ZEGAMA-AIZKORRI
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Esperando el rÉcord
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MAÑANA, SOL Y BUEN TIEMPO Texto y fotografía: Quim Farrero
El binomio Zegama-Kilian siempre despierta expectación. De todos es conocida la debilidad del corredor por la carrera y, tras dos años de ausencia, su participación coincidiendo con la mayoría de edad de la prueba —18 ediciones ya—, aporta un plus a la que es, sin duda, una de las mejores carreras del mundo. Pero esa es sólo una parte de la historia. Del mismo modo que Kilian no necesita a Zegama para ser quien es, Zegama no necesita a Kilian para ser lo que es. Y de la misma manera, la mayoría de edad de la prueba es un dato simbólico, anecdótico. Hace ya años que está consolidada como una de las mejores del mundo, gracias a la suma de una serie de factores que hacen de Zegama Mendi Maratoia lo que es: una carrera que no necesita pedir la participación de ningún gran corredor, por la sencilla razón de que pocos son los que declinarían un dorsal para vivir la experiencia Zegama. Porque, más que una 32
carrera, es una experiencia única, algo que hay que vivir por lo menos una vez desde cualquier lado de la barrera. Meteorología y récords Somos propensos a la asociación de ideas, al prejuicio. Nombrar Zegama es pensar en condiciones épicas vinculadas a la lluvia y el barro. Zapatillas sucias, espaldas salpicadas, manos, caras, todo barnizado por la mezcla resultante de la tierra y el agua. Esa es la imagen. Por cuestiones del territorio, el barro suele ser un factor determinante, casi omnipresente, en la carrera, independiente-
Difícl no rendirse al embrujo de Zegama.
mente de la meteorología del día D, pero ¿la lluvia?. Parafraseando a Kortatu, “La asamblea de majaras ha decidido: mañana, sol y buen tiempo”. Y así, esta edición ha estado marcada por el astro rey y unas temperaturas anormalmente altas, que han hecho de ella una de las más duras de los últimos años, a pesar de que la épica visual no refleje la dureza del momento. Sólo la imagen, repetida hasta la saciedad este año, de corredores y corredoras literalmente derrumbándose a su entrada en meta implorando líquido, da una idea de a qué nos referimos. Una edición en la que el ¿buen tiempo? y la presencia de Kilian, desataron previsiones y elucubraciones sobre la posibilidad, casi seguridad para algunos, de que el récord que ostenta Stian Angermund-Vik desde 2017 (3h45:08) fuera pulverizado por Jornet. Así pintaba incluso hasta Sancti Espiritu, donde la cabeza de carrera (Andy Wacker y Kilian Jornet) pasó por debajo del tiempo de récord. Pero finalmente, y a pesar de que las condiciones del terreno eran buenas, las altísimas
temperaturas pusieron a todos en su lugar, y el récord, que como todos está para romperse, deberá esperar un año más. Y es que el sol en Zegama despierta el ansia de récord —no ha sido esta la primera vez—, y es ese mismo sol el que suele dar al traste con las pretensiones de los más ansiosos, porque la combinación de humedad y temperatura, sobre todo en las zonas bajas del recorrido, resulta letal para el rendimiento de los corredores, aunque no se perciba de la manera que se perciben la lluvia y el barro. Y es que, si nos atenemos a las últimas 10 ediciones, tal vez Zegama no está más ligada a la lluvia que otras carreras. Ésta ha sido, de hecho, la tercera edición seguida en la que el sol ha brillado con fuerza. En Zegama, la carrera, no llueve desde 2016, en la que la lluvia, el frío y el viento conformaron el ying del yang de este año. De las mencionadas 10 ediciones, sólo en cuatro ha llovido —2012, 14, 15 y 16—, y en cinco ha brillado el sol —2011, 13, 33
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Refrigerando motores. Sancti Espiritu (km.19,6).
17, 18 y 19—. Queda una, la de 2010, que consideraremos una edición aparte porque convivieron a partes iguales algo de lluvia y niebla en las partes bajas, con sol y una cantidad nada despreciable de nieve en las zonas más altas: una experiencia memorable en la cima del Aizkorri (ver TRAIL, nº 31). La diferencia La presencia del ídolo, más el buen tiempo, favorecieron que la siempre masiva asistencia de público a la carrera, aumentara hasta límites espectaculares. El espectáculo este año en puntos como Sancti Espiritu era realmente impresionante. Todos querían vivir en directo el efecto Zegama aprovechando la oportunidad de ver de cerca y en vivo al mito Kilian. Gente de todos los perfiles posibles se dan cita a lo largo de prácticamente todo el recorrido. Corredores sin dorsal, que siguen a amigos con dorsal, 34
y a los que ven en diferentes puntos del itinerario haciéndose su propia carrera, atajando de punto en punto; aficionados que, no habiendo conseguido uno de los dorsales más cobejados del calendario, no quieren perderse la experiencia; familias enteras, algunas incluso en proceso de expansión, que acuden a pasar el día en el monte, desgañitándose para animar a todos y cada uno de los corredores que pasan. Lugareños indiferentes al trail durante todo el año, convertidos en auténticos hooligans —en la mejor acepción del término— durante unas horas, bocinas y trompetas incluidas. En definitiva, un amalgama de perfiles que son los que realmente hacen de Zegama una carrera diferente a qualquier otra.
zegama-aizkorri.com revistatrail.com/zegama-2019/
Extenuaciรณn. La tรณnica del domingo.
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FotografĂa: Quim Farrero
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