R EVISTA PR MERA AÑO: 1 Nº 12
LIMA, DOMINGO 13 DE ABRIL DE 2014
EDITOR: PACO MORENO
www.laprimeraperu.pe
Tal para cual
¿Qué pasa en realidad en la tienda naranja? ¿Avanza Frente Libertad es la prueba de una
ruptura o una estrategia política de este dúo?
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R EVISTA
DOMINGO 13 DE ABRIL DE 2014
Opinión
PR MERA
Se miran con desconfianza
con tantas dudas e indecisiones que Keiko, por no ganar las elecciones pasadas, está pagando los platos rotos hasta ahora. Él estaba seguro de ganar en el remoto 2011 y no fue así y sus sueños de salir en libertad, gracias a la firma de su hija, se desvanecieron y entró en depresión y luego en cólera y se deshizo de Nakazaki de puro asado. Pidió ayuda a su amigo de siempre, el que hacía y deshacía lo que él decía y mandaba, y este le dijo que William Castillo es un hombre confiable, de mañas aprendidas en las
Paco Moreno
E
s posible que, en ratos de lucidez, en meditaciones en la Diroes, Alberto Fujimori piense que su hija Keiko, la primera dama de su dictadura, quiere desembarcarse de él, quiere limpiarse un poco del pasado, blanquearse, para ganar las elecciones en el 2016. Tal vez crea, que se está alejando de él porque está en desagracia. Lo que pasa es que Fujimori es tan desconfiado que no confía ni siquiera en él y menos en su sombra. Es un hombre
Citas
No se olviden de mí.
citables
Sobre el alias “rata” en
petroaudios “Como él (Alan García) hizo un calificativo y supuso dolo o delito, ahora tendrá que corroborar o desmentirlo. Rechazo tajantemente cualquier anomalía, anormalidad o cualquier voluntad de dolo. Ese fue un proceso transparente”. (Rómulo León Alegría).
Los más comentados José León El pueblo de Áncash tiene la solidaridad de todos los congresistas. Solicito a Fiscalía, Contraloría y PNP que declaren en emergencia a Áncash. Modesto Julca La corrupción, asesinatos y criminalidad en Áncash se deben investigar y hay que aclarar que esto no tiene que ver con un tema político.
Ante Dios “Públicamente lo digo, ante Dios, no tengo nada que ver con el atentado al señor Ezequiel Nolasco. A nombre de mi familia y mis hijos. Lo he dicho ante la Iglesia, ante el monseñor: no postularé a las elecciones. Me retiro de esta campaña, de la política, porque no quiero que aparezca un nuevo atentado contra alguien y digan que yo fui”. (César Álvarez). Operación Perseo 2014 “Se trata, sin duda, de un duro golpe al terrorismo, en este caso, haciendo frente a lo que implica la organización del Movadef como una instancia creada o generada por el partido Sendero Luminoso para, precisamente, hacer una labor en la sociedad civil.”. (Ministro del Interior, Walter Albán).
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mejores escuelas. Cada vez que más confía en Castillo desconfía más en Keiko hasta el punto de creer que su hija ya no quiere insistir más en pedir su indulto. No es así, pero él lo cree y por eso ordenó comprar el kit para crear el movimiento Avanza Frente Libertad y se armó el asunto. Keiko no sabe qué hacer y Fujimori la mira con ojos de desconfianza. “Si te vas, ya tengo partido; yo mando y tú obedeces”. Hay miradas de desconfianza entre los dos y Castillo le echa leña al fuego. Aunque digan que no hay las broncas internas en la tienda naranja se notan desde lejos.
Nadine Heredia
Hay que moverse para avanzar aún a riesgo de rumores malintencionados. Alan García
¿QaliWarma? ¿TriquiWarma? Ofrecen carne con triquina en colegio de Puno y no hay rectificaciones.
R EVISTA PR MERA AÑO: 1 Nº 3
LIMA, DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014.
EDITOR: PACO MORENO
Hecho el Depósito legal Nº 2005-2098
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PARTICIPAN EN ESTA EDICIÓN: Raúl Wiener, Ramiro Angulo, Javier Solís, Gustavo Palomino, Eduardo Un billónS, Gráfico: César Aquije. Santana, Roberto Contreras, Arte y Diseño: Julio Arroyo de pie por las mujeres
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LA DIRECCIÓN: AV. JOSÉ PARDO 741 MIRAFLORES TELÉFONOS: 447-1218 / 447-3092 FAX: 444-0883 LOS AUTORES DE NOTAS DE INVESTIGACIÓN Y/U OPINIÓN SON LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE SU ELABORACIÓN Y CONTENIDO. LA CASA EDITORA NO SE SOLIDARIZA NECESARIAMENTE CON ELLOS.
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La crisis
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Juan Sheput Repugna e indigna el reciente fallo del PJ en caso Utopía. 70 mil soles de reparación y 4 años de cárcel para Azizollahoff y Edgard Paz.
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PR MERA
Fujimori’s Club 2016
MIGUEL ILDEFONSO
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l taxi sale de la Carretera Central y zigzaguea por calles de pistas deterioradas, casas desteñidas y fábricas viejas, hasta que en una amplia curva se detiene. El lugar es como cualquier barrio pobre de Lima, en las faldas de unos cerros pelados y polvorientos. Me siento dentro de una tienda que tiene un televisor de pantalla plana, mesas y sillas de plástico en su entrada, protegidos del sol de abril, aún intenso, con un toldito. Al frente está la entrada a DINOES, es un arco color verde que dice: Dirección de Operaciones Especiales Cuartel CRNL PNP “Marco Puentes Llanos”. Y allí adentro, al fondo, está Alberto Fujimori. Pido una botella chica de Coca Cola helada, y me fijo detenidamente en los cerros. Hay inscripciones de escuadrones que dicen: Coyote, Lince, Escorpión, FIR. Pero hacia el margen derecho, más allá de los grandes árboles de eucalipto al interior del cuartel, se divisan casitas de madera en
lo alto de otros cerros, unas de color azul en la parte inferior y otras anaranjado en la cima. Kilómetros de pobreza, en Ate Vitarte, rodean el domicilio actual del que fuera el dictador que instauró el sistema neoliberal que hasta el día de hoy rige al Perú. Me viene a la mente la televisión del año 1992 y él en la pantalla con su voz aguda diciendo “!disolver!”. Fue ahí cuando decidí cambiarme de carrera, de la Facultad de Derecho me fui a las Humanidades en la Universidad Católica. Me encuentro, entonces, sentado frente a DINOES. Le pregunto al dueño de la tiendita si ha visto alguna vez a Fujimori por aquí afuera. Me contesta riendo que solo lo ha visto en televisión. Dice, además, que hubo audiencia, pero la cancelaron, se fueron los periodistas hace rato. Entro a Internet y veo que su abogado, William Castillo, acaba de pedir al presidente Ollanta el indulto para el Chino. “No tendría nada de raro ni de extraordinario que lo haga por Semana Santa aho-
ra que sabemos que Fujimori no fue condenado por delitos de lesa humanidad”, dijo tras la audiencia del juicio por el caso de los diarios “chicha”. Leo también que dicha audiencia se canceló porque no llegaron los testigos. No sé por qué, y lo digo con la misma risa del dueño de la tienda, pero nada de esto ya me parece raro ni extraordinario. Tampoco es raro ni extraordinario que dentro del partido fujimorista, que para cambiando de nombre según
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REFLEXIONES fuera del fortín donde vive “líder histórico” de la manipulación de la realidad en la era posmoderna.
la coyuntura electoral (hoy es Fuerza Popular), se diga que existan dos facciones. Los “Keikistas” que siguen a la lideresa y candidata presidencial Keiko Fujimori, y los “Albertistas” que están allí para pedir la liberación del “líder histórico”. Esta supuesta división dentro de Fuerza Popular ha sido noticia en estos días porque el inquilino de aquí enfrente, de DIROES, ha encargado a su abogado que inscriba a
uen a la Los “Keikistas” que sig l Keiko esidencia lideresa y candidata pr s” que están ta tis er Fujimori, y los “Alb n del “líder ió allí para pedir la liberac división denta histórico”. Esta supues sido noticia en ha lar pu tro de Fuerza Po quilino de aquí estos días porque el in encargado a su enfrente, de DIROES, ha anza Frente Av abogado que inscriba a política de los n ió ac in Libertad (denom rado Nacional de “Albertistas”) en el Ju Elecciones.
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Avanza Frente Libertad (denominación política de los “Albertistas”) en el Jurado Nacional de Elecciones. Aun cuando no suelo tomar esas bebidas, pido otra botellita de gaseosa, y pienso en que estas estrategias simplonas, pero efectivas para los receptores pasivos de los medios de comunicación (o llámese “ciudadano de a pie”, “masa electoral”, “cliente político”, o como quieran llamarlo) son las que han reemplazado a los fundamentos doctrinarios y a los grandes planes nacionales, que eran lo que daba existencia a los partidos políticos de antaño. Todo eso se acabó, pues, con ese “disolver” nasalizado. Y, sí adentro de este fortín está el “líder histórico” de la manipulación de la realidad en la era posmoderna, de la transformación de la mentira en verdad histórica vía twitter. Y que, gracias a él (con el cinismo, la amoralidad, la corrupción, la burla a la ley, etc.), la política peruana terminó por convertirse en un esperpento al mejor estilo del escritor Ramón del Valle-
Inclán, autor de la novela Tirano Banderas. Esta estrategia de “Keikistas” y “Albertistas” es la continuación de aquella anécdota (o ficción) de que un día Keiko le dijo a su padre, en Palacio de Gobierno, que Montesinos debía salir de su entorno. Y, bueno pues, me levanto y pago mi cuenta. Es hora de irme de aquí. Vine para dar unos toques finales a la novela que tengo acabada hace buen tiempo, pero que sigo corrigiendo. Esta novela trata justamente de la década del noventa y la dictadura; o sea, de mi generación X o del Fin de la Historia, como se decía entonces. Al doblar, por la curva, para agarrar la calle de salida, paso por el colegio Alfred Nobel, el inventor de la dinamita. ¿Sabrán los niños en esas aulas, que al frente un expresidente purga una condena de veinticinco años? ¿Qué cosas les dirán sus padres o sus maestros? Echo una última mirada a los cerros que rodean el lugar (esos “horizontes profundos de susurros y ecos”, dice Valle-Inclán en su novela).
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Raúl Wiener
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altaban tres semanas para la primera vuelta de 1990 y en un país saturado por la propaganda del Fredemo de Vargas Llosa, donde parecía que cada aspirante al Congreso por este frente derechista estaba invirtiendo más que cualquiera de los aspirantes presidenciales de otras listas, me crucé de pronto con un cartel con la imagen de un hombre sonriente, de rasgos orientales, con anteojos de profesor universitario, acompañado de una simple frase: “Honradez, Tecnología y Trabajo”. Mi hija, que me acompañaba en mi viejo Volkswagen, me preguntó de súbito: ¿y quién es ese chinito? No me esperaba tener que explicar a una niña de doce años las complejidades de la política, pero le dije casi como resumen: es uno de esos candidatos que se presentan a las elecciones sabiendo que no van a ganar, a ver si consiguen elegirse como parlamentarios. Hasta esa elección, el sistema peruano permitía postular en simultáneo a la presidencia y el Congreso. ¿Pero de dónde ha salido, qué es lo que ha hecho antes?, fue la siguiente interrogante. No sé, pero siempre hay locos que quieren ser presidentes. Pasaron unos días y se llegó a la fecha de prohibición de la divulgación de las encuestas y lo que se sabía era que la invencible candidatura del escritor se había empezado a estancar y era dudoso que pudiera vencer en primera vuelta, como había sido su proyecto original, que se resumía en una de las frases favoritas de Vargas Llosa: “Pido un mandato claro para hacer los cambios”. Parecía que había un cansancio frente a esa sensación de ganador anticipado que ya se cree gobierno y sobre todo ante el despliegue insolente de ricachones que competían dentro de su misma lista, creyendo que los electores premiarían al que más avisos pusiera en los medios y llenara las calles con el mayor número de carteles.
PR M
De cómo la gente
RAZONES POR LAS QUE FUJIMORI ganó las elecciones del 90 sacando de camino al novelis CON SU TRACTOR Estaba preparando la edición de la revista Amauta, de la que era director y para esos momentos ya todos habíamos escuchado de que había un candidato de los chicos que estaba subiendo en apoyo popular. Era el “chinito” del cartel que se movía en tractor cada vez que llegaba a un pueblo de provincias y lograba convocar movilizaciones entre la gente más pobre que iban causando sorpresas. Se decía que ya andaba por el cuarto puesto, a punto de alcanzar al poco entusiasmante postulante de la Izquierda Unida, Henry Pease, y habiendo superado ya a un rezagado Alfonso Barrantes. La división de la izquierda estaba pasando su factura. Entonces recibí una llamada telefónica de Javier Diez Canseco desde Puno diciéndome: “Raúl, lo del chino va en serio, hay que hacer algo para detenerlo, saca cualquier cosa en su contra en la revista”. Pero, ¿qué podía hacer yo con una publicación semanal de 5 mil ejemplares, en medio de una situación en la que la gente se inventaba cosas como es japonés y traerá plata de ese país; es ingeniero, o sea trabajador; es profesor universitario, lo que significa que está preparado; está acompañado de evangelistas y pequeños empresarios, quiere decir que es honesto; no va a hacer el shock; etc.? Había una corriente a favor de un candidato nuevo, fuera de los partidos y alternativo al inmenso armatoste del escritor. No se puede hacer nada, Javier, le contesté. Las cosas van a ser como ya se están definiendo. Al día siguiente, me visitó Pedro Francke y conversamos de las elecciones. Y su apreciación era categórica: gana Fredemo con menos del 50%, segundo queda el APRA y la izquierda termina tercera. Eso de Fujimori es mucho menos de lo que se cree, dijo sonriendo. Yo tampoco tenía algo con
qué discutir el realismo de Pedro, y me limité a especular sobre la posibilidad de que la izquierda fuera superada por el fenómeno político que se estaba produciendo, lo que iba a agregar ridículo a la derrota de la desunión. Pero,
seguro que había razón en creer que al hombre del tractor no le alcanzaría el tiempo ni las ilusiones de sus simpatizantes para desplazar al APRA. LA ELECCIÓN
El 8 de abril de 1990 los peruanos fuimos a votar en primera vuelta en unas elecciones cargadas de elementos fuera de lo común: (a) Una candidatura ampliamente favorita, que tenía toda
la atención y apoyo de lo dios, que anunciaba una l sacrificada marcha para su la crisis pero que hacía al de poder económico, como dirigentes no estuvieran su do lo que sufrían el resto
MERA
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e inventó al Chino
sta más exitoso en la historia del Perú.
os melarga y uperar alardes o si sus ufriende los
Mi hija, que me acompañaba en mi viejo Volkswagen, me preguntó de súbito: ¿y quién es ese chinito? No me esperaba tener que explicar a una niña de doce años las complejidades de la política, pero le dije casi como resumen: es uno de esos candidatos que se presentan a las elecciones sabiendo que no van a ganar, a ver si consiguen elegirse como parlamentarios.
peruanos. (b) Un gobierno de salida que tenía un candidato propio (Alva Castro), al que no le prestaba mayor atención y que estaba metido en un complot para inflar la candidatura sorpresa de Fujimori en contra de Vargas Llosa, que andaba por las acalles diciendo que enviaría a Alan García a la cárcel. (c) Un electorado que se iba moviendo en sus preferencias hasta el último día, pasándose la voz de que había un chinito japonés que podía ganar las elecciones. (d) Sendero Luminoso que anunciaba “paros armados” en diversas provincias para boicotear las elecciones. Hacia las 5 de la tarde se tenía un resultado que iba a marcar historia. El FREDEMO de Mario Vargas Llosa había quedado muy por debajo de su aspiración de ganar en la vuelta inicial, superando apenas el 30% y Fujimori quedaba a dos o tres puntos, según las primeras encuestas, con el APRA alrededor del 20% y las izquierdas debajo del 10%.
Nunca había ocurrido algo como esto. Que se supiera, ni en el Perú, ni en ninguna otra parte del mundo. Las cifras oficiales comunicadas al día siguiente serían aún más desconcertantes. (a) Fredemo, 27.6% de los votos válidos, la candidatura más potente de las derechas de toda nuestra historia apenas había superado en 8.6% la peor de las performances de Acción Popular y PPC, cinco años antes, cuando sumados eran 19%, ahora como aliados del escritor estaban a menos de la mitad de lo que fueron en 1980, cuando ganaron el gobierno. (b) Fujimori, el candidato de la nada, sin partido, sin programa, sin historia, tenía 24.6%, y enormes posibilidades de arrastrar el voto del APRA, la izquierda y otras formaciones menores que estaban muy enfrentadas con la derecha(c) El APRA, con 19%, que había perdido casi treinta puntos desde la victoria de Alan García en 1985, pero aún así seguía siendo un quinto del electorado, después de la hiperinflación, la corrupción y la violencia con la que se despedía del gobierno. (d)Izquierda Unida de Pease con 7% e Izquierda Socialista con 4%, habían caído verticalmente desde el 26% que obtuvieron en 1985, y eso apenas a un año del gran Congreso de Huampaní cuando parecía que serían los rivales de Vargas Llosa. El primer novelista del Perú, el personaje que se había metido a la política para salvar al Perú, el que había derrotado en las calles el intento de estatizar la banca, no había podido arrasar en las elecciones como se pensaba, ante un APRA desgastada y una izquierda dividida, por la presencia de un tipo en un tractor que sonreía casi sin sentido y que dejaba que corrieran las más increíbles leyendas sobre su persona. Y lo más trágico, no había forma de que el casi 25% que le faltaba al Fredemo para ser
mayoría en el país se consiguiera de las votaciones de los otros partidos. Discutiendo sobre la situación creada, los estrategas de la derecha dentro de los cuales habían arias luminarias internacionales, desecharon cualquier apertura hacia el APRA o la izquierda, y establecieron que el blanco de su mensaje debían ser los propios votantes de Fujimori, que se presumía eran volátiles ya que habían optado en los días anteriores de las elecciones. Pero esta estrategia suponía un cambio dramático en los énfasis de la candidatura, que después de la soberbia de primera vuelta reflejada en el mensaje de que el Fredemo tenía todas las soluciones y que estas eran eminentemente tecnocráticas y frías, se transformó en un populismo desesperado que llevó a una campaña de pobres, con programas asistenciales pagados con el dinero que recaudaban de las empresas. De pronto, el escritor y las damas de la campaña aparecieron en los barrios marginales explicando que su gobierno los protegería de la crisis y los ajustes, con una fuerte inversión social. La otra parte de la respuesta era demoler al candidato de Cambio 90, con datos sobre los
aspectos oscuros de su vida: pago de tributos, bienes de origen dudoso, cercanías con el APRA, etc. Inaugurábamos el estilo de destrucción de opositores que luego Fujimori usaría contra otros y que la derecha emplearía contra Humala y Susana Villarán. El “chino” ya se había apropiado de ese inexacto gentilicio (era hijo de japoneses) y desarrollaba una campaña de identificación con lo popular que incidía en una supuesta semejanza entre un rector universitario, hijo de migrantes y de vida acomodada, con el pueblo empobrecido que se ganaba la vida como fuese.
Era evidente
que Fujimori se había engullido los votos de la izquierda y el APRA, sin llegar a acuerdos con ellos y sin deberles nada. Dos años después les daría un golpe de Estado y declararía que los partidos eran los únicos culpables de la crisis.
La estrategia elemental era trasmitir que los chinitos eran como los cholitos, y que los profesores de la universidad eran como cualquiera de los trabajadores dependientes de un salario. Los partidos que habían quedado fuera de carrera discutían si apoyar a Fujimori o abstenerse (ninguno imaginaba otorgar su voto a la derecha), pero en las bases ya había una corrida de votos hacia el candidato sorpresa y un entusiasmo por estar ganándole a los ricos. En el Perú parecían estar ocurriendo movimientos de capas tectónicas. Se enfrentaban evangélicos contra católicos, con los primero cuestionando los privilegios de la Iglesia de Roma, y los segundos sacando al Señor de los Milagros fuera de fecha para que ayudara a ganar al agnóstico Vargas Llosa. Se desataba una subcampaña racista y chovinista sobre el origen étnico de Fujimori y su falta de raíces familiares en el Perú, que subieron tanto de tono que Mario Vargas Llosa tuvo que frenarlas directamente. Se hablaba de golpe de Estado si ganaba el “chino” y Montesinos aprovechó el rumor para convertirse en el contacto entre el Servicio de Inteligencia y el candidato,
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para proveerle de información clasificada verdadera o falsa, que influía sobre Fujimori. Hubo un debate televisado que aparentemente resolvería la elección al mostrar la superioridad intelectual del escritor sobre el profesor improvisado de político que no tenía casi nada para ofrecer. Y efectivamente, ese encuentro en el Centro Cívico de Lima, fue un match entre un Fujimori que evitaba perder y un señor Vargas (así lo trató su rival), que no lograba ganar. Esa noche se cerró con un blufazo del “chino” mostrando una edición del diario Ojo, que nunca hubo, que se suponía ya estaba impresa antes del debate, dando por vencedor a Vargas Llosa, que no supo qué responder. SEGUNDA VUELTA La votación del 10 de junio, zanjó toda la disputa. Fujimori había alcanzado 57% de los votos y Vargas Llosa el 33.5%. El “chino” había ascendido 22 puntos y el escritor solo cinco. Los votos en blanco y viciados se habían reducido a menos del 10% y se podía concluir que de allí era que el Fredemo había alimentado su escaso crecimiento. Era evidente que Fujimori se había engullido los votos de la izquierda y el APRA, sin llegar a acuerdos con ellos y sin deberles nada. Dos años después les daría un golpe de Estado y declararía que los partidos eran los únicos culpables de la crisis. Pero antes que eso, Fujimori inauguraría un modo de dirigir el poder que luego volveríamos a presencias más adelante. Antes de juramentar ya había despedido a todo el equipo de asesores que le ayudó a armar a toda velocidad un plan de gobierno y ofrecer un perfil propio en las elecciones, y, con la ayuda de Hernando de Soto, había hecho contacto con los organismos financieros internacionales para que le dieran, elaboraran, una terna de ministros de Economía que vinieran a hacerse cargo de la crisis. El chinito sonriente del no shock, lanzó el 8 de agosto, a diez días de haberse puesto la banda presidencial, un supershock como no se conocía en el mundo. Vargas Llosa ya estaba fuera del país y debió haber leído esta noticia en los periódicos.
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Dimes y Diretes Personajes de la tienda naranja
han soltado la lengua esta semana y algunos analistas hablan de las fisuras en el fujimorismo.
Keiko Fujimori quiere pasar inadvertida, quiere que nadie hable de ella, porque después algunos empezarán a preguntarse de qué vive, en qué labora, con qué dinero financia su campaña silenciosa en provincias. Está casi siempre alejada de los reflectores y, al parecer, los medios que la ayudaron en el 2011 entienden la jugada porque no hacen esfuerzos para darle cobertura salvo, en temas puntuales en los que una candidata no puede quedar fuera de cámaras. Aquí algunas frases que se han dicho de ella y de sus padre en estos días.
Debemos mantenernos unidos “En el pasado fue un error crear un partido político para cada elección y en la época de persecución esa desunión generó una mayor debilidad en nuestro grupo político. Ya aprendimos la lección. Debemos mantenernos unidos. Yo estoy trabajando para que Fuerza Popular vaya más allá de un apellido o una fecha. Fuerza Popular tiene que ser una organización que perdure en el tiempo. Y esa será mi contribución a la institucionalidad del país.” (Keiko Fujimori, domingo 6 de abril, diario Correo)
La guía es el papá “Queremos un fujimorismo permanente, pero
un fujimorismo que sea guiado siempre por el líder histórico, por el estadista, por Alberto Fujimori. Haremos fuerza para que Keiko conduzca los destinos de la patria e invocaremos para que lo haga con la inteligencia y el pragmatismo del padre, pero lo tendrá que hacer guiada por el padre.” “Me alegra verlo mejor y con la vitalidad de cuando derrotó a sus rivales como un tsunami. La depresión que padecía está mejorando, la hipertensión está bajo control, lo veo cada día más vital. Si el presidente (Humala) fuera pragmático de pronto nos daría una sorpresa indultando a Alberto Fujimori esta Semana Santa, que es un día de paz y reconciliación.” (William Castillo)
Todo esto perjudica a Keiko
Su padre quiere su libertad
“Tradicionalmente el fujimorismo ha formado una agruparon para cada elección. Eso demuestra que siempre hay fracturas en el movimiento. Creo que ahora algunos están fijándose en la figura de Keiko y otros en la de Fujimori. Me parece que hay dos tipos de gentes. Hay quienes trabajan por la candidatura de Keiko y hay otras que trabajan por la liberación de Fujimori. Buscan resaltar la figura de Fujimori como candidato, como líder. Es obvio que esto perjudica a Keiko.” (Jaime Delgado)
“Keiko Fujimori no le conviene conmemorar esas cosas como el 5 de abril y el golpe de Estado y quiere un poco alejarse de toda esa red mafiosa que se instaló en el gobierno de Fujimori. Es por eso que quiere mantener distancia de su papá. Lo que su padre quiere son otras cosas, bajo otros ángulos. Finalmente lo que él busca es su libertad. Hay dos facciones bastante claras en un primer momento. Por eso hay peleas internas entre ‘albertistas’ y ‘keikistas’. El abogado ha comprado el kit bajo la dirección del señor Fujimori y eso ha demostrado que hay dos facciones en el partido.” (Omar Chehade)
SINESIO LOPEZ
Hay un juego aceptado por ambos lados “Ellos son conscientes de que la candidata debe ser Keiko Fujimori. Saben que le irá mejor mientras menos se relacione con la historia pasada del fujimorismo. Alberto Fujimori no quiere que la candidatura de Keiko se mezcle con las exigencias que plantea el fujimorismo más tradicional, para que de esa manera tenga cierta aceptación en sectores que rechazan el fujimorismo. Fuerza Popular es una organización más abierta a sectores que no acompañaron al fujimorismo. Mi hipótesis es que no
hay una división, sino una cierta diferenciación para poder, por un lado, enfrentar las demandas de Fujimori y no entorpecer el partido de Keiko, es un juego aceptado por ambos lados. ‘Avanza Frente Libertad’ de Alberto Fujimori no va a competir con el otro fujimorismo, simplemente es un aparato organizativo para poder enfrentar más libremente la situación de la prisión de Fujimori y lograr que pueda tener prisión domiciliaria. La organización de Keiko es para competir y luchar por el poder.”
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SE CONTRADICE CON EL ABOGADO
Cuculiza no conoce a Castillo —¿Qué opina sobre la
creación de Avanza Frente Libertad? —Normal, totalmente normal. Seguimos trabajando juntos y creo que esa fuerza es también en apoyo de Keiko, como lo ha dicho el mismo presidente Fujimori y las personas que lo han formado también. —¿Para usted hay divisionismo? —Para nada —¿Por qué surge este movimiento entonces? —Ha sido a raíz de un grupo que pertenece al fujimorismo, que se ha unido para protestar y pedir la libertad del presidente. Creo que ellos trabajan más por la libertad del presidente que como partido
político. —¿Cómo va Keiko con su campaña al interior del país? —Muy bien, estamos trabajando a nivel nacional muy bien a través de los comités. Tenemos una satisfacción grande porque vemos que encabeza hasta ahora las encuestas y creo que el futuro será mejor. —¿Cómo ve la salud de Fujimori? —La salud de Fujimori es cada vez más negativa para el presidente, el cada vez está más delgado, y los dolores a la lengua han comenzado otra vez. —Pero su abogado, William Castillo, dice otra cosa… —A él no lo conozco. No tengo ni idea.
JUAN DE LA PUENTE
Hay una presión del viejo fujimorismo —¿La campaña emprendida
por Fujimori y William Castillo benefician o perjudican a Keiko Fujimori? —La beneficia notablemente, porque permite que una parte de la opinión pública entienda que ella tiene diferencias con la actitud crítica de su padre. Eso es lo que oficialmente intenta proyectar hace bastante tiempo el fujimorismo. Toda conducta que radicalice el fujimorismo desde la perspectiva del padre, evidentemente termina beneficiándola. —¿Cree Keiko Fujimori acepta este distanciamiento? —Desde hace un buen tiempo está resignada a que se produzcan estas fisuras internas, no es la primera vez. Desde la campaña a favor del indulto a Alberto Fujimori fue notorio. —¿Qué gana William Castillo con todo esto? —Probablemente él sea un instrumento. Es el operador de una táctica política orientada a mostrar a Alberto Fujimori con mayor fuerza al interior del fujimorismo, es evidente que ha perdido notoriedad. Como probablemente algunos fujimoristas no quieren
asumir ese papel directamente, ahora lo asume William Castillo con cierta comodidad, aunque por sus antecedentes lo hace con poca autoridad. Ese es el principal problema de esta estrategia, no es una persona reconocida, no es un fujimorista de primer orden.
—¿Cree que el movimiento Avanza Frente Libertad compita en elecciones? —No. Me parece que este grupo está intentando presionar para obtener ciertas reivindicaciones que reclama el viejo fujimorismo, es decir, colocar candidatos, listas, obtener cuotas de poder.
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ALBERTO ADRIANZÉN Parlamentario Andino
Recuerdo de un padre cuando acaba de irse “Hoy, a las cinco de la mañana, falleció mi padre. Tenía un poco más de cien años. Nació en Huancabamba, una provincia serrana de Piura. Llegó a Lima en 1930 para estudiar en el politécnico Pardo. Cumplir cien años, más allá de lo bueno y malo que ello pueda tener, es siempre una gran aventura. Solía contar cuando vio por primera vez el hielo industrial, anécdota que me recordaba la llegada del hielo a Macondo en Cien Años de Soledad. También cuando una epidemia de peste bubónica atacó su ciudad. Hecho que me recordaba el medioevo. Nació cuando en su provincia no había o no existía ningún artefacto que podemos llamar moderno. Vivió la experiencia de escuchar la radio por primera vez; de ver un auto por primera vez; de ver el cine mudo y so- “Cuando murió noro, en blanco y hace unos negro y a color, de mi madre, sorprenderse con años, nos dijo mientras el teléfono, con el lloraba, una frase que avión, con la televisión en blanco aún recuerdo: ‘No say negro y a color, ben ustedes lo que han con la computadoperdido’.” ra, con el celular, etc. Eran artefactos que hicieron su aparición por primera vez en el Perú luego que él nació.” “El cambio constante. Estaba, por lo tanto, obligado a adaptarse e incorporar a su vida cada uno de estos inventos. Y así como incorporaba todos estos inventos también se vio obligado a incorporar lo nuevo de la política. Sospecho que simpatizaba con el APRA en los años treinta. Votó por Bustamante y Rivero. En los años cincuenta y buena parte de los sesenta simpatizó y votó por Belaunde. Se hizo velasquista cuando la ‘Revolución Peruana’ irrumpió en este país y porque Juan Velasco era piurano y amigo de la familia de mi madre. En los ochenta conoció y votó por Alfonso Barrantes. No simpatizaba con Fujimori así que iba a votar, con sus achaques y ceguera, en su contra. Cuando se aproximaba el cambio de milenio nos dijo que quería vivir esa nueva experiencia. Duró catorce años más. Cuando murió mi madre, hace unos años, nos dijo mientras lloraba una frase que aún recuerdo: ‘No saben ustedes lo que han perdido’. En pocos meses iban a cumplir 70 años de casados. Así era mi padre, bueno, trabajador, honrado, moderno (se jubiló siendo uno de los gerentes de la IBM), pero sobre todo amoroso con sus hijos y más aún con mi madre. Ahora que se ha ido, lo voy a extrañar, como lo extrañarán mi hermana, mis hermanos, sus nietos, nietas, bisnietos y bisnietas.” (Tomado de Facebook, jueves 10 de abril del 2014). ,
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PR MERA
OTRAS DISQUISICIONES Víctor Hurtado Oviedo
Yo nací en 1951, de modo que me perdí lo bueno. Así pues, hablaré de oídas: tanto mejor porque de oídas hay que hablar cuando se escribe del mambo. Salvo en Oriente, en Cuba no hay sismos pues los terremotos cubanos estallan en México. El último grande, de desmesura geológica, medía un metro con sesenta centímetros. Se llamó Dámaso Pérez Prado y fue un genio barroco. Su cabeza era oval y obscura, con prominencias de foca, y emergía de entre hombros caídos en ángulos inadmisibles, como si alguien hubiera creído que aquel terremoto era el primer humano de «geometría variable» y le hubiera bajado los hombros para que entrase en un estuche de flauta. Dámaso Pérez Prado lucía mosca bajo los labios serios, patillas feraces y un moño devastado por la calvicie, mas él replicó con un bisoñé escarpado que ya profetizaba a mamá Simpson. Dámaso se movía con un andar metrónomo: de piernas rectas, de rodillas en desuso, de compás de escuela, como un Humphrey Bogart pingüino y tropical. Para regañar a su concisa estatura, Dámaso Pérez Prado (menudo-problema) paseaba con mujeres altas y escalaba zapatos de taco inmoderado, como si los tacones pudiesen acercarlo –a él: el mayor, el genio inalcanzable de la música cubana– a la gloria que era suya. Sigue siendo tan bueno como el mejor; además, es el mejor. Pequeño pero significativo, Dámaso vestía trajes (como se dice) «de su propia inspiración»: camisas-sacos integrales, cuellos-torres y otras prendas imposibles como esas casonas de horror descritas por Howard Phillips Lovecraft y que no podían existir, pero que estaban allí. El genio se perfumaba a mansalva. No ingería licor, pero, al aromarse, era dado a la botella. Olía a lirios, nelumbos, lotos, rosas, y a una florería deflagrada en un incendio de bosques terciarios, precámbricos, de despertar del mundo. Dámaso había nacido en Matanzas en 1916, aunque él (cual ministro de Información) no reconocía el dato: cambiaba de tema. A los 22 años voló a México para cazar el futuro. A los 24 inventó el mambo, sabedor de que las masas danzantes estaban hegelianamente listas para emprender saltos dialécticos. Mambo: suma y resumen de siglos de selvas sensuales; furor y abismo bajo la dictadura de un rigor matemático; gritos de trazo ilegible; letras que no son parte de la melodía,
DESPUÉS DE SER INMORTAL,
Dámaso Pérez Prado voló a los cielos.
a v i V ¡ ! y e el R sino de la percusión; conga, bongó y timbal; arabescos de saxos poetas que se deshojan en juegos florales; trompetas altísimas como una palma real, y la ironía de un piano tranquilo que tocaba el maestro. Música del oriente cubano, sinfonía fantástica de África, España y Francia: batás, cantos y minués. ¿Cómo no amar a España si España es lo mejor que ha dado África? ¡Música de Cuba, la más hermosa del mundo! El mambo fue –anotó Gabriel García Márquez– «un golpe de Estado contra soberanía de todos los ritmos». Así, el golpista Pérez Prado lideró el movimiento: gran rey democrático, elegido y reele-
gido por el sufragio incesante de los cuerpos. Hizo, de las fiestas, tempestades de gominas negras y peinados bombés que rugían sobre un mar de danzarines colgados del aire. Dámaso fundó la dinámica de grupos. La eternidad ya lo andaba buscando, y hasta el mambo parecía el nombre de un pie griego calzado por Dámaso Pérez Prado. Las películas mexicanas donaron el resto. Tongolele y Resortes fueron los monarcas del baile, y vimos a Pérez Prado –quieto a veces como un ídolo– dirigir su orquesta entre escaleras de cartón infinito por las que descendían rumberas como ángeles carnosos expulsados del cielo. Dámaso decretaba las órde-
nes: «¡Aaaaaah! ¡Uh!», grito de Tarzán cubano en la selva del ritmo. La sequedad de los críticos no entendió el mensaje travieso del genio del mambo. Ellos no comprendieron que Dámaso coronó de humorismo a la música. Las trompetas de El Ruletero son parodia zumbona de las bocinas de la calle, pero Dámaso también gozó con el desbarato ridículo de las letras mamberas, que no se cantan: se bailan. Quien pida versos coherentes a sus mambos, que también los exija a la Quinta sinfonía de Beethoven. Música es música. No obstante todo este huracán universalmente caribe, solo pocos años duró el frenesí mambero,
como si hubiesen comprimido mil siglos de música. En 1955, cual una tersa reacción girondina, se extendió el chachachá, creado –obviamente– por otro enorme cubano, Enrique Jorrín. Hubo que esperar quince años para que el eje del mundo tornase a vibrar a golpes de conga: con la «salsa» neoyorquina de los durísimos, nieta vigorosa del mambo. En el recital del Cheetah, de 1972, alguien pregunta, y Johnny Pacheco responde exactamente como Benny Moré veinte años antes: −¿Quién inventó esta cosa loca? −Un chaparrito con cara de foca. Pérez Prado alcanzó entonces a oír su propia resurrección en cuerpo ajeno, pero ya estaba retirado, enfermo y pobre, cual corresponde a todo genuino profeta. La muerte lo libró después de la extensa pena de oír a los salxérox de hoy: a los todos igualitos; a los que hacen, del son, sonete; a los que dan gato por tigre; a los grupos-café en polvo, instantáneos y solubles; a los coritos poliafónicos, más desorejados que Van Gogh; a los cantantesclínex, desechables y de cincuenta por cajita; y a quienes, como Emilio y Gloria, estafan; mas «¡no pasarán!», como decimos siempre los perdedores. Ultrajado por la hemiplejia y la ceguera, el Rey del Mambo nos dejó en México el 14 de septiembre de 1989, y solos de tanta música. En aquella noche avariciosa y final, envidia de las noches, impaciente y lucífera, entre ángeles convulsos y una manigua de notas, subió a los cielos Dámaso Pérez Prado, rompiendo cueros y echando candela. Fue un gran tipo, en verdad. Los años siguen tocando a favor de él. Como los clásicos, sabe que, después de todo, la muerte no es para tanto. ¡Música, maestro!
Su cabeza era
oval y obscura, con prominencias de foca, y emergía de entre hombros caídos en ángulos inadmisibles, como si alguien hubiera creído que aquel terremoto era el primer humano de «geometría variable» y le hubiera bajado los hombros para que entrase en un estuche de flauta.