SALUD
CUIDA TUS PIES (y II) Texto: Enric Violan Fotografía: Col. Enric Violan
Las lesiones y afecciones dermatológicas de los pies son unos de los peores enemigos a la hora de correr. Generan incomodidad, alteración del gesto deportivo y hasta pueden conseguir detener nuestra progresión. He aquí un escueto catálogo y el tratamiento específico para cada una de ellas. Son diversas las lesiones dermatológicas que pueden afectar a nuestro rendimiento en carrera y hasta pueden obligarnos a modificar los apoyos, con el consiguiente riesgo de lesiones añadidas por sobrecarga. En la segunda parte de esta pequeña inmersión en el 70
mundo de los cuidados del pie, os presentamos cuáles son las lesiones dermatológicas más comunes. Lesiones por hiperpresión Debido a las hiperpresiones que el pie efectúa sobre el suelo o zapato, la irrigación de esta zona
de la piel se ve comprometida y dicha isquemia provoca la muerte celular con la aparición de las células muertas, o callosidades. Así podemos entender que las hiperqueratosis, tilomas (duricias) y helomas (callos) son infartos dérmicos por isquemia compresi-
va derivados de lesiones de corte biomecánico. Tratamiento. Aconsejamos una visita quiropodológica para eliminar las hiperqueratosis, así como realizar un estudio podológico desde el punto de vista biomecánico. Dicho estudio determinará los parámetros para el diseño personalizado de plantillas compensatorias o correctivas, según cada caso. Por otra parte, el podólogo indicará cuáles son los calzados más adecuados, al igual que las cremas más indicadas para
favorecer la regeneración de la piel. Las ortesis de silicona para paliar y proteger las deformaciones digitometatarsales serán otra de las soluciones a este problema. Xerosis La xerosis es una alteración de la estructura de la capa córnea de la piel, así como del metabolismo hídrico, que da lugar a una piel seca, áspera, enrojecida e irritada. Tratamiento. Se aplicarán soluciones emolientes para mejorar la xerosis cutánea favoreciendo el
desprendimiento de las escamas; igualmente se recomienda el uso de humectantes, especialmente aquellos que contengan urea y ácido láctico pueden proporcionar un alivio temporal y la inflamación y la picazón se suelen tratar con esteroides y antimicóticos. Micóticas Los principales agentes que provocan las micosis del pie son los hongos dermatofitos, seguidos de las levaduras del género cándida. El aspecto variable de las lesiones 71
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micóticas de los pies, hacen necesario asegurar el diagnóstico mediante un cultivo y no simplemente por la vista. Tratamiento. Mediante aplicación de cremas y pomadas tópicas o tratamiento sistémico, evitando la sudoración prolongada y optando por un calzado transpirable. Ungueales Onicocriptosis (uñero) La uña se clava por haber sido mal cortada. Tratamiento. Sacar el trozo de uña que da problemas y, si se repite, se puede acabar operando. Onicomicosis Los repetidos traumatismos dejan la puerta de entrada de los hongos en la uña. Tratamiento. Previo cultivo de la uña, se aplicaría de forma local una laca o tratamiento sistémico 72
Hematomas subungueales (uña negra) Acumulo de sangre debajo de la uña debido a traumatismos. Tratamiento. Vaciado de la sangre Verrugas Son infecciones víricas que causan problemas y que en ocasiones no son sencillas de resolver. Siendo contagiosa, la verdadera verruga plantar (verruca plantaris) debe diferenciarse de las callosidades, aunque pueden coexistir las dos patologías de forma conjunta. Tratamiento. Se realiza una exéresis de la verruga mediante la aplicación de productos cáusticos y también con tratamiento de crioterapia o láser. Podobromidrosis Es la descomposición del sudor con el aceite segregado por nues-
tras glándulas, el detritus de la descamación celular y la contaminación por cierto tipo de bacterias u hongos, provocando el mal olor de los pies. Tratamiento. Higiene adecuada, aplicación de tratamientos astringentes y en ocasiones se recurrirá a la desinfección del calzado Flictemas Conocidos como ampollas. Es una acumulación de líquido transparente o sanguinolento como resultado de un roce o fricción repetidos. Tratamiento. Vaciado de la misma y aplicación de apósitos hidrocoloides, y posterior protección de la zona.