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Viernes, 30 de mayo de 2014
AĂąo 2014 ÂŚ NÂş 165
AĂşn hay tiempo de frenar la catĂĄstrofe Si los paĂses desarrollados empiezan a asumir de una vez su responsabilidad histĂłrica y esto se traduce en destinar UHFXUVRV VXÂąFLHQWHV SDUD KDFHU frente al cambio climĂĄtico, serĂĄ viable la tarea de salvar al planeta. Las organizaciones de la sociedad civil peruana, y del Sur en general, deben jugar un papel clave en la COP 20, que tendrĂĄ lugar en diciembre en Lima. (PĂĄg. 2-3)
A la caza de la medicina mundial Roberto Bissio*
L
a obesidad infantil fue el tema central del discurso de la directora general de la OrganizaciĂłn Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, al inaugurar en Ginebra la 67ÂŞ Asamblea Mundial de la Salud. Pero no es este problema lo que mĂĄs preocupa a los paĂses en desarroOOR VLQR OD FUHFLHQWH LQÂłXHQFLD GH ODV transnacionales farmacĂŠuticas sobre la OMS y su renovado intento por controlar al principal organismo regulador mundial de la medicina. Como corresponde a una agencia de las Naciones Unidas, la OMS tiene una polĂtica explĂcita para evitar que su principal cometido, que es el desarrollo de normas, polĂticas y estrategias de salud, estĂŠ protegido de FXDOTXLHU LQÂłXHQFLD LQGHELGD GH LQtereses privados. Pero en la prĂĄctica, el presupuesto y la capacidad de la OMS son limitados. Por ejemplo, una Ăşnica instituciĂłn privada, la FundaciĂłn Bill y Melinda Gates, con sede en Seattle,
tiene un presupuesto de salud mayor. Melinda Gates fue invitada a dirigirse a la Asamblea como representante de la sociedad civil, lo que motivĂł la protesta GH PXFKDV RUJDQL]DFLRQHV VLQ ²QHV GH OXFUR \ ²QDOPHQWH HO HVWDEOHFLPLHQWR GH XQ JUXSR GH WUDEDMR SDUD FODUL²FDU las relaciones con la industria, las fundaciones y los actores sociales. No se trata solo del honor de hablar ante la Asamblea, sino de cĂłmo se establecen las polĂticas sobre medicamentos. Muchas veces la OMS, en vez de realizar sus propios estudios, adopta los de la ICH (sigla abreviada de la Conferencia Internacional sobre ArmonizaciĂłn de Requisitos TĂŠcnicos para el Registro de Productos FarmacĂŠuticos para Uso Humano). La ICH tiene su secretariado en *LQHEUD HQ ODV R²FLQDV GH OD )HGHUDFLyQ Internacional de Asociaciones y Fabricantes de FarmacĂŠuticos, y los miembros de su consejo son las asociaciones nacionales de la industria farmacĂŠutica y los organismos reguladores de Europa, JapĂłn y Estados Unidos. El Times of India comenta que “cuando la OMS acepta las normas de la ICH, estĂĄ convirtiendo en criterios universales los acuerdos de un grupo de multinacionales que representan tres cuartos de la venta de medicamentos mundiales y un puĂąado de paĂses que apenas suman el quince por ciento de
la poblaciĂłn mundial. El resto no tiene voz en decisiones que afectan su saludâ€?. La UniĂłn Europea presentĂł a la Asamblea un proyecto de resoluciĂłn que instaba a los Estados miembros a poner en prĂĄctica las directrices de la ICH, con lo cual se legitimarĂa la captura de la regulaciĂłn global de la medicina por las grandes corporaciones. Estados Unidos propuso eliminar la referencia explĂcita a la ICH de la resoluciĂłn, pero conservando el objetivo de “impulsar la armonizaciĂłn normativaâ€?, lo que se entiende como un apoyo a las normas favorables a las multinacionales farmacĂŠuticas. La ICH se estableciĂł en 1990 como una participaciĂłn pĂşblico-privada dirigida a acelerar las normas de registro (aprobaciĂłn de comercializaciĂłn) de nuevos productos farmacĂŠuticos. Sin embargo, en la prĂĄctica, la ICH promocio-
Es hora de reexaminar la alianza entre la OMS y la ICH. Engordar a las grandes empresas farmacĂŠuticas es tan peligroso para la salud como el exceso de peso de los niĂąos.
na normas para evitar la competencia de la industria de genĂŠricos (medicamentos sin marca que se venden a bajo precio). Los representantes de la industria son la mitad del grupo coordinador de la ICH. La OMS participa como observador (sin voto) en el comitĂŠ directivo y en su grupo de trabajo de expertos. Los paĂses en desarrollo y las industrias fabricantes de genĂŠricos estĂĄn de hecho excluidos y, peor aĂşn, la gran industria farmacĂŠutica tiene un poder de veto. 6L ELHQ OD ,&+ D²UPD TXH VXV GLUHFWULces son puramente basadas en la ciencia, investigaciones recientes muestran que los intereses comerciales y polĂticos juegan un papel importante en sus decisiones. La ICH sirve a las multinacionales farmacĂŠuticas de dos maneras. Por un lado, establece normas que rebajan el umbral de los requisitos tĂŠcnicos para registrar medicamentos que contienen nuevas entidades quĂmicas y nuevos productos obtenidos por biotecnologĂa a travĂŠs de la armonizaciĂłn del proceso de registro de medicamentos. Al mismo tiempo, promueve normas para los productos genĂŠricos y sustancias farmacĂŠuticas de base (materias primas para producir medicamentos) que crean nuevas barreras de entrada para las pequeĂąas empresas y los fabricantes de genĂŠricos, en especial los de los paĂses en desarrollo.
La ICH escapa a la vigilancia de los Estados miembros porque las normas y estĂĄndares son consideradas como asuntos tĂŠcnicos y, por lo tanto, la Asamblea Mundial de la Salud no delibera a fondo sobre los informes del ComitĂŠ de Expertos que establecen reglas claves para la medicina. Simplemente toma nota y los aprueba sin discusiĂłn. Sin embargo, en el pasado reciente, los Estados miembros han obligado a la OMS a interrumpir su colaboraciĂłn con el Grupo de Trabajo ,QWHUQDFLRQDO FRQWUD OD )DOVL²FDFLyQ de Productos MĂŠdicos (IMPACT), debido a su estrecha relaciĂłn con la industria farmacĂŠutica y su oposiciĂłn a los medicamentos genĂŠricos disfrazada de combate a la piraterĂa. Finalmente, la Asamblea eliminĂł de sus resoluciones las referencias a la “armonizacionâ€?, pero el tema volverĂĄ el aĂąo prĂłximo. Es hora de que los Estados miembros reexaminen la alianza entre la OMS y la ICH. Engordar a las grandes empresas farmacĂŠuticas es tan peligroso para la salud como el exceso de peso de los niĂąos. * Director del Instituto del Tercer Mundo (ITeM). En base al artĂculo de K. M. Gopakumar, “WHO: Alliance with industry raises concerns over medicine regulationâ€?. South-North Development Monitor (SUNS), 20 de mayo de 2014.
agenda ¿El proyecto europeo HQ VX KRUD ²QDO" HÊctor BÊjar www.hectorbejar.com
El domingo Ăşltimo han sido elegidos los setecientos cincuenta y un eurodiputados del Parlamento Europeo. Un aburrimiento mĂĄs. Ya nadie espera que la polĂtica salve a la sociedad. La guerra ha dejado de asolar a Europa despuĂŠs de las dos tragedias del siglo XX, pero la violencia no ha desertado del mundo y los intereses de las monarquĂas \ HPSUHVDV HXURSHDV WLHQHQ PXFKR TXH YHU HQ HVR &RQÂłLFWRV UHJLRQDOHV JXHUUDV locales, terrorismo, enfrentamientos ĂŠtnicos. El colonialismo, el racismo, siguen vivos en el mundo de hoy. /D SULPHUD JXHUUD GH OD (XURSD R²FLDO HV FRQWUD VX SURSLR SXHEOR *DVWD WULOORQHV HQ VDOYDU D ORV EDQFRV SHUR PH]TXLQD HXURV SDUD ²QDQFLDU SHQVLRQHV y empleos. Ocupada militarmente por los Estados Unidos, no ha podido hasta ahora tener una polĂtica exterior propia. La UniĂłn Europea es la culminaciĂłn de muchas historias, muchas culturas y una fuerza econĂłmica que viene desde los banqueros judĂos y alemanes, en el origen del FDSLWDOLVPR ÂłRUHQWLQR \ ÂłDPHQFR GHO VLJOR ;9, $O SDUHFHU OD GHFDGHQFLD KD HPSHzado y es irreversible despuĂŠs de varios siglos de apogeo y medio siglo de bienestar. En el terreno social quedan visibles las debilidades de una UniĂłn que ya no responde a los sueĂąos de los europeos. La derecha detesta a la burocracia de Bruselas. La izquierda protesta contra el desmantelamiento del Estado del Bienestar. Muchos sienten que el actual sistema no protege a los ciudadanos sino los aplasta. La bestia, el capitalismo salvaje, ha despertado, bosteza y se estĂĄ desperezando. Pesada hasta lo increĂble, la burocracia de Bruselas ya no sirve a los ciudadanos sino a los intereses de los grandes. Los electores estĂĄn despolitizados. Temen la amenaza de la migraciĂłn, sienten que su nivel de vida sigue disminuyendo, dudan de su futuro. El romanticismo ha muerto. El neoliberalismo ha fracasado pero nadie quiere admitirlo. Las protestas de los indignados son desoĂdas. Hace que los sindicatos envejecieron Puede que estemos ante tiempo y ya nadie cree en los partidos. HO ÂąQ GHO SUR\HFWR HXURSHR En secreto, los tecnĂłcratas neoliberales de Bruselas y los abogados de HO ÂąQ GH OD VREHUDQtD empresas norteamericanas estĂĄn del Viejo Mundo. La vieja las QHJRFLDQGR HO 7UDQV $WODQWLF )UHH 7UDGH (XURSD HVWi VLHQGR $JUHHPHQW 7$)7$ 6HUi XQR GH ORV GRV JUDQGHV EORTXHV PXQGLDOHV HO RWUR HV VHFXHVWUDGD \ QR WLHQH asociaciĂłn de hecho entre China y D QDGLH TXH OD GHÂąHQGD la ORV (VWDGRV 8QLGRV Ni ella misma. El Tratado comprende la venta de los pollos norteamericanos alimentados con hormonas en los mercados, la desregulaciĂłn del sector energĂŠtico para impedir FRQWUROHV GH SUHFLRV \ SRQHU ²Q D OD WUDQVLFLyQ KDFLD HQHUJtDV OLPSLDV OD VREHUDQtD de las empresas frente a los estados. El objetivo de los Estados Unidos es exportar hacia Europa, sin derechos de aduana, su gas y otros productos petroleros. Las multinacionales norteamericanas podrĂĄn explorar y producir energĂa sin ninguna reglamentaciĂłn, en territorio HXURSHR 6H FRQItD D ODV HPSUHVDV SULYDGDV PXOWLQDFLRQDOHV OD GHFLVLyQ GH QRUmas sociales, sanitarias, alimentarias, medioambientales, culturales y tĂŠcnicas, reemplazando en la prĂĄctica al Estado. (O OODPDGR ,QYHVWRU 6WDWH 'LVSXWH 6HWWOHPHQW ,6'6 VROXFLyQ GH FRQWURYHUVLDV LQYHUVLRQLVWDV (VWDGR RWRUJD D ODV HPSUHVDV HO GHUHFKR GH HQMXLFLDU \ GHPDQGDU multimillonarias indemnizaciones a los Estados cuyas polĂticas obstaculicen su GHVDUUROOR 8Q WULEXQDO PXOWLQDFLRQDO SULYDGR FRPR HO &HQWUR ,QWHUQDFLRQDO GH $UUHJOR GH 'LIHUHQFLDV UHODWLYDV D ,QYHUVLRQHV &,$', GHSHQGLHQWH GHO %DQFR Mundial, es decir de Washington, puede aceptar una querella de una multinacional FRQWUD )UDQFLD $OHPDQLD R OD 8QLyQ (XURSHD VL TXLHUHQ SRQHU OtPLWHV DPELHQWDOHV o sociales a sus actividades. El Tratado involucra a ochocientos millones de personas y a dos ĂĄreas econĂłmicas TXH MXQWDV UHSUHVHQWDQ PiV GHO FXDUHQWD SRU FLHQWR GHO 3%, PXQGLDO \ OD WHUFHUD parte de los intercambios comerciales mundiales. Un bloque gigantesco que hace converger al capitalismo salvaje norteamericano con el capitalismo domesticado europeo, cada vez mĂĄs liberado de sus ataduras estatales y sociales. 3XHGH TXH HVWHPRV DO ²Q GHO SUR\HFWR HXURSHR HO ²Q GH OD VREHUDQtD GHO 9LHMR 0XQGR /D YLHMD (XURSD HVWi VLHQGR VHFXHVWUDGD \ QR WLHQH QDGLH TXH OD GH²HQGD 1L HOOD PLVPD
Cambio climĂĄtico
AĂşn hay tiempo 6L ORV SDtVHV GHVDUUROODGRV HPSLH]DQ D DVXPLU GH XQD YH] VX UHVSRQVDELOLGDG KLVWyULFD \ HVWR VH WUDGXFH HQ GHVWLQDU ORV UHFXUVRV VXÂąFLHQWHV SDUD HQIUHQWDU HO FDPELR FOLPiWLFR VHUi YLDEOH OD WDUHD GH VDOYDU DO SODQHWD Rodolfo Bejarano*
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a misma riqueza natural y la gran biodiversidad que albergan $PpULFD /DWLQD \ HO &DULEH YXHOYH a estas regiones una de las mĂĄs vulnerables a los efectos devastadores del cambio climĂĄtico, como la disminuciĂłn de los glaciares andinos, que ocasionarĂa estrĂŠs hĂdrico a unos setenta y siete millones de personas para 2020, y desastres naturales que amenazan los recursos bĂĄsicos y reducen los medios de vida de sus habitantes, afectando a actividades econĂłmicas esenciales como la agricultura y el turismo. 'LVHxDU VROXFLRQHV D HVWRV SURblemas y llevarlas a la prĂĄctica exige grandes recursos econĂłmicos, por lo TXH HO DFFHVR DO ²QDQFLDPLHQWR SDUD OD conservaciĂłn del clima es crucial en la regiĂłn, especialmente para la adaptaciĂłn a los impactos que se vivirĂĄn en los prĂłximos aĂąos. Los cĂĄlculos sobre el dinero que los paĂses en desarrollo necesitarĂan para afrontar los efectos devastadores del cambio climĂĄtico, siendo conservadores, van de 140,000 millones a 275,000 millones de dĂłlares anuales hacia el aĂąo 2030, mientras lo que existe actualmente a nivel global, tomando en cuenWD ORV GLYHUVRV IRQGRV \ ÂłXMRV GH D\XGD no alcanza ni para satisfacer el mĂnimo requerido, unos 40,000 millones al 2012. (VWH FiOFXOR WRPD FRPR EDVH OR DUJXmentado por el Banco Mundial sobre la existencia de unos 10,000 millones de dĂłlares para el periodo 2008-2012 en los distintos fondos, a lo cual se le suman los 30,000 millones comprometidos en HO )DVW VWDUW )LQDQFH
6HJ~Q OD &RQYHQFLyQ 0DUFR GH ODV 1DFLRQHV 8QLGDV VREUH HO &DPELR &OLmĂĄtico, los paĂses desarrollados se comSURPHWLHURQ D ²QDQFLDU ¨OD WRWDOLGDG GH los gastos adicionales convenidosâ€? para frenar o revertir los efectos negativos del fenĂłmeno en los paĂses en desarroOOR 6H ²My TXH ODV 3DUWHV GHEHQ DGRSWDU medidas sobre la base de la equidad y
de conformidad con sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades. En pocas palabras, el contaminador paga. (VWR HV VLJQL²FDWLYR SDUD OD PRYLOL]DFLyQ GH ²QDQFLDPLHQWR SDUD HQfrentar el cambio climĂĄtico, asĂ como el requisito de la ConvenciĂłn Marco de TXH HO ÂłXMR GH IRQGRV ¨VHD DGHFXDGR \ previsibleâ€?, y que la carga se distribuya adecuadamente entre las Partes, que son los paĂses desarrollados. En el Plan GH $FFLyQ GH %DOL GH VH ²My TXH HO ²QDQFLDPLHQWR GHEH VHU DGHFXDGR previsible y sostenible, y la provisiĂłn de recursos nuevos y adicionales. Pese a que se han suscrito convenios y acuerdos para cumplir lo que dice la ConvenciĂłn Marco, hasta ahora HO ²QDQFLDPLHQWR SDUD ODV DFFLRQHV frente al cambio climĂĄtico sigue siendo un tema muy controversial durante las &RQIHUHQFLDV GH ODV 3DUWHV &23 \D TXH los fondos que se canalizan hacia los SDtVHV HQ GHVDUUROOR VRQ LQVX²FLHQWHV ante las necesidades existentes. ÂżCĂ“MO SE FINANCIA LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMĂ TICO? (O ²QDQFLDPLHQWR LQWHUQDFLRQDO para la lucha contra el cambio climĂĄtico estĂĄ conformada por entidades que dan soporte a la transferencia de recursos a travĂŠs de diversos mecanismos, como los fondos creados en el marco GH ODV 1DFLRQHV 8QLGDV HO )RQGR SDUD HO 0HGLR $PELHQWH 0XQGLDO \ HO )RQGR GH $GDSWDFLyQ ODV LQLFLDWLYDV LPSXOVDGDV SRU ODV LQVWLWXFLRQHV ²QDQFLHUDV LQWHUQDFLRQDOHV ORV )RQGRV GH ,QYHUVLyQ SDUD HO &OLPD \ OD FRRSHUDFLyQ ELODWHUDO y los fondos nacionales. Estos fondos operan de distinta forma y estĂĄn siendo entregados como donaciones y como prĂŠstamos. En muchos casos son complementados con recursos de las arcas pĂşblicas de los paĂses receptores. Las condiciones y los procedimientos para obtener los recursos son muy distintos en cada uno de ellos, lo que ya es una traba para los paĂses en desarrollo que
QR FXHQWDQ FRQ ODV FDSDFLGDGHV VX²FLHQWHV SDUD acceder a los mismos. La Cumbre de Copenhague de 2009 marcĂł un hito importante en el debate sobre el tema relativo D ODV IXHQWHV \ DO XVR DGHFXDGR GH OD ²QDQFLDFLyQ climĂĄtica por parte de los gobiernos de los paĂses en desarrollo. Los paĂses industrializados se comprometieron a dar recursos por un monto de 100,000 PLOORQHV GH GyODUHV DQXDOHV SDUD HO ²QDQFLDPLHQWR climĂĄtico hacia el 2020. En el corto plazo se acordĂł XQ SURJUDPD GH ²QDQFLDPLHQWR LQPHGLDWR R )DVW VWDUW )LQDQFH GH PLOORQHV GH GyODUHV DQXDOHV SDUD HO SHULRGR GH WUHV DxRV $ OD IHFKD ORV SDtVHV GRQDQWHV KDQ FXPSOLGR FRQ VX FRPSURPLVR LQLFLDO GH ²QDQFLDPLHQWR de inicio rĂĄpido, sobrepasando incluso los 30,000 millones de dĂłlares a travĂŠs de diversos canales. Estos recursos, en teorĂa, se estarĂan sumando FRPR DGLFLRQDOHV D OD D\XGD R²FLDO DO GHVDUUROOR VLQ HPEDUJR HO GLQHUR GHO )DVW VWDUW )LQDQFH HQ la prĂĄctica ya estarĂa contabilizado en las acciones para reducir la pĂŠrdida de biodiversidad o la OXFKD FRQWUD OD GHVHUWL²FDFLyQ 2[IDP FDOFXOD que solo el treinta por ciento de los recursos reSRUWDGRV HQ HO )DVW VWDUW )LQDQFH VRQ ¨QXHYRVŠ $ nivel de regiones, del total de dinero reportado HQ HO PXQGR $PpULFD /DWLQD KD UHFLELGR millones de dĂłlares, que equivale al diecisĂŠis por FLHQWR GHO )DVW VWDUW )LQDQFH
TambiĂŠn en la Cumbre de 2009 se acordĂł la FUHDFLyQ GH XQ )RQGR 9HUGH SDUD HO &OLPD SDUD FDnalizar los 100,000 millones de dĂłlares, que estĂĄ
a global
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o para frenar la catåstrofe El caso peruano 6H HVWLPD TXH HO WRWDO GH UHFXUVRV GLVSRQLEOHV SDUD HO 3HU~ SDUD FDPELR climåtico bordea los 570 millones de dólares, de los cuales el ochenta y cinco por ciento provienen de fuentes externas y el resto de las arcas QDFLRQDOHV (VWRV UHFXUVRV VRQ D~Q tQ²PRV UHVSHFWR D ORV SUHVXSXHVWRV globales del sector público, por lo que se hace necesaria una mayor asignación presupuestal para las partidas relacionadas al cambio climåtico y la función ambiente. En cuanto a la ejecución presupuestal anual del VHFWRU S~EOLFR ORV UHFXUVRV GHVWLQDGRV DO VXEJUXSR IXQFLRQDO *HVWLyQ GH Cambio Climåtico representan apenas el 0.001 por ciento del total del presupuesto público para el aùo 2013. $ QLYHO VXEQDFLRQDO VH WHQGUtD TXH GHVDUUROODU XQD SROtWLFD GH SURPRción de formulación de mås y mejores proyectos en las unidades de formulación de proyectos de inversión pública de los gobiernos locales y provinciales que prioricen la implementación de actividades en materia GH DGDSWDFLyQ \ TXH GH HVD IRUPD VH EHQH²FLH D ODV SREODFLRQHV PiV vulnerables a los efectos del cambio climåtico.
PerĂş: cuadro de recursos disponibles para cambio climĂĄtico segĂşn fuente
aĂşn en proceso de implementaciĂłn bajo la ConYHQFLyQ 0DUFR 6H DFRUGy TXH VHUtD FRQWURODGR SRU un Consejo de veinticuatro miembros en el que los paĂses en desarrollo y desarrollados estĂĄn reSUHVHQWDGRV SRU LJXDO 6LQ HPEDUJR HO IRQGR VHUi manejado por el Banco Mundial en calidad de DGPLQLVWUDGRU ²GXFLDULR GXUDQWH ORV WUHV SULPHURV aĂąos de funcionamiento, lo que viene siendo muy criticado por el papel histĂłrico de esta instituciĂłn HQ HO ²QDQFLDPLHQWR GH SUR\HFWRV UHODFLRQDGRV D la extracciĂłn de combustibles fĂłsiles. El mercado de carbono es otro de los meFDQLVPRV ²QDQFLHURV DPSOLDPHQWH XWLOL]DGRV D WUDYpV GH OD FRPHUFLDOL]DFLyQ GH &HUWL²FDGRV GH (PLVLRQHV 5HGXFLGDV &(5V TXH ORV SDtVHV LQGXVWULDOL]DGRV FRPSUDQ FRQ OD ²QDOLGDG GH DOFDQ]DU sus metas de reducciĂłn de emisiones de diĂłxido de carbono a cambio de sostener proyectos ejecutados en los paĂses en desarrollo como parte de ORV 0HFDQLVPRV GH 'HVDUUROOR /LPSLR (VWRV PHcanismos, creados a partir del Protocolo de Kioto, son muy criticados por la sociedad civil dado que no atacan el problema de fondo y se convierten en simples compensaciones frente a las emisiones crecientes de los paĂses, dejando en manos del mercado la posibilidad de lograr las metas de reducciĂłn de emisiones de gases de efecto inverQDGHUR $GHPiV VRQ PX\ FRQRFLGRV ORV LPSDFWRV
sociales y ambientales que los proyectos tienen en las zonas donde son ejecutados: desplazamientos forzados, contaminación de agua, tierras y aire, criminalización de las protestas. La misma lógica se aplica en la iniciativa promovida por la Convención Marco: la Reducción de las Emisiones 'HULYDGDV GH OD 'HIRUHVWDFLyQ \ 'HJUDGDFLyQ )RUHVWDO 5('' TXH OXHJR GLHUD OXJDU D 5('' FRPR SDUWH GH ODV GHFLVLRQHV GHO 3ODQ GH $FFLyQ GH %DOL al incorporar el manejo sostenible y la FRQVHUYDFLyQ GH ERVTXHV $Vt pVWRV VH insertan en la lógica del mercado, dåndole un valor monetario a la capacidad que tienen de capturar y almacenar el dióxido de carbono, creando el interÊs de las grandes empresas y dåndoles facilidades para que puedan controlar grandes extensiones de tierras que jusWL²TXHQ OD LQYHUVLyQ \ VH OOHYHQ D FDER proyectos que supuestamente van a proteger los bosques, convirtiÊndolos en grandes plantaciones industriales de årEROHV FRPR HXFDOLSWR R SDOPD DFHLWHUD que, en forma de monocultivos, destruyen la diversidad biológica y cultural.
LO QUE SE HA HECHO Y LO QUE VIENE Los resultados de la COP 19 realizada HQ 9DUVRYLD D ²QHV GH VRQ PXHVWUD del avance que han tenido los promotores de los mecanismos de mercado para incorporar en la agenda iniciativas que buscan profundizar la comercializaciĂłn del diĂłxido de carbono, tal como se quieUH KDFHU FRQ ORV 1XHYRV 0HFDQLVPRV GH Mercado, una especie de complemento a la segunda fase del Protocolo de Kioto que busca incorporar a las corporaciones transnacionales en los negocios climĂĄtiFRV SURPRYHU TXH HO ²QDQFLDPLHQWR SURvenga principalmente del sector privado y legalizar el mercado paralelo o negro que impulsan paĂses que no suscribieURQ .LRWR ,, HQWUH HOORV (VWDGRV 8QLGRV -DSyQ 5XVLD &DQDGi \ 1XHYD =HODQGD 6L ELHQ VH HYLWy OD DSUREDFLyQ GHO 1XHYR 0HFDQLVPR GH 0HUFDGR JUDFLDV D la acciĂłn de los paĂses en desarrollo del OODPDGR *UXSR GH $²QLGDG FRQ ORV SDtVHV GHO $/%$ D OD FDEH]D KD\ XQD JUDQ presiĂłn de ciertos gobiernos y del sector empresarial por mantener el tema en GLVFXVLyQ 1R HV FDVXDO HO SURWDJRQLVPR cada vez mayor del sector corporativo
Fuentes internas Proyectos del SNIP Fuentes externas FMAM CIF FA FSF BID
Monto (en millones de USD) 84.8 84.8 486.8 34.8 50.0 7.0 265.8 129.2
Porcentaje (%) 14.8
571.6
100.0
TOTAL
85.2
Fuente: ElaboraciĂłn propia. Montos en base a los datos ofrecidos por cada fuente hasta la actualidad.
en las negociaciones climåticas. Llama especialmente la atención la presencia de grandes empresas relacionadas a la explotación del carbón y otras actividades causantes de problemas ambientaOHV TXH GH OD PDQR FRQ HO VHFWRU ²QDQciero pretenden obtener ganancias a costa del clima en un contexto en el que todo estå permitido en aras de lograr un ¨FUHFLPLHQWR YHUGHŠ Las organizaciones de la sociedad FLYLO SHUXDQDV \ GHO 6XU TXH VLJXHQ ORV temas del cambio climåtico tendrån un papel muy importante en la COP 20 que se celebrarå en diciembre en Lima, para exigir reformas en el esquema actual internacional en el que exista un único ente que canalice los recursos –que poGUtD VHU HO )RQGR 9HUGH SDUD HO &OLPD TXH permita cubrir la brecha de necesidades
GH ²QDQFLDPLHQWR GH QXHVWURV SDtVHV GH IRUPD RSRUWXQD D WUDYpV GHO ÂłXMR GH recursos adicionales, no reembolsables, estables y predecibles, sin condicionalidades de ningĂşn tipo y que se vaya desligando del uso de los mercados que solo KDQ GHULYDGR HQ ¨IDOVDV VROXFLRQHVŠ Todos los paĂses tienen la responsabilidad –aunque unos mĂĄs que otrosde hacer que esto se cumpla como parte indispensable para alcanzar las metas globales de reducciĂłn de emisiones de gases de efecto invernadero para que el calentamiento global no sobrepase los dos grados, en el marco de la bĂşsqueda de la justicia climĂĄtica. ,QJHQLHUR HFRQRPLVWD SHUXDQR PLHPEUR GH OD 5HG /DWLQRDPHULFDQD VREUH 'HXGD 'HVDUUROOR \ 'HUHFKRV /DWLQGDGG
El Ăşltimo viernes de cada mes, todo sobre la COP 20
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La ciberguerra se agudiza Martin Khor*
E
l “espionajeâ€? a travĂŠs de medios electrĂłnicos se ha generalizado en el mundo actual. Hoy, prĂĄcticamente ninguna persona o instituciĂłn que utilice telĂŠfonos, telĂŠfonos inteligentes, mensajes de correo electrĂłnico e Internet estĂĄ protegido ante un trabajo de inteligencia que decida recabar datos. Esto es lo que sabemos a partir de las UHYHODFLRQHV GH ORV GRFXPHQWRV ²OWUDGRV por Edward Snowden, ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. La informaciĂłn revelada mostrĂł que Estados Unidos ha intervenido los telĂŠfonos y correos electrĂłnicos no solo de ciudadanos estadounidenses sino de todo el mundo, de una manera radical y sistemĂĄtica. Incluso los principales dirigentes polĂticos de Alemania, Indonesia y Brasil tenĂan sus telĂŠfonos mĂłviles intervenidos, frente a lo cual protestaron en forma enĂŠrgica contra una intromisiĂłn tan audaz en la privacidad y la seguridad nacional. El tema de la inteligencia se puso de relieve una vez mĂĄs la semana pasada, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusĂł a cinco miembros del EjĂŠrcito Popular de LiberaciĂłn de China de piratear computadoras de empresas estadounidenses que giran en el rubro de la energĂa nuclear, el acero, el DOXPLQLR \ OD HQHUJtD VRODU /D ²QDOLGDG
serĂa obtener secretos industriales en beQH²FLR GH HPSUHVDV HVWDWDOHV FKLQDV Un portavoz del Ministerio de ReODFLRQHV ([WHULRUHV GH &KLQD FDOL²Fy GH infundadas las acusaciones, declarĂł que su paĂs “nunca roba secretos comerciales a travĂŠs de Internetâ€? y acusĂł a Estados Unidos de hipocresĂa. Es bien sabido que los organismos de inteligencia utilizan todo tipo de dispositivos para reunir informaciĂłn y espiar tanto a sus propios ciudadanos, como a los extranjeros. Estados Unidos dispone GHO VLVWHPD PiV VR²VWLFDGR \ FRQ OD FRbertura mĂĄs amplia, como revelaron los DUFKLYRV ²OWUDGRV SRU 6QRZGHQ Mediante la acusaciĂłn a China de estar espiando a ciertas empresas estaGRXQLGHQVHV SDUD EHQH²FLDU D VXV SURpias empresas, Estados Unidos intentĂł trazar una lĂnea muy delgada. Es evidente que acusar a otros paĂses de espiar a personalidades u organismos gubernamentales o civiles revela una doble moral, ya que Washington lo ha estado haciendo en forma mĂĄs sistemĂĄtica que cualquier otro. Cuando acusĂł a los cinco militares chinos, el Fiscal General de Estados Unidos manifestĂł que la piraterĂa se habĂa OOHYDGR D FDER SDUD EHQH²FLDU D HPSUHsas chinas. “Nosotros no recabamos informaciĂłn de los servicios de inteligencia para dar ventaja competitiva a empresas o a sectores comerciales de Estados Unidosâ€?, alegĂł. Pero, de hecho, Estados Unidos espĂa a las empresas y a los responsables de las polĂticas comerciales y los negociadores de otros paĂses con el presumible propĂłsito de obtener una ventaja comercial.
La semana pasada, David Sanger se UH²ULy D OD ¨OtQHD GHOJDGDŠ TXH (VWDGRV Unidos intenta trazar entre el espionaje HQ EHQH²FLR GH GHWHUPLQDGDV HPSUHVDV \ HO HVSLRQDMH HQ EHQH²FLR GHO FRPHUFLR en general, en dos artĂculos publicados en el New York Times (“With Spy Charges, U.S. Draws a Line That Few Others Recognizeâ€?, 19 de mayo, y “Fine Line Seen in U.S. Spying on Companiesâ€?, 20 de mayo). Sanger menciona las revelaciones que hicieron agencias estadounidenses sobre empresas extranjeras, entre ellas Huawei, una importante compaĂąĂa china de telecomunicaciones. Los documentos de Snowden mostraron que uno de los propĂłsitos de este espionaje era “entrar en los sistemas de Huawei y usarlos para espiar a los paĂses que compran equipos GH OD FRPSDxtDŠ D²UPD ¨/RV IXQFLRQDrios de Huawei dijeron que no entendĂan FyPR HVR GLIHUtD VLJQL²FDWLYDPHQWH GH lo que Estados Unidos ha acusado a los chinos de hacerâ€?. La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos tambiĂŠn entrĂł en las computadoras de China Telecom, uno de los mayores proveedores de servicios de
(VWD OtQHD ÂąQD TXH (( 88 intenta trazar entre el espionaje ilegĂtimo (en EHQHÂąFLR GH HPSUHVDV SDUWLFXODUHV \ HO OHJtWLPR HQ EHQHÂąFLR GH OD HFRQRPtD HQ JHQHUDO QR HV SHUFLELGD QL DFHSWDGD SRU RWURV SDtVHV
Ciberguerra El concepto de ciberguerra o guerra informĂĄtica hace reIHUHQFLD D XQ FRQÂłLFWR TXH WRPD FRPR FDPSR GH RSHUDciones el ciberespacio y las tecnologĂas de la informaciĂłn. El desarrollo de Internet en los aĂąos noventa delimita un antes y un despuĂŠs en el comportamiento socioeconĂłmico mundial. El volumen de las operaciones llevadas a cabo en la red crecĂa paralelamente a las amenazas, hasta convertirse en un riesgo que comprometĂa la seguridad nacional. NacĂa asĂ el concepto de ciberarmas, programas destinados D LQÂłLJLU WDOHV GDxRV TXH DOJXQRV KDQ TXHULGR HTXLSDUDU con las armas nucleares. (Ante) el incremento en importancia de los ataques, la imposibilidad de adjudicar fehacientemente la autorĂa de los mismos y la carencia de una regulaciĂłn legislativa internacionalmente aceptada que persiga a los autores y penalice los actos
delictivos cometidos en el ciberespacio son dos las posturas que los gobiernos pueden adoptar: invertir en defensa o promocionar los medios de ataque contra un enemigo que se oculta en la “niebla de la redâ€?. (Instituto EspaĂąol de Estudios EstratĂŠgicos, Documento OpiniĂłn 18/2014: www.ieee.es/)
telefonĂa e Internet, y Pacnet, el operaGRU GH +RQJ .RQJ GH ORV FDEOHV GH ²EUD Ăłptica submarina. “Una vez dentro de la tecnologĂa propiedad de esas empresas, la Agencia Nacional de Seguridad tendrĂa acceso a millones de conversaciones y correos electrĂłnicos diarios que nunca tocan las costas de Estados Unidosâ€?, dice Sanger. La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos tambiĂŠn hackeĂł las computadoras de Petrobras, la empresa petrolera estatal brasileĂąa, que tiene datos sobre las reservas petroleras en aguas abiertas (off shore) de Brasil, y posiblemente sus planes para la concesiĂłn de licencias de exploraciĂłn a compaĂąĂas extranjeras. Y espiĂł al comisario europeo de Competencia, JoaquĂn Almunia, quien habĂa presentado cargos contra varias empresas estadounidenses. En cada uno de estos casos, los funcionarios estadounidenses han insistido en que su paĂs nunca actuĂł en nombre GH HPSUHVDV HVWDGRXQLGHQVHV HVSHFt²cas, pero no niegan que espĂa regularmente para obtener ventajas econĂłmicas como parte de la seguridad nacional, dice Sanger. Esto incluye espiar a los negociadores comerciales europeos o asiĂĄticos, utilizando los resultados para ayudar a los funcionarios comerciales estadounidenses y, por lo tanto, a las industrias y los trabajadores estadounidenses que intentan apuntalar. Estados Unidos espĂa regularmenWH SDUD REWHQHU EHQH²FLRV HFRQyPLFRV cuando el objetivo es apoyar las conversaciones comerciales, segĂşn Sanger. Cuando en la dĂŠcada de 1990 estaba negociando un acuerdo con JapĂłn, “pinchĂłâ€? el telĂŠfono de la limusina del negociador japonĂŠs. Los principales beQH²FLDULRV KDEUtDQ VLGR HPSUHVDV DXWRmotrices y proveedores de autopartes estadounidenses. TambiĂŠn es ampliamente conocido que Estados Unidos “utiliza los servicios de inteligencia como forma de apoyar las actuales negociaciones con sus socios comerciales de Europa y Asia. Pero, para los sucesivos gobiernos demĂłcratas y republicanos, se trata de juego limpioâ€?, comenta Sanger. Esta lĂnea delgada que Estados Unidos estĂĄ intentando trazar entre lo LOHJtWLPR HO HVSLRQDMH HQ EHQH²FLR GH empresas particulares) y lo legĂtimo (el HVSLRQDMH HQ EHQH²FLR GH ODV HPSUHVDV \ la economĂa en general) no es percibida ni aceptada por otros paĂses.
EEUU-UniĂłn Europea: amplia coaliciĂłn contra el TTIP Una amplia coaliciĂłn de organizaciones ecologistas, de consumidores, de defensa de la democracia y los derechos humanos y sindicatos de toda Europa rechazĂł en un comunicado conjunto “la agenda corporativa del TTIP (Alianza TransatlĂĄntica de Comercio e Inversiones)â€?. El comunicado se hizo pĂşblico con motivo de la quinta ronda de negociaciones del TTIP (Arlington, Virginia, 19 al 23 de mayo), durante la cual la UniĂłn Europea y Estados Unidos intentaron acercar posiciones en materia de inversiones, marFR UHJXODGRU QRUPDV ²WRVDQLWDULDV contrataciĂłn pĂşblica, propiedad intelectual, medio ambiente, energĂa y materias primas. /DV RUJDQL]DFLRQHV ²UPDQWHV exigen la suspensiĂłn de las negociaciones y reprochan a la ComisiĂłn Europea “la falta de transparencia y el proceso antidemocrĂĄtico de las negociaciones, que buscan la eliminaciĂłn y armonizaciĂłn a la baja de normas sociales, laborales y ambientales que aĂşn por el momento son garantes de la protecciĂłn y de los derechos de las poblaciones y del medioambienteâ€?. Uno de los puntos mĂĄs cuestionados es el mecanismo de soluciĂłn de diferencias inversores-Estado, que se encuentra en unos tres mil tratados comerciales y que permite a las empresas transnacionales demandar a los gobiernos por aquellas polĂticas pĂşblicas que pudieran sigQL²FDU XQ GHWULPHQWR HQ VXV EHQH²cios econĂłmicos esperados. Otra demanda que se hace a los negociadores es la de que “se abandone la propuesta de constituir un Consejo de CooperaciĂłn Regulatoria que darĂa a las corporaciones y los tecnĂłcratas no electos poderes sin precedentes de determinar la regulaciĂłn europea, estatal y localâ€?. (Diagonal)
* Director ejecutivo del Centro del Sur.
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