Revista La Primera - 30 Marzo 2014

R EVISTA PR MERA La vida no vale nada AÑO: 1 Nº 10

LIMA, DOMINGO 30 DE MARZO DE 2014

EDITOR: PACO MORENO

www.laprimeraperu.pe

debe hacerse para frenar el avance de los sicarios, que ahora hacen noticia asesinando políticos?

FOTO: RAÚL ARRIARÁN

¿Qué

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Opinión Paco Moreno

E

l quinto mandamiento es “no matarás”.

Curiosamente, en todas las culturas, matar es malo. Cuando alguien le quita la vida a su semejante es como si hubiera dado muerte a una parte de sí mismo, a una parte de su grupo, y el sentimiento de culpa no lo deja vivir tranquilo. Sin embargo, hay quienes cobran por matar. En nuestros tiempos incluso, hay series de televisión como “Rosario Tijeras”, en referencia a una sicaria famosa de un

R EVISTA

PR MERA

Los que matan

capo de la droga colombiana, cuyo lema es: amar es difícil que matar.

Los que cobran por matar, generalmente, son hombres y mujeres que han entrado en ese camino oscuro como consecuencia de la paupérrima educación, de los hogares disfuncionales. Matan porque alguien les paga y ese alguien tiene mucho dinero conseguido a la mala.

Acabar con los sicarios es capturar a los que encargan el crimen.

Los narcos pagan a los sicarios; pagan a los sicarios los hambrientos de poder

y que no quieren soltar la mamadera; los contratan los empresarios de todo tipo que quieren sacarse de encima a un molestoso competidor; pagan los que buscan venganza en todas sus formas.

Aquí los sicarios eran jóvenes en moto que salían en la televisión cuando abordaba el tema de narcotráfico en México o en Colombia. Pero ahora salen en los periódicos domésticos y el sicariato se ha convertido en una arista del grave problema de la delincuencia.

En Colombia, que es el es-

Citas

Yehude Simon

   “Tema menor”

“Próximas horas o días podría producirse una bomba política que remecerá país. Ojalá sea solo un rumor. La bola crece y lo veremos.”

“Es un tema menor (la bomba de Simon) frente a los problemas más importantes que tiene el país, que son básicamente la seguridad y la generación de empleo para que se acelere nuevamente la economía, que se está frenando peligrosamente.

Un hombre de Estado no tiene vida privada”. (Alan García).

Martha Chávez

“Conociendo la trayectoria de quien siembra el rumor del divorcio por infidelidad de los Humala, me temo que es una treta para legalizar candidatura de Nadine.”

Omar Chehade “Cómo voy a desmentir o confirmar algo que sucede o no en una alcoba. Es increíble que también pretendan que responda yo a eso.”

¿Los narcoindultos?

Son rumores, rumores

José León “Irresponsable ganar titulares con psicosociales, están farandulizando la política. Más desprestigio del Congreso y más inestabilidad del régimen.”

   “El vocero soy yo”

“Vuelvo a enfatizar, el vocero de las decisiones de gobierno soy yo. Ella, sin embargo, cumple un rol promotor y es una activista de las políticas públicas de este Gobierno, y está claro que ella puede hablar del Ejecutivo pero no puede hablar por el Ejecutivo.”

(René Cornejo).

cenario de las series sobre narcos que cunde por todo el mundo, hubo una reforma integral de la Policía. El problema en la tierra de “Gabo” no se ha acabado, pero el sicariato ha retrocedido un poco. Aquí este problema está en pleno despegue y debe tomarse medidas para frenar su avance.

La vida vale la pena.

Los más comentados

citables

   ¿Cuál gira?

“Jamás hablé de una gira.

Señalé que tengo entendido que la primera dama va a viajar como presidenta del partido. Nunca hablé de una gira o de una campaña.”

(Omar Chehade).

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   Los que co

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LIMA, DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014.

EDITOR: PACO MORENO

Hecho el Depósito legal Nº 2005-2098

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PARTICIPAN EN ESTA EDICIÓN: Raúl Wiener, Ramiro Angulo, Javier Solís, Gustavo Palomino, Eduardo Santana. Arte y Diseño: Julio Arroyo S, Gráfico: Hugo Curotto Un billón

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Ana Jara Velásquez “¡Más seriedad señores! ¿No se dan cuenta de que los rumores y las bolas afectan la estabilidad política y económica del país? El Perú está primero.”

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Bala contra los sindicalistas LA DELINCUENCIA también apunta a los dirigentes de la Confederación General de Trabajadores del Perú.

José Chahua Gonzales

estaría recurriendo a la defensa propia.

Mientras tanto los trabajadores y sus organizaciones agotan las vías legales para exigir el derecho de vivir en una sociedad con paz y seguridad, sin dejar de lado su derecho legal de defenderse frente a los ataques de la delincuencia.

Si las autoridades no actúan de inmediato atendiendo el clamor de la ciudadanía, se avizora un nuevo conflicto armado, donde las familias trabajadoras serán las principales perjudicadas.

Los dirigentes asesinados

silenciar el clamor de la población de exigir a las autoridades medidas efectivas para enfrentar y eliminar a la delincuencia.

Las características de los asesinatos de dirigentes sindicales son similares.

En Barranca, el crimen de Aníbal Ruiz Díaz en octubre del año pasado y el de Saturnino Rodríguez en Huaycán, ocurrido el 8 de

marzo, serían consecuencia de la relación entre las mafias criminales y sectores corruptos en los diversos estamentos del Estado, conforme lo denuncian los propios trabajadores.

Ambos habían sido amenazados de muerte y sus familias asediadas, y pese a sus denuncias sólo recibieron el silencio y la pasividad, de quienes tenían la

responsabilidad de atender sus exigencias de seguridad.

Esto mismo habría ocurrido en las 8 muertes y en otros casos que se vienen dando en diversos sectores de la economía (transporte, comercio, minería etc) donde la sociedad civil estaría enfrentando desarmada a la delincuencia, mientras los grupos de poder económico y político impiden la

UNIDAD POR LA PAZ

Este jueves es la marcha

“El Perú unido exige Paz y Seguridad” es la denominación de la marcha ciudadana que se realizará este jueves para exigir al gobierno medidas efectivas contra la violencia y la delincuencia. La manifestación se realizará en varios puntos del país. En Lima la marcha se iniciará en el Campo de Marte a las 2 p.m. y se dirigirá a la Plaza San Martín, donde se realizará un mitin. Participarán organismos de derechos humanos, empresarios, gobiernos regionales, alcaldes, congresistas, la Confederación General de Trabajadores del Perú, la Central Única de Trabajadores del Perú, Construcción Civil (FTCCP), entre otros.

1. JORGE ARTURO CORREA PIEDRA Secretario General de Trabajadores en Construcción Civil de Chepén (19/03/2011) 2. JORGE ALBERTO VARGAS GUILLÉN Secretario de Organización de Trabajadores en Construcción Civil de San Pedro de Lloc (19/08/2011) 3. ARMANDO VIERA ROSALES Secretario de Organización Seccional Callao (10/02/2012) 4. GUILLERMO YACILA UBILLUS Secretario General Adjunto Callao (03/07/2012) 5. RUBÉN SOBERÓN ESTELA Secretario General Lambayeque (07/08/2012) 6. FAVIO CARBONERO TOCASQUE Secretario General de Cañete (19/10/2012) 7. GILMER CASTRO ARTEAGA Secretario General de Paramonga (04/04/2013) 8. CÉSAR GARCÍA CHINCHAY Secretario disciplina. Paramonga (07/06/2013).

9. JESÚS ANIBAL RUIZ DIAZ Secretario general. Barranca (21/10/2013) 10. SATURNINO HUGO RODRÍGUEZ SANTOS Secretario de Organización Comité de obra sindicato de Lima (08/03/2014)

CHISPA

Disculpen, la bomba se me chispoteó.

FOTO: LA PRIMERA

Las organizaciones criminales han realizado en los últimos meses una serie de asesinatos, que podrían llamarse selectivos, apuntando principalmente a dirigentes sindicales.

Los 10 representantes de Construcción Civil asesinados demostrarían que el objetivo de la delincuencia en una su nueva etapa de expansión, no sería solo confrontar con otras mafias, sino los trabajadores y sus organizaciones.

El crecimiento económico (principalmente en construcción) y la fragilidad de las entidades responsables de combatir la delincuencia han propiciado el fortalecimiento de diversas organizaciones criminales, las cuales hoy controlan espacios territoriales, además de tener poder económico y tecnológico (armas y otros) que les permiten incidir políticamente, además de propiciar asesinatos destinados a eliminar todo obstáculo a sus intereses.

Esto se puede apreciar en jurisdicciones como Piura, Chiclayo, Áncash, Callao, Lima, Cañete, Chincha, donde el retroceso o debilidad de las instituciones responsables de la seguridad ciudadana es evidente y el silencio de ciertos medios de información, no puede

aplicación de una Política Nacional de Seguridad Ciudadana, que propicie una lucha integral contra este flagelo. Por otro lado, el gobierno solo aplica medidas fragmentadas que no atacan los problemas de fondo y las causas de la violencia.

La poca acción del Estado está propiciando que surjan respuestas ilegales y ajenas al estado de derecho, como la formación de grupos parapoliciales, que en Cañete habrían asesinados a más de una decena de extorsionadores y en otras localidades, la población

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PR M

Raúl Wiener

L

a primera vez que llegué a la ciudad de Chimbote para cumplir tareas políticas, tenía en mente la variedad de mitos que rodeaban a este emporio pesquero e industrial que todavía tenía la mayor parte de sus calles de tierra afirmada y estaba viendo aparecer una zona central que con el tiempo sería el eje de la vida comercial y política de este centro urbano situado al borde del mar.

Para empezar este era el lugar de encuentro del zorro de arriba con el de abajo, según las maravillosas y complejas páginas del último libro de José María Arguedas que cuenta la desgarradora experiencia de la inmigración y de la construcción de nuevas identidades.

LUIS BANCHERO ROSSI Era también el sitio donde nació la increíble fortuna de Luis Banchero Rossi, alguna vez reputado como el hombre más rico del Perú, el capitán de la industria pesquera que tenía tras suyo a varias decenas de nuevos ricos que llenaron sus bolsillos al ritmo en que depredaban implacablemente los recursos pesqueros con los que la naturaleza había premiado al país.

Chimbote había sido, además, el pueblo de mayor velocidad de crecimiento entre la segunda mitad de los años 50 y la década de los 60. Según los Censos Nacionales, en el año 1940 la ciudad de Chimbote, en el norte del departamento de Áncash, tenía 4,243 habitantes. En 1961, había llegado a 59,990 y en 1972 a 160,430. De acuerdo con el censo de 1993, la población alcanzaba a 282,279 y el 2007 se registró un total de 334,568 habitantes. Todos estos saltos tuvieron que ver con los cambios económicos y sociales que ocurrieron en la ciudad, y que la han convertido en la octava más poblada del país.

Una leyenda chimbotana

FLORECIERON grandes fortunas de la pes-

ca y vigorosas luchas sociales; después vinieron la decadencia económica y social y la muerte por encargo.

Chimbote: De las gran luchas al caos y el cr es la que habla de épocas de felicidad y abundancia, cuando los cigarrillos se encendían con billetes de dólar y las prostitutas eran las mejor pagadas del país. Eran tiempos en que se decía que cuando la ciudad apestaba por los hedores de las fábricas de harina de pescado, eso significaba que había dinero y que la gente era feliz.

En los últimos años el viejo Chimbote apesta, pero muy pocos son los que pueden sentir felicidad. El trabajo es escaso y mal pagado y las grandes empresas se llevan el dinero que extraen del mar.

ESCUELA POLÍTICA Al comenzar los años 70, murieron casi simultáneamente el magnate Banchero, asesinado en su residencia de Chaclacayo, y la industria que creó aquejada por la falta de anchoveta en los mares luego de una intensa depredación.

El gobierno militar estatizó la pesquería industrial con sus barcos, fábricas y muelles, y se orientó a racionalizar la actividad. Empezó la época de las vacas flacas para la ciudad de la abundancia. Los sindicatos de la pesca tuvieron que aprender

a actuar en las nuevas condiciones.

En paralelo Chimbote tenía una empresa de acero con casi cinco mil trabajadores que le daba un tono industrial avanzado a la ciudad. Los trabajadores siderúrgicos eran además la fracción más politizada y com-

bativa de la clase obrera peruana.

Una asamblea de sus sindicatos era una batalla de oradores y de direcciones políticas. Toda la izquierda estaba representada en esa organización. Manuel Cortez, recientemente fallecido, fue de esa escuela, como muchos otros más.

viejo ChimEn los últimos años el pocos son los que bote apesta, pero muy . El trabajo es escapueden sentir felicidad grandes empresas so y mal pagado y las extraen del mar. se llevan el dinero que



Así Chimbote era la ciudad que siempre estaba movilizada. La protagonista de grandes huelgas y paralizaciones como las de 1973, cuando fueron despedidos muchos dirigentes; las de 1976-1977-1978, que echaron abajo el estado de emergencia permanente que había impuesto el gobierno de Morales Bermúdez y pusieron al país en camino de las elecciones, pero que también costaron grandes despidos y persecuciones.

NADA FUE IGUAL Chimbote de los 90, sin embargo, se convirtió en otra ciudad. Al golpe de las privatizaciones se quebraron los viejos sindicatos de Pesca Perú y en la mayoría de fábricas que

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INVESTIGARÁ AL GOBIERNO REGIONAL DE ÁNCASH

andes rimen pasaron a inversionistas privados los trabajadores se dispersaron y perdieron capacidad para la acción colectiva. La gente de mar, perdió derechos conquistados sobre el valor de pesca y a merced de sus empleadores.

La siderurgia redujo sus obreros y empleados a la cuarta parte, mientras se cerraban líneas enteras de producción. Muchas empresas que prestaban servicios a la pesca y Siderperú se cerraron. Chimbote se convirtió en una ciudad de desocupados (extrabajadores), subempleados y jubilados prematuros.

La pobreza se extendió por sus calles, crecieron el comercio am-

ima, la trampa y el co la de ra ltu cu na l gran U íces en los años de despojo echó sus ra ico de Chimbote y de rereacomodo económ r privado. Era cuestión de construcción del po e se encontraran en un de tiempo nomás qu intereses particulares, la s mismo propósito lo la delincuencia avezada y a ic bl corrupción pú ido a matar. que ya había aprend

bulatorio y diversas formas de la informalidad, y se incrementó la delincuencia y otras modalidades del mal vivir. Chimbote dejó de ser la ciudad quimera en la que todos podían hacer fortuna, y se convirtió poco a poco en un lugar donde los poderosos estaban fuera de la ciudad, generalmente en Lima y solo acudían para supervisar sus negocios y fortalecer sus contactos con las autoridades políticas, administrativas y judiciales.

Una cultura de la coima, la trampa y el despojo echó sus raíces en los años del gran reacomodo económico de Chimbote y de reconstrucción del poder privado.

Era cuestión de tiempo nomás que se encontraran en un mismo propósito los intereses particulares, la corrupción pública y la delincuencia avezada que ya había aprendido a matar.

LA NUEVA VIOLENCIA Uno de cada cinco habitantes del departamento-región de Áncash, vive en Chimbote. Desde que se instauró el sistema de elección de gobiernos regionales, los tres presidentes elegidos han provenido de Chimbote, a pesar de que la capital se ubica en Huaraz, en la sierra del departamento.

El actual presidente regional César Álvarez, anteriormente militante del Frente Independiente Moralizador de Fernando Olivera, y más tarde dueño de su propio movimiento regional Cuenta Conmigo, está en el poder desde 2007 y se prepara para un nuevo período a partir del 2015, con lo que podría completar once años como presidente regional.

La etapa que le ha tocado vivir está, sin embargo, cargada de acusaciones de corrupción y abusos de poder, pero lo más grave es que en los últimos años ha crecido un espiral de crímenes políticos que cobrado hasta ahora ocho vidas, en toda la extensión de las provincias que enlazan la costa ancashina y que tienen como su centro nervioso a la ciudad de Chimbote.

Y lo más sorprendente, todos las víctimas, entre las que hay un exconsejero regional, un alcalde provincial y un exalcalde, un fiscal superior y varios testigos de los asesinatos, eran opositores significativos del presidente regional, el que, por supuesto, se defiende diciendo que es el más perjudicado por estas muertes, ya que están perjudicando su imagen.

Un argumento difícil de sostener, si se toma en cuenta que la violencia política se está entronizando en la vida de la ciudad como ha ocurrido en otros países. Y nadie ha visto que los que contratan sicarios se limiten por un asunto de imagen.

En todo caso el país está ante un reto mayor, en esclarecer y detener a los responsables de esta nueva ola de crímenes políticos; antes que el brote de Áncash se extienda por el país.

Congreso dice aquí estoy    El Parlamento investigará presuntos actos

de corrupción y acciones del crimen organizado en la región Áncash. Los integrantes del grupo de trabajo son Juan Pari (Gana Perú), Mesías Guevara (Acción Popular-Frente Amplio), Jesús Hurtado (Fuerza Popular), Mariano Portugal (Unión Regional), José León (Perú Posible), Luis Galarreta (Partido Popular Cristiano-Alianza para el Progreso) y Enrique Wong (Solidaridad Nacional). El grupo de trabajo fue creado casi por unanimidad, con 88 votos a favor y una abstención de un legislador de Solidaridad Nacional y sin un voto en contra.

Superman se cree    “Dicen que somos asesinos, que hemos ma-

tado. Ese señor dice que lo han querido matar, ya ustedes saben a quién, a mi compadre. (Pero) al otro día estaba caminando, Superman se cree, las balas le pasan por los costados, le meten cinco balazos y no le pasa nada”. (Palabras de César Álvarez en el 2010 cuando Nolasco se salvó del primer atentado).

Quiero que investiguen    “Me podrán decir de todo, bestia, corrupto.

Pero no asesino. Pido que representantes del Ministerio Público, la Contraloría, la Policía investigue el caso y otros entes para fiscalizar. El contralor no es mi amigo. Quiero que investiguen, que vaya la policía a Áncash, que vayan todos. Esto es un cargamontón en mi contra y están utilizando la muerte de Nolasco para esto”. (César Álvarez en el 2014, después del asesinato de Nolasco).

La situación en Áncash es muy crítica    “La situación en Áncash es muy crítica, la población no aguanta más y se ha levantado porque no quiere más muertes. Mi padre se encadenó, pidió justicia, cargó una cruz y fue arrastrado por los policías como si fuera el asesino; nunca nadie le hizo caso. Pido justicia, pido investigación. (Fiorella Nolasco, hija de asesinado exconsejero regional).

Nos ven como el nuevo Tijuana    “Estamos alarmados por el nivel de inseguridad; nos ven como el nuevo Tijuana y eso ha ahuyentado el turismo; el impacto es que todo el trabajo, la organización que pusimos en marcha para promocionar la Semana Santa en nuestra región, se ha ido al diablo”. (Vladimir Meza, alcalde provincial de Huaraz)

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La impunidad alienta e Gustavo Palomino M.

“No conozco ningún caso importante en el que una persona que ha contratado sicarios haya terminado detenido”, dice Basombrío.

FOTO: LA PRIMERA

Tras el crimen del exconsejero regional de Ancash, Ezequiel Nolasco, el sicariato vuelve a las primeras planas.

Para el especialista en temas de seguridad Carlos Basombrío, esta práctica criminal muestra una peligrosa curva ascendente en el Perú.

—¿Cuál es el origen del sicariato en el Perú?

—Es un fenómeno relativamente nuevo. Ha sido muy fuerte en Colombia que es el país por excelencia donde este fenómeno ha existido antes que en otros lugares. Me atrevería a decir que el fenómeno no tiene más de 5 ó 6 años, inicialmente está vinculado a ajustes de cuenta del narcotráfico entre narcotraficantes y luego se ha extendido a ajustes de cuentas en otras actividades ilegales. Luego a la política y finalmente se está extendiendo como una forma de presionar o sancionar a aquellas personas que no se dejen chantajear, ajenas a toda vía delictiva. El fenómeno es extendido y bastante impune. Dos datos alarmantes son la participación de gente muy joven, en varios casos menores de edad y otro, que los montos económicos involucrados son muy bajos. Se puede matar a una persona con muy poca plata.

—¿Hay una estrategia clara de la Policía Nacional y desde el sector del Interior para combatir esta práctica criminal?

—Creo que hay más investigación criminal que inteligencia. En algunos casos importantes se han logrado detener a los sicarios, no necesariamente a los que mandaron a matar, pero sí a los que mataron.

Eso sucedió con el vicepresidente de la región Ama-

zonas y el periodista Luis Choy, por ejemplo. Lo que no veo, es una capacidad de atacar primero. Es decir, identificar vía trabajo de inteligencia, ir siguiendo los hilos tanto de quienes contratan como de quienes ofrecen el servicio, ir cercándolos y desentramar las redes. No conozco ningún caso importante en el que una persona que haya contratado sicarios haya terminado detenido.

—El sicariato es una práctica criminal que está yendo en aumento en los últimos años en diversas partes del país como el norte...

—Sin duda alguna, en

el norte es muy fuerte. En los barrios populares de Lima e Ica también se está acrecentando esta práctica.

Hay evidencias de que este es un fenómeno que crece mucho.

—¿Y cuál es la explicación a este fenómeno?

—Está vinculado a varias cosas. Primero, un elemento transversal a todas las prácticas criminales, la impunidad, que alienta el delito. El costo de oportunidad, la posibilidad de ser sicario y quedar impune es muy alta en el Perú.

Segundo, se ha aumentado la presencia de actividades criminales en el país, el crimen organizado se ha

extendido, hay fenómenos muy grandes de extorsión en distintas ciudades que hacen que haya un espacio mayor para que esta gente surja junto a una mayor demanda. Y tercero, la base de los problemas generales de la inseguridad en el país, que es la incapacidad de las instituciones para dar respuesta. Y, en muchos casos, es una responsabilidad política de este gobierno y de los anteriores.

—Muchas las buenas labores de la Policía se desmoronan cuando los delincuentes capturados llegan a la Fiscalía o al Poder Judicial…

—Normalmente esa es

una excusa de la Policía.

Se tiran la pelota con los fiscales del Ministerio Público y el Poder Judicial, pero, lo cierto es que hay un problema de funcionamiento y coordinación institucional muy grande. Me da la impresión de que el problema es más complicado y hay un tema de funcionamiento de las instituciones que tiene que ver, en primer lugar, con la Policía que está atravesando momentos dramáticos con muchos de sus miembros involucrados en el crimen organizado. Si eso no se cambia de raíz poco se puede hacer. Por toro lado, en la Fiscalía y el Poder Judi-

cial hemos visto casos con niveles de complicidad en los cuales hay investigaciones que podrían haberse llevado bien y no se han hecho. Y, por último, el sistema penitenciario que cierra todo el círculo, es decir, hablamos de una gran reforma institucional que permita tener garantías de que se puedan hacer mejor las cosas.

DEPURACIÓN POLICIAL —Hace unos días el ministro del Interior anunció una gran depuración en la Policía…

—Cualquier proceso de reformas o refundación policial requiere depuración, pero esta debe ser bien llevada y enmarcada en un proceso más complejo

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el sicariato e integral. No debe ser una herramienta de venganza interna de unos policías contra otros, sino estaríamos perdiendo una de las herramientas más importantes que tenemos para empezar la reforma en serio. Por eso hay que pedirle al ministro que tenga mucho cuidado con estos anuncios.

—Pero una depuración no sería suficiente para solucionar el problema. Hay otros temas pendientes como las capacitaciones o el equipamiento de la Policía.

—Hay un montón de frentes. El de la depuración que está vinculado a la lucha contra la corrupción es un elemento central. La impunidad de los policías corruptos hace que la institución se desmoralice y que prime allí esta racionalidad. Si esto no cambia radicalmente se pierde el tiempo. Por ejemplo, los patrulleros inteligentes servirían en un contexto inteligente, en el sentido de que se premie a los mejores policías, que haya mejores mecanismos de control, gestión moderna de los recursos, capacitación. Todo eso que es un paquete de cosas, nuevas modalidades educativas, Todo esto debe abordarse de una manera sistémica. Los recursos están ahí, si no se malgastan haciendo compras innecesarias, ahí tendríamos mucho dinero para poder usar.

UNIDADES ESPECIALES —¿Qué medidas se deben adoptar desde el Estado para combatir el sicariato?

—Para el sicariato principalmente funcionan las unidades especiales, de élite, que trabajan de manera reservada con resultados a mediano plazo y que van desbaratado los grupos, incluso, antes de que cometan los delitos. Es la típica estrategia de lucha contra el crimen organizado. Esos son los grupos que desbarataron a Sendero Luminoso. Para que esto funcione, necesitamos que no se roben el dinero de inteligencia para que llegue a esas unidades, que los policías sean promovidos y no maltratados, necesitamos que estén bien capacitados, etc.

—¿La delincuencia está tomando nuevas características, de mayor gravedad, en los últimos tiempos?

—La delincuencia común está teniendo una característica que antes no tenía, ahora es más vio-

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ALERTA

Y todavía puede ser peor

sobre este tema, —Comparativamente del Perú respecto ¿Cuál es la situación región? a otros países de la lencia no tenemos —En niveles de vio . En términos de todavía los más altos s afectadas por pecantidad de persona os de los que más queños delitos, som de impunidad, el tenemos. En temas comparación con nivel es muy alto en temas de sicariaje muchos países. En emergiendo con (o sicariato) estamos muy grande. Pero una curva ascendente s países. En Chile o sicariaje hay en poco plo, no existe esta Argentina, por ejem práctica. tual que tenemos —Con el panorama ac te tema, ¿Qué a es en el Perú respecto d de que se pueda posibilidades ve uste cia? revertir esta tenden o las políticas y nd —Si seguimos vie e se hacen ahora, medidas al ritmo qu oblema va a seguir definitivamente el pr empeorando.

Especialista Carlos Basombrío dice que Policía debe actuar de manera estratégica.

LOS QUE CONTRATAN Y LOS EJECUTAN

Una espiral complicada —Otro aspecto señalado por usted es que la demanda del sicariato va peligrosamente en aumento. ¿Eso se debe a que hay más personas que requieren esos servicios criminales?.

—Es un mundo de ida y vuelta y comienza a haber cada vez más gente que no son tan delincuentes pero que odian a FOTO: LA PRIMERA

alguien y recurren a estos métodos. Es una espiral muy complicada.

—También afecta mucho a este problema la salud mental que es un tema descuidado por el Estado.

—Por supuesto. Tienen que hacerse aproximaciones más integrales.

Pero las dos cosas fundamentales son: evitar que

lenta. Se usan más armas, hay más muertos en los hechos delictivos comunes.

Cada vez es más frecuente que a la gente se le roba para matarla, no digo que siempre, pero va en aumento, y ese es un cambio cualitativo muy peligroso y tiene mucha influencia en esta impunidad al crimen.

También tiene que ver con otra política errada, que es el populismo penal. Por ejemplo, cuál es la ventaja para un delincuente entre robar un celular y no matar a una persona, si la diferencia en una eventual sentencia son cinco años de prisión. El populismo penal es otra historia que tiene que ver más con lo Legislativo.

—Usted remarcó que

el menor número posible de muchachos lleguen a esto, y que esos pocos que lleguen sean sancionados. Una estrategia de seguridad ciudadana es una pinza entre la prevención y la represión. Si se descuida una, no funciona el sistema. Y lo lamentable es que hoy por hoy no tenemos funcionando bien ninguna de estas dos.

cada vez tenemos más menores de edad involucrados en actos de sicariato. Y eso se vincula también con la impunidad.

—Se vincula con la impunidad y otro elemento que hay en el Perú, que es una clamorosa ausencia de prevención. Hay que prevenir que los muchachos terminen en esas situaciones. En el Perú no hay una estrategia nacional de prevención de la violencia juvenil, lo que hay son esfuerzos locales en algunos municipios. La prevención no va a evitar que haya sicarios, solo hará que muchos menos muchachos terminen en esa situación y, por tanto, el funcionamiento del sistema penal sea mucho más fácil.

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OTRAS DISQUISICIONES Víctor Hurtado Oviedo

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os historiadores son serios: solo hablan del pasado porque el futuro no les consta. Hasta prohíben decir: «¿Qué hubiera pasado si...» pues esto sería jugar con los naipes del tiempo. No importa: a escondidas pensemos qué hubiese ocurrido si, hace tantos siglos, cordilleras de hielos no hubieran enlazado los nortes de Asia y de América. Tres respuestas son: 1) no habrían existido Jorge Negrete ni sus pistolas tenoras (si hablan de «las poetas», que hablen de «las tenoras»); 2) no habrían sonado Pedro Infante ni su voz llorada y llorosa; 3) no habría crecido el bolero ranchero porque el varón ilustre que lo elevó a la eternidad (donde ahora él mismo habita) hubiese nacido en los desiertos de Mongolia y hubiera sido un tártaro cantor de las batallas de Gengis Jan. Había un abolengo pálido y remoto en la cara de Javier Solís. Su pelo cerrado, de luz negra y radiante, oprimía una frente exigua sobre cejas dispersas.

Los ojos orientales, las colinas de los pómulos y los bigotes nimios historiaban su estirpe antigua, migrante y gloriosa. Todos los cuerpos hablan; el de Javier Solís dictaba una conferencia sobre el estrecho de Bering.

Se sabe poco sobre la vida privada de Javier Solís. Hay existencias que no alcanzan para una biografía, y entonces los libros deben arbolarse de anécdotas.

Empero, anotemos que Javier nació con un nombre difícil (Gabriel Siria Levario) en setiembre de 1931, en la ciudad de México. Para salvarlo del padre de violento alcohol, la madre obsequió al niño al hermano de esta, Valentín, hombre probo, laboral y panadero. Para este recto varón y su esposa, Ángela —sin hijos propios—, Gabriel fue el heredero universal de la nada a manos llenas con la cual el hada de la pobreza había favorecido a los esposos (cuando abunda la pobreza, alcanza para la mayoría: sobre todo para la mayoría).

Gabriel creció en las arduas calles del barrio de Tacubaya, donde se ejerce la redundancia de ser pobre pero honrado, y donde los niños juegan en calles de tierra como ángeles entre nubes de polvo. No terminó la escuela: a los diez años lo arrancaron de ella la muerte de su madre adoptiva y la angustia de ganarse el sustento. Fue un niño prodigio a lo Tercer Mundo: le enseñaron a leer y aprendió a trabajar.

Me pierdo en el entrevero de sus circunstancias. Fue repartidor de pan, lavador de autos y matarife imperceptible de carnicerías triviales.

Se casó a los 20 años; se complicó de otros amores de adiós y portazo,

Te amaré toda la vida » Nada puede el tiempo contra Javier Solís

y juró lealtades románticas siempre firmes aunque sucesivas. Engendró muchos hijos; no sé cuántos porque a los siete dejé de contar.

No obstante, por sobre todas esas miserias, Gabriel sintió la gravitación suprema de la música. A los 18 años ganaba concursos de canto en míticas carpas de barrio, templos plebeyos de trapo y madera. En una

carpa se inventó como intérprete del himno cortante y dolido del tango, bajo el seudónimo casi peluquero de «Javier Luquín».

En lo más central de sus dudas, todo joven oculta un espejo secreto de mentiras cómplices donde le urge admirarse: ante ese reflejo, el bajo se ve alto; el débil, fuerte; el tímido, seductor. Allí está la imagen fastuosa que —sospecha— nunca será. En el espejo indulgente del casi irreal Gabriel Siria se reflejaba este ídolo: Pedro Infante, charro de sonrisa de plata y actor cariñoso de cintas baila-

bles que hacía, de los cines, ingenuos harenes de noventa minutos.

En 1925, Jorge Luis Borges aludió a Diego de Torres Villarroel y lo llamó «provincia de Quevedo» porque Torres escribió hecho una copia vehemente del maestro. Así también, los primeros discos de Javier Solís —quien ya grababa con este nombre glorioso— fueron provincias de Pedro Infante (aunque siempre es mejor ser una provincia de Pedro Infante que la capital de «Luis Miguel»). Pese a todo, las imitaciones de Javier no eran como las de Dean Martin contra Bing Crosby,

   TODOS LOS CUERPOS HABLAN; el de Javier Solís dictaba una conferencia sobre el estrecho de Bering.

pues, bajo la postración xerográfica, bullía una voz aleonada que urgía por su libertad.

La vida de Javier se perdía tristísima. El imperioso azar de la pobreza lo había resumido a cantante de bares donde se desataban épicas furiosas en las altas noches tabernarias: cuchillos de preguntas punzantes, navajas de respuestas cortantes, gritos de súbitas genealogías, el énfasis-sorpresa de una silla contra un cuello, y fructuosos botellazos como votos: directos, universales y secretos. Entonces, aunque sus tareas eran la exactísima entonación y el arte, Javier Solís no desdeñaba las misiones de paz entre los hombres y aplacaba almas inquietas con el silogismo bicorne de sus puños.

De pronto, la muerte le obsequió la oportunidad. El 15 de abril de 1957, Pedro Infante murió calcinado en un accidente aéreo, y Javier Solís se aferró a su memoria acreciendo el calco. Fue un error. Impacientes, las compañías disqueras le dieron a escoger entre robarse un estilo propio o marchar hacia la populosa, la siempre lista, la amplísima calle.

Debemos Javier Solís a un padre alcoholizado, a una madre espantada y a dos tíos ejemplares; lo debemos también a don Felipe Valdés Leal, el único músico que creyó siempre en Javier, y quien, a fuerza de consejos, logró que, cierta tarde histórica de 1958, cuando Javier grababa Llorarás, llorarás, de las tiránicas cenizas de Pedro Infante naciera la voz auténtica de Javier Solís.

Del resto se ocupa la Historia. Javier grabó 320 canciones, pero filmó películas que solo degustarán plenamente los críticos que conjunten la finura estética con la piromanía. No importa: el rey inderrocable del bolero ranchero nos legó el viento poderoso de su voz, su timbre de hierro dulce, y su caudal de lágrimas y gozos sobre el que muchos lanzamos la nave valiente y aterrada de la adolescencia.

Javier Solís murió de médico inoperante tras una cirugía de vesícula, el 19 de abril de 1966, y nos dejó a los suyos entregados a la pena erudita de recordar sus discos. Desde entonces, el tiempo ha hecho su especialidad: dar olvido, pero nada puede contra ciertas deudas de la memoria. Tal es mi caso. A los trece años, yo compraba los discos de Javier Solís ante el asombro tanguero de mi padre.

Por cantar como Javier, yo hubiese dado diez centímetros de estatura, cuando lo importante era crecer. Él fue uno de esos padres remotos que los jóvenes adoptan cuando se engañan y creen que están solos, y por esto me cayó como un rayo su muerte profunda.

Nota. Los datos han sido tomados de El señor de «Sombras», biografía en tres fascículos escrita por José Felipe Coria (Editorial Espejo de Obsidiana, México, 1995).