Referencias Edic. 40

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Marzo 2015

EFECTO DE LA RESTRICCIÓN DE ALIMENTO SOBRE DESÓRDENES METABÓLICOS EN POLLOS

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Traducción y Síntesis

RINOTRAQUEITIS INFECCIOSA BOVINA EN COLOMBIA

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Revisión de Literatura

PÉRDIDA GESTACIONAL TARDÍA ASOCIADA A ESTRÉS POR DOLOR CRÓNICO EN UNA YEGUA

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Reporte de Caso

FARMACOLOGÍA

CONSIDERACIONES FARMACOLÓGICAS GENERALES EN LA FUNCIÓN CARDIACA EN CANINOS

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Revisión de Literatura

COMPARACIÓN DE PARÁMETROS FARMACOCINÉTICOS DE LA AMOXICILINA EN SU FORMA RECUBIERTA Y SIN RECUBRIR EN CERDOS Y AVES

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Revisión de Literatura

PEQUEÑOS ANIMALES

PIODERMA CANINO

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Revisión de Literatura

ASPECTOS CLAVES DE ACTUALIDAD EN PERITONITIS INFECCIOSA FELINA (PIF) Revisión de Literatura

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DIRECTOR DE LA PUBLICACIÓN

revista de resúmenes de medicina veterinaria

LÁCIDES SERRANO V EGA COLABORADORES PERMANENTES

JOSÉ DARÍO MOGOLLÓN G. DMV, PhD

FRANCISCO BUSTOS M. DMVZ, MSc, MVSc.

WENDIE O. R OLDÁN V. DMV, Esp. MSc.

CLAUDIA JIMÉNEZ ESCOBAR DMVZ, MSc, DVSc, DACT

FRANK HARRY SUÁREZ S. DMV, Esp, PhD

IOVANA CASTELLANOS L. DMV, Esp, MSc.

COLABORADORES INVITADOS

GIOVANNI MORENO F. DMV, MSc PhD

MARCELA ARENAS N. DMV

ANDREA RUÍZ C. DMV

PEDRO V ARGAS-PINTO DMV, PhD

PAMELA MATAYANA EST. MV

BEATRIZ LÓPEZ EST. MV

SAZI CAMACHO EST. MV

REVISIÓN EDITORIAL

IVÁN DARÍO OCAMPO L. DMVZ

DISEÑO E IMPRESIÓN

CRA 3 # 21 - 46 Of. 3103 TORRE B

edición 40 - Marzo 2015

PRESENTACIÓN Con gran satisfacción entregamos la edición No. 40 de la Revista Referencias para Consultorio MV, la cual se distribuye gratuitamente entre el gremio de los Médicos Veterinarios, logrando mantenerlos informados de la actualidad científica en temas de avicultura, bovinos, porcinos, equinos, pequeños animales, cirugía, farmacología y salud pública, entre otros. Entre los artículos de la presente edición, contamos con una revisión de la Dra. W endie O. Roldán, acerca del Pioderma Canino, que es una de las causas más comunes de enfermedad cutánea en el perro. El Staphylococcus pseudointermedius es el patógeno comúnmente aislado de los piodermas, y el Staphylococcus schleiferi en ocasiones acompaña al anterior. De manera ocasional y poco frecuente se aíslan colonias de flora Gram negativa a modo de organismos transitorios (Proteus, Pseudomonas y coliformes), junto a la presencia de S. pseudointermedius, sobre todo en casos de piodermas profundos crónicos o recidivantes. Este trabajo también describe las diferentes categorías de piodermas en el perro, basados en la profundidad del compromiso bacteriano: pseudopioderma, pioderma superficial y pioderma profundo. Además enfatiza los puntos claves para llevar a cabo un diagnóstico y tratamiento adecuado. La Peritonitis Infecciosa Felina es una enfermedad fat al, provocada por la infección producida por el coronavirus entérico felino (CoVF). Es una enfermedad de diagnóstico creciente, progresiva, de carácter agudo de las membranas serosas y una lesión piogranulomatosa generalizada, que ocurre en pulmones, hígado, tejido linfático y cerebro. El coronavirus felino (CoVF) es un virus envuelto, hebra RNA positivo, perteneciente a la familia coronaviridae (CoVFs). En la revisión de la Dra. Iovanna Castellanos y colaboradoras, se dest acan las generalidades de la enfermedad, métodos diagnósticos, lesiones macro y microscópicas, alternativas terapéuticas y manejo de la enfermedad. Estos y otros temas de interés, los encontrará en la presente edición de la Revista Referencias para Consultorio MV.

3102879651 e-mail: tmeditores@hotmail.com

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BOGOTÁ, D.C., COLOMBIA ISSN 1657-3595

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GERENTE EDITOR

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EFECTO DE LA RESTRICCIÓN DE ALIMENTO SOBRE DESÓRDENES METABÓLICOS EN POLLOS M. Sahraei. Research Center of Agriculture and Natural Resourses in Ardabil Province, Ardabil, Irán. Publisher Institute for Animal Husbandry, Belgrade-Zemun TRADUCCIÓN Y SÍNTESIS Francisco Bustos M. - DMVZ, MSc, MVSc

RESUMEN La selección genética continua y el mejoramiento en la nutrición, han permitido un crecimiento muy rápido en las razas modernas de pollos de engorde. Los desórdenes metabólicos como la ascitis, el síndrome de muerte súbita y los problemas locomotores, están relacionados con una rata temprana de crecimiento, especialmente en pollos de engorde, y su incidencia puede disminuirse con un lento crecimiento inicial (temprano). Se emplean ciertas ayudas de manejo para reducir desórdenes metabólicos, que funcionen en forma primaria o disminuyan el consumo de alimento. La restricción en los programas de alimentación es una de las técnicas principales en la manipulación de la curva de crecimiento, para aumentar la eficiencia en la producción de pollos y disminuir la incidencia de algunos desórdenes metabólicos, y puede utilizarse para reducir los efectos desfavorables del rápido crecimiento del pollo de engorde y podría beneficiar la eficiencia del pollo y de la industria. El presente artículo implica nuevos hallazgos y sus efectos con diferentes programas de restricción en pollos de engorde.

INTRODUCCIÓN Los desórdenes metabólicos son un hecho frecuente en las granjas para la producción avícola en las últimas décadas, exacerbados por el rápido mejoramiento en el potencial genético de las aves, en cuanto al crecimiento y eficiencia alimenticia, el cual ha mejorado enormemente en los últimos 50 años, tiempo en el cual la cantidad de tiempo requerido para alcanzar el peso en el mercado y la cantidad de alimento necesario para producir una libra de carne, se ha reducido en un 50%. Mientras mejoramientos concomitantes se han acoplado a prácticas de manejo, prevención de enfermedades y nutrición, se ha estimado que 90% de cambios fenotípicos en aves comerciales, han sido consecuencia de progresos genéticos. Desafortunadamente, esta rata de crecimiento se acompaña de un aumento en la deposición de grasa corporal, alta mortalidad y elevada incidencia de enfermedades metabólicas y desórdenes esqueléticos. Estas situaciones se observan más en pollos de engorde alimentados ad livitum, y permiten la presencia de desórdenes metabólicos. En pollos de engorde este hecho tiene un aspecto económico importante, debido a la incidencia de la mortalidad y deficiencia en la eficiencia. Para salvar el costo de producción y reducir el efecto desfavorable de la rata de crecimiento, existe interés en manipular la curva de crecimiento de los pollos. Cerca del 60-70% del gasto de la producción avícola, se relaciona con el costo del alimento. Por lo tanto, la fase más razonable para reducir el costo en la producción de pollos podría ser el encontrar métodos que sean económicamente adecuados y fácilmente disponibles. Un método consiste en restringir la cantidad diaria de alimento por algún tiempo. Por lo tanto, los programas de restricción se han propuesto para resolver estos problemas. DEFINICIÓN DE RESTRICCIÓN La restricción de alimento es un método de alimentación en donde el tiempo, duración y cantidad de alimento es limitada y tiene un impacto si el ave es capaz de lograr el mismo peso, como las aves no restringidas. En general, la restricción de alimento incluye una restricción cuantitativa y cualitativa, que limita la cantidad de alimento diario (cuantitativa) suministrado a las aves, mientras la cualitativa se relaciona con la dilución de nutrientes en la dieta.

de alimentación en la industria avícola, con el fin de disminuir el crecimiento y la rata metabólica en alguna extensión y así reducir la incidencia de algunos desórdenes metabólicos, como también mejorar la conversión alimenticia en pollos. Estos métodos incluyen restricción física del alimento, limitación del nivel de consumo de alimento en el tiempo (Skip a day feeding) o reduciendo el tiempo de iluminación para comer, dilución de la dieta, métodos químicos de restricción de alimento y utilización de baja proteína o baja energía en la dieta.

MÉTODOS DE RESTRICCIÓN

Restricción física del alimento

física del alimento proporciona una cantidad calculada del alimento por ave, la cual es a menudo suficiente para los requerimientos de mantenimiento. Pero la aplicación práctica de este método no es muy simple, debido a problemas en la regulación del peso del ave y el cálculo del consumo de alimento diario. Más aún, es necesario mantener suficiente espacio de los comederos, con el fin de controlar o prevenir la competencia entre las aves restringidas y la desigualdad del crecimiento entre las aves en el galpón. Con este método deberá ponerse atención sobre el consumo de nutrientes, coccidiostatos, etc.

La restricción de alimento cuantitativa y cualitativa es un procedimiento que puede ser aplicado para manipular las estrategias

Este método es uno de los procedimientos más comunes utilizados para controlar el consumo de alimento en las aves. La restricción

Este programa ha sido extensamente estudiado en pollos de engorde. La severidad de la restricción alimenticia, el tiempo de lamisma y

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la edad al mercado, son los principales factores para tener en cuenta en un programa de restricción para pollos de engorde. La restricción de alimento cuantitativa ha reducido la mortalidad y descartes, mejorando la conversión y permitiendo una completa recuperación del peso, si el grado de restricción no fue tan severo y la edad de sacrificio fue extendida más allá de 6 semanas. Dozier y col., refirieron que los programas de restricción presentan resultados inconsistentes y que las variaciones pueden ser parcialmente atribuidas a diferencias en el manejo, iluminación, raza y ventilación. Aunque el nivel de una restricción temprana es un factor importante que repercute en la respuesta del pollo, la restricción temprana de alimento influyó en un 30%, con un consumo ad livitum, pero no en el rendimiento del pollo a la edad de sacrificio a los 49 días de edad. SISTEMA DE ALIMENTACIÓN SKIP A DAY La deprivación del alimento empleando la técnica de Skip a day (retiro del alimento), es un proceso para restringir en forma temprana el crecimiento y no ha sido estudiado en forma extensa en pollos de engorde. Estos programas suministran una ración limitada y se utiliza en reproductoras de carne para restringir el crecimiento, retirando el alimento con espacios de 8-24 horas durante el periodo de iniciación, reduciendo en forma temprana el crecimiento y la producción de carne en pollos de engorde. La técnica de Skip a day ha sido reportada en otros estudios para reducir el crecimiento temprano y la presentación de ascitis, sin afectar el peso final. Oyedeji y Atteh reportaron una reducción en el consumo de alimento después de la exposición de las aves a un ayuno (cada 2 días), con un día de intermedio; también demostraron que esta técnica durante 3 semanas, iniciando al día de edad, podía mejorar la calidad de la carcaza y reducir el síndrome de muerte súbita (SDS), el cual está asociado a menudo con aves que son alimentadas ad livitum. PROGRAMAS DE ILUMINACIÓN Las aves son muy sensibles a la luz, la cual les permite establecer rítmicamente y en forma sincronizada varias funciones esenciales, incluyendo la temperatura corporal y varios procesos metabólicos que facilitan la alimentación y digestión. La intensidad de la luz, el calor y el régimen del fotoperiodo pue-

de afectar la actividad física del pollo. Dentro de los métodos estándar de producción, los pollos son criados bajo 23 horas de luz por día, porque se piensa que bajo estas condiciones o regímenes de luz, el consumo de alimento es mayor y por otra parte, la rata de crecimiento es adecuada.Aunque los programas de iluminación no están categorizados en la literatura como un método de restricción de alimento, este ha sido aplicado. Se conoce que por cambios en los periodos de iluminación, reduciendo las horas de luz o desarrollando esquemas intermitentes, la utilización del alimento se mejora. La incidencia de anormalidades en los miembros (patas) o problemas locomotores, son también reducidos al disminuir las horas de luz diaria, como la mortalidad y específicamente el síndrome de muerte súbita (SDS). El programa de iluminación denominado Stepon y Step-up ha tenido popularidad debido a que reduce la incidencia de anormalidades de los miembros, el síndrome de muerta súbita y la mortalidad, mientras se mantiene el mismo peso a la edad de sacrificio. Los pollos bajo diferentes programas de reducción de la iluminación, pueden disminuir el consumo de alimento y por esta razón puede incluirse en la definición de restricción de alimento. Sin embargo, los pollos aprenden a comer durante la oscuridad, cuando las horas de luz son bajas. Buyse y col., mostraron mejoras en la conversión y crecimiento compensatorio en machos de engorde a los 41 días, con un esquema de luz desde el día 7. El empleo de programas de iluminación tiene la ventaja de reducir el costo de energía eléctrica, la incidencia de problemas locomotores, el SDS, y mejora la eficiencia alimenticia sin reducción del peso al sacrificio.

diluidas se basa en el hecho de que los pollos comen cerca de su capacidad de consumo físico. Utilizando 50-65% de una dieta de dilución con cascarilla de arroz, se retardó el crecimiento temprano en pollos (Jones y Farress). Esta técnica pareció ser adecuada y aunque las aves consumieron más alimento, un ajuste fue insuficiente para normalizar el consumo de nutrientes, así que la rata de crecimiento se redujo. Con algunas de estas restricciones físicas del alimento y en estudios de la dilución de dietas, hay reportes de reducción en los depósitos de grasa corporal; aunque este efecto parece variable, la característica más consistente en todos estos estudios, sin considerar el método de implementación, es el mejoramiento de la eficiencia alimenticia. Griffith y col, redujeron la energía en la dieta de pollos a 2.233 Kcal ME/Kg DM desde 3.087 Kcal ME/Kg DM del alimento, sustituyendo el maíz amarillo con harina de avena como el principal ingrediente. Los pollos alimentados con dietas de baja energía consumieron más alimento que aquellos alimentados con alta energía en la dieta. Cuando se alimentaron con dietas de baja energía desde 0-3 semanas de edad, los pollos no fueron significativamente diferentes en peso corporal o en el desarrollo de grasa abdominal, que los alimentados ad livitum, a las 4 semanas de edad. Sahrai y Shariatmadari utilizando diferentes niveles de dietas diluidas de finalización con avena y salvado de trigo en niveles de 7-14-21-28 (peso:peso) en una raza Arian, demostraron que el consumo de alimento en niveles diferentes fue mayor que en las aves control, pero el peso vivo a 45 días y ganancia de peso, solamente en niveles de 28% fue menor que en las aves control.

DILUCIÓN DE LA DIETA

EMPLEO DE BAJA PROTEÍNA O BAJA ENERGÍA EN LAS DIETAS

Los problemas de la restricción física alimenticia es considerada usualmente para el mantenimiento asignado de 1.5 Kcal ME/g BW 067/d (Plavnik y Hurwitz), pero para aves muy jóvenes, esto significa una pequeña cantidad de alimento suministrada diariamente, y por lo tanto, esto permite el concepto alternado de dilución de la dieta. Por otra parte, varios investigadores han utilizado la dilución de la dieta como un método alternativo de restricción de nutrientes, debido a la ventaja de unificar un consistente patrón de crecimiento en el galpón. En este método las dietas son mezcladas con ingredientes no digestibles como la fibra, que es de reducida densidad de nutrientes. El empleo de dietas

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Para retardar la rata de crecimiento en pollos, pueden utilizarse dietas con baja energía y bajas concentraciones de proteína. Este método tiene una ventaja en que no es necesaria ninguna labor adicional de pesaje del alimento, y es acompañada por una disminución en el nivel ya sea de proteína o energía. En condiciones normales, los pollos reciben 22%, 20% y 18% de proteína cruda en la iniciación, engorde y finalización, respectivamente, y 3.200 Kcal ME/Kg dieta. Cuando los pollos son alimentados con dietas densas y bajos nutrientes, puede aumentar el consumo de alimento en un intento para

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mantener la ingestión de nutrientes. El estudio de Plavnik y Hurwitz en 1.989 demostró que los pollos alimentados ad livitum con 9.4% de proteína cruda desde 8-14 días, redujeron su consumo y ganancia de peso en un 57% y 41% respectivamente. Esta restricción en el consumo pudo ser debida a una deficiencia de proteína y aminoácidos, ya que los otros nutrientes estuvieron en niveles normales. Pero Rosebrough y McMurtry (1.993) mostraron el efecto con una restricción de energía en pollos durante 6, días y el periodo de restricción de 6-12 días fue diseñado con solo requerimientos de mantenimiento para el peso corporal.A los 54 días el peso fue tomado para las aves alimentadas ad livitum desde los días 13-54 y para aquellas alimentadas en la misma forma desde el día 21 en adelante. La eficiencia alimenticia no fue significativamente diferente entre las aves restringidas y no restringidas. Leeson y Sum-mers (1.997) utilizaron dietas de finalización con variaciones en los niveles de energía desde 2.700 hasta 3.300 Kcal ME/Kg y no encontraron diferencias significativas en el peso corporal a los 49 días. Hubo incremento en el consumo por ave con dietas bajas en energía. Leeson y col. (1.996) reportaron que diluyendo dietas comerciales para pollos desde el día 35-49 de edad, con cascarilla de avena y granos de arena, lo cual permitió que una dieta deficiente en energía, ocasionara una reducción significativa en el peso corporal a los 42 días de edad, aunque el crecimiento fue compensado posteriormente. Las aves parecieron mantener el consumo de energía y posteriormente hubo un incremento en el consumo de alimento con dietas deficientes en energía. TEXTURA DEL ALIMENTO Las formas del alimento como pellets, crombelizado o partido, masa y el tamaño de las partículas influencian el crecimiento y desarrollo del pollo. Los pollos alimentados con dietas crombelizadas pellets, muestran mejoramiento en la ganancia de peso, consumo y conversión alimenticia, comparado con aves alimentadas con masa. También, el consumo de alimento en forma de masa en diferentes fases del crecimiento del pollo, puede emplearse como un método de consumo limitado del alimento. Las aves consumiendo alimento en forma de masa, gastan más tiempo en este proceso, comparado con aves alimentadas con pellets, y por otra parte, gastan más energía en el mismo. Nir y col. (1.995) alimentaron machos y hembras de engorde hasta 49 días con masa y crom-

belizado durante la fase de iniciación y engorde, y masa o pellets para la fase de finalización. Los machos mostraron un aumento significativo en el peso corporal y mejoraron la conversión alimenticia, cuando se alimentaron con pellets, comparados con el grupo alimentado con masa. Por otra parte, el rendimiento no fue evidente en las hembras, las cuales no mostraron diferencias significativas en el peso corporal y eficiencia alimenticia a los 49 días de edad. La mortalidad fue más alta en dietas a base de pellets. Estos resultados están de acuerdo con los de Jones y col. y Hamilton y Proud, los cuales obtuvieron ganancias de peso y conversión alimenticia a las 6 semanas de edad, en aves alimentadas con pellets, comparadas con las dietas en forma de masa. El mejoramiento de las dietas con pellets puede ser atribuida a una mayor digestibilidad de los carbohidratos junto con aumento del consumo de nutrientes diariamente. También, porque los pollos gastan menos tiempo y energía consumiendo los pellets y fueron menos activos que las aves alimentadas con masa, y también porque gastan menos energía para su mantenimiento. MÉTODOS QUÍMICOS Otro método que ha sido utilizado para reducir el consumo en pollos de engorde, es el empleo de químicos o agentes farmacológicos. Este tiene la ventaja de distribuir el alimento en forma equitativa en el galpón y por lo tanto disminuir las variaciones en el crecimiento, que puede tener lugar con la restricción física del alimento. La restricción del consumo en pollos por métodos químicos fue sugerida por Fancher y Jensen. También Pinchasov y Jensen (1.989) utilizaron 1.5 o 3% de ácido glicólico como un agente anoréxico desde el día 7-14, con el fin de suprimir el consumo, el cual fue reducido severamente, resultando en un 22% y 50% y una reducción de peso con 1.5% o 3% de ácido glicólico respectivamente. Oyawoye y Krueger (1.990) demostraron que 400 y 300 mg de fenilpropanolamina hidroclórica o monensina sódica por Kg de la dieta respectivamente, disminuyó en forma significativa el peso corporal de pollos a las 4 semanas de edad. Savory y col., utilizaron 50 g/Kg de propionato de sodio como un supresor del apetito, demostrando que la ganancia de peso en aves restringidas químicamente estuvieron muy cercanas con aquellas mantenidas bajo un programa recomendado de restricción cuantitativa, para hembras reproductoras de engorde entre 26 semanas de edad.

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EFECTO DE LA RESTRICCIÓN ALIMENTICIA SOBRE LOS DESÓRDENES METABÓLICOS Los desórdenes metabólicos pueden clasificarse como enfermedades asociadas con una falla de una hormona corporal o de un sistema de enzimas o enfermedades de almacenamiento, relacionadas con una falta de productos secretorios del metabolismo, debido a una falta de producción de enzimas específicas o la falla o reducida actividad de alguna función metabólica; en aves comerciales es usual incluir bajo el título de desórdenes metabólicos, aquellas condiciones asociadas con un incremento en el metabolismo, una rápida rata de crecimiento o alta producción de huevos, que conlleva a una falla del sistema corporal, por un exceso de trabajo del órgano o sistema. Un rápido crecimiento de los pollos modernos se asocia con un aumento del estrés en las aves y puede influir en la presencia de desórdenes metabólicos y esqueléticos que inducen pérdidas económicas debido al rendimiento reducido, altas mortalidades y decomisos de carcasas en las plantas de sacrificio. Los beneficios de la restricción temprana son de tipo monetario, al mejorar la conversión alimenticia, reducción del SDS, de la mortalidad, la ascitis y las enfermedades esqueléticas (Robinson y col., 1.992; Bhatt y Banday, 2.000). Ascitis No es una enfermedad, es un signo o lesión que puede resultar de uno o más de 4 cambios fisiológicos que inducen un aumento en la producción o disminución en la reabsorción de la linfa peritoneal. La ascitis puede estar asociada con una obstrucción del drenaje linfático como se presenta en una carcinosis peritoneal secundaria a un carcinoma del oviducto, disminución de la presión oncótica plasmática, como se presenta en anemia o hipoproteinemia. La ascitis o edema aviar puede resultar del paso de fluido secundario a un aumento de la permeabilidad vascular, seguido a un daño oxidativo o químico, pero la causa más frecuente de ascitis en aves, es un aumento de la presión portal, secundaria a una falla ventricular derecha (RVF) o daño hepático, Julian (1.993). La rata de crecimiento o ganancia de peso corporal en pollos, ha sido ha sido demostrada positivamente y correlacionada con la incidencia de ascitis. Los pollos seleccionados para un rápido crecimiento muscular parecen más susceptibles a la ascitis, comparados con razas


de lento crecimiento. La manipulación temprana del ciclo de crecimiento de los pollos, con una ganancia compensatoria subsecuente, parece ser un método práctico y viable para minimizar las pérdidas causadas por la ascitis. En este contexto, varios programas de restricción del alimento han sido evaluados. Acar y col. (1.995), estudiaron el efecto de la restricción temprana de alimento sobre el subsecuente crecimiento y la incidencia de ascitis en pollos. Un régimen de restricción de alimento fue utilizado en los días 4-11 o 7-14 de edad, consistente en limitar el consumo diariamente hasta un 75% de ME requerida para un normal crecimiento. Se concluyó que aunque la mortalidad por ascitis pudo resultar disminuida en forma significativa en aves restringidas tempranamente, hubo una disminución en el peso corporal y músculos de la pechuga VS aves con dietas sin restricción. El aumento de ascitis en pollos coincide con el continuo mejoramiento genético y nutricional, para aumentar la eficiencia alimenticia y rata de crecimiento. La ascitis es una condición en la cual la cavidad corporal acumula un fluido seroso, que hace que la carcaza sea descartada o se presente la muerte del ave. Esta es una consecuencia de una insuficiencia cardio-pulmonar en pollos de rápido crecimiento. Cambios en la alimentación y regímenes de iluminación pueden causar restricción del crecimiento (Baghbanzadeh y Decuypere, 2.008). La hipoxemia relacionada con una rata metabólica elevada en pollos, puede ser parcialmente prevenida por una limitada ingestión de energía, mediante una restricción del alimento. Sindrome de muerte súbita (SDS) El nombre de SDS se da a pollos de engorde saludables, de rápido crecimiento y que mueren súbitamente. Ha sido reconocida como una condición específica desde 1.950, cuando los pollos comerciales empezaron a crecer en gran número. El SDS se presenta en todos los países donde los pollos crecen rápidamente bajo condiciones intensivas, aves saludables, jóvenes, de rápido crecimiento y que mueren súbitamente, mientras están de pie, caminando, peleando o comiendo; mueren rápidamente, batiendo las alas y convulsionando, y frecuentemente son encon-

tradas sobre su espalda (Julian, 1.996). Dentro de los desórdenes importantes con la restricción alimenticia ha sido de interés para los investigadores el SDS, siendo propio de los pollos de engorde y uno de los factores más costosos para la industria avícola. Este síndrome tiene lugar en las aves más pesadas del galpón. El SDS ha sido reconocido durante 30 años y es también referido como un síndrome de muerte aguda o flip-overs. Es más común en machos cuando su rata de crecimiento está al máximo. La mortalidad puede iniciarse tan temprano como 3-4 días, pero más a menudo el pico es alrededor de 34 semanas de edad, con aves afectadas encontradas muertas sobre su espalda. La mortalidad puede ser de 15-20% en planteles mixtos y de 4% en lotes de machos (George, 2.007). Los nutricionistas sugieren que la rata elevada de crecimiento en el pollo moderno, es la razón más importante para estos problemas. En los experimentos de Bowes y col., con restricción de alimento del 25% con un consumo ad livitum, la presentación en grupos restringidos fue de 0% y en los grupos con consumo ad livitum de 3.33%, pero en algunos estudios no hubo diferencias significativas entre los grupos control y los de restricción alimenticia. (Dea-ton, Scheideler y Baughman, 1.993). La reducción en el peso corporal en el grupo de alta densidad, fue atribuida a un aumento en el estrés metabólico, porque hubo aumento en la mortalidad (SDS, ascitis) en pollos alimentados con raciones de alta densidad, en contraste con los sometidos a raciones de baja densidad (Scott, 2.002). Disminuyendo la ingestión de energía, cambiando la textura del alimento o la densidad de la masa o manejando métodos como la restricción o periodos largos de oscuridad, pueden reducir la mortalidad del SDS. Problemas locomotores Fallas para cambiar la proliferación avascular del cartílago de prehipertrófico a hipertrófico, para permitir ser remplazado por hueso en la parte más baja del cartílago de crecimiento, resulta en una masa anormal del mismo, debajo de la placa de crecimiento. Esta lesión se denomina discondroplasia. En aves de razas de engorde en crecimiento, que han sido seleccionadas en los pasados 50 años,

para un rápido desarrollo, los desórdenes esqueléticos son muy comunes en los huesos de los miembros y articulaciones. Generalmente se asume que la ganancia rápida de peso ha sido la causa más importante de discondroplasia tibial (TD), a pesar de la evidencia que no existe una correlación entre la TD y la ganancia de peso, la parte nutricional sugiere que el régimen dietético que deprime la rata de crecimiento, disminuye la incidencia de TD (Lilburn y col., 1.989). El retardo en la rata de crecimiento puede llevarse a cabo con restricción de alimento cualitativa y cuantitativamente (Sorensen, 1.987). Robinson y col., 1.992 demostraron que una severa restricción de alimento en la segunda semana, redujo significativamente el crecimiento y la incidencia de enfermedades esqueléticas en pollos. Estos investigadores reportaron que en 3 experimentos separados, la incidencia de enfermedades esqueléticas fue tres veces más alta en aves con dietas completas, comparadas con aves que tuvieron restricción. Una reducción en la incidencia de desórdenes locomotores y SDS fue también observada en pollos expuestos a luz intermitente o régimen de luz completo o seguido (Wilson y col, 1.984, Ononiwu y col., 1.979). Una estrategia para reducir enfermedades de los miembros, incluye manipulación de la rata de crecimiento.Alterando los niveles de energía y proteína en la dieta, implementando la restricción de alimento en forma temprana y suministrando el alimento en varias formas, han sido estrategias empleadas previamente para manipular la rata de crecimiento en pollos (Lilburn y col., 1.989). El empleo de dietas de baja densidad ha demostrado en forma significativa, reducir la rata de crecimiento temprana en pollos, sin embargo, regular los programas de luz en pollos, es un factor que puede ser manipulado para disminuir la presentación de anormalidades esqueléticas, incrementando la exposición a la oscuridad, la rata de crecimiento puede ser reducida (Edwards, 2.000). En conjunto con la rata reducida de crecimiento, una correspondiente disminución en la incidencia de anormalidades de los miembros y desórdenes metabólicos, han sido reportados (Wilson y col, 1.984; Lilburn y col., 1.989).

CONCLUSIÓN En general, el potencial de la restricción alimenticia como herramienta de manejo está relacionada con la disminución en la incidencia de enfermedades metabólicas, grasa corporal, reducción en los requerimientos y mejoramiento en la eficiencia alimenticia en la producción de pollos. También puede permitir salvar el costo económico en la alimentación de los pollos, lo cual puede ser útil para la producción comercial de pollos de engorde a nivel de las granjas. La presente revisión la integran 100 referencias.

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RINOTRAQUEITIS INFECCIOSA BOVINA

EN

COLOMBIA

REVISIÓN DE LITERATURA Marcela Arenas Niño1 - DMV Giovanni Moreno Figueredo 2 - DMV, MSc, PhD

RESUMEN La Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR) es una enfermedad que se ha propagado a nivel mundial y se ha convertido en una alteración en la mayoría de las poblaciones bovinas. Es una de las responsables de causar manifestaciones clínicas y lesiones a nivel reproductivo y respiratorio que generan una gran pérdida económica, por lo que es necesario realizar planes sanitarios que erradiquen la patología en los predios donde sea identificada y de acuerdo con los hallazgos epidemiológicos regionales, producto de los estudios realizados. A nivel mundial se evidencia el desarrollo de estudios periódicos, que permiten identificar el proceso de la enfermedad, la prevalencia y la incidencia en las diferentes regiones. En Colombia, varios trabajos se han adelantado, por lo que se ha demostrado la presencia del virus. En el departamento de Boyacá se tienen algunos datos sobre la prevalencia del virus, sin embargo.

INTRODUCCIÓN El Herpes Virus Bovino tipo-1 durante muchos años ha sido uno de los responsables de ocasionar alteraciones reproductivas y respiratorias en los bovinos a nivel mundial, y Colombia no es ajena a dicha situación. Fuera de los problemas de salud observados en los animales afectados, manifestados por la sintomatología característica de esta, otra de las consecuencias de esta patología, corresponde a los problemas reproductivos que producen y que repercuten en pérdidas económicas para los productores. Como se dijo anteriormente, este agente fuera de afectar la función reproductiva también es causante de alteraciones funcionales y estructurales en los sistemas digestivo, respiratorio y nervioso, principalmente. Por lo anterior, la presencia de dichas enfermedades en los hatos lecheros en Colombia, constituye en algunos casos un riesgo para la salud humana, y en otros, disminución de la capacidad productiva de los animales, lo que impacta en la productividad de los mismos y en la economía del país (Vargas et al., 2009). A pesar de ser una enfermedad de distribución mundial, la prevalencia e incidencia varía de una región a otra, y por ello se hace necesario determinar la presencia de este agente causal en cada zona, para a partir de ello hacer la caracterización epidemiológica como punto de partida para diseñar los esquemas de control. RESEÑA HISTÓRICA La Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR), conocida como nariz roja, lagrimeo de los terneros, vaginitis vesicular, exantema coital, es una enfermedad contagiosa causada por un herpes virus que se manifiesta de diferentes maneras (Ruiz, 1977; Blood y Radostits, 1992). Esta enfermedad fue descrita por primera vez en 1841 por Rychner (veterinario suizo), quien observó los signos clínicos de la vulvovaginitis pustular infecciosa y evidenció su característica de transmisión venérea. Para el año de 1928, Reisiner y Reinman comienzan a investigar la naturaleza del virus y la transmisión del mismo. A mediados de los años 50, en Estados Unidos se presenta un brote de una enfer1 2

medad respiratoria aguda en el ganado, donde se aisló un virus que presentaba características de herpes; en 1953 se presentaron brotes en lotes de engorde y en hatos lecheros en California, y se distribuyó en varios estados; a su vez en Europa el primer caso de Rinotraqueitis Infecciosa Bovina fue reportado en Alemania en 1960, y posteriormente en otros países europeos (Miller et al., 1991; Gibbs & Rweyemamu, 1977). En los 60s se pensó que los países de Suramérica estaban libres de IBR, pero durante este período se realiza un aislamiento en bovinos importados al Perú desde Norteamérica (Zapata et al., 2002). Al comparar este aislamiento con el asociado a las formas genitales, se encontró que

Grupo IRABI - Fundación Universitaria Juan de Castellanos. Docente Fundación Universitaria Juan de Castellanos. Líder Grupo IRABI.

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las dos cepas eran indistinguibles (Fenner et al., 1992). En Colombia a finales de la década de los 60, se encontraron signos compatibles con IBR, tales como abortos tempranos; sin embargo, entre los productores se tenía la creencia que el diagnóstico de preñez por medio de la palpación rectal producía aborto, pudiendo de esta manera pasar así la enfermedad inadvertida en algunas explotaciones (Vera et al., 2006). La enfermedad fue descrita por primera vez en Colombia, por investigadores de la sección de salud animal del Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, luego de estudios tendientes a determinar las causas de problemas reproductivos en bo-


vinos de los Llanos Orientales. Este diagnóstico se realizó en 1972, a partir de un toro Cebú que presentaba lesiones genitales (lesiones granulares, ulcerativas o postulares) y del cual se obtuvieron tres aislamientos (Zuluaga, 1979). En 1973 el agente se aisló en la Sabana de Bogotá, de ganado lechero el cual presentaba la sintomatología tanto respiratoria como genital (Villate et al., 1973), siendo ampliamente reconocida la asociación entre IBR, la vulvovaginitis pustular y el aborto. En 1974 Villate y col., también realizaron aislamiento de BHV-1, y lograron además reproducir la enfermedad experimentalmente en vacas preñadas. En este mismo año Aycardy y col., 1974, realizaron el primer trabajo para evaluar la prevalencia de la enfermedad en ganado de carne en varios departamentos del país, mediante la técnica de hemoaglutinación pasiva, reportando varios casos de prevalencia de IBR en las cuatro zonas estudiadas. En la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, se han realizado algunos trabajos de investigación en IBR; en 1991 Góngora y col. lograron aislar una cepa de BHV-1 a partir de esmegma prepucial de un toro seropositivo, el cual fue inmunodeprimido con dexametasona. En 1992, López y Ramírez realizaron pruebas serológicas en los hatos de la Universidad Nacional de Colombia (Marengo y Ciudad Universitaria), con el fin de establecer la situación de IBR en dichos hatos y realizar intentos de aislamiento del BHV-1. El estudio arrojó como resultado una reactividad de 39.13% en el primero de tres muestreos y del 75% en el último de ellos en el hato de la Ciudad Universitaria, logrando aislar de este hato el virus a partir de un toro inmunodeprimido. En contraste con el hato de Marengo, no se obtuvo ningún animal positivo en los dos muestreos llevados a cabo. Cotrino en 1997 realizó una recopilación de serologías para IBR en el país; en este trabajo se analizaron 4230 muestras de animales con destino a un programa de transferencia de embriones y de animales con problemas reproductivos provenientes de 263 fincas de 11 zonas del país. Debido a que la mayoría de las muestras provenían de animales con problemas reproductivos, la recopilación no es representativa, pero si es una

guía en cuanto al estado de IBR en el país. En este mismo estudio, Cotrino encontró que el 37.4% de los animales fueron positivos a IBR por la prueba de ELISA, teniendo como hallazgo importante el hecho de que más del 60% de los machos incluidos fueron positivos, lo cual es importante para dar una explicación epidemiológica de la diseminación de la enfermedad. Este estudio además arrojó como resultado una positividad de 58.8% de los hatos evaluados, con mayor número de incidencia en hatos de carne que en los de leche; este porcentaje de positividad es muy alto, y convierte al IBR en un diagnóstico diferencial importante a tener en cuenta en los hatos que presentan problemas reproductivos, en especial en las explotaciones de carne del país. Cabe destacar que las zonas con más alto índice de positividad encontradas en el estudio, fueron las de Santander-Cesar (72.2%) y el Alto Magdalena (58.4%). Otte y col. (1995) encontraron una positividad a IBR del 10%, en muestras procedentes de vacas en nueve fincas de los llanos orientales, encontrando animales positivos en seis de las nueve fincas; por su parte, Sierra (1998) realizó un estudio de IBR en la zona de cobertura del Centro de Diagnóstico de Aguachica (Cesar), donde se encontraron 156 animales positivos (61%) de 256 animales muestreados; adicionalmente en dos fincas se reportaron manifestaciones clínicas y lesiones que se podrían correlacionar con la forma respiratoria de IBR. Los últimos estudios realizados en nuestro país, se han llevado a cabo en la zona norte, más específicamente en el municipio de Montería (Córdoba) donde los resultados mostraron una seroprevalencia del 74.7% para IBR, no encontrándose diferencias significativas entre las variables del estudio (Betancur et al., 2006). En la actualidad ésta enfermedad se encuentra ampliamente distribuida, siendo diagnosticada en Canadá, Estados Unidos, México, Inglaterra, Australia, Tanzania, Japón, y en algunos países de América del Sur (Betancur et al., 2006).

TRL

UL

CARACTERÍSTICAS ETIOLÓGICAS Los herpesvirus son virus que poseen un ADN lineal de doble banda, con una cápside icosahédrica de 100 a 110 nm de diámetro, dentro de una cubierta lipídica; tiene un ADN lo suficientemente largo para codificar de 80 a 100 proteínas, de las cuales tan solo 50 han sido reconocidas, 30 de las cuales son proteínas estructurales, mientras que las otras son enzimas inducidas por el virus que incluyen tiamidina kinasa, ADN polimerasa y ADNasa. El prototipo de estos virus es el Herpes Simplex (Vera et al., 2000). Este tipo de virus pertenece a la subfamilia alfaherpesvirinae y de este se encuentran dos subtipos, el subtipo 1, que corresponde a cepas causantes de la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR) y el subtipo 2, que causa la Vulvovaginitis Pustular Infecciosa (VPI) y la Balanopostitis Infecciosa (BPI) (Ackermann & Engels, 2006; Radostits et al., 2000). El virus puede permanecer en las neuronas de los ganglios nerviosos. La transmisión es directa a través de aerosoles o por contacto con secreciones respiratorias, oculares o reproductivas de animales infectados, o bien en forma indirecta a través de personas o equipos. También se puede transmitir a través del semen, bien sea por monta natural o por inseminación artificial (Wiedmann 1993; Van Oirschot, 1995), e incluso durante la transferencia de embriones (Wentink et al., 1993; Engels & Ackermann, 1996). Por otra parte, el virus permanece en estado latente y persiste así por largos períodos de tiempo, pudiendo reactivarse periódicamente, como consecuencia de estrés fisiológico del animal o por tratamiento con corticoides (Lemaire, 2000; Whetstone et al., 1989). VÍAS DE TRANSMISIÓN Las vías para el ingreso del virus son la cavidad nasal, orofaríngea, ocular y tracto genital (Blood y Radostits, 1992; Ruiz, 1977). El paso del BHV-1 de una población a otra y el ingreso a territorios y paí-

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Fig. 1 Esquema simplificado de la estructura del genoma de BoHV-1

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ses libres, se produce casi exclusivamente a través de animales con la infección latente y, en ciertas circunstancias, mediante semen contaminado por el virus (Aycardy, 1976). La forma de contagio más importante de la infección genital está dada por el toro, ya que el virus tiene receptores en el tracto genital de la vaca facilitando la infección para la presentación de la Vulvovaginitis Pustular Infecciosa (Ruiz, 1977). Otro factor importante para la infección genital, son los golpes dados con la cola y las manipulaciones de los animales. No debe excluirse la diseminación del virus por insectos (Thrusfield, 1990). El BHV-1 se transmite en forma directa por aerosoles o por contacto con animales infectados, a partir de secreciones respiratorias, oculares y del tracto reproductivo, o puede ser transmitido por el semen, durante la monta natural o inseminación artificial (Wiedmann, 1993; Van Oirshot, 1995) e incluso durante la transferencia de embriones (Ríos y col,, 2000) o en forma indirecta a través de personas y equipos; sobrecargas extremas por transporte pueden provocar la activación de la infección latente, la producción y excreción del virus y, en casos especiales, manifestaciones clínicas (Jubb, 1993). El semen contaminado por BHV-1 puede venir de individuos clínicamente sanos. En Argentina se realizó un estudio sobre la presencia del BHV1 en semen congelado, el cual es comercializado en ese país, y se detectó la presencia del virus en 17.5 % de las muestras analizadas (Golan, 1990). Una hembra infectada introducida al hato puede ser factor desencadenante de la enfermedad, ya que puede infectar al toro y por ende a otras vacas (Ruiz, 1977). El IBR en la forma respiratoria se presenta con mayor frecuencia en las fincas donde hay alta concentración de animales, en las cuales la enfermedad se disemina rápidamente, principalmente en el grupo de terneros menores de 8 meses de edad (Ruiz, 1977). Se ha demostrado la presencia del virus de IBR en cerdos aparentemente sanos, los cuales podrían transmitir la infección a los bovinos si se establece convivencia entre ellos (Ruiz, 1977), aunque no se conocen realmente las implicaciones epidemiológicas que pueda tener la presencia del virus en cerdos (Vera, 2006).

Latencia:El estado de latencia es aquel donde el virus permanece viable pero no activo en el animal huésped, con períodos de reactivación y re-excreción, y el cual no se puede detectar por procedimientos virológicos convencionales. Posterior a la replicación inicial en el sitio de la infección, el virus entra al sistema nervioso y va por vía axonal centrípeta a localizarse en ganglios nerviosos, en el trigémino en infecciones respiratorias, y en cordones sacro espinales y ciático en infecciones genitales (Góngora & col, 1991; Rodas, 1996). Como otros miembros de la subfamilia de Alphaherpesvirinae, el BHV-1 puede establecer infecciones latentes en neuronas de ganglios sensoriales, principalmente en el ganglio trigémino, tonsilas y en ganglio sacro en caso de infecciones en los genitales (Blaha, 1995); este es uno de los mayores problemas para el control de la infección del BHV-1 por la capacidad del virus de permanecer en estado latente y persistir por largos períodos de tiempo reactivándose periódicamente, como consecuencia de eventos estresantes o por tratamiento con corticoides (Whetstone et al., 1989). El ADN viral puede persistir en estado de latencia de por vida en un hospedero infectado, o puede reactivarse y diseminarse a animales susceptibles. Los mecanismos involucrados en el fenómeno de latencia no están del todo esclarecidos. Se han sugerido varios factores que intervienen en el proceso, dentro de los cuales hay factores asociados al virus y factores asociados al huésped (Blaha 1995). Dentro de los factores asociados al virus, se encontró recientemente en bovinos infectados latentemente con BHV-1, una región del genoma transcripcionalmente activa durante la latencia, llamada "gen relacionado con latencia" (LR), que podría controlar la expresión de un gen que codifica proteínas inmediatas tempranas (IE), favoreciendo este proceso; además se ha demostrado que las proteínas producto de los LR favorecen la persistencia del virus en neuronas infectadas. Se ha postulado que algunas proteínas requeridas para la transcripción de los genes no se encuentran en células que no se dividen como las neuronas, favoreciendo también el proceso de latencia (Brown et al., 1988). Por otra par-

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te, entre los factores asociados al huésped, está incluido el factor de crecimiento neuronal (NGF), el cual es un péptido con acciones inmunes y endocrinas, que al ser bloqueados induce la reactivación del BHV-1 en cultivos neuronales infectados latentemente (Schang y col., 1996; Rodas y col., 1996; Wilcox y Jonson, 1987); también se ha descubierto mediante la hibridización in situ, la presencia de transcritos asociados a la latencia (lat´s) en ganglios nerviosos en humanos seropositivos latentemente infectados con HSV-1. Los lat´s podrían bloquear genes codificadores de la transcripción inmediata temprana, que impedirían la expresión de genes del ciclo lítico, interviniendo en esta forma en el proceso de latencia (Rodas et al., 1996). Aunque se desconoce el mecanismo de reactivación viral, al parecer está relacionado con eventos estresantes como transporte, hacinamiento, cambios climáticos, cambios de hormonas durante la gestación, superinfección con otros virus como PI-3. Además se ha demostrado que animales tratados con corticosteroides, pueden demostrar reactivación viral, quizás asociada a un fenómeno de inmunosupresión causada por ese tipo de medicamentos, lo cual ha sido comprobado en diversos estudios en nuestro medio (Homann et al., 1983; Góngora et al., 1991; López & Ramírez, 1992). Homann y Eastarday (1983), inocularon el virus en terneros esperando que se produjera una infección latente de BHV-1 y lograron su posterior reactivación a través de la aplicación de corticoide (dexametasona), encontrando la presencia deADN viral intranuclear en neuronas ganglionares a través de hibridización in situ y evidenciaron la presencia de cuerpos de inclusión intranucleares en neuronas del ganglio trigémino. Los animales con infecciones latentes pueden permanecer así por mucho tiempo y no necesariamente ser eliminadores del virus, pero en situaciones de estrés, éste se puede activar dando origen a nuevas infecciones o al recrudecimiento de signos clínicos (Ruíz, 1977; Blood & Radostits, 1992). EPIDEMIOLOGÍA La presencia del virus se ha demostrado a nivel mundial en diferentes mamíferos, incluyendo a los bovinos. En Europa, se reportan prevalencias de 70%, 60%, 50% y 25% en


Holanda, Italia, Reino Unido y España, respectivamente, existiendo países libres como Austria, Finlandia, Suecia y Suiza (Valla, 2009). En Colombia los reportes encontrados son de hace varios años y en ellos se encuentra seroprevalencia de 51,7% en hembras bovinas de la región Caribe, 21,5% de la región Andina y 20,6% en el Piedemonte Llanero (Griffiths, 1982). En toros de la sabana de Bogotá, se encontró 15,3% de reactores

positivos; sin embargo, son pocos los aislamientos virales (Góngora et al., 1995). En un estudio realizado en los departamentos de Córdoba y Sucre, entre los años 19801984, se encontró una prevalencia del 29,6% en muestras de suero provenientes de 2.295 bovinos (Otte et al., 1985). El estudio demostró que no existieron diferencias significativas entre el ganado lechero y el de carne, y que la prevalencia aumenta progresivamente conforme aumenta la edad de los animales (Otte et al., 1985).

La VPI-BPI es una infección de transmisión sexual, caracterizada por infertilidad temporal (Babiuk et al., 1987; Miller et al., 1991). Otras presentaciones incluyen dermatitis, mastitis y metritis (Bwagamoi & Kaminjolo 1971; Lomba et al., 1976) y la forma encefálica descrita como una enfermedad mortal en terneros (George, 1991). En vacas lactantes produce disminución de la producción (Straub 1990) e infertilidad (Trapp 2003).

CONCLUSIONES Se ha demostrado que el BoHV-1 en su forma respiratoria, trae como consecuencia el aborto, generalmente entre el cuarto y octavo mes de gestación, sin embargo la fisiopatología del proceso no se conoce claramente (Muylkens, et al., 2007). Por otra parte, de manera similar a lo indicado para el VDVB, este virus también puede pasar al embrión implantado, pudiendo desencadenar muerte embrionaria (Rondón, 2006). Por tal motivo es necesario seguir investigando en este tipo de enfermedades en la región, ya que no son de reporte obligatorio y causan un gran impacto en las ganaderías a nivel productivo y reproductivo.

La presente revisión la integran 24 referencias.

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PÉRDIDA GESTACIONAL TARDÍA ASOCIADA A ESTRÉS POR DOLOR CRÓNICO EN UNA YEGUA REPORTE DE CASO Andrea Ruíz Cristancho - DMV Claudia Jiménez E. - DMVZ, MSc, DVSc, DACT

RESUMEN Se presenta un caso de pérdida gestacional tardía en una paciente que presentaba dolor crónico debido a múltiples problemas de aplomos de tipo crónico, los cuales fueron diagnosticados en la Clínica de Grandes Animales de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia; los diagnósticos diferenciales para el problema de cojera fueron Síndrome del navicular, Enfermedad de la línea blanca y Laminitis. La paciente es interconsultada a la Clínica de la Reproducción Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, para seguimiento de parto, ya que los propietarios reportaron que se encontraba gestante. A la evaluación reproductiva se calcula la edad gestacional de 10 meses. Veinte días después del ingreso, aborta un feto aparentemente normal. Se considera el estrés crónico como un factor de riesgo para la presentación de pérdidas gestacionales tardías de tipo no infeccioso en yeguas.

INTRODUCCIÓN El aborto se define como la interrupción de la gestación con la expulsión de un feto no viable. Los signos clínicos relacionados prácticamente son los mismos de un parto normal y dependiente de la edad gestacional, será la intensidad de los signos debido al tamaño del producto. Un proceso inflamatorio o doloroso crónico conlleva a un estrés permanente en el animal, evento que en hembras gestantes y en especial en yeguas puede convertirse en un factor predisponente a la presentación de abortos; los equinos pueden llegar a ser muy sensibles a cualquier tipo de situación estresante y esto verse reflejado sistémicamente en el animal. El estrés crónico a su vez, debido a la liberación de cortisol, puede conllevar a una inmunodepresión, factor que también es determinante y predisponente a infecciones transplacentarias por diferentes vías que derivan en un aborto por afección directa sobre el feto. La ultrasonografía es una herramienta de fácil acceso para la evaluación de gestaciones de alto riesgo. Una de las evaluaciones más valiosas es la del grosor útero-placentario que se puede realizar por vía transrectal a nivel de la estrella cervical, o por una exploración transabdominal donde se evalúa el útero; de igual forma por ésta vía se puede realizar la evaluación de la viabilidad fetal con diversos parámetros tales como la medición del diámetro de la aorta fetal, la actividad fetal, y la evaluación de los fluidos amniótico y alantóico. En todo caso se deberán realizar pruebas diagnósticas para enfermedades infecciosas, ya que éstas son una causa muy importante en las pérdidas gestacionales tardías en yeguas. RESEÑA Ingresa un equino hembra de raza Cuarto de Milla Americano, de 6 años de edad, procedente de Bogotá, cuya función zootécnica es el Halter. HISTORIA La yegua fue adquirida preñada hacía cuatro meses; no se reporta historia reproductiva previa, reportan que el servicio fue 10 meses atrás, por monta natural. Se alimenta con 3 Kg de concentrado por día, dividido en 3 tomas, 1 paca de heno al día y 40 g de sal. EXAMEN CLÍNICO Al examen clínico se encontró una paciente alerta, de temperamento dócil; T°: 38.3° C (37,5-38,5); FC: 36 ppm (28-60 ppm); FR: 20 rpm (8-30 rpm), tipo costo-abdominal;

MM: Congestionadas (rosadas); TLLC: 23" (2-3 seg); CC: 4/5. Pulsos digitales positivos en los cuatro miembros, aumento de tamaño de los miembros posteriores a nivel del metatarso distal. Se realiza interconsulta con la CGA donde encuentran positividad a la prueba de la pinza, atrofia de la ranilla de los cuatro miembros, la paciente camina apoyando el peso hacia la parte lateral del casco, presenta talones encastillados, escarza y leve daño de las lumbres de los cascos anteriores y positividad a la prueba de estrés articular del navicular. Como tratamiento se realizó herraje correctivo y arreglo de aplomos y manejo analgésico (flunixin meglumine 1.1 mg/Kg bid). Se suspende el concentrado teniendo en cuenta el diagnóstico diferencial de laminitis.

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EXAMEN REPRODUCTIVO El día del ingreso se realizó palpación y ultrasonografía (US) transrectal, encontrándose movimientos fetales positivos y edad gestacional aproximada de 10 meses. AlUS transabdominal se encontró una frecuencia cardíaca de 126 ppm y no había evidencia de alteraciones placentarias. Se realiza ultrasonografía para medición del grosor útero-placentario el cual fue de 8 mm (N: 6-20 mm). EVOLUCIÓN A la paciente se le practicó el herraje correctivo (herradura de huevo) y arreglo de aplomos; el apoyo del peso hacia laterales disminuye, la claudicación 2/5 se hace menos evidente y los pulsos digitales fueron disminuyendo hasta desaparecer.


Tres días después de su ingreso, se evidencia un área de edema a nivel abdominal, el cual se interpretó como posible signo de proximidad a un aborto, explicado por el aumento de estrógenos producidos tanto por la placenta como a nivel fetal; para este día, la edad gestacional era de 306 días. Nueve días después del ingreso, en horas de la madrugada la paciente abortó y expulsó la placenta completa y el feto, ambos de características macroscópicas normales; para éste día la edad gestacional era de 312 días. Se envía el feto y la placenta para necropsia y toma de muestras para diagnóstico de entidades infecciosas asociadas a pérdidas gestacionales en el último trimestre tales como Salmonella, Herpes Virus Equino tipo I y Leptospira. La yegua presentaba signos de cólico, por lo cual es valorada en la CGA, donde se instaura Dipirona 20 mg/Kg IV DU. Tres días después del aborto, la paciente se evidencia con signos de cólico, se realiza chequeo reproductivo donde se evidencia útero de gran tamaño, difícilmente delimitable; se realiza lavado uterino con 5 Lt de solución salina, se obtiene todo el líquido de color rojizo-marrón con pequeños flóculos correspondientes a loquios, los cuales son aparentemente normales para esta etapa, además se administra Oxitocina 20 UI-IV seguida de dos aplicaciones más, a dosis de 10 UI-IV con intervalo de dos horas cada una. NECROPSIA Los hallazgos a la necropsia no indicaron una infección activa. Las pruebas de aislamiento microbiológico para Salmonella, PCR para Herpes Virus Equino tipo I y serología para Leptospira fueron negativas, por lo cual se descarta que el aborto haya sido derivado por una de estas causas infecciosas las cuales son muy comunes en las pérdidas gestacionales tardías en equinos. DISCUSIÓN Las pérdidas gestacionales asociadas a cambios en el cortisol plasmático han sido descritas mayormente en estadíos tempranos de la gestación y en relación a eventos agudos como estrés por transporte o cambios bruscos en el manejo o el medio ambiente. Sin embargo también se pueden presentar en gestaciones avanzadas. Las gestaciones gemelares, el estrés y agentes infecciosos son las causas más comunes de pérdidas gestacionales tardías. Cualquier situación estresante ya sea de tipo

neurogénico o físico, provoca el aumento en la liberación de la ACTH por parte de la adenohipófisis, conllevando a la secreción de cortisol por la corteza suprarrenal. Un efecto del cortisol sobre los sistemas metabólicos, consiste en la disminución de las reservas proteicas por catabolismo de las mismas y disminución en el transporte de aminoácidos al hígado, para la síntesis de las mismas. Esta inhibición se ve mayormente a nivel muscular y linfático. En este caso se reduce el nivel de células de defensa con disminución en el número de eosinófilos y linfocitos hasta llegar a atrofia de tejido linfático. Se reduce la liberación de linfocitos T y anticuerpos, lo cual da como resultado un descenso en la inmunidad ante cualquier desafío. Los signos clínicos de placentitis comprenden descarga vulvar anormal incluso con franca pus, desarrollo y eyección de leche prematura y aborto espontáneo. En la yegua no se evidenció en ningún momento algún tipo de secreción vaginal, teniendo en cuenta que esta paciente se encontró estabulada durante toda su hospitalización; el personal encargado de su cuidado no observó este signo en ningún momento previo al aborto, al igual que tampoco se observó secreción láctea prematura. La infección fetoplacentaria es una de las causas más comunes de muerte fetal y de nacimiento de potros prematuros y que mueren prontamente. Se reconocen tres tipo de placentitis a saber: 1. Ascendente, siendo la más común; en la cual el cérvix se abre y permite el ingreso de patógenos provenientes del tracto reproductivo bajo, los cuales colonizan el útero, la placenta y el feto; dentro de los patógenos mayormente aislados en este tipo de placentitis, están los Streptococcus y E. Coli. 2. Difusa, se da por vía hematógena que deriva en una subsecuente y rápida infección de la placenta y el feto, mayormente asociada a Leptospira, Salmonella, Histoplasma y Candida albicans. 3. Mucoide multifocal, de menor presentación y relacionada a Nocardia. Diagnosticar cualquiera sea el tipo de placentitis sin signos clínicos evidentes como secreción vulvar o lactación prematura, es muy difícil y en la práctica no se realizan chequeos constantes de la placenta durante la gestación para diagnosticar la entidad en estadios tempranos. En la evaluación ultrasonográfica de la placenta no se evi-

denció aumento en el grosor útero-placentario en la zona de la estrella cervical. No se realizó una valoración transabdominal para evaluar la totalidad de la placenta ya que como se mencionó anteriormente, la paciente no mostró signos que hicieran pensar en un proceso de placentitis. Microscópicamente el área de placentitis presenta disminución de las vellosidades coriónicas y engrosamiento del epitelio; macroscópicamente hay decoloración y exudado fibrinonecrótico. La evaluación placentaria por medio de la ultrasonografía es una herramienta muy importante en el diagnóstico de la placentitis; se puede realizar de forma transabdominal evaluando la totalidad de la misma y se puede observar engrosamiento y/o separación de la placenta a nivel del cuerpo uterino y/ o de los cuernos. Este hallazgo deberá correlacionarse con la realización de un perfil biofísico del feto; fetos con disminución de los movimientos, bradicardia, líquido amniótico hiperecogénico se han relacionado con procesos de placentitis e indican una baja viabilidad fetal. Por vía transrectal como fue la realizada en la yegua, se efectúa una evaluación del grosor útero-placentario a nivel de la estrella cervical; en casos avanzados de placentitis se puede llegar a observar además del engrosamiento y/o separación de la placenta, fluido hiperecogénico en el espacio de separación. El rango del grosor útero-placentario está entre los 6-20 mm. En la yegua el grosor fue de 8 mm, el cual estaba dentro de lo esperado. El engrosamiento placentario deriva en una falla por insuficiencia placentaria; el recambio de oxígeno y nutrientes no será efectivo y se desencadenará el aborto. En los casos de diagnóstico temprano de la placentitis, se propone como tratamiento la utilización de antiinflamatorios no esteroidales, antibioterapia y tocolíticos como el clenbuterol o el altrenogest. Dado el diagnóstico de negativo de posibles causales de aborto infeccioso, se concluyó que el aborto fue de origen no infeccioso y posiblemente debido al dolor procedente del problema locomotor de la yegua Se recomendó control de peso y ejercicio y mantener el tratamiento de herraje correctivo. En la parte reproductiva, se recomendó una nueva evaluación reproductiva si la yegua presentaba sintomatología sistémica o evidencia de secreciones vaginales.

BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5.

Córdova Izquierdo A. Factores relacionados con el aborto en yeguas, Redvet ISSN 1695-7504, Vol. II, Enero/2006. Troedsson M.; Sage A.M. Evaluación del feto y la placenta de la yegua, Recent Advances In Equine Reproduction, IVIS.ORG. Samper J.C.; Pycock J.F.; McKinnon A.O. Current Therapy in Equine Reproduction, Saunders, 2007. Guyton-Hall. Tratado de Fisiología Médica. Unidad XIV endocrinología y reproducción, Mc Graw Hill, 2002. Norris D.O. Vertebrate Endocrinology. Elsevier, cap 10 The Endocrinology of Mammalian Reproduction. 2007.

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CONSIDERACIONES

FARMACOLÓGICAS GENERALES EN LA

FUNCIÓN CARDIACA EN CANINOS REVISIÓN DE LITERATURA Frank H. Suárez Sánchez - DMV, PhD 1 Pedro Vargas-Pinto - DMV, PhD 2 Andrea Ponce - DMV 3

RESUMEN El corazón, la sangre, los pulmones y los vasos sanguíneos constituyen un sistema fisiológico integrado que proporciona oxígeno y otros nutrientes a los tejidos y elimina el anhídrido carbónico y otros productos residuales. La función del miocardio y en general de todos los tejidos del sistema cardiovascular es el suministro adecuado de sangre oxigenada a los tejidos. Para que esto se de, se requiere de una serie de mecanismos de control sensibles y dinámicos que aseguran que el gasto cardiaco sea el necesario para satisfacer las demandas celulares. Es por esto que se tiene que tener en cuenta los mecanismos de acción de diferentes medicamentos, su posible cardiotoxicidad y las interacciones medicamentosas entre ellos. Algunos de estos fármacos incluyen anestésicos locales, antiarrítmicos, metilxantinas, antraciclinas, macrólidos, antihistamínicos, y adicionalmente, el efecto de algunos imbalances electrolíticos.

INTRODUCCIÓN En la actualidad el conocimiento de la farmacodinamia de los agentes cardiacos para modular la función de este órgano, resulta de vital importancia debido a que el corazón es indispensable para mantener el flujo sanguíneo hacia los grandes vasos, así como el flujo de retorno (Hamlin, Del Rio, 2010). En ocasiones, al asociar fármacos se pueden potenciar sus efectos terapéuticos, y se obtiene un beneficio terapéutico; por ejemplo, diuréticos más ² -bloqueador en hipertensión arterial, corticoide más agonistas ² 2 inhalados en el asma, o azatioprina más ciclosporina para la inmunodepresión postrasplante. Sin embargo, no todas las interacciones son benéficas, pueden complicar la evolución clínica del paciente, bien porque originan efectos adversos por exceso, bien porque tienen una respuesta insuficiente por defecto (Baratti, C., Boccia, M. 1997). El médico, por lo tanto, debe conocer qué fármacos entre los que prescribe, experimentan interacciones con mayor frecuencia y, en particular aquellas interacciones que pueden ser graves. MEDICAMENTOS CARDIOTÓXICOS Lidocaína Perteneciente al grupo 1B, hace parte de los medicamentos usados como anestésicos locales. Este tipo de medicamentos producen cardiotoxicidad por dos mecanismos fundamentales: a) Por un lado deprimen la conducción eléctrica a nivel cardíaco, al bloquear parcialmente los canales de sodio. Generan reducción de la duración del periodo refractario en el músculo cardiaco, y si bien

se reduce la duración del QT, este efecto puede predisponer a arritmias. b) En la clínica se observa la aparición de bloqueos A-V, trastornos de la conducción intraventricular con prolongación del QRS, bi/trigeminismos y, a altas concentraciones de anestésico local, depresión del automatismo sinusal, con bradicardia e incluso paro sinusal. Hay que insistir en las precauciones a la hora de una pulverización tópica de anestésico a altas concentraciones que puede motivar un cuadro clínico bastante severo, ya que pueden causar fibrilación

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Profesor Farmacología y Toxicología Universidad de La Salle - Facultad de Ciencias Agropecuarias PhD en cardiología 3 Práctica Privada 1

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ventricular, difícilmente reversible con fármacos (Gómez, M. et al. 2003). Amiodarona Es un antiarrítmico perteneciente a la clase III de la clasificación de Vaughan Williams (aunque tiene cualidades de los otros grupos I, II y IV). La amiodarona prolonga la duración del potencial de acción y el periodo refractario de las fibras musculares ventriculares y de las fibras de Purkinje. Prolonga la fase 3 del potencial de acción. Reduce la velocidad de conducción sinuauricular, auricular y nodal. Disminuye


la exitabilidad miocárdica (con reducción de la heterogeneidad eléctrica cardiaca) y aumenta el período refractario a nivel auricular, nodal y ventricular, así como de las vías accesorias auriculoventriculares. Así mismo, la amiodarona disminuye el automatismo sinusal (disminuye la frecuencia cardiaca un 15%); reduce el automatismo de la conducción aurículo-ventricular (A-V) prolongando el PQ del electrocardiograma; produce además efecto inotrópico negativo (por el bloqueo de los canales de calcio). En general, el uso de agentes del grupo III de antiarrítmicos, ha estado asociado a la presentación de arritmias polimórficas tales como torsades de pointes (Middlekauff, H.R., et al, 1995). Pimobendan Entre los efectos farmacológicos del pimobendan, se encuentra el inotropismo positivo. Además a dosis altas puede producir un incremento del cronotropismo cardiaco; sin embargo, en un estudio llevado a cabo acerca del pimobendan, se pudo comprobar que éste aumenta la tolerancia al ejercicio, sin que se produzca un incremento del consumo miocárdico de oxígeno (Ynaraja, E.; Caro, A., 2001). El pimobendan ha demostrado aumentar el tiempo de supervivencia en pacientes con insuficiencia cardiaca, pero su uso en fases terminales de la enfermedad ha sido asociado a incremento del riesgo de arritmias ventriculares y muerte súbita (Nonaka, M. et al., 2015). Metilxantinas Las metilxantinas comparten algunas acciones farmacológicas de interés terapeútico, tales como la relajación del músculo liso (bronquios principalmente); son estimulantes del SNC, así como del músculo cardiaco. Se ha descrito un caso aislado en el que se observó un pronunciado incremento de los niveles séricos de teofilina, asociado a manifestaciones de intoxicación (náuseas, vómitos, arritmias y convulsiones), tras su administración conjunta con fluvoxamina. Ante esta situación se recomienda monitorizar los niveles séricos de teofilina (Otero, M. et al. 1996).

Antraciclinas Grupo de antibióticos que proviene de ciertos tipos de la bacteria Streptomyces. Las antraciclinas se usan en el tratamiento de muchos tipos de cánceres. Las antraciclinas dañan el ADN de las células cancerosas, provocándoles la muerte. La daunorubicina, doxorrubicina y epirubicina son antraciclinas (Instituto Nacional de Cáncer). Doxorrubicina Aunque con un manejo adecuado los efectos secundarios causados por la doxorrubicina pueden ser bien controlados y tolerados por la mayoría de los pacientes. El efecto secundario de mayor importancia es su cardiotoxicidad, la cual puede ser de presentación aguda durante la administración, que generalmente se resuelve sola por lo que no se le considera de importancia clínica, y de presentación crónica por acción de los radicales libres, principalmente, que causan daño al miocardio produciendo desde arritmias hasta insuficiencia cardiaca irreversible. Sin embargo, esta cardiotoxicidad generalmente se presenta después de que se ha alcanzado una dosis máxima acumulativa, por lo que la dosis total acumulativa nunca debe exceder de 180 mg/m2, aun así, antes de iniciar el tratamiento y antes de cada administración del fármaco, el paciente debe ser monitoreado con electrocardiogramas con el fin de detectar cambios; si estos llegaran a presentarse, el fármaco debe descontinuarse, así mismo, se debe tener mayor cuidado con el uso de la doxorrubicina en pacientes cardiópatas (Alvarez Berger, F. 2009). Cuando se administra junto con el desrazoxano, se han administrado dosis de doxorrubicina superiores a 500 mg/m2 sin que aparezca cardiotoxicidad (Nelson, R. 2000). La cardiotoxicidad inducida por la doxorrubicina puede ser minimizada mediante la limitación de la dosis acumulativa máxima por debajo de 240 mg/m2. Antihistamínicos H1 En los últimos años, algunos fármacos como la terfenadina y el astemizol fueron retirados del mercado farmacéutico, por el riesgo asociado de prolongación del intervalo QT del electrocardiograma, relacionado con el riesgo de desarrollar torsade de

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pointes de incidencia mínima pero de consecuencias fatales (Madridejos, R.; Bistuer, C., 2004). Terfenamida La terfenadina es un profármaco que se somete a una producción rápida y casi completa de biotransformación de primer paso hepático, el metabolito activo en el CYP 3A4. El padre o profármaco es cardiotóxico en caso de sobredosis o cuando su metabolismo de primer paso se ve afectada por otro compuesto en la misma enzima hepática (en este caso, CYP 3A4), provocando la prolongación del QT terfenadina, parece bloquear los canales de potasio (Armstrong, M.; Cozza, L. 2003). Astemizol Astemizol (que también se ha retirado del mercado de los EEUU) y ebastina (disponible sólo en Europa en este momento) son también arritmogénicos a dosis altas. Este efecto puede ser mayor cuando cualquiera de estos fármacos se administra con inhibidores potentes del CYP 3A4, incluyendo nefazodona, ciclosporina, cimetidina, algunos antibióticos macrólidos, antifúngicos azoles. La combinación de macrólidos con astemizol o terfenadina, aumenta el riesgo de cardiotoxicidad (Armstrong, M.; Cozza, L., 2003). Estudios in vitro o en modelos animales han relacionado tanto los antihistamínicos de primera como los de segunda generación con el posible efecto de prolongación del QT (De Ponti, F.; Poluzzi, E. 2002) DESÓRDENES ELECTROLÍTICOS Potasio La elevación en los niveles séricos del K+ debe de considerarse una emergencia, debido a los efectos del K+ sobre la conducción eléctrica del miocardio. Aunque la hiperkalemia también puede resultar en debilidad muscular generalizada, sus efectos más severos son sobre la frecuencia cardíaca y ritmo cardíaco. Estos cambios pueden detectarse con un monitoreo electrocardiográfico del paciente: Una ligera hiperkalemia (5.7-6.0 mEq/l) se caracteriza por incremento en la amplitud de la onda T. Con una hiperkalemia mayor de 7.0 mEq/l se reduce la amplitud de la onda

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P y se prolonga el intervalo P-Q, lo que se produce por una reducción en la velocidad de conducción eléctrica atrial y a través del nodo atrio-ventricular. Con niveles arriba de 8.5 mEq/l puede presentarse atrio silencioso (no se reconocen ondas P). Con niveles de 9.0 mEq/l los complejos QRS se ensanchan, presentándose bloqueos seno-

atriales y ritmos de unión con o sin complejos de escape. Finalmente si la concentración de K+ sobrepasa los 10 mEq/l se presenta fibrilación ventricular o asístole (Phillips S.L., Polzin D.J., 1998). Varios fármacos pueden contribuir a la hiperkalemia, como son los inhibidores de la ECA (captopril, enalapril, etc.) al interfe-

rir con la excreción de K+ mediada por la aldosterona, sobre todo si se está administrando K+ y hay una función renal disminuida (falla cardíaca congestiva). Algunos diuréticos (espironolactona, amilorina, etc.) reducen la excreción de K+ y pueden provocar hiperkalemia (Macintire D.K., 1997).

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COMPARACIÓN DE PARÁMETROS FARMACOCINÉTICOS DE LA AMOXICILINA EN SU FORMA RECUBIERTA Y SIN RECUBRIR EN CERDOS Y AVES REVISIÓN DE LITERATURA Frank H. Suárez Sánchez - DMV, PhD 1

INTRODUCCIÓN La amoxicilina es una aminopenicilina usada en el tratamiento de enfermedades en cerdos y aves; últimamente en el mercado han aparecido nuevas amoxicilinas recubiertas en forma de microgranulados, también llamadas blindadas debido a que resisten altas temperaturas en el proceso de incorporación al alimento, no se desnaturalizan con los ácidos del estómago y disminuyen las interacciones con alimentos, aumentando su biodisponibilidad. CARACTERÍSTICAS FÍSICO QUÍMICAS DE LA AMOXICILINA La amoxicilina se conoce con diferentes nombres: Amoxicilina trihidrato; Amoxicilina anhídrida ó p-Hidroxi ampicilina Nombre IUPAC: ácido (2S,5R,6R)-6-[(R)2-amino-2-(4-hidroxifenil) acetamido]-3,3dimetil-7-oxo-4-tia-1-azabiciclo [3.2.0] heptano-2-carboxílico CAS No.: Amoxicilina: 26787-78-0, Amoxicilina trihidrato: 61336-70-7 Fórmula Molecular: C16H19N3O5S Peso Molecular: Amoxicilina: 365.40; Amoxicilina trihidrato: 419.41 Otras propiedades Apariencia: Polvo/Cristales sólidos Punto de Fusión: 194°C pH: 4.4-4.9 Solución (0.25% p/v ) Solubilidad: 3430 mg/L agua UVmax: 272 nm (agua) Coeficiente de partición: -2.69 La amoxicilina es una aminopenicilina perteneciente a la familia de los betalactámicos, posee un amplio espectro de acción, en humanos es estable en el tracto gastrointestinal, no se ve afectada por el alimento, a diferencia del reportado en otras especies como perros, cerdos y aves donde estos factores disminuyen la biodisponibilidad del fármaco, además se considera que tiene la absorción oral más alta de las penicili1

nas que se administran por vía oral. Es un antibiótico usado ampliamente en medicina humana o veterinaria para el tratamiento y prevención de enfermedades del sistema urinario, respiratorio, digestivo y piel (Sousa, 2005). Para comparar los diversos estudios realizados en aves y cerdos se va a tener en cuenta la comparación de 4 parámetros farmacocinéticos importantes tras la administración oral, como son la biodisponibilidad (F), el área bajo la curva (AUC), la concentración máxima y el tiempo máximo (Tmax). El área bajo la curva es uno de los parámetros que más reflejan la biodisponibilidad de un fármaco; a mayor AUC, más fármaco absorbido que se encuentra en el torrente sanguíneo; la Cmax determinada en un Tmax permite medir la efectividad del fármaco al obtener los niveles terapéuticos adecuados. En cuanto a la farmacocinética, el primer estudio realizado en pollos de engorde fue realizado por Anadón y colaboradores; tras la administración oral de 10 mg/Kg se obtuvo una biodisponibilidad del 63.00 ±4.58%, un área bajo la curva (AUC) de 1534.6 ± 114.9 µg h/ml, el pico de la concentración máxima (Cmax) se encontró a la 1.00 ±0.06 h con un Cmax de 160.40 ±4.67 /µg/ml; las concentraciones de Amoxicilina declinaron lentamente manteniendo valores por encima de los 15 µg/ml, persistiendo por las 24 horas. Más tarde en el 2004 El-Sooud y colaboradores realizan la cinética de la amoxicilina

Profesor Farmacología y Toxicología Universidad de La Salle - Facultad de Ciencias Agropecuarias

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tras la administración oral, intramuscular e intravenosa 10 mg/Kg donde encuentran una biodisponibilidad de 60.92%, unaAUC de 8,43 ± 0,63 µg h/ml; también se destaca que los valores por encima de 0,25 µg/ ml solo se mantienen las primeras 6 horas de tratamiento, luego una administración más frecuente es sugerida en este artículo. La amoxicilina trihidrato y la sódica no son estables en medio acuoso, por eso se sugiere usar más las vías parenterales que la oral, pero esto no es factible en pollos o aves de corral, debido al volumen de aves y al estrés en la manipulación de los animales. En este estudio los resultados del Cmax para la vía oral fue de 3,50 µg/ml con un Tmax de 0,49 h . En otro estudio publicado en el 2010, Krasucka y Kowalski realizaron la farmacocinética de la amoxicilina en pollos y encontraron resultados administrando dosis de 20 mg/ Kg una AUC de 4,506 ± 5,56 µg h/ml, un Cmax de 1,381.9 ± 0,38 µg/ml en un Tmax de 2, 43 h; las altas concentraciones de amoxicilina encontradas alrededor de las 2 horas no se mantienen en el tiempo obteniendo valores de 0,157 ± 0,04 µg/ml a las 8 horas. La conclusión de los tres estudios analizados de farmacocinética en aves, en 2 de los 3 las concentraciones no se mantienen en el tiempo, luego una segunda administración en el día sería requerida en dos de los artículos; ninguno usó en el estudio amoxicilina blindada, luego los valores

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Parametros AUC (mg h/mL) Cmax (mg/mL) Tmax (h) MRT (h)

Amoxicilina 10% (MICR 10) 18.9 ± 9.18 4.20 ± 2.41 2.50 ± 1.37 4.01 ± 0.84

Amoxicilina 30%Amoxicilina (MICR 30) polvoAMX 14.15 ± 5.43 12.11 ± 2.40 3.36 ± 1.36 2.85 ± 0.74 1.78 ± 0.36 2.06 ± 1.63 4.02 ± 0.75 3.86 ±0.81

Tabla1. Parámetros farmacocinéticos de la amoxicilina tras la administración de 50 mg/kg de microgranulado al 10%, al 30 % y en polvo para cerdos. (Anfossi et al., 2002).

farmacocinéticos para esta especie son desconocidos por ahora; como se puede apreciar en los tres estudios no concuerdan los datos obtenidos en los parámetros estudiados, pese a que en todos ellos se manejó la raza Hubart con pesos similares. Agerso y Friis en 1998 establecieron en su estudio la biodisponibilidad de la amoxicilina en cerdos con un valor del 30 %, muy debajo de lo reportado en otra especies como los pollos, con una biodisponiblidad de 63 % (Anadón et al., 1996) y similar a lo reportado por Watson y colaboradores en 1986, en perros después del alimento con un 28%. A su vez Agerso y Friis en 1998b también compararon la variación de la biodisponibilidad de la amoxicilina en cerdos en ayunas y después de comer y no encontraron diferencias estadísticamente significativas; la amoxicilina es rápidamente absorbida pero de una forma incompleta en el intestino del cerdo; el alimento puede retrasar un poco la velocidad de absorción pero no la biodisponibilidad, luego este estudio descarta las interacciones físicoquímicas con el alimento, y deja abierta la posibilidad que la baja biodisponibilidad se deba a interacciones en el lumen intestinal del cerdo. Se ha reportado que la amoxicilina se absorbe a través de la mucosa intestinal por difusión pasiva y transporte activo; este transporte activo es probablemente mediado por una transportador de oligopéptido localizado en la membrana apical del enterocito; en el cerdo este transportador puede saturarse rápidamente, lo que explicaría la baja biodisponibilidad de la amoxicilina en el cerdo, sin embargo el vehículo de la forma microencapsulada mejoraría la absorción pasiva del fármaco (Lennernas et al., 2002). En 2008 Reyns y colaboradores en su estudio "Influence of administration route on the biotransformation of amoxicillin in the pig", demostraron

que la amoxicilina no es substancialmente metabolizada en el tracto gastrointestinal y en el hígado, y se asume al riñón como primer órgano del metabolismo de la amoxicilina. En el 2010 Krasucka y Kowalski realizaron la farmacocinética de la amoxicilina y encontraron resultados administrando dosis de 28 mg/Kg, una AUC de 8,167 ± 1,44 µg h/ml, un Cmax de 2,17 ± 0,29 µg/ml en un Tmax de 2, 47 h; las altas concentraciones de amoxicilina encontradas alrededor de las 2 horas no se mantienen en el tiempo, obteniendo valores de 0,109 ± 0,016 µg/ ml a las 10 horas. Si comparamos estos resultados con los obtenidos por Alfonsí y colaboradores en el 2002 (tabla 1), podemos concluir que están por debajo de los reportados por Krasucka y Kowalski, pero recordando que las dosis usadas se encuentran por debajo y los resultados no son equiparables; si comparamos los resultados con los obtenidos por Martinez-Larrañaga y colaboradores en el 2004 tras la administración oral de 20

mg/Kg de amoxicilina oral en cerdos; vemos como la forma sin blindar obtuvo una Cmax de 7,37 µg/ml en un Tmax de 0,97 h, valores muy superiores a los expuestos por los estudios de Anfossi, Krasucka y Kowalski. Nótese cómo los resultados obtenidos por Krasucka y Kowalski se correlacionan directamente con estos valores, pero teniendo en cuenta que el estudio se realizó con una dosis más baja (28 mg/Kg) comparada con el estudio de Anfossi y colaboradores de 50 mg/Kg, y también teniendo en cuenta que el producto se administró en el agua de bebida; comparado con el otro que se administró en la comida; bajo este punto de vista no habría un claro beneficio de la administración del microgranulado, aunque tendría que hacerse pruebas u otros estudios y compararlo con la administración en el agua de bebida. La alimentación por medio de fármacos premix que se combinan con el alimento, parecen ser más prácticos y no se desperdicia tanto producto como con el agua de bebida; los fármacos allí presentan más estabilidad en periodos prolongados de tiempo que en solución acuosa, pero son sometidos a otros procesos como altas temperaturas para su adición al alimento y peletizado. Para evitar la degradación del producto por interacción con el alimento, han salido últimamente al mercado microgranulados, que es una matriz hidrófoba que puede reducir el riesgo de contaminación cruzada y me-

Tabla 2. Comparación de los parámetros farmacocinéticos de tres amoxicilinas blindadas tras la administración de 20 mg/kg.

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jora la seguridad en la manufactura del concentrado, evitando la formación de polvo y protege la amoxicilina de cualquier alteración físico-química (Anfossi et al.,2002); pero analizando de cerca los procesos de peletizado, la amoxicilina sin recubrir mantiene sus características durante todo el proceso y no se ve alterada por la temperatura, una ventaja de la amoxicilina microencapsulada; en el artículo de Anfossi y colaboradores del 2002, es que fueron usados materiales patentados que juegan un papel importante aumentando la absorción y la biodisponibilidad del fármaco, pero la Cmax y el Tmax no obtuvieron cambios significativos. En conclusión, faltan estudios que demuestren la superioridad del microencapsulado con respecto a la solución en agua de bebida, ya que esta no permanece largos periodos de tiempo en agua para desestabilizarse y por otro lado los resultados con el microencapsulado obtenidos en este estudio, lo realizaron con materiales patentados, luego no se puede generalizar

que todas las formas de microgranulados de amoxicilina contengan los mismos excipientes, actúen igual, mejoren absorción, y tengan resultados mejores comparados con la forma sin recubrir. La concentración de principio activo en los microgránulos es un aspecto bastante importante para considerar, puesto que si se analiza la tabla 1 los mejores resultados se obtuvieron con la menor concentración de amoxicilina por gránulo. Por último, el laboratorio hace una comparación de las amoxicilinas blindadas que

RutaRuta oraloral AUC0-

se encuentran en el mercado (Tabla 2); si se comparan los resultados, se da fundamento a las variaciones que pueden presentar los productos quedando totalmente en duda el beneficio de algunas preparaciones blindadas frente a las que están en polvo o sin blindar. Si se comparan los resultados con lo reportado por Reins et al., 2008 a dosis de 20 mg/Kg, donde se obtuvo una AUC de 11,26 ± 3,29 µg h/ml, un Cmax de 4,36 ± 1,739 µg/ml en un Tmax de 1,5 h (Tabla 3), podemos afirmar que en 2 de los tres productos estudiados, la forma blindada no ofrece ninguna ventaja.

mg.h/L

11.25 ± 3.29

11.25 ± 3.29

t1/2(el)

h

0.74 ± 0.08

0.76 ± 0.08

Cmax

mg/L

4.41 ± 1.76

4.36 ± 1.73

tmax

h

1.66 ± 0.38

1.50 ± 0.71

F

%

44.93 ± 11.85

38.31 ± 15.98

Tabla 3. Parámetros farmacocinéticos de amoxicilina tras administración oral de 20 mg/kg en cerdos

CONCLUSIÓN El microgranulado es una forma protegida o también llamada blindada que protege el principio activo y provee algunas mejoras en parámetros farmacocinéticos, pero estas mejoras están directamente relacionadas con el vehículo que se usa, pero recordando que este vehículo puede cambiar en todos los laboratorios y presentaciones comerciales de amoxicilina en microgránulos, lo que no garantiza su superioridad con la forma sin blindar. BIBLIOGRAFÍA 1. Abo El-sooud K, Al-tarazi Yh, Al-bataineh Mm. (2004). Comparative pharmacokinetics and bioavailability of amoxycillin in chickens after intravenous, intramuscular and oral administrations. Vet Res Commun. Oct;28(7):599-607. 2. Agerso, H. & Friis, C. (1998A) Bioavalability of amoxicillin in pigs. Journal of Veterinary Pharmacology and Therapeutics, 21, 41-46. 3. Agerso, H. & Friis, C. & Haugegaard, J. (1998b) Water medication of a swine herd with amoxicillin. Journal of Veterinary Pharmacology and Therapeutics, 21, 199-202. 4. Anadón, A., Martínez-Larrañaga, M.R., Diaz, M. J.,Bringas, P., Fernandez, C., Martínez, M.A. (1996). Pharmacokinetics of amoxicillin in broiler chickens. Avian Pathology. 25: 3, 449 - 458. 5. Anfossi P., Zaghini A. Grassigli G., Menotta S. y Fedrizii G. J. (2002). Pharmacokinetic parameters of amoxicillin in pigs and poultry . Vet. Pharmacol. Ther. 25, 329, Vol. 67 No. 6 pp. 729 -732, 2010 6. Fernandez-Cruz, M. L (1996). Pharmacokinetics of amoxicillin in broiler chickens. Avian Pathology (1996) 25, 449-458 7. Lennernas, H., Knutson, L., Knutson, T., Hussain, A., Lesko, L., SALMONSON, T. & AMIDON, G.L. (2002) The effect of amiloride on the in vivo effective permeability of amoxicillin in human jejunum: experience from a regional perfusion technique. European Journal of Pharmaceutical Sciences, 15, 271277. 8. Martínez-Larrañaga M. R, Anadón A, Martínez MA, Díaz MJ, Frejo MT, Castellano VJ, Isea G, De La Cruz CO.(2004). Pharmacokinetics of amoxycillin and the rate of depletion of its residues in pigs. Vet Rec. 2004 May 15;154(20):627-32. 9. Reyns, T., De Boever, S., Scauvliege, S., Gasthuys, F., Meissonnier, G., Oswald, J.,. de Bacjer, P. & Croubels, S. (2008). Influence of administration route on the biotransformation of amoxicillin in the pig. Journal of Veterinary Pharmacology and Therapeutics. 32, 241-248. 10. Sousa, J.C. (editor). 2005. Manual de antibióticos antibacterianos. Fernando Pessoa University, Oporto,Portugal. See pp. 219-221.

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PIODERMA CANINO REVISIÓN DE LITERATURA Wendie Oriana Roldán Villalobos - DMV, Esp, MSc

RESUMEN Los piodermas representan uno de los principales motivos de consulta en dermatología veterinaria. Estos se clasifican según su profundidad en pseudopioderma, pioderma superficial y pioderma profundo. El agente etiológico aislado con mayor frecuencia en animales afectados es el S. pseudointermedius. Los piodermas caninos suelen ser secundarios a una patología subyacente, que debería ser determinada con el fin de evitar posibles recidivas. El diagnóstico se basa en la historia, el examen clínico general y dermatológico, y pruebas diagnósticas complementarias como la citología, los cultivos, los test de sensibilidad y en algunos casos, las biopsias cutáneas. El tratamiento depende de la extensión y profundidad de las lesiones, así como de las causas primarias diagnosticadas. La terapia puede ser tópica, en forma de champús, cremas o geles, y/o sistémica, la cual incluye antimicrobianos del grupo de las cefalosporinas, las lincosamidas y las fluoroquinolonas, entre otros.

INTRODUCCIÓN El pioderma se define como una infección bacteriana de la piel, siendo esta una de las principales causas de enfermedad cutánea en perros (Yotti, 2010). El agente etiológico observado con mayor frecuencia es el Staphylococcus pseudointermedius, clasificado como nueva especie en 2005 (Devriese et al., 2005). Esta bacteria está presente en uniones mucocutáneas de nariz, boca y zona perianal de caninos clínicamente normales. La gran mayoría de los piodermas en el perro son secundarios a una patología subyacente, por lo tanto, si no se diagnostica correctamente la causa, el tratamiento no impedirá recidivas (Balazs, 2012). Los piodermas se clasifican según su profundidad en pseudopioderma, pioderma superficial y pioderma profundo (Ihrke, 1996). De esta clasificación depende la gravedad del cuadro y por ende su pronóstico y tratamiento (Balazs, 2012). El diagnóstico debe basarse en la historia, los signos clínicos y pruebas complementarias, como la citología para confirmar la presencia de bacterias. Los cultivos y test de sensibilidad son útiles para escoger el antibiótico adecuado, especialmente en casos recidivantes o en los que la respuesta al tratamiento es pobre o inexistente (Hovarth, 2007). El tratamiento del pioderma canino dependerá de factores tales como la extensión y profundidad de las lesiones, el compromiso adquirido por los propietarios y las patologías subyacentes. La terapia instaurada puede ser tópica y/o sistémica. El tratamiento tópico incluye los champús antibacterianos con ingredientes como peróxido de benzoilo, clorhexidina, etil lactato y povidona yodada acompañados de champús hidratantes que contengan glicerina, ácido láctico, ácidos grasos (Carlotti, 2006) y/o avena coloidal (Mueller, 2007). El uso de cremas y geles con agentes como la mupirocina y el ácido fusídico está limitado a pequeñas áreas de infección (Horvath, 2007). Dentro de la terapia sistémica se encuentran opciones como las cefalosporinas (1ª y 3ª generación), las lincosamidas, las fluoroquinolonas, la amoxicilina/ácido clavulánico y las sulfonamidas potenciadas (Balazs, 2012; Horvath, 2007; Fadok, 2013). Para asegurar el éxito del tratamiento, se debe prescribir el antibiótico apropiado, por un periodo de tiempo conveniente y evitar en lo posible el uso concurrente de corticoides (Hovarth, 2012). Los piodermas recidivantes, es decir aquellos que recurren antes de 2 meses de haber finalizado el tratamiento antibiótico o que se repiten 3 o más veces durante el año, suelen ocurrir debido a causas subyacentes persistentes, resistencias bacterianas (MRSP), hipersensibilidad bacteriana, o pueden ser también de origen idiopático (no se ha identificado una causa primaria) (Balazs, 2012). GENERALIDADES El término pioderma se refiere a la infección bacteriana de la piel, la cual se presenta de diversas formas dependiendo de factores como cronicidad, profundidad de la lesión, tipo de pelaje, etc. (Yotti, 2010).

El pioderma es una de las causas más comunes de enfermedad cutánea en perros, siendo mucho menos frecuente en gatos (Yotti, 2010). Los motivos por los cuales la especie canina presenta una mayor predisposición a esta dermatopatía incluyen una epidermis más delgada, escasez de lípidos

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intercelulares, falta de un tapón de queratina y sebo en el infundíbulo folicular y un pH cutáneo más alcalino (Balazs, 2012). Aunque existen factores de riesgo como procesos alérgicos, endocrinopatías, demodicosis, trauma, entre otros, puede encontrarse también un porcentaje importante de causas idiopáticas (Bell, 2014).


El agente etiológico observado con mayor frecuencia en el pioderma canino es el Staphylococcus pseudointermedius, clasificado como nueva especie en 2005 (Devriese et al., 2005). Esta bacteria está presente en uniones mucocutáneas de nariz, boca y zona perianal de caninos clínicamente normales (Balazs, 2012), y puede hallarse en proporciones variables en la superficie cutánea, particularmente en zonas húmedas como mentón o espacios interdigitales (Yotti, 2010). La gran mayoría de los piodermas en el perro son secundarios a una patología primaria, por lo tanto, si no se diagnostica correctamente la causa, el tratamiento no va a impedir las recidivas (Balazs, 2012). Ocasionalmente pueden aislarse colonias de flora Gram negativa (Proteus spp, Pseudomona spp y Escherichia coli), acompañando a S. pseudointermedius, sobretodo en casos de piodermas profundos, crónicos o recidivantes (Yotti, 2010). SIGNOS CLÍNICOS Los piodermas se clasifican según su profundidad en pseudopioderma, pioderma superficial y pioderma profundo (Ihrke, 1996). De esta clasificación depende la gravedad del cuadro y por ende su pronóstico y tratamiento (Balazs, 2012). Pseudopioderma Ocurren como consecuencia de un incremento en la colonización bacteriana sobre el estrato córneo de la epidermis. No representan un pioderma real, ya que en el examen citológico sólo se observa un aumento en el número de bacterias y no neutrófilos degenerados con bacterias fagocitadas (pus) (Balazs, 2012). Existen tres tipos de pseudopiodermas (Balazs, 2012): 1. Dermatitis piotraumática (dermatitis aguda húmeda o "hot spot") Lesión aguda, dolorosa, exudativa, bien demarcada, que se erosiona y ulcera con facilidad. Resultado de autotraumatismo debido a prurito, generalmente en procesos alérgicos. Mayor riesgo en razas de pelo largo con mantos densos. 2. Dermatitis de los pliegues cutáneos (intertrigo) Sobrecrecimiento bacteriano en los pliegues cutáneos debido a un aumento en

humedad, calor y roce. Se presenta prurito variable y mal olor. Puede contaminarse adicionalmente con Malassezia spp. 3. Pioderma mucocutáneo Lesiones eritematosas, ulcerativas y/o costrosas en uniones mucocutáneas. Predisposición en Pastor Alemán. Importante diferenciar de patologías autoinmunes como pénfigo vulgar y lupus eritematoso. Pioderma superficial Es el tipo de pioderma que se observa con mayor frecuencia en el perro. La infección, generalmente causada por S. pseudointermedius, se localiza en la epidermis y en el epitelio del folículo piloso (Balazs, 2012). Las lesiones incluyen pápulas, eritema, pústulas, collaretes epidérmicos, escamas, costras y alopecia (Yotti, 2010). Los piodermas superficiales pueden ser de tres tipos (Balazs, 2012): 1. Impétigo Se caracteriza por pústulas intra-epidérmicas interfoliculares, sin pelo central, localizadas en regiones con poco pelo (inguinal, axilar y ventral). Afecta con más frecuencia a cachorros entre las 2 y 16 semanas. Es un proceso autolimitante. 2. Foliculitis bacteriana superficial Se presenta de forma secundaria a procesos pruriginosos (alergias), dermatofitosis, inmunodeficiencias, endocrinopatías, etc. Su principal agente etiológico es el S. pseudointermedius. Las lesiones incluyen pápulas eritematosas, pústulas, costras, collaretes epidérmicos y máculas hiperpigmentadas; en cuadros crónicos ocurre inflamación e hiperpigmentación variables. En perros de pelo corto puede observarse "alopecia apolillada". 3. Pioderma superficial diseminado A diferencia de la foliculitis bacteriana superficial, en este caso los collaretes epidérmicos son más extensos (hasta 2,5 cms) y son formados por levantamiento de queratina y no por ruptura de pústulas. El agente causal es también el S. pseudointermedius y su presentación es poco frecuente. Los pastores de Shetland, el PastorAustraliano y el Border Collie pueden estar predispuestos.

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Pioderma profundo Este tipo de pioderma es menos frecuente, y aunque su diagnóstico puede resultar un poco más fácil, su control es más complejo. Al igual que en todos los piodermas, habitualmente existe una causa subyacente que debe ser diagnosticada, como demodicosis (perros menores de 18 meses), alergias, endocrinopatías, enfermedades metabólicas, inmunodeficiencias y traumas (Balazs, 2012). Este proceso no ocurre espontáneamente en animales normales, y es por lo general la continuación de una infección superficial (Sentürk et al., 2005). En los piodermas profundos se afecta la porción distal del folículo piloso, comprometiendo dermis y/o tejido subcutáneo (Balazs, 2012). Suele ocurrir ruptura del folículo, respuesta inflamatoria asociada a cuerpo extraño y celulitis (Scott et al., 2001). Además del S. pseudointermedius, pueden aislarse también bacterias gram negativas como Proteus spp, Pseudomona spp y E. coli (Hill et al., 1994; Paradis et al., 2001) Las lesiones incluyen pústulas (de mayor tamaño que en los piodermas superficiales), nódulos firmes, fístulas con drenaje de contenido purulento, necrosis de superficie, alopecia en distintos grados, y en casos crónicos, hiperpigmentación y liquenificación. Pueden ocurrir hemorragias (bullas hemorrágicas) por daños dérmicos más profundos (Balazs, 2012). Entre las formas de presentación de pioderma profundo se encuentran (Balazs, 2012): 1. Foliculitis/furunculosis bacteriana profunda: Consecuencia de traumatismos, demodicosis, lamido excesivo (dermatitis acral por lamido), entre otras; pueden observarse pústulas, nódulos y bullas hemorrágicas. 2. Foliculitis piotraumática: Las lesiones se localizan en mejillas y cuello; se sugiere un componente hereditario; ocurre una mala respuesta a la terapia tópica y recidivas frecuentes con terapia sistémica. 3. Pioderma profundo del Pastor Alemán: Infección profunda y agresiva con un posible componente hereditario (Balazs,

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2012) y resultado de una alteración inmunológica (Chabanne et al., 1995); las lesiones se ubican en la cara lateral de los muslos, el lomo y el abdomen ventral, pudiendo avanzar a cuadros generalizados (Balazs, 2012). 4. Piodermas profundas localizadas: sFoliculitis/furunculosis del hocico y del mentón: Componente hereditario; afecta animales jóvenes, de pelo corto; consecuencia de traumatismos. sPioderma del punto de presión (pioderma de los callos): Razas gigantes predispuestas; lesiones en prominencias óseas. sFoliculitis y furunculosis podal (pododermatitis o pioderma interdigital): Afecta áreas digitales e interdigitales; diversas causas como alergias (atopia y alergia alimentaria), traumas, endocrinopatías, demodicosis podal y factores anatómicos (Balazs, 2012). DIAGNÓSTICO El diagnóstico del pioderma canino se basa en la historia, el examen clínico general y dermatológico, y pruebas complementarias como la citología para confirmar la presencia de bacterias. Los cultivos y test de sensibilidad son útiles para escoger el antibiótico adecuado, especialmente en casos recidivantes o en los que la respuesta al tratamiento es pobre o inexistente. En piodermas profundos podría ser necesario el uso de biopsias cutáneas (Horvath, 2007). Las técnicas de recogida de muestras idóneas para estudio citológico dependen del tipo de lesión. En piodermas superficiales, debe hacerse una impronta o un hisopado, preferiblemente sobre pústulas intactas. Los hallazgos incluirán neutrófilos degenerados con bacterias cocoides en su interior. Para piodermas profundos puede realizarse punción con aguja fina o impronta del material obtenido por extrusión de la lesión. Se observará un cuadro piogranulomatoso, acompañado de poblaciones bacterianas bacilares o mixtas (Yotti, 2010). TRATAMIENTO El tratamiento del pioderma canino dependerá de factores tales como la extensión y profundidad de las lesiones, el compromiso adquirido por los propietarios y las pa-

tologías subyacentes. La terapia instaurada puede ser tópica y/o sistémica (Horvath, 2007). Terapia tópica La terapia tópica es útil, ya sea como único tratamiento o como apoyo de la terapia sistémica. Las medicaciones tópicas pueden presentarse en forma de champú, gel, crema o spray. Los champús medicados son ampliamente recomendados, ya que a través de la acción mecánica del baño se eliminan detritus, tejidos contaminados, secreciones y exudados, lo que reduce la población bacteriana en la piel y la frecuencia de recaídas en piodermas recidivantes. Cuando se usan productos tópicos en adición a un tratamiento sistémico, puede reducirse notoriamente la duración de la terapia. La terapia con champús no sólo tiene un efecto de limpieza en la piel, sino que también pueden rehidratar la epidermis y dar una sensación de bienestar en el animal. La escogencia del champú apropiado para cada caso debe basarse en el cuadro específico del paciente y la condición del pelaje (Ej: seborrea seca o húmeda). En casos severos, la frecuencia de los baños debería ser diaria o cada dos días, para luego disminuirse a baños semanales hasta alcanzar la remisión del pioderma. El rol del propietario es esencial en el éxito del tratamiento, y para esto es imprescindible ofrecer instrucciones precisas sobre cómo realizar los baños, el tiempo de acción del producto sobre la piel (Hovarth, 2007), que no debe ser inferior a 10-15 minutos (Balazs, 2012), y la importancia de un adecuado enjuague con agua tibia para remover residuos. En perros de pelo largo, se sugiere un rasurado total que permita un mejor contacto del producto con la superficie de la piel. Los champús antibacterianos contienen ingredientes como peróxido de benzoilo, clorhexidina, etil lactato y povidona yodada (Horvath, 2007) El peróxido de benzoilo (2,5-5%) actúa disminuyendo el pH de la piel y destruyendo las membranas celulares de las bacterias (Coyner, 2012). Posee propiedades queratolíticas, antipruriginosas y desengrasan-

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tes, además de un efecto profiláctico muy bueno si se aplica cada 48 horas (Carlotti et al., 2006). Disminuye la secreción glandular, limpia profundamente el folículo piloso y aumenta la pérdida transepidérmica de agua. Es especialmente útil en casos de seborrea oleosa. Como efectos indeseables se reportan desecamiento excesivo de la piel, eritema y prurito, además de requerir un mayor tiempo de incubación (30-60 min) para erradicar las bacterias (Coyner, 2012). La clorhexidina (2-4%) es un antiséptico de amplio espectro que actúa contra bacterias gram positivas y gram negativas. Es ideal en perros con pieles sensibles y secas. Trabaja en presencia de detritus (Coyner, 2012) y posee un efecto profiláctico, debido a su persistencia sobre la piel, a pesar del enjuague, al aplicarse cada 48 horas (Carlotti et al., 2006). Su actividad antibacteriana es superior a la de la povidona yodada y a la del etil lactato y no tiene efecto secante como el peróxido de benzoilo. La clorhexidina es una excelente opción en casos de piodermas causados por S. pseudointermedius resistentes a meticilinas (MRSP). Su tiempo de incubación es de 10 minutos (Coyner, 2012). El etil lactato (10%) penetra los folículos pilosos y las glándulas sebáceas en donde es hidrolizado a etanol y ácido láctico, disminuyendo el pH de la piel (De Jaham, 2003). Es bactericida y bacteriostático y tiene un periodo de incubación de 30-60 minutos. Su acción es menos potente que la clorhexidina. La povidona yodada (2%) posee excelente actividad antibacteriana, aunque su efecto residual es de apenas 4-8 horas (Coyner, 2012). La terapia tópica antibacteriana puede ir acompañada de champús hidratantes que contengan glicerina, ácido láctico, ácidos grasos (Carlotti et al., 2006) y/o avena coloidal (Mueller, 2007). El uso de cremas y geles está limitado a pequeñas áreas de infección, como en casos de intertrigo, acné canino, pioderma de los callos y foliculitis o furunculosis podal. Pueden contener agentes como la mupirocina (2%) y el ácido fusídico (2%) que tienen un espectro antibacteriano reducido (Hovarth, 2007) y actúan inhibiendo la


síntesis de proteína. El efecto bacteriostático de la mupirocina se dirige principalmente contra gram positivos. No actúa contra Pseudomonas (Coyner, 2012). Tiene una gran capacidad de penetración en la piel, lo que le permite alcanzar concentraciones más elevadas con respecto a otros antibióticos tópicos. Se recomienda una aplicación cada 8-12 horas, evitando el contacto con las mucosas (Rejas, 1998). Terapia sistémica Como ya se ha mencionado anteriormente, la gran mayoría de infecciones bacterianas de la piel en perros son ocasionadas por S. pseudointermedius y en algunos casos por Proteus, Pseudomonas y Escherichia coli. Para asegurar el éxito de la terapia sistémica, se debe prescribir el antibiótico apropiado, por un periodo de tiempo conveniente y evitar en lo posible el uso concurrente de corticoides. Para piodermas superficiales, el tiempo de tratamiento debe ser de mínimo 21 días consecutivos, y hasta 7-14 días, luego de alcanzar la curación clínica. En casos de pioderma profundo, la terapia debe llevarse a cabo por un periodo de 4 a 6 semanas y continuar 2 semanas más, luego de la remisión clínica. Si el tratamiento es deteni-

ANTIBIÓTICO Cefalexina Cefadroxilo Cefpodoxima Cefovecina

Clindamicina Lincomicina Amoxicilina/ Ác. Clavulánico Doxiciclina Enrofloxacina Marbofloxacina Trimetoprim/ sulfonamida

do al observar una mejoría en las lesiones, usualmente ocurrirán recidivas. Es muy importante explicar esto al propietario y enfatizar en la importancia de los controles veterinarios, aún después de suspender el uso de antibióticos (Horvath, 2007). En la Tabla 1 (Balazs, 2012; Horvath, 2007; Fadok, 2014) se relacionan los antibióticos sistémicos reportados como efectivos en el tratamiento de los diferentes tipos de pioderma canino. S. pseudointermedius resistentes a metilcilinas (MRSP) En tiempos pasados, el S. intermedius (actualmente S. pseudointermedius), era generalmente sensible a antibióticos betalactámicos (Medeleau et al., 1986, Van Duijkeren et al., 2004), pero desde el año 2006, el S. pseudointermedius resistente a las metilcilinas (MRSP) se ha convertido en un problema emergente en medicina veterinaria, principalmente en Europa y Estados Unidos. La resistencia a las meticilinas del S. pseudointermedius, está mediada por el gen mecA que codifica la producción de una penicilina modificada ligada a proteínas (PBP). En condiciones normales, los antibióticos betalactámicos se ligan a la PBP de S. pseudointermedius para prevenir la

DOSIS RECOMENDADA 22-30 mg/Kg c/12 h 22-30 mg/Kg c/12 h 5-10 mg/Kg c/12 - 24h 8 mg/Kg (1ml/10 Kg) SC. Efecto por 15 días. Repe r si es necesario. 5.5-11 mg/Kg c/12-24 h 20-30 mg/Kg c/12 h 12-22 mg/Kg c/12 h 2.5-5 mg/Kg c/24 h 5-20 mg/Kg c/24 h. No en cachorros 2.5-5.5 mg/Kg c/24 h. No en cachorros 15-30 mg/Kg c/12 h

construcción de pared celular por parte de la bacteria. La PBP modificada de los MRSP tiene una baja afinidad por los betalactámicos, por lo cual, la construcción de pared celular no puede ser prevenida por estos antimicrobianos. El gen mecA está localizado en un cromosoma de la bacteria dentro de un elemento móvil denominado "Casete cromosómico estafilocócico" o SCCmec (Weese et al., 2010). El SCCmec puede ser transferido entre diferentes especies de Staphylococcus (Wiel-ders et al., 2001). Las infecciones por MRSP son más comunes en perros que en gatos (Kadlec et al., 2010; Morris et al., 2006). Los MRSP pueden ser resistentes a una gran variedad de antibióticos diferentes a los betalactámicos, por ende, las opciones terapéuticas terminan siendo muy limitadas, convirtiéndose en un reto para el veterinario (Wettstein et al., 2008). Para diagnosticar y tratar una infección bacteriana producida por MRSP, es fundamental efectuar cultivos y test de sensibilidad (Fadok, 2014). Comúnmente los laboratorios de diagnóstico utilizan discos de oxacilina o cefoxitina, como sustitutos de la meticilina, por poseer mayor sensibilidad y estabilidad (Van Duijkeren et al., 2011).

CLASE

ESPECTRO

Cefalosporina 1ª generación Cefalosporina 1ª generación Cefalosporina 3ª generación Cefalosporina 3ª generación

Gram (+), gram (-) Gram (+), gram (-) Gram (+), gram (-) Gram (+), gram (-)

Lincosamida Lincosamida Penicilina/inhibidor de betalactamasas Tetraciclina Fluoroquinolona

Gram (+), anaerobios Gram (+), anaerobios Gram(+), gram (-) Gram(+), gram (-) Gram (+), gram (-)

Fluoroquinolona

Gram (+), gram (-)

Inhibidor de dihidrofolato reductasa/ Sulfonamida

Gram (+), gram (-)

Tabla 1. Algunos antibióticos efectivos para el tratamiento del pioderma canino. Fuente: Balazs, 2012; Horvath, 2007; Fadok, 2014.

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En casos de piodermas superficiales puede recurrirse a la terapia tópica única, con una frecuencia diaria, por mínimo 30 días, lo que podría evitar perpetuar los factores de resistencia. Las opciones terapéuticas para MRSP incluyen la clindamicina, la doxiciclina y las sulfonamidas potenciadas. Otros antimicrobianos como cloranfenicol, amikacina y rifampicina, no representan una opción segura, debido al alto riesgo de efectos secundarios considerables (Fadok, 2014). Piodermas recidivantes Los piodermas recidivantes se describen como aquellas infecciones bacterianas de

la piel que recurren antes de 2 meses de haber finalizado el tratamiento antibiótico o que se repiten 3 o más veces durante el año. Estos piodermas suelen ocurrir debido a causas subyacentes persistentes, resistencias bacterianas (MRSP), hipersensibilidad bacteriana o pueden ser también de origen idiopático (no se ha identificado una causa primaria) (Balazs, 2012). En la hipersensibilidad bacteriana, el S. pseudointermedius actuaría como alérgeno en algunos perros, provocando un aumento de Ig E (Morales et al., 1994). El manejo de los piodermas recidivantes incluye como primera opción la

terapia tópica con baños medicados, acompañados según el caso de cremas o geles antibacterianos para lesiones localizadas. Esta alternativa evita el riesgo de efectos secundarios y el desarrollo de posibles resistencias bacterianas (Horvath, 2007). Otra opción es la terapia de pulsos con antibióticos sistémicos, que debe ser utilizada luego de la remisión del cuadro, habiendo utilizado la dosis y frecuencia de rutina. Puede llevarse a cabo en semanas alternas (Balazs, 2012) o únicamente los fines de semana (Carlotti et al., 2004).

CONCLUSIÓN Los piodermas caninos se presentan con una elevada frecuencia en la práctica clínica, constituyendo un reto para el médico veterinario de pequeños animales. La mayoría de los casos de pioderma ocurren como consecuencia de una causa subyacente, que debe ser diagnosticada y manejada apropiadamente para evitar cuadros recurrentes. La terapia tópica es una herramienta bastante útil que puede ser efectiva por sí sola, sobretodo en piodermas superficiales, además de ser un gran apoyo para la terapia sistémica. La escogencia del antibiótico, así como su dosis y frecuencia de administración, el tiempo total de tratamiento y la educación de los propietarios con respecto a esta patología, son aspectos claves que garantizarán el éxito de la terapia, evitando así inconvenientes futuros como las molestas recidivas y un incremento de casos de S. pseudointermedius resistentes a las meticilinas (MRSP). BIBLIOGRAFÍA 1. Balazs V. Pioderma en el canino. 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ASPECTOS CLAVES DE ACTUALIDAD EN PERITONITIS INFECCIOSA FELINA (PIF) REVISIÓN DE LITERATURA Pamela Matayana 1 Beatriz López1 Sazi Camacho1 Iovana C. Castellanos L - DMV, Esp, MSc 2

INTRODUCCIÓN La Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) es una enfermedad descrita en Boston en 1963 por Wolfe y Griesemer, quienes observaron la enfermedad pero no identificaron un agente especifico; de igual forma, en 1972 reportaron que existían estrechas similitudes entre este virus y los miembros de la familia coronaviridae, además de reportar las formas seca y húmeda. En 1978 Pedersen fue el primero en reportar la relación genética entre los coronavirus de los perros y los cerdos. PIF es una de las enfermedades más pobremente entendidas, que causa una gama amplia de signos clínicos y alta mortalidad (Pesteanu-Somogyi, 2006). Actualmente se conoce que cursa clínicamente con tres formas (seca, húmeda y mixta); la presentación de PIF seca se caracteriza por tener lesiones piogranulomatosas de carácter multiorgánico; la presentación húmeda se manifiesta con presencia de efusiones en abdomen y tórax y la presentación mixta es aquella que produce signos húmedos y secos a la vez (Prieto, 2012) . La Peritonitis Infecciosa Felina es una enfermedad de diagnóstico creciente, de carácter agudo o crónico, caracterizada por un severo daño inflamatorio de las membranas serosas y una lesión piogranulomatosa generalizada que ocurre en pulmones, hígado, tejido linfático y cerebro (Prieto, 2012). En la PIF, el proceso patológico ha sido referido en el felino doméstico y se ha relacionado concurrentemente con otras enfermedades virales tales como la panleucopenia felina, la leucemia viral felina y la enteritis por coronavirus (Vale, 2005). ETIOLOGÍA El virus de PIF (VPIF) surge a través de mutaciones específicas en un coronavirus entérico felino común (VCEF) que está presente en los gatos alrededor del mundo y no es un patógeno importante en sí mismo (Pedersen, 2014). Existen dos tipos de Coronavirus Felino (CoVF), el tipo I que es el más prevalente que ocupa casi el 70% de los casos de Peritonitis Infecciosa Felina (PIF); en cambio el tipo II se encuentra relacionado con el coronavirus canino y el virus de la gastroenteritis transmisible (Germán, 2012). La Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) es producida por un virus de la familia coronaviridae del género coronavirus felino, del grupo coronavirus 1 (Le Poder, 2005). Esté virus de simetría helicoidal, posee una bicapa lipídica y una cadena simple de ARN positiva, que implica que el virus puede mutar constantemente al momento de su replica1 2

ción (Le Poder, 2005; German, 2012) compuesta por cuatro proteínas glicosiladas que son: la glicoproteína S (spike o espícula), la cual da una apariencia de corona al virus, su función es la de unión a receptores del huésped y medir la fusión de membranas, y es la que determina la especificidad, el tropismo celular y la virulencia (Prieto, 2012); se ha demostrado que algunos serotipos de CoVF expresan una proteína S que usa como receptor celular la aminopeptidasa N Felina (APNf) (Brown, 2011); la glicoproteína M (membrana) se encuentra sobre la superficie del virus y su función radica en ayudar a madurar las partículas virales (Le Poder, 2005); la proteína N envuelve al genoma ARN viral en una nucleocápside (Prieto, 2012), y por último la proteína E que se encuentra asociada con la proteína M y se encarga de regular el ensamblaje y gemación de las partículas virales (Le Poder, 2005). El virus es frágil a los desinfectantes, al calor, a la luz y a la desecación, sin

embargo, puede permanecer en el ambiente si se protege de estos factores (German, 2012). EPIDEMIOLOGÍA Es una enfermedad principalmente de gatos domésticos; sin embargo, también se han reportado casos en leones africanos, el león de montaña, el cheetah, el jaguar, el lince, el serval, el caracal, el gato montés europeo, el gato de arena y el gato de pallas (Pedersen, 2009; Golovko, 2013), y aunque no está completamente confirmada la predisposición racial, se ha encontrado una mayor prevalencia en algunas razas puras como el gato sagrado de Birmania o el bengala que posee una mayor susceptibilidad a desarrollar la enfermedad (Addie, 2009). El tema de la predisposición racial ha sido un tema de estudio y se han tratado de realizar investigaciones con el objetivo de encontrar los genes responsables de aumentar la susceptibili-

Estudiantes Programa de Medicina Veterinaria. Semillero de investigación en patología veterinaria (VETPA) Docente Universidad de La Salle. Programa de Medicina Veterinaria. Semillero de investigación en patología veterinaria (VETPA)

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dad a la enfermedad, para esto se han usado gatos con pedigree y se ha estudiado su código genético tratando de hallar estos genes; sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los estudios no han sido del todo concluyentes aunque es recomendable que en los criaderos en los que se confirme la susceptibilidad a la enfermedad, se usen machos y hembras que aparenten ser más resistentes a la enfermedad, al hacer los cruces (Golovko, 2013). La PIF tiene una alta prevalencia (Prieto, 2012) y es de mortalidad extremadamente alta una vez aparecen los signos clínicos, pero aun así, algunos gatos pueden vivir con la enfermedad por semanas, meses o rara vez, años (Pedersen, 2014); puede llegar a ser una enfermedad endémica en lugares de altas densidades, especialmente en criaderos o gateras; por esta razón, es una enfermedad de distribución mundial (Prieto, 2012). Las heces son la principal fuente de contagio, también por la ingestión de una camada contaminada (Pedersen, 2014). El virus es fácilmente inactivado por detergentes usados en superficies no porosas, pero puede sobrevivir hasta dos semanas en las cajas de arena y en los platos de comida (Prieto, 2012; German, 2012; Kennedy, 2009); una semana luego del contagio oro-fecal, los animales comienzan a diseminar el virus por las heces (Addie, 2009; Germán, 2012), de forma continua e intermitente durante largos periodos de tiempo (Kennedy, 2009). El motivo por el cual la enfermedad aparece en unos gatos y en otros no, es desconocido (Cook, 2013) pero se describen algunos factores de riesgo para contraer la enfermedad como: la edad, teniendo una prevalencia del 70 al 80% en animales jóvenes (Pedersen, 2009; Prieto, 2012; German 2012), especialmente en gatos entre los 4 y 16 meses de edad (Pedersen, 2014) y la susceptibilidad genética y cualquier factor que provoque estrés en el animal (Pedersen, 2014). Además, se ha descrito que los machos enteros poseen un mayor riesgo de contraer la enfermedad, mientras que las hembras esterilizadas disminuyen este riesgo (Hsieh, 2014) El periodo de tiempo entre la exposición inicial al CVEF y la aparición de los signos clínicos de la enfermedad pueden ser tan

cortos como 2-3 semanas, o tan largos como meses o rara vez años. Este periodo de tiempo puede reflejar el tiempo que le toma al VPIF evolucionar, o el tiempo que toma el progreso de la enfermedad para pasar de un estado subclínico a uno clínico. Las infecciones subclínicas están usualmente limitadas a los ganglios linfáticos mesentéricos y pueden curarse o desarrollarse (Pedersen, 2014). El curso de la enfermedad entre la aparición de los signos clínicos y la muerte también es muy variable, pero generalmente es más corto en gatos jóvenes con enfermedad efusiva, exudativa o húmeda que en gatos viejos, comparado con la presentación de la enfermedad no efusiva o seca (Pedersen, 2014). FISIOPATOLOGÍA El virus causante de la PIF es el CoVF (coronavirus felino); sin embargo, algunos científicos opinan que este tipo de cepa entérica avirulenta tiene dos biotipos distintos, como lo son CVEF (coronavirus entérico felino) que causa una leve enteritis y VPIF (Virus Peritonitis Infecciosa Felina) que tiene una mortalidad del 100% (Prieto, 2012; German, 2012). Existen 2 teorías que hablan del desarrollo del VPIF, que son la teoría de la mutación y la hipótesis de CoVF circulantes virulentos y avirulentos (German, 2012). La teoría de la mutación habla que ocurre una mutación in vivo, permitiéndole al virus la propagación sistémica y desarrollando la PIF; esta teoría ha sido ampliamente aceptada y se ha soportado por varias investigaciones; sin embargo, la causa precisa de la mutación no ha sido identificada, aunque algunos estudios han sugerido que la proteína S, la membrana proteica o las proteínas no estructurales están involucradas (Brown, 2011; German, 2012). La hipótesis de CoVF circulantes virulentos y avirulentos, dice que las cepas virulentas y avirulentas del virus circulan en las poblaciones, y los individuos expuestos a las cepas virulentas son quienes desarrollan la enfermedad; pero al ser esta una enfermedad de aparición esporádica, esta hipótesis resulta menos confiable y han sido pocos los soportes de estudios epidemiológicos que han tratado de demostrar esta hipótesis (Brown, 2011).

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La infección inicia cuando el virus ingresa al organismo por vía oro-nasal (Prieto, 2012; Le Poder, 2005); una vez el virus ha ingresado al organismo, comienza su replicación en el tracto gastrointestinal causando daños leves (Prieto. 2012); desde este momento, en algunos gatos se excreta el virus, además de que pueden aparecer los portadores sanos. En varios casos, después de las primeras 24 horas de la ingestión del virus, se pueden hallar partículas virales en las tonsilas y el intestino (Hsieh, 2014). Desde este punto, el virus ya ha inducido una depleción del sistema inmune que también afecta los compartimientos de las células Natural Killer (NK) que pueden encontrarse menos citotóxicas, y de las células T reguladoras; esto se traduce en una disminución en la capacidad de la inmunidad innata por parte de las células NK para combatir la infección aguda y en una reducción de la capacidad de respuesta adaptativa por parte de las células T reguladoras, para suprimir la inflamación perjudicial que lleva al daño del tejido (Vermeulen, 2013); además, los macrófagos infectados con VPIF, secretan mayores cantidades del Factor de Necrosis Tumoral (TNF), que puede inducir apoptosis de los linfocitos T y estimular la liberación de citoquinas que aumenten la inflamación (Doki, 2013). Posteriormente, pasadas alrededor de 2 semanas, el virus puede llegar al colon, a los nódulos linfáticos mesentéricos y al hígado y, en algunos casos, puede destruir los enterocitos, lo que produce diarrea en el animal. El virus de PIF puede dejar el enterocito e infectar monocitos en la circulación sistémica y macrófagos en los tejidos, en los casos que el animal no presenta una respuesta inmune adecuada por parte de los macrófagos; estos se pueden volver incubadores del virus, que pueden ser destruidos si el animal es inmunológicamente competente (Hsieh, 2014). Existe la hipótesis que dice que el VCEF muta de tal forma que hace que pierda tropismo por los enterocitos mientras ganan tropismo por macrófagos; el sitio exacto donde ocurren estas mutaciones todavía es desconocido; un posible sitio intermediario para esta transformación podrían ser los monocitos sanguíneos (Pedersen, 2014). El desarrollo de cada una de las presentaciones es diferente, mostrando síntomas distintos.


La forma húmeda o efusiva se manifiesta con presencia de líquidos en abdomen o tórax (Prieto, 2012). Cuando el virus entra al organismo, la línea de defensa inmunológica se activa principalmente por IgA con su efecto neutralizante, a lisis por parte de las NK y la función fagocitaria de los macrófagos. Cuando no se establece una respuesta inmune mediada por las células, la infección se disemina vía sistémica. Los piogranulomas también están fuertemente asociados con edema y la efusión de grandes volúmenes de un fluido proteínico rico en proteínas plasmáticas, productos de degradación de hemoglobina, células inflamatorias y factores de coagulación activados. Los factores responsables de esta efusión de líquido no se han identificado completamente, pero al menos uno de estos factores parece ser el factor de crecimiento endotelial vascular (Pedersen, 2014; Takano, 2011). Esto se produce por monocitos y macrófagos infectados con VPIF (Pedersen, 2014). El monocito infectado libera citoquinas como TNF-a y IL-1, estas citoquinas sobre-estimulan la expresión de adhesinas endoteliales y, cuando el monocito infectado toma contacto con estas adhesinas, se comienza a adherir al endotelio; el monocito ya detenido libera metaloproteasas, las cuales debilitan las uniones entre las células del endotelio, permitiendo la diapédesis y el filtrado de plasma fuera de la membrana vascular (Addie, 2009), induciendo un cambio en la permeabilidad vascular extensa (serositis), permitiendo la salida de líquido a los espacios perivasculares y llevando a efusiones en abdomen y/o tórax (Prieto, 2012) produciendo un amortiguamiento de los ruidos cardíacos y pulmonares; además con el derrame pleural se observa una disnea inspiratoria asincrónica y una disminución de la resonancia a la percusión del tórax. El derrame abdominal (ascitis) produce un abdomen aumentado de tamaño, penduloso, con la prueba de rebote positiva (Prieto, 2012); cuando se realiza la punción, el derrame es con frecuencia amarillo, viscoso y rico en proteínas (Le Poder, 2005). En general, la inmunidad cuando se produce, es en gran parte mediada por células, y la producción de anticuerpos es contraproducente. Los anticuerpos poten-

cian la absorción y la replicación de VPIF en los macrófagos y también contribuyen a una vasculitis por hipersensibilidad de tipo III. Gran parte de la patología que ocurre en la PIF se asocia con la forma en que los macrófagos responden a la infección viral y cómo el sistema inmune del huésped responde a las células infectadas. En este escenario, la forma efusiva de PIF es el resultado de un fracaso para montar inmunidad de células T ante una respuesta vigorosa de células B. En el extremo opuesto, los gatos que se resisten a la enfermedad presumiblemente muestran una respuesta inmune vigorosa mediada por células, que es capaz de superar los efectos negativos de los anticuerpos (Pedersen, 2014). Los gatos con la forma seca de la PIF representan un estado intermedio que implica una respuesta celular que es parcialmente eficaz en la contención de los virus a un número relativamente pequeño en los macrófagos en unos pocos sitios focales dentro de los órganos diana específicos (Pedersen, 2014). Esta presentación se caracteriza por lesiones piogranulomatosas de carácter multiorgánico (Prieto, 2012), producto de los monocitos, los cuales al secretar citoquinas pro inflamatorias, provocan la expresión de adhesinas endoteliales atrayendo monocitos, neutrófilos y linfocitos (Addie, 2009). Cuando el animal desarrolla anticuerpos contra el virus y se forman los complejos inmunes, estos pueden encontrarse en circulación hasta posicionarse sobre las paredes del vaso; en estos casos los neutrófilos y macrófagos se concentran en este sitio desarrollando el granuloma. Esto puede formar una vasculitis inmunomediada y formación de exudado además de activar el sistema de coagulación hasta desarrollar una coagulación intravascular diseminada (Hsieh, 2014). El virus llega al cerebro y los ojos a través de los monocitos infectados; la inmunidad tiene dificultades para penetrar en estas zonas debido a la barrera hematoencefálica (Pederson, 2009). Como el nombre implica, el piogranuloma es una acumulación de macrófagos, neutrófilos, linfocitos y células plasmáticas ocasionales que tienden a formar pequeños agregados alrededor de los capilares en los tejidos diana. Estas células llegan desde el torrente sanguíneo como resultado de la regulación

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positiva de ambas proteínas de adhesión y sus receptores (Pedersen, 2014). Las dos formas de PIF son algo intercambiables; cuando se ha observado en infección experimental, la forma seca siempre sigue una breve forma efusiva; de la enfermedad. En las etapas terminales de origen natural de PIF seco, la inmunidad puede colapsar completamente y la enfermedad revierte a una forma más efusiva. (Pedersen, 2014). En un estudio experimental realizado por Vermeulen et al. (2013) con gatos infectados naturalmente con VPIF, se realizó una comparación cuantitativa de las células NK y células T reguladoras (ambas son células del sistema inmune innato); encontraron que en los gatos infectados hay una marcada linfopenia en sangre, en los nódulos linfáticos mesentéricos y en el bazo, demostrando que estas células son sensibles a la linfopenia causada por el VPIF y además, que la disminución en la cantidad de estas células, también es responsable de la incontrolada respuesta inflamatoria que causa la inmunopatología típica de esta enfermedad, lo que resulta ser letal para los gatos infectados; sin embargo, cuando el número de células NK es significativamente bajo, su potencial de proliferación se incrementa para contrarrestar la linfopenia durante la enfermedad (Vermeulen, 2013). FORMAS CLÍNICAS DE PRESENTACIÓN DE PIF El desarrollo de la forma de la enfermedad (húmeda, seca o mixta), depende del balance entre la inmunidad humoral (relacionada con anticuerpos) y la inmunidad celular del huésped. Los gatos con una respuesta humoral más fuerte van a desarrollar la forma efusiva de PIF, mientras que aquellos que cuentan con una respuesta mixta (humoral y celular), manifestarán la forma seca de la enfermedad (Cook, 2013). Generalmente los gatos afectados presentan inicialmente episodios febriles, que pueden aparecer y desaparecer y no responden a tratamiento con antibióticos; también manifiestan malestar e hiporexia (disminución del apetito) y pérdida de peso (Kennedy, 2009; Cook, 2013; Hsieh, 2014; German, 2012).

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Forma húmeda o exudativa

DIAGNÓSTICO

Esta presentacion se debe a lesiones piogranulomatosas que se dan por una reacción inmunomediada que inducen cambios en la permeabilidad vascular de forma extensa por lo que se genera serositis, permitiendo la salida de líquido hacia el espacio extravascular (Prieto, 2012). De esta manera es como se desarrolla la colección de líquido en las cavidades abdominal, pleural y en el pericardio (Le Poder, 2005)

El diagnóstico de la PIF es difícil, particularmente cuando la enfermedad es atípica; además, la presencia de antígenos virales en las superficie de células infectadas es importante para el reconocimiento y eliminación de éstas por el sistema inmune (Cornelissen, 2007); la biopsia es necesaria para dar un diagnóstico definitivo y esta no se realiza con frecuencia, de esta forma, muchos casos se confirman por necropsia (Hsieh, 2014; Pedersen, 2014).

En esta forma se presentarán síntomas respiratorios tales como disnea debida a la compresión diafragmática (Le Poder, 2005) y a la distención abdominal (Cook, 2013) por los derrames anteriormente mencionados. La palpación abdominal puede mostrar ascitis, linfadenopatía mesentérica, renomegalia, áreas de engrosamiento intestinal y superficies irregulares de la serosa en órganos abdominales; de igual forma, se puede encontrar efusión pericárdica (Cook, 2013; Kennedy, 2009; German, 2012). De forma menos común, se puede presentar sinovitis, aumento escrotal, fragilidad de la piel y lesiones nodulares cutáneas (Hsieh, 2014). Al realizar un diagnóstico por paracentesis se observa un líquido amarillo pálido y viscoso muy rico en proteínas (Le Poder, 2005; Kennedy, 2009).

El examen clínico debe incluir:

Forma no exudativa o seca Esta forma seca se caracteriza por la formación de granulomas y placas en las superficies serosas de los órganos abdominales, los ojos y el sistema nervioso central; que a veces pueden ser palpables en el mesenterio (German, 2012). A medida que la enfermedad aumenta, se pueden observar signos asociados con inmunosupresión y coagulopatias que pueden llevar a infecciones generalizadas, o a coagulación intravascular diseminada (German, 2012); los daños al sistema nervioso central incluyen ataxia, trastornos vestibulares, convulsiones y cambios comportamentales; y en algunos casos, se pueden observar trastornos a nivel ocular como es la uveítis anterior o posterior, el desprendimiento de la retina y la coriorretinitis (Le Poder, 2005; Cook, 2013). También se pueden presentar casos en los que se ven alterados el riñón o el hígado, presentando cuadros típicos por enfermedad en estos órganos (Prieto, 2012)

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El examen físico completo Hematología, bioquímica y serológica Examen oftálmico Radiografía torácica y abdominal Ecografía abdominal Citología de fluidos

Los gatos entre los 4 y los 36 meses de edad procedentes de ambientes de alta densidad con fiebre persistente pero fluctuante y que no responden a tratamiento con antibióticos, son sospechosos inmediatos para PIF. Muy pocas enfermedades infecciosas a parte de PIF tienen estos signos. Hay signos más específicos observados por el propietario y durante el examen clínico que servirán para orientar el diagnostico, tales como la distención abdominal con ascitis, disnea con efusión pleural, ictericia, hiperbilirrubinuria, masas discernibles en los riñones y/o en ganglios linfáticos mesentéricos, uveítis y signos neurológicos asociados con daño en cerebro y/o médula espinal, los cuales pueden ser comunes en gatos con la forma efusiva (húmeda) o no efusiva (seca) de la enfermedad (Pedersen, 2014) Pruebas indirectas de diagnóstico Conteo sanguíneo, albúmina, globulina y bilirrubina Anormalidades comunes usualmente incluyen una anemia crónica no regenerativa, elevada alanina aminotranferasa y alcalina fosfatasa, leucocitosis con un aumento absoluto de neutrófilos y linfopenia absoluta, proteínas séricas elevadas asociadas con valores de globulina alta y baja albumina (Pedersen, 2014; Hsieh, 2014).

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La hiperbilirrubinemia y la hiperbilirrubinuria son comunes en gatos con PIF, especialmente en aquellos con enfermedad efusiva, pero estas no son debidas a enfermedad hepática, como se ha sugerido, sino debidas al aumento de la destrucción de eritrocitos en circulación y la dificultad de eliminar productos de la ruptura de la hemoglobina (Pedersen, 2014). Análisis de las efusiones o exudados La presencia de un tipo característico de fluido en la cavidad peritoneal, o menos frecuente en la cavidad pleural, es uno de los factores más comunes para el diagnóstico de PIF efusivo. La forma efusiva es la más común en gatos pura raza y criollos, a excepción de gatos Birman y Burmese que son diagnosticados más comúnmente con la forma seca. El fluido esta usualmente teñido de amarillo debido a la presencia de bilirrubina y rara vez teñido de verde debido a la presencia de biliverdina. Al igual que con la hiperbilirrubinemia e hiperbilirrubinuria, la coloración amarillenta es un producto de microhemorragias y lisis de eritrocitos por los macrófagos. Las efusiones de PIF son claras a moderadamente opacas, viscosas (consistencia de clara de huevo) y con alto contenido de proteína; la mayoría tienen un buen número de células, incluyendo macrófagos, neutrófilos y baja proporción de linfocitos (Pedersen, 2014). Existe un test llamado Rivalta, el cual es una prueba rápida que puede ser realizada para descartar PIF de otra causa de efusión, sin embargo, carece de especificidad; esta prueba consiste en mezclar una gota de ácido acético al 98% con 5 ml de agua destilada en un tubo de ensayo; se coloca una gota de la efusión sobre la solución y se observa su movimiento. Si la efusión se disipa, quiere decir que el fluido es un trasudado inconsistente con PIF; si la efusión sigue claramente visible, es consistente con un exudado relacionado con PIF, pero no quiere decir que sea un diagnóstico especifico (Cook, 2013) Estudios imaginológicos La ultrasonografía o la radiología pueden ser usadas para la identificación o confirmación de la presencia de efusiones (Pedersen, 2014). Este tipo de examen


puede ser de valor limitado en gatos con la forma seca de la enfermedad (Cook, 2013). Con estos estudios también se puede confirmar o descartar la renomegalia, linfadenopatía y el aumento regional del tamaño de la pared del intestino delgado o del colon (Cook, 2013). Radioalbúmina:globulina (A:G) y electroforesis de proteínas séricas: Cuando la prevalencia de PIF es baja, un alto radio de A:G (>0,8) es útil para descartar PIF, pero un radio bajo de A:G (<0,4) no es útil para hacer un diagnóstico positivo a PIF (Hsieh, 2014); es por esto que debe ir acompañado y es dependiente de otras anormalidades en la historia clínica, el examen clínico/fisico y de laboratorio asociadas con la enfermedad. Las proteínas y/o globulina elevadas son a menudo vistas en perfiles químicos de gatos con PIF y en ausencia de otras anormalidades comunes en pruebas de laboratorio; a veces, es útil analizar estas proteínas mediante electroforesis en gel para determinar la causa exacta de esta elevación (Pedersen, 2014). Signos intraoculares y neurológicos La mayoría de los gatos jóvenes con enfermedad neurológica o intraocular tienen la forma no efusiva de PIF. La PIF ocular es usualmente manifestada con uveítis; la duración de la enfermedad ocular tiende a ser menor en gatos con PIF que en gatos con uveítis idiopática (Pedersen, 2014). La participación del cerebro y de la médula espinal en PIF es bien conocida; sin embargo, la sola participación de la médula espinal es menos comúnmente diagnosticada. Se ha reportado que PIF hace parte de una de las causas más comunes de mielitis felina, representando el 50% de los casos (Pedersen, 2014). Títulos de anticuerpos La evaluación de los títulos de anticuerpos puede ser una ayuda diagnóstica; sin embargo, un paciente no se puede diagnosticar como positivo por títulos positivos de anticuerpos o descartado por títulos negativos, esto se debe a que se ha demostrado que el 10% de los gatos con PIF poseen títulos de anticuerpos negativos y muchos gatos sanos pueden tener títulos positivos y nunca desarrollar PIF (Hsieh,

2014). En casos con efusiones de PIF, los títulos son muy variables y los gatos pueden mostrar negativo en la serología. La medición de inmunoglobulinas G anticoronavirus en el fluido cerebroespinal, es un uso clínico equivocado que depende de los altos títulos en suero que son raros en una enfermedad neurológica.

La ausencia de antígenos virales en la superficie de células positivas de PIFV aislados de gatos con PIF, que parecen ser capaces de expresar antígenos virales, puede ser debido al hecho de que los anticuerpos específicos del virus se unen a los antígenos y, como consecuencia los antígenos virales se internalizan (Cornelissen, 2007).

Alfa-1-Acido Glicoproteína

La expresión del Complejo Mayor de Histocompatibilidad I no es inhibida en células infectadas, lo que indica que la inmunidad celular puede todavía ser capaz de lisar la célula infectada, si se presentan péptidos virales (Cornelissen, 2007).

El Alfa-1-Acido Glicoproteína (AGP) es una proteína de fase aguda que no se eleva específicamente en estados inflamatorios. Esta se puede usar como ayuda diagnóstica, ya que altas concentraciones de AGP pueden ser usadas como indicador del desarrollo de PIF (German, 2012; Prieto, 2012). Inversamente bajando los niveles del AGP se puede usar para ayudar a determinar la remisión; sin embargo, sirve para dar un diagnóstico definitivo y el desarrollo de la enfermedad a lo largo de su curso en el paciente, por lo que es necesario determinarla a varias veces en el transcurso de la enfermedad. Las muestras de sangre deben ser recolectadas en tubos de gel para suero o heparina de litio, y ser enviadas al laboratorio (German, 2012). Estudios histopatológicos Los estudios histopatológicos se consideran aun como la prueba "Gold Standard" para el diagnóstico de PIF, que generalmente se realiza mediante inmunotinciones que consisten en la detección del antígeno del coronavirus felino (FCoV) en macrófagos en efusiones o tejidos aspirados usando inmunotinciones como la inmunofluoresencia (en macrófagos de efusiones) o inmunohistoquimica (en macrófagos de tejidos) y ofrecen la ventaja de ser técnicas poco invasivas (German, 2012; Prieto, 2012), pero en el caso de inmunohistoquímica de tejidos, usualmente se requieren de métodos invasivos para la obtención de muestras de tejidos (Prieto, 2012). Las muestras de tejido deben ser tomadas de los órganos afectados más accesibles, ya que la enfermedad es sistémica (German, 2012). En algunos casos, las células positivas de PIFV pueden permanecer invisibles para el sistema inmune (humoral) y continuar la producción de la progenie del virus sin ser eliminado (Cornelissen, 2007), limitando los resultados de la detección del antígeno.

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Prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa con Retrotranscriptasa (RTPCR) Se basa en la identificación deARN viral por medio de muestras de materia fecal, y de hacer esta prueba en tiempo real ofrece una ventaja ya que además de detectar el virus, permite cuantificar la cantidad de virus que se está excretando y así determinar qué tan alto es el riesgo de que los animales puedan presentar PIF (German, 2012; Pedersen, 2014). Sin embargo, resulta imposible distinguir entre biotipos de coronavirus virulentos o avirulentos (German, 2012; Hsieh, 2014) LESIONES (macroscópicas y microscópicas) FORMA HÚMEDA O EFUSIVA HALLAZGOS MACROSCÓPICOS La lesión principal de la PIF de tipo efusiva son los piogranulomas, que son frecuentes en abdomen y pueden cubrir las superficies serosas de los órganos abdominales, estos pueden ser microscópicos o llegar a tener varios milímetros de tamaño (Pedersen, 2009). Estos piogranulomas pueden seguir el curso de la arteria mesentérica craneal, por tanto, se concentran en el omento y en las superficies serosas de las vísceras abdominales. El omento se encuentra con edema, infiltrado inflamatorio y necrosis (Pedersen, 2009). Puede presentarse exudado en la cavidad abdominal o el pericardio y debido a que es rico en fibrina, se pueden encontrar depósitos de esta misma en la serosa abdominal y en la cavidad torácica (Pedersen, 2009). Se espera encontrar linfadenopatía y los ganglios firmes y nodulares. (Cook, 2013)

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HALLAZGOS MICROSCÓPICOS

HALLAZGOS MICROSCÓPICOS

En histopatología con secciones teñidas con hematoxilina y eosina (H & E), se observa inflamación con macrófagos, neutrófilos, linfocitos y células plasmáticas. Las lesiones vasculares pueden encontrarse rodeadas por la infiltración de células inflamatorias, lo cual es característico de la PIF en su forma húmeda o efusiva (Sharif et al. 2010). En el riñón de un gato con PIF se puede observar necrosis intersticial como resultado de la gran infiltración de linfocitos, células plasmáticas y neutrófilos, con dilatación y congestión del espacio intersticial (Sharif et al, 2010) y cambios degenerativos con pérdida de la estructura endotelial y de los túbulos contorneados.

En gatos con la forma seca de PIF se encuentran más densos agregados linfocíticos alrededor de los vasos sanguíneos afectados, la necrosis y el depósito de fibrina, que en la forma efusiva (Cook, 2013). Las lesiones se deben principalmente a focos de macrófagos alrededor de los vasos y en los otros órganos afectados como el riñón, el hígado y el sistema nervioso central (Le Poder, 2005), y se parecen a las lesiones de la PIF efusiva (Pedersen, 2009); sin embargo, estos focos están rodeados por infiltrados densos de linfocitos (principalmente células B) y células plasmáticas que se extienden hacia los tejidos circundantes, como se ve en los granulomas clásicos (Pedersen, 2009).

El examen histopatológico de los tejidos afectados revela una inflamación perivascular diseminada con predominio de macrófagos (Cook, 2013).

TRATAMIENTO

FORMA SECA HALLAZGOS MACROSCÓPICOS Aparecen lesiones granulomatosas en forma de "casas" (Le Poder, 2005); estas lesiones han sido designadas como piogranulomas, pero se asemejan más a granulomas clásicos en su aspecto exterior, en especial los del abdomen (Pedersen, 2009). Estas lesiones empiezan en la superficie serosa de los órganos y se extienden dentro del parénquima (Cook, 2013). El edema, la hiperemia, la necrosis, la deposición de fibrina y la exudación de proteínas no son tan marcadas como en las lesiones piogranulomatosas de la PIF efusiva (Pedersen, 2009). Estas lesiones se deben a los macrófagos infectados que se unen a las paredes vasculares y provocan vasculitis (Le Poder, 2005)

Si el diagnóstico de PIF es confirmado, la eutanasia debe ser considerada; sin embargo, también se pueden usar medicamentos que disminuyan la respuesta inmune como los corticoesteroides para suprimir la inflamación, o inmunoestimulantes para casos de PIF seco; sin embargo, se requieren estudios de control para estos medicamentos en esta enfermedad y la terapia de soporte consiste en fluidoterapia. En casos de PIF efusivo, puede ser benéfico remover el fluido, el uso de antibióticos de amplio espectro si se presentan infecciones secundarias y un buen manejo nutricional (German, 2012; Hsieh, 2014). Diversos estudios, además, han sido poco concluyentes en el tratamiento de PIF, en especial porque los casos sospechosos, en pocas ocasiones se confirma el diagnóstico (German, 2012; Hartmann, 2008). De igual forma, un tratamiento que resulta efectivo en un paciente, puede resultar poco efectivo al probarlo en otros; así mismo, los tratamientos que aparentan ser efectivos in vitro como el ribavirin, in vivo no pueden ser usados por

toxicidad, razón por la cual se requieren estudios de tratamiento, además de que es recomendable tratar a los pacientes sospechosos durante estadios tempranos de la enfermedad para aumentar la sobrevivencia (Hartmann, 2008). Doki et al. (2013), realizaron un estudio en el que desarrollaron un anticuerpo monoclonal capaz de neutralizar el Factor de Necrosis Tumoral Felino (fTNF), obteniendo buenos resultados in vitro; esto con el objetivo de desarrollar un tratamiento que ayude a disminuir la linfopenia, la neutrofilia y disminuir los efectos perjudiciales causados por la inflamación que es inducida por la TNF; sin embargo, se requieren otros estudios sobre este tratamiento para poder implementarlo como alternativa para sustituir el uso de corticosteroides ya que al usar estos, aunque se logra disminuir la inflamación, también se deprime el sistema inmune (Doki, 2013). PREVENCIÓN DE PIF La PIF es una enfermedad de distribución mundial, con una baja morbilidad pero alta mortalidad. Ocurre una alta incidencia en felinos callejeros y debido a que su principal ruta de contagio es la oro-fecal, la higiene es el factor más importante en su prevención (Prieto, 2012; Carballés, 2010). El aislamiento de hembras gestantes y de sus camadas de gatitos, estos gatitos no se infectarán con CoVF hasta las 9 a 10 semanas de edad; por lo tanto, si se aísla a la hembra gestante antes del parto manteniéndola en estricta cuarentena y removiendo a los gatitos lo antes posible, sería posible evitar que se infecten y, por lo tanto, bajar la incidencia de PIF (Addie, 2009). Existe la vacuna intranasal aplicada a gatos seronegativos a partir de la semana dieciséis que busca estimular correctamente la inmunidad celular y humoral (Carballés,2010).

CONCLUSIONES La Peritonitis Infecciosa Felina es una enfermedad viral grave que afecta los gatos domésticos; tiene tres formas de presentación: seca, húmeda y mixta; sin embargo, el diagnóstico clínico puede ser difícil y tardío y los kit rápidos no diferencian el coronavirus entérico del coronavirus de la PIF; el diagnóstico definitivo se realiza por histopatología; esto hace que sea tardío. No existe un tratamiento específico, razón por la cual, las medidas profilácticas en cuanto al manejo de las gatas gestantes, la disminución de la población de gatos callejeros y la higiene, son las medidas más indicadas hasta el momento en nuestro medio. Es impotante demostrar la presencia de la enfermedad en el país para establecer medidas de prevención y control adecuadas que favorezcan la población felina y a la comunidad. La presente revisión la integran 21 referencias.

32 PEQUEÑOS ANIMALES


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