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lla nació con Síndrome de Down, sin embargo, esto no ha sido un impedimento para que se desarrolle en las actividades que más le gustan como es la gimnasia, el ballet, equitación, natación y el hit hop.

“Desde muy pequeñita inició en la natación, y conforme ha crecido, se ha ido desarrollando en estas actividades que le ayudan a mejorar sus habilidades tanto físicas como mentales”, dice su mamá Laura Loera, quien ha estado al pendiente de ella, apoyándola en todo momento.

Los niños con Síndrome de Down no reconocen su cuerpo, así que desde pequeñitos se les debe ayudar con actividades que les permitan desarrollar sus estímulos, “A Karen, la equino terapia le ayudó a identificar sus músculos a la hora de caminar, además de fortalecerlos. Con la natación, también trabaja todos sus músculos de la punta del pie al cerebro y es un estimulante neuronal. La gimnasia ayuda mucho al equilibrio y al control de sus lateralidades”

Ella ha sabido aprovechar todo lo aprendido, y por este motivo participó en el certamen de “La Flor Especial más Bella de Tamaulipas” donde dejó ver que es una jovencita con mucha seguridad, al hacer pasarla y portar sus trajes regionales, así como su habilidad para hablar en público y demostrar su talento en el baile, esto la hizo merecedora del primer lugar.

Los límites en un niño Down, muchas veces vienen de los padres, quienes los sobre protegen. En el caso de Karen, su mamá ha sido su apoyo incondicional “desde que nació percibí a una niña que tenía que ayudar, y nunca pensé en el “no puede”, no se me cerró cierran mucha puertas, pero vamos a buscar la que sí se abre”

Aún falta mucha educación en la sociedad respecto a los niños con Down, y sobre todo en los más pequeños, que muchas veces no saben que existe esta discapacidad y pregun- al convivir con otros niños y promover la inclusión.

“La función más importante de un padre de un niño Down es ayudarlos a ser independientes, a que sobresalgan en la sociedad sin necesidad de nosotros, y esto solo