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la vOz DE - En recuerdo de Milagros Graciela, mí Mamá

tal vez en esta ocasión sea un poco difícil escribir sobre las Madres, cuando está tan reciente el fallecimiento de mi Mamá. Si queremos mencionar sobre la Salud Total quien pude estar más interesada en el tema que nuestra propia Mamá. La mía solo estudió hasta el bachillerato, pero sabía hablar en francés e inglés, la muerte repentina de mi Abuelo truncó sus deseos de seguir estudiando y en la mitad del siglo pasado, casarse muy joven, fue su opción.

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Yo creo que, en el fondo, todas las mamás son “un poco Médicas”, podía pasarse noches enteras cuidando a mi hermano mayor, asmático, alérgico y levantarse temprano y hacernos el desayuno a los demás. La Madre ya sea biológica o no, cuidadora, Abuela o tía que le tocó cuidar sobrinos, nos enseñaron mucho, si no es que todo sobre la salud, sobre los hábitos higiénico-dietéticos, desde lavarnos ella dice "NOS ENSEÑARON A RESPETAR LOS HORARIOS, A dESAYUNAR, COMER CENAR" mgcJ las manos, los dientes, bañarnos, peinarnos. A sentarnos bien y correctamente en la mesa, a aprender en su momento a utilizar los cubiertos, a no poner los codos sobre la mesa y no se diga se nos ocurriera, repetir o hacer ruidos extraños mientras comíamos. Nos enseñaron a respetar los horarios, a desayunar, comer, cenar. Había postres saludables, pero no muchas golosinas.

No la tenían tan fácil, como hay ahora, hay platos entrenadores, vasos recomendados por dentistas, tazas que evitan por completo los escurrimientos, cubiertos entrenadores, de silicona, hasta baberos.

Muchas Mamás no dañaron a nuestro planeta, pues los pañales de tela eran más transpirables que los desechables estaban mejor ventilados y en zonas cálidas, los bebés no sudaban tanto. Los pañales los hervían con algún jabón que no causaba tantas rozaduras, los ponían a tender al sol y tenían una blancura y olor impresionantes, creo que hasta los planchaban, todo eso con la finalidad de que sus bebés estuvieran siempre saludables.

Muchos que nacimos después de la mitad del siglo pasado, fuimos educados por mujeres fuertes, mujeres creyentes, aguantaban mucho, trabajaban sin paga, solo con la garantía de educar mujeres y hombres de bien. Las Mamás de mis amigas, mis Tías, todas se cuidaban mucho, para mí de niña y después de adulta eran siempre guapas, andaban arregladas, eran mesuradas en el comer o tal vez a veces sacrificaban su comida para darla a sus hijos. No había tanto sobrepeso ni obesidad como hay en este siglo. Muchas ni siquiera conocieron un gimnasio, tal vez ni existían.

Gracias a la vida, que nos dio a Nuestra Madre.

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