TRAIL 83

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EDITA No Limit, S.L. José Roca Suárez Llanos, 45 1º 1ª 08329 Teià Barcelona Tel. 93 540 36 86 revistatrail.com trail@revistatrail.com

PORTADA

DIRECTOR Néstor Bohigas

Fotografía: Quim Farrero

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Ascendiendo al pico Costa Pubilla (Hivernal de Campdevànol).

MARZO I ABRIL 2019

REDACCIÓN redaccion@revistatrail.com REDACTOR JEFE Eliseu T. Climent eliseu@revistatrail.com DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Quim Farrero quim@revistatrail.com

SUMARIO

DISEÑO ORIGINAL 3A Disseny Gràfic DIRECTOR DE PUBLICIDAD Néstor Bohigas publicidad@revistatrail.com PUBLICIDAD publicidadl@revistatrail.com SUSCRIPCIONES suscripciones@revistatrail.com MAQUETACIÓN Teresa Sabater ADMINISTRACIÓN administracion@revistatrail.com HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO Eliseu T. Climent, Quim Farrero, Luis Alberto Hernando, Juan María Jiménez, Volker Scheer FOTOGRAFÍA Eliseu T. Climent, Quim Farrero, GERA (Valencia), GRAE, GREIM IMPRESIÓN Jiménez Godoy, S.A. Depósito Legal: B-31915-2005 ISSN: 1699-8332 DISTRIBUCIÓN SGEL: 91 657 69 00 Impresa en papel con certificado PEFC

Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin autorización previa por escrito de la empresa editora. TRAIL no comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores. PVP: 5,00 € (IVA incluido)

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EDITORIAL

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OPINIÓN LUIS ALBERTO HERNANDO

TERRITORIO PUERTOS DE TORTOSABECEITE

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ENTRENAMIENTO TRABAJANDO LAS BAJADAS

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SALUD LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS

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NO TE LO PIERDAS

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DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

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UN TRAIL MÁS SOSTENIBLE

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GALERÍA FOTOGRÁFICA INCLEMENCIAS

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ROMEUFONTAINE

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HIVERNAL DE CAMPDEVÀNOL

revistatrail.com

76 MATERIAL

NOVEDADES TOPO 2019 GRIVEL RUNNING BELT

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MITOS Y LEYENDAS EL PUEBLO TARAHUMARA

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REPORTAJE

Tocando el cielo (Buff Mountain Festival). FotografĂ­a: Quim Farrero

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EDITORIAL

RETORNO AL PASADO Hubo un tiempo en que correr no consistía más que en eso: correr. Un tiempo pasado donde el acto atlético se erigió como afirmación de la sencillez, la austeridad y la inmediatez frente a otras actividades elaboradas y condicionadas por un terreno de juego o una realidad social dada. Correr, por aquellos días, se reveló como un deporte altamente democrático y nada prohibitivo; una actividad inclusiva que aceptaba un amplio abanico de edades y condiciones. Correr, además, vehiculó el contacto con el entorno. Quien tomaba el asfalto descubría su escenario más próximo o lejanas ciudades a golpe de zapatilla; quien decidió asaltar la montaña, rompió esquemas de excursionistas, alpinistas y escaladores, que habían hecho de esta su cosmos. La nueva corriente fulminó tiempos y abrió mentes cruzando valles a toda velocidad y, ya de paso, sedujo a más de uno. El trail se reveló altamente gratificante gracias al acusado sentido de libertad, que demostró ser adictivo, así como por el profundo vínculo que gestó entre corredor y medio natural. Fueron años de obnubilarse con cronoescaladas a cumbres alpinas y pirenaicas, con lo puesto y poca cosa más. Tiempos que siguieron manteniendo la sencillez, la austeridad y una auténtica esencia minimalista. Y, junto con el progresivo incremento de la masa de practicantes, desembarcaron las competiciones y circuitos. A su vez, el material se especializó, se sectarizó y creó el temido circuito pendular entre la novedad constante y la obsolescencia programada. La montaña se mediatizó, se vistió de gala y el trail tomó aires de consumismo. Su huella ecológica o, para entendernos, la superficie planetaria necesaria para producir los recursos que exige esta actividad, no ha dejado de crecer en las últimas décadas. Lo que empezó siendo algo casi invisible se ha vuelto en ocasiones un circo mediático, innegablemente atractivo, pero que ha puesto en jaque la capacidad de carga de los espacios naturales y el aumento de los recursos necesarios para hacer frente a tal desembarco.

Texto: Eliseu T. Climent

Algunas voces críticas han estado siempre ahí para alertar de dicha deriva: lo hizo desde estas páginas durante más de una década nuestro apreciado amigo e insigne corredor Quico Soler, y el pasado mes de enero la asociación francesa Robin des Montagnes, con el apoyo de la ITRA y de Mountain Wilderness, anunciaba el proyecto WildinisM. WildinisM se postula como un cambio de sentido radical en el rumbo que ha tomado el trail. De la mano del corredor Cyril Cointre, ha surgido como un gesto para sensibilizar a organizaciones y corredores de la necesidad de reorientar este deporte hacia una actitud ecorresponsable y con una relación respetuosa con el entorno natural y las economías locales que lo acogen. En otras palabras, un gesto a favor de la sencillez y la humildad inherentes al trail, como si se tratase, en esencia, de un retorno al pasado.

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ASÍ SOY YO

EL CALVARIO DEL BIATLÓN LUIS ALBERTO HERNANDO

Gerardo Clavero me habló del equipo de esquí de fondo y biatlón de la Guardia Civil, situado en Jaca. Os preguntaréis qué es eso del biatlón. [...] Se trataba de una mezcla de esquí de fondo y disparo con carabina. La verdad es que yo nunca había esquiado, pero a esa edad me comía el mundo y habría ido a probar hasta la natación sincronizada si me hubieran permitido hacerlo de manera profesional... Y eso que no floto. [...]Mi siguiente parada fue la prisión de Burgos, pero no penséis mal: mi tarea era vigilar el perímetro. Así que estando allí entré en contacto con el capitán Manolo Valiñas, uno de los pioneros en España de biatlón que había participado en los Juegos Olímpicos de 1984 en Sarajevo. En aquella época, a finales de los noventa, este deporte se circunscribía solo al Ejército y a la Guardia Civil, por lo que él era el entrenador del equipo del cuerpo en Jaca y también el seleccionador nacional. Me hizo unas pruebas físicas. Supongo que debí impresionarle, ya que entré inmediatamente en el equipo pese a no tener ni idea de esquiar. [...] Había entrenado y competido mucho hasta la fecha, pero a partir de ese momento me iba a dedicar casi exclusivamente al deporte. Tenía mucha más responsabilidad y la obligación de hacerlo bien

si no quería que me mandaran de vuelta a la cárcel... a trabajar. Además de Valiñas, hubo otros tres personajes importantes que pasaron por mi vida en aquella época: Gerardo Clavero, José Ramón Navarro y Modesto Álvarez. Ellos ya llevaban tiempo en el equipo y se convirtieron en mis consejeros, mis compañeros de fatigas, de habitación y de todo. [...] Recuerdo que llegué a Jaca el 2 de enero del 2002 y aquel mismo día me puse por primera vez unos esquís. Me fui al cuarto de material y pillé cosas usadas. Casi no me las sabía ni poner. “Esto es una locura —pensé—, y lo que es peor... ¡Es dificilísimo!” El primer año usaba un material viejísimo, lo que había descatalogado en el almacén y ya no utilizaba nadie. Los esquís, por ejemplo, estaban muy gastados y se me partían cada dos por tres. Pronto di que hablar en el cuartel porque nunca nadie había roto tal cantidad de ellos. Un día el capitán Valiñas me explicó que en 2006 habría los Juegos Olímpicos de Turín y que ningún español había vuelto a ir en biatlón después de él. “¿Lo intentamos?”, me preguntó. “¡Ni de coña!”, respondí, pero la verdad es que ya me había picado. Tener un objetivo me convirtió en una especie de máquina.

Fragmento extraído del libro Soy ultrarunner. Madrid, Ediciones Desnivel, 2018

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PARA EL CORREDOR

APP

PARA EL ACOMPAร ANTE

Descรกrgatelas de App Store / Google Play

Foto: Quim Farrero

APP


REPORTAJE

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Gestionando la última sección antes de la cima del Costa Pubilla (Hivernal de Campdevànol). Fotografía: Quim Farrero

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PRÓXIMAMENTE

NOTICIAS

NO TE LO PIERDAS... UTWT LA CEREMONIA DEL UTWT EN LA FUNDACIÓ JOAN MIRÓ ultratrail-worldtour.com El auditorio de la Fundació Joan Miró de Barcelona acogió, el pasado día 11 de enero, la gala de entrega de los premios de la Ultra Trail World Tour (UTWT), donde el corredor Pau Capell fue el gran protagonista al proclamarse campeón del mundo en distancias superiores a 100 kilómetros. Este título lo consiguió después de que la temporada 2018 lograse subir al podio en todas las pruebas que disputó, con los siguientes resultados: vencedor de la Transgrancanaria y de la Eiger UT; segundo en Lavaredo y en la Mount Fuji UT, y tercero en la CCC. Para Capell este galardón era el sueño más esperado, después de quedar tercero en 2016 y segundo en 2017, cifras que demuestran la imparable progresión del catalán de Sant Boi de Llobregat. Capell confesó también que “iré a la Transgrancanaria a ver si puedo hacer el triplete, que aún no lo ha hecho nadie. No será fácil, ya que habrá corredores de mucho nivel”. A la gala no pudieron faltar directores de carreras del calendario del UTWT, patrocinadores y atletas.

NOVEDAD EDITORIAL EMELIE FORSBERG, CORREDORA Y ESCRITORA planeta.es

Correr y vivir es el título del primer libro de Emelie Forsberg. Tras los pasos de Kilian, Emelie se ha lanzado también al arte de la escritura, a través de la cual comparte con los lectores experiencias y filosofía de vida. El libro, de perfil autobiográfico, deja clara la apuesta de la corredora por una vida ecológica y sencilla, además de ser un elenco de consejos de índole muy diversa que le han ayudado a subir a lo más alto del podio en el mundo del trail, así como maneras de conseguir hábitos para una vida saludable. Correr y vivir no es solo texto, ya que sus páginas están aliñadas con fotografías realizadas por Kilian Jornet. Esta obra, cruce de caminos, puede leerse también bajo el prisma de un manual de desarrollo personal.

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WILDINISM UN GESTO POR LA ECORRESPONSABILIDAD wildinism.com Suena a corriente estética o filosófica, expresado con el sufijo -ismo. Pero no: se trata de una manera de entender la relación entre el trail y la naturaleza, una manera directa y responsable, donde la huella humana sea lo más sutil posible. El proyecto WildinisM tiene como objetivo sensibilizar a los aficionados a los deportes al aire libre hacia una práctica más responsable, autónoma y sostenible. Y así reza la declaración fundacional de este proyecto: “Nuestro objetivo no es estigmatizar, arbitrar o juzgar, sino alentar, debatir y apoyar a la comunidad de deportes outdoor para que progresen y reflexionen juntos sobre el deporte del futuro como una herramienta de educación ambiental“. El proyecto WildinisM es una iniciativa de la asociación Robin des Montagnes, con la colaboración de Mountain Wilderness y la International Running Association (ITRA). La entidad impulsora declara con estas palabras su preocupación y la consideración que está tomando el trail hacia la propia montaña: “No podemos seguir considerando la naturaleza como el jardín ajeno, entre los últimos espacios de libertad para muchos entusiastas de la vida silvestre y al aire libre. Las montañas se encuentran por encima de todo. Se trata de un entorno frágil y aquellos que las frecuentan deberían formar la vanguardia de la preservación de estos ecosistemas“.

13 JULIO INSCRIPCIONES ABIERTAS AL TRAIL VIELHA-MOLIERES 3010 trailmolieres3010.com Han querido bautizarla como la maratón más alpina del Pirineo. Y probablemente lo sea. El Trail VielhaMolieres 3010, que tiene como objetivo esta emblemática cumbre pirenaica, ya tiene abiertas las inscripciones para las tres distancias que presenta. La prueba reina se resume en 42 kilómetros y 4.200 metros de ascenso, mientras que la más liviana, la Tuca Trail, acumula 11 kilómetros y 800 metros positivos. Como término medio, se encuentra la Montpius Skyrace, con 24 kilómetros y 1.800 metros ascendidos. Las tres distancias tienen como punto de salida y llegada la población de Vielha, capital del Valle de Arán.

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DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

Los

Ángeles de la Guarda

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DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

SALVANDO VIDAS Texto: Eliseu T. Climent, Quim Farrero Fotografía: Eliseu T. Climent, Quim Farrero, GERA (Valencia), GRAE, GREIM

El medio natural como espacio de deporte y ocio conlleva conocer sus reglas y las limitaciones personales de quien lo disfruta. En caso contrario, las situaciones se complican y los rescates se multiplican. El fenómeno ha experimentado un crecimiento notable en la última década, asociado a la popularización de las actividades en la naturaleza. Los grupos de rescate se han convertido en ángeles de la guarda. Démosles voz en estas páginas. Los espacios naturales han dejado de ser un lugar solitario y de recogimiento donde cruzarse con otros usuarios era algo ocasional. Ya pasó el tiempo de correr durante horas sin encontrar un alma, ya fuera en cotas altas como en entornos más bajos. Ya pasó también aquella época en que entre semana la montaña se adormecía, sin ser molestada por humanos que la frecuentaban. Hoy, en según qué lugares, hay que buscar la soledad en franjas horarias inhabituales, ya que hasta bien entrada la noche el individuo se aventura en ellos ataviado con potentes frontales. 16

Desde hace aproximadamente una década, el uso de los espacios naturales se ha democratizado y hasta masificado, concibiéndolo desde múltiples perspectivas: hay quien ve en él un paraíso de evasión, o bien de ocio donde pasar una agradable jornada con los suyos; los más inquietos y amantes de los deportes al aire libre lo entienden como un terreno de juego de dimensiones y posibilidades infinitas. En cualquier caso, unos y otros conviven en la naturaleza con mayor o menor harmonía, masificando ciertos destinos y matando, como se suele decir, la gallina de los huevos de oro. Pero este fenómeno social ha contaminado


Es habitual encontrar grupos de rescate en carreras de montaña.

de manera transversal las diferentes franjas de edad del individuo: familias con niños se lanzan al monte, como también lo hacen grupos de jóvenes y hasta jubilados con salud y tiempo para disfrutarlos. La sociedad parece haber rejuvenecido y haberse enfundado ropa deportiva. A este fenómeno han contribuido otros factores. La flexibilización del mundo laboral, con horarios y turnos que no respetan la semana tradicional de lunes a viernes, ha permitido el acceso al medio natural a todos aquellos que poseen ahora días libres entre semana. Y los avances en iluminación han hecho saltar del sofá a quien no dispone de más horas durante el día para darse un relajante paseo o cumplir con una sesión de entrenamiento. Así pues, la naturaleza tiene que enfrentarse actualmente a una clientela permanente, con un horario que se extiende de lunes a domingo durante los 365 días del año. Os preguntaréis qué más ha suscitado este cambio de rumbo de una sociedad tradicionalmente sedentaria. El fenómeno resulta demasiado complejo para

analizarlo en estas páginas, pero sí podemos apuntar algunas razones. Es evidente que está implantándose la conciencia por llevar una vida saludable, donde hábitos de alimentación y actividad física conforman sus principales pilares. A la lucha contra el sedentarismo y la comida basura se le suman ciertos efectos publicitarios lanzados como proyectiles por las firmas comerciales, donde la autoayuda y la superación a través del deporte son las recetas para contrarrestar la alienación que provocan los cánones contemporáneos occidentales. No obstante, este nuevo paradigma no sería lo que es sin un fenómeno estudiado e identificado como tal, que ha revolucionado el sector del ocio y del deporte: nos referimos al llamado Efecto Decathlon. El material deportivo a precios populares ha permitido a muchos poder equiparse y frecuentar espacios naturales, tanto desde una óptica deportiva como de ocio. Hoy la posibilidad de saltar a la naturaleza está más a mano que nunca. De la noche a la mañana, este entorno se ha vuelto destino habitual para ciertos 17


DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

Las actividades técnicas son una minoría en las operaciones de rescate.

sectores sociales donde esta necesidad no se había manifestado todavía. No podemos pasar por alto la actitud mimética en el campo deportivo, fruto de la obnubilación del individuo anónimo con los élites de su disciplina favorita. Este deslumbramiento se vuelve emulación cuando baja al campo de la praxis, y encuentra su origen en la rabiosa filosofía de la superación a cualquier precio como medio de satisfacción personal, provocando en quien la lleva a cabo cierta irreverencia hacia la montaña. Irreverencia, ya no en cuanto a actitud incívica sino como pérdida de respeto a la ley de este entorno y sus condiciones ambientales, hechos que pueden ponerle las cosas difíciles con un desenlace de la escena cuando menos desagradable, si no fatal. La percepción de que todo es posible se completa con la histeria de la inmediatez. Se buscan resultados en un futuro próximo, donde el esfuerzo gradual y el conocimiento pausado tanto de la disciplina que se lleva a cabo como del contexto donde se desarrolla, se han visto eclipsados por la religión de lo instantáneo. Y este comportamiento se da mucho en el corredor de montaña, que transforma el terreno de juego 18

en simple escenario o telón de fondo, al parecer inocuo y sin constricciones ambientales. Pero no es así, la montaña es algo más que un decorado y despierta de esta visión ingenua imponiendo su ley a quien la ignora. La respuesta, por parte de la víctima, no puede ser otra que la pérdida de control de la situación y la llamada de auxilio a los grupos de rescate. La voz de los expertos Para realizar el presente artículo, hemos consultado fuentes de diferentes grupos de rescate: los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM), el Grupo de Actuaciones Especiales de los Bomberos de la Generalitat de Catalunya (GRAE) y el Grupo Especial de Rescate en Altura del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia (GERA). Todos ellos coinciden en que se dan una serie de motivos y situaciones que desencadenan los rescates. Por una parte, la mayoría de servicios que efectúan estos cuerpos especializados tienen lugar en situaciones producidas en actividades nada o poco técnicas, como el excursionismo y las vías ferratas. En estos casos, la alerta del 112 puede venir motiva-


Los tramos técnicos, como la cuerda de la Haría Extreme, requieren vigilancia añadida.

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DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

El helicóptero, una herramienta fundamental en las operaciones de rescate.

da por alguna lesión de extremidades inferiores, como esguinces, por desorientación o por situaciones provocadas a causa de la sobrevaloración de las posibilidades personales ante ciertas actividades. De hecho, en el momento de realizar la entrevista con el sargento del GRAE, Francesc Martínez, recibió una llamada para auxiliar a dos individuos bloqueados en una vía ferrata, donde les era imposible avanzar como retroceder. Otro de los motivos de llamar al 112 son la combinación de desorientación con la falta de material y equipamiento necesarios para la actividad. No son pocos los rescates por hipotermia, tanto en excursionistas como en corredores de montaña, de los cuales algunos han tenido un desenlace fatal. La excesiva confianza en las tecnologías, donde cabe tanto el gps como el móvil, han jugado malas pasadas, afirmación en la que coinciden los especialistas. El agotamiento de las baterías, un fallo o la falta de cobertura han dejado al usuario en jaque sin tener otra herramienta, como un mapa, ni capacidad de reacción, pues desconocen el terreno. La sobrevaloración de las capacidades tanto físicas 20

como técnicas conforman otro de los principales motivos de activación de los servicios de rescate. El usuario se embarca en actividades demasiado exigentes para su nivel, comportando el desencadenamiento de situaciones límite o de excesivas horas para realizar la meta que se ha propuesto. En cualquier caso, es unánime la opinión de que no hay que esperar a llamar al 112, intentando resolver en vano la situación o cohibidos por el posible cobro del rescate. Un aviso tardío puede complicar las cosas al no poder volar los medios aéreos sin luz y tener que acceder por tierra, con lo que las tareas de rescate se vuelven más lentas y arriesgadas. También dicho retraso puede provocar en quien lo reclama un agravamiento de las lesiones, si este fuera el motivo de la alerta. Es preferible llamar al 112 y, si se ve que la situación puede resolverse en el lapso de tiempo que invierten los rescatadores para llegar al lugar de los hechos, desactivar la alerta. Y es así la montaña, que impone su ley cuando menos te lo esperas. Juguemos en ella y con ella, pero no quedemos en fuera de juego.


La fatiga extrema puede convertirse en el origen de una intervención por parte de los grupos de rescates.

Y RECUERDA... Sé realista con tus capacidades físicas y técnicas El exceso de autoconfianza te puede pasar factura. No te sobrevalores, pruébate cada día que salgas incrementando gradualmente la dificultad y sumando experiencia en la montaña; es la clave para tener capacidad de reacción y conocer bien tus límites. Estudia el itinerario Es una de las reglas de oro. Analiza el recorrido, determina horarios realistas, diseña alternativas y localiza puntos de escape para abandonar con garantías en caso de mal tiempo o cualquier percance. Consulta la méteo Puedes ir consultándola ya unos días antes de salir para preveer las condiciones del lugar. Considera todos sus parámetros: temperatura, viento, lluvia y nieve. En este último caso, no olvides consultar el boletín de aludes. A poder ser, no salgas solo Las actvidades en solitario son atractivas pero pueden convertirse en un callejón sin salida en caso de dificultades. Salir acompañado puede ser igual de efectivo y será un auxilio si te lesionas, te desorientas o sufres cualquier otro imprevisto.

Que no te atrape la religión tecnológica La tecnología te puede facilitar la actividad o te la puede complicar mucho. No desprecies el mapa en papel ante el GPS. Controla periódicamente dónde te encuentras; la desorientación es una de las principales causas de rescate. Y el móvil. Este no es un salvador infalible: en la montaña hay muchas zonas de sombra sin cobertura. Y sobre todo, ¡lleva las baterías cargadas! Que no te entre la obsesión por la ligereza Terminar con éxito una actividad puede traducirse en tan solo unos gramos de más que no te costará acarrrear. Un chaqueta más consistente, un frontal o un puñado de frutos secos pueden sacarte de un apuro Y como colofón, no te cortes en llamar al 112 No esperes a que se haga más tarde si te encuentras en apuros. El paso del tiempo es un arma que pone las cosas difíciles a rescatadores y rescatados, por falta de luz o por agravamiento de lesión, si las hubiese.

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DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM)

Teniente FERNANDO RIVERO DÍAZ Oficina Periférica de Comunicación del Servicio de Montaña de la Guardia Civil ¿El aumento de la práctica de deportes de montaña conlleva un incremento de los rescates? La mayor cantidad de rescates no ha supuesto un cambio significativo en las actuaciones de las unidades del Servicio de Montaña de la Guardia Civil, ya que se dispone del material y personal suficiente para afrontarlas. Si algo ha supuesto un cambio en la manera de actuar, ha sido en la evolución de las técnicas, la adquisición de nuevos materiales de rescate y la obtención de una estadística que permita estudiar las causas de los accidentes y poder emprender o apoyar campañas de prevención. ¿El caso concreto del trail running representa un porcentaje significativo de los deportes de montaña que desencadenan rescates? No es muy significativo pero sí va en aumento. Entre 2011 y 2018 sólo un 1,8% del total de los rescates realizados por la Guardia Civil fueron dirigidos a accidentes de corredores de montaña. Sin embargo, si estudiamos el 2017 asciende a un 2,23% y en 2018 a un 3,18%. ¿Influye el perfil del practicante, individuo que se ha iniciado recientemente en actividades de montaña y que, tal vez, ignora o no controla una serie de parámetros y riesgos vinculados al entorno? La estadística todavía es pequeña para poder establecer un perfil, pero sólo hay que salir al monte y ver dónde corre la gente y qué tipo de gente es la que corre. En general, no hay muchos corredores de montaña en lugares comprometidos que pueden ser más propensos a que ocurra un accidente. Este verano, por ejemplo, mientras subía al Aneto con unos amigos, sólo ví a un corredor y sin embargo una mañana en la Pedriza tienes que ir dejando paso a una buena cantidad de ellos. La carrera por montaña, aunque no se compita, es una actividad exigente y que sólo puede afrontarse con una forma física adecuada. ¿Suele darse un exceso de autoconfianza en el practicante? Yo creo que se valora el medio al que uno se enfrenta 22

sólo sin contar con un percance. En la prevención de accidentes está también la previsión de que te ocurra uno. Hemos de planificar nuestra actividad pensando en que podemos tener un accidente o un percance y la mochila que llevan los corredores no contempla espacio para abrigo, comida, incluso ropa seca. Se tiende a llevar el mínimo peso y en España no se cuenta con un helicóptero a pie de monte como en Chamonix. Ahí sí hay un exceso de confianza. De aquí se deriva una reflexión en torno a la fina línea que separa riesgo inherente a la actividad de imprudencia por parte del practicante. ¿Dónde acaba ese riesgo y comienza la imprudencia? Considero que cuando se es consciente del riesgo y no se es capaz de abandonar una actividad, se comete una imprudencia. Sería más apropiado hablar de peligros. En la montaña hay una serie de peligros objetivos que podemos gestionar para evitar accidentes. Si nos exponemos durante más tiempo a los peligros, no planificamos la actividad y no minimizamos las consecuencias que puedan acarrear esos peligros, aumentamos el riesgo. Si somos conscientes de ello, hemos entrado en el terreno de la imprudencia. ¿Os encontráis con rescates que podrían haber sido prescindibles si el practicante hubiese tenido experiencia para resolver él mismo la situación en la que se encontraba? ¿Resulta demasiado fácil pulsar el 112? Sí, es cierto que se dan algunos casos en los que no hubiera sido necesaria la evacuación de alguien que hubiera podido salir por su propio pie. No obstante, en general hay una gran responsabilidad a la hora de solicitar un servicio de emergencia. A veces se valora no movilizar un helicóptero cuando se puede orientar a un extraviado por teléfono. En ese sentido, esa facilidad de poder llamar al 112 ha sido todo un avance por la posibilidad de poner en contacto directamente al grupo de rescate con el solicitante de ayuda. Se gana en tiempo y en eficiencia, movilizando sólo los recursos necesarios.


¿Se percibe desde los cuerpos de rescate un cambio en el perfil del practicante de deportes de montaña desde hace una década aproximadamente? Las actividades poco difíciles técnicamente han aumentado notablemente su número de participantes. Ya no se acude a realizar senderismo con poco material porque las grandes superficies han abaratado el calzado, la ropa de abrigo, etc., haciéndolo más asequible. Este material es suficiente para actividades poco técnicas y han reducido notablemente los accidentes o incidentes provocados por la falta de material adecuado. Por lo demás, sólo me gustaría hacer mención de las redes sociales donde reflejamos nuestros “logros”, algo que no ocurría hace una década y que muchas veces nos hacen decidir continuar una actividad cuando teníamos que haberla abandonado por las condiciones de peligro o por la falta de capacidad físico-técnica para afrontarla. La pregunta delicada. ¿Debería cobrarse el rescate? Implantar el cobro de los rescates como medida coercitiva puede ser efectivo o provocar un resultado totalmente contrario y que por no dar aviso de un accidente leve éste se agrave considerablemente.

La manera de atajar los accidentes y los avisos de incidentes que se pueden solventar por el propio implicado reside en una formación adecuada y en unas campañas de prevención similares a las de la Dirección General de Tráfico. ¿Hay coordinación entre los diferentes grupos de rescate? ¿Entre GREIM y servicios autonómicos? Depende de la comunidad autónoma. En algunas esa coordinación es inexistente, mientras que en otras el espíritu de colaboración es excelente. En España hay 17 modelos de gestión de las emergencias y, por lo tanto, del rescate. La coordinación es fundamental en el rescate y en cualquier otro aspecto de la administración en la que existan grupos diferentes. No hay que olvidar que la Guardia Civil de Montaña tiene el carácter de Policía Judicial, al igual que la Ertzaintza y los Mossos de Escuadra, y la coordinación entre grupos de rescate de las comunidades autónomas y estos tres grupos, cada uno en su territorio, es fundamental para no perder algunos datos importantes que pueden garantizar los derechos que se hayan visto afectados en una víctima. 23


DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

Técnico de bomberos, creador del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) del Consorci Provincial de Bombers de València

XAVIER CALABUIG ¿El aumento de la práctica de deportes de montaña conlleva un incremento de los rescates? A partir de la creación del GERA en la provincia de Valencia, aumenta la demanda de rescates, además con un tiempo de respuesta de alrededor de 45 minutos. Sí que es verdad que cada vez más hay un incremento de esta tipología de rescate. Sí que detectamos un aumento de servicios en actividades derivadas de la sociedad del ocio, díganse actividades en la naturaleza, donde la gente que se jubila goza todavía de buena salud y se echa al monte. Al haber más gente, hay más demanda. ¿Influye el perfil del practicante, individuo que se ha iniciado recientemente en actividades de montaña y que, tal vez, ignora o no controla una serie de parámetros y riesgos vinculados al entorno? Efectivamente, el perfil ha cambiado. Antes quien salía a la montaña era alguien que había empezado progresivamente, apuntándose primero a un centro excursionista y haciendo salidas sencillas. También recibía formación y tenía una tutela por parte de esta entidad, con lo que el medio se conocía de una manera más pausada y más pautada, yendo del conocimiento general al particular. En cambio, ahora es lo contrario: la gente de ciudad que se pone a hacer actividades, como búlder o correr por montaña, no tiene conciencia de que fuera de su entorno el escenario cambia. También hay una promoción por parte de las instituciones públicas para que la gente practique deporte y una vida saludable, y salga a la naturaleza. Estos factores incrementan la demanda de aire libre. No podemos pedir a todo el mundo que sale hoy a la montaña que tenga gran experiencia y formación. A medida que el nuevo usuario se vaya formando como deportista y tome conciencia del lugar en que desarrolla la actividad, habrá una disminución de los rescates. Pero al mismo tiempo seguirá saliendo nueva gente a la montaña... Es una inercia actual. ¿Suele darse un exceso de autoconfianza en el practicante? 24

Sí. Hubo una época en que las carreras urbanas experimentaron un boom y hoy mucha de esa gente se ha pasado a la montaña y acude con la misma mentalidad de quien participa en una carrera por asfalto. Hemos rescatado a personas con hipotermia en las montañas valencianas porque no calculan que aunque sean cotas no muy altas las temperaturas y condiciones son muy diferentes a estar cerca de casa. Y al contrario, tenemos rescates de gente joven que ha sufrido un golpe de calor por salir a la montaña en pleno mes de agosto, sin llevar suficiente agua. Algún caso, como el de un chico de 22 años, tuvo un desenlace fatal. Y está también la gente mayor, jubilados que ahora son activos y les gusta ir a andar, a hacer ciclismo, a remar en piragua... Son situaciones nuevas creadas por las tendencias contemporáneas... De aquí se deriva una reflexión en torno a la fina línea que separa riesgo inherente a la actividad de imprudencia por parte del practicante. ¿Dónde acaba uno y comienza la otra? La mayoría de rescates son sencillos: senderistas, escaladores deportivos a pie de vía por mala utilización del material y de las técnicas de aseguramiento, vías ferratas que dan falsa seguridad... En este último campo, sí que hay un perfil de deportista muy poco formado. Esta gente no tiene una lectura del riesgo, no tiene una conciencia situacional del lugar donde está desarrollando su actividad. ¿Os encontráis con rescates que podrían haber sido prescindibles si el practicante hubiese tenido experiencia para resolver él mismo la situación en la que se encontraba? ¿Resulta demasiado fácil pulsar el 112? Rescates de gente con gran experiencia y en actividades difíciles hay pocos. La mayoría de rescates son de gente que no tiene ni experiencia ni el nivel técnico para afrontar la actividad que se ha propuesto. En mi vida privada, me he autorrescatado muchas veces, como todos los que practicamos montaña, pero no se le puede pedir a todo el mundo que tenga esa


capacidad, porque para esto hay que haber acumulado experiencia y formación. Lo mejor siempre es que si una persona se encuentra desbordada por una situación, sea la que sea, que llame al 112 antes de que la situación empeore y dificulte el rescate. Hay que exigir a los practicantes formación específica de la actividad que quieren desarrollar. Por otra parte, no es bueno criminalizar a quien llama al 112, porque esa persona se siente en una situación de riesgo. Si no llama pronto, la situación empeora y dificulta las tareas de rescate e incrementa sus lesiones. Es típico que nos llamen al ocaso. Si nos hubieran llamado antes, todo hubiese sido más fácil. La pregunta delicada. ¿Debería cobrarse el rescate? El rescate tiene que ser, y es, un derecho universal, como la sanidad pública. ¿Qué pasa si se decide cobrar los rescates? Que la gente llamará in extremis, con lo que las lesiones serán más graves y hasta podrían conllevar la muerte; y los rescates difíciles, conllevarán maniobras más arriesgadas y menos seguras. En este sentido, no se debería cobrar el rescate. Yo conozco, a nivel personal, el caso de los Alpes. Allí los mismos guías te dicen que no pasa nada por pedir un rescate. Los rescates en la parte francesa son

gratuitos y en la suiza se cobra alguna vez la asistencia sanitaria, pero nunca el rescate. Quien pide un rescate es porque está apurado, y lo que para uno es una situación sin riesgo otro lo vive como un momento de angustia. Aunque los equipos de rescate saliesen cada fin de semana, esto no supone un gasto exponencial para las arcas públicas porque un helicóptero de rescate, si volase cada fin de semana, volaría unas 60 horas anuales. En cambio, el gran incremento que tenemos en horas de vuelo es apagando campos abandonados. En este caso, se hacen más de 400 horas de helicóptero, y en los incendios forestales se puede llegar a las 500 horas. Digamos que el gasto económico, aunque elevado, es mínimo en relación con lo expuesto anteriormente. ¿Hay coordinación entre los diferentes grupos de rescate? ¿Entre GREIM y servicios autonómicos? El mando es único, pero puede suceder que los agentes sean múltiples. El mando es de quien tiene la competencia. Sí que existe una colaboración entre cuerpos y si se dan conflictos de competencias se originan más por intereses políticos que de coordinación y funcionamiento. 25


DOSSIER RESCATES EN MONTAÑA

Sargento del Grupo de Actuaciones Especiales de Bombers de la Generalitat de Catalunya (GRAE)

FRANCESC MARTÍNEZ ¿El aumento de la práctica de deportes de montaña conlleva un incremento de los rescates? Es evidente que sí. El 50% de los rescates que efectuamos son del mundo excursionista, gente que va a caminar a la montaña, y de actividades que no son técnicas. Las llamadas acostumbran a ser por lesiones de extremidades inferiores, como esguinces o fracturas. Lo que sí que hemos detectado desde hace unos tres años es un incremento de asistencias por patologías médicas, ya que cada vez hay más gente mayor que sale a la montaña por jubilación o flexibilidad laboral. Nos estamos encontrando con temas de corazón, hictus, dolores estomacales o de cabeza, bajadas de azúcar... ¿Influye el perfil del practicante, individuo que se ha iniciado recientemente en actividades de montaña y que ignora o no controla una serie de parámetros y riesgos? Sí, pero hay de todo. Accidentes puede sufrirlos cualquier persona, aunque es cierto que hay un aumento de practicantes con poca experiencia, no sólo en el ámbito excursionista, sino en ferratas, corredores de trail o esquí de montaña. Se ve que es gente que no viene de la montaña. En el corredor, la emergencia habitual se da en la persona que sale sola, que le da igual si es de noche o de día, que va muy ligera de equipamiento, sin ropa de abrigo, sin elementos de seguridad, que confía mucho en el móvil y en la tecnología. Le llega el problema cuando se sale del track, por ejemplo, y ya no tiene capacidad de maniobra. Hay un exceso de confianza en el mundo tecnológico y en que el móvil ser á capaz de salvar te de todo. E sta gente, desconocedora del medio y de las condiciones ambientales, cuando nos llama ya entrada la noche no entiende que no vayamos a buscarla en helicóptero. ¿Cuál suele ser el motivo más habitual de la llamada? Normalmente por caída, esguinces o porque se han perdido. Hay casos extremos que llaman porque se les ha acabado la batería del GPS y no saben dónde 26

están, o porque han salido sin frontal y se les ha hecho de noche. O en Montserrat, gente que sale a correr sola y que se equivoca de canal de bajada. Hasta hemos tenido algunos casos de corredores que han muerto por hipotermia y no precisamente en alta montaña. ¿El nuevo practicante ignora una serie de parámetros y riesgos? Sí y no. La gente sabe que la montaña comporta riesgos, pero hay una sobrevaloración de las propias capacidades. Y en este caso, no ve o que no lleva el material necesario, o que tampoco tiene la preparación adecuada, o que no está capacitada físicamente para lo que se propone. Hoy en día, da la impresión que todos podemos hacer de todo. Existe una mala interpretación del riesgo más que un desconocimiento: se sabe que existe, pero in situ no se identifica. A parte de haber una sobrevaloración de las capacidades, sobre todo se da una transferencia de las responsabilidades de nuestra propia seguridad a los grupos de rescate. De hecho, es lo mismo que sucede en las carreras por montaña, donde el corredor se preocupa de correr pero la seguridad corre a cargo de la organización. En cambio, si vas solo, tu prudencia es la que sustituye este amparo de seguridad que ofrece una organización. Y ahí entraríamos en el famoso efecto Decathlon, que te lo pinta todo muy accesible, o en el efecto Kilian, donde correr por montaña parece fácil. Desde la administración, tenemos también la responsabilidad de concienciar a través de campañas. La línea que separa el riesgo inherente a la actividad de la imprudencia por parte del practicante es muy fina. Determinar si un accidente ha sido provocado por una imprudencia resulta muy difícil. El único que puede determinarlo es un juez. A los bomberos no nos corresponde juzgar, sino salvar a personas y atestar los hechos. En el caso de Cataluña se creó una tasa que se enfocó para que la gente tomase conciencia de que los medios de rescate son caros y que existía la posibilidad de


cobrar algunos rescates, dependiendo de las causas de este y de las condiciones del entorno. Creo recordar que se han facturado 12 rescates en 10 años, de los cuales se han cobrado siete u ocho. En 2018, realizamos 857 rescates y unas 550 búsquedas. En total, más de 1.300 servicios en el medio natural. Y hace una década, nos encontrábamos sobre los 500 rescates y las 200 búsquedas. Para cobrar un rescate hay tres supósitos: pedir recursos sin motivo, lo que entendemos por una falsa alarma; que se esté en una zona explícitamente prohibida, indicada como tal por paneles e indicadores; y una tercera, que no se lleve el equipamiento adecuado para el tipo de actividad que se desarrolla. Pero en este caso, nunca los hemos facturado porque es muy difícil establecer el umbral de qué equipamiento hay que llevar. ¿Os encontráis con rescates que podrían haber sido prescindibles si el practicante hubiese tenido experiencia? ¿Resulta demasiado fácil pulsar el 112? Claro que nos los encontramos. Cuando de jóvenes íbamos a escalar y se nos hacía de noche, te quedabas en la vía y al día siguiente salías, y luego te caía la

bronca de la familia. Está claro que hoy se hacen muchos servicios que antes no se hacían. Pero es el momento y la sociedad en que vivimos, esta especie de protección aumentada que no nos da alas como personas. Desde el GRAE, somos partidarios de que la gente llame. Siempre decimos que la gente llame al 112 si tiene una necesidad y, si ve que puede resolverla por su cuenta, que vuelva a llamar para desactivar el servicio. Lo que está claro es que no podemos dejar a nadie desprotegido en la montaña por un reparo que tenga el necesitado de llamar al 112 o de que te cobren. ¿Hay coordinación entre los diferentes grupos de rescate? ¿Entre GREIM y servicios autonómicos? Se da un conflicto de competencias inherente al estado de las autonomías. Se solapan competencias entre diferentes administraciones, la central y las autonómicas, pero también dentro de una misma administración, como nos sucede a nosotros entre Bomberos, Mossos d’Esquadra y Agentes Rurales y el SEM. Con el GREIM no existe conflicto de competencias porque prácticamente no actúa en Cataluña. 27


REPORTAJE

Ambiente desértico en Haría Extreme. Uno de tantos paisajes remarcables a lo largo del recorrido. Fotografía: Quim Farrero

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UN TRAIL MÁS SOSTENIBLE

RESPETO POR EL PLANETA Texto y fotografía: Quim Farrero

No es ninguna novedad que nos estamos cargando el planeta, a pesar de la insistente negación de la evidencia de los de siempre. Y pese a que el grueso del problema se escapa de las manos del común de los mortales, no hay duda de que las pequeñas acciones locales acaban teniendo repercusión global. El mundo del trail no es, o no debería ser, una excepción. Como actividad que se desarrolla en el entorno natural, el nivel de respeto y compromiso con el medio ambiente po parte del trail debería estar en el más alto de los niveles. Pocos discutirán esto. Todo lo que hacemos tiene, de un modo u otro, incidencia en el medio. Y esto no es negativo per se. Al fin y al cabo, el ser humano forma parte también de ese medio. El problema viene cuando esta incidencia deja una huella que permanece y que el medio no puede asimilar, o implica un consumo de recursos que va más allá del límite de lo necesario. 30

Sostenibilidad y trail Aunque el mundo del trail, originariamente más montañero que corredor, no ha alcanzado nunca el nivel de agresión hacia el entorno de otras actividades al aire libre —pienso en las docenas y docenas de botellines de plástico que siembran el escenario de algunas pruebas deportivas—, es obvio que nadie está libre de culpa de un modo u otro o, en cualquier caso, que nadie debe eludir su responsabilidad. Por una cuestión de cultura vinculada a la montaña, el trail siempre ha mostrado una clara inclinación general a ser respetuoso con el medio.


Disponer de un vaso propio es ya habitual en muchas carreras.

Puede parecer una obviedad pero, desde siempre, la práctica totalidad de las carreras han desmarcado los itinerarios tras la prueba. Siempre hay excepciones o más o menos voluntad de hacerlo bien, pero el concepto “dejarlo todo tal como estaba” ha solido prevalecer. Esto imprime un enfoque particular. El marcaje es la huella más evidente de la celebración de un evento ligado al trail. Pero la cosa va más allá y los esfuerzos, desde todos los ámbitos, por minimizar el posible impacto ambiental de una prueba organizada se han multiplicado en los últimos años. En la lista, hay que incluir aspectos que no hace mucho ni se consideraban desde este punto de vista, algunos de los cuales, aunque con un origen claramente vinculado a los costes, ya quedan totalmente asumidos: por ejemplo, el uso del papel para las gestiones burocráticas de un evento ha desaparecido prácticamente de nuestro imaginario. Nadie espera una inscripción o un reglamento impresos. A pesar de que no siempre es así, la mayor parte de los cambios vinculados a la sostenibilidad ambien-

tal vienen propiciados por algunos grandes eventos que se han visto con la necesidad de pulir dichos aspectos por convencimiento o por supervivencia, y han generado una dinámica que ha ido calando en pruebas más modestas. Tales patrones han propiciado un cambio en la manera de enfocar y de diseñar ciertas medidas, que en algunos casos no son de extrema popularidad entre los corredores, ya que algunas afectan a su operatividad y, por ende, a su rendimiento. No obstante, pocos negarán que el medio ambiente tiene más valor que unos segundos en el tiempo final. Mantenimiento de caminos y senderos No vamos a discutir que los caminos están para ser transitados. Pero sí podremos discutir la necesidad de que aparezcan nuevos caminos en ciertos lugares. Y es por esto que ya muchas carreras son especialmente insistentes en sus reglamentos y en los briefings en la necesidad de no tomar atajos, y no sólo por cuestiones de obvia deportividad, sino por una 31


UN TRAIL MÁS SOSTENIBLE

cuestión de erosión del terreno. Del mismo modo que el paso de corredores o caminantes compacta y afianza el terreno, el paso de esos mismos individuos de forma sistemática abre, por pura erosión, nuevos senderos donde no hacen ninguna falta, como esos pequeños atajos de bajada para cortar una curva del camino. La acción que, como muchas, no tendría incidencia si “sólo soy yo” o si “somos unos pocos”. Pero la esencia de la protección del entorno, estemos corriendo o no, es la concienciación de que nunca “soy sólo yo” y nunca “somos unos pocos”. Más allá de esto, algunas organizaciones han empezado a controlar, por lo menos en zonas concretas del recorrido, el uso de bastones, sobre todo en humedales o terrenos especialmente delicados por la razón contraria al efecto del paso de las personas: el compactado del terreno resultante del paso continuado, se convierte en una especie de micro roturado por el efecto del clavado y desclavado constante de bastones que va desmenuzando la superficie, una situación que no afecta a muchas carreras pero cuyo control a veces resulta determinante para la obtención de un permiso para cruzar una zona protegida. En algunas carreras, se ha empezado también a trabajar en el mantenimiento —más necesario de lo que a menudo se piensa— de tramos especialmente delicados de caminos y senderos, sobre todo de aquellos especialmente sensibles a la acción, no tanto del paso de corredores o caminantes, si no de la lluvia. Al fin y al cabo, es nuestro terreno de juego y es necesario cuidarlo prescindiendo de quien o qué es el responsable de su degradación. Es evidente que, sean quienes sean los participantes en una prueba organizada, siempre suelen ser un porcentaje, a veces incluso discreto, del conjunto de usuarios de esos caminos y senderos a lo largo del año. A pesar de esta desproporción, la visibilidad de un evento hace que todas las miradas se dirijan ahí cuando se trata de plantearse las causas de una posible degradación del terreno. Sean justas o no las valoraciones que culpabilizan a los corredores en general, y a las carreras en particular, de una posible degradación del terreno, siempre será mejor empezar a considerar el tema antes de que, como en otros ámbitos, sea demasiado tarde. Marcaje El marcaje es la base y el hecho diferencial de una carrera. Uno de esos puntos en los que una organi32

Priorizar el transporte colectivo es vital.

zación no puede fallar, por lo que a menudo el problema viene más por exceso que por defecto. El sistema clásico de marcaje, el más utilizado, sigue siendo la cinta perimetral, personalizada o no, anudada a cualquier soporte que se tercie. Esto implica un consumo de plástico que empieza a ser un punto a considerar por algunas organizaciones. De hecho, no son pocas las que empiezan a utilizar, siempre que sea posible, banderines o cintas reutilizables para varias ediciones y en los que se da preferencia al tejido, menos agresivo con el medio ambiente, que al plástico y que, a pesar del coste y la dificultad de preparación, acaban siendo una buena inversión en cuanto a imagen y sostenibilidad. Asimismo, racionalizar el volumen de señalización utilizado en la carrera empieza a ser también un concepto a considerar, reduciendo a lo estrictamente necesario las indicaciones de este tipo; es decir, limitándolas a los puntos de desvío y a recordatorios puntuales en los tramos más largos. El desmarcaje es una tarea que


El uso de balizas reutilizables, siempre que se pueda, es una excelente opciรณn.

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UN TRAIL MÁS SOSTENIBLE

Eliminar recipientes, como vasos, facilita la instalación y limpieza de avituallamientos de difícil acceso.

debería ser asumida por los equipos escoba que acompañan a los últimos corredores, de forma que el lapso de tiempo entre el final de la carrera y el “dejarlo todo como estaba” se reduce al máximo y se ofrece una muestra de respeto al resto de usuarios de la montaña. Además del desmarcaje, algunas organizaciones empiezan a optar por “operaciones de limpieza” previas y posteriores al evento con la finalidad de dejar el terreno de juego incluso mejor de lo que estaba antes de su celebración. Esta opción empieza a no ser exclusiva del ámbito de los eventos: los llamados Plogging Challenges son sesiones colectivas de entrenamiento en las que los participantes, además de entrenar en grupo, recogen los residuos de su zona habitual de práctica. Cuando el terreno lo permite, algunas organizaciones optan por no utilizar señalización extra cuando la ya existente —GR, PR…— permite seguir un itinerario razonablemente bien. Aunque esta no sea una medida excesivamente popular entre los corredores, ya que exige una mayor concentración, es con mucho 34

la mejor opción desde un punto de vista de consumo de recursos. Probablemente, una señalización bien pensada, permitiría alternar las dos posibilidades, señalizando cuando fuera necesario y utilizando lo ya existente cuando fuera posible. Avituallamientos El suministro a los corredores es una de las claves logísticas de una organización. Implica buena parte del consumo de recursos desde un punto de vista ambiental de una carrera: transporte de provisiones, instalación de estructuras, generación de residuos y gestión de provisiones sobrantes. Ya hace un tiempo que en muchos de estos puntos, las carreras han empezado a ponerse las pilas. A pesar de que siempre hay quien hace caso omiso, es muy habitual disponer de algún recipiente o bolsa a la salida de los avituallamientos para depositar los residuos resultantes del aprovisionamiento: vasos, piel de fruta, envoltorios de barritas… Un detalle que hasta no hace bien poco no era habitual en la mayor parte de las carreras y que convertía


No siempre se dispone de agua corriente en los avituallamientos.

los alrededores de los avituallamientos en pequeños basureros que luego, con más o menos fortuna, había que limpiar. No hay que olvidar tampoco que este pequeño detalle contribuye a desnaturalizar al máximo el acto de tirar cualquier tipo de residuo al suelo, a pesar de que aún hay que trabajar en la separación de residuos en estos puntos. En esta línea, algunas carreras también han optado históricamente por ofrecer con la inscripción pequeñas bolsas de rejilla adaptables a la mochila o al cinturón y que tienen como finalidad almacenar los residuos o envoltorios vacíos que el corredor produce entre avituallamientos, facilitando así su transporte y centralizando su almacenamiento, de forma que agiliza el vertido de esos pequeños residuos en el siguiente avituallamiento. Del mismo modo, en algunas carreras largas, la organización facilita también bolsas especiales para transportar el papel higiénico usado hasta el siguiente punto. Desde un punto de vista de desperdicio de recursos, hace ya tiempo que en los avituallamientos se ofrecen los productos en pequeñas porciones; tanto

fruta como barritas son habitualmente troceados para optimizar el consumo y desperdiciar el mínimo posible de comida. Del mismo modo, cada carrera gestiona a su manera las provisiones sobrantes, pero muchas organizaciones afirman entregar a organizaciones benéficas todo aquello aprovechable que ha quedado sin consumir. Cuando el recorrido lo permite, se empieza a valorar también la necesidad de avituallar lo más cerca posible de lugares en los que se dispone de agua corriente de forma natural, a fin de disminuir la necesidad de transporte de agua embotellada y, por ende, la generación de residuos extra en forma de recipientes vacíos, aspecto en el que muchas carreras ya trabajan desde hace años exigiendo entre el material obligatorio un vaso o recipiente en el que el corredor pueda servirse la bebida en el avituallamiento, eliminando así los centenares, cuando no miles, de vasos de plástico. En este aspecto, las organizaciones de distancias largas suelen ser más efectivas que las carreras más cortas y por tanto más rápidas, en las que se considera que el corredor 35


UN TRAIL MÁS SOSTENIBLE

Trocear los productos en porciones no sólo facilita el consumo, también lo racionaliza.

no dispondrá del tiempo necesario para servirse la bebida… Yendo un paso más allá está la iniciativa BYO (Bring your own), inaugurada en la Vibram Hong Kong 100 en 2018. Con ella, se insta a los corredores a llevar sus propios utensilios —recipiente y cubierto— para el consumo de comida caliente, como pasta, arroz o caldo, evitando así cualquier residuo plástico que pudiese generarse: tras los vasos les ha tocado a los boles y los platos. Algunas grandes carreras ya se han apuntado a esta línea de actuación. Más habitual es que las organizaciones recurran a proveedores de proximidad para abastecerse de algunos de los productos que necesitan, haciendo también partícipes del evento, dentro de lo posible, al comercio local. Cada gesto cuenta. Transporte El movimiento de vehículos privados vinculado a las carreras puede llegar a ser un problema y, en cualquier caso, no es lo mejor que le podamos desear al 36

medio ambiente. Algunas de las organizaciones que mueven grandes cantidades de público han empezado a ponerse las pilas a fin de facilitar el desplazamiento de los aficionados que quieren seguir la carrera, reduciendo así la cantidad de vehículos en movimiento y optimizando el espacio de aparcamiento en zonas en las que éste es limitado. Una opción recurrente en algunas de las carreras concernidas por el problema es la habilitación de superficies de aparcamiento allí donde sea practicable y la organización de lanzaderas que transportan al público hasta puntos concretos de la prueba, como la llegada, evitando así el colapso pertinente. En casos extremos, es frecuente cerrar al tráfico algún tramo de carretera o pista de acceso, habitualmente por razones vinculadas más a la seguridad para facilitar posibles evacuaciones que al medio ambiente, pero no hay mal que por bien no venga. WildinisM La mayor parte de estos conceptos quedan recogidos


en el proyecto WildinisM (www.wildinism.com), que con el apoyo de Mountain Wilderness y la ITRA promueve una práctica más responsable, autónoma y sostenible del deporte al aire libre. Propulsado por la asociación Robin des Montagnes, el proyecto propone a organizadores y corredores fórmulas y consejos para mejorar su relación con el entorno, reduciendo el impacto de la actividad y, en cierta manera, volviendo un poco a los orígenes y simplicidad del trail. Así y específicamente para organizadores, se propone el programa Steps to Nature, a través del cual un evento puede completar un formulario recogiendo las acciones previstas y a par tir del cual se reciben sugerencias de cambio o mejora, algo que también es posible a través del buzón de sugerencias de la web a través del cual se pueden aportar y compartir nuevas ideas. Tal como dice Cyril Cointre, presidente de Robin des Montagnes, “no podemos seguir considerando la naturaleza como si fuera el jardín de otra persona”. Así sea.

Las dificultades logísticas son un buen aliciente para la optimización de recursos.

SOSTENIBILIDAD Y EQUIPO Un planteamiento diferente de lo que hacemos suele conllevar la necesidad de herramientas modificadas o directamente nuevas. La desaparición paulatina de la bolsa de plástico en los comercios conlleva la necesidad de plantear otros recipientes o medios de transportar los productos más sostenibles: pequeñas bolsas de nylon plegables que no abultan prácticamente nada y duran mucho serían el equivalente en la vida cotidiana de lo que se espera de nosotros en el mundo del trail, sea en carrera o no. No hay nada nuevo, las bolsas de nylon plegables no son una aparición repentina, del mismo modo que no lo son los diferentes modelos de recipientes, vasos principalmente, que hoy en día forman parte del equipo de la mayor parte de corredores, sobre todo los más vinculados a la larga distancia. Fabricados pincipalmente en silicona, son ligeros, resistentes y plegables: ni bulto ni peso son una excusa. A partir de ahí, hay quien los prefiere con

asa para poder colgarlos de la mochila y así tenerlos a mano y hay quien opta por poder guardarlos en un bolsillo. Obviamente, la opción low cost —más aún— también existe: no es rara la imagen de la base de un tetra brik cortado a medida con un agujero en la parte superior para insertar un mosquetón. Barato, ligero y resistente. Otra opción suele ser modificar un botellín blando cortando la parte superior, aunque su falta de estructura dificulta su uso. La necesidad de procurarse el resto de la vajilla en algunas carreras complica un poco más el tema, aunque el problema suele darse por terminado con un vaso más —del tipo que sea— destinado a contener sopa, pasta o aquello que vayamos a consumir caliente. En cuanto a cubiertos, existe una amplia oferta en el mercado de utensilios superligeros y resistentes que no nos dejarán tirados a media carrera: los cubiertos de plástico, aunque ligeros, son extremadamente frágiles. Hay soluciones para dar y vender.

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GALERÍA

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FotografĂ­a: Quim Farrero

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GALERIA GALERÍA

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INCLEMENCIAS


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ROMEUFONTAINE

Una década en BLANCO

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ROMEUFONTAINE

SIN CRAMPONES Y A LO LOCO Texto y fotografía: Eliseu T. Climent

Que la Romeufontaine se haya convertido en cita de referencia de las carreras sobre nieve en los Pirineos, lo confirma su década de existencia. Diez años cumplidos con éxito para esta carrera que celebró su aniversario el pasado fin de semana 19 y 20 de enero, con una nieve mínima pero suficiente para dar el toque invernal. Quien no esté familiarizado con el lugar, tendrá que saber que Font-Romeu ha acabado asociando su identidad al alto rendimiento deportivo. Es por encontrarse a 1750 metros de altitud y por su orografía más bien ondulada y agradable que se ha ganado a lo largo de las décadas las atenciones de deportistas de élite de diferentes disciplinas. Todo empezó en 1963, antesala de los Juegos Olímpicos de Méjico ‘68. Los deportistas franceses que habían de participar necesitaban un lugar donde entrenar en altura y, sobre todo, aclimatarse para afrontar con éxito la altitud mejicana que rondaba los 2000 metros. Los atletas y deportistas de la selección gala pasaron por las instalaciones depor46

tivas de Font-Romeu. Y el resultado llegaría cinco años más tarde, en 1968, en forma de una buena colección de medallas. Que Font-Romeu era el lugar ideal, frente a otros candidatos alpinos, no había duda alguna. A los 1750 metros sobre el nivel del mar se le sumaba un clima seco y soleado. Así, esta estación se erigió como paraíso deportivo. En 1965, el ministro de Deportes y célebre alpinista Maurice Herzog atorgó a Font-Romeu el privilegio de convertirse en sede definitiva del Liceo Deportivo Pierre de Coubertin, un centro residencial y académico de alto rendimiento. Además, a orillas del lago de Les Bulloses, visitado por la Romeufontaine, se construyó por aquel tiempo un hotel de altura


La mañana empezó fría y gris. El color y calor lo aportaron los corredores.

para alojar a los deportistas del remo que participarían en Méjico ‘68. Como sello de garantía, FontRomeu es sede de los estudios de STAPS (homónimo francés de INEF) donde estudió Kilian Jornet y donde se encuentra también el Centro de Tecnificación de Esquí de Montaña de la Federación Catalana de Montaña. Poca nieve, pero suficiente El escenario descrito sirve de telón de fondo para la Romeufontaine, una de las citas más singulares del trail pirenaico francés. El trail blanco, que aprovecha las inmediaciones, pistas y accesos de la estación de esquí de Font-Romeu, goza de un espacio único para correr por nieve. El terreno suave permite que la acumulación de desnivel, algo más de 1.500 metros positivos para la versión de 39 kilómetros, sea progresiva. Aun así, no hay que dejarse engañar por las cifras, ya que el manto blanco obliga a un esfuerzo añadido nada despreciable. Prueba de ello fueron los rostros desencajados y los

jadeos de la distancia intermedia, de 25 kilómetros, ya en el kilómetro 10, a tocar del Pic de la Calme (2203 m). La nieve, que este año prometía engañosamente una larga temporada de esquí con unas primeras nevadas a finales de octubre, fue justa, mínima, pero suficiente para mantener el sentido y la esencia blanca de la Romeufontaine. En la vertiente norte, el paisaje acumulaba algo más, mientras que en su lado opuesto se concentraba en las pistas de esquí, gracias al esfuerzo de los cañones y la colaboración de las bajas temperaturas. La méteo, comprensiva con participantes y organizadores, regaló una ligera nevada durante la madrugada del domingo, que espolvoreó bosques y laderas para potenciar la sensación invernal. Ni qué decir tiene que una de las peculiaridades de la Romeufontaine es el hecho de compartir el espacio con esquiadores de todos los perfiles, desde el familiar hasta el deportivo, y desde el esquiador de fondo hasta el de travesía que subía con pieles a 47


ROMEUFONTAINE

La tímida nevada de la noche anterior dejó estampas como esta.

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Aunque con poca nieve, había que prestar atención a un terreno resbaladizo.

animar a amigos participantes. Y hasta algún ciclista de montaña se dejó ver haciendo equilibrios sobre su máquina. En cualquier caso, la estación ofrece la posibilidad de buenos accesos para los seguidores, así como la oportunidad de que estos realicen actividades complementarias —léase esquí o raquetas de nieve por los tantos senderos balizados— mientras se desarrolla la carrera. Una San Silvestre con retraso La fiesta de la Romeufontaine empezó el sábado 19 por la tarde. Era el turno de una etapa prólogo que se resumió en un sencillo recorrido de cinco kilómetros para calentar motores de las tres distancias del domingo, 39, 25 y 12 kilómetros. De las 1.150 personas repartidas entre los tres circuitos, algunas decidieron tomar la salida del sábado ataviadas con disfraces que añadían dificultad y color a una carrera que sonaba a San Silvestre fuera de fecha. A pelucas de colores, tigres, panteras, leones, supermanes e individuos de miopía galopante con gafas hiperbó-

licas se les sumaron niños con padres, grupos de amigos y corredores ocasionales del lugar. Pero este 5K fue una carrera especial. Más allá de prólogo, el equipo de Pierre Dechonne, director y alma mater de la carrera, quiso celebrar los diez años de la Romeufontaine bautizando el recorrido festivo como The Colour Race. ¿Por qué? Muy fácil. Porque seguidores y espectadores, armados con bolsitas de polvo amarillo provocaron una verdadera tormenta de color cuando se dio la salida. Gritos, risas, silbidos y, de fondo, una singular batucada compusieron el paisaje sonoro de este momento catártico. A la llegada, unas palabras de Dechonne, un vino y conversaciones cruzadas completaron esta celebración de la década de existencia. Ahora Font-Romeu vuelve a descansar. Retoma fuerzas para el verano, cuando llegará el turno de la Kilian’s Classic y a principios de otoño, de las 100 Millas del Sur de Francia. Mientras, nieve y esquí. traildefontromeu.com 49


INVERNAL DE CAMPDEVÀNOL

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HIVERNAL CAMPDEVÀNOL 51


INVERNAL DE CAMPDEVÀNOL

INVERSIÓN TÉRMICA Texto y fotografía: Quim Farrero

El trail tiene muchas realidades, pero si alguna se adapta a su verdadero espíritu es la de esas carreras modestas, vinculadas a menudo a poblaciones pequeñas que tienen como única pretensión hacer disfrutar de un terreno de juego que saben privilegiado. El trail no tiene temporada. A pesar de que todos los circuitos tienen un inicio y un final que suele coincidir, aproximadamente, con un periodo de tiempo que va de marzo a noviembre, la actividad no se para. Y no sólo la actividad personal en forma de entrenamiento, sino la actividad organizada alrededor de la que gira la estructura social del trail: las carreras. El calendario está completo durante todo el año, las 52 semanas, desde hace años, y es en esos meses de descanso tanto de circuitos varios como de grandes eventos cuando las carreras más modestas, probablemente la “realidad más real” del trail, campan a sus anchas. Carreras en muchos casos de distancias más razonables en las que el 52

corredor puede matar el gusanillo, pasar una buena mañana, añadir unos metros a su plan de entrenamiento, conocer una zona nueva... Y todo ello habitualmente en un ambiente más relajado de lo normal en el que la organización suele correr a cargo de alguna entidad local, frecuentemente un centro excursionista o montañero, con el soporte de la población paisana, que de forma habitual acostumbra a unirse a estos eventos en los que puede lucir y dar a conocer su territorio. La Hivernal La Hivernal de Campdevànol es un ejemplo claro. Una carrera con ocho ediciones ya, celebrada en un


Algún nevero despistado aportó el toque blanco invernal.

pequeño pueblo a las puertas del Pirineo y que habitualmente ve como los forasteros pasan de largo en pos de la cercana oferta de los vecinos situados ya en el “estadio de primera división”. La idea es ofrecer una carrera fuera de temporada, cuando los vecinos suelen no tener posibilidades operativas a causa de las condiciones de la época del año. Ubicarse un poco más al sur, lo justo para que las condiciones sean algo más benévolas, facilita plantearse una carrera de invierno sin tener que sufrir excesivamente por las condiciones, a pesar de que la montaña es la montaña. Aun así, alguna edición —la pasada, sin ir más lejos— pasó factura en forma de una cantidad de nieve, lo cual hizo necesarios muchos cambios en el recorrido clásico. Aunque bienvenido el manto blanco, no es el motivo principal del evento y, por tanto, condiciona la calidad final de una prueba que ofrece tres distancias, 40, 21 y 13 kilómetros con 5.400, 1.050 y 550 metros de desnivel positivo respectivamente. A todo ello, añadiremos una marcha popular. Una

mañana completa para un recorrido que ha sido ajustado a lo largo de los años y que busca ofrecer a los corredores la mejor experiencia local posible, llegando a lo largo de las ediciones a recortar algun tramo del recorrido original a fin de que la prueba no quede excesivamente dura. Montañas Pero no hay que llevarse a engaño. Que las montañas grandes estén a un tiro de piedra, no quiere decir que tengamos que caer en el error de no considerar las que vamos a recorrer en Campdevànol: la parte más espectacular de la carrera supera los 2000 metros de altitud en un terreno muy expuesto a las inclemencias, sobre todo al viento, que en la época que estamos pueden llegar a poner las cosas muy difíciles a los corredores y a la organización: ese viento ya ha sido responsable en alguna edición de cambios de recorrido en las zonas más altas, que han visto rebajada su cota a fin de no exponerse en demasía. La montaña es la montaña. 53


INVERNAL DE CAMPDEVÀNOL

De corto y en invierno, efectos del contraste térmico.

¿Invierno? Esta vez, la idea de invierno no tuvo nada que ver con la de ediciones pasadas. A un gélido inicio —a las 7:30 de la mañana— claramente por debajo de los cero grados, le siguió un constante ascenso de la temperatura. Aquí se producía una inversión térmica de manual y un acusado contraste de temperaturas entre el día y la noche, propiciado por la presencia de un potente anticiclón, que ofreció a los corredores de la distancia más larga un ambiente perfecto para correr en altura: temperatura fresca pero agradable, ausencia total de viento y la presencia justa, muy justa, tan solo algún nevero despistado y alguna traicionera placa de hielo que la organización tuvo a bien señalizar. Tras la salida de la distancia larga arrancaron las dos más cortas, a las 8:50 y a las 9:50, un horario un poco exótico que tiene como origen evitar que, tras la salida, la prueba se encuentre con las barreras bajadas en el cruce de la vía ferroviaria a la salida del pueblo. Todo suele tener una explicación. 54

La carrera Pero una carrera es una carrera y el objetivo sigue siendo acabar antes que los demás. Así, los 40 kilómetros vieron entrar con autoridad en meta a Albert Llonch con 4h37:57 en sus piernas, cinco minutos por delante de Xavi Llamas. A poco más de una hora (5h44:49) Natàlia Rey entró como primera mujer, tras haber liderado toda la carrera seguida siempre de cerca por Núria Villegas, que entró en segunda posición (6h05:08) Daniel Cazalla (1h55:41) y Nerea Martínez (2h22:15) se llevaron la prueba de kilómetros y Nil Gelonch (1h05:43) y Martina Gonfaus (1h21:02) la de 13 kilómetros en una mañana perfecta a todos los niveles para disfrutar de la carrera por montaña. Aunque sea invierno.

hivernal.cat revistatrail.com/galeria-hcampdevanol-2019/


Las cotas altas, como la cumbre del Costa Pubilla, lucieron ambiente primaveral.

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INVERNAL DE CAMPDEVÀNOL

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TERRITORIO TERRITORIO

MACIZO DE LOS

PUERTOS

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TERRITORIO

UN TERRITORIO, TRES REINOS Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero

Pocas veces en un mismo espacio geográfico confluyen tres comunidades autónomas. El macizo de los Puertos de Tortosa-Beceite se erige como lugar de reunión de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Aragón. La mole prelitoral dibuja un laberinto donde correr cautiva por las perspectivas vertiginosas que ofrecen paredes y barrancos, siempre bajo la atenta mirada del ama y señora de estas montañas, la cabra hispánica. Se coja por donde se coja, este macizo adopta forma de muralla infranqueable a primera vista. No tiene carácter defensivo, pero cierto es que aisla y separa. Aisla el interior de un litoral que se extiende a pérdida de vista, una geografía de una impecable horizontalidad, rica en agricultura, que el río Ebro ha regalado dibujando una llanura deltaica cambiante, siempre en proceso de transformación. Allí se cultiva el preciado arroz con denominación de origen y allí el mosquito campa a sus anchas, haciendo estragos en la piel del temeroso visitante. El Ebro, a su paso por Tortosa e incluso algo antes aguas 60

arriba, ha surcado un valle profundo, fértil, de una anchura generosa y proporcionada, suficiente para construir en sus márgenes una carretera de primer orden y una línea ferroviaria. Desde Tortosa, tan sólo hay que alzar la vista hacia el cielo para comprender de qué van las montañas que nos atañen: sobre nuestras cabezas, el Mont Caro aparece en lo alto, 1.440 metros más arriba. Con este desnivel como carta de presentación, casi está todo dicho. Y así es y así será este macizo, tanto por su interior como por su anillo periférico. La rotundidad con la


Roca, bosques y agua son los tres ingredientes de este macizo.

que se expresa quita el hipo. O sube o baja, nada de llaneos; tan solo algún espacio de suaves ondulaciones en su zona superior para perdonar la vida al corredor, senderista y ciclista. Se acceda por donde se acceda, si por la Comunidad Valenciana, Aragón o Cataluña, los desniveles están asegurados. El amante de las grandes paredes encontrará aquí también un espacio compartido con rapaces y carroñeros. Las Roques de Benet, la Roca Dreta de les Valls o las Roques del Masmut se definen como paraíso de lo vertical. Por contraste, en su parte más alta donde se unen las tres demarcaciones, el perfil es dócil y permisivo con el visitante. La cumbre del llamado Tossal del Rei, o dels Tres Reis, presenta una explanada desde donde poder contemplar una naturaleza parcelada por líneas fronterizas imaginarias y algo absurdas que se esfuerzan en dividir más que en unir habitantes de una vertiente y otra. El topónimo de esta cumbre tiene su origen en una historia que nada entre la leyenda y el hecho verídico: se dice que hubo un tiem-

po remoto, antes de la formación de la Corona de Aragón, compuesta por aragoneses, valencianos y catalanes, en que aquí arriba se reunían los tres capitostes de los respectivos reinos para negociar. En cualquier caso, tendréis que saber que en cada unos de los reinos esta geografía adopta un nombre propio: Puertos de Beceite para aragoneses, Massís del Port para catalanes y Tinença de Benifassà para valencianos. Sin más preámbulos, iniciamos su exploración en sentido horario, desde su extremo occidental. Los Puertos, vistos desde Aragón La comarca turolense del Matarraña es la puerta de entrada a estas montañas desde el extremo occidental de su vertiente norte. El pueblo de Beceite, encantador y con múltiples servicios de restauración y hosteleria, ofrece interesantes posibilidades para colarnos en esta maraña mineral. Si se opta por una alternativa acuática, remontaremos el río Matarraña para encontrar las llamadas Gúbies del Parrissal, un cañón 61


TERRITORIO

La estrella azul es el símbolo escogido por la Estels del Sud para balizar el recorrido.

divertido y de fácil acceso con pasarelas instaladas para el tránsito de turistas. Una opción encajonada y preciosa, una especie de viaje al centro de la Tierra, que hay que evitar completamente los días de máxima afluencia turística por tratarse de un lugar de gran atractivo natural y de colapso humano. Si se prefiere una vía más solitaria, el GR-8 es la receta. Al poco de abandonar el pueblo y calentar por un suave camino rural, el sendero arranca empinado en la llamada Cuesta de les Buixeres para acumular unos 600 metros de desnivel sin demasiado descanso. Llegados a la parte superior de los Puertos de Beceite, la vegetación ofrece un manto de pinares limpísimos que cubren un mar de suaves ondulaciones nunca por debajo de los 1.000 metros de altitud. El GR-8, que arranca en Beceite, llevará a los soñadores de la larga distancia, hasta Camarena de la Sierra, a los pies de la sierra de Javalambre. En el refugio de la Font Ferrera, situado también en la parte alta del macizo, el GR-8 entronca con el 7, que atraviesa la Península Ibérica desde Andorra hasta Andalucía. Para enlazar Beceite con la pobación castellonense 62

de Fredes, una recomendación: salid por el llamado barranco de Les Voltes. El sendero trazado por su lecho es de una perfección inhumana. Llegados a la masía de Cocó el camino, ahora pista, se abre paso entre el cultivo de secano. Aguas arriba del río Pena, la realidad se estrecha hasta encajonarse de nuevo. Nos fugamos de ella por un camino tradicional que asciende rítmicamente mediante zig-zags con restos del empedrado original y exhibiendo la belleza de una ingeniería ancestral. Llegamos a la ermita y masías de Sant Miquel d’Espinalvà. El complejo, deshabitado hoy, recuerda que en estas montañas se dio una presencia humana diseminada y aislada, testaruda y resistente contra las dificultades impuestas por el riguroso clima local y el accidentado relieve. De aquí, al citado Tossal del Rei, no queda más que una rodada por pista. Desde lo alto, percibimos el característico repetidor que corona el Mont Caro, punto culminante de este espacio natural. Antes de abandonar la vertiente aragonesa, la visita a las Roques del Masmut es cita obligada. Desde el pueblo de Peñarroya de Tastavins, saldremos por pista hasta llegar a la base de esta colección de lomos


La pista que discurre al pie de las Roques de Benet circunvala esta impresionante muralla.

de libros gigantes construidos con conglomerado. La imagen se asemeja a una escena de las desproporcionadas aventuras de Gulliver. Para alargar la excursión, merece la pena una visita al Salt del Ferri, una cascada recóndita, y el posterior regreso por el barranco de Mollons. Arnes, Horta de Sant Joan y Picasso Y aquí llega una de las imágenes más emblemáticas del macizo. Ya en Cataluña, el rebautizado Massís del Port proporciona una perspectiva de evidente potencial visual. Por contraste con el llano tapizado con cultivos de almendro y vid —no dejéis de catar el vino de esta zona vitivinícola, la DO Terra Alta—, se elevan las moles de las Roques de Benet. Como las columnas de Hércules, estas vigilan la entrada a estas montañas, declaradas Parque Natural en 2001. La amabilidad del territorio y de sus gentes es tal que atrajeron a Pablo Picasso en un par de ocasiones. Picasso se instaló en el pueblo de Horta de Sant Joan desde donde, inspirado por esta tierra, firmó dibujos y pinturas durante sus estancias en 1899 y 1909. Hoy es visitable la casa-museo del artista malagueño,

una de las atracciones culturales del lugar. Desde Horta, no podréis perderos la ascensión a las Roques de Benet. El conjunto de conglomerado encabeza la lista de atractivos de estas montañas y se compone de diversas moles, entre las cuales encontramos la característica Cap de Gos —cabeza de perro—, bautizada así por su evidente semblanza con tal parte canina. Una canal fácil pero descompuesta da acceso a la cumbre, una verdadera atalaya sobre la comarca catalana de la Terra Alta y la vecina aragonesa del Matarraña. A nuestros pies, las Moles del Don y la Mola dels Biarnets flanquean otro espacio ineludible, el río Estrets. A lo lejos, la sierra del Monsagre, también incluida en el macizo al que dedicamos estas páginas. No es de extrañar encontrar en las partes más escarpadas y pedregosas de estas montañas a su ama y señora, la cabra hispánica. Siempre vigilante y ágil, merodea entre riscos y canchales, y desafía el vacío entre paredes como quien se pasea por casa. Tierra adentro se llega al área recreativa del Mas de la Franqueta.Este es un buen punto de partida para infiltrarnos en la parte alta de las montañas, a través 63


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Profundas gargantas y barrancos o pasos aéreos caracterizan el correr en esta zona.

del camino que pasa al pie del imponente pino Lo Pimpoll, un ejemplar de más de 30 metros de altura. Como segunda opción, tendremos el sendero que lleva al encantador rincón donde se ubica el refugio libre de Les Clotes. Ambas alternativas nos dejarán en las inmediaciones del refugio libre de Terranyes, al que acompaña la imponente presencia taurina. El pueblo de Arnes es vecino de Horta de Sant Joan, a tan sólo algunos kilómetros. Parece vivir tranquilo de su agricultura y de la afluencia de un turismo rural de fin de semana. Su ubicación permite plantear la visita de los estrechos del río Estrets, valga la redundancia. El espacio propone un tránsito fácil y cómodo y, por ello, es uno de los destinos más concurridos por el turismo de la zona. Allí se dan cita familias y excursionistas, mientras que de sus paredes cuelgan algunas cordadas escaladores. Enlazad este vallecito con el contiguo, el del río de Les Valls. Mucho más solitario, este segundo nos espera con su masía homónima, hoy abandonada, y las paredes de la Roca Dreta de Les Valls y la Punta de l’Àliga, que se elevan más de 250 metros sobre nuestras cabezas. En el sendero que recorre este 64

valle, unas misteriosas estrellas azules lo saltean. Es el balizaje de la Estels del Sud, un recorrido excursionista de casi 90 kilómetros, que se presenta también como carrera de trail con sus múltiples distancias. Fredes, hayedos y la muralla oriental Los hayedos de estas montañas, los más meridionales de la Europa continental, constituyen la joya de la flora de estas montañas. Entre las diferentes bolsas de vegetación, sorprende el bosque ubicado en el barranco del Retaule, ya en la vertiente meridional y al cual se accede por la pista que se adentra por el barranco de La Fou, paralela al pantano de Ulldecona. Allí, en pendientes escarpadas y protegido del clima mediterráneo pervive un bosque que salvaguarda su ejemplar más preciado, el llamado Faig Pare. El solemne caducifolio ha cumplido ya el cuarto de milenio y ostenta su edad con un tronco que supera los cuatro metros de diámetro. Desde la pista del barranco de la Fou no dejéis de ascender al pueblecito de Fredes, al cual se lo ha apodado con gracia la Suiza castellonense. Desde la


Otra de las grandes paredes que no nos quita ojo, la Roca Dreta de les Valls.

misma pista, el camino tradicional que unía los pueblos de la Sénia y Fredes da acceso a este último a través del Portell de l’Infern, un paso entre rocas que nos introduce en otro de los laberintos minerales que depara el macizo. Parece ser que por el Portell de l’Infern pasaron carboneros y pastores, pero también estraperlistas, maquis y milicianos, y no pocos refugiados en tiempo de guerra. En sus inmediaciones, se encuentra la Cova de l’Aire, una inmensa bóveda sin continuidad sólo apta para cámaras fotográficas equipadas con gran angular. Llegados a Fredes, un breve refrigerio en el único bar del pueblo antes de plantear el descenso a la cota baja por el barranco del Salt, un espacio sombrío y húmedo que deparará, como algunos rincones de los ya visitados, una refrescante cascada, el Salt de Robert, antes de retornar a la árida realidad de clima mediterráneo. La Tinença de Benifassà posee otro de los pueblos anclados en estas montañas. Es El Boixar, ubicado en una zona descubierta y arbustiva, de paisaje esencial, donde la presencia de la arquitectura de piedra seca se expresa en bancales, cañadas y refugios

de pastor. Es un pueblo mínimo, seco, de montaña azotada por los rigores climáticos. Sus calles vacías tan sólo ofrecen la casa-refugio del Boixar, una base de operaciones incomparable para plantearse un stage de trail o completar su propuesta reina, la Ruta dels Set Pobles. Ahora sí, toca despedida y cierre. Pero antes de marchar, echad una última ojeada de 360 grados para grabar en las retinas estos paisajes arquetípicos. Puro silencio, roto por la discreta presencia de aves de gran tamaño y, como no, de la curiosa y omnipresente cabra hispánica.

UN MACIZO PROTEGIDO En 2001 la Generalitat de Catalunya declaró el Massís del Port Parque Natural, siendo el segundo más extenso de las tierras meridionales de esta comunidad. La Comunidad Valenciana siguió el ejemplo en 2006, mientras que la Comunidad de Aragón lo había declarado en 1966 Reserva de Caza, y así ha quedado. Curioso, ¿no?

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REPORTAJE

Un entorno sorprendente en un área metropolitana (BCN Trail Races). Fotografía: Quim Farrero

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ENTRENAMIENTO

ENTRENAR LAS BAJADAS Texto: Juan María Jiménez Llorens Fotografía: Quim Farrero

A quien no se le haya atragantado nunca una bajada, que levante la mano. Las hay que exigen resistencia muscular por su longitud y continuidad más que por su exigencia técnica. Las hay, al contrario, que parecen estar dedicadas a corredores equilibristas. En cualquier caso, hay que saber gestionarlas. He aquí algunas claves. Se dice que en muchas ocasiones las carreras se deciden en las bajadas. Hay corredores muy rápidos que vuelan sobre el asfalto, o suben rapidísimo en tramos con mucha pendiente, pero que luego en las bajadas ven como se les escapan las carreras. De entrada, tendremos que distin68

guir dos tipos diferentes de bajadas: las que discurren por pista forestal, senda fácil o incluso asfalto que, a pesar de ser relativamente sencillas, para un corredor que no está acostumbrado a la montaña, si se prolongan, le provocan tal desgaste en las piernas que llegados a un punto prác-

ticamente no puede ni correr. Para mejorar este aspecto, sería necesario simplemente un trabajo específico de adaptación a la montaña y de fortalecimiento. Y cómo no, están las bajadas técnicas, esas que a todo montañero le encantan. Sendas, piedras, curvas cerradas y que conforman gran


parte de la esencia del trail, aunque para algunos corredores se conviertan en una tortura, ya que requieren un conocimiento de cómo adaptarse o entrenar este tipo de situaciones. He aquí en muchos casos el gran problema. En este artículo, revisaremos ocho consejos fundamentales para mejorar nuestra técnica de bajada. CONCENTRACIÓN Para afrontar una bajada, lo más importante es la concentración. Evitar pensamientos que nos distraigan y una serie de detalles en

cuanto al material que puedan conseguir desviar nuestra atención, como la molestia de llevar una zapatilla algo suelta, unas gafas que se muevan al correr, un bidón o una mochila que se tambaleen a cada paso. ANTICIPACIÓN La anticipación es fundamental en la mayoría de deportes. Ya sea en esquí, en bicicleta de montaña o jugando al tenis. Determinar unas acciones o una trayectoria nos permitirá actuar con firmeza y sin titubeos. La anticipación se con-

sigue con la práctica. Se trata de mirar dos o tres metros por delante, identificando los obstáculos y determinando cuál será la mejor trayectoria a seguir, los puntos donde pisar y los que hay que evitar. En nuestra cabeza, trazaremos un camino lo más plano y recto posible, evitando al máximo las dificultades y las zonas donde no hay que pisar o que tenemos que evitar. CONOCER EL TERRENO Como siempre, conocer el terreno es importante y cuantas más baja69


ENTRENAMIENTO

La posición de los brazos aporta equilibrio y estabilidad, en especial en descensos técnicos.

das tengamos en nuestras piernas, más experiencia acumularemos. En este sentido, según el lugar sabremos si hay que pisar la tierra, la hierba, las rocas o al contrario, las zonas que no hay que pisar. Por otra parte, conocer el tipo de senda nos ayudará a bajar con mayor confianza y mucho más seguros. CENTRO DE GRAVEDAD He aquí una de las claves. Resulta fundamental saber adaptar el centro de gravedad al tipo de pendiente. Por lo general, cuanto mayor es la pendiente, más bajo tiene que ir el centro de gravedad y más flexionadas las piernas. Uno de los errores más comunes es ir demasiado rígidos, erguidos y en tramos con mucha pendiente inclinarnos hacia atrás hasta llegar a caernos de espaldas. Este error, frecuente por otra parte, se soluciona bajando el centro de gravedad. 70

DIVIDIR LAS BAJADAS Para mejorar en este punto, hay que saber diferenciar y dividir las sendas en pequeñas rectas, en las cuales haremos nuestros cambios de dirección. Puede resultar un poco confuso explicado en palabras, pero se trata de hacer tramos más o menos rectos en las sendas con mucha pendiente e intercalar curvas, parecido a las salidas de emergencia para camiones en carretera, de manera que en esos puntos podamos frenar o controlar la velocidad. POSICIÓN DE LOS PIES Si ponemos los pies un poco ladeados hacia la pendiente, nos darán bastante más agarre que si los llevamos en la dirección de la pendiente, como si fuéramos corriendo en llano. Un pequeño giro hará que tengamos más estabilidad para controlar la velocidad. Así podre-

mos ir aumentando o, al contrario, reduciendo la velocidad en función de la pendiente. POSICIÓN DEL CUERPO La posición del cuerpo acompaña el centro de gravedad y la posición de los pies. En este punto, trataremos de compensar la pendiente efectuando una angulación del tronco siempre hacia el valle. Es decir, similar a bajar esquiando, donde el esquiador efectúa una rotación del tronco a nivel de cadera y hombros en el sentido contrario al giro. Lo haremos de esta manera siempre que queramos mantener la velocidad o el control; en el caso de querer acelerar, bajaríamos completamente de frente. LOS BRAZOS Uno de los puntos que más estabilidad proporcionará serán los brazos. Estos siempre tienen que


El cuerpo avanzado favorece, como en esquí, el ataque eficiente de la pendiente y la gestión de los obstáculos.

ir abiertos en continuo movimiento para estabilizar todo el cuerpo. No existe una posición fija, pero abriendo los brazos siempre iremos rectificando la posición del cuerpo y confiriéndole equilibrio. Para terminar, un punto fundamental: como siempre, será el

trabajo del gimnasio. Este es un aspecto básico: cuanto mayor sea nuestro nivel de fuerza, mejor bajaremos. Y el mejor consejo: repite varias veces la misma bajada para así poder aprender de los errores y mejorar mucho en confianza y

seguridad.. Mira dónde pisas, analiza cómo es mejor bajar… Y ahora solo queda entrenar y practicar para mejorar en las bajadas. ¡Suerte!

juanmariajimenez.com


ULTRA SPORTS SCIENCE

LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS Texto: Volker Scheer. Médico deportivo y cofundador de la Ultra Science Sport Foundation Fotografía: Quim Farrero

Las lesiones musculoesqueléticas llegan tarde o temprano, pero llegan. Las hay de menor o mayor gravedad; algunas pasajeras y otras se cronifican, pero todas tienen en su punto de mira al corredor y, en concreto, al corredor de montaña. Desde sobrecarga de rodilla a periostitis tibial, pasando por las temidas fracturas por estrés o el síndrome compartimental, nadie se salva. Las lesiones musculoesqueléticas son muy comunes entre los corredores de trail y predominantemente afectan al miembro inferior. La mayoría de ellas son debidas a sobrecarga pero también pueden presentarse de forma aguda durante la carrera o el entrenamiento. Las lesiones agudas suelen estar relacionadas con la carrera en terreno abrupto o áreas montañosas, siendo frecuentes las torceduras de tobillo o rodilla y caídas accidentales causando rasguños en la piel e incluso fracturas. En este artículo se van a revisar las lesiones por sobrecarga más comunes y comentar sus síntomas, 72

los mecanismos asociados y las opciones terapéuticas. El diagnóstico y tratamiento de las lesiones requiere la asistencia de un médico deportivo o fisioterapeuta con experiencia. Rodilla de corredor La rodilla es la localización más común de las lesiones por sobrecarga en corredores de trail, particularmente en la cara anterior de esta, que afecta hasta el 31% de los corredores. Es lo que se conoce como rodilla de corredor que, en terminología médica, se define como síndrome de dolor patelofemoral


(SDPF). El SDPF es un término para describir diferentes patologías, incluyendo alteraciones óseas de la rótula, un mal alineamiento de la extremidad inferior, disfunción muscular o sobrecarga de la articulación patelofemoral. Se presenta con dolor mal localizado en la cara anterior de la rodilla, que típicamente empeora si se continúa corriendo, especialmente por montaña. Frecuentemente es bilateral. Entre los factores que predisponen al SDPF se incluye el desequilibrio muscular entre las estructuras estabilizadoras mediales y laterales de la rótula, rigidez de los músculos isquiotibiales y gastrocnemio, así como variantes anatómicas del miembro inferior. El tratamiento depende de la causa subyacente e incluye ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps y la cadera, el uso de vendajes u ortesis en la rodilla, movilización de tejidos blandos mediante masajes, estiramientos y modificación de la actividad. La cirugía es excepcional. Síndrome de la banda iliotibial (SBIT) El síndrome de la banda iliotibial es la causa más frecuente de dolor lateral de rodilla en corredores, suponiendo hasta el 12% de todas las lesiones por sobrecarga. Los movimientos de flexión de rodilla repetitivos causan fricción y pinzamiento de la banda iliotibial sobre el epicóndilo femoral lateral — prominencia ósea lateral de la rodilla— causando irritación, inflamación y dolor. Los factores que inducen al SBIT son el incremento del entrenamiento, carrera cuesta abajo, overstriding y la flexión y extensión de la rodilla. Es característico el dolor lateral de rodilla que aparece a un tiempo o distancia determinados, especialmente en carrera cuesta abajo, dolor local y en ocasiones inflamación sobre la parte distal de la banda iliotibial. El tratamiento incluye modificación de la actividad, reposo, hielo, analgesia e inyección de corticoides en caso de dolor intenso o inflamación. Síndrome de estrés medial de la tibia (SETM) El SETM representa hasta el 10% de las lesiones del miembro inferior en corredores de trail. Existen diferentes términos para describir el SETM: dolor en las espinillas, periostitis tibial, shin splints. Los posibles mecanismos incluyen la lesión por sobreuso debido a la compresión y arqueamiento repetitivo de la tibia causando tensión ósea y la tracción muscular repetitiva sobre el periostio. Factores predisponentes incluyen antecedente de

El SETM representa hasta el 10% de las lesiones del miembro inferior en corredores de trail.

SETM, sexo femenino, sobrepronación, resistencia muscular reducida, errores en el entrenamiento , superficies duras, calzado inadecuado y corredores novatos. Los síntomas son dolor en el borde posteromedial de la tibia que aparece durante el ejercicio. El dolor se puede provocar con la palpación sobre los dos tercios distales del borde tibial. Puede existir un leve edema. El tratamiento consiste en modificar la actividad, hielo, analgesia, fisioterapia, estiramientos, y lo más importante, modificación de los factores de riesgo. Síndrome compartimental crónico por ejercicio (SCCE) El síndrome compartimental crónico por ejercicio es un trastorno muscular por sobreuso que afecta hasta el 11% de los corredores de trail. Los músculos de la parte inferior de la pierna están divididos en diferentes compartimentos que están cubiertos por la fascia —capa de tejido conectivo—. El aumento de presión dentro de estos compartimentos pue73


ULTRA SPORTS SCIENCE

Una torcedura de tobillo puede tenernos parados una buena temporada.

de provocar una disminución de flujo sanguíneo y perfusión tisular causando dolor y adormecimiento. El dolor se produce característicamente y de forma individual tras una determinada distancia durante el ejercicio. El dolor se describe como calambre o quemazón sobre el compartimento afectado, que se incrementa con la continuación del ejercicio y que obliga a discontinuarlo. Es frecuentemente bilateral. La exploración física en reposo es normal, sin embargo inmediatamente tras el ejercicio puede revelar dolor a la palpación del compartimento afectado, así como herniación muscular. En casos severos, puede haber debilidad muscular, parestesias y atrofia muscular a ese nivel. El diagnóstico es clínico, pudiéndose confirmar a través de la medición de la presión intracompartimental. El tratamiento incluye la modificación de la actividad física y en ocasiones el tratamiento quirúrgico en forma de fasciotomía para la reduccion de la presión. Tendinopatía del tendón de Aquiles La tendinopatía del tendón de Aquiles es una lesión 74

por sobreuso frecuente que afecta hasta el 19% de corredores de trail. El dolor aparece de forma gradual con el ejercicio. Inicialmente permite continuar con la actividad, pero empeora con el entrenamiento prolongado y continuo. Existe dolor localizado a la palpación sobre el tendón y disminución de la fuerza muscular en la pierna afectada. Puede haber rigidez matutina que mejora con la actividad, así como inflamación moderada y crepitación sobre el tendón de Aquiles. El diagnostico clínico se confirma con ecografía. Factores predisponentes incluyen lesiones previas o alteraciones del tendón, errores en el entrenamiento, incremento rápido de las distancias, superficies duras e irregulares, calzado inadecuado, sexo masculino, mayor edad, obesidad y biomecánica anormal del miembro inferior. Entre las estrategias terapéuticas se encuentran los ejercicios excéntricos que han mostrado una respuesta favorable, especialmente para la tendinopatía del tercio medio, cuando se realizan regularmente dos veces al día durante tres meses. Las infiltraciones


con corticoides deben evitarse, ya que incrementan el riesgo de lesión e incluso rotura tendinosa. Tobillo del corredor de ultramaraton ( Ultramarathoner’s ankle) Es una lesión relativamente específica del corredor de ultramaratón y se ha descrito en el 1,4% de corredores. La flexo-extensión plantar repetitiva del tobillo causa una peritendinitis/tendinitis de los tendones del retináculo extensor del tobillo —cara anterior del tobillo—. Otros factores asociados incluyen el exceso de presión sobre el dorso del tobillo debido al calzado muy apretado, sobrepronacion, carrera sobre superficies duras y zancada excesiva (overstriding). La presentación clínica incluye dolor en cara anterior del tobillo, inicialmente difuso, progresando a agudo y mejor localizado con el ejercicio continuado. Puede apreciarse leve inflamación o crepitación. A la exploración hay dolor a la dorsiflexion contra resistencia. El tratamiento incluye reposo relativo, hielo, analgesia, fisioterapia, taping, estiramientos y ejercicios de fuerza. Fracturas por estrés Las fracturas por estrés son comunes entre corredores y son habitualmente fracturas por fatiga que se producen por sobreuso en el hueso sano. Las localizaciones más comunes son la tibia, la fíbula, y los huesos navicular y metatarsos del pie. Los factores predisponentes incluyen antecedentes de fractura por estrés, incremento en la frecuencia, duración e intensidad de la carga de entrenamiento, reposo inadecuado, superficies duras de entrenamiento, calzado inadecuado, excesiva adducción de la cadera, discrepancia en la longitud de las piernas, biomecánica alterada y sexo femenino, especialmente en casos de ingesta nutricional deficiente y alteraciones menstruales. Los síntomas incluyen dolor localizado a nivel de la fractura, que es de inicio insidioso. El diagnóstico de sospecha se confirma con la resonancia magnética. El tratamiento depende la localización de la fractura, pero siempre incluye reposo relativo o absoluto. Tras la curación y la modificación de los factores predisponente puede disminuir el riesgo de recidiva.

esqueléticas se aplica el método PRICE: protección, reposo, hielo (ice), compresión y elevación. Analgesia, taping, fisioterapia y rehabilitación temprana son estrategias a seguir que han mostrado beneficio en el manejo a largo plazo. El tratamiento durante la carrera se limita generalmente a masajes, estiramientos y taping. En este contexto, es importante valorar entre el corredor y el médico si es apropiado continuar en la carrera o no. Las lesiones agudas muchas veces precisan de protección y reposo, por ejemplo con muletas. La aplicación de frío reduce la inflamación y el dolor. Las bolsas de hielo están habitualmente disponibles pero se debe evitar su aplicación directa sobre la piel, ya que pueden causar irritación y lesiones cutáneas —quemaduras— si se aplican durante un periodo prolongado. Normalmente aplicar el hielo durante 10 minutos es suficiente, pero se recomienda aplicaciones repetidas en las primeras 48 horas. La compresión se realiza para disminuir el flujo sanguíneo y la inflamación a través de un vendaje. Este no debe ser muy apretado para evitar reducir el flujo sanguíneo en exceso y causar mayores lesiones. La elevación del miembro afectado reduce también el flujo sanguíneo y la inflamación. Los analgésicos como el paracetamol y los AINEs —antiinflamatorios no esteroideos, como ibuprofeno o diclofenaco— reducen el dolor. Recientes estudios han mostrado que los AINEs deben usarse durante un corto periodo de tiempo —tres o cuatro días— ya que puede interferir en los mecanismos inflamatorios implicados en el proceso de curación. Dependiendo de la localización de la lesión, la rehabilitación temprana es beneficiosa para reducir la rigidez articular y el retorno temprano a la actividad física. El diagnóstico correcto es esencial y debe establecerse por médicos deportivos y fisioterapeutas, lo cual queda fuera del alcance de este artículo. ultrasportsscience.us

Tratamiento En el tratamiento agudo de las lesiones músculo75


TOPO ATHLETIC 2019

TOPO CONTRA TOPO Texto y fotografía: Eliseu T. Climent

Sentido común, sencillez y comodidad son los tres ejes sobre los cuales Topo vertebra su filosofía de empresa. Este 2019, cuando cumple seis años de existencia, la marca llega con dos potentes novedades para trail: la renovada Terraventure y la recién sacada del horno Ultraventure, una opción para los amantes de las largas distancias. Aunque vio la luz en 2013, Topo posee en su esencia un largo recorrido subterráneo de varias décadas en la industria del calzado. Topo es la apuesta de un corredor que ha dedicado 35 años de su vida profesional a diferentes sellos de primer orden. Trabajó para Rockport y más tarde para Reebok; en 2001 dio el salto a Vibram USA, donde colaboró en el lanzamiento de las FiveFingers cuatro años más tarde y en su implantación como buque insignia del minimalismo. En 2012 abandonó la marca y se preparó para el nacimiento de su propio sello un año más tarde. Más allá de deducciones filológicas de si Topo proviene de topografía, terreno, o de si en el ámbito 76

faunístico hace referencia a la preciada especie de pelo de pincho, Topo es polisemia pura, pues el juego de palabras contiene también el nombre del mismo creador, Tony Post. En TRAIL, hemos seguido de cerca la evolución de esta marca y su maduración lenta pero constante que la ha llevado desde sus inicios a defender los colores del correr natural, o natural running. Topo se guía por un tríada conceptual que marca la diferencia, y que una original etiqueta recuerda en cada par de zapatillas adquiridas: libertad de dedos y antepié, drop bajo y peso pluma. Las primeras Topo MT llegaron con una estructura demasiado liviana incluso para asegurar una míni-


La suela Vibram es la responsable de las Topo más montañeras.

ma sujeción del pie, las cuales dieron paso a la primera generación de Runventure, algo más técnica, con un stack bajo, y una amortiguación mínima y poco reactiva. La Terraventure llegó para romper fronteras y permitir el acceso a terrenos más variados, técnicos y pedregosos. Tomó cuerpo respecto a la tradición familiar, manteniendo un drop discreto de 3 milímetros, pero incrementando el stack y añadiendo sujeción con un upper más consistente. Bienvenido, 2019 2019 apunta como el año de la consolidación definitiva de la marca. Aunque con paso firme pero discreto, Topo se ha ganado adeptos. Hay que decir que las mejoras que llegan con la Terraventure 2 y la nueva Ultraventure marcarán un antes y un después en la evolución de la firma. Las probamos en unos de los terrenos exigentes, la sierra Espadán (Castellón), donde el rodeno, sus lajas, bloques y afiladas aristas no perdonan. Estas son nuestras conclusio-

nes tras varios días con ellas. Con la Terraventure y la Ultraventura se podría decir que Topo cubre prácticamente el 100% del abanico de variantes del trail, tanto en cuanto a distancia como a tipo de terreno y a perfil de actividad. Carácter y concepto. La Terraventure 2 se postula como un caballo de carreras cortas y medias, pero siempre rápidas. Su stack bajo —22 /25 milímetros— y su drop mínimo de 3 milímetros consiguen generar el efecto suelo deseado. Con esta segunda generación de la Terraventure se ha conseguido una zapatilla ágil y reactiva, con buen ajuste y capaz de enfrentarse a los senderos más técnicos. Para ello, se le ha incorporado en la mediasuela una placa protectora contra piedras, más consistente que en otros modelos anteriores. Si a todo esto le añadimos la ligereza —307 gramos comprobados en talla 9 US—, obtendremos un verdadero bólido. Por su parte, la recién nacida Ultraventure mantiene la filosofía del correr natural por la que se define la marca, pero flirteando con el maximalismo. Con 77


TOPO ATHLETIC 2019

Topo ha escogido una gama cromática atractiva que se aleja de los previsibles colores de equipación deportiva.

un stack alto —25/30 milímetros— y un drop de 5 milímetros, es la opción para quien busca confort en largas distancias, así como castigar algo menos el tendón de Aquiles. Su triple capa de EVA de la mediasuela proporciona además una agradable flotabilidad que le permite prescindir de la placa protectora, hecho que la aligera sensiblemente respecto a la Terraventure. Obviamente, estos atributos juegan en detrimento de la reactividad, rapidez y estabilidad. No se trata de una zapatilla para arañar segundos pero sí de la opción para ultras montañeros donde la suela juega un rol fundamental y la comodidad es un principio rector. Aun así, su peso comprobado —283 gramos en talla 9 US— demuestra que no se trata precisamente de un tractor. Suela. Lo primero que salta a la vista en ambas es la incorporación de Vibram como responsable de la suela. Siempre es garantía de calidad y solvencia leer el nombre de la firma italiana estampado en la parte 78

inferior del calzado. La verdad es que así es: Vibram no defrauda en cuanto a agarre, tracción, control y adherencia incluso en suelo húmedo. El diseño de la suela, compartido por ambos modelos, destaca por un marcado taqueado con un espaciado generoso para responder eficientemente también en barro. Cuerpo. Tanto una zapatilla como la otra, demuestran que Topo ha optado por dar consistencia al correr natural mediante una estructura más sólida que la que poseían sus primeros modelos. Siempre con la parte anterior amplia, la zona del mediopié ha quedado perfilada para asegurar una mayor sujeción. En este sentido, los refuerzos laterales juegan a su favor. El upper, aun siendo muy transpirable, no está fabricado con tela fina sino con una solución que da confianza para enfrentarse a piedras, raíces y otros elementos agresivos. Por último, ambas zapatillas lucen una sólida construcción delantera para proteger el pie de los posibles impactos contra las piedras, al tiempo que dejan libertad absoluta a los dedos.


La recién llegada Ultraventure completa la familia de trail de la marca americana.

En definitiva, Topo ha tomado este 2019 el rumbo hacia soluciones con las garantías y la imagen de una zapatilla convencional pero manteniéndose fiel a la filosofía del correr natural donde la comodidad en marcha está más que garantizada ¿Alguien duda de ello? Y como complemento, la polaina. Fabricada en nylon por la misma marca, tiene como función evitar la entrada de piedras y tierra en la La Terraventure 2 es tu zapatilla si: *Te gustan las distancias medias * Quieres arañar segundos al crono * Buscas soluciones ligeras y técnicas La Ultraventure es tu zapatilla si: * Sueñas con recorridos inacabables * Buscas un plus de comodidad y amortiguación * Quieres disfrutar del trail sin sacrificar la salud de tus pies

zapatilla. Se fija a unos puntos específicos que equipan ambos modelos. Se vende como accesorio. topoathletic.com Modelo Peso (talla 9 US) Precio

Terraventure 2 307 g 142 €

Ultraventure 283 g 152 €

Entrenamiento

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Media distancia

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Larga distancia

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Amortiguación

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Adherencia

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Estabilidad

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Uso

Carácter

Detalles Rockplate

NO

Admite polainas

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TEST

Running Belt GRIVEL

Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Grivel

FICHA TÉCNICA Peso comprobado: 97 gramos Tejido en la zona de carga: Elástico y altamente transpirable Cinturón: Cinta ancha de nailon con cierre mediante tridente Bolsillos: Compartimento central, más dos bolsillos pequeños laterales Cierre de bolsillos: Mediante solapa del mismo tejido elástico Detalles: Pequeño mosquetón en bolsillo lateral para asegurar las llaves Salida en bolsillo lateral opuesto para cable de auriculares

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Cuestión de cintura Hubo un tiempo en que se corría como se esquiaba en nórdico, con el agua en la cintura. Eran tiempos en que la autosuficiencia pasaba por la riñonera, donde se alojaba un bidón de ciclismo y como mucho, un pequeño bolsillo para llaves y una barrita. Por aquel entonces, los bidones saltaban y las riñoneras se movían, libres y autónomas, al ritmo de los impactos de la carrera. Más tarde, llegaron las mochilas con bolsas de hidratación, importadas desde la bicicleta de montaña. Se pusieron de moda y desbancaron a la riñonera, que sigue siendo un signo de identidad entre los practicantes del esquí nórdico. Y llegaron más tarde las mochilas-chaleco, y todavía fue mejor con sus bidones flexibles y su ajuste como una segunda piel, otro paso más que confirmaba que el trail no era el espacio idóneo de la riñonera, por libre y ventilada que dejase la espalda. Hay quien se ha lanzado a la reinvención de tal sistema de transporte, y la italiana Grivel lidera esta nueva generación de riñoneras que nada tienen que ver con las originales, excepto el nombre que comparten. El concepto actual sigue la estela de las mochilas-chaleco, a saber: máximo ajuste y adaptabilidad mediante el uso de tejidos suaves, flexibles, elásticos y muy transpirables. Y así es. Grivel ha diseñado un producto minimalista e inteligente, concebido para lograr la máxima eficiencia en las maniobras, sin necesidad de gestos engorrosos. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que el Running Belt, o cinturón de correr, se compone de una zona lumbar de carga de tejido elástico tipo lycra, organizada en tres bolsillos: uno central principal y dos laterales más pequeños. Todos ellos no disponen de cierre, una simple solapa del mismo tejido


elástico protegerá los enseres que carguemos. Este detalle permite el acceso directo y rápido al bolsillo principal, que es donde alojaremos la carga que necesitemos en carrera. En nuestro caso, cupo bien un cortavientos fino, un bidón flexible con 500 mililitros de agua y un par de barritas. El bolsillo lateral derecho posee una cinta con un pequeño mosquetón para asegurar las llaves, y el izquierdo un orificio para dar salida al cable de los auriculares. En cuanto al cinturón, este es ancho y fabricado en cinta de nailon de gran resistencia. Para su cierre, Grivel ha escogido el típico tridente ya clásico en mochilas de alpinismo, escalada y trekking, que es carta segura. Además dos bucles laterales bloquean la cinta sobrante a ambos extremos del cinturón con el fin de evitar que se destense a causa de los movimientos.

En marcha

Los años de práctica de trail de quien firma este test le han permitido probar múltiples riñoneras cuando se perseguíala expresión, hace alguna que otra década, del minimalismo, la ligereza y la eficiencia en montaña. Confieso que en mi caso llegaban a ser un verdadero calvario al haber de recolocarlas permanentemente en su sitio a causa de los impactos. El Grivel Running Belt, por su parte, se mantiene prácticamente inmóvil. Con una buena tensión, que parece algo exagerada al Marca: GRIVEL Modelo: Running Belt

principio pero que ni de lejos molesta, se consigue una óptima estabilidad de la carga y que la riñonera quede en el sitio que le hayamos asignado. En los días de uso, he acabado ubicándola a la altura de las caderas evitando así cualquier presión abdominal. El acceso al agua o barritas es rápido, tan solo hay que levantar la solapa de lycra. Eso sí, según vayamos dejando espacio libre, por el consumo de líquido o de alimentos, tendremos que reajustar el cinturón, operación que podremos realizar fácilmente en marcha. En cuanto a los bolsillos laterales, resultan muy útiles para elementos pequeños: como ya hemos señalado anteriormente, el dispositivo MP3 o las llaves. Es una lástima que al menos uno de estos dos no posea tan siquiera un cierre con velcro para asegurar lo más importante y que no solemos sacar durante la marcha: la documentación y el dinero. Ahora puedo decir que sí, que después de años habiendo sufrido infinidad de riñoneras, tanto de bidón vertical como las de bidón en posición oblicua, también las primeras de cinturón elástico pero con bolsillos de nailon, Grivel ha dado en el clavo con un diseño inteligente, ligero y minimalista. Y, cómo no, con el toque de color,e su característico amarillo corporativo.

NUEVA WEB ¡VISÍTANOS!

grivel.com

Uso

Peso: 97 g Precio: 32 € Carácter

Q Q Q Q Q Entrenamiento

Q Q Q Q Q Comodidad

Q Q Q Q Q Media distancia

Q Q Q Q Q Sujeción

Q Q Q Q Q Larga distancia

Q Q Q Q Q Estabilidad de carga

A favor

En contra

Ligereza, ajuste y estabilidad de la carga. Diseño inteligente y abierto para acceso rápido a la carga. Tejido muy suave y altamente transpirable.

Falta un bolsillo con cierre de velcro para asegurar documentación y dinero. Ausencia de un soporte para led pequeño, esencial en actividades nocturnas.

revistatrail.com 81


MITOS Y LEYENDAS

LOS TARAHUMARAS Eliseu T. Climent Rescato un libro que compré hace un par de décadas. Su título, Les Tarahumaras (Los tarahumaras); su autor, el polifacético y explosivo artista surrealista Antonin Artaud. Este viajó en los años 30 del siglo pasado a la sierra Tarahumara de Méjico con el propósito de convivir con los rarámuri, o tarahumaras, y entender su cultura primitiva y los efectos del peyote en sus ceremonias rituales. De entre las páginas del libro, me asalta el siguiente fragmento: “Al verlos seguir su ruta sin desviarse ni un ápice, cruzando torrentes y a través de la tierra que se descompone, de la densa espesura, las escaleras talladas en la roca y las verticales paredes, no puedo evitar pensar que han sabido conservar la fuerza de la gravitación natural de los primeros hombres”. Artaud se desplazó hasta esas montañas en 1937, indudablemente una tarea nada fácil para la época, atraido por la conexión profunda que mantiene este pueblo de 85.000 almas con la Tierra. El accidentadísimo relieve, compuesto por valles, cumbres y gargantas, ha conseguido aislar y mantener a buen recaudo muchas de las tradiciones de los tarahumaras ante el influjo y el avance de Occidente. Como buen artista de la contracultura, Artaud experimentó en propia carne los efectos psicodélicos del peyote, pero para nada se interesó por el carácter atlético de este pueblo, que nadie desveló al gran público hasta que en 2009 Christopher McDougall publicó Born to Run — traducido en español con el título Nacidos para correr —. En las páginas de su libro, el periodista estadounidense ensalza la capacidad de esta tribu para correr distancias que superan los 100 kilómetros, por desplazamiento más que por deporte. Calzan sandalias, las emblemáticas huaraches, y salen con lo puesto; transitan a grandes velocidades y sin sufrir las lesiones que acechan al corredor medio. McDougall relata, además, su experiencia personal al cambiar su enfoque y su manera de correr, imbuido de la esencia tarahumara, y superar así las numerosas lesiones que lo habían apartado temporalmente de la actividad. En cualquier caso, el libro y junto con él, la percepción de los tarahumaras como seres casi sobrenaturales, coincidió sospechosamente en el ámbito del correr con un retorno a lo natural y a los orígenes, despojando el camino de todo artificio. A esa corriente se la bautizó con el nombre de minimalismo y en su versión extrema tomó forma el correr descalzo. De la noche a la mañana, algunas firmas comerciales se subieron al carro, surgieron figuras de aspecto mesiánico y los tarahumaras fueron reclamados aquí y allí como símbolo de la pura esencia atlética. De la noche a la mañana, se los convirtió en objeto folklórico, a partes iguales entre el exotismo y la admiración. Invitados a carreras, tras sus pisadas se apresuraron individuos occidentales en sandalias o con finas suelas, los cuales acabaron lesionándose y abandonando por no haber comprendido que correr así, para los tarahumaras, no es cuestión de moda sino de su propio ADN.

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