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Competencia internacional coronó al LOCO COMO “EL MOLUSCO DEL AÑO”

trAs ser elegido entre más de 85.000 especies distintAs de moluscos, se seleccionAron cinco finAlistAs que tuvieron que demostrAr sus encAntos Al público su potenciAl gAstronómico hizo que se llevArA el 42% de los votos de lA encuestA internAcionAl, reAlizAdA por un centro de biodiversidAd genómicA Alemán conocido como loeWe. el Año Anterior hAbíA sido premiAdo el cArAcol pintAdo cubAno el premio de lA competenciA permite que científicos de loeWe descifren el genomA del loco pArA protegerlo

Es una lapa grande y carnívora con un caparazón pesado, dice en su sitio web LOEWE, el organizador de la competencia. A continuación, añade que el molusco ganador se selecciona mediante votación pública y el “premio” es la secuenciación completa del genoma de la especie. “Nuestro objetivo es celebrar la increíble diversidad e inspirar fascinación por todos los moluscos del mundo”, agregan los alemanes.

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Es así que, el descrito como abalón chileno (concholepas por: andRea sUárez concholepas) recibió el mayor apoyo en la votación pública en línea. Fue uno de los cinco moluscos finalistas en el concurso internacional. Esta fue la tercera competencia anual, luego de su inicio a fines de 2020 por parte del Museo Senckenberg, LOEWE-TBG y la Sociedad Internacional para la Investigación de Moluscos

El “loco” juega importantes roles culturales, sociales, económicos, evolutivos y ecológicos en Chile y Perú. Es una de las principales especies objetivo de los derechos de uso territorial en las pesquerías, que sustentan a numerosos pescadores artesanales en Chile.

(Unitas Malacológica) para crear conciencia sobre la enorme biodiversidad de moluscos y las amenazas que enfrentan.

Concholepas concholepas fue nominado para el título de “Molusco Internacional del Año 2023” por el Profesor Asociado Antonio Baeza, quien realiza investigaciones sobre biodiversidad, evolución y conservación de organismos marinos en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Clemson en Carolina del Sur. “Con el Abalón de Chile se seleccionó un molusco que es interesante de estudiar en varios aspectos. Por un lado, la especie tiene que adaptarse a condiciones adversas como la explotación y la contaminación marina. Sin embargo, además, un componente de su sangre, la hemocianina transportadora de oxígeno, también muestra un efecto inmunoterapéu- tico contra algunos tipos de cáncer”, señaló la miembro del jurado, doctora Carola Greve, directora de laboratorio del Centro LOEWE TBG.

El profesor Antonio Baeza lo nominó debido a la importancia que tiene en sus regiones de origen (Chile y Perú), así como por sus características especiales que lo han convertido en el favorito del público este año: con alrededor del 42 por ciento de los votos, superó a otro caracol de mar, una ostra de aguas profundas y dos nudibranquios. “Estamos orgullosos. Como se puede imaginar, el ‘loco’ no es el molusco más atractivo”, declaró Antonio Baeza, que defendió la candidatura de su delicado aspirante. “Aunque seguro que es más apetitoso que una babosa de mar”, añadió.

El Centro LOEWE para la Genómica Traslacional de la Biodiversidad se centra en la base genética de la diversidad biológica para hacerla accesible para la investigación básica y aplicada. En su sitio web señala que “secuenciamos y estudiamos la variación genómica a lo largo del árbol de la vida para comprender el origen y las adaptaciones funcionales de la diversidad desde los genes hasta los ecosistemas (Genómica Comparada). Los datos abordan las demandas de conocimiento de la sociedad en campos aplicados, como la base genómica de las sustancias biológicamente activas (genómica de productos naturales) y el uso y la gestión sostenibles de los recursos biológicos (biomonitorización genómica; genómica ambiental funcional)”.

Su genoma ayudará a comprender cómo los invertebrados marinos lidian, a nivel molecular, con la pesca intensa y toleran ambientes contaminados.

El concurso International Mollusc of the Year fue iniciado en 2021 por LOEWE TBG y Senckenberg junto con Unitas Malacológica (la sociedad mundial de moluscos). Los moluscos incluyen caracoles y babosas, mejillones y almejas, pulpos y calamares, así como conchas de colmillo (escafópodos), quitones, monoplacóforos y gusanos-moluscos. Cualquier especie viva de molusco, en cualquier parte del mundo, es elegible. La única condición es que la persona que proponga la especie debe tener acceso a especímenes que sean adecuados para la secuenciación genómica y pueda proporcionar todos los permisos pertinentes (Nagoya, CITES), en caso de que la especie tenga éxito. los aTribUTos del loco, más allá de sUs encanTos cUlinarios

Un jurado de expertos científicos de Senckenberg, LOEWE TBG y Unitas Malacológica revisa las nominaciones y selecciona cinco finalistas. Los finalistas se seleccionan en función de muchos factores, incluida la representación diversa de grupos de moluscos y orígenes geográficos, la viabilidad científica de la secuenciación del genoma y el atractivo público. Estos cinco moluscos finales se anuncian para una votación pública abierta. Los últimos dos años recibió más de 35 mil votos de personas en más de 100 países.

¿Qué es? El abalón chileno o tolina peruana, también conocido como “loco” (un préstamo del pueblo mapuche en Chile), es una especie de caracol marino comestible de gran tamaño, perteneciente a la familia Muricidae. Es uno de los principales depredadores en las comunidades donde vive y se considera una de varias especies clave que controlan la abundancia de otras especies. El “loco” juega importantes roles culturales, sociales, económicos, evolutivos y ecológicos en Chile y Perú. Es una de las principales especies objetivo de los derechos de uso territorial en las pesquerías, que sustentan a numerosos pescadores artesanales en Chile.

¿Dónde viven? El “loco” vive en hábitats rocosos intermareales y submareales poco profundos a lo largo de la costa fría templada del Pacífico Sudeste, desde Lobos de Afuera en Perú hasta el Cabo de Hornos en Chile. A menudo se le encuentra viviendo entre presas en bosques de algas marinas o en comunidades incrustantes compuestas de mejillones o percebes.

¿Qué es lo que parecen? Como habrás adivinado, superficialmente este caracol se asemeja a un abalón de la costa oeste de los Estados Unidos continentales y México. Sin embargo, el loco es un caracol de roca múrido con un pie grande y un caparazón rugoso. Cuando madura, puede alcanzar los 15 cm de longitud de la concha (o más).

¿Qué secretos revelará este genoma? El “loco” ha sido utilizado como alimento por los humanos desde la época precolombina. Ha sufrido una sobreexplotación durante más de medio siglo y algunas poblaciones habitan zonas costeras muy contaminadas. Su genoma ayudará a comprender cómo los invertebrados marinos lidian, a nivel molecular, con la pesca intensa y toleran ambientes contaminados. Su genoma también es importante para comprender cómo se conectan las diferentes poblaciones en su amplio rango de distribución y si alguna población ha experimentado una adaptación local.

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