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TEXTOS
Por David Marín*
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es amigues de TeatroMyLove!, me piden un texto para hablar de cómo esta situación de virtualidad puede afectarnos en el sector teatral y más aún cómo puede conectarnos. Y es que justamente este es el gran ejemplo de las virtudes de esta virtualidad, unes compañeres de México, me piden que desde Barcelona pueda compartir este pensamiento, a más de 10.000km’s de distancia, unidos desde hace ya varios años por diferentes procesos creativos compartidos, gestados y regados a través de las redes, los Skype’s y ahora los Zoom’s.
Yo, desde mi faceta de gestor de artes escénicas, siempre he creído que la virtualidad debe ser y es, el primer paso para los grandes proyectos, todo gran proyecto hoy en día empieza con un mail, que no deja de ser un primer contacto virtual, luego si todo avanza, pasamos a un segundo paso, donde nos ponemos cara a través de las pantallas, platicamos, intercambiamos ideas, vemos si la cosa avanza, para ya, en un tercer paso, sí, viajar y poder vernos en persona, tomar una cerveza juntos y seguramente en torno a un buen plato, acabar de sellar nuestro proyecto, que seguirá creciendo nuevamente a través de la virtualidad y con algunas visitas a ambos lados del océano.
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