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El salvaje este
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IMPERIO MINERAL Texto y fotografía: Néstor Bohigas
Una primera edición siempre es bienvenida y más aun recordada con cariño. La Oman by UTMB, una de las carreras fruto de la internacionalización de la prestigiosa prueba de Chamonix, sorprendió por la dureza y belleza de sus paisajes, donde la roca es ama y señora de este espacio geográfico. Omán es uno de los países más atractivos de la península arábiga, con algunos de los paisajes más agrestes, salvajes y variados. Con sus secas montañas, espectaculares cañones y vistas infinitas, Omán by UTMB es el sueño de cualquier corredor: un ultratrail a través de las montañas, aldeas, plantaciones de palmeras, cañones profundos y estrechas gargantas. El recorrido de la carrera nos lleva fuera de las rutas turísticas más transitadas, sorprendiéndonos con un entorno realmente espectacular, lo que realmente permite conocer el verdadero país… Y es que cuando escuché por primera vez que en Omán se iba a celebrar la segunda de las carreras del sello by UTMB —después de Gaoligong, China—, 34
no pude evitar pensar en el desierto, arena e interminables llanuras como las que nos tienen acostumbrados en las carreras en países con desiertos predominantes. ¡Qué equivocado estaba! Se nota que en las clases de geografía no se ahonda en la variedad de entornos y orografía que puede presentar este país de Oriente Medio más extenso que, por ejemplo, Italia. Montañas, muchas montañas, con una altura media superior a los 2000 metros y una cumbre por encima de los 3000 metros —el Djebel Shams—, jalonadas por profundos cañones e interminables valles son el terreno de juego que atraviesa esta espectacular y dura carrera que este año ha visto la luz.
Profundas gargantas y cañones deparan desniveles de infarto.
El terreno 326 corredores se dieron cita en la salida de esta primera edición, procedentes de 57 países, lo que demuestra el poder de convocatoria que tiene la marca UTMB. Les esperaban 137 kilómetros y más de 7.800 metros de desnivel positivo, cifras que por si solas ya demuestran que esta no es una carrera desértica, sino una verdadera carrera de montaña más exigente, si cabe, que el UTMB. Sobre todo porque el terreno es técnico desde el primer kilómetro hasta el último. No daremos dos pasos seguidos sin mirar al suelo, nos encontraremos incontables escalones rocosos y las piedras serán nuestro silencioso compañero durante todo el recorrido, haciéndonos añorar los cómodos senderos alpinos o pirenaicos. La agradable y fresca temperatura a la hora de la salida, las siete de la tarde, no nos puede hacer olvidar que durante el día el termómetro puede superar los 30 grados, haciendo que este acusado gradiente térmico nos obligue a escoger con detenimiento el material que usaremos.
UTMB El sello de la mejor carrera del mundo —sus datos así lo atestiguan— es garantía de una impecable organización, donde destaca como siempre la seguridad de la carrera, un servicio médico adecuado al entorno y circunstancias del recorrido, el seguimiento LiveTrail, sinónimo de excelencia, y un exquisito trato a los corredores reforzado por la amabilidad de la población local. Hay que recordar que este es el país con la cultura más abierta y tolerante de todos los países del Golf. La religión principal es el Islam, pero por ejemplo se permite la práctica pública de otras religiones, como el cristianismo, el hinduismo o el budismo. El trazado Esta primera edición destacó por su elevado número de abandonos —más del 52%—, hecho que demuestra la extrema dureza del recorrido, reforzado con que la mayoría de los corredores seguramente no estudiaron bien las informaciones ofrecidas en la 35
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Pasajes aéreos entre paredes de roca, no aptos para personas con vértigo.
web, ya que muchos se sorprendían por los acusados desniveles y el terreno altamente técnico. Destacaba el espectacular ascenso en el kilómetro 116, después de Balad Sayt, donde en tres kilómetros se ascendían 1.200 metros, y la subida al Hotel Alila, con una zona que la organización equipó con cuerdas de seguridad. A destacar la belleza del cañón de Al Mihaybis, con su descenso por el Lost Villages Trail, un escarpado camino que desciende al fondo del cañón para ascender por la otra vertiente. En cifras, 865 metros de desnivel en escasos cuatro kilómetros pasando literalmente por el fondo del barranco (ver la foto de portada de este número) y por los antiguos pueblos abandonados (foto pág. 38). La mayor parte del recorrido discurría por estrechos y pedregosos senderos, aunque a 10 kilómetros de la meta se encontraba un regalo para los sentidos: la travesía del palmeral y oasis de Misfat, así como el paso por el antiguo asentamiento, uno de los más antiguos de Omán. 36
La carrera A nivel competitivo, el americano Jason Schlarb y el hispano-suizo Diego Pazos protagonizaron una espectacular carrera, corriendo juntos y en cabeza de la prueba desde el primer kilómetro hasta cruzar la meta cogidos de la mano. En categoría femenina, la inglesa Anna-Marie Watson llegó en una excelente novena posición absoluta, sacando más de 40 minutos a la húngara Ildiko Wermescher, y una hora y media a la americana Meredith Edwards. Edición 2019 Catherine y Michel Poletti anunciaban nada más acabada la entrega de premios, que la próxima edición será más interesante, si cabe, con algunas modificaciones en el recorrido para mejorar la experiencia. Avanzaban las fechas de la segunda edición, que tendrá lugar del 28 al 30 de noviembre del 2019. omanbyutmb.com
Estrechos senderos se cuelan entre el cataclisma mineral.
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