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Wicklow County
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ESENCIA CELTA Texto y fotografía: Quim Farrero
En un país en que el color nacional es el verde, se hace difícil pensar en una zona a la que se le da el sobrenombre de Garden of Ireland (Jardín de Irlanda). El condado de Wicklow, más que un jardín, es un paraíso para correr y entrenar durante unas horas por parajes de ensueño. O para plantearse recorridos de más de 100 kilómetros, como el Wicklow Way o el Wicklow Round. Irlanda tiene muchas facetas, algunas muy populares, como su vinculación a la música, a la cultura celta, a la cerveza... Tiene además una densa historia con periodos muy duros, como la gran hambruna que en el siglo XIX provocó que mucha de su población emigrara al otro lado del atlántico. Se hace difícil relacionar esa dureza con la morfología de sus espacios abiertos: perfiles suaves, verdes lomas y húmedos bosques, escenario de innumerables leyendas en los que duendes y hadas son protagonistas. Esos espacios son los que nos ofrecen un sinfín de 70
posibilidades a la hora de plantearse un lugar para correr, en el que podemos optar por unas vacaciones compartidas, un desafío deportivo personal, o un viaje por etapas con el que descubrir corriendo (o andando) un auténtico paraíso. Eso sí, tendremos que asumir que, probablemente, cualquier forma conocida de humedad formará parte de nuestra experiencia, aunque no fue ese nuestro caso. Wicklow County Situado al sur de la capital del país, Dublín, el condado de Wicklow es uno de los 32 condados que con-
Lough Tay (Guiness Lake). Vale la pena detenerse a admirar una pinta de cerveza de estas dimensiones.
forman Irlanda y es el destino irlandés de actividades al aire libre por excelencia. Una excelente red de caminos, así como las Wicklow Mountains y una orografía muy variada que ofrece valles profundos, lagos alpinos, saltos de agua y cimas que, no por modestas pueden llegar a ser menos serias dada su exposición a los elementos: las condiciones a 500 metros de altitud en Wicklow pueden equivaler a las de cota 2.000 en nuestras montañas. El territorio, más allá de los senderos, está trufado de lugares interesantes a los que podremos acceder bien sea siguiendo uno de los grandes itinerarios del condado, bien sea improvisando una sesión más corta por los alrededores. Lough Tay, conocido popularmente como Guiness Lake, es uno de esos lugares. Un bonito lago de aguas oscuras en tierras de la familia Guiness, un nombre que a todos os sonará, sobre todo cuando una vista cenital del lago y la arena añadida a fin de simular la espuma, os den la visión de una gigantesca pinta de cerveza. Un encanto más de Irlanda.
La cultura celta es otro de los factores que añaden interés al territorio de Irlanda en general y del condado de Wicklow en particular. Un bonito y sencillo recorrido desde Lynhams of Laragh alrededor de los lagos de Glendalogh nos llevarán a través del antiguo asentamiento celta de la zona, del que queda un conjunto arquitectónico, hoy un cementerio, tan bonito como interesante. Una nota cultural con la que amenizar un recorrido de unos 17 kilómetros y 500 metros de desnivel en una zona que ofrece numerosas posibilidades, como el Avonmore Way, de 12 kilómetros o el Saint Kevin’s Way en una escala un poco más exigente (30 kilómetros). Wicklow Way Pero entre todas las posibilidades que ofrece el territorio, la estrella es el llamado Wicklow Way, un itinerario de cerca de 130 kilómetros con inicio en Dublín (en Marley Park) y final hacia el suroeste en Clonegall. Practicable en siete etapas, el condado de Wicklow está invirtiendo mucho en el acondicionamiento y 71
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El verde, color nacional, marca el entorno tanto en las zonas altas como en las bajas.
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Bray’s Head, un mirador privilegiado sobre la costa y el condado de Wicklow.
señalización del recorrido y variantes, y el día 9 de mayo se celebró una ceremonia de inauguración del recorrido presidida por el primer ministro de Irlanda Leo Varadkar. El acondicionamiento del recorrido implica, entre otras cosas, la instalación de pasarelas de madera (antiguas traviesas de tren recicladas) en zonas húmedas especialmente delicadas o sensibles a la erosión por el paso de la gente. Por otra parte, la preparación y señalización de variantes del recorrido permiten acceder a él desde varios puntos en la costa, como Bray, una bonita población costera desde la cual el itinerario nos permitirá cruzar (y visitar: vale la pena) Killruddery, un palacio ocupado por la familia Brabazon desde 1618 y actualmente un lugar de visita y recreo para la población circundante, además de lugar de residencia de la actual generación de la familia. Es de las pocas mansiones de origen inglés que sobrevivieron tras la independencia de Irlanda: sólo lo hicieron aquellas familias que históricamente se habían portado bien con los lugareños y eran apreciadas y respetadas. En esta variante, podremos ascender también al Sugar Loaf, una de las cimas emblemáticas de la zona, aunque no la
más alta. Es sólo una de las muchas posibilidades que ofrece el Wicklow Way. Del tirón o por etapas, el itinerario es fácil de seguir y no ofrece dificultades, de forma que es planteable independientemente del nivel deportivo del interesado. Asimismo, seguir en vehículo a alguien que lo hace a pie es fácil, dado que el itinerario cruza cada no muchos kilómetros alguna pequeña carretera o camino transitable. Para la opción por etapas (hasta siete), los populares B&B (bed & breakfast) son la opción más económica y operativa y aunque en muchos casos no están exactamente en el itinerario, los propietarios suelen estar más que dispuestos a recogernos allí donde les digamos a nuestra llegada, así como a devolvernos al día siguiente al punto donde nos quedamos para seguir nuestra ruta. Del mismo modo, es fácil negociar el traslado de nuestro equipaje de una etapa a otra, sea con cada uno de los B&B o con alguna de las empresas de la zona que ofrecen este servicio Wicklow Way Race Para aquellos más ansiosos de dorsal, la Wicklow 73
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Un participante en la Wicklow Way Race de 2018 en una de las secciones de pasarelas de madera.
Way Race es la solución. Los 130 kilómetros del recorrido y sus 3.640 metros de desnivel positiu pueden ser recorridos del tirón con el soporte logístico de una organización al uso, en sentido sur-norte o norte-sur en años alternativos y, como es habitual en las Islas Británicas, sin más balizaje que el que el mismo itinerario posea y el sentido de la orientación del corredor, aunque ya hemos comentado que no es un itinerario difícil de seguir. Los 130 kilómetros deben ser completados en un máximo de 21 horas, en una carrera que parece ser más dura de sur a norte que de norte a sur. Wicklow Round Otra posibilidad para los que prefieren ponerse a prueba y plantearse unos días, más allá de un nivel de actividad programable al alcance de todos. Wicklow Round ofrece un reto en un lugar diferente y en un terreno con una orografía y morfología particulares en el que hay que completar el recorrido en 24 horas ascendiendo a las 26 cimas que lo componen, en un orden determinado pero empezando por donde se quiera. Completada en 2009 por pri74
mera vez por Moire O’Sullivan, es susceptible de una valoración errónea si sólo nos fijamos en los números: 119 kilómetros y 5.690 metros de ascenso en 22 h 58’30”. La morfología del terreno, habitualmente muy húmedo y blando, y las dificultades para orientarse en caso de niebla son las que marcan el ritmo. Para homologar el recorrido, hay que ir sin GPS y la actividad debe ser anunciada previamente. Y no podremos utilizar el teléfono para recibir instrucciones o recibir asistencia más allá de los puntos en que el recorrido cruza alguna carretera. Un recorrido que se presenta como una oportunidad para verle la otra cara a las bondades de Wicklow para correr por montaña e imbuirse de la esencia celta que el paisaje destila. Webs de interés www.wicklowwaybaggage.com www.visitwicklow.ie www.imra.ie www.killruddery.com www.glendalough.ie
El escenario perfecto para un trote matinal.
Glendalough. Porque no todo es correr...
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