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Viernes, 23 de mayo de 2014
AĂąo 2014 ÂŚ NÂş 164
ÂżDe la expansiĂłn a la recesiĂłn? La crisis econĂłmica toma una vez mĂĄs por sorpresa a los especialistas en economĂa internacional. El Centro del Sur ha venido insistiendo en la necesidad de tomar medidas para evitar que la crisis HFRQyPLFD \ ÂąQDQFLHUD JROSHH D ODV HFRQRPtDV HPHUJHQWHV ÂżCuĂĄn vulnerables son los paĂses en desarrollo y quĂŠ pueden hacer para evitar la FULVLV R FRQWURODUOD" 3iJ
MĂĄs noticias alarmantes sobre el cambio climĂĄtico
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uevos informes sobre la crisis climĂĄtica ponen sobre el tapete la urgencia cada vez mayor de emprender una acciĂłn coordinada a escala mundial para hacer frente a los alarmantes acontecimientos que ya se estĂĄn manifestando. Lamentablemente, esto no estĂĄ sucediendo. El Fondo Verde para el Clima, cuya Junta Directiva se reuniĂł esta semana en Songdu, Corea del Sur, se supone que es HO SULQFLSDO ²QDQFLDGRU GH ORV SURJUDPDV sobre el cambio climĂĄtico en los paĂses en desarrollo. Pero se estĂĄ moviendo lentamente y el objetivo de manejar 100,000 millones de dĂłlares por aĂąo, prometido en 2011 por los paĂses desarrollados, hasta ahora son solo palabras. Las advertencias comenzaron con el informe sobre las medidas de mitigaciĂłn publicado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio ClimĂĄtico (IPCC), el equipo FLHQWt²FR GH ODV 1DFLRQHV 8QLGDV Su informe revelĂł que las emisiones de gases de efecto invernadero estĂĄn aumen-
tando tan rĂĄpidamente que la concentraciĂłn de estos gases en la atmĂłsfera podrĂa saltar de 430 partes por millĂłn (ppm) de diĂłxido de carbono equivalente registrados en 2011, a 750-1,300 ppm en 2100. Entre 450 y 500 ppm es un umbral por encima del cual los niveles resultan muy peligrosos. Es probable que la temperatura global aumente en 2100 entre 3.7 y 4.8 grados centĂgrados por encima de los niveles preindusWULDOHV 8Q DXPHQWR GH PiV GH GRV JUDGRV se considera desastroso, mientras que un DXPHQWR GH FXDWUR JUDGRV VHUtD FDWDVWUy²FR El 5 de mayo, el gobierno de Estados 8QLGRV SXEOLFy OD (YDOXDFLyQ 1DFLRQDO VRbre el Clima, que advierte lo siguiente: “El cambio climĂĄtico, alguna vez considerado como un problema del futuro lejano, se ha GHVSOD]DGR ²UPHPHQWH KDFLD HO SUHVHQWH (‌) Los veranos son mĂĄs largos y calurosos, y los extensos perĂodos inusuales de calor duran mĂĄs de lo que cualquier estadounidense vivo jamĂĄs habĂa vivido. Los inviernos son generalmente mĂĄs cortos y mĂĄs cĂĄlidos. La lluvia se presenta en aguaceros mĂĄs intensos. La gente estĂĄ viendo cambios en la duraciĂłn y severidad de las alergias estacionales, las variedades de plantas que crecen en sus jardines y las especies
de aves que ven en sus [vecindarios] en cualquier mesâ€?. (O GH PD\R FLHQWt²FRV GH (VWDGRV 8QLGRV UHYHODURQ TXH JLJDQWHVFRV JODFLDres en la zona occidental de la AntĂĄrtida se estĂĄn derritiendo tan rĂĄpido que no es posible revertir el proceso. En seis glaciares del Mar de Amundsen, las lĂneas de varadura (grounding line, la lĂnea submarina GRQGH OD SODWDIRUPD GH KLHOR ÂłRWDQWH GHO glaciar se convierte en una plataforma de KLHOR TXH HVWi ²MD \ YDUDGD VREUH HO IRQGR marino) se estĂĄn reduciendo. Partes de los JODFLDUHV TXH KDEtDQ HVWDGR ²MDGRV DO IRQGR PDULQR DKRUD HVWiQ ÂłRWDQGR La reducciĂłn de los glaciares provocarĂĄ XQ DXPHQWR GH OD ÂłRWDFLyQ \ HO GHUUHWL-
Estados Unidos se ve constreĂąido en lo que puede ofrecer en las QHJRFLDFLRQHV VREUH el clima. Esto limita seriamente cualquier ORJUR D WUDYpV GH un acuerdo mundial.
miento de los glaciares, y se convertirĂĄ en una de las principales causas del aumento del nivel del mar. La pĂŠrdida de la totalidad de la AntĂĄrtida occidental elevarĂa el nivel del mar en hasta 1.2 metros de largo en los prĂłximos dos siglos, segĂşn los documentos GH GRV HTXLSRV FLHQWt²FRV /DV ]RQDV FRVWHras y las ciudades de baja altitud quedarĂĄn inundadas, miles de millones de personas tendrĂĄn que trasladarse y habrĂĄ grandes pĂŠrdidas en materia de infraestructura, viviendas y construcciones. El 13 de mayo, el 1HZ <RUN 7LPHV informĂł sobre la advertencia dada por una agencia de investigaciĂłn militar, CorporaFLyQ &$1 DFHUFD GH TXH HO FDPELR FOLPiWLFR plantea un grave riesgo para la seguridad nacional y puede ser un catalizador de conÂłLFWRV SROtWLFRV JOREDOHV La sequĂa provocada por el cambio climĂĄtico en Medio Oriente y Ă frica estĂĄ SURYRFDQGR FRQÂłLFWRV SRU OD FRPLGD \ HO agua, y una escalada de las tensiones reJLRQDOHV \ pWQLFDV TXH VH PDQL²HVWDQ HQ violentos enfrentamientos. Por otro lado, los crecientes niveles del mar ponen en riesgo a las personas y al suministro de alimentos en las regiones costeras, como el este de India, Bangladesh y el Delta del
0HNRQJ HQ 9LHWQDP \ SRGUtDQ GDU OXJDU a una nueva ola de refugiados, segĂşn el informe del Consejo asesor militar de la &RUSRUDFLyQ &$1 El secretario de Estado de Estados 8QLGRV -RKQ .HUU\ \ IXQFLRQDULRV GHO PentĂĄgono expresaron que el informe SRGUtD LQÂłXLU HQ OD SROtWLFD H[WHULRU \ PLOLWDU GHO SDtV 7DO YH] OD DGPLQLVWUDFLyQ GH %DUDFN 2EDPD WRPH HQ VHULR OD SROtWLFD nacional sobre el cambio climĂĄtico, pero desafortunadamente tiene la oposiciĂłn del Partido Republicano y la mayorĂa del Congreso. Dado que no es posible tener una legislaciĂłn mĂĄs amplia sobre el clima, el presidente estadounidense estĂĄ adoptando medidas ejecutivas para reducir las emisiones, pero incluso algunas de ellas tambiĂŠn son cuestionadas por el Congreso. (VWDGRV 8QLGRV WDPELpQ VH YH FRQVtreĂąido en lo que puede ofrecer en las negociaciones globales sobre el clima, ya sea para mitigaciĂłn o para la prestaciĂłn de fondos y la transferencia de tecnologĂa a los paĂses en desarrollo. Esto limita seriamente cualquier logro a travĂŠs de un acuerdo mundial. 'LUHFWRU HMHFXWLYR GHO &HQWUR GH 6XU
agenda Casualidades sospechosas HĂŠctor BĂŠjar www.hectorbejar.com
La RepĂşblica Federal de Nigeria Hausa Fulani, Yoruba e Igbo estĂĄ en Ă frica occidental, golfo de Guinea. Tiene treinta y seis estados y un distrito federal. Su capital es Abuya. Tiene ciento setenta y cuatro millones de habitantes. Es el paĂs mĂĄs poblado de Ă frica y el sĂŠptimo del mundo en poblaciĂłn. En el 2050 tendrĂĄ doscientos cincuenta y ocho millones de habitantes; quinientas diez lenguas vivas; doscientos cincuenta grupos ĂŠtnicos. El 50.4 por ciento de la poblaciĂłn son musulmanes, el 48.2 por ciento cristianos. Produce mĂĄs de dos millones de barriles al dĂa. Es el quinto proveedor de petrĂłleo de los Estados Unidos. CreciĂł nueve por ciento en 2008, 8.3 por ciento en 2009 y ocho por ciento en 2011. EstĂĄ entre los PrĂłximos Once (N-11). El grupo ĂŠtnico de la regiĂłn norte es Hausa Fulani, musulmanes. Los Yorubas dominan el sur. La mitad son cristianos y cerca de un cuarto, musulmanes. El grupo Igbo es el mĂĄs grande del sudeste. La mayorĂa son catĂłlicos romanos. Los igbos son la elite. Ocupan la administraciĂłn pĂşblica, las empresas y las fuerzas de seguridad. Nigeria tiene Nollywood, la segunda industria del cine mĂĄs grande en el mundo, detrĂĄs de Bollywood y por delante de Hollywood, con mĂĄs de siete mil ²OPHV HQ WUHFH DxRV /RV QLJHULDQRV WLHQHQ XQ SDVDGR GH GLH] PLO DxRV 6H RULJLQDQ HQ ORV EDQW~HV que se extendieron por Ă frica Central y Meridional en el siglo V a.c. DespuĂŠs los sudaneses negros se mezclaron con los bereberes y se originĂł la etnia hausa a SDUWLU GHO VLJOR ;,9 FXDQGR HPSH]y HO WUi²FR GH HVFODYRV Cuando ĂŠste fue abolido, le sucediĂł el aceite de palma. Los britĂĄnicos formaron la United African Co., que en 1882 se convirtiĂł en la National African Co. Ltd. DespuĂŠs United Africa Co., asociada a Unilever para el aceite de palma. La Royal Niger Co. controlĂł la navegaciĂłn en el rĂo NĂger en guerra con los franceses. Los ingleses tomaron en 1897 el control del territorio y crearon Nigeria. En la Primera Guerra Mundial (agosto de 1914), las tropas nigerianas, dirigidas por generales britĂĄnicos, conquistaron CamerĂşn y el Ă frica Oriental Alemana. Nigeria fue â&#x20AC;&#x153;la India de Ă fricaâ&#x20AC;?. Independizada en 1960, se convirtiĂł en repĂşblica dentro de la Comunidad BritĂĄnica. (Q ORV DxRV VHWHQWD HO JRELHUQR El gobernador del Banco ²UPy FRQWUDWRV FRQ 6KHOO 7H[DFR \ Central de Nigeria, Lamido &KHYURQ 7RPy HO FRQWURO GH OD UH²nerĂa de Port Harcourt I de Shell Oil. Sanusi, anunciĂł que invertirĂĄ del cinco al diez (Q IXH FRQVWUXLGD OD UH²QHUtD Port Harcourt II. La dictadura de Abapor ciento de las reservas cha en 1994 propiciĂł la importaciĂłn \ DEDQGRQy ODV UH²QHUtDV &RPR OD en yuanes, como ya lo estĂĄn haciendo India, gasolina importada salĂa mĂĄs cara el gobierno la subsidiĂł. Los subsidios JapĂłn, Rusia e IrĂĄn. precipitaron la corrupciĂłn. El 1 de enero de 2012, sin previo aviso, el presidente eliminĂł los subsidios. Los precios de la gasolina se dispararon a casi el triple: de sesenta y cinco nairas (treinta y cinco centavos de dĂłlar) por litro a ciento cincuenta (noventa y tres centavos). /D LQÂłDFLyQ VH KD GLVSDUDGR (O JRELHUQR RUGHQy D ORV PLOLWDUHV VDOLU D ODV FDOOHV La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, estuvo en Nigeria en los dĂas previos a la abrupta decisiĂłn. Jeffrey Sachs, Asesor Especial del secretario general de las Naciones Unidas, declarĂł que retirar las subvenciones era â&#x20AC;&#x153;una polĂtica audaz y correctaâ&#x20AC;?. Sachs condujo la terapia de choque para Polonia, Rusia, Ucrania y Bolivia. En mayo de 2010, la China State Construction Engineering Corporation Limited &6&(& ²UPy HO DFXHUGR SDUD FRQVWUXLU WUHV UH²QHUtDV FRQ OD 1LJHULDQ 1DWLRQDO Petroleum Corporation (NNPC), en el negocio mĂĄs grande que China ha hecho con Ă frica: 28,000 millones de dĂłlares. Los tres proyectos chinos estĂĄn bloqueados. En 2010, los prĂŠstamos y exportaciones de China a Nigeria superaron los 7,000 millones de dĂłlares. En setiembre pasado, el gobernador del Banco Central de Nigeria, Lamido Sanusi, anunciĂł que invertirĂĄ del cinco al diez por ciento de sus reservas en la moneda china (renminbi o yuan). El traslado lejos de los dĂłlares se suma a lo que ya estĂĄn haciendo India, JapĂłn, Rusia, IrĂĄn y otros paĂses. Es en estas circunstancias que aparece una nueva ola de atentados de la sospechoVDPHQWH ELHQ DUPDGD %RNR +DUDP 'HVGH KDFH FLQFR DxRV KDQ FREUDGR FXDWUR PLO YLGDV y han forzado a medio millĂłn de personas a abandonar sus hogares. ÂżCasualidades?
Las economĂas emergentes ante una
ÂżDe la expansi El Centro del Sur ha venido insistiendo en la apremiante necesidad de que se tomen medidas urgentes para evitar TXH OD FULVLV HFRQyPLFD \ ÂąQDQFLHUD impacte a las economĂas emergentes. ÂżCuĂĄn vulnerables son los paĂses en desarrollo y quĂŠ pueden hacer para evitar o controlar la crisis? <Ă&#x2C6;OPD] $N\Â ]
U
na vez mĂĄs, la crisis toma por sorpresa a la mayorĂa de los especialistas en asuntos econĂłmicos internacionales. Antes de que la economĂa mundial haya podido recuperarse plenamente de la crisis que comenzĂł hace mĂĄs GH FLQFR DxRV VH HVWi SURSDJDQGR \D el temor de la llegada de una nueva que afectarĂa esta vez a las economĂas emergentes. (Q UHDOLGDG ODV VHxDOHV GH IUDJLOLGDG ²QDQFLHUD H[WHUQD HQ YDULDV GH estas economĂas han sido visibles desde el principio de la crisis en Estados Unidos y Europa. El Centro del Sur ha insistido en numerosas ocasiones en la amenaza de que el auge de las corrientes de capital, que comenzĂł en la primera mitad de la dĂŠcada de 2000 y se mantuvo incluso despuĂŠs del colapso de Lehman Brothers, estĂŠ generando graves desequilibrios en los paĂses en desarrollo que podrĂan traer consigo interrupciones sĂşbitas o inversiones de las corrientes de capital. El anĂĄlisis de las decisiones en materia de polĂticas en respuesta a la crisis en las economĂas avanzadas y en especial en Estados Unidos como emisor de la principal moneda de reserva, es fundamental para explicar la situaciĂłn actual. Los gobiernos han sido renuentes a eliminar el sobreendeudamiento FDXVDGR SRU OD FULVLV ²QDQFLHUD SRU PHdio de una restructuraciĂłn oportuna, ordenada y exhaustiva de la deuda y han pasado abruptamente de una exSDQVLyQ LQLFLDO D OD DXVWHULGDG ²VFDO El resultado ha sido una dependencia excesiva de las polĂticas monetarias para combatir la Gran RecesiĂłn y una incursiĂłn de los bancos centrales en terrenos inexplorados como el lĂmite cero para las tasas de interĂŠs de intervenciĂłn
y la adquisiciĂłn de obligaciones a largo plazo de emisores pĂşblicos y privados (programas de expansiĂłn cuantitativa). Esta polĂtica monetaria excesivamente laxa no ha logrado reducir el sobreendeudamiento ni estimular el consumo. Sin embargo, ha causado IUDJLOLGDG ²QDQFLHUD GHQWUR \ IXHUD GH los paĂses, en especial, en las economĂas emergentes. Incluso Estados Unidos es vulnerable porque puede que la Reserva Federal no logre abandonar la polĂtica monetaria excesivamente laxa y normalizar el WDPDxR \ OD HVWUXFWXUD GH VX EDODQFH general sin perturbar el mercado y no puede mantenerla sin que se originen burbujas. La disminuciĂłn de la compra GH DFWLYRV QR FRQVWLWX\H D~Q XQD VHxDO de la aplicaciĂłn de una polĂtica monetaria restrictiva ni la normalizaciĂłn del balance de la Reserva Federal pues no reduce el nivel de los activos a largo plazo en su balance sino las compras mensuales. AdemĂĄs, la Reserva Federal se ha comprometido a mantener las tasas de intervenciĂłn en unos niveles histĂłricamente bajos por algĂşn tiempo, incluso aunque la tasa de desempleo se sitĂşe por debajo de un 6.5 por ciento, si OD LQÂłDFLyQ VLJXH VLHQGR EDMD (V GHFLU persisten aĂşn las polĂticas de dinero extremadamente abundante. Sin embargo, los mercados ya han comenzado a apostar por la normalizaciĂłn de la polĂtica monetaria y ĂŠsta es la razĂłn principal del aumento de las tasas a largo SOD]R \ GH OD WXUEXOHQFLD ²QDQFLHUD HQ las economĂas emergentes. Sin duda, las polĂticas aplicadas han contribuido considerablemente al aumento de la vulnerabilidad exterior de varias economĂas emergentes. Muchas de ellas que dependen de los productos bĂĄsicos han sido incapaces de manejar los auges gemelos de los precios de los productos bĂĄsicos y de las corrientes de
capital que comenzaron a principios del siglo XXI y continuaron hasta hace poco tiempo, tras una breve interrupciĂłn entre 2008 y 2009. Ă&#x2030;stos y algunos otros paĂses se han quedado de brazos cruzados ante el peligro que la bonanza del ingreso de divisas representa para sus industrias, se han dejado llevar por el auge GHO FRQVXPR LPSXOVDGR SRU HQWUDGDV ²QDQFLHras a corto plazo y por el endeudamiento en el extranjero de sus sectores privados y han dejado DSUHFLDU VXV PRQHGDV \ DXPHQWDU VXV Gp²FLWV externos. Los muros levantados deprisa, mal y demasiado tarde contra las entradas desestabilizadoras no tienen la envergadura necesaria para evitar la acumulaciĂłn de desequilibrios y la IUDJLOLGDG ²QDQFLHUD El Fondo Monetario Internacional (FMI), como organizaciĂłn responsable de salvaguardar OD HVWDELOLGDG PRQHWDULD \ ²QDQFLHUD LQWHUQDFLRnal, tampoco ha logrado recomendar polĂticas sensatas ni en las principales economĂas avanzadas ni en los paĂses del Sur. Ha sido incapaz GH LGHQWL²FDU FRUUHFWDPHQWH ODV IXHU]DV GHWUiV
a global
Viernes, 23 de mayo de 2014
a nueva crisis
iĂłn a la recesiĂłn?
de la expansiĂłn de las economĂas emergentes y aunque recientemente ha dado un giro a sus polĂticas, estaba entre quienes hablaban del â&#x20AC;&#x153;auge del Surâ&#x20AC;? y sostenĂan que estas economĂas estĂĄn VX²FLHQWHPHQWH GHVFRQHFWDGDV GH ODV ÂłXFWXDciones econĂłmicas del Norte y se han convertido en nuevos motores del crecimiento, subestimando asĂ su vulnerabilidad a los cambios en las polĂticas y las condiciones del Norte, en particular en Estados Unidos. Incluso cuando resultĂł evidente que las entradas de capital suponĂan una grave amenaza para la estabilidad macroeconĂłmica y ²QDQFLHUD GH HVWDV HFRQRPtDV HO )0, DFRQVHMy evitar en la medida de lo posible los controles de capital y aplicarlos Ăşnicamente como Ăşltimo recurso y de manera temporal. Las medidas de respuesta al empeoramiento GH ODV WXUEXOHQFLDV ²QDQFLHUDV \ D OD GLItFLO VLWXDciĂłn de la balanza de pagos que deberĂan aplicarse en los paĂses del Sur son similares en muchos
aspectos a las medidas recomendadas por el Centro del Sur cuando comenzĂł la Gran RecesiĂłn. El objetivo principal deberĂa ser salvaguardar los ingresos y el empleo. Los paĂses en desarrollo no deberĂan verse privados de ejercer su derecho a aplicar medidas comerciales legĂtimas para racionalizar las importaciones por medio de restricciones VHOHFWLYDV D ²Q GH GHVWLQDU VXV HVFDVDV divisas a satisfacer necesidades mĂĄs apremiantes como la importaciĂłn de bienes intermedios, bienes de inversiĂłn y productos alimentarios. Las economĂas emergentes tambiĂŠn deberĂan evitar usar sus reservas SDUD ²QDQFLDU ODV VDOLGDV GH FDSLWDO LPportantes y persistentes. La experiencia en la materia indica que cuando se HQGXUHFHQ ODV FRQGLFLRQHV ²QDQFLHUDV
mundiales, a los paĂses con grandes GHXGDV H[WHUQDV \ Gp²FLWV OHV UHVXOWD extremadamente difĂcil restablecer la ¨FRQ²DQ]DŠ \ UHFXSHUDU HO FRQWURO PDcroeconĂłmico con el solo hecho de deMDU ÂłRWDU VXV PRQHGDV OLEUHPHQWH \ R aumentar sus tipos de interĂŠs. Tampoco deberĂan recurrir a los prĂŠstamos de IXHQWHV R²FLDOHV D ²Q GH PDQWHQHU VXV cuentas de capital abiertas y permanecer al dĂa en sus obligaciones con los acreedores e inversores extranjeros. DeberĂan, en cambio, incluir a los prestamistas y los inversores privados en la soluciĂłn de las crisis de la balanza de pagos y de la deuda, entre otras cosas, por medio de restricciones en materia de divisas y moratorias temporales de pagos. El FMI deberĂa respaldar estas medidas cuando sea necesario mediante la concesiĂłn de prĂŠstamos a paĂses con atrasos. El FMI no cuenta actualmente con los recursos necesarios para hacer IUHQWH GH PDQHUD H²FD] D XQD LPSRUtante contracciĂłn de la liquidez internacional a la que podrĂa dar lugar un cambio en Estados Unidos hacia una polĂtica monetaria restrictiva. TambiĂŠn podrĂa ser Ăştil la asignaciĂłn de derechos especiales de giro (DEG) en funciĂłn de las necesidades de los paĂses y no de sus cuotas. Sin embargo, una mayor responsabilidad recae sobre los bancos centrales de las economĂas avanzadas que, como iniciadores de los impulsos desestabilizadores que amenazan al Sur, pueden y deben actuar como prestamistas casi internacionales de Ăşltimo recurso para las economĂas emergentes que hacen frente a graves problemas de liquidez por medio de crĂŠditos recĂprocos (acuerdos de swaps) o directamente comprando los bonos soberanos de estos paĂses. La Reserva Federal de Estados Unidos podrĂa comprar bonos de estos paĂses emitidos internacionalmente para sostener sus precios y bonos nacionales para proporcionar liquidez. No hay razĂłn para que los otros principales bancos centrales no hagan lo mismo. En quĂŠ medida deberĂan usarse estos instrumentos como las restricciones en materia de divisas y moratorias temporales de pagos, las concesiones de prĂŠstamos a paĂses con atrasos por parte del FMI, la asignaciĂłn considerable de DEG, el apoyo a los mercados y el suministro de liquidez por parte de
los principales bancos centrales, depende sin duda de las circunstancias particulares de cada economĂa emergente. Sin embargo, estos mecanismos no convencionales deben formar parte de un arsenal de medidas que deben desplegarse en la forma y medida neFHVDULDV D ²Q GH DOHMDUVH GH ODV VROXciones para salir del paso que caracterizaron a las intervenciones pasadas en las crisis de dividas y de la balanza de pagos en el Sur y evitar problemas que hubieran podido ahorrarse. La economĂa mundial se enfrenta a un panorama sombrĂo debido principalPHQWH D TXH ODV GH²FLHQFLDV VLVWpPLFDV GH OD DUTXLWHFWXUD HFRQyPLFD \ ²QDQciera mundial que dieron lugar a la crisis mĂĄs grave de la posguerra aĂşn persisten. (O GRFXPHQWR ²QDO GH OD &RQIHrencia de las Naciones Unidas sobre la FULVLV ²QDQFLHUD \ HFRQyPLFD PXQGLDO \ sus efectos sobre el desarrollo celebrada en 2009 reconoce claramente que entre las causas principales de la misma se encuentran â&#x20AC;&#x153;los puntos dĂŠbiles y desequilibrios de larga dataâ&#x20AC;? y propuso â&#x20AC;&#x153;reformar y fortalecer la estructura y el VLVWHPD ²QDQFLHURV LQWHUQDFLRQDOHVŠ D ²Q GH UHGXFLU OD SUREDELOLGDG GH TXH VH repitan estas crisis. (Q HO GRFXPHQWR VH VHxDODQ GLYHUsas ĂĄreas que necesitan reformas sistĂŠmicas como la regulaciĂłn de los princiSDOHV FHQWURV ²QDQFLHURV ODV FRUULHQWHV internacionales de capital y los mercaGRV ²QDQFLHURV HO VLVWHPD LQWHUQDFLRQDO de reservas y, en particular, la funciĂłn de los DEG, el enfoque internacional de los problemas de la deuda de los paĂses en desarrollo y los mandatos, polĂticas y JREHUQDQ]D GH ODV LQVWLWXFLRQHV ²QDQcieras internacionales. Hasta ahora, la comunidad internacional ha sido incapaz de lograr avances VLJQL²FDWLYRV HQ QLQJXQD GH HVWDV FXHVtiones. Es necesario poner estos temas nuevamente sobre la mesa de negociaciones si se quieren evitar las graves reSHUFXVLRQHV GH QXHYDV FULVLV ²QDQFLHUDV * Economista jefe del Centro del Sur. Este artĂculo, que se publicĂł en South Bulletin NÂş 79, el 6 de mayo de 2014, es un resumen del Documento de investigaciĂłn NÂş 50, â&#x20AC;&#x153;Crisis Management in the United States and Europe: Impact on Developing Countries and Longer-term Consequencesâ&#x20AC;? del Centro del Sur, disponible en inglĂŠs en www.southcentre.int/
El Ăşltimo viernes de cada mes, todo sobre la COP 20
South-North Development Monitor
O OMC: informe del presidente del Grupo de NegociaciĂłn sobre las Normas. El presidente del Grupo
de NegociaciĂłn sobre las Normas de la OrganizaciĂłn Mundial del Comercio (OMC), el embajador de Jamaica Wayne McCook, informĂł en una reuniĂłn informal el 16 de mayo que algunas delegaciones manifestaron que los primeros trabajos podrĂan ser contraproducentes y habĂan indicado sus prioridades en las negociaciones. (20/5/2014)
O OMS: preocupa alianza con la industria farmacĂŠutica. Existe la preocupaciĂłn de que la alianza de la OrganizaciĂłn Mundial de la Salud (OMS) con la industria farmacĂŠutica facilite la captura del encargado de la regulaciĂłn de la medicina por parte de las empresas multinacionales. (20/5/2014)
O Naciones Unidas: informe sobre los ODS. Los copresidentes
del Grupo de Trabajo Abierto sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, los embajadores Macharia Kamau (Kenia) y Csaba Korosi (HungrĂa), produjeron un informe de dos pĂĄginas que acompaxDUi HO PDUFR GH ORV REMHWLYRV TXH VH ha enviado a todos los paĂses miembros. La 11ÂŞ sesiĂłn tuvo lugar del 5 al 9 de mayo en la sede del foro mundial en Nueva York. (20/5/2014)
O Naciones Unidas: contrataciĂłn pĂşblica y derecho a la alimentaciĂłn. Los Estados deberĂan armonizar
sus polĂticas y regĂmenes de contrataciĂłn pĂşblica con su obligaciĂłn de realizar progresivamente el derecho a una alimentaciĂłn adecuada, recomendĂł el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la AlimentaciĂłn, Olivier De Schutter, en su informe titulado â&#x20AC;&#x153;El Poder de las Adquisiciones: compras pĂşblicas al servicio de realizar el derecho a la alimentaciĂłnâ&#x20AC;?, en el que WDPELpQ VH UH²HUH D ODV SRVLEOHV OLPLWDciones que se encuentran en el Acuerdo sobre ContrataciĂłn PĂşblica de la OMC. (19/5/2014)
SUNS es una fuente Ăşnica de informaciĂłn y anĂĄlisis sobre temas de desarrollo internacional, con especial ĂŠnfasis en las negociaciones Norte-Sur y Sur-Sur. El servicio en inglĂŠs estĂĄ disponible para suscriptores en: http://www.sunsonline.org
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Viernes, 23 de mayo de 2014
Fabiana Frayssinet/IPS
Desigualdad y democracia Roberto Savio*
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o pasa un dĂa sin noticias sobre la creciente desigualdad, el indicador que revela el tipo de modelo econĂłmico en el cual nos hemos embarcado, gracias a la doctrina neoliberal pregonada por el llamado Consenso de Washington desde los aĂąos noventa. La suposiciĂłn de que el crecimiento econĂłmico es â&#x20AC;&#x153;una marea alta que levanta todos los barcosâ&#x20AC;?, como proclamĂł Margaret Thatcher cuando anunciĂł la guerra al Estado de Bienestar, asĂ como el lema paralelo de TXH XQD SROtWLFD IDYRUDEOH D ORV ULFRV ¨²Otra riqueza para todosâ&#x20AC;?, estĂĄn hoy en dĂa completamente desacreditados. Se dice que los hechos son tercos. Con hechos, el economista francĂŠs Thomas Piketty prueba, a travĂŠs de un monumental anĂĄlisis estadĂstico mundial titulado El capital en el siglo XXI, que a lo largo de los dos Ăşltimos siglos el capital ha obtenido mayores dividendos que el trabajo. El estudio ha demostrado que el crecimiento econĂłmico se ha distribuido de manera desigual entre la gente comĂşn y los ricos, de manera que estos Ăşltimos captan la PD\RU SDUWH GH ORV EHQH²FLRV \ VRQ FDGD vez mĂĄs ricos. (Ver recuadro.)
De acuerdo con el modelo econĂłmico vigente, los herederos de capitales se quedan con la parte principal del crecimiento. En otras palabras, succionan su creciente riqueza del resto de la poblaFLyQ (VWR VLJQL²FD TXH HVWDPRV YROYLHQdo a los tiempos imperiales de la reina 9LFWRULD HQ *UDQ %UHWDxD ÂŚ (VWi SUREDGR TXH HO FDSLWDOLVPR ²nanciero lleva la delantera sobre el capitalismo productivo. La revista estadounidense Alfa enumera los veinticinco gestores de fondos especulativos mejor pagados. El aĂąo pasado, estos directivos -todos hombres- ganaron la asombrosa VXPD GH PiV GH PLOORQHV GH Gylares. Esto supera los ingresos nacionales conjuntos en el mismo aĂąo de diez paĂses africanos: Burundi, Eritrea, Gambia, Guinea, NĂger, RepĂşblica Centroafricana, Santo TomĂŠ, Seychelles, Sierra Leona y Zimbabue. El premio Nobel de EconomĂa Paul Krugman escribe que, considerando el SRU FLHQWR FRQ PD\RUHV LQJUHVRV HQ Estados Unidos, se ha regresado al siglo XIX. SegĂşn el Ăndice de multimillonarios Bloomberg, los trescientos individuos mĂĄs ricos del mundo aumentaron su riqueza el aĂąo pasado en 524,000 millones de dĂłlares, mĂĄs que los ingresos conjuntos de Dinamarca, Finlandia, Grecia y Portugal. Lo mismo vale para (XURSD 3RU HMHPSOR HQ (VSDxD HQ las jubilaciones de veintitrĂŠs banqueros DVFHQGLHURQ D PLOORQHV GH HXURV La misma tendencia se observa en toda
Europa, incluso en los paĂses nĂłrdicos, pero tambiĂŠn en Brasil, China, SudĂĄfrica y otras partes del mundo. Esta pasmosa disparidad ha llegado a considerarse una tendencia normal en la â&#x20AC;&#x153;nueva economĂaâ&#x20AC;?, mientras el trabajo se trata como una mera variable de la producciĂłn y el desempleo permanente se juzga inevitable y estructural. Por otra parte, las Naciones Unidas D²UPDQ TXH OD SREUH]D H[WUHPD HQ HO mundo se ha reducido a la mitad. El nĂşmero de personas que viven con PHQRV GH GyODUHV GLDULRV SDVy GH cuarenta y siete por ciento de la poEODFLyQ PXQGLDO HQ D YHLQWLGyV SRU FLHQWR HQ 7RGDYtD TXHGDQ PLO doscientos millones que viven en la pobreza extrema, mientras una nueva clase media estĂĄ emergiendo en todo el mundo, gracias fundamentalmente a Brasil, China e India. Por ello, los defensores del modelo econĂłmico actual argumentan que â&#x20AC;&#x153;la existencia de unos pocos multimillonarios no debe utili-
En el modelo econĂłmico vigente, los herederos de capitales se quedan con la parte principal del crecimiento. En otras palabras, succionan su creciente riqueza del resto de la poblaciĂłn.
El pĂĄnico a Piketty Los conservadores estĂĄn aterrorizados con las tesis contenidas en el libro del economista francĂŠs Thomas Piketty El capital en el siglo XXI, escribiĂł el premio Nobel de EconomĂa Paul Krugman en su columna del New York Times. â&#x20AC;&#x153;Por eso, James Pethokoukis, del Instituto Estadounidense de la Empresa, advierte en National Review de que el trabajo de Piketty debe ser rebatido, porque, de lo contrario, â&#x20AC;&#x2DC;se propagarĂĄ entre la intelectualidad y remodelarĂĄ el paisaje polĂtico-econĂłmico en el que se librarĂĄn todas las futuras batallas de las ideas polĂticasâ&#x20AC;&#x2122;. Pues bueno, les deseo buena suerte. Por ahora, lo realmente sorprendente del debate es que la derecha parece incapaz de organizar ninguna FODVH GH FRQWUDDWDTXH VLJQL²FDWLYR D ODV WHVLV GH 3LNHWW\Š La autĂŠntica novedad del libro de Piketty, segĂşn Krugman, â&#x20AC;&#x153;es la manera en que echa por tierra el mĂĄs preciado de los mitos conservadores: el empeĂąo en que vivimos en una meritocracia en la que las grandes fortunas se ganan y son merecidasâ&#x20AC;?. Ahora que los conservadores carezcan â&#x20AC;&#x153;de argumentos FRKHUHQWHV QR VLJQL²FD TXH HVWpQ GHVDSDUHFLGRV SROt-
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PublicaciĂłn de LA PRIMERA y el Instituto del Tercer Mundo (ITeM).
ticamenteâ&#x20AC;? y, de hecho, â&#x20AC;&#x153;su voz suena mĂĄs fuerte que nuncaâ&#x20AC;?, advierte Krugman. â&#x20AC;&#x153;Aun asĂ, las ideas tambiĂŠn son importantes, ya que dan forma a la manera en que nos referimos a la sociedad y, en Ăşltimo tĂŠrmino, a nuestros actos. Y el pĂĄnico a Piketty muestra que a la derecha se le han acabado las ideasâ&#x20AC;?.
Redactor responsable: Roberto Bissio Redactor asociado: Carlos Alonso Bedoya
zarse para negar el enorme progreso que ha creado mil millones de nuevos ciudadanos de clase mediaâ&#x20AC;?. Este planteamiento tiene tres problemas obvios. El primero es que este modelo econĂłmico estĂĄ limitando los ingresos de la clase media en los paĂses ricos, y agravarĂĄ sus efectos a largo plazo. El consumo de los multimillonarios no puede sustituir el consumo de millones de ciudadanos de clase media. Por ejemplo, la producciĂłn de automĂłviles sobrepasa a la demanda, y lo mismo sucede con muchos otros productos. La pobreza global estĂĄ disminuyendo, pero al mismo tiempo la desigualdad estĂĄ aumentando. El segundo problema es que los ricos pagan actualmente mucho menos impuestos que en el pasado, gracias a P~OWLSOHV EHQH²FLRV ²VFDOHV TXH VH LQtrodujeron en los tiempos de Ronald Reagan, bajo el lema â&#x20AC;&#x153;la riqueza produce riqueza y la pobreza produce pobrezaâ&#x20AC;?. El presidente de Francia, François Hollande, ha descubierto a pesar suyo que hoy en dĂa no se puede gravar el capital, porque es sagrado. Por lo menos 300,000 millones de dĂłlares en ingresos tributarios se pierden cada aĂąo a travĂŠs de una combiQDFLyQ GH LQFHQWLYRV ²VFDOHV FRUSRUDWLYRV y la evasiĂłn de impuestos. Se estima que unos cuatro billones de dĂłlares estĂĄn esFRQGLGRV HQ SDUDtVRV ²VFDOHV El tercer problema es muy grave. Resulta redundante citar alguno de los innumerables ejemplos de cĂłmo la polĂtica se ha subordinado a los intereses econĂłmicos. Un ciudadano comĂşn y corriente no tiene el mismo poder que un multimillonario. Resulta irĂłnico que la Corte Suprema de Estados Unidos haya eliminado los lĂmites a las donaciones a ORV SDUWLGRV SROtWLFRV FRQ OD MXVWL²FDFLyQ de que todas las personas son iguales. Puesto que las elecciones presidenciales cuestan unos 2,000 millones de dĂłlares, Âżes un ciudadano comĂşn realmente igual a Sheldon Adelson, el magnate HVWDGRXQLGHQVH TXH KD GRQDGR R²FLDOmente cien millones de dĂłlares al Partido Republicano? ÂżEs posible creer que esta tendencia es buena para la democracia? ÂżY que no debemos preocuparnos por la emergencia de una minorĂa desmesuradamente rica? Esto es lo que nos dicen, y pretenden que creamos. * Fundador y presidente emĂŠrito de la agencia Inter Press Service (IPS) y editor de Other News.
Marcha contra Monsanto en Argentina.
TransgĂŠnicos prosperan entre pragmatismo y daĂąos colaterales Fabiana Frayssinet
Los publicistas de la corporaciĂłn suiza Syngenta estaban inspirados en 2003 cuando bautizaron al Cono Sur americano (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) como la â&#x20AC;&#x153;RepĂşblica Unida de la Soyaâ&#x20AC;?. En esta â&#x20AC;&#x153;repĂşblicaâ&#x20AC;? hay mĂĄs de cuarenta y seis millones de hectĂĄreas de monocultivos de soya transgĂŠnica, fumigadas con seiscientos millones de litros de glifosato y responsables en gran medida de una deforestaciĂłn anual de quinientas mil hectĂĄreas en la Ăşltima dĂŠcada, segĂşn la organizaciĂłn no gubernamental GRAIN. La expansiĂłn de la biotecnologĂa agrĂcola privada en AmĂŠrica del Sur se da de la mano de gobiernos catalogados como progresistas, y aviva un debate entre quienes la ven FRPR XQ DYDQFH FLHQWt²FR \ HFRQymico y quienes resaltan sus daĂąos sociales, ambientales y polĂticos. El gran despliegue de las empresas mundiales del sector comenzĂł HQ \ VH UHD²UPy HQ FXDQGR gran parte de los paĂses del Cono Sur tenĂan gobiernos formalmente crĂticos del neoliberalismo y promotores de la injerencia del Estado en aspectos sociales, educativos, sanitarios y econĂłmicos. Pero en las dos potencias agrĂcolas de la zona, Argentina y Brasil, hay una implantaciĂłn masiva de cultivos transgĂŠnicos, con un alto uso de pesticidas. Esto se relaciona â&#x20AC;&#x153;con la creencia ciega de sectores progresistas en los avances de la ciencia y la tecnologĂa como proveedores de bienestar y progresoâ&#x20AC;?, dijo a TierramĂŠrica el portavoz de GRAIN LatinoamĂŠrica, Carlos Vicente. â&#x20AC;&#x153;No se cuestiona el poder corporativo que las impulsa, ni se analizan sus impactos socioambientalesâ&#x20AC;?.
El Instituto del Tercer Mundo (ITeM) es una organizaciĂłn sin ďŹ nes de lucro, no gubernamental y polĂticamente independiente con sede en Montevideo, que representa en AmĂŠrica Latina a Third World Network (TWN), una red de organizaciones y personas que expresa en los foros globales puntos de vista de la sociedad civil del Sur.
Agenda Global cuenta con el aporte del Movimiento Ciudadano frente al Cambio ClimĂĄtico (MOCICC) y el Grupo Nacional de la Sociedad Civil Grupo PerĂş COP 20 . Colaboran en la ediciĂłn las integrantes del MOCICC RocĂo Valdeavellano (coordinadora) y Vanessa Torres (comunicadora).
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