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David Marín desde BCN

Por David Marín*

Les amigues de TeatroMyLove!, me piden un texto para hablar de cómo esta situación de virtualidad puede afectarnos en el sector teatral y más aún cómo puede conectarnos.

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Y es que justamente este es el gran ejemplo de las virtudes de esta virtualidad, unes compañeres de México, me piden que desde Barcelona pueda compartir este pensamiento, a más de 10.000km’s de distancia, unidos desde hace ya varios años por diferentes procesos creativos compartidos, gestados y regados a través de las redes, los Skype’s y ahora los Zoom’s.

Yo, desde mi faceta de gestor de artes escénicas, siempre he creído que la virtualidad debe ser y es, el primer paso para los grandes proyectos, todo gran proyecto hoy en día empieza con un mail, que no deja de ser un primer contacto virtual, luego si todo avanza, pasamos a un segundo paso, donde nos ponemos cara a través de las pantallas, platicamos, intercambiamos ideas, vemos si la cosa avanza, para ya, en un tercer paso, sí, viajar y poder vernos en persona, tomar una cerveza juntos y seguramente en torno a un buen plato, acabar de sellar nuestro proyecto, que seguirá creciendo nuevamente a través de la virtualidad y con algunas visitas a ambos lados del océano.

📷 / Vince Gaspar / Unsplash

Así que en nuestro sector del teatro no puede ser ajeno y no podemos pensar solo en la virtualidad como una puerta a la exhibición a través de la pantalla. En estos meses de pandemia, he asistido a muchos debates, foros y mesas donde solo se tenía en cuenta la virtualidad como mera exhibición y difusión, pero qué pasa con los procesos, ¿por qué no podemos también convertirlos en experiencias virtuales para un público más concreto?, ¿Por qué solo hablamos de virtualidad en la fase final de todo el proceso?, aprovechemos todas aquellas herramientas que ahora tenemos para poner en el frente y dar a conocer, toda la cadena de valor de un proyecto escénico, para tener un contacto más directo y fluido con nuestras audiencias, para hacerlos partícipes de la creación.

Al igual que todo proyecto en red, como antes dije, nace de la virtualidad primera, hagamos que esta virtualidad, sea también un primer paso para acercarnos a nuestras comunidades y crear en sintonía con ellas, no las veamos solo como simples consumidoras, ya que nunca el teatro podrá ni deberá competir con plataformas de simple difusión, demos valor a esta virtualidad, mostremos ensayos, hagamos foros con el público antes de los estrenos, veamos cómo se sienten y perciben esos textos antes de ponerlos en un escenario, virtual o presencial, eso ya, que cada cual lo escoja.

*David Marín es Director de la Nau Ivanow, espacio de residencias internacionales de artes escénicas de Barcelona. Actualmente, ejerzo también como vicepresidente en la Red de teatros Alternativos de España y presidente de Xarxaprod,

(red de espacios de creación de Cataluña).

twitter @dav_marin / nauivanow.com

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