Capítulo
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Construcción por Astilleros y Talleres Celaya S.A. Puesta de Quilla - Decisiones Críticas - Botadura - Afirmación del Pabellón
Una vez firmado el contrato, entre el Gobierno Nacional y Astilleros y Talleres Celaya, S.A.; se inicia la programación para la construcción del Buque Escuela a vela, cuyas especificaciones estaban descritas en el documento suscrito. La selección de un material y el corte de planchas no se hace esperar, la prontitud fue una de las características más resaltantes de la obra Nº 174. Al arribo e instalación de la Misión Naval Venezolana en el espacio de oficinas que el astillero había dispuesto para tal efecto, con la premura que el caso amerita, se comienzan a ejercer las funciones asignadas, en vista de que los trabajos se habían adelantado en un 6% a partir del 8 de febrero de 1979. En muy corto tiempo se actualizó la planificación y la supervisión, de tal manera que la construcción mantuvo su propio ritmo y el astillero cumplió con todo lo descrito en las cláusulas contractuales, que así lo disponían. La construcción avanza de acuerdo a lo programado, la ligereza y la flexibilidad fueron dos importantes variables que caracterizaron la agenda de trabajo, que en los meses iniciales estuvo signada por un clima frío y lluvioso, característico de la estación de invierno en el golfo de Vizcaya, los alrededores del puerto y la ciudad de Bilbao. Entre tanto el Buque Escuela a vela va adquiriendo forma y estilo. Así, se arriba al 4 de julio de 1979, la puesta de quilla, acontecimiento de trascendencia en toda construcción naval, se ejecuta con gran simbolismo y ceremonial. Todo un evento de características que enorgullecen tanto al constructor, como al armador, o su representación, en este caso la Misión Naval Venezolana en España. Por tratarse de un acaecimiento importante y representativo, el Comando General de la Marina de la República de Venezuela designa a un oficial almirante para asistir y dar fe del avance de los trabajos de construcción del Buque Escuela a vela, destinado a nuestra Alma Mater, la Escuela Naval de Venezuela. El oficial almirante presente en esta ocasión, fue el Contralmirante Tulio Márquez Planas, quien desempeñaba el cargo de Director de la Escuela Naval de Venezuela, en compañía de su distinguida esposa la señora Lucía de Márquez. Digna y honorable representación de nuestra Marina, atendida con prestancia por los integrantes de la Misión Naval y los directivos de Astilleros y Talleres Celaya, S.A. Satisfechos y contentos de la atención recibida y del avance de los trabajos realizados hasta la fecha, el Contralmirante Márquez Planas y su señora esposa,
regresan a Venezuela; trayendo todo un mundo de ilusiones y claramente conceptualizado el requerimiento y la necesidad de alargar 2,40 metros la eslora del Buque Escuela a vela, por faltar el espacio para ubicar el sollado para cadetes femeninos y con una serie de ventajas adicionales que elogian esta modificación La consideración de disponer a bordo del Buque Escuela, de un alojamiento para cadetes mujeres no fue incluida en el diseño ofertado, tal posibilidad fue presentada durante la firma del contrato, prometiendo el astillero constructor tomar en cuenta la solicitud y ofrecer una solución, iniciativa esta que concluyó con la recomendación de alargar la eslora del buque. La modificación presentada como solución, incrementaba además el rendimiento de la unidad. Fue muy positiva la gestión del Contralmirante Márquez Planas, en beneficio de aprobar el alargamiento del Buque Escuela, por parte del Alto Mando Naval; sin embargo, no se produjo ninguna comunicación con instrucciones para la Misión Naval en España, por lo tanto en los dos meses siguientes: agosto y septiembre, se mantuvo una gran incertidumbre. Esto no paralizó los trabajos de construcción y adicionalmente se armó un módulo de 2.40 metros de longitud, con las características correspondientes para ser insertado en la medianía del casco del Buque Escuela. Otras consultas también resultaron silenciadas, hasta que llegó el momento crítico donde era necesario definir si se alargaba o no la eslora del buque.
La proa adquiere forma y estilo.
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El astillero presenta su posibilidad y manifiesta que tal decisión no debe superar los próximos quince días, por lo tanto se propone una solución de compromiso. En calidad de Jefe de la Misión Naval tomé la decisión de autorizar la inserción del módulo de 2,40 metros de longitud en la medianía del casco, pero sin asumir condición, ni hablar de costo; Astilleros y Talleres Celaya S.A. adquirió el compromiso, y era su obligación resolverlo, puesto que el contrato señalaba el concepto de entrega “llave en mano”.
La forma de la popa se transformó en popa de espejo, todo el diseño se orientó en el modelo del velero clásico de puente bajo y toldilla. En nuestro Buque Escuela podemos encontrar espacios o diseños similares a los siguientes buques: el Libertad de Argentina, del Gorch Foch de Alemania y hasta del Cutty Sark de Inglaterra. Por supuesto, aunque no se parece a ninguno de ellos, el Buque Escuela venezolano es gemelo del Gloria de Colombia y del Guayas de Ecuador; de la misma cuna del Cuauhtemoc de México.
Ceremonia de puesta de quilla con la presencia del Contralmirante Tulio Márquez Planas y señora Lucía de Márquez, acompañados por el Cónsul General de Venezuela en Bilbao licenciado Mazzini Maio Negretti y el Jefe de la Misión Naval Venezolana en España Capitán de Navío Saúl A. Chacín Sánchez.
Además de solucionar la disposición del sollado para cadetes mujeres, el alargamiento de la eslora del Buque Escuela ampliaba significativamente los pañoles de velas, lavandería y el sollado de cadetes masculinos; lográndose también aumento de la cubierta principal a la altura del palo mayor, y mejoras en la capacidad de los tanques de combustible, incrementando su autonomía en millas navegadas y la velocidad de crucero a vela. De esta forma apremian ingentes decisiones que van dando forma y vida al Buque Escuela a vela para nuestra Alma Mater, la Escuela Naval de Venezuela. Con anterioridad se había incrementado en dos milímetros el espesor de las planchas del casco, partiendo de la varenga. El peso del lastre fijo también fue aumentado de 310 a 360 toneladas, dándole las características de una mayor estabilidad, puesto que tal aumento de peso, bajó el centro de gravedad, y aumentó el brazo de adrizamiento, lo cual califica al Buque Escuela como unidad de gran estabilidad. Esta condición permitió posteriormente colocar todas las vergas y picos de cangreja fijos, es decir no arriables, lo cual facilita de manera interesante la maniobra de las velas, y a la vez conduce a una reducción de la tripulación permanente del buque.
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MAREA BAJA (Fragmento) Voy cruzando la arena de la playa morena. Sopla un soplo de brisa. Tenue luz de sonrisa da la tarde serena. Por la playa resuena la canción imprecisa de las olas aprisa… ¡Oh, la rápida ola al sonar como un “hola” familiar, en la playa!
Alfredo Arvelo Larriva (1883 - 1934)