ENTREVISTA
DANIEL BROTONS “Correr se ha vuelto una droga” Texto: Eliseu T. Climen Fotografía: Quim Farrero
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En la zona alta de Barcelona, un palacete burgués sobrevive al paso del tiempo. Ajeno al bullicio del tráfico, lo que antaño fue una residencia familiar de la clase acomodada barcelonesa en búsqueda de aire limpio y distinción, hoy sus estancias las ocupa una clínica especializada en todos los ámbitos que puedan auxiliar al deportista. En su interior reina el silencio y una quietud infinita en contraste con el mundo exterior. En medio de este remanso de paz, nos recibe el doctor Daniel Brotons. Escena y personaje están hechos el uno para el otro. De esta singular simbiosis, emerge una figura sabia, de palabra tranquila y verbo comedido, de discurso estructurado y de mirada relajante como contrapunto a la enérgica actitud del deportista. Acogedor en el trato, Daniel Brotons es algo más que un médico: su sensibilidad excede los propios límites clínicos para bañar de humanidad una ciencia que muy a menudo se presenta severa y fría.
Las ha visto de todos los colores. Con tres décadas comprometido con el deporte y el alto rendimiento, Daniel Brotons (Barcelona, 1960) es de los pocos especialistas que puede hablar con perspectiva histórica. La emergencia de nuevas disciplinas, la exigencia de las ya presentes, las modas y la deriva social del momento actual han tenido consecuencias en el ámbito de la salud del deportista, que desconoce los riesgos a largo plazo de su propia actividad. A principios de los 90 del siglo pasado tu actividad médica estuvo muy vinculada con el esquí de competición. ¿Cuándo entras en el mundo de la montaña? Durante mi etapa más implicada con los deportes de invierno, visitaba también a esquiadores del Centro de Tecnificación de Esquí de Montaña de la Federación Catalana de Montaña (FEEC). Por aquel entonces, tuve mucha relación con Jordi Canals, su director, con quien tuve mucha empatía. Yo los acompañaba, les llevaba el seguimiento médico, iba con ellos a las competiciones. Es un perfil de deportista que siempre me ha gustado. Y este fue el inicio de mi trayectoría en el mundo de la montaña. Por otra parte, hubo otra persona que confió en mí en los inicios y con quien mantuve una estrecha relación. Fue Ricard Vila, entrenador, entre otros, de Quico Soler. Con Quico conecté bien y más tarde,
también traté a Agustí Roc. A partir de ese momento, la proximidad con la gente del mundo de la montaña fue cada vez más intensa. ¿A nivel personal, qué contacto mantienes con la montaña? Siempre me ha gustado, pero no he praticado deportes de montaña a nivel competitivo. He practicado bastante senderismo, raquetas y esquí de fondo. Para poder trabajar como médico de deportistas de montaña, hay que entender las especificidades de las disciplinas, sus requerimientos a nivel físico, fisiológico y ment al , y l a s condicione s ambientales en que se desarrollan estos deportes. Evidentemente. Conozco el mundo de la montaña, me ha gustado siempre el deporte individual, el fondo como concepto. Estos tres ejes son los que vertebran al tipo
de deportista de montaña y por eso tengo tanta empatía con él. Sí que he participado ocasionalmente en alguna carrera de montaña, pero de corta distancia, como la de 15 kilómetros de la Volta a la Cerdanya. Es importante conocer el entorno, desplazarte, ver cómo llegan. No basta con visitarlos únicamente en la consulta. Entre los deportistas de finales del siglo pasado y los actuales, élites o populares, se da un cambio de planteamiento tanto en el deporte en si como en la manera de enfocarlo. La esencia de este deporte y la manera intrínseca de practicarlo no han cambiado. Es gente que está acostumbrada a sacrificarse, que suele ser muy disciplinada. Pero lo que diferencia ayer de hoy es que ahora las carreras por montaña son más mediáticas, y diría que el deporte en general. Hay más espónsors y eso ha hecho que haya aumentado el ansia de competición y la competitividad. Estas nuevas circunstancias han provocado un boom, también por el hecho de tener tops mundiales en casa que hace que tengamos más próximos a los deportistas de referencia. 37
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Han surgido nuevas patologías producidas por el cambio de concepto en la actividad misma, por entrenamientos más intensos o por las distancias, manifiestamente más largas que se dan hoy. Estamos muy encima de las patologías de lesiones del cartílago de la rodilla. Por suerte, para preservarla y alargarle la vida se ha impuesto el entrenamiento cruzado, donde el volumen ya no se hace corriendo sino en bicicleta, esquí de fondo u otro deporte donde no haya impacto articular. Lo que me estoy encontrando son cartílagos deteriorados en edades donde no debería suceder. Por ejemplo, en jóvenes de 25 años existen desgastes propios de una persona de más de 50 años. Por otra parte, me encuentro con u n e xc e s o d e s o l i c i t a c i ó n y sobreentrenamiento. El sobreentrenamiento es una realidad y está causado por la fiebre de correr y los retos que la gente se impone. Hay quien participa en una carrera cada fin de semana, que puede llegar a ser un maratón. Esto da pie a tener otras lesiones, como fracturas por estrés de la tibia o temas cardíacos. Volvamos a la rodilla. El panorama que expones da pie a pensar que dentro de 15 años nos enfrentaremos a una generación artrósica. Por suerte, esta fiebre atlética ha coincidido con unas inercias enfocadas a la prevención para que estas lesiones vayan a menos. Es como si nos hubiésemos dado cuenta todos juntos de que aquí y ahora hay un sufrimiento y lo que cuenta es trabajar en la prevención. Nosotros como médicos tenemos cada vez más métodos preventivos, como infiltraciones de ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas o terapias 38
celulares. También es cierto que los resultados son muy desiguales entre pacientes. Lo que para uno sirve, otro no lo asimila. Desde el punto de vista del entrenamiento, hay que realizar una buena preparación física con protección de las articulaciones por medio del fortalecimiento de los grupos musculares implicados. ¿La técnica de carrera puede influir? Sí, muchísimo. En concreto, en gente que pasa del asfalto a la montaña. Está muy bien, pero cuando un corredor llega por primera vez a la consulta porque tiene dolor de rodilla, significa que ya existe lesión o inicio de esta. El dolor es una alerta del cuerpo. Así es. Y entonces es cuando te encuentras con una rodilla que ya sufre un desgaste, que duele, pero en cambio el paciente quiere seguir corriendo. En este caso, has de
“Hay que respetar el binomio esfuerzorecuperación” plantear alternativas más intervencionistas. No es lo mismo un condroprotector por vía oral que infiltraciones. Todo esto es muy interesante, pero el cartílago no se regenera... Aquí es donde está el tema crucial. Hoy en día se están llevando a cabo muchos estudios en base a poder desencadenar procesos de regeneración del cartílago a partir de terapias celulares. De momento, son métodos caros, todavía en proceso de ensayo clínico, aunque ya se está consiguiendo un nivel importante de respuesta.
¿Qué índice de respuesta tienen estas terapias celulares? Es muy desigual. Hoy en día no te aseguran al 100% que tu cuerpo reaccione y, además, todavía son procesos muy caros. También hay otras alternativas, como insertar un gel encima del cartílago para que reducir la fricción articular. ¿Y las prótesis? Este es el último cartucho. Actualmente, cuando se habla de prótesis de rodilla y cadera. Se habla teniendo claro que mejorarás mucho la calidad de vida. Antes hablar de prótesis significaba que tu vida deportiva había llegado a su fin. Hoy una prótesis es sinónimo de no tener dolor, de poder caminar mejor. Probablemente no puedas hacer algunas cosas, pero te permitirá seguir haciendo un porcentaje muy alto de lo que hacías antes de la lesión. Hablemos del sobreentrenamiento. ¿Puede ser causado por la fiebre del correr, por querer estar a tope durante todo el año, en todas partes y a todas horas? Eso se da sobre todo en corredores populares que no planifican la temporada. Yo siempre les digo lo mismo: hay que respetar el binomio esfuerzo-recuperación, si no el cuerpo más tarde o más temprano explotará, y lo hará en el aparato locomotor, cardiovascular o metabólico, pero por algún lugar se manifestará este exceso. Tardará un año, dos o tres, pero se manifestará. Está claro que hay gente que está muy fuerte y tiene un subidón que le lleva a presentarse a todas las carreras, desde ultras hasta la popular de su pueblo. A esta actitud hay que añadir las operaciones comerciales del turismo activo,
donde se mezclan viaje, vacaciones, deporte y turismo. Y entonces te das cuenta de que correr se ha vuelto una droga. La gente se excede y no sabe recuperar adecuadamente. Cuando se produce una sobrecarga, hay lesiones. Si sobrecargas el gemelo, este sufrirá una rotura fibrilar, pero si se trata del corazón, la sobrecarga provocará aritmias. ¿En una prueba de esfuerzo, cuáles son las principales afecciones con las que te encuentras? Antes de iniciar una prueba de esfuerzo, mantengo una conversación con el corredor para ver cuántos kilómetros realiza por semana, cuántas horas dedica al entrenamiento, cuántos años lleva entrenando, cuántos años lleva en el mundo de la montaña, y si tiene antecedentes personales o familiares, como aritmias, muer te súbita... En la prueba de esfuerzo, voy a buscar aritmias o trastornos isquémicos en atletas por debajo de los 35 años. También es muy frecuente la miocardiopatía hipertrófica, que es un aumento del grosor del miocardio. Por encima de esta edad, me centro en trastornos de carácter isquémico. También hay colesterol alto y las coronarias un poco obturadas. Por eso, entre la historia clínica y la prueba de esfuerzo ya puedes intuir patologías. He llegado a parar una prueba de esfuerzo con un paciente, llamar al cardiólogo y derivarle al deportista. A la mañana siguiente tenía colocados tres stents (Dispositivo que ayuda a corregir el estrechamiento de las arterias. NdR). El paciente no había notado nada extraño durante estos años, tan sólo que se cansaba más de la cuenta. Tenía 45 años.
Tuve otro paciente y compañero al que no le subían las pulsaciones. Algo sucedía. No suben las pulsaciones porque el músculo está cansado, pero no los grupos mus-
“Un corazón que no sube de pulsaciones es sospechoso de sobreentrenamiento” culares que reclama el esfuerzo, sino el corazón. Ante una sospecha de sobreentrenamiento, lo primero que voy a buscar son aritmias cardíacas. Un corazón que no sube de pulsaciones es sospechoso. La ultradistancia tiene un impacto en el sistema metabólico. Se trata de un enemigo invisible. Cuando me llega a la consulta alguien que corre larga distancia, siempre digo lo mismo: tú tienes una programación deportiva de la temporada, hagamos pues una programación médica, porque la
una sin la otra no funcionan. Significa controlar los temas de salud con una prueba de esfuerzo, un electrocardiograma y si hace falta una ecografia, y después un par de analíticas de seguimiento a lo largo de la temporada como prevención. Habrá que tener en cuenta la intensidad y volumen de los entrenamientos. Las anemias son frecuentes y una vez es detectada en una analítica, significa que su presencia ya se ha instaurado, entonces es más difícil de solventarla. Y al igual que la anemia, también son habituales las bajadas de defensas, los trastornos hormonales, como las disfunciones tiroideas. ¿Dónde se manifiestan más los efectos de la ultradistancia ? Especialmente, en el ámbito hormonal. El volumen de entrenamiento provoca un aumento del cortisol y hace que el cuerpo esté inflamado. También derivará en un problema de tiroides o de anemia. 39
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La recuperación. No se respetan los tiempos de esta regeneración invisible. Hacer tres o cuatro ultras al año, si estás muy entrenado, es más que suficiente, pero no puedes hacer una cada mes. La recuperación es un tema del cual los corredores han de ser muy conscientes. El corredor ha de conocerse y saber cuándo está recuperado. Ahora bien, una cosa es la recuperación muscular, que es lo que se siente, y otra es la recuperación hormonal, que no es tan evidente. Otro aspecto es el cartílago: la inflamación que generamos a nivel de cartílago tarda en recuperarse alrededor de un mes. Aquí influyen muchos factores, como la distancia, el tipo de terreno, de si hay bajadas más técnicas o más de pista, la técnica de carrera de cada individuo... Lo que hay que tener en cuenta, insis40
to, es que la recuperación muscular, hormonal y mental como mínimo tarda un mes. No significa que pasemos inactivos; se pueden hacer muchas actividades diferentes, variadas, sin tanto impacto articular.
“El corredor ha de conocerse y saber cuándo está recuperado” ¿Cómo reacciona el corazón a este exceso de volumen? No cabe duda que el corazón tiene que estar entrenado para aguantar una ultra. Pero parte de los problemas vienen por la deshidratación y la climatología. Una deshidratación provoca una pérdida de sodio, potasio, calcio y magnesio a través de la sudoración. Y esta bajada de minerales altera el tema cardíaco.
Otro aspecto es que a veces se llega a frecuencias cardíacas máximas a las que un corazón no está acostumbrado, sobre todo los corazones entrenados a ritmos diésel. Un corazón cansado provoca en el miocardio pequeñas inflamaciones que a su vez podrían producir pequeñas cicatrices fibrilares, que a su vez provocarían aritmias. La ultradistancia podría ser un factor desencadenante en cuanto que no se respeta la recuperación adiente. Otras afecciones que vemos por la misma causa son las fibrilaciones auriculares. Lo que intentamos descartar en un corredor de larga distancia cuando detectamos en él una aritmia son estas cicatrices a la musculatura del corazón. Si no se ha respetado la recuperación indicada, puede haber más probabilidad de que surjan estos problemas. Esto no tiene por qué suceder
si haces un buen entrenamiento, una buena progresión y una buena recuperación. Eso sí: hay un aspecto que no podemos controlar, la genética. Cambiemos de tercio. El entrenamiento en hipoxia se está implantando y popularizando. Entrenar en hipoxia va bien. Hay antecedentes que lo demuestran: en los Juegos Olímpicos de Méjico de 1968 que se realizaron en altitud, se pudo comprovar que los atletas que habían aclimatado a la altitud rindieron más que los que no. Entrenar en hipoxia proporciona beneficios, como el aumento de la hemoglobina y la tolerancia al lactato. Está claro que influye positivamente en el rendimiento, pero es cierto que no todo el mundo dispone del tiempo y el dinero para irse tres semanas a un centro de alto rendimiento, como Sierra Nevada, Font-Romeu o el Pas de la Casa, o a cualquier lugar por encima de los 1.800 metros donde se dé el estímulo de hipoxia. Han surgido métodos de hipoxia intermitente que, en lugar de ir al gimnasio, estás una hora respirando oxígeno a una altitud simulada de 3.500 metros. Este método funciona si lo haces de manera periódica. Si además añades dormir en una tienda simulando esa altitud, realmente sirve. No obstante, hay que llevar un control. Recomiendo hacer una analítica antes de empezar esta programación, porque si surge una anemia, se corre el riesgo de que se agudice. El peligro real está en la moda. Si el entrenamiento en hipoxia entra en esta rueda y se populariza fuera del control médico puede llegar a ser peligroso para el cliente.
No se puede acabar una sesión de hipoxia y acto seguido coger la moto. Hay que hacer una transición progresiva, porque puedes sufrir mareos. Entrenando en hipoxia se puede aplicar el Living High Training High (dormir en altitud, entrenar en altitud) o el Living High Training
“Entrenar en hipoxia influye positivamente en el rendimiento” Low (dormir en altitud, entrenar en cota baja). ¿Qué diferencias hay en cuanto a rendimiento? Parece ser que lo mejor, según el resultado de unos estudios, es dormir en altitud y entrenar en cota baja. Recientement ha salido el otro método, que es el de la hipoxia intermitente. En tu entorno habitual acudes durante 15 sesiones a un centro de hipoxia a hacer simulaciones con mascarilla. Lo que estamos viendo es que a priori puede ir bien. Kilian lo aplicó para la aclimatación a las ascensiones al Cho Oyu y al Everest.
Kilian lo hacía todo: la hipoxia intermitente y dormía en hipoxia de una forma muy programada y muy metódica. Le sirvió mucho. Otro aspecto es para buscar un rendimiento deportivo de cara a una prueba como un UTMB donde la altitud máxima ronda los 2.700 metros. El hecho de tener la hipoxia como nueva herramienta de entrenamiento está abriendo horizontes no sólo en el trail sino en el alpinismo de altitud, que probablemente incida todavía más en la masificación de las grandes cumbres. Ya no habrá que dedicar un mes y medio a una expedición. Se podrá hacer en las semanas ordinarias del periodo vacacional. Totalmente. La hipoxia está llamada a abrir nuevas fronteras. Aun así, cada persona es única y muy variable. En unas funcionará mejor que en otras. Lo que está claro es que la hipoxia permitirá realizar ascensiones a personas que no se adaptan bien a la altitud y además les aportará un grado de satisfacción muy bueno, porque la tolerancia a la altura mejora muchísimo. Pero insisto: hay que hacer 41
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la hipoxia bajo un control y una programación. Kilian fue al Everest. Llegó, ascendió, bajó y lo repitió al cabo de unos días. Reinhold Messner, primer alpinista en coronar los 14 ochomiles, dijo que si algún día escribía una historia del alpinismo, Kilian no tendría lugar. Kilian juega en otra liga y ojalá hubiese más kilians en este mundo, no solo por su condición física sino sobre todo por los valores que tansmite. Es una persona que tiene las capacidades físicas y psicológicas para hacer lo que hace y nunca ha de servir de modelo a seguir para realizar actividades. No puede ser una referencia para banalizar o frivolizar aquellos hitos que han sido tan impor tantes. Estos han de seguir conservando su importancia. 42
Lo que sí que es cierto es que Kilian abre la ventana a una nueva etapa, rompiendo con una serie de inercias que habían quedado muy estancadas de cara a temas de hipoxia, tolerancia a la altitud, nuevas formas de entender el alpinismo y de hacer expediciones.
“Kilian es su propio laboratorio” La hipoxia no deja de ser una intervención sobre el organismo. ¿Puede considerarse dopaje? En un principio, se decía que no se podía trabajar en hipoxia porque entra dentro de la definición de dopaje, entendido como una manipulación artificial del organismo. En algunas de las grandes carreras ciclistas, está prohibido llevar cámaras para hipoxia. Yo considero que hay otros entrenamientos
que por sus efectos también tendrían que estar prohibidos, pero sigo diciendo que la hipoxia bien programada y controlada es un sistema que está dando buenos resultados. Kilian tiene parámetros que lo hacen diferente. Tal como he comentado, en él están alineadas su fortaleza fisiológica, física y mental. De hecho, me he encontrado con gente en esquí de fondo tan fuerte como Kilian a nivel de motor pero que les ha fallado la parte psicológica para gestionar bien la fatiga. En este aspecto, Kilian es único. Por otra parte, es una persona cuyo estilo de vida gira alrededor de probarse constantemente para conocerse de manera más profunda. Sabe cuánto tiempo puede correr sin beber, cuánto sin dormir.
Kilian es su propio laboratorio. Tiene mucha habilidad y una capacidad de recuperación excepcional. Fue operado de la rótula hace unos años y sigue liderando este mundo, a pesar de que una operación de rótula marca un antes y un después. Su vida es un entrenamiento continuo enfocado a mejorar su fortaleza física, ya sea corriendo, andando, escalando o esquiando. Este estilo de vida hace que esté completamente inmerso en la montaña en psicológica y físicamente. ¿Quién le lleva el entrenamiento? Él mismo, pero tiene a gente de confianza a la que pregunta, consulta. No se le caen los anillos porque sea Kilian. Es una persona humilde. El efecto Kilian puede tener consecuencias en el corredor anónimo, en especial porque las actvidades se desarrollan en un medio y bajo unas condiciones ambientales que no pueden controlarse. Queda mucho camino por recorrer en cuanto a educación. ¡Y tanto! Kilian, Núria Picas o Tòfol Castanyer han sabido retirarse y es importante como ejemplo. Uno ha de ser consciente de que ha de poder abandonar. Muchas veces ha habido problemas fatales en carreras por no haber abandonado a tiempo. Es importante predicar con el ejemplo para transmitir que no al querer llegar a costa lo paga tu cuerpo. La imagen comercial que lanzan las marcas sobre los deportes influye en la manera de aproximarnos y practicarlos. No aplican el principio de responsabilidad, aun siendo conscientes de su influencia sobre la población. Sus
efectos tienen consecuencias. Se busca el lado espectacular porque el espectáculo genera difusión y rendimiento económico. Esto ha provocado accidentes fatales. Nosotros como médicos vemos afecciones como la hiponatremia que son una realidad y aquí entramos en conflicto de intereses con las marcas comerciales de bebidas. El principio de precaución no siempre se aplica. Cuando se instala una tendencia parece que sea la panacea, sin haber calculado sus efectos a largo plazo. Hay muchas terapias que se aplican porque se ponen de moda y no existe una evidencia de que sean realmente efectivas. Lo primero que hay que ver es que no tengan efectos dañidos, como algunas estrategias de fisioterapia o de suplementación nutricional. Hay que ser muy cauto. Por desgracia,
“Corre más la publicidad derivada de las modas que la evidencia científica” corre más la publicidad derivada de las modas que la evidencia científica surgida de estudios clínicos. Actualmente se está investigando mucho el ácido hialurónico, las terapias celulares. La industria entra muy rápidamente en estos campos, cosa que genera una cierta intimidación hacia los científicos porque las acciones comerciales imponen a la sociedad tendencias que no están demostradas. ¿Qué se le puede decir al corredor popular? Que no deje de hacer deporte, que no deje de moverse, que caminar
también es hacer deporte. Que es importante hacer los mínimos de salud para hacer que la práctica deportiva se convierta en lo más segura posible.
Un libro: El asesinato de Sócrates, de Marcos Chicot Una película: Todos lo saben, de Asghar Farhadi Música: Pop de los 70. Los Beatles y compañía 43