Entrevista Pablo Villa Revista Trail nยบ96
Diciembre 2020
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ENTREVISTA
PABLO VILLA “Si no ganas, al día siguiente sigue saliendo el sol ” Texto y fotografía: Quim Farrero
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Pablo Villa (León, 1988) es, ante todo, un tipo sonriente. La sonrisa es, en cierta manera, su seña de identidad. Su meteórica carrera en el mundo del trail no ha afectado en absoluto su proximidad y, sobre todo, su capacidad de relativizar los resultados. Se autodefine como constante y se toma muy en serio lo que hace, pero sin perder el mundo de vista. Apasionado del deporte, ha hecho de él su modo de vida. Para Pablo, todo gira alrededor de la actividad física, sus estudios, su profesión y su tiempo libre. Con una entrada en el mundo del trail por la puerta grande de los ultras, y consciente de que no es la mejor manera de iniciarse, él dice que es un paquete que trabaja mucho. Nosotros lo hemos visto desde todos los ángulos, desde la euforia de la victoria hasta la la decepción del momento del abandono. Y Pablo siempre ha sido un tipo cordial.
Eres un montañero precoz… Cuando era pequeño salíamos mucho al monte con mi familia. A a mí me gustaba todo. Lo que peor se me daba era escalar, a pesar de que tuve mi primer arnés con cuatro o cinco años. Mi padre había practicado también espeleología a muy alto nivel en la zona de Picos de Europa, que tiene simas de mil metros de profundidad. También me iniciaron en el barranquismo y el esquí de montaña. Un poco de todo. Lo que más me gustaba era el concepto aventura, pasarme muchas horas en el monte. Salir de una ciudad, León, el fin de semana e irse a vivaquear, por ejemplo, era fantástico. O estar por ahí mientras mi padre se metía en una cueva. La Travesera de Picos marca un antes y un después… Marca el momento en que descubro el trail o, más bien, cuando me doy cuenta de que es donde más disfruto. Fue una aventura en toda regla en la que me metí sin estar en absoluto preparado. No tenía experiencia, nunca había cor r ido de noche, ni con una mochila. Había hecho mucha montaña, incluso rutas largas, pero en otras condiciones y con otra
mentalidad. La Travesera, de hecho, tuvo como origen una apuesta de universidad. Tenía diecinueve o veinte años y un amigo me comentó sobre una carrera en Picos de Europa que atravesaba los tres macizos del tirón… y nos vinimos arriba. Nos decían que estábamos locos, que había muy poca gente preparada para eso… Éramos jovenes y el “¿A que no…?” nos pudo. Fue una experiencia brutal. Llegué sobre el cincuenta en una carrera que, creo recordar, apenas tenía un centenar de participantes por aquel entonces. Me emocioné tanto al llegar a meta, que me dije –“esto es lo tuyo”. Pero tú ya corrías… Hacía atletismo desde muy joven, Cross, medio fondo y fondo en pista, medias maratones. Me gustaba muchísimo correr, del mismo modo que me gustaba la montaña y, sobre todo, moverme rápido en ella. Vi en el trail la posibilidad de unir lo que más me hacía disfrutar. Nunca me pierdo los mítines de atletismo, y ahora mi vida gira en torno a la montaña. ¿Cuándo aparece el atletismo? Cuando empiezo en el instituto aparece, en las escuelas depor-
tivas, el atletismo. Mi hermano empieza a practicarlo. Yo en primaria no tuve la oportunidad: me tocaron los deportes más mayoritarios, fútbol y tal. Hice también karate, hasta cinturón negro 1er Dan. Me gustaba, pero no me llenaba tanto como correr o la montaña. Estando en cuarto (creo) de secundaria empecé con el atletismo un poco a remolque de mi hermano. Ya había participado en carreras populares tipo San Silvestre, sin entrenar especialmente ni nada. Era muy malo. Siempre me he tenido por un poco “paquete”. Si he llegado a un cierto nivel ha sido por constancia, y no porque haya buscado el “ser bueno”, sino porque me gusta tanto que nunca me ha costado trabajar para superarme, pero sin buscar ser un grande de esto. Soy muy competitivo, pero sobre todo lo soy conmigo. Si un día hago diez, mañana veré de hacer once. Nunca me he conformado con mi nivel, y si voy a una carrera es con mentalidad de ganar, pero no por la necesidad de demostrar nada. Me gusta mucho entrenar. Creo que mi mejor cualidad es la constancia, y a eso le sumamos que me gusta entrenar.
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¿Cuándo empiezan a producirse resultados? La primera vez que entro primero en una carrera es en el verano de 2011. Había corredores muy superiores a mí, con mucha más experiencia, sobre todo en asfalto, pero yo me movía bien en montaña y bajaba más rápido. Hasta esa fecha me dedicaba al atletismo durante la temporada y tenía a las carreras por montaña como una actividad de mantenimiento fuera de temporada en verano, y no las preparaba especialmente. Es a partir de ese año que, de cara a 2012, empecé a trabajarme más mi calendario de montaña y me planteé ir al Mont-Blanc (UTMB), y en la única carrera que me admitían era la TDS. Empecé a destacar a nivel de Castilla y León, llegué a ser Campeón de la comunidad y fui a al primer Campeonato de España absoluto, que 20
recuerdo que ganó Iván Ortiz y Miguel Heras y Tòfol Castanyer quedaron segundo y tercero - yo quedé el treinta y pico -. A nivel local iba obteniendo resultados. Llegué a la TDS muy pasado de forma, cansado mental y físicamente tras haber corrido de nuevo la Travesera de Picos. Como me lo pasaba bien me apuntaba a todo. A pesar de eso me salió una buena carrera e hice cuarto abso-
“Como me lo pasaba bien me apuntaba a todo .” luto en un año con muy mala meteo. De ahí mi nivel fue subiendo. Cada año he conseguido algún resultado interesante. En atletismo hablamos de medio fondo, pero a la montaña entras por la puerta grande…
En mis primeros ultras no estaba preparado físicamente. Fue algo bastante inconsciente. Nada que ver con lo que yo recomiendo a los atletas que entreno. Hice todo lo contrario de lo que actualmente aconsejo. Me salté lo de predicar con el ejemplo, era joven y supongo que elegía estas carreras por algo que es lo que me sigue gustando de los ultras: nunca sabes si vas a llegar a meta, por bien que estés. Es una aventura, es lo bonito de la larga distancia, te salen infinidad de problemas que tienes que aprender a gestionar. En una carrera corta vas a legar si o si, a no ser que pase alguna cosa muy extraordinaria. En un ultra, más allá de tu nivel o calidad, hay que aprender a gestionar las horas de soledad, la alimentación, la hidratación, los ritmos, entender los mensajes que te manda el cuerpo, gestionar la noche, seguir el reco-
rrido… Tengo claro que si te pierdes es tu responsabilidad. Tienes información suficiente (tracks, etc) como para solventar una cinta mal puesta o desaparecida. Yo me perdí en una de las TDS que he corrido y nunca he cargado con la culpa a la organización. Más allá de que la organización marque mejor o peor, el corredor tiene que ser autosuficiente. Toda esa capacidad de gestión influye. Más allá de la suerte que, personalmente, creo que hay que buscarla. Cuatro veces en la TDS… ¡Si! Volví en 2017, 2018 y 2019. En el 2017 me retiré en el kilómetro 50, en el Fort de la Platte - creo recordar que estabais tú y Ana Samuelsson - Ese año marcó un punto de inflexión, porque llegué muy bien preparado, me sentía muy bien, pero me atascaba en las carreras, tenía problemas de estómago, de repente me sentía sin energía… A raíz de esa TDS empecé a trabajar con una psicóloga deportiva, Elena Santos. El cambio fue radical, y no sólo a nivel deportivo. Descubrí que también me venía muy bien para gestionarme en mi día a día, incluso en cosas que no crees que te afectan pero que en realidad lo hacen. En 2018 volví a TDS y, una vez más, me quedé por el camino pero, a pesar de lo que mucha gente me decía, cuando volví en 2019 no fue para sacarme ninguna espina. No era para nada la intención. A pesar de no acabar, en 2018 me quedé muy satisfecho, aunque me retirara a 20 kilómetros de meta. Hasta ese momento hice una gran carrera, incluso a pesar de haberme perdido y me vi con nivel suficiente como para ganar una prueba como esa. Me fui muy contento a casa. Si hubiera algu-
¿Cuándo empiezas a plantearte seriamente a qué carreras vas? A partir de 2013 me planteo ir a las carreras donde estén los mejores. Transvulcania, Zegama, MontBlanc… Si me fío sólo de las carreras que me gustan, haría todos los años la Travesera de Picos y probablemente no estaría haciendo el calendario que hago ahora. A partir de ese momento, junto a mi entrenador, vamos seleccionando dónde nos interesa más ir.
na deuda, la di por zanjada en 2012. De hecho, el año pasado volví porque no tenía puntos para el UTMB. De todos modos, en 2019 salió una carrera más dura que el UTMB. En la TDS corres muchas horas por encima de los 2.000 metros, y eso me afecta. En el UTMB vas subiendo y bajando. Ultrapirineu es otra carrera en la que me siento cómodo. Fui por
“Haría todos los años la Travesera de Picos.” primera vez en 2015 y me pararon, creo que en Cortals, con un principio de hipotermia: a pesar de que hacía muy buen tiempo mi cuerpo empezó a funcionar mal. Recuerdo tener que ponerme el cortavientos en un día soleado sin que ni siquiera hiciera frío.
Tu eres entrenador, pero a ti te entrenan… En primer lugar, llevo con mi entrenador, Francisco Arcilla, desde que yo tenía unos dieciséis años. Es muy bueno y me conoce muy bien. Un entrenador, aparte de tener muchos conocimientos a nivel de fisiología etc, tiene que empatizar mucho con el deportista, somos humanos y el entrenador tiene que ser capaz de hacer un poco de psicólogo, de motivador. Eso mi entrenador lo ha hecho muy bien. Me cogió siendo un auténtico paquete y aquí estamos. Nunca habría pensado que llegaría, por ejemplo, a correr con la selección. Para otros de más nivel, tal vez no sea nada del otro mundo, pero para mí lo es. No me auto entreno porque que no sería objetivo conmigo mismo. La perspectiva que tienes de ti nunca es la de alguien que no eres tú. A menudo en un proyecto es interesante que alguien no implicado te de ese punto de vista objetivo. Háblanos de tu faceta como entrenador. Ahora mismo estoy entrenando a veintidós atletas, chicos y chicas. No quiero asumir más porque creo que no sería capaz de combinarlo correctamente con el resto de 21
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cosas que hago, entre otras la Escuela de Trail en León, que me tienen que ayudar a llevar. Ahora lo principal para mí es entrenar, sobre todo después de mi entrada en Adidas. En los próximos años tengo que centrarme en dar lo mejor a nivel de rendimiento. Entrenador y confinamiento ¿Cómo se hace? La verdad que fue difícil. Algunos de mis corredores tenían la suerte de disponer de un rodillo o una cinta. Pero otros viven en pisos pequeños que no permiten ni saltar a la comba. Trabajamos sobre tablas de ejercicios para intentar mantener. Y hice mucho hincapié en que lo que hicieran fuera para desconectar un poco. No se puede entrenar trail dentro de casa. Una vez pudimos volver a salir, yo me di cuenta de que me torcía el tobillo con mucha facilidad, incluso en el asfalto, resultado de cien días sin poder trabajar como es debido. Hasta mediados o finales de septiembre no me he vuelto a sentir realmente bien. El post confinamiento ha generado muchos retos personales. A nivel físico ¿Habrá un descenso general del nivel tras el parón? Hablando con otros compañeros vi de todo. Al principio de la pandemia había gente híper motivada, algo que creo que no es normal. Hablando con mi psicóloga, me decía que lo normal, cuando nos ha pasado lo que nos ha pasado, es que emocionalmente haya un bajón. También vi otros que, efectivamente, estaban desmotivados. Sin competiciones hay quien pierde el objetivo. Creo que todo esto pasará factura, en forma de lesiones, descenso de la motivación, etc. Esa expansión de retos se ha 22
es adaptarse a la falta de pruebas para intentar mantener el nivel. La carrera es la cita donde puedes sacar a relucir tu nivel, pero ese nivel lo tienes con carrera o sin ella. Durante estos meses hemos bajado un poco el ritmo para reiniciar ahora como si fuera un inicio de temporada. Físicamente ahora mismo me siento como en un año normal. Incluso a nivel mental estoy muy bien, con muchísimas ganas.
ido calmando, y muchos atletas ya no experimentan esa necesidad de hacer, tal vez de mostrar. Cuando todo vuelva a la normalidad veremos cuál es la factura. El cuerpo tiene unos límites, no puedes estar apretando constantemente sin un objetivo, aunque al
“No se puede entrenar trail dentro de casa.” final eso es muy personal. Cada uno tiene sus motivaciones. Yo en ningún momento he experimentado la necesidad de plantearme un reto de este tipo. Mi prioridad era adaptar mi entrenamiento a una realidad sin carreras. Durante toda mi vida deportiva he tenido una progresión ascendente y, a pesar de todo, tampoco queríamos tirar eso por la borda. La idea
Has utilizado el término “mostrar” ¿Hasta qué punto crees que es un verbo importante en la motivación de un corredor? Creo que es muy importante. En parte, lo que hacemos los corredores de alto nivel no deja de ser un espec táculo. Más allá del depor te de alto nivel , yo veo muchos atletas que tienen la necesidad de ir a las carreras para que se vea que ellos forman parte del espectáculo, que no corren para ellos mismos, y ahora que no hay carreras, algunos lo dejan porque se desmotivan. Hay un perfil que depende de las carreras. Si realmente te gusta, seguirás corriendo con carreras o sin ellas. En cualquier caso, toda opción es lícita. Todos tenemos un ego y necesitamos, poco o mucho, hacernos notar y recibir un cierto reconocimiento. Yo incluido, aunque soy consciente de haber cambiado con el tiempo; al principio había una parte importante de demostrar a mi entorno lo que podía hacer, ya no. Naturalmente, si quiero vivir de esto hay una parte de exhibición, es un peaje a pagar. Además, alrededor de las carreras se aglutina un entorno social que es importante, somos muchos los que coincidimos ahí y formamos una comunidad.
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¿RFEA? ¿FEDME? Todo esto es debido a que el trail es un deporte joven, que se está asentando. Hay muchos intereses y, al fin y al cabo, hay dinero de por medio, cada vez más. Lo que menos me gusta de todo este asunto es que algunos usen los valores del trail en relación a la montaña como su argumento diferencial. Yo no creo que eso sea totalmente cierto, siempre hay un interés económico detrás, si no no se pelearían tanto. Yo tengo ficha tanto en atletismo como en montaña desde los quince o dieciséis años y creo que la solución sería una federación independiente de trail, como en el triatlón. Pienso que es un deporte diferente que no se puede meter en el mismo cajón que, por ejemplo, la escalada o el cross. Es sólo una opinión. No se si sería la solución, pero es que, al fin y al cabo, en la federación de atletismo el trail no deja de ser un deporte secundario. Y en el caso de la federación de montaña creo que no se lo han tomado en serio de verdad hasta que no han visto que le interesaba a la de atletismo. Es normal que haya corredores que quieran ir con la RFEA, básicamente porque te puede abrir las puertas a unas ayudas que, por el momento, la FEDME no puede. Y la visión del deporte es parecida en las dos. A los que dicen que las pruebas de la federación de atletismo no son de montaña les diría que en los mundiales de Annecy la carrera fue durísima, y tanto Luís Alberto (Hernando) como yo la hicimos toda con bastones. ¿Trail olímpico? A mí me gustaría. Es a lo máximo que puede aspirar un depor te 24
ña la mayor parte de las veces v an a estar v iendo a un tipo corriendo solo veinte minutos por delante de su seguidor. El olimpismo va ligado a la televisión. Si se acaba dando vueltas a un circuito sería cross. De todos modos, estoy convencido que muchos atletas que no estarían de acuerdo con ese formato acabarían corriendo así por ir a unos Juegos Olímpicos. Creo que las ventajas superarían a las desventajas.
competitivo y que conlleva un espectáculo. Y en el trail hay espectáculo, cada vez más. Sería engañarse decir que el trail no busca eso. Ahora mismo es muy complicado, porque veo muy difícil poder retransmitir una carrera en un formato interesante. Una carrera de cuatro o cinco horas no es atractiva para el público en general. Otra cosa es que yo me lo pueda tragar, porque me apasiona, pero a cualquiera que esté
“En el trail hay espectáculo, cada vez más” viendo la tele en un bar no lo tienes todas esas horas viendo correr gente por el monte. Si que es verdad que la gente aguanta muchas horas viendo ciclismo, pero la dinámica es diferente, en monta-
Diriges una escuela de trail en León Nació hace tres años. Era algo que tenía en mente. He estudiado depor te y siempre he querido dedicarme a eso. El objetivo es ofrecer a los chavales de aquí una oportunidad que yo no tuve. Si con 5 o 6 años hubiera existido una escuela de trail hubiera sido la bomba. León tiene mucho potencial para la práctica del trail. En la misma ciudad tenemos un gran parque y a veinte minutos en coche tenemos montañas, un terreno perfecto para que niños, y no tan niños, conozcan este depor te. P r ob ablemente ge s tionar l a escuela me hubiera venido bien más adelante, porque es difícil de combinar con un entrenamiento de alto nivel, que precisa muchas horas. Me gusta la idea de abrir la puer ta a los chavales a un deporte diferente. Los primeros años costó, al fin y al cabo, aunque no nos lo parezca, el trail es un deporte pequeño. Empezamos con pocos niños, seis o siete, y este año, pese a la pandemia, ha habido como una explosión: ahora tenemos veintisiete niños, que para una ciudad de las dimensiones de León es mucho. Además, aquí nos cuestan un poco las cosas nuevas, los cambios. Esto hace
que la progresión de la escuela sea aún más meritoria. Lo que más me gusta es que chavales que vienen de los deportes clásicos, los mayoritarios, lo pasan muy bien, y los padres están encantados. Para los niños, “ir a trail” es una aventura que disfrutan mucho, incluso en un bosquecito al lado de la ciudad. También es importante para nosotros no fomentar demasiado el tema competición. vivimos en una sociedad muy basada en resultados. A mí no me gusta. Nuestra prioridad es valorar el esfuerzo, creo que es lo más importante. El resultado debería ser secundario, sobre todo en estas edades. Ya deberán rendir cuentas más adelante, pero no de chavales. Ya llegará el momento. A los más pequeños hay que fomentarles el valor del esfuerzo. Le damos especial atención a aquel al que le cuesta más. Los resultados si tienen que venir ya vendrán. Eso no quiere decir que no estaría bien organizar una liga infantil, pero con ciertas condiciones: sin categorías y con la misma recompensa para todos, del primero al último. Sin podios. ¿Cuándo te profesionalizas? Hace unos años hablábamos con Luís Alberto (Hernando) sobre el tema de la profesionalización, y él me decía que todo depende de cuánto necesites para vivir. Todo es relativo. En mi caso, mi verdadera profesionalización, es decir, el momento en que puedo vivir realmente con mi actividad puramente deportiva es esta temporada, a raíz de mi contrato con Adidas. Hace años que tengo ingresos como atleta, pero de forma muy esporádica, sobre todo acumulando premios en carreras y con algunas aportaciones de patrocinadores. Pero no
como para vivir de ello, siempre que quieras vivir como un adulto: lo que no me da para vivir, hubiera sido de lujo cuando estaba en casa de mis padres. Hay muy poca gente en el mundo del trail que pueda vivir de ello. Otra cosa es que haya gente que se entrene como si fuera profesional. ¿Cómo te condiciona el calendario tu patrocinador? En general, el calendario que yo elijo le va bien a mi patrocinador, que por un lado me deja completa libertad para elegir y por otro se preocupa de que las carreras que a ellos les interesan especialmente, acaben siendo también atractivas para mí premiándolas más. De todos modos, casi siem-
“No puedo preocuparme por si otro corredor está más fuerte” pre coincidimos. El tema del calendario no me representa ningún problema. Lo que me cuesta más es la exposición mediática, redes y tal. Esa necesidad de ser visible, pero es algo que va en el sueldo. Al principio me gustaba, que la gente te reconociera, que quisieran hacerse fotos contigo, pero al fin y al cabo forma parte de mi trabajo y lo hago encantado. De hecho, si no despertaras el interés del público, no serías tan interesante para las marcas. Por otro lado, que alguna gente del mundillo te tenga como referente también quiere decir que estás haciendo algo bien, aunque como en todo, también hay gente a la que no le gustas. También va con el sueldo. ¿Cómo gestionas la presión? Lo llevo bien porque me ayuda mi
psicóloga. Los corredores que tienen este tipo de problema y no se apoyan en un psicólogo se están equivocando. No hace falta estar, digamos mal, para ir al psicólogo. Yo fuí porque me lo recomendó mi pareja, después de haber dado vueltas a la alimentación y mil historias más. Yo soy muy abierto a este tipo de cosas y fuí. Aquí, el tema de ir al psicólogo se asocia a estar loco o algo parecido, a estar muy mal, y no es así. En otros países la gente va al psicólogo del mismo modo que van al fisioterapeuta. En cuanto a la presión, me centro sólo en lo que yo puedo controlar. Ahora tengo la oportunidad de dedicarme exclusivamente a esto durante unos años y la mejor forma de aprovecharlo es centrarme en lo que está bajo mi control, entrenar lo mejor que puedo. Y en carrera centrarme en mí, yo no puedo preocuparme por si otro corredor está más fuerte que yo, ahí no puedo hacer nada, pero si me puedo centrar en dar lo mejor de mí mismo. Si hago eso, no me puedo pedir más. Si no gano y a mi patrocinador no le gusta, ahí no puedo hacer nada. Darle a la cabeza días antes de la carrera consume una energía brutal. Es lo que me pasaba hasta 2017, días antes de la carrera ya estaba corriéndola. Al final es todo muy sencillo: centrarte en lo que controlas y tener claro que si no ganas, al día siguiente sigue saliendo el sol.
Un libro: Estrellas y tempestades, de Gaston Rebuffat Una película: La trinchera infinita, de Jon Garaño y Aitor Arregi Música: Ludovico Einaudi
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