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Lima, jueves 29 de mayo de 2014
diario
Director: CÉSAR LÉVANO
AÑO: 1 Nº 32
LIMA, DOMINGO 31 DE AGOSTO DE 2014
EDITOR: PACO MORENO
Otra vez
los chilenos
NG;=K 9?JA9K contra decisiones de peruanos en la frontera sur que quieren llegar al triángulo terrestre. J=;M=J<GK sobre el día que Allende resistió en La Moneda. L9;F9 vuelve a casa.
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Opinión Paco Moreno
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hile sigue siendo el país en el cual hay gente cuyo odio al Perú crece. Militares pinochetistas ultra conservadores y políticos con el mismo pensamiento nos ven como una amenaza cuando gente como ellos cometieron genocidio y barbaridades históricas contra nuestro país. El antiperuanismo en Chile aún es grande. Sin embargo, el tiempo, que es sabio, viene creando nuevos sureños que creen que el Perú puede ser un país amigo, con un pasado similar que el de ellos, y un posible
Aquellos chilenos
Juvenal Ordóñez marcharon hacia al triángulo como una forma de presión para el entonces gobierno aprista presente ya la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Fue muy aplaudido por muchos que ahora critican a los que hace poco quisieron hacer lo mismo porque el triángulo es nuestro. El presidente Ollanta Humala ha ratificado que el triángulo es peruano en varios tonos. Está bien. Es siempre necesaria la firmeza ante los sureños que no quieren respetar la historia ni mirar al futuro.
aliado contra un enemigo común que es la pobreza, la política a favor de transnacionales que aplastan derechos y que se llevan las materias primas a precio de ganga para luego vendernos productos con valor agregado a precios altísimos. Hay chilenos que dicen que el llamado triángulo terrestre es chileno y tienen apoyo en las más altas esferas del poder. Bachelet misma no es una gran amiga de nuestro país, porque su silencio sobre el triángulo dice mucho. Los nacionalistas en los tiempos buenos del recordado parlamentario tacneño
Citas
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El antiperuanismo
en Chile aún es grande. Sin embargo, el tiempo, que es sabio, viene creando nuevos sureños que creen que el Perú puede ser un país amigo, con un pasado similar al de ellos, y un posible aliado contra un enemigo común que es la pobreza, la política a favor de transnacionales que aplastan derechos y que se llevan las materias primas a precio de ganga para luego vendernos productos con valor agregado a precios altísimos.
PARA EL “TUIT”
citables
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“Es importante que se le dé (al ministro Mayorga) la oportunidad de explicarse. Al interior del Consejo de Ministros sus explicaciones han sido las correctas.” (Defensa presidencial da un ministro cuestionado).
No hemos faltado a la verdad “Nosotros nos ratificamos en que el mapa (Carta Exterior de Dominio Marítimo) que hemos presentado recoge el fallo de La Haya y también el inicio de la frontera terrestre que, ratificamos, es en el punto Concordia. No hemos faltado a la verdad (…) Esto está en base a los acuerdos del Tratado de 1929, los protocolos y todas las instancias que derivan de estos.” (Presidente Ollanta Humala).
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“He realizado estudios no concluidos de Sociología en la Universidad Católica de Chile, donde ingresé con el primer puesto y vino el golpe de Pinochet y no pude continuar.” (Explica la profesora titulada y candidata Susana Villarán).
Alegan mala fe “El fallo de La Haya no nos agradó porque perdimos cientos de kilómetros cuadrados. Pero actuamos de buena fe y de manera conjunta para implementarlo. En el Perú, de mala fe, en una provocación, se ha hecho una publicación de límites terrestres.” (Juan Pablo Letelier, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado chileno). Expresa reserva “El Gobierno de Chile hace expresa reserva en lo que atañe a la representación del punto final de la frontera terrestre entre ambos países, que no se deriva del fallo de la Corte Internacional de Justicia como tampoco de una adecuada interpretación del tratado de 1929 (entre Perú y Chile) y los acuerdos que llevaron a señalizar y materializar el límite terrestre en 1930.” (Canciller chileno Heraldo Muñoz).
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Cornejo que se friegue; yo votaré por el mudo
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“Para qué votar por quien no quiere dar la cara, que no tiene cuentas claras, que no explica, que no habla (…) Para qué seguir con la reforma que no llega, con las obras que se inundan, con el tráfico que mata.” (Heresi en video cumbiero de campaña).
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“En la Católica iba a demorar (en sacar mi título) y yo necesitaba una cosa rápida. Le dije a un amigo: ‘Muévete, a ver si así puedo obtener el grado’. Y lo obtuvo, es lo más fácil.” (Castañeda al decir que sacó su título en San Martín. Pero omitió decirlo en su hoja de vida).
Hecho el Depósito legal Nº 2005-2098
Dpto. de Distribución: Telf. 460-7928 7.5 ALTO X7X5 ANCHO
Editor: Paco Moreno, Arte y Diseño: Julio Arroyo S, Edición Gráfica: Hugo Curotto.
DIRECCIÓN: AV. JOSÉ PARDO 741 MIRAFLORES TELÉFONOS: 447-1218 / 447-3092 FAX: 444-0883 LOS AUTORES DE NOTAS DE INVESTIGACIÓN Y/U OPINIÓN SON LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE SU ELABORACIÓN Y CONTENIDO. LA CASA EDITORA NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON ELLOS.
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“Es una campaña taponeada por un rechazo masivo a la señora Villarán. Cada vez que ella habla, Castañeda sube. Se ha convertido en la jefa de campaña de Luis Castañeda.” (Ácido Fernán Altuve).
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El 28 de
agosto de 1929, Tacna
volvió a teñirse de rojo y blanco. Los invasores no pudieron doblegar la fe ni el patriotismo del alma peruana.
El día que Tacna volvió
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ún hay peruanos ahora a los que le hierve la sangre cuando los chilenos dicen que el llamado triángulo terrestre les pertenece. Se indignan y se juntan y se organizan y dicen por qué no, por qué no podemos ir a nuestro territorio para sentirnos más peruanos para que los chilenos se callen la boca. Son peruanos de corazó, patriotas a toda prueba. Aunque hay también oportunistas que nunca faltan, pero ellos no cuentan. En honor a los patriotas en serio recordemos aquel 28 de agosto de 1929, en la que la heroica ciudad de Tacna amaneció con banderas peruanas en el altar de las viviendas. Esta imagen significada el retorno de Tacna a la administración peruana desde aquel año negro de 1883 en que había pasado a Chile como consecuencia de la llamada Guerra del Pacífico (Tratado de Ancón). El Tratado de Ancón de 1883 indicaba que Tacna y Arica pasaban a la administración chilena por diez años contados a
partir de la ratificación del documento por los congresos de ambos países, en 1884. Tras ese lapso, un plebiscito decidiría qué país obtendría el dominio de ambas provincias. Pero el plebiscito no se realizó nunca por maniobras de los chilenos. Se suscribió entonces el Tratado de Lima el 3 de junio de 1929, que devuelve Tacna al Perú y deja Arica en manos de Chile. El 28 de julio de 1929, las calles tacneñas de Calana, Pachia, Sama, Locumba, Ilabaya, Candarave, Tarata amanecieron totalmente abanderas. Los colores peruanos mandaban en Tacna. Miles de tacneños con escarapelas y cintas rojiblancas habían llenado la Plaza de Armas con aires de libertad después de largos años de ocupación chilena. Federico Barreto, poeta emblemático de Tacna (1862- 1929), levantó su voz en verso fuera de su tierra: ¡Es preciso salvar Tacna y Arica! Logró, antes de su partida, ver a su tierra liberada. Aquí recordemos uno de sus poemas más recordados.
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HYljaY DaZj] (Federico Barreto) Por ver la Patria libre aquí he venido desde la tierra de mi nacimiento, y al ver sus playas y su firmamento, feliz, con toda el alma me he sentido. Y que en mi propio hogar esclavo he sido, libre como la luz aquí me siento... ¡Aquí flamea mi bandera al viento! ¡Esta es la Patria que jamás olvido! Para ella quiero yo paz y ventura que brille el sol tras de la noche oscura y que ese sol no nos sorprenda inertes. Hagamos la obra que el deber indica; es preciso ser grande y ser fuerte: ¡es preciso salvar Tacna y Arica!
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Raúl Wiener
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staba por cruzar la primera cuadra de la avenida Petit Thouars, por la avenida 28 de julio, para llegar a mi trabajo -en el Ministerio de Vivienda, en el llamado Edificio Cosmana, donde, según mi padre solía contarme, mataron a Luis Negreiros algunos meses después de mi nacimiento-, cuando vi a un vendedor de diarios que ofrecía una edición especial de “Última Hora”, la versión popular del derechista “La Prensa”, que llevaba como título “Golpe Militar en Chile”, con una foto en primera página de los aviones bombardeando el Palacio La Moneda. Me detuve y compré ese diario por el que pagué muy pocas veces en mi vida. El despacho que transcribía de la Agencia Associated Press (AP) de los Estados Unidos era breve y la foto era de la misma procedencia. La velocidad de las comunicaciones hace 41 años no podía ser mayor que eso. A las 9 de la mañana, empezaba a saber que había comenzado el último capítulo del gobierno de la Unidad Popular, y se abría para Chile una larga y brutal noche dictatorial. Confieso que sentí como un profundo hincón a la altura del vientre y perdí las ganas de hundirme entre papeles en la oficina que tenía al frente. Se habían cumplido poco menos de tres meses desde el “tancazo” de junio, cuando también se tituló que había golpe y sectores de derecha de los medios peruanos siguieron la ilusión de sus congéneres del sur y llegaron a creer que Allende y su gobierno se rendiría al desacato de un regimiento blindado. Los tanques fueron detenidos por los trabajadores y los militantes de la izquierda, que le dieron el tiempo al general Pratts para concentrar sus fuerzas y derrotar la intentona. Pero desde entonces la cofradía golpista que trabajaba día y noche, con la directa intervención de los Estados Unidos que había llenado de agentes los hoteles de Santiago y Valparaíso, había completado el aprendizaje necesario para la acción decisiva. Esa mañana, en la que me
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rte de la rte de Salura.
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paralizó la noticia, intuí, como casi todos, que este no era un nuevo “tancazo”, sino que estábamos ante la batalla total y que lo más probable sería que los trabajadores y el pueblo chileno serían aplastados a sangre y fuego. En las horas siguientes nos coordinamos con varios compañeros para recoger noticias sobre lo que estaba pasando. Fue un día interminable. Muchos peruanos sobre los veinte o treinta años que nunca pasamos lo que sabíamos que estaba pasando al otro lado de la frontera (en el Perú, teníamos el gobierno militar progresista de Velasco que fue amigo del de Allende y enemigo frontal del de Pinochet), esperábamos que algo pudiese ocurrir para revertir lo que había empezado como una violenta derrota. A media mañana supimos que el presidente Allende había muerto con una metralleta en la mano y un casco de combate. Los radicales de izquierda lo habíamos visto siempre como un reformista, lo que era casi una degradación en el santoral revolucionario, y un ingenuo creyente en la democracia, las instituciones militares respetuosas de la Constitución, y en la negociación política con sus adversarios. Pero esa imagen, a la que se le imputaba las contradicciones del régimen y los frenos al desarme de sus enemigos, no se ajustaba bien con la del presidente mártir resistiendo a tiros en el Palacio de Gobierno. Recuerdo que cuando llegaron las informaciones que confirmaban la muerte del primer presidente socialista electo en América Latina, se agregaron notas que señalaban que se había suicidado con la metralleta que le había regalado Fidel Castro. Para los que estábamos al otro lado de la noticia empezó entonces una controversia. Todos estábamos impresionados del sacrificio de un hombre del que no esperábamos un gesto tan fuerte en una hora tan decisiva. Pero algunos se molestaban de la sola idea que se pretendiera que se había suicidado cuando los únicos testigos vivos eran los propios golpistas. Tenían que haberlo asesinado y luego inventado la historia del suicidio. Mi amigo Alberto zanjó el dilema: lo hayan matado en combate o se haya quitado la vida él mismo para evitar que lo capturen vivo, Allende es un héroe que no se rindió a
sus enemigos. Y nos quedamos con esa sentencia. LA NOCHE El 11 de septiembre de 1973, había durado más de lo normal, pero no había concluido. En la Plaza Dos de Mayo, frente al local de la CGTP, estábamos concentrados trabajadores, estudiantes, intelectuales, miles de miles de personas que buscaban una explicación y alguna luz por lo que imaginábamos que estaba pasando en Chile, donde además teníamos muchos compatriotas integrados en el proceso político de esos años. El altoparlante de la Central Sindical había establecido un extraño diálogo con los presentes, trasmitiendo despachos que llegaban desde diversos lugares de Chile y hablaban de resistencias que fueron mucho más débiles de lo que decían, si acaso existieron. Se informaba de regimientos que se negaban a plegarse a los golpistas y en la apoteosis escuchamos una nota que in-
dicaba que el general Pratts, que entonces ya estaba en el retiro, marchaba sobre Santiago con diversos batallones del sur del país. La Plaza rompió en aplausos, queríamos creer que podía ser cierto. Después de tantas discusiones acerca de si el error de fondo de la Unidad Popular era confiar en sectores militares y tratar de forjar alguna alianza con las organizaciones populares, los que estábamos en las calles expresando nuestro dolor y nuestra protesta, deseábamos ardientemente que fuera verdad que la unidad militar se hubiese quebrado en Chile e impidiese la consolidación del golpe de Estado. Nunca pasó que hubiesen resistencias significativas dentro de las instituciones militares. Los marinos se llevaron varios días antes los barcos a alta mar y controlaron toda inquietud del personal subalterno, evitando una reacción como la que hubo el 29 de junio cuando varios barcos quedaron en poder de los marineros.
Los radicales de izquierda lo habíamos visto siempre como un reformista, lo que era casi una degradación en el santoral revolucionario, y un ingenuo creyente en la democracia, las instituciones militares respetuosas de la Constitución, y en la negociación política con sus adversarios.
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casa de mis padres, en almuerzos hechos por mi mamá que se llenaban de conversaciones salpicadas de lisuras de los recién llegados. Era notorio el nivel político y cultural de los chilenos exilados, encima del promedio peruano y la coprolalia que condimentaba sus conversaciones. Era lo que se decía entonces, el efecto de identificación popular de los militantes, que luego se extendió hasta la misma derecha. Hacia mediados del 74, se fue la pareja formada por Liliana y Patricio que partían para el África, exactamente a Mozambique, donde habían conseguido un empleo. Liliana había sido militante del MIR y “Pato” era socialista. Redujeron sus diferencias en la sala de mi casa que era también su dormitorio y formaron una familia. Muchos años después la vimos a ella cuando pasó por Lima de reLos carabineros (policía) torno a su país, donde las cosas acuartelaron sus fuerzas más estaban cambiando. institucionalistas e hicieron un golpe de Estado dentro de EPÍLOGO su propia institución. Pratts no En el 2010, llegué a Sanrompió la disciplina militar, lo tiago para la segunda vuelta que no le sirvió de mucho ya electoral que sería ganada por que fue asesinado con su esposa Sebastián Piñera, el heredero poco después en una calle de político del pinochetismo que Buenos Aires. ha hecho todo lo posible por distanciarse de la parte oscura LOS DÍAS SIGUIENTES de la historia de su país con No sé como, pero mi casa se la que estuvo comprometido llenó primero de cintas de gra- (su hermano fue ministro de la baciones con decenas y decenas dictadura y él hizo sus mejores de grabaciones de canciones negocios en ese período). de Víctor Jara, Violeta y demás En los varios días en que miembros de la familia Parra, me moví desde el tema polítiTito Fernández, los Quilapayún, co a llenar los espacios libres Inti Illimani y otros. que me quedaban recorriendo Era como entrar a vivir el aspectos que no conocía de la clima cultural que cargó la expe- ciudad, surgió la idea de mi riencia chilena, cuando ya había amigo Claudio y su pareja, sido silenciada en su lugar de que me acompañaron en esos origen. Todo el día escuchaba días, de visitar el recién inaucanciones que antes casi des- gurado Museo de la Memoria conocía. y los Derechos Humanos, consY la afición me duraría años. truido para conmemorar a las Recuerdo un día en 1982, nueve víctimas del 11 de septiembre, años después, en que el carica- sin ambigüedades y subterfuturista Heduardo, con el que gios. éramos buenos amigos, subió Caminamos en silencio a mi carro y yo quise lucirme viendo fotos, documentos, pecon mis casetes de música com- riódicos de la época, proclamas prometida, y me dijo que no lo oficiales y otros recuerdos. Y adoctrinara con canciones. en una inmensa pared que se Pero no pasó mucho para elevaba los varios pisos del edique empezara el paso de los exi- ficio, los nombres de los muerlados y el pedido de apoyo para tos y desaparecido en forma de alojarlos mientras organizaban pequeños nichos que prueban su vida en el país o preparaban hasta donde se puede hundir su salida a Europa u otros des- el ser humano. tinos. Al salir, tenía la sensación En mi casa que solo tenía que eso yo lo había vivido de un dormitorio se alojaron unos alguna forma, que parte de las cinco o seis chilenos, por etapas cosas en las que creo y que me sucesivas, todos los cuales pasa- mueven cada día nacieron ese ron en algún momento por la lejano 11 de septiembre.
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“El triángulo
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terrestre no existe”
JUAN JOSÉ RUDA, uno de los más importantes asesores jurídicos
de la Cancillería, habla sobre el “triángulo terrestre”, al que declara jurídicamente inexistente, los derechos sólidos del Perú sobre ese territorio que pretende Chile y los posibles escenarios futuros.
EDUARDO SANTANA —El canciller chileno, Heraldo Muñoz, afirmó que el “triángulo terrestre” es soberanía chilena… —Debemos empezar por aclarar que el triángulo terrestre es una ficción. No existe. Nosotros tenemos una línea de frontera que fue establecida en el tratado de 1929. El tratado es claro en establecer que dicha línea comienza en un punto en la costa, denominado “Concordia”, y sigue hasta lo que era el límite boliviano-chileno. Luego del tratado se realizó un trabajo de demarcación, es decir, de colocación de hitos, entre 1929 y 1930. La forma como se determina la ubicación del Punto Concordia fue perfectamente definida a partir de un acuerdo de las cancillerías de los dos países en el año 1930. Fue un acuerdo expreso entre los dos países, por lo tanto, lo único que hay que hacer es honrar lo que ambos países acordaron. —¿En qué se basan las afirmaciones del canciller chileno? —Chile ha aducido, en la controversia marítima, que hay una coincidencia entre el Punto Concordia y el hito 1. En uno de
sus alegatos en la contramemoria hizo esa referencia; sin embargo, en otro de sus alegatos diferenció el punto de inicio de la frontera terrestre del punto de inicio de la frontera marítima al decir que podrían no coincidir. —Lo que, de ser cierto, dejaría en el limbo la delimitación entre el hito 1 y la orilla del mar… —Yo quiero ser enfático en que el hito uno y el Punto Concordia son distintos y hay una serie de documentos que así lo acreditan. Además, hay una serie de documentos y cartografía chilena en donde se pone en evidencia que, siguiendo lo acordado por los dos países en 1929 y 1930, el límite terrestre llega exactamente hasta la orilla del mar, al Punto Concordia, según esa cartografía también. —Al insistir con el triángulo terrestre, ¿el gobierno chileno podría dilatar la ejecución del fallo de la Corte Internacional? —Hay que diferenciar el tema terrestre, que quedó perfectamente definido en 1929 y en 1930, de la delimitación marítima. Esta ha
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quedado perfectamente establecida conforme al fallo de la Corte Internacional. Ambos países, acatando lo que la corte ha resuelto, hemos hecho un trabajo técnico impecable, en tiempo récord, y no se ha visto afectado de modo alguno por algunas manifestaciones. El 25 de marzo de este año, como fruto de este trabajo, se completó la medición de las coordenadas, una tarea que cumplimos los dos países con el mejor espíritu. La labor ha quedado perfectamente establecida y reflejada en un acta donde constan las coordenadas y las representaciones gráficas del curso del límite marítimo. —El fallo de la Corte Internacional es claro y no se pronuncia sobre delimitación terrestre; entonces, ¿en qué se basó el ex presidente Piñera para plantear la confusión? —Sostenía que en tanto la corte había establecido como punto de inicio de la frontera marítima la intersección del paralelo que pasa por el hito 1 y la línea de baja marea, y el Perú había
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sostenido durante el proceso que el punto de inicio de la frontera marítima debía coincidir con el punto de inicio de la frontera terrestre, eso significaba, indirectamente, que la corte indicaba que la delimitación terrestre iniciaba en la intersección de la línea paralela al hito1 y la orilla del mar. Con todo respeto, no es una inferencia válida. El propio fallo, el párrafo 175, dice que puede no coincidir la localización de los puntos de inicio de las fronteras marítima y terrestre, y que no le corresponde pronunciarse al respecto. —¿Qué acciones puede tomar el Perú ante este tipo de afirmaciones? —El Perú ha sido muy claro en relación a este tema, ya sea a través de expresiones verbales por los más altos representantes del Estado, sea el presidente de la República, sea el ministro de Relaciones Exteriores, y también, mediante comunicaciones oficiales a Chile, afirmando que aquí no hay ninguna cuestión pendiente, que el tema está perfectamente definido a partir de lo acordado por los dos países en
1929 y 1930. En ese sentido, el espacio entre el hito 1 y la orilla del mar es de soberanía peruana. —Si a pesar de estas comunicaciones, Chile insiste en que ese espacio es parte de su soberanía ¿el Perú adoptará otras medidas? —Mal haríamos en dar lugar a que se pueda interpretar que hay una cuestión abierta o sujeta a discusión. El tema está perfectamente definido. Aquí no hay una diferencia. Machaconamente insistiremos que el asunto no admite ninguna discusión al respecto, tal como lo establece el derecho internacional. —El tratado de límites terrestres de 1929 establece que, de encontrarse diferencias, se acudiría al presidente de los Estados Unidos para que resuelvan las mismas… —El tratado del 29 hace dos menciones a la posibilidad de acudir al presidente de los Estados Unidos. En el artículo 3, a propósito de diferencias que puedan suscitarse en los trabajos de la comisión de colocación de hitos. Sin embargo, cuando se suscitaron diferencias en la colocación de los hitos entre 1929 y 1930, no hubo necesidad de acudir al presidente de los Estados Unidos, ambas partes lo resolvieron directamente y el asunto quedó zanjado en el año 1930. El artículo 12 del tratado de 1929 es claro en relación a contemplar una serie de supuestos que son los que podrían servir como punto de base para activar ese mecanismo (acudir al presidente de los Estados Unidos), estos supuestos no se cumplen. Además este artículo establece que para activar el mencionado mecanismo los dos países tendrían que plantearlo al presidente de los Estados Unidos, no puede ser activado unilateralmente. —Debido a que la supuesta diferencia respecto al “triángulo terrestre” se inició con las declaraciones del ex presidente Piñera refiriéndose el fallo de la Corte Internacional, ¿sería conveniente pedirle a la corte una interpretación del fallo? —El estatuto y reglamento de la Corte Internacional de Justicia contempla que, si existe una divergencia sobre algún aspecto contenido en
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Entendiendo al triángulo 1
. El tratado de 1929 establece que hay un punto de inicio de la frontera terrestre (delimitación), diferente al hito número 1 (demarcación). Delimitación: establecimiento de una línea de frontera por un tratado, en este caso, el tratado de 1929. Demarcación: proceso de colocación de hitos en el terreno. En el acuerdo de 1930, se estableció que el punto de inicio de la frontera terrestre sería la intersección del arco y la orilla del mar. Se determinó que hubiese un hito en cualquier punto de este arco lo más cercano a la orilla del mar (sin estar en la orilla para evitar que las olas lo remuevan o destruyan).
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. Mapa del sector inicial de la frontera terrestre entre el Perú y Chile preparado y firmado por el Delegado del Gobierno de Chile a la Comisión Mixta Demarcadora de Límites de1929-1930, Sr. Enrique Brieba
3
. Línea de frontera terrestre continua con el Punto Concordia diferenciado del Hito Nº1, en el mapa oficial de Arica de 1966. Publicado por el Instituto Geográfico Militar de Chile. el fallo entre las partes que requieren aplicar el fallo, se puede realizar una solicitud de interpretación a la corte. En este caso, yo no veo que se pueda acudir a la corte en esa vía, ya que la propia corte en el párrafo 175 ha dicho que no está llamada a hablar sobre la localización del punto de inicio de la frontera terrestre. La corte se pronunció en relación al punto de inicio de la frontera marítima,
pero ha señalado que los dos países coincidimos en que la frontera terrestre fue establecida en el tratado de 1929 y que tiene como inicio al Punto Concordia, de acuerdo al artículo 2 de dicho tratado. Agregó que no
le correspondía (a la corte) referirse al inicio de la frontera terrestre, pero aclaró que podría no coincidir con la frontera marítima. Tenemos dos fronteras y cada una está regida por su propio marco jurídico.
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OTRAS DISQUISICIONES Víctor Hurtado Oviedo
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l instinto es la costumbre de otros que traemos al nacer. No nacemos con un pan bajo el brazo pues esto sería una incomodidad previsible; además, ello daría motivo al primer lío de familia del neonato porque los padres o los cinco tíos –quienes nunca faltan– podrían reclamar al bebé por qué no trajo una mano de pan, o una baguette (nombre que, oído, parece una definición de “diputado ocioso”), o, si no –ya que estamos casi puestos en el veterano idioma del Lacio: id est, el latín–, por qué el neoniño no se apropincuó con una pizza familiar ya que para eso vino: para ser parte de la familia. Esas circunstancias son asaz desagradables y siempre crean traumas froidianos en el niño; es decir, uno de esos psicotraumas que las personas sanas ignoramos que sufrimos hasta que leemos a Sigmund Freud. Volviendo a las demandas familiares hechas contra el recién nacido, este, de la sorpresa, se queda sin palabras, de modo que no puede explicar que, en realidad, lo que él ha traído no son panes, sino instintos; o sea, la primera herencia que recibe de su familia y que a veces es también la última (no la última familia, sino la última herencia). Claro está, después llega la hora del desquite, y, en vez de sufrir quejas por no haber traído un pan, al niño hay que dárselo hasta que crezca –y un poco más allá–. Esto es lo que se llama la “ley de las compensaciones”; es decir, la venganza santificada por el verbo de la sociología. Por supuesto, se ha discutido mucho si los seres humanos nacemos con instintos ya que los instintos visten mal a la vanidad del Homo sapiens. Para algunos filósofos, los instintos son algo así como los autos robados que nos han puesto en el sótano del subconsciente.
Teoría del instinto y del pan
ZYbg ]d ZjYrg Claro está, los instintos no lo son todo: el resto es cultura: el hermoso freno que la civilización pone a la naturaleza.
Cuando el siglo XIX estaba por cambiar de número, el estadounidense William James publicó sus Principios de psicología. En este libro argumentó en favor del innatismo; o sea, en favor de la idea de que llegamos al mundo dotados de instintos, que
nos hacen mamar, agarrar, llorar y trepar –instinto este que, ya desarrollado, revela cierta tendencia a cierta política–. Como explica el zoólogo Matt Ridley (Qué nos hace humanos, capítulo II), William James insistió en que
la mujer siente el instinto parental más que el hombre. James reconoció así el instinto materno en el ser humano femenino, negado hoy por el pensamiento mágico. William James resultó así la bête noir (bestia negra) de la tendencia opuesta, el
CUANDO EL SIGLO XIX estaba por cambiar de número, el estadounidense William James publicó sus Principios de psicología. En este libro argumentó en favor del innatismo; o sea, en favor de la idea de que llegamos al mundo dotados de instintos, que nos hacen mamar, agarrar, llorar y trepar –instinto este que, ya desarrollado, revela cierta tendencia a cierta política–.
conductismo extremo, para el cual el cerebro humano es una tabula rasa (tabla rasa) –pero admitamos que algunos cerebros juegan en favor de aquella hipótesis–. Con los años pasa el tiempo, y se ejecutaron experimentos que probaron la existencia de los instintos. Si no los hubiere, el ser humano no habría sobrevivido cuando carecía del lenguaje verbal con el que comunica hoy sus necesidades. Claro está, los instintos no lo son todo: el resto es cultura –el hermoso freno que la civilización pone a la naturaleza–.
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