ENTREVISTA
RUBÉN PORCAR “No iría de vacaciones a Punta Cana, pero si a ver una carrera” Texto y fotografía: Quim Farrero
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Los perfiles asociados al mundo del trail son extraordinariamente diversos. Y algunos de ellos no sólo no corren si no que ni tan siquiera hacen deporte. Pero son tan necesarios como el que más. Correr está muy bien, participar en carreras es estupendo, opinar sobre la dirección que puede o debe tomar la evolución del trail es lo normal; pero además es necesario disponer de gente competente que pueda realizar esas tareas vinculadas a cualquier deporte y que nadie suele querer hacer. Rubén es uno de esos perfiles. Alguien muy competente, trabajando junto a un equipo competente, que es ante todo, y tal como él mismo se define, “un aficionado a este deporte”. Pero no es un aficionado al uso, es un aficionado activo que trabaja en favor de una evolución positiva de un evento en concreto y del trail en general. Un perfil imprescindible.
Rubén Porcar (Vistabella del Maestrat, 1979) es un observador con criterio. Alguien a quien escuchar cuando habla. Sabe exponer sus ideas y sabe escuchar las de los demás. Es además alguien con quien reírse, directo y socarrón, siempre dispuesto a pasar un buen rato con los amigos una vez el trabajo está hecho y sólo queda la noche por delante... Penyagolosa Trails… Todo empieza porque en mi pueblo el ayuntamiento decide, antes de que se produzca este boom de las carreras por montaña, organizar una prueba espoleados por la iniciativa de Tico Cer vera, actual director de Penyagolosa Trails. Es la única carrera en la que he participado (porque hacía falta gente para “hacer bulto”). En esa primera edición, el ayuntamiento se hizo cargo de la organización. Al año siguiente, 2007 creo, nace el club de montaña de Vistabella y la organización de la carrera pasa a sus manos, pero la persona responsable, tras una edición, llega a la conclusión de que es una carga de trabajo demasiado grande y nos propone a los que estábamos en la comisión de fiestas del pueblo hacernos cargo de la prueba. Sabíamos que existía la MiM, habíamos ido alguna vez a verla y a ayudar en las asistencias a colegas que corrían. Bueno, se trataba más
que nada de aplaudirlos cuando pasaban. No teníamos ni idea de cómo se montaba una carrera, así que durante un año estuvimos en todas las que se celebran en Castellón (que son unas cuantas). Íbamos con una libreta tomando notas: veíamos que, por ejemplo, hacían una comida al final… Pues averiguábamos cuánta carne o lo que fuera necesitaban. En algún rincón, debo tener aún la libreta. Contábamos plátanos en los avituallamientos; descubrimos que los solían cortar a trozos… Cosas muy básicas que para nosotros eran entonces un misterio. Realmente no teníamos ni idea. Como yo tenía más disponibilidad que mis colegas, empecé a implicarme más para poder gestionar permisos, planes de seguridad, etc. Hicimos nosotros la carrera en Vistabella durante tres años. La carrera aún existe. Un buen día me llama Tico (Cervera) a quien yo conocía de hacía años
por temas de la Universidad Jaume I pero con quien hacía mucho que no tenía contacto. Nos reunió a Eladi Roca y a mí (no nos conocíamos todavía) para comentarnos que había elecciones en el club de la MiM, cuyo presidente era él. Quería hacer alguna cosa más, ir un poco más allá con las posibilidades organizativas del club. Nos contó que había estado en el UTMB y que tenía claro que esa era la línea a seguir si se quería avanzar. Tico veía claro que, aunque la MiM es una cosa muy tradicional, era posible innovar. Con recorridos nuevos, por ejemplo. Y así nació la CSP (Castelló-Penyagolosa): Eladi sabía que en la Diputación de Castellón estaban buscando un proyecto de promoción del turismo interior, lo cual no dejó de sorprendernos porque en ese momento en Castellón todo era sol y playa, y golf. Presentamos el proyecto y les gustó. Nos dijeron que nos apoyarían, sin especificar nada más en ese momento. Creamos la marca Penyagolosa Trails y empezamos a ir a ferias para dar a conocer la carrera. Esto fue en 2013. A lo largo de estos años, has conseguido una visión privilegiada de este mundillo… Cuando empezamos con la carre25
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ra de Vistabella nos fijamos en las carreras de ámbito similar, a nivel provincial: Marató i Mitja, M a r ató d e B o r r i o l … C u a n d o empieza el proyecto CSP, las dimensiones cambian: es un ultra y su vocación va más allá del territorio local. Por lo tanto, empezamos a ir a aprender allí donde había carreras de estas características. Conocíamos a Eduard Jornet y fuimos a la Volta a la Cerdanya; también a la Cavalls del Vent cuando aún se llamaba así. A Peñalara, al Desafío Cantabria, carreras en las que aprendimos mucho, y otras en las que aprendimos qué es lo que no hay que hacer. De hecho, el secreto principal es la afición. Nos gusta ir a las carreras, y nunca ha sido un sacrificio para nosotros. Acabas conociendo al personal y haciendo amistad con algunos. Todo lo que hacemos es a nivel de club y lo hacemos porque nos gusta y porque se ha creado un vínculo personal con la gente de la Spain Ultra Cup, con la gente de Arista, con la gente de Zegama. Luego, muchos de nuestros amigos son corredores y eso da pié al “pues ya que estás ahí”, que acaba en tareas de asistencia…. 26
Una tarea dura, difícil y de responsabilidad… A mí me gusta porque aunque no lo parezca, soy muy metódico. Cuando voy a una carrera, me he mirado el reglamento (creo que soy de los pocos que lo hacen), el recorrido, dónde están los avituallamientos, cómo se accede a ellos, hago previsiones de tráfico para los accesos y calculo accesos alternativos. Esto me garantiza poder hacer el seguimiento de la cabeza
“...el secreto principal es la afición’.” de carrera, pero si viene algún colega con un “ya que estás ahí”, pues vamos. Pero aunque en principio yo voy a ver la carrera, esto me sirve para implicarme más y vivirla desde dentro, aunque no corra. Como organizador te proporciona mucha información. Una vez ha acabado y se ha duchado, el corredor cambia el chip y todo se ve de otra forma, lo que cuenta es el aquí y ahora, ese momento en que el corredor tiene tendencia a quejarse de todo. Yo practiqué piragüismo de muy joven, pero aunque siempre me ha gustado verlo, el
deporte nunca ha sido una prioridad para mí. Mi tío era ciclista y mi padre siempre iba con la asistencia. Algo me ha quedado. Nunca he sido deportista, pero siempre he estado cerca del deporte. Soy lo que se llama un aficionado. Tanto como para pasar noches sin dormir y cubrir parte de los gastos de mi bolsillo. Yo no me iría nunca a Punta Cana de vacaciones, pero sí me iría a ver una carrera. Tengo muy buen recuerdo, por ejemplo, de lo que disfruté en el Tor des Géants asistiendo a Juanan, un amigo. Una buena asistencia, al nivel de exigencia que yo me planteo y respetando el reglamento, es un auténtico reto que ¡no se si entra incluso en el ámbito deportivo! Cuatro días prácticamente sin dormir, en los que creo que me salieron 1.200 kilómetros de coche. Disponer de un médico de confianza en casa, que conozca al corredor y a quien poder consultarle cosas a cualquier hora… Controlando qué come…. En esas carreras, el corredor puede hacer poco más que correr. Te conviertes en su cerebro, decirle cuándo hay que dormir, por ejemplo… Esto sí es una asistencia. El resto es dar una botella de agua a alguien en un lugar donde hubier as estado aplaudiendo. Creo que es la única asistencia de verdad que he hecho. Tras todos estos años, ¿cuál es, en tu opinión, la parte positiva de la evolución del trail? Todo ha cambiado mucho. Cuando yo iba a ver los avituallamientos de la MiM en 2002 o 2003, era una prueba en la que la mayor parte de la gente andaba. Las carreras eran carreras, no eventos. No había una promoción detrás, las instituciones públicas nos ignoraban… Hoy en día cualquier carrera que
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quiera llegar a algo tiene que convertirse en un evento lo cual, en mi opinión, no es nada malo. Se trata de saber vestir la carrera para que tenga más visibilidad de cara a los patrocinadores, lo que va a permitir hacer una carrera mejor, que pueda haber periodistas a los que puedas facilitar el tr abajo... Probablemente l as carreras más sencillas son más económicas, pero ahora los corredores disfrutan de una serie de cosas en las carreras que antes no tenían: médicos, por ejemplo. Eso no quiere decir que todas las carreras tengan que ser iguales, o que se reste importancia al hecho de salir sólo a disfrutar de la montaña sin ningún tipo de montaje. Cuantos más recursos tenga la carrera mejores serán los servicios. Hace falta patrocinio, apoyo de las instituciones públicas. Creo que esta es la parte positiva de la evolución. Todos tenemos miedo de que esta evolución acabe en algo que no nos guste, que cambie el espíritu del trail, pero hasta ahora yo no he visto eso. Ahora se habla del tema del olimpismo, de la posibilidad de que algún día el trail sea un deporte olímpico, pero nadie quiere que esto acabe en una carrera dando vueltas a un circuito. Pero la clave está en que nadie lo quiere. Si alguien fuera en esa línea, se quedaría solo. Y las cosas no pueden cambiar de la noche a la mañana, de golpe. De hecho, no lo están haciendo. Los mundiales de trail no son en circuito. Eso ya es significativo de algo. De momento, nada apunta que esto tenga que acabar en un cross de larga distancia. Otro tema es que haya cosas que no me gusten, como separar a los corredores de élite de los popula-
res con salidas a horas diferentes. Pero lo que sí veo es que hay un tema de capacidad: las carreras bien hechas llenan hasta un cierto cupo, porque obviamente nunca podrá haber la cantidad de participantes que tienen las carreras de asfalto. El entorno no lo permite. Esos cupos serán los que marcarán limitaciones en un campeonato del mundo, porque habrá que
“Me disgustan especialmente los guarros.” dar preferencia a los mejores, no todo el mundo tendrá plaza. Pero tal vez la voluntad de que todo el mundo pueda correr tiene que pasar por la necesidad de dividir la carrera con salidas separadas. La idea de un mundial es que, ante todo, participen las selecciones de los países. Pocos corredores y de selecciones nacionales… ¿Cómo se sostiene esto económicamente? Cuando la carrera se convierte en un evento, el importe de las inscripciones, a pesar de tener mucho peso en el presupuesto, deja de ser la partida principal. Y que participen selecciones no quiere decir que éstas no tengan que pagar una inscripción, aunque haya que llegar a un equilibrio. Como campeonato del mundo, lo que interesa es que vengan la mayor cantidad de equipos posibles. Y el apoyo institucional vendrá en la medida en que se genere impacto económico en la región. Se trata de conseguir retorno por los euros invertidos. Pero la celebración de un campeonato implica una complejidad organizativa extra que tiene un coste… Normalmente las selecciones no
son sólo deportistas, hay toda una serie de personas que forman parte también de esa selección: entrenadores, fisios, representantes federativos…. Pero eso es problema de la selección. Cada una vendrá con quien considere. No cubriremos los gastos de alojamiento de todo el mundo. Vamos a poner las cosas fáciles, porque queremos que vengan, pero eso no quiere decir barra libre. Los recursos son finitos. ¿Hay algo que no te guste en el mundillo del trail? Hay cosas que me gustan más y cosas que me gustan menos, pero sólo hay una que me disgusta especialmente: los guarros. Pero esos me molestan en cualquier entorno. El hijo de p… (Creo que no hay otra forma de llamarlo) que se come una barrita y tira el envoltorio, a pesar de que pesa menos que antes… Luego, en otro plano, están esas guerras ridículas entre las diferentes organizaciones (ISF, ITR A , FEDME, RFEA…) que quieren llevarse el gato al agua y que cada una va por su lado. Podrían sentarse y ponerse de acuerdo. Sería muy positivo. Estaría bien organizar un poco las cosas para que, en un par de carreras al año, pudiéramos establecer quiénes son los mejores. Parece que lo del campeonato del mundo va en esa dirección, pero mientras cada uno quiera tener el suyo… Ahora parece que tengas que estar a favor de una organización o a favor de otra… y creo que todas tienen cosas positivas y todas tienen mucho que mejorar. En primer lugar, la comunicación entre ellas, los atletas y los organizadores. Esto es algo que me gusta de la ITRA: su representatividad está abierta y es algo efec27
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tivo, en cambio en las federaciones eso es sólo algo teórico: sólo tienes que ver la junta directiva de cualquier federación, en las que además es rara la persona que tiene o ha tenido alguna vinculación directa con el mundo del trail. Son organizaciones a las que les cuesta mucho evolucionar, todo es muy lento. La ITRA, como organización joven, ha conseguido muchas cosas en dos o tres años. Algunas mejor otras peor, pero han demostrado la capacidad de escuchar a los corredores y
“Nos gustartía no perder el espíritu de lo que es la MiM.” rectificar cuando ha sido necesario. En el comité de la ITRA, hay representación de todos los estamentos, corredores y organizadores incluidos. Nosotros ya hace años creímos que era necesario un circuito de carreras de ultra resistencia y lo hablamos con la FEDME, que tiene gente extraordinariamente válida, como Lluís Giner, alguien que sabe estar en cualquier situación y que tiene potencial para ponerse de acuerdo con cualquiera, RFEA o quien 28
sea. Pero en ese momento, la respuesta de la FEDME fue que lo habían consultado con sus médicos y que esto era muy malo para el cuerpo humano, pero que veían muy bien que nosotros organizáramos un circuito aunque ellos no querían saber nada. De ahí salió la Spain Ultra Cup. Ellos cambiaron de opinión en un año, y fuimos Campeonato de España FEDME por dos años. Al tercero, finalmente, decidieron hacer un circuito. Pueden adaptarse, pero son organizaciones muy lentas. A pesar de todo, hay que reconocer a la FEDME el trabajo realizado durante estos años con relación al trail, cuando nadie quería saber nada. Y luego están las contradicciones entre reglamentos autonómicos y nacionales. Ni siquiera en eso se coordinan. En l a Comunidad Valenciana los corredores son categoría Máster a partir de los 49 años, creo recordar, y en la Federación Española es a partir de los 50. Es absurdo. El minimalismo no está permitido en el reglamento de la Federación Valenciana y la española lo tolera. Estaría bien que, de entrada, se entendieran entre ellos.
¿En qué medida ha cambiado la implicación de los estamentos públicos en relación al trail? En el caso de Castellón, no se quién fue exactamente el artífice del cambio que representa dejar de vender sólo turismo de sol y playa, y tomar conciencia de que las poblaciones del interior también existen, de que si quieren que la gente se quede en los pueblos, que no se vacíen, habrá que hacerles llegar, entre otras cosas, algo de ese turismo que llena la costa. Y ahí entra el turismo deportivo, de naturaleza. Nosotros estamos muy contentos con el trabajo de la Diputación de Castellón, gracias al cual trabajan en la misma dirección (y bien) poblaciones de colores políticos diversos. Ese turismo, generado en gran parte por las carreras y todo lo que conllevan, es algo tangible, algo que la gente vive en primer a persona. En muchos casos, ofrece a la población de esas zonas una forma de ganarse la vida. Y es algo que se extiende todo el año, no es sólo asunto de una fecha concreta. Mucha gente va los fines de semana a entrenar por el territorio, con familia y amigos. Es un goteo constante. En otras partes, hay ejemplos muy claros: uno es Zegama, que está en el mapa porque tiene una carrera. Y es, en cierta manera, el espejo en el que nos miramos todos. Ahí vemos lo que a todos nos gustaría tener: un pueblo volcado en una carrera que se ha convertido en un referente mundial. Aquí, sin ánimo de compar ar, estamos consiguiendo mucha implicación de la población. La gente pregunta si puede venir de voluntario con sus amigos y el que no puede o no quiere venir de voluntario, viene a animar, que es otra forma de dar soporte a la carrera.
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¿Qué le gustaría tener a Penyagolosa Trails? De entrada nos gustaría no perder el espíritu de lo que es la MiM, y creo que esto lo estamos cuidando bien. Y sin perder esto, el resto vendrá. Hace cinco años íbamos a las ferias y necesitábamos un mapa de la península para explicar a la gente dónde está Penyagolosa. Ahora, ya no. Hemos dejado de ser una carrera provincial para pasar a cubrir un ámbito nacional, y creo que estamos en el buen camino para conseguir que sea definitivamente internacional. El campeonato del mundo del próximo año será un empujón importante. Pero lo importante es haber conseguido que un pueblo, pongamos por caso Borriol, se vuelque de la manera que lo hace en la carrera, al punto que me consta que hay corredores que se emocionan cuando entran en el pueblo a la una de la mañana y ven el ambiente que hay. Y eso en un pueblo incorporado hace poco al recorrido de la prueba. Eso es lo que nos gustaría: no perder esa pasión local. El resto que pueda venir, si el trabajo se hace bien, ya vendrá. Y hay cosas a mejorar… Uno de los puntos fuertes de nuestras carreras es la llegada a Sant Joan de Penyagolosa, pero eso nos plantea muchos problemas a nivel logístico, comunicaciones, accesos… Pero eso implica un reto. Para nosotros, por ejemplo, es importantísimo que al día siguiente de la carrera Sant Joan quede incluso más limpio de lo que estaba. En un futuro próximo, queremos hacer auditar la prueba para demostrar que las cosas se hacen bien. Hoy en día hay muchos ojos puestos en las carreras por montaña, y parece que tengamos que ser nosotros causa y razón de todos los proble-
mas medioambientales del mundo. Cualquier día de buen tiempo suben a la cima del Penyagolosa centenares de personas, y nadie se plantea que eso sea un problema. Pero si se trata de una carrera… yo entiendo que una prueba organizada deba garantizar ciertas cosas, pero de ahí a llegar a prohibirlas por la razón que sea, va mucho. Nosotros vamos a poner duchas por primera vez en la llegada y toda el agua residual generada se recogerá y se llevará a la depuradora, no se verterá ni una gota en el monte. Eso es lo que debería ser, y las instituciones pertinentes deberían ocuparse de que las cosas se hagan así. Las reglamentaciones de los parques de este país son bastante absurdas. ¿Y corredores que te gustaría ver en Sant Joan de Penyagolosa? Obviamente nos encantaría, por ejemplo, tener a Kilian en una de las carreras, pero eso te lo dirá cualquier carrera y somos conscientes de que es muy difícil. Otro corredor que me gustaría ver en Penyagolosa Trails es a Luis Alber-
“El corredor decidirá dónde se siente a gusto, dónde quiere ir.” to (Hernando), y no porque es quien es sino por cómo es, un tipo excepcional. Y esa es una de las mejores recompensas, la relación que llegas a generar con algunos personajes, como por ejemplo Miguel (Caballero), que apareció por aquí hace unos años sin decir nada y pagándose él mismo la inscripción. En ese momento, pensé que algún amigo me había hecho una broma con una inscripción falsa. Otro tipo extraordinario. Esto es lo que más me
gusta de las carreras, la naturalidad de muchos de los corredores de élite. ¿Has visto alguna vez una carrera de la que puedas decir que está (o estaba) mal organizada? ¿Por qué? Creo que no hace falta que esconda nada: una carrera de la que llegué a la conclusión que no se podía sacar nada positivo fue Guadarrama Trail, que naturalmente sólo tuvo una edición. Todas las carreras tienen fallos, no existe la carrera perfecta, pero hay puntos en los que no se puede fallar: balizaje, trato al corredor, seguridad… Es un ABC. Ahí falló todo, absolutamente todo. Recuerdo a Depa (José Antonio De Pablo) de speaker y ¡dirigiendo el tráfico! La meta estaba junto a una calle que nadie pensó en cortar y Depa iba dando las entradas a los corredores entre coche y coche. ¿Crees que hay demasiadas carreras? Seguramente sí, pero el corredor decidirá dónde se siente a gusto, dónde quiere ir. Pero más que un tema de cantidad creo que se trata de un tema de calidad: si son buenas, da lo mismo las que haya. Lo que no tiene sentido es organizar una carrera en mi pueblo sólo porque el pueblo de al lado tiene una, y eso es así en muchos casos. No en todas partes se dan las condiciones.
Un libro: La Guía del Autoestopista Galáctico , de Douglas Adams Una película: El Padrino, de Francis Ford Coppola Un disco: Rock transgresivo, de Extremoduro
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