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Emocionante Viaje en un Suspiro
Emocionante Viaje en un Suspiro
Esta tarde trabajaron duro en los arreglos de la casita, recolección de las retamas y lianas necesarias, haciendo un buen atado de las mismas, de modo que queden bien apretadas en procura de evitar una catástrofe, en el caso que éstas se zafaran. En el ínterin le enteró de muchas cosas de sus amigas informándole que entre ellas todas se querían, pero, que había algunas que actuaban en contra de las gentes por algunas razones, sobre todo por venganza u odio, causándoles graves daños, mientras que la gran mayoría no hacían ningún mal y más bien ayudaban a otras personas, aunque sin identificarse. Así ella había comprendido que la venganza no es buena y que es mejor perdonar y vivir tranquilamente, muy a pesar que el corazón se reviente al querer actuar en contrario.
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Ilusionada como estaba bella, las horas le parecieron larguísimas, inacabables, interminables.
Al fin, llegada la hora prevista y con los aprestos necesarios, la anciana le dijo que nunca olvide las palabras mágicas ya que ellas le llevan a cualquier lugar que quisiera y así mismo le traen sana y salva, excepto si se produjera algún error. Las palabras mágicas para volar son: “De villa en villa, de ciudad en ciudad, escobita amada, tú me llevarás” y dando un pequeño salto sobre la escoba, sujetada firmemente, se elevará a las nubes y te llevará hasta donde sea tu deseo.
Aprendida la lección fue necesario practicarla, de modo que, como buena alumna, bella estaba presta a explorar el mundo y conocerlo de una manera muy diferente a la que antes creía que era la única. Un deseo ferviente se apoderó de su espíritu que no dejaba de imaginarse en recorrer sus antiguas propiedades, conocer ciudades que había oído y leído sobre sus bellezas, lo interesante de algunos lugares históricos, llegar hasta la cima de algunos elevados montes, conocer la gran amplitud del mar, llegar hasta contemplar la blancura infinita
de los polos y, así, no descansaba con sus ideas y su mente se acaloraba con nuevas ilusiones.
Presintiendo sus enloquecidos pensamientos, la anciana le pide calma, no se puede hacer todo a la vez, primero hay que aprender algunas cosas y saber lo indispensable para el viaje, como por ejemplo: elegir las noches más oscuras, no arriesgarse a ser descubierta en las proximidades de las ciudades, sujetarse muy fijamente a la escoba, cuidarse de los cables de los tendidos eléctricos, y, sobre todo, nunca demostrar, ante nadie, su habilidad mágica, ya que en ese caso se pierden para siempre estos poderes y puede causar daños a otras personas inexpertas.
Preparadas como estaban, sujetándose a sus escobas y diciendo las palabras mágicas, con un leve silbido del viento, en un abrir y cerrar de ojos, estaban las dos cruzando el firmamento por sobre las nubes, en una noche muy obscura y fría, oteando a la distancia pequeños puntos de luz que al acercarse eran algunos pueblos y ciudades que desde la altura
se distinguían claramente. La experiencia de la anciana le permitía darse cuenta de la orientación que llevaban, los pueblos que sobrevolaban, las ciudades que impactaban con el brillo de sus calles alumbradas y de algunos letreros luminosos.