o exclamar; en estos casos marca el tono de la interrogación y de la admiración. Ejemplos: ¿Cómo te sientes? ¿Cuándo llegarán? ¿Dónde guardaron el material? ¿Quién te espantó? ¿Cuál es el verdadero cuadro? ¡Qué alegría verte de nuevo! ¿Qué quieres que te regale el día de tu cumpleaños? ¿Cuánto vale el portafolios? El porqué de la epidemia es incomprensible. (Porqué, sustantivo que equivale a causa.) ¿Por qué te enfadaste? (Por qué, forma interrogativa directa o indirecta.) Me enfadé porque no me invitaron. (Porque, conjunción causal que expresa causa o razón.) Tapó su cuerpo por que no volvieran a verlo. (Por que, forma que equivale a para que.) Lee –He reñido a un hostelero. –¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? –Porque donde, cuando como, sirven mal, me desespero. Tomás de Iriarte, en José Repollés. Las mejores fábulas. Barcelona: Bruguera, 1974, p. 438.

16. En el diálogo anterior, observaste la diferencia entre las palabras en negritas que llevan acento enfático y las que no. Aplica lo aprendido en el ejercicio siguiente y coloca la tilde en las palabras donde corresponda. a. Yo quisiera saber como era ella. b. ¿Como prefieres los helados? c. ¿Quien ha visto un ciempiés? d. ¿Donde estará ahora? e. No se donde queda el centro comercial. f. ¡Que bonita tarde! g. ¿Con que ella no quiere salir? h. Como me ves llegar, igual me verás partir. i. No conocemos cuando se decidirá. j. Pueden participar quienes lo desean.


La acentuación 41

Los demostrativos este, ese, aquel, sus femeninos y plurales llevan acento gráfico o no según su función gramatical. Como dato curioso debes conocer que a partir de la reforma ortográfica de 1959, la Academia de la Lengua Española establece que los pronombres demostrativos masculinos y femeninos no se acentúan, excepto cuando hay riesgo de ambigüedad: este, esta; ese, esa; aquel, aquella, y sus plurales. Ejemplo: Las alumnas escogieron libremente: éstas, libretas; aquéllas, carpetas. En el caso del ejemplo los demostrativos se acentúan para evitar confusión porque éstas y aquéllas se refieren a las alumnas y no a las libretas ni a las carpetas. No obstante, vale la pena comentar que todavía algunas personas, en México y otros países hispanohablantes, acentúan los pronombres demostrativos femeninos y masculinos por costumbre, para diferenciarlos de los adjetivos demostrativos. Cuando los demostrativos son adjetivos no llevan tilde. Ejemplos: Este joven, esa niña, aquellos muchachos. Los demostrativos neutros esto, eso y aquello nunca se acentúan. Ejemplos: Esto ha sido un error; eso se me ocurrió ayer; aquello no será posible. Cuando una palabra está compuesta por dos vocablos con acento gráfico, sólo se conserva el del segundo; pero si ambos están separados por un guión, cada uno lleva su tilde correspondiente. Ejemplos: quimicobiólogo, químico-biólogo; historicopolítico; histórico-político. Los verbos copretérito y pospretérito del indicativo se acentúan gráficamente. Ejemplos: vivía, viviría. El copretérito es un tiempo verbal que nos remite a una acción pasada que pudo haber sido posible o no, sin precisar si esa acción ha terminado. Ejemplo: Jugaba y reía todo el tiempo. El pospretérito también expresa una acción pasada posterior a otra también pasada. Ejemplo: El jefe administrativo me dijo que me subiría el sueldo. En las páginas siguientes vas a encontrar ejercicios para practicar el uso del acento gráfico en los tiempos verbales del copretérito y el pospretérito del indicativo.


42 Manual de ortografía de la lengua española

17. Aplica la regla anterior conjugando en copretérito y pospretérito, en todas las personas, los verbos siguientes: reír, leer, conocer y vender.5 a. Persona

Copretérito Reír

Leer

Conocer

Vender

Leer

Conocer

Vender

Yo Tú Él/Ella Nosotros/Nosotras Ustedes (Vosotros/Vosotras) Ellos/Ellas b. Persona

Pospretérito Reír

Yo Tú Él/Ella Nosotros/Nosotras Ustedes (Vosotros/Vosotras) Ellos/Ellas

5

l uso de tú, vos, ustedes y vosotros es variable en los países hispanoamericanos. Para ahondar en el tema, E consulta el anexo “Particularidades del lenguaje en comunidades hispanohablantes” al final del libro.


La acentuación 43

Palabras con acentuación dudosa Observa cuidadosamente la lista de palabras que presentamos a continuación. Existen palabras que pueden ofrecer dudas en el momento de escribirlas. Fíjate muy bien cuáles se acentúan y cuáles no, para ello consulta el diccionario. Algunas de estas palabras forman parte de la regla ortográfica que indica que cuando están juntas dos vocales débiles, estas no se acentúan gráficamente: licua heroico ingenuo financia continuo tiovivo fe construido mutuo diferencia destruido negocia crío construido sabelotodo fío oblicuo pie alinea cuida También hay algunas palabras que pueden llevar tilde o no, como es el caso de: afrodisiaco - afrodisíaco dinamo - dínamo alveolo - alvéolo estratosfera - estratósfera austriaco - austríaco olimpiada - olimpíada cantiga - cántiga omoplato - omóplato cardiaco - cardíaco periodo - período chofer - chófer policiaco - policíaco 18. Investiga en el diccionario el significado de las siguientes palabras. a. Afrodisiaco - afrodisíaco.

b. Alveolo - alvéolo.

c. Cantiga - cántiga.

d. Dinamo - dínamo.


44 Manual de ortografía de la lengua española

Recuerda Las mayúsculas se acentúan gráficamente al inicio de palabras que así lo requieren ortográficamente. Ejemplos: África, Ángel. ¿Qué aprendiste? 19. En el siguiente texto se han eliminado los acentos gráficos para que los coloques en el lugar que les corresponde. Este ejercicio es muy recomendable porque te puede servir como repaso general. Señora ama de casa: convierta usted en fuerza motriz la vitalidad de sus niños. Ya tenemos a la venta el maravilloso Baby H. P., un aparato que esta llamado a revolucionar la economia hogareña. El Baby H. P. es una estructura de metal muy resistente y ligera que se adapta con perfeccion al delicado cuerpo infantil, mediante comodos cinturones, pulseras, anillos y broches. Las ramificaciones de este esqueleto suplementario recogen cada uno de los movimientos del niño, haciendolos converger en una botellita de Leyden que puede colocarse en la espalda o en el pecho segun necesidad. Una aguja indicadora señala el momento en que la botella esta llena.

Entonces usted, señora, debe desprenderla y enchufarla en un deposito especial, para que se descargue automaticamente. Este deposito puede colocarse en cualquier rincon de la casa y representa una preciosa alcancia de electricidad disponible en todo momento para fines de alumbrado y calefaccion, asi como para impulsar alguno de los innumerables artefactos que invaden ahora, y para siempre, los hogares. De hoy en adelante usted vera con otros ojos el agobiante ajetreo de sus hijos. Y ni siquiera perdera la paciencia ante una rabieta convulsiva, pensando que es fuente generosa de energia. El pataleo de un niño de pecho durante las


La acentuación 45

veinticuatro horas del dia se transforma, gracias al Baby H. P., en unos utiles segundos de tromba licuadora, o en quince minutos de musica radiofonica. Las familias numerosas pueden satisfacer todas sus demandas de electricidad instalando un Baby H. P. en cada uno de sus vastagos, y hasta realizar un pequeño y lucrativo negocio, transmitiendo a los vecinos un poco de la energia sobrante. En los grandes edificios de departamentos pueden suplirse satisfactoriamente las fallas del servicio publico, enlazando todos los depositos familiares. El Baby H. P. no causa ningun trastorno fisico ni psiquico en los niños, porque no cohibe ni trastorna sus movimientos. Por el contrario, algunos medicos opinan que contribuye al desarrollo armonioso de su cuerpo. Y por lo que toca a su espiritu, puede despertarse la ambicion individual de las criaturas, otorgandoles pequeñas recompensas cuando sobrepasen sus records habituales. Para este fin se recomiendan las golosinas azucaradas que devuelven con creces su valor.

Mientras mas calorias se añadan a la dieta del niño, mas kilovatios se economizan en el contador electrico. Los niños deben tener puesto dia y noche su lucrativo H. P. Es importante que lo lleven siempre a la escuela, para que no se pierdan las horas preciosas del recreo, de las que ellos vuelven con el acumulador rebosante de energia. Los rumores acerca de que algunos niños mueren electrocutados por la corriente que ellos mismos generan son completamente irresponsables. Lo mismo debe decirse sobre el temor supersticioso de que las criaturas provistas de un Baby H. P. atraen rayos y centellas. Ningun accidente de esta naturaleza puede ocurrir, y sobre todo si se siguen al pie de la letra las indicaciones contenidas en los folletos explicativos que se obsequian con cada aparato. El Baby H. P. esta disponible en las buenas tiendas en distintos tamaños, modelos y precios. Es un aparato moderno, durable y digno de confianza, y todas sus coyunturas son extensibles. Lleva la garantia de fabricacion de la casa J. P. Mansfield & Sons, de Atlanta, III.

Juan José Arreola. ”Baby H. P.”. Confabulario. 6a ed. México: Joaquín Mortiz, 1976, pp. 79-81.

20. Redacta un breve texto donde libremente utilices palabras que deban ir acentuadas gráficamente. Consulta el diccionario en caso de que tengas dudas y evalúa tus progresos.


46 Manual de ortografía de la lengua española

21. Acomoda las palabras de acuerdo con el lugar que ocupa la sílaba tónica: agudas con acento gráfico y agudas sin tilde; graves con acento gráfico y graves sin tilde; esdrújulas, sobreesdrújulas y las que llevan tilde diacrítica. (Algunas palabras pueden no pertenecer a ninguna categoría.) biblioteca examen lápiz portería jardín el cuchara tenedor cuchillo trinchador sala recámara barco ejercicios homófonos página lectura él más cuál cual expresión mar pan panadera atención salvación mas trabajo jóvenes filosofía esperanza aquí después lámpara filósofo propósito máximo artículo salón está esta sí dé de fue recompensa vendedora qué quién dónde donde montón habrá sorpresa dinero regirán cocina cumbre espíritu inmóvil periódico oligarquía rígida quedará selección arácnido música salmón café te té vivíparos ovíparos partenogénicos fecundación pétalos acción jamás cómodo mí mi aquí ningún microscópico íntima etérea sociedad artesanos arados cerraduras humillación compañero exageración animación iglesia síntesis experiencia consulta arriba ermita sentaré naturaleza sonrisa bajaré despacio entomólogo perímetro provincia carácter infancia brusco baile contemplación espectáculo insólito espléndido sensación cipreses comedor frontón cúpulas últimamente pálida despacho rápidamente éxtasis provincia fugaz ligera minuto cámara exterior diferencia rincón plasmado pasmado sonoro allá Michoacán jarrón camisa calcetines calzones trajes vestidos blusas zapatos cinturón corbata camisetas ganchos económico preponderante

Agudas con acento gráfico

Agudas sin acento gráfico


La acentuación 47

Graves con acento gráfico

Graves sin acento gráfico

Esdrújulas

Sobreesdrújulas

Con tilde diacrítica


48 Manual de ortografía de la lengua española

Respuestas 1. –Mi-re Me-di-na... Quie-ro que va-ya a en-tre-vis-tar a es-tas tres per-so-nas –sa-có un pa-pel y se lo dio–. Le han pe-ga-do al pre-mio gor-do en los úl-timos tres a-ños y pue-de re-sul-tar in-te-

re-san-te pa-ra los lec-to-res sa-ber cómo vi-ven a-ho-ra, qué ha-cen, a qué se de-di-can, có-mo han a-pro-ve-cha-do el di-ne-ro. ¿No cree? –Sí, cla-ro, es in-te-re-san-te.

2. a. Monosílabas: que, a, tres, un, y, se, lo, dio, le, han, al, en, los, el, no, cree, sí, es. b. Bisílabas: mire, quiero, vaya, estas, sacó, papel, premio, gordo, años, puede, para, saber, cómo, viven, hacen, claro. c. Trisílabas: Medina, personas, pegado, últimos, resultar, lectores, ahora, dedican, dinero. d. Polisílabas: entrevistar, interesante, aprovechado. 3. Y a-llí es-ta-ba Se-ve-ria-no ri-én-do-se de las preo-cu-pa-cio-nes e-co-nó-micas y re-ve-lan-do un se-cre-to que él no al-can-za-ba a en-ten-der. Se sen-tí-a co-mo den-tro de un sue-ño: te-nien-do u-na for-tu-na a cin-co cen-tí-me-tros de las na-ri-ces y no pu-dién-do-la al-canzar por más que que-rí-a com-pren-der

el mé-to-do, por más que se es-for-za-ba pa-ra o-ír a Se-ve-ria-no Ro-jas. Pe-ro Se-ve-ria-no Ro-jas no se de-te-ní-a, seguí-a ex-pli-can-do a to-da ve-lo-ci-dad, ca-da vez más a-pri-sa, más a-pri-sa... Has-ta que Me-di-na vio nue-va-men-te a la sir-vien-ta, o-yó el la-dri-do de los pe-rros, y se a-le-jó de la ca-sa.

4. a. Monosílabas: y, de, las, un, por, que, él, no, a, se, más, vez, vio, los, la. b. Bisílabas: allí, como, dentro, sueño, una, cinco, para, oír, Rojas, toda, cada, hasta, oyó, perros, casa. c. Trisílabas: estaba, secreto, entender, sentía, teniendo, fortuna, narices, alcanzar, quería, comprender, método, seguía, aprisa, Medina, sirvienta, ladrido, alejó. d. Polisílabas: Severiano, riéndose, preocupaciones, económicas, revelando, alcanzaba, pudiéndola, esforzaba, detenía, explicando, velocidad, nuevamente. 5. Severiano, riéndose, preocupaciones, sueño, teniendo, pudiéndola, nuevamente, vio. 6. sentía, quería, oír, detenía, seguía. 8. hua-ra-che Pa-ra-guay la-brie-go A-dria-na

ca-ó-ti-co Cuauh-té-moc ins-tru-men-to im-pre-ci-so


La acentuación 49

ins-tan-cia em-bria-ga-dor trans-te-rra-do e-le-men-to a-pre-ciéis a-pues-to ai-re com-pren-der hu-mi-llar

trans-pi-rar trans-lú-ci-do pre-vio abs-trac-ción U-ru-guay hin-dú cie-go can-san-cio des-ahu-cio

9. Palabras agudas con acento ortográfico porque terminan en vocal. 10. anís fértil esperanza espéralo marítimo América lápiz descortés mártir césped

ónix próximo examen escribió López clímax latinos áspid café Félix

portátil álbum fértiles cosecha índice carácter tórax espía árbol vamos

actúan ángel dátil héroe memorando plantas histórico matemáticas Víctor lengua

11. En 1956 escribí una comedia que, según yo, iba a abrirme las puertas de la fama, recibí una pequeña herencia y comencé a hacer mi casa. Creía yo que la fortuna iba a sonreírme. Estaba muy equivocado; la comedia no llegó a ser estrenada, las puertas de la fama, no sólo no se abrieron, sino que dejé de ser un joven escritor que promete y me convertí en

un desconocido; me quedé cesante, el dinero de la herencia se fue en pitos y flautas y cuando me cambié a mi casa propia, en abril de 1957, debía sesenta mil pesos y tuve que pedir prestado para pagar el camión de la mudanza. En ese año mis ingresos totales fueron los 300 pesos que gané por hacer un levantamiento topográfico.

12. Así había nacido su vocación de escritor. Desde aquel día tomaba notas todo el tiempo, urdía argumentos de cine, obras teatrales, novelas policiales y de misterio, de amor o científicas en primera persona, en estilo indirecto, en forma epistolar o de diario, dialogadas o sin diálogo, relatos espeluznantes encontrados dentro de una botella en

una playa o, a veces, apacibles descripciones de ciudades y de costumbres. Pero el momento de tomar la pluma iba alejándose a medida que los años transcurrían. Registraba datos y temas, observaba y pensaba con hondura en todas partes y a toda hora, pero la verdad es que a pesar de su indudable vocación no escribía casi nunca.

13. Son palabras esdrújulas; siempre llevan tilde en la antepenúltima sílaba.


50 Manual de ortografía de la lengua española

14. Dámaso regresó al cuarto con los primeros gallos. Ana, su mujer, encinta de seis meses, lo esperaba sentada en la cama, vestida y con zapatos. La lámpara de petróleo empezaba a extinguirse. Dámaso comprendió que su mujer no había dejado de esperarlo un segundo en toda la noche, y que aún en ese momento,

viéndolo frente a ella, continuaba esperando. Le hizo un gesto tranquilizador que ella no respondió. Fijó los ojos asustados en el bulto de tela roja que él llevaba en la mano, apretó los labios y se puso a temblar. Dámaso la asió por el corpiño con una violencia silenciosa. Exhalaba un tufo agrio.

15. a. Tú eres dueño de tu vida. b. Si quieres, vamos. c. Llora más que un cocodrilo. d. Ya sé lo que pasó. e. Mi futuro es incierto. f. Nunca le di nada. g. ¿Quieres un té de canela? h. Por mí, pueden retirarse. i. Irás con tu profesor. j. Cooperaré, mas no se lo digan. 16. a. Yo quisiera saber cómo era ella. b. ¿Cómo prefieres los helados? c. ¿Quién ha visto un ciempiés? d. ¿Dónde estará ahora? e. No sé dónde queda el centro comercial. f. ¡Qué bonita tarde! g. ¿Con que ella no quiere salir? h. Como me ves llegar, igual me verás partir. i. No conocemos cuándo se decidirá. j. Pueden participar quienes lo desean. 17. a. Persona

Copretérito

Yo

Reír reía

Leer leía

Conocer conocía

Vender vendía

reías

leías

conocías

vendías

Él/Ella

reía

leía

conocía

vendía

Nosotros/Nosotras

reíamos

leíamos

conocíamos

vendíamos

(Vosotros/Vosotras)

reíais

leíais

conocíais

vendíais

Ustedes

reían

leían

conocían

vendían

Ellos/Ellas

reían

leían

conocían

vendían


La acentuación 51

b. Persona

Pospretérito Reír

Leer

Conocer

Vender

Yo

reiría

leería

conocería

vendería

reirías

leerías

conocerías

venderías

Él/Ella

reiría

leería

conocería

vendería

Nosotros/Nosotras

reiríamos

leeríamos

conoceríamos venderíamos

Ustedes

reiríais

leeríais

conoceríais

venderíais

(Vosotros/Vosotras) reirían

leerían

conocerían

venderían

Ellos/Ellas

leerían

conocerían

venderían

reirían

19. Señora ama de casa: convierta usted en fuerza motriz la vitalidad de sus niños. Ya tenemos a la venta el maravilloso Baby H. P., un aparato que está llamado a revolucionar la economía hogareña. El Baby H. P. es una estructura de metal muy resistente y ligera que se adapta con perfección al delicado cuerpo infantil, mediante cómodos cinturones, pulseras, anillos y broches. Las ramificaciones de este esqueleto suplementario recogen cada uno de los movimientos del niño, haciéndolos converger en una botellita de Leyden que puede colocarse en la espalda o en el pecho según necesidad. Una aguja indicadora señala el momento en que la botella está llena. Entonces usted, señora, debe desprenderla y enchufarla en un depósito especial, para que se descargue automáticamente. Este depósito puede colocarse en cualquier rincón de la casa y representa una preciosa alcancía de electricidad disponible en todo momento para fines de alumbrado y calefacción, así como para impulsar alguno de los innumerables artefactos que invaden ahora, y para siempre, los hogares.

De hoy en adelante usted verá con otros ojos el agobiante ajetreo de sus hijos. Y ni siquiera perderá la paciencia ante una rabieta convulsiva, pensando que es fuente generosa de energía. El pataleo de un niño de pecho durante las veinticuatro horas del día se transforma, gracias al Baby H. P., en unos útiles segundos de tromba licuadora, o en quince minutos de música radiofónica. Las familias numerosas pueden satisfacer todas sus demandas de electricidad instalando un Baby H. P. en cada uno de sus vástagos, y hasta realizar un pequeño y lucrativo negocio, transmitiendo a los vecinos un poco de la energía sobrante. En los grandes edificios de departamentos pueden suplirse satisfactoriamente las fallas del servicio público, enlazando todos los depósitos familiares. El Baby H. P. no causa ningún trastorno físico ni psíquico en los niños, porque no cohíbe ni trastorna sus movimientos. Por el contrario, algunos médicos opinan que contribuye al desarrollo armonioso de su cuerpo. Y por lo que toca a su espíritu, puede despertarse la ambición individual de las criaturas, otorgándoles pequeñas recompensas cuando sobrepasen sus récords


52 Manual de ortografía de la lengua española

habituales. Para este fin se recomiendan las golosinas azucaradas que devuelven con creces su valor. Mientras más calorías se añadan a la dieta del niño más kilovatios se economizan en el contador eléctrico. Los niños deben tener puesto día y noche su lucrativa H. P. Es importante que lo lleven siempre a la escuela, para que no se pierdan las horas preciosas del recreo, de las que ellos vuelven con el acumulador rebosante de energía. Los rumores acerca de que algunos niños mueren electrocutados por la corriente que ellos mismos generan son completamente irresponsables. Lo

mismo debe decirse sobre el temor supersticioso de que las criaturas provistas de un Baby H. P. atraen rayos y centellas. Ningún accidente de esta naturaleza puede ocurrir, sobre todo si se siguen al pie de la letra las indicaciones contenidas en los folletos explicativos que se obsequian con cada aparato. El Baby H. P. está disponible en las buenas tiendas en distintos tamaños, modelos y precios. Es un aparato moderno, durable y digno de confianza, y todas sus coyunturas son extensibles. Lleva la garantía de fabricación de la casa J. P. Mansfield & Sons, de Atlanta, III.

21.

Agudas con acento gráfico

jardín, expresión, atención, salvación, aquí, después, salón, está, montón, habrá, regirán, quedará, selección, salmón, café, fecundación, acción, jamás, aquí, ningún, humillación, exageración, animación, sentaré, bajaré, contemplación, sensación, frontón, rincón, allá, Michoacán, jarrón, cinturón

Agudas sin acento gráfico

tenedor, trinchador, mar, pan, fue, sociedad, comedor, fugaz, exterior

Graves con acento gráfico

lápiz, portería, filosofía, inmóvil, oligarquía, carácter

Graves sin acento gráfico

biblioteca, examen, cuchara, cuchillo, sala, barco, ejercicios, lectura, panadera, trabajo, esperanza, esta, recompensa, vendedora, sorpresa, dinero, cocina, cumbre, artesanos, arados, cerraduras, compañero, iglesia, experiencia, consulta, arriba, ermita, naturaleza, sonrisa, despacio, provincia, infancia, brusco, baile, cipreses, despacho, ligera, minuto, diferencia, plasmado, pasmado, sonoro, camisa, calcetines, calzones, trajes, vestidos, blusas, zapatos, corbata, camisetas, ganchos, preponderante

Esdrújulas

recámara, homófonos, página, jóvenes, lámpara, filósofo, propósito, máximo, artículo, espíritu, periódico, rígida, arácnido, música, vivíparos, ovíparos, partenogénicos, pétalos, cómodo, microscópico, íntima, etérea, síntesis, entomólogo, perímetro, espectáculo, insólito, espléndido, cúpulas, pálida, éxtasis, cámara

Sobreesdrújulas

últimamente, rápidamente, económico

Con tilde diacrítica

él, más, cuál, sí, dé, qué, quién, dónde, té, mí



María Teresa Ruiz García

es, ante todo, una profesora, desde hace más de 20 años. Posee diferentes grados académicos y ha alternado su labor de docente con la de investigadora y escritora de libros de texto, actividad en la cual ha publicado diversos títulos: Literatura mexicana e iberoamericana y Una ventana a nuestro mundo, como autora; La imagen del mundo y Lengua y literatura española, como coautora.

ISBN 978 607 7529 40 8

9 786077 529408

Manual de ortografía de la lengua española

es un material innovador que permite al lector desarrollar destrezas, habilidades, actitudes y conocimientos dentro del contexto de la ortografía, fundamental para el mejor desempeño en cualquier área del conocimiento. El aprendizaje de la ortografía se logra además por la visualización a través de la lectura, por ello, la elección de los textos de dicha obra fueron pensados para propiciar el adiestramiento visual y la aplicación práctica de las reglas ortográficas. Manual de ortografía de la lengua española se convierte así en un libro esencial para quienes desean tener una excelente ortografía.


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