INDICE TEMÁTICO: 1) INTRODUCCIÓN AL TEMA DEL PERIODISMO. 1-1) El origen del periodismo. 1-2) El periodismo en la Edad Media. 1-3) El periodismo en el s. XVI. 1-4) El periodismo en el s. XVII. 1-5) El periodismo en el s. XVIII. 2) LA ESPAÑA DEL S. XVIII. 2-1) La Guerra de Sucesión. 2-2) La administración. 2-3) La Ilustración. 3) ESQUEMA Y DESARROLLO. 3-1) El periodismo español en el s. XVIII. 4) COMENTARIO DE TEXTO. 5) CONCLUSIÓN.
1) INTRODUCCION AL TEMA DEL PERIODISMO. El Periodismo es un tema que siempre me ha resultado apasionante, más que en la forma, en el método de obtener información. Sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que se trata de una disciplina que siempre es contemporánea. El periodismo, en contadas ocasiones hace referencia a los temas históricos, a menos que, el tema que se trate tenga la absoluta necesidad de hacer mención al pasado histórico para hacer inteligible la situación, si no es así, el periodismo se referirá exclusivamente a hechos actuales. No en vano, el periodismo no escapa del pasado, ya que la conservación de muchos artículos periodísticos benefician a la materia histórica, ya que son plasmaciones de una realidad del momento, y que, con el paso del tiempo, se han mantenido intactas en ese espacio de papel, que tan significativo es para que los historiadores lo analicen y lo contextualicen. Podríamos decir, que el periodismo es una fuente histórica importante, sin la cual, no conoceríamos muchos de los acontecimientos, sensaciones, opiniones, ni debates que se hicieron en un pasado. Es por todo ello que creo tener la necesidad, de hacer referencia a esta fuente histórica a la vez que profesión y, conocer un poco sus comienzos, hasta el s. XVIII, tratando de no permanecer exclusivamente en España haré un recorrido cronológico y geográfico que acabará en la España del s. XVIII. 1-1) El Origen del periodismo. Fuensanta del Valle 1 cree que el periodismo se dio en la antigua Grecia, ya que en esta ciudad, se gozaba de una 1
intensa vida pública tanto en el Ágora como en la plaza 2 pública. Sin embargo, otros autores refutan esta postura porque creen que la principal función del periodismo era la publicidad. A diferencia de la carta o la circular que transmiten información de una persona a otra o bien, de varias personas a otras varias respectivamente, el periódico aporta información a un número indeterminado de personas. Esa es la diferencia entre los diferentes modelos que se asociaban con el periodismo, el que tiene, como siguiente característica, el transmitir noticias recientes y mantener una continuación progresiva en el devenir de los acontecimientos. No obstante, las ciudades no tenían entonces la suficiente convivencia ni grandeza, como para que el periódico tuviese una continuidad en su publicación. Eran los mensajeros y las inscripciones eventuales lo que se daba en Grecia, en el imperio Chino, en el caldeo, en el asirio, en el medo y en el egipcio. Por lo tanto, según Edmundo González la difusión de información no fue un hecho exclusivo de Grecia. Sería en el Imperio romano en el que mercaderes y funcionarios estuvieron obligados por César a introducir algún método gracias al cual, los ciudadanos más destacados de la ciudad estuviesen al corriente de los sucesos de la capital. Se trata de un tipo de información que era tomada del gobierno, en vez del pueblo, como se hace en la actualidad. Se conocen diferentes opiniones al respecto de este 3 punto, Pérez Guzmán emitió la opinión de que sin imprenta no se puede hablar de periodismo, para lo que Edmundo González respondió que, en China se había ya inventado la imprenta muchos siglos antes de que Guttemberg la pusiese en funcionamiento y publicó la “ Gazeta del Imperio” , que no tendría la asiduidad que el periodismo, como él lo entendía, debía tener para formar parte de ese concepto, pero Edmundo lo consideró ya un precedente. Edmundo apoya la teoría de que el periodismo nació en Roma, porque al parecer, anteriormente a César, los grandes pontífices hacían una especie de documentos políticos que podían ser secretos (Comentarii pontificum) o públicos (Annales maximi), estos se hacían en la Casa del Gran pontífice, sobre una tabla blanca llamada “ Album ” y en la que se relataban los principales hechos que acontecieron durante el año anterior a su publicación. Estos “ Annales maximi ” serían suprimidos cuando Licinio Macer, Cludio Quadrigario y otros introdujeron los “ Libros de Catón “ en los que se difundía el conocimiento histórico.
1 Fuensanta del Valle. Historia del periódico político. 2 Edmundo González Blanco. Historia del Periodismo.
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3 PérezGuzmán. ” C u ando y quien fue el fundador del periodismo en España ” .
La España moderna.
Abril,1902.
Por otra parte, se piensa que estos “ A nnales maximi” fueron suprimidos por la expansión romana por todo el mundo, causa por la cual, los Annales resultaron insuficientes, introduciendo como remedio la figura del corresponsal, que estaba compuesta por siervos inteligentes y libertos, que informaban sobre cuestiones públicas, debates judiciales, combates de gladiadores y asistían a las reuniones del senado transmitiendo a generales y procónsules los discursos y votos de los senadores de las provincias. El trabajo de los corresponsales, normalmente se hacía bajo un salario y consistía en vagar por las calles anotando todo lo que oían comentar. Su miseria no les permitía trabajar en otra cosa, apenas tenían trato con las casas importantes, ni con los políticos. Rumores, acontecimientos, éxitos o fracasos teatrales, entre otras cosas era el tipo de información que solían reunir. Pero esta no era la información más interesante para el público que consumía este tipo de producto, normalmente gente culta y bien posicionada que, ante todo se interesaba por conocer sobre los negocios públicos. Para obtener información con respecto a los negocios públicos, los políticos introducían a otro tipo de corresponsal en las grandes casas y con los políticos importantes. Se trata de personajes que eran amigos de los políticos. Volviendo a los tiempos de César, este introduciría los medios de publicidad, que podían ser de dos tipos. La publicidad privada, que apenas interesaba ya que era muy costosa y casi no aportaba información sobre la vida política en Roma y eso no iba con el espíritu egocéntrico de César, quien le daría más importancia a la publicidad pública, dado su afán a hacerse conocer. Las “ A ctas ” eran tablas enceradas que se exponían al público, con derecho a sacar copias que se enviaban a los romanos que residían en las provincias. Las “ A ctas ” desaparecieron cuando la Corte se tuvo que trasladar a Constantinopla y a que, según Tácito, en esas “ A ctas ” no se publicaban los acontecimientos que pudiesen perjudicar al gobierno imperante de César. Desde ese momento, en que la hegemonía romana comenzó a tambalear, las “ Actas ” dejaron de ser publicadas, ya que César no tenía ya de qué sentirse orgulloso. Tácito hace mención a otro tipo de publicación llamada “ c irculi ” formada por gente desocupada y ociosa que se reunía para hablar sobre la situación política de Roma. En muchos de estos “ c irculi ” se criticaban las decisiones tomadas por el gobierno, de manera que reflejaban una postura contraria al conformismo mostrado por las “ Actas ” . Los “ c irculi ” comenzaron a publicarse cuando el Imperio entró 3
en crisis, debido al avance de tropas germanas por el Rhin. Estos “ circuli” introdujeron, si más no, otra figura característica del periodismo como fue el espionaje periodístico, introducido por César para conocer la estructura y pensamiento de las noticias que empleaban en los “ c irculi ” clandestinos. Ya se ha dicho anteriormente que Edmundo González defendía la idea de que el periodismo se origina en Roma, sin embargo, según Pérez Guzmán, el periodismo eficaz para el interés humano, se requerían condiciones sociales y de civilización más complejas que las que predominaban en Roma. 1-2) El Periodismo en la Edad Media. La destrucción de la jerarquía romana por los bárbaros convirtió a Europa en un conjunto de feudos. La vida feudal reducía el interés económico y político a las estrechas murallas del castillo o ciudad señorial. Por lo tanto la información corría entre los muros con bastante facilidad. No obstante, el siervo no tenía interés en saber lo que acontecía fuera de esos muros, sino que su principal preocupación era la de poder comer para no morir. De cualquier modo, la mayoría de los siervos no sabían leer, problema que compartían con muchos nobles. Esta última fue una de las causas por las que todo contacto entre las diversas comarcas quedaría suprimida, no quedando otro tipo de comunicación más que la guerra. No sería hasta la aparición de la Iglesia católica, que unificó a todos los pueblos y clases sociales, que debido al conocimiento que ésta tenía de todas y cada una de las lenguas, y por otro lado, a la aparición de la burguesía, la cual abarcaría grandes intereses mediante sus relaciones comerciales, que durante los s. XII, XIII resurgiría el periodismo, éste representado por todos los dignatarios eclesiásticos de los claustros y de las universidades. A medida que se constituían las naciones, la curiosidad por lo que en ellas ocurría volvió a despertar. En los s. XVXVI ésta necesidad se acentuaría. Con el Renacimiento se fundaron las primeras instituciones relacionadas con el servicio postal, invención que se realizó en Alemania, como también los primeros periódicos impresos. Con el nacimiento de la imprenta, las publicaciones periódicas dejaron de estar bajo el yugo del gobierno. El conocimiento de saber aquello que corría detrás de las fronteras era un hecho cada vez más generalizado, las “ r elaciones ” serían un tipo de prensa que se encargaba de prestar este servicio. Con posterioridad éstas “ r elaciones ” adquirieron más importancia, sobretodo en el momento de las guerras religiosas, en las que católicos y protestantes, como personajes cultos, requerían constantes fuentes de información, la cual era utilizada como arma contra su opositor.
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1-3) El periodismo en el s. XVI. La palabra “ Z eitung ” es alemana y significa aquello que sucede en el tiempo; mensaje; información; noticia aplicada al relato de los asuntos públicos. “ Zeitungen o Neve Zeitungen ” eran noticias de carácter privado que se dirigían, generalmente a príncipes, gobernantes, profesores universitarios o a gente de iglesia. La Reforma extendió mucho su uso como se puede comprobar en las correspondencias entre Lutero y Zinglio. Algunas de las “ Neve Zeitungen ” aparecían todos los días de correo, con destino a las ciudades comerciales y a los grandes centros de circulación y sus editores llamados, maestros de correos, alcanzaron un privilegio imperial para que pudiesen publicar exclusivamente sobre sucesos políticos y religiosos. Este tipo de información corría junto a las cartas que se dirigían más a la multitud. Los “ N eve Zeitungen” no eran periódicos propiamente dichos, ya que ni tenían un título fijo, ni se publicaban en días determinados, ni estaban numerados, ni formaban ninguna serie, pero compilaban información que hacía referencia a las desgracias de la época. No sería hasta la segunda mitad del s. XVII, que el servicio de información comenzaría a darse de un modo regular y profesional, no sólo en Alemania sino también en Italia, país que era aún el centro de las negociaciones europeas, sobretodo Venecia y Roma. Por su parte, Italia alardeaba de ser la primera nación en lanzar un periódico. Las “ gacetas ” eran hojas manuscritas con fecha y hora y lugar donde se escribían. Continuaron publicándose hasta 1577, momento en que nació la imprenta en Florencia de manos de Massi y Landi con la consecuente publicación del “ Bollettino” semanal, referente a cambios y mercancías. En 1636 nacería “ La Gazzetta periódica ” , pero el periódico italiano fue el que se originó en Génova en 1648 “ I l Sincero ” . Muchos historiadores opinan que la propia palabra “ G azzetta ” significa periódico. Fue ésta, una palabra que se aplicó por primera vez en Venecia, ciudad intermediaria en el comercio entre Oriente y Occidente durante el s. XV y, la primera ciudad que organizó un servicio de informaciones políticas tales como las relaciones de los negocios, entradas y salidas de navíos, precios de mercancías, seguridad de las vías de comercio, etc. Noticias que eran reunidas y aprovechadas por los nobles venecianos para sus operaciones comerciales. Se denominaban “ Notizie scritte o foglis d’avvisi” . Este mismo tipo de noticieros, en Roma se denominaban “ n ovellanti o gazzetanti ” , las cuales incluían relatos desagradables que sucedían. La magnitud de este tipo de noticias llevó al papado a crear dos bulas: una por parte de Pío V, en la que se prohibía la publicación de cualquier noticia que representase una ofensa hacia el Estado y la ciudad de Roma y, la otra de Gregorio XIII, en la que se
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anatematizaría con las clases de noticias que podían ser publicadas. Estas prohibiciones consiguieron que el arte de informar no se difundiese por toda Europa y limitaría la evolución del periodismo, ya que si bien , en principio se planteó el transmitir noticias de carácter local, comercial y de sucesos bélicos y políticos internacionales, a partir de aquel momento, se formarían una serie de centros encargados de recopilar diversos tipos de información. El centro de polémica estaba instalado en los conflictos entre los Estados de la Europa Central contra los turcos. Viena, Cracovia , Bresalú, Roma, Bolonia y Génova eran centros a los que los venecianos se debían desplazar por mar. Lyon era el centro por el que se informaba de lo acontecido a Francia y a España. Según un contemporáneo de la época, Bücher decía que estas fuentes eran indicios históricos críticos pero que, no contenían apariencias políticas sino quejas, anhelos y esperanzas. No obstante, mediante la Reforma también se tocaron otros temas como predicaciones políticas, anunciaciones de milagros, temblores de tierras, lluvias de sangre y otros fenómenos que no hacía más que confirmar la ignorancia de la época 1.
1 Los despachos de la diplomacia pontificia en España. I, 19. Hinojosa
En Alemania la conversión del periodismo en un oficio fue el principio de una organización perfectamente adaptada a las circunstancias ya que coincidió con el establecimiento del emperador Maximiliano y la unión por éste de Viena y los Países Bajos austríacos. Por otra parte, los periódicos se fijarían más en acontecimientos económicos que políticos. Los miembros que hacían posible la publicación de esos periódicos eran funcionarios de Estado, miembros del Consejo, secretarios municipales, grandes mercaderes, dueños de mensajerías, dueños de la posta imperial, todos ellos servían, en ocasiones de redactores o de corresponsales. Aunque con el tiempo, todos estos individuos se convirtieron de agentes voluntarios a agentes pagados puestos al servicio de los príncipes, con remuneración fija y la obligación de enviar noticias. El periódico de aquél momento, difería al que hoy conocemos. Se trata de un periodismo que buscaba noticias en orden circunstancial, siempre con la intención de hacer comprender al lector las noticias de carácter más general. Las noticias locales hacían referencia a lo que acontecía en cada ciudad y eran más de tipo económico que político, sin embargo, las noticias que llegaban desde el centro, Amberes, traían noticias internacionales que eran más bien políticas que no mercantiles.
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Según el sabio alemán Steinhausen, las relaciones comerciales englobaban un mundo de información. Las grandes casas comerciales como las de los Welser o la de los Függer, en las que se daban noticias no solo de varias partes de Europa sino también de Asia y América. A estas noticias se las conoce como “ O rdinari Zeittungen ” , en ocasiones con suplementos denominados “ E xtraordinari Zeittungen ” . Eran periódicos escritos manualmente y recibían diversos nombres como “ N ovelles a la main ” en Francia, “ N ews letters ” en Inglaterra. Hay cierta polémica entre ingleses y holandeses por ser los primeros en publicar periódicos. El conflicto parte de la guerra entre Felipe II e Isabel de Inglaterra, momento en el que en Inglaterra se publicaban muchos papeles sueltos y hojas volantes, que con el título de “ N ews ” contenían la relación de los sucesos más notables del reino. Sin embargo, dicen muchos ingleses que se traducían en Holanda, lo que aprovecharon éstos para afirmar su prioridad periodística sobre la Gran Bretaña. Por otra parte, como curiosidad haré mención a los periódicos hablados o contados que se daban en París durante los s. XVI y XVII, y las publicaciones de “ novellistes” que debido a su popularidad fueron objeto de sangrientas burlas de los escritores satíricos. Estos noticieros serían protegidos por Mazarino quien pagaba 10 libras mensuales a los que le diesen noticias pero, que pasó a ser perseguido por el gobierno aunque duró hasta el s. XVIII. En Austria el gobierno hacía del periódico una evidencia de que tenía cosas secretas y que se permitían criticar, negocios públicos de cuando en cuando. Lo mismo ocurría en Holanda, donde se publicaba sobre acontecimientos importantes así como noticias de índole más íntima. En Francia, en los tiempos de la Fronda 1 los periódicos fueron un arma de la que se valieron los partidos políticos para desacreditarse unos a otros, llegando a irritar al propio Luís XIV por los ataques dirigidos contra su persona. Los “ novellistes ” no eran hostiles hacia el monarca, mientras que los “ gacetilleros” holandeses no hacían más que dirigir sus palabras contra su corte. Los otros periódicos se dedicaban a dar noticias variadas “ f aitdivers ” . En París este tipo de noticias eran contadas en los jardines públicos, chismes y curiosidades de la Corte, eran contadas alrededor de un grupo de curiosos de un modo más libre que el que les permitía hacerlo en hojas impresas. En algunos casos se inventaban tratados y deposiciones de ministros o restaurando monarcas. Es a estos, a los que se les debe la formación de un periodismo sintético 2. En Inglaterra las “ N ews letters ” , que se dirigían al pueblo de la nobleza rural con noticias de la capital de la Corte permanecieron también hasta muy avanzado el s. XVIII. 7
Antes de que surgiera la imprenta, la edición de los periódicos era manual. La impresión surgiría más o menos en todos los países civilizados por igual y el hecho que motivó a que los periódicos se editasen regularmente no fue por la censura, sino más bien por el aumento de público que adquiría ejemplares. Según Bücher, el periódico manuscrito precedía al impreso como se demuestra en las recientes colonias ocupadas por habitantes de países civilizados y con ediciones impresas. EUA a comienzos del s. XVIII tenía un tipo de publicación manual y Australia igualmente durante 1830. En el s. XV se daban ciertos impresos en Alemania que eran una hojas en las que se publicaban especulaciones por parte del editor y eran conocidas como “ E inblattdruche” que se vendían en ferias y mercados. Estas hojas impresas permanecieron hasta el s. XVIII, a pesar de que casi desaparecieron con la aparición de los periódicos impresos. Los “ Einblattdruche ” no llevaron título hasta 1505, en que apareció la primera con el título de Zeitung entre otros. Estas hojas aparecieron numeradas a finales del s.XVI, aunque esto no fuese un síntoma de regularidad. En cualquier caso estas hojas volantes, prepararon el camino a la gaceta impresa.
1 Fuensanta del Valle. Historia del periodismo político. 2 Según Bordeaux, los
“ n o vellistes ”
f ueron los verdaderos fundadores de la prensa francesa, y
algunos periódicos, entre ellos el Journal des Débats, nacieron en el jardín de Luxemburgo, en un corro de reporters, honrado de cuando en cuando con la presencia de Voltaire, de Diderot y de Rousseau. Les origines du journalisme (en Le Correspondant de10 de Noviembre de 1904).
Los primeros periódicos impresos comenzaron en el s. XVI, Alemania, no en vano, la patria de Guttemberg, se piensa que fue el primer país en crear el periódico. Sin embargo, según Graves fue Inglaterra, pero hay otros autores que atribuyen el mérito a los Países Bajos, como antes hemos visto. Nada más lejos de la realidad. El primer periódico inglés se publicó en 1622 y el primero en lengua francesa en 1631. Por lo tanto según Edmundo González sería Alemania el primer país en sacar a la luz un periódico. Hemos de diferenciar el concepto que tenemos de periódico de antes y el periódico que actualmente conocemos. Según Prutz las primeras publicaciones impresas se dieron en Alemania durante la primera mitad del s.XVI y eran publicaciones anuales “ postreuter ” se trataba de unas publicaciones que salían el último día del año y contenían un 8
resumen de lo más notable que había acontecido. Después fueron bianuales o relaciones semestrales “ Messerelationen ” fundadas entre 1580 y 1590 por Hitzing, aunque muchos niegan que la publicación de estas relaciones semestrales fuesen periódicos, si que coinciden con que la que tenía el nombre de “ Relation aller Historien ” era un periódico, pero se publicó en Estrasburgo a principios del s. XVII (1609 editándose semanalmente). El primer periódico cotidiano fue alemán “ L eipziger Zeitung” publicado en 1660. En 1702 aparecía en Inglaterra el “ Daily ” y en 1777 el “ Journal de París ” . Con respecto a España, el periodismo, entendido en su sentido amplio de la palabra, tuvo su origen en el s. XVI. Ferran Pérez de Guzmán, contemporáneo del s.XVI piensa que el periodismo nació en España cuando ésta era el centro del mundo porque representaba la suprema civilización. Fuensanta del Valle hace referencia a la publicación de “ R elaciones ” , “ C artas” o “ Sucesos ” publicados en Sevilla y otras ciudades, sin embargo, afirma que no se dio ningún periódico a lo largo del s. XVI, como ocurrió en el resto de Europa. Apenas nació el arte tipográfico con Guttemberg, que España comenzó a difundir y a fomentar su utilización. Fue Valencia el primer lugar español en el que se dispuso de imprenta, aunque existe un testimonio que no se sabe si es cierto de Serrano Sanz, que dice que fueron las empresas zaragozanas las primeras en disponer de imprenta. Se piensa que la primera obra impresa1 en España fue Obres o troves en laor de la Verge Maria, 1474 . En cualquier caso, antes de finalizar el s. XV, Sevilla (1475), Zaragoza y Barcelona (1477), Lérida (1479), Salamanca (1480), Zamora (1482), Toledo (1486), Murcia (1487), Monterreny (1494), Pamplona (1495), Granada, (1496), Tarragona (1498), Monasterio de Montserrat (1499), las ciudades más importantes de la España de la época contaban con imprenta.
1 Viaje literario a las iglesias de España. Vol II, 114. Padre Villanueva.
Mientras en Francia, en 1534 Francisco I prohibió la existencia de toda imprenta en parís, Isabel la Católica, en 1479 ordenó que Teodosio, impresor alemán de libros, no tuviese que pagar alcábalas, almojarifazgos ni otros impuestos por ser uno de los primeros inventores del arte de hacer libros de molde y se exponía a muchos peligros de la mar por traerlos a España. Vemos pues como los Reyes Católicos subvencionaban el arte de la lectura. En 1480 se declaraban libres de toda clase de derecho, ya fuesen aduanas o portazgos, de toda clase de libros. Tal fue su interés que costearon la publicación de “ Crónica ” de Diego Valera y de 9
la de Nebrija, que más tarde sería imitada por Zúñiga. Este interés por la cultura, España lo patentó al ser los primeros en exportar la imprenta a América, puesto que el primer libro allí publicado fue en Méjico en 1566. Por otra parte, la Iglesia española, con el Cardenal Cisneros gastó 50.000 coronas de oro, cuando imprimió la primera Biblia políglota que se conoce, además de publicar otras muchas obras científicas y religiosas. Fue Cisneros quien trajo al impresor alemán Brocar, para la edición de los brevarios mozárabes. Hizo imprimir las obras de Aristóteles, Avicena y de Tostado. 1-4) El periodismo en el s. XVII. La figura de Teofrasto Renandot, médico que comenzó a publicar en Francia las primeras gacetas en 1631. Según Pérez Guzmán 1 su figura es una leyenda, pero su obra y su persona existen. Teofrasto era un personaje que además de darle sus medicinas a los pobres, todo aquel que quería comprar o vender o saber alguna noticia que le interesase o las señas de alguna persona en París, podía pedirlas y obtenerlas a cambio de una módica retribución. Hay quien supone que ésta fue una oficina que inspiró a metodizar de un modo periódico y mediante la imprenta la publicación de noticias. En 1631 solicitaría de Richelieu la licencia que le permitiese imprimir cada semana un folleto con el rótulo de “ G azette ” . El cardenal reconoció en la prensa una posibilidad de convicción, de poder y pronto dejaría notarse su voluntad por utilizarla como método para que el pueblo le apoyase, así obtendría la garantía de la opinión pública. En 1635 el cardenal concedió la licencia otorgándole el privilegio que le permitiese perseguir a cuantos novellistes se obstinasen en competir con él.
1 Toda la afirmación de Pérez Guzmán descansa sobre estos cuatro puntales: 1-
Colocar la invención del periodismo antes de la imprenta, vale tanto como colocar el descubrimiento de América antes de Colón.
2-
La invención del periodismo de Teofrasto Renaudot es una leyenda.
3-
Sin imprenta no hay periodismo.
4-
En punto a periodismo no impreso, España tiene tanta o más razón que cualquier otra nación europea para reclamar los honores de la iniciativa, ya que, según él también España hacía inventarios mercantiles y comerciales.
* Cuando y quien fue el fundador del periodismo en España; La España Moderna de Abril de 1902.
A la muerte del cardenal Richelieu, Mazarino se haría cargo del periódico y en 1664 sería Saló, consejero del parlamento de París quien obtuvo el privilegio para publicar “ E l Journal des Savants” periódico científico. En 1672 Vise obtuvo ese privilegio para imprimir “ Mercure Galant ” . Estos periodistas que aportaron grandes historias durante el reinado de Luís XIII y Luís XIV, no hablaban en nombre 10
propio sino bajo la dirección del gobierno, o del partido con él identificado. Cualquier ataque contra los gobernantes existentes, se juzgaba como un crimen contra el Estado. Sin embargo, los gaceteros, así llamados a los que no estaban de acuerdo con ese tipo de prensa periódica, continuaron una labor de crítica hasta el estallido de la Revolución en 1789. Las gacetas impresas, que se distinguieron más por ser periódicos políticos que sociales aparecieron en el primer tercio del s. XVII. Y señalaron el punto de partida de la auténtica prensa, con su objetividad informativa, su neutralidad política, la impersonalidad de su información y de su redacción y la universalidad de sus noticias. Diarios semejantes a estas gacetas se publicaron desde tiempos inmemoriales en China, donde por orden del soberano se imprimía todos los días “ La Gaceta del Imperio ” , sin embargo, las gacetas europeas se encargaban de dar noticias de todo el mundo, aunque en muchos casos eran falsas, lo que servía para que fuesen investigadas y se ampliase más la profesionalidad del periodismo. 1
En 1671 Moliére atribuyó a la prensa el calificativo de ser el cuarto poder, como fuerza para regir el proceso entero social. En 1665 comenzaron a publicarse las gacetas literarias. Aunque estas comenzaron por tan solo anunciar las obras literarias que nacían, pronto comenzaron a aparecer los críticos literarios con sus comentarios satíricos porque lo alabable no tenía el éxito requerido 2. En Alemania el librero Carolus imprimía en este mismo s. XVII una colección periódica en 1609. Emmen, que era maestro de correos publicó una demanda contra Carolus porque perjudicaba a los “ Neue Zeitungen ” que eran los que tenían el privilegio. Por lo que los enfrentamientos entre diferentes tipos de prensa no era exclusivo de Francia. 1 Voltaire Dictonnaire philosophique (en la palabra Gazette). 2 Voltaire Dictionnaire philosophique (en la palabra Gazette). Se refiere al s. XVIII, que representan ya la decadencia del género. Dice así:<< Esas gacetas aparecieron en París el año 1723 con distintos nombres. La mayoría de ellas se escribieron únicamente para ganar dinero, y como no se adquieren ganancias elogiando a los autores, la sátira constituía ordinariamente el fondo de aquellos escritos. Por otra parte, como se ocupaban con frecuencia de personalidades odiosas, dieron pasto a la malignidad; pero l arazón y el buen gusto, que a la larga prevalecen siempre, consiguieron excitar el desprecio y hacerlas caer en el olvido>>.
En Inglaterra las “ N ews ” desde 1619 fueron publicadas por Newberry, que entonces no tenían nombre ni día fijo. Desde 1611, Butter inició el procedimiento de imprimir extendiéndose a la gran masa de la población, lo que hasta entonces sólo sabían unos pocos. Ya entonces el comentario estaba prohibido y la censura tampoco permitía la publicación de todas las noticias. 11
Con la revolución durante el reinado de Carlos I, se consiguió la abolición de la Cámara Estrellada, la que se encargaba de sostener una lucha contra los liberalistas y los folletistas quienes atacaban al gobierno. A partir de esa supresión renacería el periodismo tanto en cantidad como en calidad en Inglaterra. De este modo el dueño de “ T he Postman” y otros muchos, se vieron pronto rodeados de fama. Otro periódico importante sería “ T he britiish Marcure ” fundado en 1643 por el demócrata Marchamont Nedhan del partido demócrata (whig) y que perduraría hasta 1678. En España Barrionuevo, periodista del s. XVII nacido en Zaragoza comunicaba por cartas conocidas como “ Avisos 1” cuanto veía y le comunicaban en la Corte de Felipe IV . Las Gacetas oficiales en Suecia y Holanda fueron fundadas en 1644 y en 1656 periódicos que fueron anteriores al español 2 (1661) y a los ingleses (1665) . En España a partir de 1667 las gacetas se publicaban semanalmente saliendo a la luz todos los sábados, sin el nombre del impresor. En 1678 las editaba Villa Diego, impresor de la Real Casa. En 1680 se mandó de orden superior que no se imprimiesen ni publicasen más gacetas y toda la literatura periodística quedó reducida en España a multitud de “ Relaciones, Sumarios y Sucesos ” entre otros, que no eran más que unos inventarios de noticias sin que se sucediesen entre ellas sino que muchas carecían del lugar y 2 el año de impresión . España, por lo general, no está representada en los anales del periodismo impreso hasta el s. XVIII por una cadena de escritores. Almansa de Mendoza fue el nombre reconocido por muchos de los folicolarios y gaceteros españoles como el auténtico cronista y quien introdujo la auténtica tradición periodística española. 1 << Cada día que vengo de palacio traigo recogidas todas las novedades que hay, escribiendolas luego; con que al cabo de la semana vengo a hallarme con la carta escrita para vuestra merced, y se me pasan pocas cosas por alto...>> Colocaba noticias de tipo: Flandes está en peligro... El rey ha comprado una góndola dorada de coste 30.000 ducados... Italia se pierde... Ayer mató el rey a tres corzos... En Madrid muere la gente por ayuno forzoso... Diéronse toros y cañas en el Buen Retiro... 2 Pérez de Guzmán.
“ C a tálogo de ilustres periodistas españoles desde el s. XVII ” .
Publicado
por Frontaura en el Almanaque de <<La Ilustración>>para 1876. Hartzenbush. Periódicos de Madrid
(tabla cronologica de los incluidos en la obra permitida
por la Biblioteca Nacional en el concurso público de 1873).
Sus descubridores Gayangos y Sancho Rayón deducen de los principales hechos de su vida desde 1615 a 1626 que durante este tiempo daría comienzo el periodismo español 1. Almansa Mendoza estuvo en la Corte con el encargo de dar noticias de lo que en ella sucedía. Del 1621 las “ R elaciones ” que empezaron en el 1615, pasaron a titularse de modos diversos 2 y lo único que las faltaba para ser consideradas periódicos era un título fijo y publicarse en un 12
día determinado. La cuestión es que la mayoría de sus publicaciones no dejaban nada que desear con respecto a la de los periódicos editados a finales de siglo. Las observaciones y razocinios de Almansa de Mendoza revelan gran sutileza y talento. Por otra parte, Edmundo González, hace referencia a la para él errónea postura de Pérez de Guzmán al considerar que el periodismo auténtico es el impreso. Para Edmundo, el periodismo que floreció en el s. XVIII fue un complemento de la labor llevada a cabo en Europa durante los siglos anteriores y llama periodismo al de los más remotos orígenes, aquél que ni se valía de la imprenta ni siquiera era público. 1-5) El periodismo en el s. XVIII. La transformación de los periódicos, de simples noticieros, en soportes y guías de la opinión pública y armas manejadas por los partidos políticos, es obra genuinamente inglesa y se remonta a principios del s. XVIII. Buckley fue el primero en recordar e imprimir el primer periódico diario en Inglaterra, con el título de “ Daily Courant” . Pero quien mayor éxito obtuvo fue Addison (16721719) fundador del “ The Spectaor ” quien se puso del lado del partido “ whig ” . “ T he Spectator ” aparecía en un folio único pero era coleccionable; existen volúmenes 3 recopilatorios de dicho periódico . Según Voltaire, los franceses percibían en el tipo de prensa británica una falta de sensibilidad, ya que ellos, no contaban con la libertad con la que contaban los ingleses y para decir una cosa lo debían de adornar con mucha sutileza. “ The Spectator ” inglés era un periódico que trataba la parodia de la vida con humor, se reflejaban las costumbres, virtudes y vicios cortesanos y las ideas; como la crítica moral y literaria a un tiempo. Actualmente se publica en Londres otro “ S pectator” , como una revista sociológica y literaria. En 1725 Marivaux en Francia publicó el “ Spectatour Français” imitando al de Addison. Pero no ha surgido nunca a la vista, en el proceso de la evolución de la prensa, un periodismo tan soberanamente vasto, ni de tanto alcance moral ni social. 1 Catalina. Ensayo de una tipografía complutense. Pérez Pastor. La imprenta en Toledo. Osorio Bernard. Diccionario de periódicos españoles. Campo. Monografía de la prensa periodística de España; publicada en Los Sucesos de julio y agosto de 1868. 2 Cartas de un señor de esta corte a un amigo; De un caballero de esta corte a su amigo; Cartas de novedades políticas de la corte y avisos recibidos de otras partes; Sumario de las nuevas de la Corte. Collección que va desde el año 1615 a 1626. 3 Saldaña.
“ El espectador”
d e Ortega y Gasset (En la revista Crítica, 1916, II, IV).
El “ g rande y único fin de estas consideraciones es desterrar la ignorancia y el vicio del territorio de la Gran Bretaña” , palabras de Addison quien trataría de cumplirlas. 13
Todos sus diarios son morales; consejos a las familias, represiones a las mujeres ligeras, retratos del hombre honrado, remedios contra las pasiones, reflexiones sobre Dios, sobre la religión, sobre la vida futura, etc. Como reformador de la prensa británica fue el que hizo entrar en los procedimientos críticas de popularización, y al mismo tiempo trajo los “ e ssays” 1ensayos improvisados sobre el suceso o la discusión del día . El s. XVIII constituiría el siglo de oro en la historia del periodismo. Addison, Swift, Defoe o Jhonson son algunos de los nombres que destacarían en esta rama de las letras. Ya des de la época de los Estuardo, la libertad de prensa tuvo mucho poder, no habría ningún gobierno que osase enfrentarse contra la prensa debido a su éxito. Todo esto, sin embargo, no se logró sin grandes luchas. Las Cámaras habían llegado a expulsar de su seno a diputados por la publicación de artículos ,y se hacían persecuciones a periodistas que se atrevía a hacer juicios adversos sobre los debates parlamentarios. La prensa inglesa recurriría al apoyo de grandes 2 literatos quienes con su labor y su elevado estilo, dieron a las discusiones políticas un tono de moderación y dignidad, hasta entonces desconocido en la prensa y templado por un humorismo sano. Pero también se empleó la pasión en dosis moderadas, como recurrente a esas almas sensibles y a las que podían llegar las noticias creando una reacción. La fuerza de la represión les agoviaba, para ello utilizaron el compañerismo entre los diversos diarios que como los gremios se apoyaban los unos en los otros, de manera que aquellos periódicos que tenían privilegio, apoyaban a los que no lo tenían de forma que no podía ser censurado ninguno. Si la represión era muy grande, el pueblo en masa intervenía. En sus manifestaciones las que más importancia tenían eran, por un lado la libertad de escribir y por otro la pertinacia de las autoridades. Pero un hecho puso en cuestión la libertad de prensa: El estallido de la Revolución francesa, puso de manifiesto que el modelo de libertad no era tan controlable como se había pensado en un principio. Un miembro del partido Whig fundó la Sociedad de los Amigos de la Libertad de Prensa, a la que debieron los periódicos perseguidos su salvación. Apoyo económico y político era el que ofrecía tal sociedad al periodismo.
1 Reyes. Los “ e n sayistas”
e n el periodismo inglés del s.XVIII. (En El Sol, del 21 de febrero
1918). 2 Boilingbroke, Goldsmith, Brougham, Disraeli, Thackeray, Dickens. Historia del periodismo. Edmundo González Blanco.P: 132.
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Aquellos críticos, que normalmente conjeturan que el periodismo ya desde sus principios fue por necesidad democrático, no es del todo cierto. Si el pueblo ignora las condiciones de la realidad política, vivirá reducido a la impotencia, y gobernarán por él los que mejor informados estén acerca de esa realidad: unas veces será la iglesia, otra la monarquía, otras las oligarquías. Las diversas etapas de la prensa corresponden al despertar de diferentes capas sociales. La actividad intelectual del s. XVIII produjo un extenso grupo social que anhelaba seguir el curso de la historia de su tiempo. Influían en este deseo la curiosidad despertada por la cultura y la correlativa aspiración a invertir en la marcha de la cosa pública. El grupo estaba constituido por las zonas superiores de la burguesía y el resultado fue la creación del The Times en 1785. El fundador fue Walter el Mayor. Este diario representó el descontento general de las clases medias, ansiosas de democracia y progreso económico frente al régimen de represión. Las guerras napoleónicas motivaron el apetito de información, ya que en ellas se jugaba el destino de todos los estados europeos. Por otra parte favoreció los adelantos mecánicos que facilitaron la industria de imprimir, y por primera vez en el mundo, el 29 de noviembre de 1814 apareció The Times tirado en máquina de vapor, lo que era el medio más poderoso para aumentar la edición de un periódico 1. La prensa francesa no fue tan benebolente, según Voltaire aquellas gentes que decían lo que pensaban, que comunicaban sin trabas al público cuanto querían, que censuraban abiertamente cualquier medida tomada por el rey o sus ministros en Inglaterra, le demostró que la verdad no fue creada para permanecer oculta como un secreto en manos de hombres de mundo instruidos por esos filósofos y que sonríen con ellos de los engaños de que el pueblo es víctima, pero que al mismo tiempo, se hacen campeones de tales engaños, cuando el hacerlo entra en el interés real o aparente de su profesión o categoría social, y están dispuestos a admitir la proscripción y hasta la persecución de sus maestros, si se aventuraran a hacer público lo que piensan. Desde el momento de su vuelta a Francia, Voltaire se sintió llamado a destruir los prejuicios de todo género de que era esclava la nación. Pero esa acción liberadora de Voltaire fue escéptica y no tolerada en Francia. El Journal de París cuya publicación se inició en 1777 no le agradaba ni a los gobernantes, ni a los poderosos, ni siquiera a las gens de lettres, sino muy al contrario. Los literatos más conocidos eran los primeros en protestar contra los periódicos. La academia Francesa no podía tolerar que los periodistas y el pueblo se divirtieran a costa de los individuos que la formaban.
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Pero si el periodismo apenas existía antes de la Revolución, había, sin embargo, una opinión pública singularmente poderosa y activa, que vemos manifestarse en el s. XVIII, durante la Fronda, bajo Mazarino, y que, sumisa y dócil, bajo Luís XIV, se realzó hasta gritar durante el curso de susodicho siglo. 1 Araquistain, La prensa como fuerza social (en la Voz de Sonora, 13 de Febrero de 1914).
A partir de 1789 la opinión pública dirigió desde el Palais Royal todos los grandes movimientos revolucionarios. Nos encontramos, pues, en presencia de un hecho curiosísimo. El verdadero periodismo político de Francia se propagó oralmente por los nouvellistes. El gremio de nouvellistes, que en su nacimiento y primera evolución había sido el resultado y el reflejo de una anarquía espontánea, acabó por ser, en el s. XVIII, una anarquía organizada. Cada reunión de nouvellistes era un club al aire libre. Durante el periodo revolucionario, los periódicos políticos de Francia fueron numerosísimos y la libertad de prensa completa. Pero desde 1796, cuando Napoleón empezó a considerarse como algo más que un mero general, se estableció 1 una pugna entre el periodismo liberal y el imperial . Parece ser que Francia no tuvo otro remedio que vender la prensa liberal a Inglaterra para que desde allí se publicasen ejemplares de lo que acontecía en Francia des de su óptica liberal. Una vez publicado en Inglaterra, volvía de nuevo a Francia donde era leído por el público francés. Esto se hacía para evitar las persecuciones, ya que en Francia la prensa imperial de Napoleón era la única que estaba permitida, y esta no colaboraba, como la que tenía privilegio en Inglaterra con ese otro tipo de prensa liberal. Por tanto, se aliaron con los ingleses, potencia que, no fue batida por Napoleón. Inglés y francés fueron las lenguas maternas del periodismo en toda Europa. Por una parte el periodismo inglés aportaba el sentido de entender un tipo de prensa liberal y lo que ello significaba para la sociedad. Por la otra, el periodismo francés era el modelo de periódico político que marcaba la tipología con el resto. 2) LA ESPAÑA DEL S. XVIII. El s. XVIII es considerado como un tiempo de reformismo, que pretendía la mejora de la sociedad española. Se darían crecimientos económicos debidos a los primeros intentos de industrialización, debido al crecimiento demográfico pero también se hacen evidentes un cierto estancamiento agrícola, un comercio dependiente y una sociedad opresiva y desequilibrada. El estado de los Borbones tenía problemas administrativos e implantaba un régimen autoritario. En España se conjugó un triple proceso entre 1750 y 1790 que era la referencia de la transición del Antiguo Régimen hacia una España teóricamente más liberalizada: a)
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Crisis económica; b) tensiones en la política interior y exterior; c) radicalización de la crítica intelectual. 1 El 26 de agosto de 1796, Napoleón escribía desde Milán al Directorio doliéndose de <<cuantas cosas absurdas publicaban diariamente los periódicos de París sobre el rey de Cerdeña<<, con que perjudicaban su campaña. Y añadía: <<Quizá sería conveniente que un diario insertara un artículo desmintiendo estas falsedades ridículas>>. El 15 de julio de 1797, Napoleón escribía de nuevo el Directorio: <<El ejército recibe una gran partida de periódicos que se imprimen en París, especialmente los peores. Pero esto produce un efecto contrario al que sus autores se prometen: la indignación llega al colmo entre las tropas... Voy viendo que el club de Clichy quiere pasar sobre mi cadáver para llegar a la destrucción de la República... Hay que romper las prensas de los periódicos vendidos a Inglaterra>>.
. 2-1) La guerra de Sucesión. El advenimiento de la Casa de Borbón a la corona española en la figura de Felipe V provocó malestar en algunos sectores de la península. La monarquía española durante el reinado de Carlos II había formado parte de coaliciones antifrancesas, ya que Luís XIV había penetrado en territorio belga y lombardo. Por su parte, el archiduque Carlos(Carlos III de España) pretendía también la corona española y contaba con el respaldo de las potencias formantes de la Alianza de la Haya (1701): Holanda, Austria e Inglaterra, a los que posteriormente se unieron Portugal y Saboya. Felipe V perdía el Milanesado y Bélgica como consecuencia de las derrotas francesas en Ramillies y Turín. Más tarde perdería Nápoles y Cerdeña, pero conservó Sicilia. En 1709, el archiduque Carlos III era nombrado rey de España por el papa Clemente XI. Pero la situación se agravó cuando Austria por su parte, con la muerte del emperador José I convertía a su hermano el archiduque Carlos (Carlos VI) en emperador quien decidió retirar del conflicto a Inglaterra. Inglaterra y Holanda, firmaron la paz con Francia y España (1713) en Utrecht. No sería hasta 1714 que el emperador Carlos no firmó la paz con Francia, así lo hizo también Portugal en 1715. Los tratados de Utrecht y Rattstadt significaron el fin del Imperio español en Europa. En el interior de la Península, la guerra de Sucesión representó conflicto entre los seguidores de Felipe V de Borbón y los partidarios de Carlos de Austria. Estas divergencias quedaron plasmadas en dos grandes bloques contrapuestos: Castilla y Aragón. Pero en el interior de ambas comunidades también se daban enfrentamientos entre felipistas y austracistas, en Aragón por ejemplo se divisaba el bando de los Botiflers que eran felipistas, y que era el minoritario, mientras que, en Castilla el grupo minoritario era el de los austracistas. El modelo francés se medía en un sistema absolutista monárquico que significaba una disminución de los poderes de los aristócratas. Las instituciones que funcionaron con cierta agilidad durante el s. XVII, tales como el Consejo de Estado, encabezado por la aristocracia quedó totalmente al 17
margen, siendo el despacho del rey el lugar óptimo para tomar decisiones estatales. El problema francés estaría más arraigado en la Corona de Aragón. En primer lugar porque la continua presión de Francia contra la economía mercantil aragonesa, produjo descontento general, ya que se prohibió comerciar con Inglaterra y con Holanda, que eran potencias comerciales en los sectores textiles. Por otra parte la prepotencia del virrey de Felipe V frente a las instituciones catalanas como el Consejo de Ciento, la Generalitat o el Brazo militar, que quedaron totalmente anuladas. Finalmente, la propaganda austracista provocó una reacción del campesinado a su favor. Su campaña se basaba en la abolición de los derechos señoriales si se unían a su causa. En 1701- 1702 Felipe V convocó cortes en Cataluña donde fue reconocido como monarca legítimo. En 1705 el archiduque entraba en Valencia y prometió exención de impuestos. En 1706, Felipe V intentaba entrar en Barcelona pero el avance de los aliados hacia Madrid, desde Portugal donde Carlos III aguardaba su oportunidad de recobrar el país y el rechazo de la sociedad en este sector de la Península hicieron inviable la intención de Felipe V de defender Barcelona. Ese mismo año 1706, Carlos de Austria fue proclamado en Zaragoza. Mallorca e Ibiza también se unieron a la causa de Carlos de Austria. Por otra parte, las tropas aliadas, fundamentalmente inglesas penetraban desde Portugal hacia Castilla, llegando a Madrid en 1706. Pero la ocupación de un ejército no católico de Castilla provocó la reacción social inmediata y se crearon auténticas guerrillas, que obligaron a los aliados a huir de Madrid, hacia Valencia, donde un grupo de felipistas les estaba esperando. El general borbónico el duque de Berwick, al frente de un ejército franco- español derrotó rápidamente a las tropas aliadas en Almansa, de modo que Valencia caería en manos borbónicas. Lo mismo ocurrió en Zaragoza y el reino de Aragón que fue rápidamente conquistado. En 1711, el archiduque sólo contaba con una pequeña parte de Cataluña y tuvo que salir de Cataluña para recibir la corona imperial en septiembre de 1711 dejando a su esposa en su lugar, Barcelona. Las tropas aliadas se reunieron en Utrecht (1713) donde, como ya se ha dicho firmaron la paz entregando a Cataluña a las tropas borbónicas. Barcelona resistió todo lo que pudo al asedio borbónico. El 11 de septiembre de 1714 la ciudad caía a manos del general Berwick. Sin embargo, las luchas prosiguieron de modo diplomático en cuestiones políticas, y en algunos casos el bandolerismo catalán de los miquelets se sublevaba contra Felipe. Hasta 1725 la paz de Viena, no permitió el retorno de los exiliados fieles a Carlos de Habsburgo. 2-2) El Sistema Administrativo.
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El gobierno central hizo una serie de cambios como las secretarias de Estado que tendrían que convivir con los antiguos sistemas de consejos. Los consejos fueron fundamentales durante los siglos anteriores, valorando sobretodo el Consejo de Estado, el más importante de los consejos. Pero con Felipe V quedaría marginado. Con el resultado de la Guerra de Sucesión se suprimirían algunos de los consejos como el de Aragón, el de Flandes y el de Italia. El consejo de Castilla sería el que extendería su jurisdicción sobre toda España. La dualidad de funciones entre consejos y secretarías, se inclinó pronto a favor de las segundas, debido a la lentitud de las primeras, pero los consejos permanecieron. Por otra parte, el Estado español siguió confiando en las juntas, muchas de las cuales procedían de la administración de los Austrias. Un tipo de juntas se ocupaba de cuestiones fiscales y sociales y otras, de cuestiones que nacían con el nuevo devenir del progreso tales como la sanidad, correos, entre otras. También las había que se ocupaban de asuntos religiosos exclusivamente. Los secretarios de Estado pasaron por un proceso de formación que se iniciaría en 1705, mediante la división de la Secretaría del Despacho Universal creada en 1621. En 1714 se crearon cuatro secretarias dedicadas a diferentes funciones: Asuntos extranjeros que recibía el nombre de Secretaría de Estado, los Secretarios de Guerra, los secretarios de Gracia y Justicia y por último los secretarios de marina y de Indias. Las funciones de hacienda fueron confiadas a un nuevo cargo creado en una nueva secretaría que sería la del superintendente. En el momento en que aparecieron, los secretarios de Estado tenían más atribuciones administrativas que políticas. Pero Patiño cambiaría esta realidad a partir de 1726, momento en que los secretarios de Estado y de despacho se convertirían en los personajes más importantes del sistema político español, reduciendo el poder de los consejos. Por otra parte, los territorios de América debían de ser administrados conjuntamente con los asuntos europeos, lo que equivalía a centralizar más la situación. En cuanto a la administración territorial se podían distinguir cierto número de tribunales en España, con unas funciones administrativas y políticas presididas por un Capitán general, figura que quedó establecida por real acuerdo, en los cuatro reinos de la corona de Aragón, tras la Nueva Planta. Es posible que estas reformas estuviesen motivadas para combatir las constantes avalanchas de bandoleros y de contrabando de la época. Este hecho provocó un reforzamiento del poder militar sobre el conjunto de la administración. La decadencia de los colegios mayores tuvo como contrapartida el ascenso de los abogados y a partir de 1783 19
de corregidores y alcaldes mayores, cuya integración en la magistratura se reguló por ley y ocuparon, a partir de 1765, la Secretaría de Justicia y las fiscalías del Consejo de Castilla. Para la promoción de un magistrado se tenía en cuenta su integración personal y familiar en el sistema de poder, el cumplimiento de las obligaciones del cargo y el carácter y nivel social. La intendencia se estableció a partir de 1711 en los territorios conquistados de la corona de Aragón o en los territorios de la corona de Castilla que contaban con fuertes contingentes de tropas. A partir de 1718, las intendencias se extendieron por toda España, pero en Castilla, sus funciones chocaban con las de los corregidores por lo tanto, en 1724 sólo se conservaron las intendencias del ejército. Los campos del intendente eran cuatro: hacienda, guerra, policía y justicia. También tenían funciones de fomento o promoción de la economía. La aparición de los intendentes contribuyó a fortalecer la división del reino en una serie de provincias. Los ilustrados y los primeros liberales criticarían duramente las irregularidades de la división territorial. Con respecto a la administración local, los corregidores eran los que tomaban cartas en el asunto. Tenían una doble función, en primer lugar, presidían el Ayuntamiento de la ciudad y, a la vez tenían la autoridad sobre el conjunto de poblaciones que estaban bajo la jurisdicción del corregidor pero no tenían autoridad sobre el municipio. En los municipios, el poder se hallaba en los regidores, cuyo número variaba según la zona. Las principales ciudades de la corona de Castilla exigían que sus regidores tuvieran privilegio de nobleza. El sistema municipal castellano fue establecido también en la corona de Aragón a partir de Nueva Planta. Este sistema suponía el nombramiento de todos los magistrados municipales por las autoridades superiores, regidores vitalicios y nobles en las cabezas de los corregimientos. Para controlar a la población urbana se dividieron las grandes ciudades en cuarteles y en barrios. Los primeros eran vigilados por magistrados y los segundos, por alcaldes de barrio. En el ejército también se hicieron reformas. Durante la guerra de Sucesión, los tercios fueron sustituidos por unidades llamadas regimientos. El escalafón de los generales quedó integrado en cuatro grados: Capitán general; Teniente General; Mariscal de campo; Brigadier. El número de soldados aumentó enormemente durante todo el siglo , debido en parte a la integración a las fuerzas armadas de tropas suizas, irlandesas, italianas y belgas, conocidas como guardia valona. Los soldados por su parte, procedían de tres canales: el primero era el reclutamiento, pero al ser una fuente que 20
aportaba pocos reclutas, se decidió que uno de cada cinco hombres capacitados para integrarse en el ejército sería incorporado a filas,. Era éste el segundo orden de reclutamiento y conocido como las quintas. En último lugar, el reclutamiento forzoso a delincuentes. El ejército veterano era conocido como Milicias provincial, que constituía un ejército de reserva que podía ser utilizado en servicios de guarnición y operaciones auxiliares. La marina sería otro punto de renovación, ya que la sección naval estaba al mínimo después de la guerra. En 1714 las diferentes armadas existentes fueron unificadas en la armada real. Patiño y Ensenada establecerían los departamentos marítimos, con sus arsenales correspondientes. Los marineros y los pescadores quedaban sometidos a la posibilidad de una movilización forzosa en caso de necesidad. Hasta aquí se llegó con las reformas de la administración, con las cuales sectores como Cataluña, Valencia o País Vasco no estuvieron de acuerdo y se enfrentaron a la administración por que querían mantener sus antiguos regimenes gubernamentales, pero excepto en el caso de País Vasco, de nada les sirvió. 2-3)
La Ilustración.
La Ilustración fue la tendencia intelectual vivida en toda Europa durante el s. XVIII. Básicamente está vinculada con el pensamiento enciclopeísta francés pero eso no significa que fuese el único lugar donde la Ilstración arraigó: Alemania e Italia serían dos de los países desde donde también se tomaron influencias. España concretamente lo haría de Italia y de su vecina Francia. Uno de los objetivos de la Ilustración era la crítica del estamento clerical y de la organización eclesiástica, pero también se puede definir por su carácter científico y crítico. El intelectual rechazaba el conocimiento que no pudiese ser comprobado y fundamentaba su saber en la experimentación. Newton, Copérnico o Galileo, científicos condenados por el Santo Oficio, eran mencionados con precaución, pero tenidos muy en cuenta a la hora de tener unos patrones sistemáticos de lo que la ciencia representaba. El intelectual del s. XVIII era un conocedor de todas cuantas materias le interesaban, botánica, geografía, economía, derecho, historia, etc. Muchos eran definidos como ensayistas. Magistrados, como Jovellanos y Meléndez Valdés, vertieron sus poesías sus conceptos más radicales de crítica social, mientras que en sus tratados se mostraban moderados. Tomaría mucha relevancia el empuje que estos ilustrados le dieron al avance técnico y científico, que pretendía mejorar la producción de excedentes agrícolas. El movimiento en sí estaba ocupado por prelados, clérigos y religiosos que reivindicaban la renovación cultural y técnica del país. Por otra parte, también formaban parte del 21
movimiento los altos funcionarios, los cuales eran el nervio del movimiento, y que pertenecían a la mediana y pequeña nobleza. Otro sector que quiso participar en la Ilustración fue el ejército y la marina quienes apoyaron el desarrollo científico. Liberales, universitarios y abogados representaban la base social de la Ilustración. No podemos olvidar que un pequeño sector de las mujeres, sobretodo las aristócratas, que tuvieron un papel importante, aunque, en general, se las limitó mucho de poder tomar más importancia, debido a las fuertes estructuras patriarcales que las agobiaban. La Condesa de Benavente sería aceptada por la Sociedad de amigos de Madrid, la hija del conde de Oñate sería recibida como doctora en filosofía en la universidad de Alcalá, Josefa de Amar esposa de un magistrado que se interesó mucho por la educación de la mujer y que participaría en la Sociedad Económica de Zaragoza o, la condesa de Montijo representante de un centro cristiano preocupado por la beneficencia. Otros grandes nombres que se pueden incluir son por ejemplo las labores del padre Feijoo, gallego que difundiría la Ilustración desde su monasterio benedictino de Oviedo, el valenciano Gregorio Mayans que fue el primer representante de la Ilustración valenciana. País Vasco tendría grandes profesionales que se dedicarían a las relaciones con el extranjero así como Salamanca tuvo en la Universidad su centro intelectual, como Sevilla. A partir de 1725, Benito Jerónimo Feijoo a través de sus obras Teatro Crítico Universal y Cartas eruditas y curiosas fue un divulgador y un propagandista de la nueva ciencia newtoniana, defensor del empirismo y del espíritu crítico, fue un crítico de las teorías supersticiosas y falsos milagros, hasta tal punto que tuvo que ser protegido en la época de Fernando VI. Feijoo era un aférrimo seguidor del tipo de publicaciones francesas. Mayans era la oposición al estilo y tendencias de Feijoo. Recogía más la herencia cultural italiana, su extensa labor cultural tenía mayor densidad científica, aunque su obra no alcanzó a tantos seguidores como lo hizo Feijoo. A partir de 1750- 1760 llegaba al poder y a la cultura una nueva generación de representantes como eran Campomanes y el peruano Olavide, quien se movió por las líneas del movimiento reformista (asistencia a los pobres, reforma agraria, reforma universitaria, reforma del teatro... y caída de la Inquisición 1776-1778). Durante esa época se tuvieron en cuenta los trabajos de los fisiócratas, en aspectos de economía. Entorno a 1780 irrumpió una nueva generación. Jovellanos, Campany o Juan Pablo Forner, Valentín Foronda o Francisco Cabarrús. La radicalización social, económica, religiosa y política se agudizó durante el reinado de Carlos IV. A partir de 1790 el ambiente cultural y europeo difundía junto a los planteamientos liberales de la Revolución francesa, el apogeo del neoclasicismo y las primicias del romanticismo, sobretodo
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a través del sentimiento poético. El liberalismo iría creciendo progresivamente. Prominentes personajes ilustrados (Urquijo, Meléndez, Llorente, etc.) sirvieron a la monarquía de José Bonaparte, en quien vieron conjugarse el despliegue de grandes reformas con el mantenimiento de la fuerte autoridad. Jovellanos seguiría el bando de la resistencia, aunque nunca pensó que el liberalismo fuese a llegar tan lejos como llegó en Cádiz, con la Constitución de 1812. La mayor parte de los ilustrados del primer tercio del siglo no ponía en cuestión el orden social ni el sistema político. La Ilustración española comenzó en el plano cultural y científico, se extendió luego al nivel económico y social y por último llegó al ámbito político. La Ilustración despertó las hostilidades de quienes veían amenazadas sus concepciones del mundo, sobretodo por parte de los eclesiásticos quienes no estaban de acuerdo con esos filósofos que negaban o pretendían probar la providencia divina, refutando la existencia de Dios al no haber pruebas físicas de dicha dimensión. Los canales de difusión de la cultura fueron varios. Pero antes se ha de decir que la educación tuvo mucha importancia para los ilustrados, ya que era para ellos un elemento fundamental de la Reforma. El pueblo debía conocer y culturizarse como fuera. Eso llevó a una masa de vías fomentando la cultura que antepusieron en mucho, a lo que se pretendía, uniformizar al país. La reforma de la enseñanza se debió a la deficiencia que presentaba el sistema oficial. Eran las órdenes religiosas las encargadas de controlar el sistema de enseñanza. Concretamente eran los jesuitas los que impartían la enseñanza de mejor calidad en sus colegios (ya fuesen seminarios o en la Universidad de Cervera). El tipo de enseñanza que se daba entonces en la universidad era el influido por la escolástica tradicional que rechazaba los progresos científicos del s. XVII. La Ilustración estuvo al margen de ésta concepción de enseñanza. No obstante, provocar una reforma en la universidad era algo difícil debido el conservadurismo intelectual de los claustros universitarios, y su autonomía económica y política que hacía inmóviles las estructuras. El impulso para la reforma llegó cuando los jesuitas fueron expulsados del país, lo que dejó muchas vacantes en los estudios de gramática y retórica. A partir de ese momento, comenzó la reforma de la enseñanza media y superior después. La Reforma tuvo tres focos principales: Salamanca en 1771, a la que siguieron el resto, Sevilla (1769) y Valencia (1787). A pesar de la timidez de la reforma de 1771, la renovación de las universidades se incrementó a finales de siglo (1790). Por primera vez dictó un plan de estudios general y uniforme para todas las universidades españolas, sobre el modelo de Salamanca. Por otra parte, las universidades consideradas menores, fueron suprimidas.
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Las academias y sociedades económicas fueron las instituciones mediante las cuales se desarrollaría la Ilustración, ya que como hemos visto antes, la universidad propugnaba pocos cambios. Las Academias, se originaron en esas tertulias de aristócratas e intelectuales, que tomaban la influencia del academicismo francés propio del s. XVII. Se fundaron academias en Barcelona, Sevilla y Valencia tales como la Academia de la Lengua (1714), Academia de la Historia (1738) o la Academia de Bellas Artes de San Fernando (1752). En Lérida (1763) y Galicia (1765) fundaron Academias de Agricultura y en Zaragoza (1792) la Academia de medicina y ciencias. La jurisprudencia sería otra rama del academicismo. Las Sociedades Económicas pueden considerarse como una forma de academia. En estas instituciones se hallaban facetas del saber que no se recogían en las universidades. El ejército y la armada dieron pie a la organización científica de la cirugía con la fundación de los colegios de Cádiz (1748 y Barcelona (1760), pero también a la Academia de la artillería y de ingenieros, donde se estudiaba química y matemáticas, así como ciencias naturales. También dieron inicio las escuelas patrióticas. La primera cátedra de economía política de España se fundó en Zaragoza en 1785, pero la más importante fue la Sociedad de Amigos del País vascongada constituida en 1764, pero apareció en 1748. En ella se tenían contactos con enciclopedistas franceses, la lectura de libros prohibidos y el radicalismo liberal de algunos de los socios, como Valentín de Foronda o Ibañez de la Rentería, son los rasgos más característicos de esta Sociedad. En un principio, se había dicho que la burguesía no formaba parte de las Sociedades Económicas, sino que era única y exclusiva competencia de clérigos, funcionarios y en menor medida, la nobleza, ya que los principales temas a tratar eran sobre la agricultura. Sin embargo, la burguesía estimuló el progreso técnico y la reflexión económica, según se prueba en las Memorias, que publicaron periódicamente. Los libros fue un movimiento básico del intelectual. Felipe V creó la Biblioteca Real y en 1757 había unas 187 librerías repartidas en 40 ciudades. Entre las más importantes están Madrid, Valencia y Barcelona. Las obras literarias más editadas eran las de temas clásicos renacentistas que eran reeditados: autores como Luís Vives, fray Luís de León o Nebrija. A pesar de que se dieron numerosas ediciones de libros, la censura impedía que se tratasen temas que pudiesen ser nocivos para la religión. Pero no sólo se trataba de la Inquisición como arma de censura contra el pensamiento ilustrado sino que encontramos otras instituciones como el propio Consejo de Castilla y la jurisdicción que tenía al respecto el Juez de imprentas. Cualquier tipo de tema que representase divergencias religiosas, no sólo en España sino también en Francia o Italia, podrían ser censurados. La enciclopedia estaba 24
prohibida, como también la Encyclopedie Methodique por tener un artículo ofensivo contra España. Estuvieron prohibidos unos 500 artículos franceses que incluían todos los grandes autores del s. XVIII. A pesar de esas restricciones, los lectores tenían medios suficientes para burlar esa censura, entre los que destaca el traducir obras sin incluir el nombre del autor. La Inquisición misma concedía licencias para leer libros prohibidos, bajo el objetivo de que así se podrían analizar mejor y más profundamente. 3) ESQUEMA Y DESARROLLO . El desarrollo de la prensa bajo todo este marco institucional, político y cultural fue un fenómeno característico del s. XVIII. Se dieron más de 781 publicaciones registradas de las que la mitad eran conocidas con el nombre de pronósticos, los cuales no se ocupaban de aportar grandes dosis de intelectualidad. La prensa española tuvo un escaso respaldo social, el público lector era muy limitado, y la prensa que se encontraba entonces respondía más a artículos de opinión que de información. El periodismo tuvo una importante influencia de Mariano José Nipho quien publicó El Pensador de 1762 a 1767, la primera revista de crítica social, de carácter moderado. A partir de 1780 se daría una expansión del periodismo plasmado en El Censor (1781), dirigido por Luís Cañuelo, de fuerte matiz crítico, que le valió algunos problemas con la Inquisición. Otras publicaciones fueron: El espíritu de los mejores diarios y el Semanario Erudito de Valladares de Sotomayor, Diario Pinciano de Valladolid (1787) el Diario de Valencia (1790)y el Diario de Barcelona (1792). Como consecuencia de la Revolución francesa, entre 1791 y 1792, se radicalizarían las medidas de censura, estando únicamente permitidos aquellos periódicos que se acercasen más al pensamiento político del gobierno. A finales del siglo nacieron El Correo mercantil de España y sus Indias (1795) y el Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los párrocos (1797), ambos de tendencias económicas. 3-1) El periodismo español en el s. XVIII. La España de principios de siglo XIX se distinguía por tener dos tendencias, las cuales eran consecuencia del siglo anterior, el XVIII. Las dos tendencias españolas eran por un lado la tradicionalista y por el otro, la revolucionaria. En cuanto a la tradicionalista era la tendencia más afrancesada y vinculada a la dinastía borbónica, con una imitación servil de gustos, costumbres y maneras de las Cortes de Versalles, con un afán captativo en nuestra intelectualidad, de nuestra aristocracia y hasta de nuestro clero por parte de la Ilustración francesa y bajo la dirección político administrativa de Felipe V; con la 1 bien patentes en la adopción del Regalismo y el Janseísmo expulsión de la Compañía de Jesús y con la siembra del enciclopeismo. 25
1 El Regalismo es un término que se ha empleado en general para designar a los reyes absolutos durante los siglos XVII y XVIII que defendían el poder de la corona sobre la Iglesia, al igual que el Janseísmo. El Regalismo se dio más concretamente en España y se basaba en el control de las instituciones religiosas por parte de la corona, especialmente de la Inquisición y de la función de desamortización y de mano muerta. El Janseísmo se manifestaría más en Francia durante los siglos XVII y XVIII. La discusión se inició en el s. XVI sobre las tesis de San Agustín, cuando los teólogos definían que Dios era quien predeterminaba la salvación o la condena de los hombres, mientras que los jesuitas creían que el hombre tenía más intervención la libre voluntad del hombre en cuanto a su salvación. Esta última tendencia fue denominada janseísta
cuando Jansenio redactó Agustinus, que hace
referencia a las proposiciones de San Agustín, las cuales fueron interpretadas por el cardenal Richelieu de querer restringir y negar el libre albedrío. Teniendo en cuenta que la Francia de la época era protestante Jansenio y su obra, así como los jesuitas fueron condenados.
Aranda, Esquilache, Campomanes, Cabarrús pertenecían a la Masonería de obediencia francesa a pesar de pertenecer al campo administrativo anticlerical de Carlos III. La España revolucionaria, tras una guerra de independencia se dio un proceso revolucionario que desangraría a España debido a un conjunto de luchas intestinas. Pero en todo proceso revolucionario intervienen diversos factores que mueven pasiones que llevan a la acción. La prensa fue uno de ellos. En la convocatoria de 1789, de los Estados generales en Francia, se expandieron las influencias tanto enciclopeistas como revolucionarias en todas las Cortes europeas. Madrid, por su parte, comprendió dos cosas: La fuerza contagiosa de los acontecimientos de París y la posibilidad de ese contagio a través de una prensa, a la que había que poner frenos. En 1788, Carlos III había dictado una real orden por la cual se debía de impartir una legislación de prensa. Los impresos de prensa, se debían de presentar a un Juez de imprentas, quien firmaría autorizando o no la licencia para su impresión; acto seguido, los escritos eran para los censores, quienes se cuidaban del tipo de lenguaje empleado y de las expresiones, con tal de, que no denigren ni a personas ni a proyectos políticos ni a espectáculos. Los censores, tampoco permitían que se tratasen asuntos resueltos por su majestad, o por los tribunales respectivos, pues de lo contrario, serían responsables el autor y los censores. Hecha la impresión del `periódico, se devolverá el original, con un ejemplar impreso, al Juzgado de Imprentas, para que puedan verificar los cambios pertinentes realizados sobre el original. Los Diarios Afrancesados. A lo largo del s. XVIII, el periodismo arraigó en Europa definitivamente, solo que los periódicos tenían una difusión muy escasa, sin embargo, progresivamente y debido al siglo analista y crítico que se vivía en el XVIII, el periodismo fue descubriéndose como un detonante ideológico. El diario francés Journal de Savants lo discutía todo, refugiándose en la literatura o en la ciencia. En España el periodismo que
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dominaba era más narrativo, ya que explicaba los acontecimientos que sucedían a lo largo del día. Vemos pues, como en España coexistían dos tipos de periodismo: El Gacetismo popular y noticioso; El Diarismo literario aristocratizante y afrancesado. Este era academicista, retórico, cientificista y crítico que se acoge a los grandes principios de la tradición patria y a las tendencias enciclopeistas. El diarismo se inició con el “ Diario histórico, político- canónico y moral ” siendo el primer periódico que se publicó en Madrid después e la “ Relación ” o “ Gaceta ” que apareció en 1661. El autor de dicho periódico fue Fray José Albarez de la Fuente, predicador general de la orden. Esta publicación era una enciclopedia, en ala que trataba temas sobre los egipcios, los hebreos, los ingleses, etc. A lo largo de 600 páginas, dedica 20 al relato de acontecimientos, anécdotas, comentarios, religión, moral, sucesos sangrientos...Este era un diario mensual. En 1734 comenzaría a publicarse el primer periódico científico, que tenía el nombre de “ Efemérides Barométricomédicas matritenses ” , el más antiguo periódico científico español con traducciones de textos de París y recensiones de libros extranjeros. Se trata de breves apuntes para la historia del periodismo médico y farmacéutico en España. Era un periódico mensual que constaba de 4 a 8 páginas. Su director fue Francisco Fernández Navarrete. Se dejaría de publicar en 1747. El diario de los literatos con cercanas influencias del “ J ournal des Savants ” fue “ Memorias eruditas para la crítica de Artes y Ciencias ” fundado en 1736 por Juan Martínez de Salafranca. Fue una publicación imitativa de sus referentes franceses, aunque tuvo poco éxito, sirvió en España para introducir la temática en la clase jornalista, al publicar artículos de arte escritos en español. En el “ Diario de los Literatos de España ” se comentaban fundamentalmente las obras de los autores españoles. Se comenzó a publicar en 1737. Según Menéndez Pelayo, este diario suscitó el espíritu crítico en diversos sentidos durante el reinado de Felipe V. Los fundadores fueron Francisco Manuel de la Huerta, Leopoldo Jerónimo Puig y don Juan Martínez de la Salafranca. Felipe V puso a este diario bajo su protección oficial colaborando muchos escritores, entre ellos el humanista Juan Iriarte y el satírico José Gerardo de Hervás “ J orge Pitillas” . Se dejaría de publicar en 1742. En 1738 se fundó el “ M ercurio de España ” por el gaditano Salvador José Mañér, quien por estar acorde con las ideas francesas se tuvo que cambiar el nombre por monsieur Le Margne.
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El periódico comenzó saliendo mensualmente en 1759, y en 1804 pasó a ser quincenal, en este momento, el periódico se llamaría “ Mercurio histórico y político” . En él se publicaban cosas referentes al estado de la Europa del momento, lo que ocurría en todas las cortes y los intereses de los príncipes. Estas notícias Mañer las obtenía de la traducción que hacía del “ Mercurio de la Haya ” . Por otra parte, Mañer criticaría el tipo de teatro que hacía Feijóo (teatro crítico), lo que le hundió, ya que el padre Feijóo era muy querido por la sociedad en general. No obstante, Felipe V le concederá el privilegio a la revista. La revista contó con grandes escritores como, Tomas Iriarte (1773), José Clavijo Fajardo (1799) o Nicasio Alberez Cienfuegos. Hasta aquí llegaron las tendencias periodísticas afrancesadas. En cuanto a la tendencia liberal se dieron otros diarios, no tan vinculados a la influencia francesa ni bajo la tutela de Felipe V sino más cercanos al periodismo inglés y holandés, aunque eso no excluye la inclusión de información de otros países, sino que se hace referencia a una tipología periodística de tradición anglosajona. Francisco Sebastian Manuel Mariano Nipho y Cagigal, nacido en 1719 en Alcañiz, fue uno de los periodistas más importantes de todos los tiempos. Además de trabajar en todos los géneros, innovó en todos los aspectos: a él se debe la fundación del primer diario en España y creó y redactó más de 20 papeles periódicos diferentes entre sí. Empezó escribiendo en “ La Estafeta de Londres ” donde declara que la función primordial del periodista era la educadora. Para Nipho el libro en sí, no estaba al alcance de la sociedad en toda su amplitud, a pesar de existir popularización de la cultura. Por eso era necesario el periódico, por ello sus periódicos, exceptuando dos, eran noticiosos, críticos eruditos pero buscando cauces divulgadores. Al tener varías publicaciones periódicas, Nipho se vio obligado a utilizar sobrenombres como el de Mariano de la Giga, Antonio Ruíz de Uribe, Joseph de la Serna, etc. Sus publicaciones más importantes son: “ C axón de Sastre ” : Conjunto de cosas graciosas y modestas para ahuyentar el ocio. A partir de 1761 serían novelas cortas de autores españoles. Se introdujeron dos novedades: - Fue el primer periódico no oficial en España que utilizó el correo. - Fue el primero en autorizar suscriptores. “ E l murmurador imparcial ” : Fue publicado sin perioricidad fija a lo largo de 1761. Fue editado con propósitos moralizantes y al estilo satírico, la crítica literaria, social y de costumbres. “ L a Estafeta de Londres” : Comenzaría en 1762. Se trata de un periódico político, con preocupación por los
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temas económico sociales y tenía como lema: <<El que todos los pueblos debían de fijarse en sus vecinos para mejorar>>. “ C orreo General, histórico, literario y económico de la Europa ” : Contiene memorias útiles sobre las ciencias, la agricultura, las artes y comercio con Francia, holanda, Alemania y demás reinos. Era un periódico semanal hasta 1763. “ D iario Extranjero ” : Se publicó en 1763. En él se daban referencias de las obras científicas, filosóficas, económicas, publicadas en Francia, así como, las obras teatrales estrenadas en España. “ E l novelero de los Estrados y tertulias ” y “ Diario Universal de las bagatelas ” : Se iniciaron en 1764. Fue una interesante publicación de literatura, en la que se dieron a conocer novelas españolas y extranjeras. “ E l bufón de la Corte ” : Semanario satírico en el que se publicó a partir de 1767 crítica social, irónica y amarga, con estilo a veces chispeante y gracioso hasta desvergonzado y otras veces, duramente fustigador de ideas corrosivas, que desnaturalizaban el espíritu español. Hacía constantes alusiones a pseudo filósofos enciclopeistas. “ Correo General de España ” y “ N oticias importantes de agricultura, artes, manufacturas, comercio, industria y ciencias ” : Aparecía semanalmente desde 1770. Resultó tan útil que la Real Junta de Comercio lo puso bajo protección. No tuvo mucho éxito ya que la poca capacidad de difusión de entonces, así como a la afición a la lectura no lo permitieron.
El “ Censor ” y el “ Pensador ” eran dos semanarios que tomaron fuertes influencias afrancesadas en sus inicios, pero luego fueron decantándose a temas más revolucionarios. “ El pensador ” fue un periódico nacido en la década de los setenta por la mano de José Clavijo y Fajardo, que utilizaba el pseudónimo de Joseph Albarez y Valladares, para firmar las primeras ediciones. Se trataba de un periódico canario que disfrutó del favor personal de Carlos III. Clavijo y Fajardo introdujeron en España el moralismo a la manera inglesa. Hicieron una especie de críticas correctivas de las costumbres que entendían como viciosas: los cortejos de las damas, las tertulias, la educación de las jóvenes, los bailes, la vida ociosa etc. De la influencia afrancesada tomaron dos temas principales: la fiesta de los toros y el teatro sacramental, ambos fueron fuertemente criticados. “ El Censor” comenzó a publicarse en Madrid en 1781 introduciendo en España las ideas del enciclopeismo preparatorias para la revolución. “ El Censor ” se encarnizó en la llamada “ crítica de sacristía ” contra la superstición 29
de burlas volterianas sobre las indulgencias, las novenas y el escapulario de la Virgen del Carmen y todo tipo de prácticas devotas. Por lo tanto, se trataba de una revista burlesca, de los planteamientos afrancesados y que , según Menéndez Pelayo, el rey Carlos III era un fiel seguidor de dicha publicación. De ahí que el periódico tuviese larga vida. Sería prohibido en 1785. “ L a pensadora gaditana ” fue el primer periódico de carácter femenino y feminista español. Se publicó entre 1768 y 1770 en Madrid y Cádiz por Beatriz Cienfuegos. Trataba temas de carácter moral y relacionados con el mundo femenino como: La falsedad de los amigos en el tiempo de las desgracias. En otras cosas, “ la pensadora gaditana ” fue una reacción de doña Beatriz contra las opiniones machistas de Clavijo y Fajardo en “ e l Pensador ” , y precisa los objetivos que debía tener una mujer de la época, lo que para entonces significaba un escándalo, demasiado progreso para el género femenino. <<Alguna vez había de llegar la ocasión en que se viesen cantones sin barbas y Licurgos con basquiñas. No ha de estar siempre ceñido el don de consejo a las pelucas ni de hacer sudar las prensas los sombreros: también los mantos tienen su alma, su entendimiento y su razón. Pues qué ¿los hombres han de mandar, han de reñir, han de gobernar y corregir, y las pobrecitas mujeres engañadas con el falso teatro, que, en acabándose la comedia de la pretensión, todo se oculta, y sólo se descubre el engaño y la falsedad? No, señores míos. Hoy quiero, deponiendo el encogimiento propio de mi sexo, dar leyes, corregir abusos, reprender ridiculeces y pensar como Vuestras mercedes piensan, pues aunque atropelle nuestra única condición, que es siempre ser hipócritas de pensamientos, los he de echar a volar, para que vea el mundo una mujer que piensa con reflexión, corrige con prudencia, amonesta con madurez y critica con chiste>>. Beatriz Cienfuegos (La pensadora gaditana)
El gran número de críticos que recalleron sobre ella fueron tales que llegó a argumentar la autora en su último número que ya era inmune y que si en un principio era para ella misma miel, en esos momentos ella era para si misma vinagre y hiel. El “ D uende” fue uno de los periódicos más difundidos durante el s. XVIII: se trata de una hoja satírica, que resucitó en España la literatura clandestina y libelesca característica en el periodo de Enrique IV y que tuvo mucho éxito de 1735- a 1736. Estaba escrito en verso y en prosa con un tono crítico cómico hacia el ministro de Felipe V, José Patiño y a otros tantos personajes de la Corte. Desde su primer número, “ E l Duende” contaba con el apoyo de algunos de los más inmediatos servidores de personajes de la Corte. Se llevaron a cabo toda clase de búsquedas para encontrar al autor, mientras “ el Duende ” publicaba: <<Unas veces me remontan al Olimpo; otras me confunden al abismo, y yo me estoy muy sereno sobre la haz de la tierra>>. En tono burlesco. El autor era un portugués de nombre, Manuel Freyre de Silva, antiguo capitán que dirigió las tropas portuguesas durante la Guerra de Sucesión, para apoyar al Archiduque
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Carlos frente a Felipe V y que abandonó el ejército para tomar estado religioso como fraile carmelita con el nombre de Fray Manuel de San José. El autor fue detenido en Talavera de la Reina el 31 de mayo del 1736 y fue encarcelado en la Orden del Carmelo, pero el 17 de marzo de 1737 se fugó sin hallar ningún indicio de violencia en su celda. 4) COMENTARIO DE TEXTO. -
El periodismo diario en la España del s. XVIII.
En 1791 Carlos IV emitió un decreto mediante el cual todos los periódicos, excepto la “ Gaceta ” y “ e l Diario de Madrid ” quedaban prohibidos. Este hecho motivó a que el resto de las ciudades tratase de conseguir el privilegio que tenían ambos diarios. Los periódicos iban demostrando su enorme poder en múltiples aspectos y como lo que pretendía la prohibición era evitar el contagio de la Revolución francesa. Una vez que se aflojaron las trabas comenzaron a multiplicarse los diarios, hechos semejanza del "Diario de Madrid". Cuatro años después de la publicación del “ Diario de Madrid ” , en 1762, comenzó a publicarse el “ Diario ” en Barcelona, capitaneado por Pedro Angel de Tarazona. Sin embargo, ese mismo año dejo de publicarse. Según un artículo publicado en la revista “ D estino ” el 29 de febrero de 1964, los periódicos se vendían en las peluquerías porque, al parecer, los hombres de la época llevaban peluca, lo que les obligaba a asistir frecuentemente a este establecimiento, donde tendrían ocasión para comprar el periódico. En 1772 aparecieron en Barcelona dos diarios más: “ D iario evangélico, histórico político” . “ D iario curioso, histórico, erudito, comercial, civil y económico ” . Ambos tuvieron una corta duración debido a que la prensa diaria no se aclimató hasta la fundación del “ D iario de Barcelona ” , al que siguió el “ Diario de Valencia ” que llegó hasta 1835 siendo su nacimiento en 1790 fundado por Pascual Marín quien recibió el privilegio real del Consejo Supremo de Castilla. En aquellos momentos, este periódico tenía 440 suscriptores. Pascual María introdujo la figura del “ astuto comprador ” que se encargaba de contrastar las noticias para ver si éstas eran o no ciertas. En 1812, los dueños de la ciudad de Valencia, los franceses, tomaron la ciudad y afrancesaron el periódico, momento en que Pascual María se retiró. En Murcia se publicaría “ Diario de Murcia ” siendo el fundador Luís Santiago Vado. Se trataba de un diario
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informativo, tomando como punto de partida la historia, la poesía, la crítica, la mitología y demás disciplinas científicas. El 1 de septiembre de 1792, en Sevilla se publicó el primer diario conocido con el nombre de “ D iario histórico y político de Sevilla ” el cual estaría en circulación durante diez meses, hasta junio de 1793. Su fundador fue el Barón de la Bruére, francés expatriado por la Revolución y substituido por Carlos Elías y Delgado, quien lo redactaba. Según Manuel Aznar y Gómez de “ El periódico de Sevilla” , el Barón de la Bruére tenía un innovador sistema para obtener noticias, el cual consistía en poner buzones en determinados lugares para que los vecinos los llenasen con noticias de las que se enterasen o que les sucediese. El 22 de enero de 1797 salió a la luz el “ D iario de Zaragoza” que estaría en vigor hasta 1907. Por su pequeño tamaño, las gentes lo conocían con el nombre de “ d airico ” porque llevaba sus páginas con una información limitada. Lo más característico de este diario eran los avisos, que eran una especie de recomendaciones de a donde ir para comer bien y a buen precio, o nuevas inauguraciones de locales, entre otras cosas. -
. “ El Diario de Madrid ”
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El 1 de febrero de 1758 salió a la venta el primer diario que ha conocido España, “ E l Diario de Madrid ” . Pero no solo en España, por ejemplo en Londres se publicó un diario “ D aily Courant” en 1702, Francia lo haría en 1777 y Estados Unidos en 1784. El fundador del diario español fue Francisco Mariano Nipho, quien adoptó el nombre de Don Manuel Ruíz de Uribe y tenía como socio a Juan Antonio Lozano. Ambos obtuvieron un privilegio en 1757. El título con el que empezaron a 32
imprimir fue “ D iario noticioso, curioso- erudito y comercial, público y económico ” , a partir del cuarto número pasaría a llamarse “ Diario noticioso ” . En 1759 adoptaría el nombre de “ Diario noticioso universal ” , en 1778 “ Diario de Madrid ” , en 1825 “ Diario de Avisos de Madrid ” y en 1847 “ D iario oficial de avisos de Madrid ” , nombre con el cual se mantuvo hasta 1918, momento en que se dejó de publicar. Desde sus comienzos dispuso de imprenta propia proporcionada por Juan Antonio Lozano, a quien Nipho le vendió su parte en 1759 por diez mil reales. Aunque el periódico continuó publicando discursos morales y políticos, versos de todas clases y algunos avisos públicos sobre ofertas de trabajo o pérdidas de objetos animales. Lozano no contaba con la experiencia ni el talento de Nipho y el 31 de diciembre de 1781 el periódico dejó de aparecer. Pero no fue el fin del “ Diario de Madrid ” ya que el 1 de junio de 1786, un alemán, Don Santiago Thewin inició una segunda etapa al conseguir el privilegio a su favor. Instaló la oficina en la Puerta del Sol. El periódico era más variado y dinámico, pero costaba mucho llenar las páginas ya que, en 1790 se ofrecía la cantidad de diez reales para quien pudiese aportar un artículo o discurso sobre temas eruditos o curiosos. A la muerte de Santiago Thewin, el diario pasó a su hijo Santiago a voluntad del rey Carlos IV. El periódico cambió el nombre por “ Diario de Avisos de Madrid” título que se mantuvo hasta el 25 de abril de 1824. Era un periódico meramente dedicado a la inserción de anuncios. El diario estuvo compartido con Pedro Jiménez de Haro a cambio de una renta para los establecimientos benéficos. -
“ E l Diario de Barcelona” .
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Este diario nació con la Guerra de independencia y se adscribió a la gloriosa familia de los Brusi, por lo tanto era propiedad privada. Salió el 1 de octubre de 1792 obra del napolitano Pedro Pablo Ussón de Lapezarán, quien desde 1759 formaba parte de 33
la facción de Carlos III y contaba con una probada experiencia periodística ya que había sido redactor en el “ D iario de Madrid ” . Pedro Pablo conseguía el privilegio real en el día 6 de abril de 1792 otorgado por Carlos IV. Noticias, avisos de navíos y sus cargas y demás conducentes al comercio e industria, y a las noticias eclesiásticas, contribuían al fomento del comercio y fábricas de dicha ciudad, facilitando las salidas de manufacturas del país, pero además hacían mención a la meteorología, de la astronomía y referencias poéticas. “ El Diario de Barcelona ” transcurrió con toda normalidad hasta la penetración francesa, sobre la cual no se publicó nada, posiblemente debido a la prohibición de Carlos IV de que se publicasen toda clase de especies políticas. 5) CONCLUSIÓN. En este trabajo se ha hecho un esbozo de lo que ha significado el periodismo para la humanidad, desde sus inicios hasta el s. XVIII. No obstante, me ha sido imposible recopilar toda la información existente y, tan sólo he recogido aquello que creo era importante para llegar al objetivo final que no era otro que, introducir el tema del periodismo en todas las épocas, haciendo especial atención al periodismo del s. XVIII español. El porque de la introducción es a causa de que no podríamos entender el periodismo del s. XVIII si no se han tomado unos referentes anteriores y unos orígenes del mismo. Debido a este planteamiento, he querido también contextualizar la España del s. XVIII para que de este modo podamos observar bajo qué parámetros se movían los editores y la prensa de la época. Es imprescindible que haga mención de agradecimiento al profesorado de Historia Moderna de España y de Cataluña de la Universidad por haber logrado que el contexto de este trabajo sea comprensible, ya que sin sus explicaciones de sus respectivas materias este empeño hubiese sido mucho menos ameno. BIBLIOGRAFIA Para referirme a la historia del periodismo, ha sido básico el estudio realizado por Edmundo González Blanco, Historia del Periodismo. De donde se ha extraído la información correspondiente a todo lo referente al periodismo europeo desde sus orígenes hasta la Edad Media. En cuanto a la contextualización de la España del s. XVIII, además de la ayuda recibida por la profesora María Angeles Pérez Samper, se han tomado notas de la obra de Pere Molas Ribalta, Edad Moderna (1479- 1808). En cuanto al tema preferente, el del periodismo español durante el s. XVIII, ha sido básico el manual de Pedro Gómez Aparicio, Historia del Periodismo español. También se ha tomado referencia a los artículos de María Dolores Bosch Carrera: “ A lgunos aspectos de la educación en 34
la prensa española del s. XVIII (1755- 1775) ” , publicado en Educación e Ilustración en España. III coloquio de historia de la educación.
I N D I C E Indice temático y bibliografía; Introducción al tema del Periodismo.------------------------------Pag 1 El origen del periodismo.--------------------------Pag 2 El periodismo en la Edad Media. El periodismo en el s. XVI.-------------------------Pag 4 El periodismo en el s. XVII.-------------------------Pag 9 El periodismo en el s. XVIII.-----------------------Pag 12 La España del s. XVIII.-----------------------------------------------Pag 15 La Guerra de Sucesión.--------------------------Pag 16 El sistema administrativo.----------------------Pag 17 La Ilustración.------------------------------------Pag 19 Esquema y desarrollo.----------------------------------------------Pag 23 El periodismo español en el s. XVIII.-------------Pag 23 Comentario de Texto.-----------------------------------------------Pag 28 Conclusión y Bibliografía.-------------------------------------------Pag 31
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Antonio PĂŠrez Carmona Historia Moderna De EspaĂąa Grupo: G- 1 28- Diciembre- 2000
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