R EVISTA PR MERA AÑO: 1 Nº 17
LIMA, DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
EDITOR: PACO MORENO
www.laprimeraperu.pe
RACISMO Y DISCRIMINACIÓN
Todos contra todos
El reto de querernos como hermanos
2
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
Opinión Paco Moreno
R EVISTA
PR MERA
Cholos choleadores que el puneño no puede conciliar con el piurano y este no encuentra similitudes con el hombre fuerte que cosecha plátanos en Madre de Dios. Nuestra tragedia es no que podemos vernos como hermanos y entre tantos colores y tamaños la desconfianza crece y nos empuja al fracaso. El Perú tiene tanta diversidad que a veces terminamos siendo un tacu-tacu que nadie quiere comer. Pero ahí está el gran reto de construir un verdadero pueblo que empuje su futuro a una sola dirección.
E
ste es un país de cholos choleadores. No solo eso. Es un país donde el blanco le dice al negro “negro de mierda”; donde el negro le dice al chino “chino de mierda”; donde el chino le dice cholo “serrano de mierda”, el cholo le dice al selvático “chapara de mierda”, el charapa le dice al blanco “gringo de mierda”. Círculo de realismo sucio y hediondo que escuchamos a cada rato. La combi es un escenario cotidiano. Somos un país tan desunido
FOTO: LA PRIMERA
Citas
citables
Eso quiero
“Se necesita una coalición de partidos democráticos y eso es lo que quiero impulsar; yo soy prescindible, pero las reformas no pueden parar en la ciudad de Lima.” (Susana Villarán)
Mi DNI dice que soy gringo, pero soy peruano.
Salvo excepciones, claro, nuestra tragedia también es que tenemos los ricos más brutos de la región. Gente con plata que no sabe gastar, que come mal, que cree que ver TV es hacer deporte, que no ve cine en serio, no lee libros, malcría a sus hijos, escucha bulla en vez de música, odia al teatro, no sabe qué es arte, explota a sus empleados, cree que vistiendo ropa de marca y mandando al carajo a otros ya la hizo. Es un pobre diablo rico. Con gente así no se progresa. No ayudan. Solo los sabios deben ser los indicados
Alguien dijo:
“La hermosura es cuestión deluz,cuandoapagamoslas velas todos somos iguales”. Discriminamos porque vemos, porque no sabemos ver, escuchar, entender, comprender, tolerar. Ser tolerante hacia el otro es tu pasaporte para que sean tolerante contigo.
en distribuir la billetera. En fin. Alguien dijo: “La hermosura es cuestión de luz, cuando apagamos las velas todos somos iguales”. Discriminamos porque vemos, porque no sabemos ver, escuchar, entender, comprender, tolerar. Ser tolerante hacia el otro es tu pasaporte para que sean tolerante contigo.
Los “tuit” de la semana ¿Envidia? Igual que el gasoducto, la Línea 2 del tren, con obras infladas para beneficio de 2 empresas la pagarán con exceso todos los peruanos. Vientre de alquiler El partido Fuerza Social no existe, por tanto no cabe alianza alguna. El humalismo será vientre de alquiler de Villarán y Cía. Un desastre Anunciaron 100 mil en las calles contra la Ley Universitaria. La Policía informó que no hubo más de 6 mil que marcharon, conclusión fue un desastre.
Nada de vinculación
“Con nosotros no hay absolutamente ninguna vinculación con Álvarez. Siempre hemos pedido que estos hechos se investiguen a fondo; el Poder Ejecutivo ha tomado varias medidas, como congelar las cuentas y apoyar la investigación fiscal.” (Sergio Tejada)
Aparato político Los programas sociales no actúan como unidad articulada sino como aparato político obedeciendo a intereses personales y partidarios.
No basta
“No podemos pensar que vamos a seguir viviendo de las exportaciones de las materias primas o que es suficiente con tener una política macroeconómica envidiable como para mirar con confianza el futuro; eso no basta.” (Ollanta Humala)
Hecho el Depósito legal Nº 2005-2098
Dpto. de Distribución: Telf. 460-7928 Editor: Paco Moreno, Arte y Diseño: Julio Arroyo S, Edición Gráfica: Hugo Curotto.
DIRECCIÓN: AV. JOSÉ PARDO 741 MIRAFLORES TELÉFONOS: 447-1218 / 447-3092 FAX: 444-0883 LOS AUTORES DE NOTAS DE INVESTIGACIÓN Y/U OPINIÓN SON LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE SU ELABORACIÓN Y CONTENIDO. LA CASA EDITORA NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON ELLOS.
www.laprimeraperu.pe
laprimera@laprimeraperu.pe
Relaciones OK Dijimos se inscriba o no Perú+ participamos en municipales. Estamos coordinando posible acuerdo con Perú Patria Segura de Reggiardo con anuencia de PPK. Relaciones OK.
R EVISTA
PR MERA
Miguel Ildefonso
T
enía trece años recién cumplidos cuando, al igual que mi grupo de amigos de la calle Carlos A. Saco del barrio de Apolo en La Victoria, andaba enamorado de una chiquilla que vivía en otra calle. Se llamaba Ángela. Su casa quedaba en el linde de la Urbanización. Era la chica más bonita de Apolo, tenía como catorce años, muy desarrollada para su edad; sus ojos eran algo rasgados, su cabello negro y ensortijado, y la piel clara. No podría decir que era de raza blanca, porque como todos nosotros era mestiza. Marco, Mañuco, Pepe y yo estábamos templadazos de ella en ese verano de 1983. ¿Quién de nosotros sería el que ella eligiera como enamorado? Nos mirábamos, éramos buenos amigos, recién la habíamos conocido, no queríamos pelearnos. Decidimos, por tanto, esperar a saber por quién ella se fijaba más. Y decidimos, además, hacerle guardia al frente de su casa todo el tiempo que podíamos hacerlo. Esto era para que ningún otro se atreva a interponerse. De día cuando ella salía a la calle con sus amigas, nosotros actuábamos normalmente, jugábamos con ellas como si no pasara nada, aunque dentro de cada uno había un extraño y dulce fuego que nos consumía. Pero pasaron semanas, y ya estábamos cansados de esperar. Hasta que una noche, sentados en la vereda frente a su casa, la conversación que sosteníamos derivó sobre el asunto del color de nuestra piel y nuestra imagen en general. No recuerdo bien cómo entramos en aquel asunto que nunca antes habíamos tocado en ninguna parte. Pero, de hecho, habría sido por aquello que una amiga de Ángela le contó a Marco y que queríamos ignorar, a pesar que nos hacía hervir la sangre ya no de amor sino de cólera. Nos dijo que a nuestra musa le gustaba un chico rubio que estudiaba en su colegio. Al principio era algo confuso hablar de lo bello, de los estereotipos estéticos, del racismo y de nuestros orígenes; pero después se volvió algo simple y con un sosiego luego que, pese a que Mañuco era de piel tan clara como la de Ángela, y lo mismo Pepe, quien además tenía el cabello castaño, todos asumimos orgullosamente nuestra choledad. Me viene de lejos este querer demostrativo, como diría Vallejo, cuando veo los debates sobre el tema de la discriminación. Hace poco estuve todo el día en cama por un pequeño accidente y me la pasé oyendo una radio donde la opinión de los que llaman por teléfono importa, bueno, eso decía el slogan de la radio; el asunto es que el tema del día era
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
3
al alumno podía denunciar s afro lo e br iste so profesor si hacía un ch esor tocaba of pr el si o descendientes; llamándola a na m alu el hombro de una clase, ella podría que preste atención a la al. acusarlo de acoso sexu
Un
Nos había dicho su amiga, pero nos mintió, y nosotros le dejamos el camino libre a un tal Javier.
A nuestra musa le gustaba un chico rubio sobre el racismo de un personaje de televisión llamado la Paisana Jacinta. Escuchaba las distintas opiniones de los locutores y de los oyentes a favor de dicho personaje, y en ninguna había un pensamiento que se remitiera a la historia peruana o que profundizara en la caracterización no solo de “la protagonista” sino de los otros que suelen aparecer allí. Algunas eran opiniones superficiales que veían aquel programa
como una simple comedia, otras se amparaban en la libertad de expresión y otras se basaban en que la caricatura (no puede ser representación) de la mujer andina hecha por Jorge Benavides es igual a la que hace un imitador en el programa “Yo Soy” y que, por eso, no hay mala intención. ESTADOS UNIDOS Cuando enseñaba en una universidad de Texas, Estados Unidos,
qué aquí en el Perú hay un sector de poder que le tiene terror a hacer leyes que sirvan para hacernos más civilizados?
¿Por
al empezar el año los profesores obligatoriamente íbamos a escuchar una charla donde se nos entregaba un libro con los reglamentos a cumplir, entre ellos los relacionados al racismo y al de acoso; por ejemplo, un alumno podía denunciar al profesor si hacía un chiste sobre los afro descendientes; o si el profesor tocaba el hombro de una alumna llamándola a que preste atención a la clase, ella podría acusarlo de acoso sexual. Así era de delicado el tema de la discriminación, así como el del acoso. Me pregunto ahora, ¿por qué aquí en el Perú hay un sector de poder que le tiene terror a hacer leyes que sirvan para hacernos más civilizados? Por supuesto que es difícil superar las prácticas racistas que provienen de tiempos del colonialismo español; pero si la Modernidad significa vivir en democracia, entonces hay que descolonizarnos (o decolonizarnos), erradicando no solo el racismo, sino todas las expresiones discriminatorias, como aquellas relacionadas con la población gay, o sobre la mujer, o sobre las personas con discapacidad, o sobre los afro descendientes, o sobre las personas con VIH / SIDA, etc. NADA DE JACINTA Adonde vaya, y viva, yo llevo con orgullo mi “choledad”, por eso no veo ninguna gracia en ese programa de Jorge Benavides, con su pobre producción y sus libretos mediocres; pero que lo transmiten en horario estelar y lo promueven, seguramente, con una costosísima propaganda. En algún chifa he recalado, en alguna pollería he metido grasa a mi cuerpo, y en todos esos lugares, en todos los televisores planos (en sentido directo y metafórico), veo que pasan la Paisana Jacinta o Esto es Guerra, y no puedo evitar mirar a los que están en otras mesas que no despegan sus ojos de aquellas pantallas mientras comen y se olvidan del hambre. Yo nunca me olvidé de Ángela. Y este texto es la prueba. ¿Pero quieren saber con quién finalmente estuvo ella en ese verano? Resultó que el chisme de la amiga fue mentira. Pero cuando nos enteramos de eso ya era tarde. Habíamos dejado la cancha libre a un tal Javi, un nuevo chico que había llegado no sabíamos de dónde, pero que era igual que nosotros.
4
R EVISTA
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
Raúl Wiener
E
n el Perú nadie es racista hasta que alguien estampa un calificativo de raza sobre otro para hacerle recordar que es menos que él. La política criolla que fue por mucho tiempo un ejercicio de la elite blanca se vio de pronto invadida por chinos, cholos y otros que ganan elecciones. Esta es una pequeña historia. En las inolvidables elecciones de 1990, Fujimori apeló a un eslogan de campaña que invitaba a votar por él, y que decía “alguien como tú”. Era una extrema audacia porque bastaba mirar al profesor universitario de origen nisei para darse cuenta que no era una figura tan común como afirmaba. Tan cierto era eso que muy pronto el hijo de japoneses se autodefinió como “chino” que era una manera de hacer más popular y cercano a la gente el antecedente asiático. Los partidarios del Fredemo, de Vargas Llosa, unas señoras y señorones de alta sociedad, jóvenes de los barrios acomodados que reclamaban por un golpe, la tarde de la segunda vuelta en la avenida Javier Prado, consideraban un anatema el resultado. Y en medio de sus quejas estaba que Fujimori no fuera hijo de peruanos, que se hubiera unido a los evangélicos y que su voto proviniera principalmente de los sectores populares. DE FUJIMORI A HUMALA Veintiún años después un casi idéntico conglomerado se lamentaba de una nueva derrota. Pero esta vez su candidata era curiosamente la hija del Fujimori de sus miedos anteriores, y su nuevo fantasma un militar de discurso radical que había vuelto a levantar a los pobres y a las provincias.
PR M
Chino, cholo, blanco y
Los hambrientos de poder de todos los colores han dado lecciones de
En las redes los vencidos se expresaban con rabia del serrano y de la poblada resentida que venía tras suyo. Una explosión de violencia verbal hacia pensar en los tiempos en que mucha gente de la Lima tradicional creía que los pueblos que se habían formado alrededor de la ciudad ocupando los cerros, iban algún día a descargarse las multitudes pobres e
cían “el chi A Velasco le de ojos, pero en s no”, por la forma de su ico, es decir realidad era un tallán típ culturas as un heredero de las viej ber sido traha piuranas, y fácil debió o pobretón an tado como un provinci cuando nadie en sus años de soldado, ría a general, podía suponer que llega presidente , comandante del Ejército Presidente y del comando conjunto no. de una Junta de Gobier
ignorantes sobre la vida feliz de los barrios acomodados. Pero unos meses después lo que se leía en las encuestas era que los sectores A y B se habían vuelto bruscamente ollantistas y más aún nadinistas, con niveles de aprobación que pasaban el 70% ,mientras que los grupos C, D y E, se iban desencantando rápidamente, que Lima creía mucho más en el gobierno por el que no votó que
el sur serrano que le había dado su respaldo masivo al punto de que había departamentos como Cusco donde todos los parlamen tarios elegidos eran del partido del presidente.
SALE “CHINO”, ENTRA CHOLO En el año 1995, Alejandro To ledo logra convencer a sus amigos algunos de ellos con suficiente
MERA
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
mestizos
lasco fue ha El pecado de Ve ía y fuerza berle otorgado autonom que antes es política a muchos sector s, que antes do za permanecían despoliti cuadrados. La estaban básicamente en bio se aprem primera expresión del ca la Asamblea ra ció en las elecciones pa con la apari, 78 Constituyente en 19 erda electoral ción brusca de una izqui s votos del lo que recogió el tercio de raba. pe país cuando nadie lo es
de racismo y discriminación.
o e o no
os, e
dinero para embarcarse en una aventura política, de que la sucesión natural de Fujimori era un hombre que luciera como él, los rasgos típicos del hombre andino, pero en su versión emergente, la del tipo que había hecho el milagro de ascender social y económicamente gracias a la educación y a su esfuerzo. Si el falso “chino” de origen japonés se había marketeado
como “alguien como tú”, por decir alguien de los grupos que nunca habían ejercido el poder y que sufrían el relegamiento de las élites, Toledo podía hablar desde un universo mucho más nutrido sobre todo porque la apelación de “cholo” no era puramente racial, sino socioeconómica, y venía extrañamente acompañada de un acento de turista estadounidense que seguramente pensaba que servía para resaltar su condición de hombre de mundo. Toledo fue una sensación en los primeros momentos de la campaña del 95, pero luego se desinfló como otras postulaciones ante el empuje de la primera reelección fujimorista. En el 2000, el cholo reapareció, reencauchado y convencido de estar tocado por el destino. Ya no tenía acento extranjero, sino una voz profunda e impostada que probablemente le habían preparado sus asesores de campaña y el producto que trataba de vender era el “segundo piso” del edificio empezado a construir por Fujimori. Un cholo para seguir la obra del “chino”, que como todos sabemos terminó más allá de sus cálculos en un cholo para sacar a Fujimori cuyo momento estelar fueron los Cuatro Suyos de julio de 2000, que el fujimorismo embarró con represión y sangre. En el 2001, sin embargo, Toledo se hizo presidente y coronó su victoria con un curioso epígrafe que decía que él era un “error estadístico”, para dar a entender que personas de su origen no llegan a ser profesores en los Estados Unidos, no viven en La Molina y no ganan las elecciones.
5
VELASCO Y LA EMERGENCIA REAL En octubre del 1968, el Perú creía haber vuelto a la normalidad, con un nuevo golpe de Estado con el que se cerraba una etapa de crisis política, económica y social, en la que otra vez los partidos políticos se habían encargado de mostrarse como incapaces de sacar al país de sus graves problemas. A Velasco le decían “el chino”, por la forma de sus ojos, pero en realidad era un tallán típico, es decir un heredero de las viejas culturas piuranas, y fácil debió haber sido tratado como un provinciano pobretón en sus años de soldado, cuando nadie podía suponer que llegaría a general,
comandante del Ejército, presidente del comando conjunto y presidente de una Junta de Gobierno. Pero cuando se trataba de generales golpistas, nuestra oligarquía no solía hacer distingos raciales. En nuestra historia habían generales negros, cholos y de otros colores, que llegaron al poder por las armas y que fueron leales al orden económico y social. Por eso también a Velasco, a pesar de la temprana nacionalización de la IPC y de sus reforma iniciales, lo rodearon una buena parte de la alta sociedad limeña que hasta decía que eran necesarios los cambios, para que nada cambie. Así, las habilidades del general para una ruda co-
nsación en los Toledo fue una se mpaña del la ca primeros momentos de como otras 95, pero luego se desinfló je de la pripu postulaciones ante el em a. mera reelección fujimorist
municación con los pobres, parecía una ventaja, que los políticos profesionales no tenían. Esa virtud se la volverían a reconocer a Fujimori, a Toledo y a Humala. Fue de esa forma que en el primer momento de la dictadura del 68 pareció funcionar una alianza de los grupos de poder con Velasco que se expresaba en encuentros casi diarios que se denominaban Altecos (almuerzo, té y comida), donde acudían los más sonoros apellidos de la época, algunos de los cuales siguen sonando, aunque sus descendientes prefieren no acordarse de que hubo esa afinidad. Hoy, como es evidente, el nombre de Velasco y el recuerdo de la dictadura militar reformista y nacionalista, es uno de los recuerdos más sublevantes en las elites, sea porque fueron afectadas directamente (caso de los propietarios de los grandes medios de comunicación), o porque necesitan encontrar elementos para mantener a la gente bajo una explicación selectiva sobre los fracasos peruanos (la oligarquía no es la responsable del país rezagado y del Estado corrupto que tenemos desde inicios de la república, sino Velasco), pero por sobre todo porque en esa época se produjo una irrupción en la política de sectores que antes estaban fuera o subordinados. RACISMO POLÍTICO El pecado de Velasco fue haberle otorgado autonomía y fuerza política a muchos
sectores que antes permanecían despolitizados que antes estaban básicamente encuadrados. La primera expresión del cambio se apreció en las elecciones para la Asamblea Constituyente en 1978, con la aparición brusca de una izquierda electoral que recogió el tercio de los votos del país cuando nadie lo esperaba. La década de los 80, construyó la idea de que los barrios populares de Lima, los departamentos del sur y otros bolsones de la emergencia social se habían convertido a la izquierda que ahora era la amenaza al viejo poder. La propia izquierda se lo creyó y ese fue su mayor error que la llevó a dilapidar el capital que tenía en las manos en históricas divisiones. Pero ahí nomás vino lo del triunfo de Fujimori y el tercio empezó a ser flotante. Uno podría decir que ese ha sido el punto de partida de nuevos miedos, que alimentan nuevos odios y recrean viejos desvalores de una sociedad estamentaria con rezagos coloniales. Basta ver la idea que transmiten algunos sectores, pequeños pero poderosos que actúan como lo haría un hacendado anterior a la reforma agraria respecto a “sus indios”, que quieren hacer lo que quieren cuando ya se les ha dicho. Si quieren una muestra, búsquenla en El Comercio.
6
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
Eduardo Santana
H
e visto con indignación cómo bombardean de insultos a aquellas personas que piensan distinto a nosotros y asumen, casi siempre desde chicos, la existencia de razas y la superioridad de algunas. Este grupo de personas, seres humanos como nosotros, soporta con hidalguía la presión mediática, social y hasta legislativa que ahora pretende privarlos de sus derechos humanos que, según ellos defienden, son más derechos porque son más humanos. Todos estos ataques abusivos como poema de Alan parecen ignorar, ojalá no a propósito, que se está delante de seres que han sufrido el deterioro de su masa encefálica a merced de algún hongo aún desconocido. Seres nobles que poseen un cerebro en el que los procesos sinápticos se producen una vez por cada gol de Pizarro pero en las eliminatorias. Estas personitas merecen, además de misericordia, medidas compensatorias como apoyo social y estatal para asegurar su recuperación, de ser posible. No nos dejemos de engañar por el aparente bienestar de algunos racistas. Necesitan nuestra ayuda. Tampoco nos ofusquemos si manifiestan su racismo desde algún cargo de poder. Es gente que requiere apoyo. Como es muy fácil soltar ideas sueltas y señalar los problemas y carencias sin proponer nada concreto, me he dado el trabajo de diseñar una posible solución que espero sea tomada en cuenta por algún padre de la patria. LA SOLUCIÓN Es bastante simple. Podríamos empezar por reunirlos a todos en un el estadio o algún lugar grande. Luego, los mete-
R EVISTA
PR MERA
Es gente que requiere apoyo No nos dejemos engañar por el aparente bienestar de algunos racistas.
En las épocas de invasión y colonia era “natural” –otro concepto ladilla- creer en razas y características atribuibles a ellas. Es muy fácil ahora señalar al grupo al que le convenían este tipo de distinciones; sin embargo, hoy, sin colonizadores ni colonizados, la palabra “raza” continúa flotando en el aire como una niebla espesa y tóxica que no deja avanzar a nadie y nadie sabe por qué.
mos en buses ordenados por tonalidad, ya que insisten en diferenciarse de esa manera. Es decir, hacemos una escala de grises y vamos metiendo a la gente desde el “negro bitter” al “blanco hoja bond”, pasando por el “beige al 30%” y todas las posibilidades cromáticas con cuanta gente aparezca. Entonces mandamos todos estos buses a alguna playa inhabitada del sur, previamente acondicionada como una especie de campo de concentración con murallas y torres de vigilancia. Un sistema gulag de trabajos forzados en una playa regia al sur de Asia. Solo hasta que se recuperen, claro. De llegar a este punto nacería un nuevo problema cuya resolución confío a la buena cabeza de las autoridades que tengan a bien tomar en cuenta esta iniciativa. Es probable que el tamaño del refugio crezca hasta dejar a las personas que estén fuera de él como refugiados. HABLANDO EN SERIO Esta creación ordenada, causal, lógica y exclusivamente nuestra que
Si no tie-
nen huesos son invertebrados, si vuelan son aves, si se paran con dos patas son bípedos y, casi con la misma seguridad, algunos piensan que si son chatos y quiscudos son serranos.
llamamos realidad tiene un punto mitad importante y mitad cojudo en su largo esfuerzo por no volvernos locos. Se nos da por clasificar las cosas. Si no tienen huesos son invertebrados, si vuelan son aves, si se paran con dos patas son bípedos y, casi con la misma seguridad, algunos piensan que si son chatos y quiscudos son serranos. (Asumiendo el riesgo de ponernos un poco Mónica Delta en noticiero nocturno) éste último tipo de clasificación que llamamos “raza” es, de lejos, más antojadiza que la mayoría y, lo que es peor, no tiene función alguna. Está por joder, como la ley seca (como si uno no necesitara estar borracho para envalentonarse a votar por alguna gente). En las épocas de invasión y colonia era “natural” –otro concepto ladilla- creer en razas y características atribuibles a ellas. Es muy fácil ahora señalar al grupo al que le convenían este tipo de distinciones; sin embargo, hoy, sin colonizadores ni colonizados, la palabra “raza” continúa flotando en el aire como una niebla espesa y tóxica que no deja avanzar a nadie y nadie sabe por qué.
R EVISTA
PR MERA
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
Dimes y diretes
7
Algunas frases recordables y practicables de gente valiosa.
“El odio a las razas no forma parte de la naturaleza humana; más bien es el abandono de la naturaleza humana.” Orson Welles, cineasta.
“Vivir en cualquier parte del mundo hoy y estar contra la igualdad por motivo de raza o de color es como vivir en Alaska y estar contra la nieve.” William Faulkner, escritor.
“El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando.” Miguel de Unamuno, escritor y filósofo.
“No es que, si se es racista, se sea una mala persona; es que, si se es racista, se es un hijo de la gran puta.” Antonio Gala, escritor.
“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión.” Nelson Mandela
“Yo no sé quién fue mi abuelo; me importa mucho más saber quien será su nieto”. Abraham Lincoln.
8
DOMINGO 18 DE MAYO DE 2014
R EVISTA
PR MERA
OTRAS DISQUISICIONES
en el asno con la dignidad de un caballero y va hacia la historia que lo espera, hacia la historia en la cual él nos espera.
Monta
Víctor Hurtado Oviedo
E
n 1594, aquel que será el hombre del milenio en España, va por sendas de polvo y sed de su patria. Va ridículo caballero en una mula, de aldea en aldea, durante siete años, entregado al oficio de robar muy legalmente –en nombre de su rey– a los pobres campesinos sus cosechas para alimentar las locuras de la Armada «Invencible» y para que medren el parásito militar y esa otra chusma, la «nobleza». Nuestro hombre del milenio va saqueando y sospechando, a sus cuarenta y siete años, que, al revés de la «pérfida Albión» –a la cual le han enseñado a odiar y a la que no odia–, en la guerra de su propia vida, él ha perdido todas las batallas menos la primera (Lepanto es su Sol que se hunde en la mañana). Miguel de Cervantes va así como un galeote encadenado a la miseria, degradado hasta la ignominia de ser el pobre que roba al pobre para que coma el rico. El odiable esquilmador ata el rucio a la puerta de un mesón, bajo el sol diagonal de la tarde. Pide un vaso de vino y lo paga con una moneda que nunca es suya, pues la jauría de las deudas lo persigue desde que, siendo niño, sufrió ver que encarcelaron a su padre por no pagar a un prestamista. Le han dicho que el pobre va preso por no pagar lo que debe, pero Miguel sabe que el pobre va preso por no pagar lo que le deben. Ya no le importa que los curiosos le miren el brazo izquierdo seco y la mano inmóvil, pero a él le gustaría contarles dónde ocurrió aquello: «En la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes...». ¡Le agrada tanto oír a los demás!: al cura lugareño; al rústico cachigordo, crédulo de una fe increíble; al ventero socarrón, quien nada tiene que ocultar excepto su pasado... Todo lo escucha Miguel, todo lo graba porque es el idioma su música profunda; y, aunque los aldeanos lo ignoren, ellos, sus víctimas, son su gente, y se odia por ser el látigo de un poder indigno que ha empezado a despreciar. Le gusta contar a los aldeanos acerca del esplendor de Italia; de la sangre con olor de acero de las batallas; de cinco años de cautiverio entre los moros; del curiosísimo tío de su esposa, hidalgo enjuto que se pasa los días de claro en claro, perdido entre libros de caballería... Habla, hombre consentido
El alquimista
Nuestro hombre del milenio fue un fracasado admirable y ejemplar. del humor, y los poblanos lo rodean porque mucho es el encanto de este hombre crudelizado hoy por la pobreza, quien pagará a los que lo oyen –y a quienes lo lean– con una alquimia de humanidad que devuelve, en oro, el hambre, el olvido y las desdichas.
¡Ah, quién pudiera sentir como Cervantes y escribir como Quevedo!
Miguel sonríe, pero siente que él ya es nada, pues nada hay más innecesario que un héroe a quien nadie necesita. Quiso ser dramaturgo, pero lo borró Lope de Vega. Lope es ya el autor felicísisimo que dio un golpe de gracia en la vieja comedia española –la que Miguel tanto
amaba– y dispersó en polvo los sueños de que sería él, Cervantes, el maestro del teatro de las todas Españas. El recaudador de especies casi cincuentón nunca había sentido tanto el hielo de la ancianidad como cuando supo que jamás se pondrían en escena sus tragedias, tan morales, ni sus comedias; pero es la hora de Lope de Vega, quien ignora lo que es arrojar siete años hacia el pozo de un trabajo que se odia. El Fénix de los Ingenios ejerce ya la primacía en las tablas del teatro, y la tercería en otras tablas, las de los lechos de sus amos. En 1594, Miguel de Cervantes ignora que otra sombra se le alza: un prodigio de 14 años, don Francisco de Quevedo y Villegas. Este chiquillo inesperado será odiador de judíos, árabes y negros; misógino prostibulario que diseminará hijos «naturales» y quien, a los 56 años –obligado por damas de la Corte–, se casará con una mujer a la cual desprecia y a la que abandonará enseguida. Intransigente y endiosado, solo la precaución de haber nacido tres siglos antes lo salvará de ser expulsado de la Falange Española por derechista. Consejero de duques, espía, desterrado por chismoso, encarcelado por conspirador, imperialista incendiado en la desesperación de tocar los pies de barro de su imperio, Quevedo será también un estoico intermitente y un pecador atormentado que echará de sí todo el barroco de una personalidad exasperada y nos dejará una obra cegadora donde el protagonista absoluto es nuestro idioma, tiranizado por una inteligencia suprema: ni un gramo de piedad en el hierro de su furia. ¡Quién pudiera sentir como Cervantes y escribir como Quevedo! El héroe-sobra que se cree acabado, el maestro de la compasión, el señor del optimismo aún en la desgracia que ha sido y será toda su vida, se despide de los aldeanos y sale al campo de la Mancha. Monta en la mula con la dignidad de un caballero y va hacia la historia que lo espera, hacia la historia en la cual él nos espera.