La creatividad según Ferran Adriá

E X P Q D T A L I C

A V G J R A M O D I

M Y A V M O J A Q E

L S Z U I T Y U E N

P I L S A G D B N C

S F H I C K D L C E

O S G V H T A U G S

Q D S E S Z I U O P

G S A U B L E O M A

Ferran Adrià

THE FOOD ALCHEMIST S u s a n a P a r e ja s

Marcelo Cugliari

y

Fundación Telefónica

EL CHEF CATALÁN PASÓ POR BUENOS AIRES PARA PRESENTAR UNA MUESTRA DEDICADA A LOS PROCESOS CREATIVOS DE SU FAMOSO RESTAURANTE ELBULLI. SE PUEDE VISITAR HASTA EL 4 DE JUNIO. “LOS SUEÑOS SON POSIBLES”, ASEGURA ADRIÀ.

THE CATALAN CHEF STOPPED BY BUENOS AIRES TO PRESENT AN EXHIBITION ABOUT THE CREATIVE PROCESS AT HIS FAMOUS RESTAURANT ELBULLI. IT’S OPEN UNTIL JUNE 4. “DREAMS ARE POSSIBLE,” HE SAYS. Abril April 2016

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uando Ferran Adrià suelta en medio de la charla: “Yo no quería ser cocinero”, suena como algo que no se espera escuchar. Justo él, a quien muchos consideran el gurú de la cocina, que logró premios múltiples, incluidas tres estrellas Michelin –algo así como el Oscar gourmet– para su restaurante elBulli. Justo él. Pero el destino elige su propio camino y su vida fluyó para que lo que no quería ser se convirtiera en la profesión donde volcar toda su creatividad.

Metió ideas y manos a la masa y convirtió a elBulli en el famoso “laboratorio” o taller de cocina capaz de hacer innovaciones revolucionarias: las espumas, los fums (humos) y perfumes, las deconstrucciones. “Lo más bonito es que muchas cosas han pasado sin buscarlo”, reconoce el chef catalán.

Adrià cerró su restaurante el 30 de julio de 2011 para convertirlo en fundación. Y no fue porque le faltaran comensales o porque perdiera alguna de sus estrellas. Nada de eso.

Simplemente un día se dio cuenta de que “tenía que decodificar el genoma de elBulli”.

Por eso, comenzó un nuevo período dedicado a reflexionar sobre su proceso creativo en la cocina y el método que lo llevó al éxito.

En 2011 decidió cerrar su restaurante porque quería decodificar el genoma de elBulli y reflexionar sobre el método que lo llevó al éxito.

When Ferran Adrià throws a sentence like: “I didn’t want to be a cook,” it’s definitely something you weren’t expecting. Not from him at least, whom many consider a kitchen guru, a man that won multiple awards for his restaurant elBulli, including three Michelin stars: something like the Academy Award of the gourmet world.

Him, of all people. But fate has its own ways and his life flowed in a certain direction, so that what he didn’t want to be became the path for him to unfold all his creativity.

He laid ideas and worked handson to turn elBulli ​​ into a famous ‘laboratory’ or cooking workshop, capable of revolutionary innovations: foams, fums (fumes) and perfumes, deconstructions. “The nicest part is that many things have happened without really going after them,” says the Catalan chef.

Adrià closed his restaurant on July 30, 2011, to turn it into a foundation. And it wasn’t because he was lacking diners or he was about to lose a star; nothing like that. It was just that one day, he realized he “had to decode the elBulli genome.” And so he began a new period dedicated to reflecting on his creative process in the kitchen and on the method that led him to success.

“Creativity is not made, as intelligence is not made.

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“La creatividad no se hace, como no se hace la inteligencia. La creatividad es capacidad para crear. Es mentira que todo el mundo tiene capacidad para crear, porque si no, todo el mundo podría jugar al fútbol como Messi. Al fútbol podemos jugar, pero no como él. Sí se puede entrenar y ejercer la creatividad”, asegura Ferran, que además es embajador de Telefónica.

EBULLICIÓN DE IDEAS El chef presentó en Buenos Aires la muestra “Auditando el proceso creativo”, dedicada a la interpretación del modelo de elBulli. Recorrerla es como meterse en su ADN. En una sala exclusiva de la Fundación Telefónica se despliega todo este proceso de ebullición de ideas, pero también todo el control y gestión de estas creaciones, donde nada está hecho al azar.

El recorrido comienza en la cocina, sigue por la sala, el mapa del proceso creativo, los recursos, las técnicas, las herramientas, la búsqueda de nuevos productos.

Una gran pantalla muestra fotos de las 1846 recetas catalogadas del restaurante. Algo que pocos se pueden jactar de tener. Y una gran línea de tiempo transita los momentos más importantes de su historia.

Fotos, calendarios, videos que usan tablets de soporte, utensilios, cuadernos de notas con dibujos, anotaciones manuscritas y muchas frases inspiradoras (“Mantenerse siempre curioso”, reza una).

Hasta hay una representación del comedor y en grandes pantallas se ve la acción en la cocina.

“Siento que este trabajo explora todas las variables que pueden contribuir a que cada persona encuentre su ‘yo’ más creativo y eficaz.

Lo que hay que aprender con elBulli es que los sueños son posibles”, asegura Adrià.

In 2011 he decided to close his restaurant because he wanted to decode the elBulli genome and reflect on the method that led him to success.

La exposición puede visitarse hasta el 4 de junio en Fundación Telefónica Argentina (Arenales 1540, CABA).

Lunes a sábados de 14 a 20:30.

Entrada gratuita.

The exhibition will be open until June 4 at Fundación Telefónica (Arenales 1540, Buenos Aires City).

Mondays to Saturdays from 2 pm to 8:30 pm.

Free admission.

Más información / More information: www.fundaciontelefonica.com.ar.

Creativity is the ability to create. It’s not true that everyone has the ability to create, because if that was the case, anyone could play soccer like Messi. We can play soccer, but not like him. What one can do is train and exercise creativity,” says Adrià, who is also a Telefónica ambassador.

BOILING IDEAS The chef came to Buenos Aires to present Auditing the Creative Process, an exhibition dedicated to interpreting elBulli’s model. Visiting it is like getting into its

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DNA. In an exclusive room at Fundación Telefónica, this whole process of ‘boiling ideas’ is spread out, and also all the control and management of those creations, where nothing is random.

The tour begins in the kitchen, and continues through the room with a map of the creative process, resources, techniques, tools, and searches for new products.

A large screen shows photos of the restaurant’s 1846 cataloged recipes --a feat few can gloat about. And a timeline goes through the most important moments in the restaurant’s history.

Photos, calendars, videos on tablets, utensils, notebooks with drawings, handwritten notes and many inspirational lines (“stay curious,” one reads). There’s even a representation of the dining room, and on large screens you can see the action in the kitchen.

“I feel this work explores all the variables that can contribute to each person finding his or her most creative and effective self. What can be learned from elBulli is that dreams are possible,” says Adrià.