TRAIL 86

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EDITA No Limit, S.L. José Roca Suárez Llanos, 45 1º 1ª 08329 Teià Barcelona Tel. 93 540 36 86 revistatrail.com trail@revistatrail.com

PORTADA

DIRECTOR Néstor Bohigas

Fotografía: Quim Farrero

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Gorka Zubeldia en la meta de la CCC

SEPTIEMBRE I OCTUBRE 2019

REDACCIÓN redaccion@revistatrail.com REDACTOR JEFE Eliseu T. Climent eliseu@revistatrail.com DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Quim Farrero quim@revistatrail.com DISEÑO ORIGINAL 3A Disseny Gràfic

SUMARIO

DIRECTOR DE PUBLICIDAD Néstor Bohigas publicidad@revistatrail.com PUBLICIDAD publicidadl@revistatrail.com SUSCRIPCIONES suscripciones@revistatrail.com MAQUETACIÓN Teresa Sabater ADMINISTRACIÓN administracion@revistatrail.com HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO Néstor Bohigas, Eliseu T. Climent, Quim Farrero, Volker Scheer FOTOGRAFÍA Eliseu T. Climent, Quim Farrero, Anna Ibáñez, Simó CLiment IMPRESIÓN Jiménez Godoy, S.A. Depósito Legal: B-31915-2005 ISSN: 1699-8332

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EDITORIAL

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TRAIL VIELHA - MOLIÈRES 3010

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OPINIÓN KILIAN JORNET

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TERRITORIO Mt. VENTOUX

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TOPO DAY

DISTRIBUCIÓN SGEL: 91 657 69 00 Impresa en papel con certificado PEFC

Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin autorización previa por escrito de la empresa editora. TRAIL no comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores. PVP: 5,00 € (IVA incluido)

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NO TE LO PIERDAS

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EN PORTADA UTMB

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ENTREVISTA MARTÍ NADAL

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ANDORRA ULTRA TRAIL

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CORONALLACS

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OFFICIAL MEDIA PARTNER

revistatrail.com

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SALUD IR AL MÉDICO

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ESCAPARATE

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MITOS Y LEYENDAS

facebook.com/revistatrail

instagram.com/revistatrail

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REPORTAJE

Caballos y corredores comparten territorio. Andorra Ultra Trail. FotografĂ­a: Quim Farrero

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CRONOmetraJE DE carreraS

Informaciรณn: crono@nlmt.com - T. 93 540 36 86


EDITORIAL

CICLOS La vida es cíclica, estacional, reiterativa. Las primaveras suceden a los inviernos, los veranos a las primaveras y así sucesivamente en un círculo que parece no tener fin. La vida es doble, compleja, se estira sobre la línea del tiempo y a su vez se repite, se retuerce sobre ella misma y vuelve al inicio. Es vector y círculo a una, con estaciones y puntos fuertes, con fechas señaladas que marcan fronteras y ordenan. Y llega el final del verano, que es cuando se celebra la anhelada peregrinación alpina del UTMB, al que dedicamos el reportaje central de este número. Es este el que da sentido a un año o más de trabajo de muchos de vosotros, el que genera expectativas ante el sorteo, temores a lesiones por sobreentrenamiento y presiones mentales de naturaleza muy diversa. Para unos señala el final de un sufrimiento, para los que se lo proponen para un futuro próximo recuerda que la rutina diaria está a punto de iniciarse. En cualquier caso, es la fiesta que marca una alerta personal e intransferible en el calendario, la que puede parar máquinas o catapultar al corredor, haya participado o no, hacia unos meses de trabajo final antes de la llegada del frío invierno. Y digo el UTMB porque es la cita mundial del trail, pero podría ser la Ultra Pirineu, a principio de octubre, como puerta al nuevo curso escolar, o cualquier otra cita que sea relevante para uno mismo, independientemente de su exigencia física. Sin ir más lejos, una carrera popular en plenas fiestas del pueblo puede representar un hito, no solo por cuestiones de rendimiento y cronómetro sino como experiencia personal y social, como encuentro anual con amigos o como mera participación en un entorno con un ambiente especial y positivo. Y escribiendo estas líneas pienso en cuántos de vosotros tenéis la San Silvestre de vuestro pueblos y ciudades en el calendario como celebración festiva más que atlética de un año que toca a su fin.

Texto: Eliseu T. Climent

Son estas fechas señaladas en el calendario las que ayudan a ordenar el tiempo, las ideas y los esfuerzos; las que en definitiva nos empujan hacia adelante y nos invitan a perpetuar en aquella pasión que compartimos. Son fechas que parcelan esta duración indefinida e inacabable para terminar dándole sentido y forma de manera ocasional o cícilica. Y así sucede con el UTMB en el calendario mediático del trail: parece que esté ahí para activar a los periodistas aletargados durante el parón estival y poner en marcha de nuevo los motores de la escritura, la fotografía o la expresión audiovisual. Volvemos de nuevo al teclado del ordenador, al visor y a la edición de imágenes cuando el verano da señales de despedirse. Porque el UTMB, como cualquier otra cita que se repita en el tiempo, está presente para recordarnos que la vida, deportiva o no, es cíclica y que todo vuelve. Podemos perder un tren pero, tarde o temprano, otro se detendrá en nuestro andén. Paciencia y a trabajar por este nuevo curso.

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ASÍ SOY YO

AQUÍ Y AHORA KILIAN JORNET

Ahora estoy aquí, metido en un buen fregado. Si miro adelante, atrás o arriba, solo veo el blanco que lo envuelve todo. Y abajo, mis piernas que se hunden hasta la cintura y rompen la blancura de la nieve. Y el silencio, absoluto, de esos tan intensos que te hacen oír un silbido agudo y lejano dentro de las orejas. En realidad, no hay ningún silencio: mi respiración, profunda; el viento que sopla a violentas ráfagas; los copos de nieve caen del cielo, se rebelan contra el aire y surgen por todos lados, desde todas las direcciones, para estamparse contra mi abrigo produciendo un cadencioso tam-tam-tam. Hay tanto ruido que el mismo acaba neutralizándose. Por eso solo siento el silencio. En los ojos, en las orejas… Únicamente una ínfima variación del blanco dibuja una diagonal ante mí y me permite intuir la fuerte pendiente que estoy atravesando. Una inclinación que se pierde en medio de la tormenta pocos metros delante de mí. Detrás, el rastro profundo que voy abriendo desaparece casi al instante, sepultado bajo la nieve. Vamos, un paso más. La nieve me llega hasta las rodillas y no tardará en compactarse por el viento.

Siento con todos los sentidos que esta pared de dos mil metros que hace apenas dos horas parecía inofensiva terminará por convertirse, de aquí a unos segundos, en una gran placa, en una trampa que esconde aludes. Clavo los piolets tan hondo como puedo. Les he perdido la pista a mis companeros, que se han quedado atrás. No logro verlos. La espesa niebla los ha absorbido. En esta pendiente de cincuenta grados, en la cara nordeste del Everest, doy otro paso, esperando que la acumulación de nieve caída en las últimas horas no se desprenda de la pared y se precipite hasta reventar dos kilómetros mas abajo. Que no me arrastre. Y antes de intentar cada paso, pienso: “Será esta la última cumbre que subiré? ¿Cómo carajo he llegado hasta aqui?”. Ha sido una historia larga. No empezó cuando me despedí de Emelie. Tampoco cuando cogí aquel avión hacia Nepal, ni siquiera cuando, de joven, me imaginaba explorando el Everest. Esta historia, aunque yo no fuese consciente, había comenzado muchísimo antes.

Fragmento extraído del libro Nada es imposible. Barcelona, Now Books-Ara Llibres, 2018

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• ESCALA: 1:25.000 • 2 mAPAS • IDIOMAS: ESPAÑOL, FRANCÉS, Inglés, alemán

Editorial Alpina · info@editorialalpina.com · T. 93 879 50 83 · www.editorialalpina.com


REPORTAJE

Una piedra en la zapatilla, cansancio, o el puro placer de admirar el entorno durante un rato. Andorra Ultra Trail. FotografĂ­a: Quim Farrero

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PRÓXIMAMENTE

NO TE LO PIERDAS... 7 OCTUBRE VAL D’ARAN BY UTMB ABRE INSCRIPCIONES aranbyutmb.com El lanzamiento hace tres años de la franquicia UTMB International por parte de la marca UTMB ha permitido a la cita mundial del trail iniciar su expansión global. Actualmente cuenta ya con carreras en China, Omán y Argentina. Como ya anunciamos en el número pasado, el Valle de Arán, en el Pirineo leridano, será el siguiente destino donde aterrice el sello francés. Bajo el nombre Aran by UTMB, la prueba fue presentada el pasado el jueves 29 de agosto en el marco de la celebración del UTMB en Chamonix. Aran by UTMB, que se celebrará del 3 al 5 de julio de 2020, abrirá inscripciones el próximo 7 de octubre y constará de tres distancias. El recorrido estrella, bautizado como Torn dera Val d’Aran, promete 160 kilómetros con 10.500 de desnivel positivo, visita las zonas más altas del valle en un ambiente de montaña duro y exigente. Dos carreras más completarán el evento: la Camins de Hèr, de 101 kilómetros y 6.400 metros ascendidos, y la Peades dera Aigua, que acumula 3.100 metros de subida en 55 kilómetros.

12 OCTUBRE VII TRAIL DEL BISAURA www.traildelbisaura.com El Trail del Bisaura llega a su séptima edición. La carrera quiere ser una de las citas otoñales más festivas y atractivas del calendario catalán. El escenario es una subcomarca prepirenaica, solitaria y fascinante a su vez, salteada por cinco pueblos con más de 1.000 años de historia. Su flora y su fauna aseguran un rincón de alto valor ecológico, donde el otoño es el momento estrella por la gran variedad de colores que proporcionan sus especies de hoja caduca, como el haya, que forma extensos bosques. De las tres distancias de la cita, 55, 22 y 11 kilómetros, sobresale la larga que, con 3.400 metros positivos, presenta un itinerario de gran dureza que discurre casi al 100% por senderos. Si, por su parte, la Mitja (22 km.) mantiene la tónica de la anterior pero con menos dificultad, la Curta (11 km.) está pensada para hacer disfrutar a los principiantes.

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16 NOVIEMBRE IX HARÍA EXTREME hariaextreme.com La Haría Extreme llega este año a su novena edición manteniendo su fuerte identidad isleña. Nueve años de trabajo que han dado carácter a sus tres recorridos, a base de repetir el paso por los puntos más emblemáticos de Lanzarote. Entre estos, hay que anotar el Parque Nacional de Timanfaya, el Risco de Famara y la mítica lengua de lava con su cuerda fija, el pueblo costero de Arrieta, el intransitable Malpaís de Siete Legüas, las Peñas del Chache, punto culminante de la isla, o los viñedos cubiertos de picón de La Geria, los cuales forman parte de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote. La Ultra, con 94 kilómetros, partirá como de costumbre del corazón del Parque Nacional de Timanfaya, ante la ya tradicional presencia de una flota de camellos locales. El Maratón, la Medium y la Starter tendrán como puntos de salida y llegada la población de Haría, donde no faltará un final de fiesta a base de concierto popular, comida y bebida. La Haría Extreme cierra el circuito Spain Ultra Cup en sus versiones XL para la Ultra y M para el Maratón.

25-27 OCTUBRE VI GRAN VUELTA VALLE DEL GENAL granvueltavalledelgenal.com La Gran Vuelta Valle del Genal se hizo realidad en 2013 en una de las zonas de Andalucía con paisajes más estéticos y cambiantes. En el Valle del Genal, el otoño se vuelve un momento mágico teñido de ocres. La cita consta de diferentes pruebas, con la ultra como cabeza de cartel. Sumando 130 kilómetros y 6.300 metros de desnivel positivo, la Gran Vuelta visita los 15 pueblos del valle en un itinerario de descubrimiento turístico de la zona y puede realizarse de manera individual o por relevos en equipos de tres. La distancia ultra añade un bucle a la Gran Vuelta para completar los 160 kilómetros. Y una semana antes, el 19 de octubre, un trail de 50 kilómetros es el encargado de dar el pistoletazo de salida a esta fiesta. Desde su primera edición, la Gran Vuelta Valle del Genal es miembro de la International TrailRunning Association (ITRA) y puntuable para la mítica UTMB.

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ESPECIAL UTMB

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UNA CARPETA INCÓMODA Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero

Desde sus primeras ediciones, el UTMB ha destacado por su sensibilidad medioambiental. Hoy sigue su camino en un equilibrio delicado entre crecimiento y contención del impacto ambiental. Hoy, el UTMB es la carrera líder en medidas medioambientales. Aun así, tiene sobre la mesa una carpeta incómoda, la del crecimiento mantenido. Es un oxímoron. O lo que es lo mismo para los menos dados a la terminología lingüística, una contradicción. El concepto desarrollo sostenible posee en esencia dicha contradicción: o se crece indefinidamente o se protege el planeta. El concepto ha sido ampliamente atacado por los economistas más críticos con el sistema liberal, que han visto en él una maniobra para seguir creciendo bajo el maquillaje de la sensibilidad ambiental. Pero el planeta tiene sus límites, como están demostrando los múltiples problemas medioambientales, el calentamiento global o la crisis energética. 16

Y el UTMB parece haberse unido al tren de seguir creciendo bajo la imagen de la sensibilidad ambiental. De los 700 corredores que participaron en la primera edición se ha pasado a los 10.000 que reúne actualmente, a parte de seguidores, familiares y miles de espectadores atraídos por este espectáculo del trail. Parece no tener límite, o al menos nada lo hace suponer. Pero rompamos una lanza a favor de la organización. Cierto es que la sensibilidad ambiental proclamada por el UTMB no ha quedado en meras palabras: desde las primeras ediciones pasó a los hechos,


junto con 19 organizaciones de grandes eventos deportivos a cumplir 15 compromisos ecoresponsables impulsados por la organización conservacionista WWF France y el Ministerio de Deportes del gobierno francés. En esta línea, lo más atrevido llegó en 2018 con la campaña Bring Your Own Utensils, en que cada corredor y voluntario habían de cargar con sus platos y cubiertos si querían comer caliente —sopa o pasta— en los avituallamientos. De esta manera, se reducía a cero la cantidad de vajilla desechable.

Una comisaria ambiental en la TDS

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llevando a cabo acciones de reducción de residuos, movilidad, sensibilización de corredores y público, y restauración del entorno. Ha llovido mucho desde que en 2006 el UTMB puso en marcha una primera acción en materia de movilidad para desplazar a corredores y seguidores y reducir así la huella de carbono o los múltiples problemas de tráfico que genera el seguimiento de participantes por parte de amigos y familiares. En 2017, un total de 19.000 personas, entre participantes, acompañantes, seguidores y medios de comunicación, se beneficiaron de dicha iniciativa. A la estrategia del transporte colectivo se le han unido otras, como la restauración de senderos en los tres países del macizo del Mont-Blanc, así como la gestión de agua de boca para la reducción de hasta 8.000 botellas de agua envasada, o la presencia de embajadores ambientales en las diferentes carreras del UTMB para sensibilizar a corredores y seguidores de la fragilidad del entorno. Por otra parte, en 2017 el UTMB se comprometió

Convenio con WWF El pasado 5 de junio el UTMB® y W WF France formalizaron un acuerdo con el objetivo de ahondar más en el respeto medioambiental que debe tener una cita de esta magnitud y demostrar que un gran evento internacional puede promover la sensibilidad por el medio ambiente y participar así en el desarrollo sostenible de su territorio. En el marco de este acuerdo, el UTMB se comprometía a cumplir los ejes de desarrollo suscritos junto con la organización conservacionista, entre los cuales destacan acciones de sensibilización, balance sobre la huella ecológica y de carbono, preservación de la biodiversidad o formación de los llamados embajadores medioambientales. A pie de calle, la sensibilidad ambiental parece que empieza a calar entre corredores. Sin ir más lejos, Xavier Thévenard comentaba a su entrada en meta: “Te das cuenta de la suerte que tenemos de poder estar aquí y de poder contemplar este universo; hay que cuidarlo, cambiar nuestros hábitos y vivir de forma más simple para proteger el medio ambiente, y procurar que las generaciones futuras también puedan disfrutarlo”. Un mensaje al que se sumaba el de Éric Fournier, alcalde de Chamonix Mont-Blanc y presidente de Vallée de Chamonix Mont-Blanc, que afirmaba que “es posible conciliar medio ambiente y grandes eventos”. No obstante, el crecimiento tiene un límite y no se puede crecer indefinidamente en un planeta de recursos finitos. Si el Valle de Chamonix figura en la lista de los sitios más contaminados de Francia, los espacios naturales del MontBlanc, aunque cuidados, se encuentran al límite de su capacidad de carga. El crecimiento del UTMB sigue el camino del desarrollo, ampliando límites y fronteras. ¿Cuándo tocará techo?


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ESPECIAL UTMB

DOMINIO Texto y fotografía: Quim Farrero

El UTMB, como evento, es un ente vivo. Todas las ediciones, de una forma u otra, cambian. Desde cuestiones puramente organizativas a nuevas ideas puestas en práctica, pasando por modificaciones de los itinerarios, sea por logística, economía o imperativos del territorio. Este año el cambio más significativo ha venido de la mano de la TDS: sus 120 kilómetros originales se han convertido en 145 para poder incluir la población de Beaufort, capital de la región que cruza la carrera en su último tercio. Una carrera que ya era dura, la más dura del evento —los que la han corrido lo saben— siempre con permiso de la PTL, aumenta así su dureza. Es el precio de la integración del territorio en el espíritu de la carrera, porque un evento así, por grande que sea, no es posible si el territorio no se siente formar parte de él. El UTMB es una fiesta que tiene incondicionales y 18

detractores, como todo en la vida, pero que de forma incontestable es, ahora mismo, el centro de la actividad mundial del trail. Por mucho empeño que se ponga, ningún campeonato oficial está cerca del nivel de convocatoria o de organización del UTMB; sean los que sean los corredores de élite que asisten a cada edición, la carrera sigue siendo el referente de la actividad del trail a nivel mundial, sobre todo porque a esas docenas de élites les siguen, literalmente, miles de corredores populares de todos los niveles, acompañados de sus seguidores que son los que hacen del UTMB lo que es, una carrera con muchas facetas pero con dos


Tras el Fort de la Platte, el ascenso al Passeur de Pralognan es una de las secciones más espectaculares de la TDS.

Mercantilización Las críticas suelen venir siempre por el mismo concepto, el dinero. Pero construir y mantener vivo algo así lo requiere, del mismo modo que requiere un núcleo profesional a tiempo completo que debe ser recompensado por su trabajo. Todo lo que el UTMB ofrece al corredor y al aficionado

tiene un coste, desde el excelente equipo de animación —media docena de personas— a una cadena de televisión propia con la que seguir el evento con cámaras y profesionales de verdad y, sobre todo, un núcleo organizativo que durante la carrera gira alrededor de un dispositivo de seguridad que está muy por encima del de cualquier otra carrera. La otra cara de la moneda es compartir senderos con miles de corredores, con todo lo que eso comporta a nivel de experiencia personal y organizativa: en algunos sectores es difícil sentirse solo en la montaña y la organización se ve obligada a ser muy estricta en ciertos aspectos operativos como el acceso de las asistencias a los avituallamientos. Nada es perfecto, pero todo es comprensible. Con todo, la mayor parte de carreras del mundo del trail le deben mucho al UTMB como referente; con críticas o sin ellas, muchas cosas que hoy son normales en la organización de una carrera, nacieron de las mentes del UTMB. 19

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momentos culminantes que la diferencian de las demás: la salida y la llegada. La primera, única en el mundo, es lo que es gracias a esa masa de populares que acuden año tras año a cumplir su sueño de participar en la que para muchos es la mejor carrera del mundo. La segunda, la llegada, es lo que es también gracias a todo ese ejército de aficionados y seguidores que se agolpan en Chamonix dispuestos a jalear hasta la afonía a quien sea que entre en meta, venga de donde venga. Preguntad a cualquiera que haya tenido el privilegio de cruzar la línea en el UTMB, la respuesta es unánime: no hay ninguna carrera comparable. Punto.


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Col du Petit Saint-Bernard, Santos Gabriel Rueda trabajándose una novena posición.

Las carreras Con la aparición el pasado año de la MCC, la carrera pensada preferentemente para voluntarios y habitantes de la zona, son siete las que componen el evento, que arranca el lunes con dicha prueba y el inicio de la PTL, la aventura alternativa que ofrece a los participantes la posibilidad de pasar prácticamente toda la semana evolucionando en terreno técnico por la montaña. La OCC el jueves y la YCC para los más jóvenes completan el elenco que da soporte a las verdaderas estrellas, las tres grandes: TDS, CCC y, como no, UTMB. Tres carreras en las que las posiciones de cabeza estuvieron dominadas con autoridad por corredores nacionales en una edición en la que todos los podios vieron cómo deportistas de aquí subían a algún escalón: ya el lunes, Pau Zamora y Álvaro Gómez entraban entre los 10 primeros de la MCC . El miércoles en la OCC, cuatro corredores se plan20

taban en el Top 10 masculino: Andreu Simon, Eugeni Gil, Eduard Hernández y Mario Olmedo. Y cinco corredoras en el Top 10 femenino: Azara García, Anna Comet, Mònica Comas, Íngrid Ruíz y Cristina Bes. El miércoles la TDS estrenó su nuevo itinerario en un día nublado que no soltó ni una gota y ofreció una temperatura perfecta. Fue el día de Pablo Villa, que se quitó la espina de su abandono hace dos años en el Fort de la Platte en un día de calor opresivo. Esta vez Pablo gestionó brillantemente la carrera desde las posiciones de cabeza, resistiendo con dignidad el envite de Dmitry Mityaev en los últimos kilómetros y plantándose en meta en 18h03:06. Esta fue la primera de las grandes, que vio también al incombustible Tòfol Castanyer plantarse en el Top 10. El viernes por la mañana arrancó desde Courmayeur


Primeras luces en el Grand Col Ferret, en el UTMB. Frontera entre Italia y Suiza.

un impresionante —¿Efectivo?¿Insuperable?¿Insul tante?— Pau Capell se hizo con un puesto de cabeza que ya no soltó hasta 20 horas después (20h19:07) en Chamonix. Con autoridad en carrera y efectivo en los avituallamientos, Pau controló la carrera de principio a fin, manteniendo una cómoda distancia que sólo en algún momento Xavier Thévenard se atrevió a acortar sin conseguir llegar a ver la espalda de Capell, a pesar de que el propio Thévenard mejoró su tiempo en la prueba. Capell vivió su merecido momento de gloria en Chamonix tras la ejecución de una de las mejores carreras nunca vistas en el UTMB.

utmbmontblanc.com https://utmb.livetrail.net/ revistatrail.com/tds-2019/ revistatrail.com/utmb-2019/ 21

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una edición de la CCC que vio como un efectivo Luis Alberto Hernando (10h28:49)se hacía con la primera posición de una carrera que vería también en el top 10 a Ivan Camps, Juan José Somohano y Crístofer Clemente, y que le daría esa primera plaza en Chamonix que tanto ha perseguido Luis. Con todos estos resultados a lo largo de la semana, sólo cabía esperar la prueba reina, el UTMB, para acabar de redondear. Con una meteorología prevista mejorando de día en día, la única lluvia de esta edición —no podía faltar— se vio una hora antes de la salida, con un chaparrón de media hora, lo justo para incomodar a todos aquellos que estaban ya apostados en la Place du Triangle de l’Amitié. Con la puntualidad habitual, se dio a las 18 horas la salida de la reina del evento, un espectáculo que hay que vivir al menos una vez en la vida. Naturalmente nadie lo sabía aún, pero a partir de ese mismo momento, la carrera ya estaba decidida:


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AlegrĂ­a incontenida en la lĂ­nea de meta de Courtney Dauwalter, 1era mujer.

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ENTREVISTA

MARTÍ NADAL “Un mapa es cultura, aunque no se reconozca como tal” Texto y fotografía: Eliseu T. Climent

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A todos nos han pasado por las manos en una u otra ocasión los mapas de la Editorial Alpina. Nacida en 1946 de la pasión de cuatro amigos, Alpina es sinónimo de aventura más que de proyecto empresarial; necesidad antes que fuente de consumo. Por aquel entonces, los practicantes, pocos y privilegiados, requerían de una cartografía que satisfaciese sus inquietudes culturales y de conocimiento del territorio. Y así empezó la andadura de Alpina: a mano y mediante un proceso artesanal del cual hoy sigue viviendo y bebiendo. Sus mapas son cultura por todo aquello que contienen: relatores del territorio y cronistas de los últimos testimonios que sobreviven a una montaña que se despuebla y cambia de usos, a un espacio que se transforma ante el imparable avance de una sociedad depredadora y consumista. Hoy, como ayer, Alpina resiste. Resiste, como el último mohicano.

Martí Nadal (Granollers, 1971) se define como pesimista, y motivos no le faltan: la cartografía de montaña sufre el envite de la tecnología y de los contenidos gratuitos en internet. Nadal ha vivido de cerca la evolución del mercado desde que en 1993 entró a formar parte de la familia Alpina como chico de almacén. Se podría decir que la editorial ha trazado su itinerario vital haciéndolo pasar por los diferentes departamentos de la empresa como etapas de una vida. Desde principios de los años 2000 es su director. Año 1946. Nace la Editorial Alpina. Surge de una necesidad de un grupo de cuatro amigos que salía a la montaña. Por aquel entonces, existían los mapas del Ejército y poco más. Es cuando Salvador Llobet, Noel Llopis, Josep Maria Puchades y Xavier Coll deciden crear sus propios mapas, pero no como un proyecto empresarial sino para cubrir un vacío existente. La intención, como he dicho, era poder salir a la montaña con cartografía excursionista, no producirla con intención comercial. Los fundadores no vivían de la editorial, tenían sus propios trabajos: uno era profesor universitario, otro ingeniero... Publicaban sin ningún tipo de presión comercial ni prisas y lo hacían en función del mapa que necesitaban. Empezaron por el de Sant Llorenç del Munt porque es un macizo que les

quedaba cerca de casa, en Granollers. Luego siguieron por el Montseny y las montañas que les eran más próximas. Posteriormente, publicarían mapas de los Pirineos, pero este ya era un destino alejado, porque los desplazamientos, por aquel tiempo, eran lentos y pesados. El contexto cultural, en aquel momento, fue determinante para el proyecto. Efectivamente, el momento correspondía a los años más grises de la posguerra. La gente que podía salir a la montaña era mínima y privilegiada. Los fundadores de Alpina eran todos universitarios con un nivel cultural alto. Por otra parte, un proyecto como el de Alpina pudo hacerse realidad gracias a la tradición excursionista que existía en Catalunya desde

el siglo XIX. Hay que recordar que el excursionismo histórico, a diferencia del senderismo actual, era una actividad completa, a medio camino entre la curiosidad histórica, etnológica y cultural en general, y un sentido acusado de la exploración y descubrimiento del territorio. En Catalunya, esta corriente de origen romántico llevaba asociada una innegable dosis de identidad. Cuando dices que la editorial surge de una necesidad, ¿qué aportaba Alpina que no tuviese la cartografía militar? La cartografía militar no les proporcionaba ni toponimia ni fuentes ni elementos patrimoniales ni pequeños senderos. Los socios de Alpina mejoraban la cartografía militar para que tuviese un interés excursionista. Actualmente, seguimos trabajando igual que los fundadores de nuestra empresa, pero con herramientas actualizadas. De hecho, nosotros, como ellos, pisamos el territorio para elaborar los mapas: en sus trabajos de campo, dibujaban sobre el mapa; nosotros comprobamos y regsitramos tracks con el GPS, además de hablar y contrastar con la gente del lugar 29


ENTREVISTA

los topónimos locales. La esencia es idéntica: un trabajo artesanal con medios diferentes. La labor de realizar cartografía de montaña, tal como la interpreta la Editorial Alpina, exige una labor de investigación. Lo hicieron sus fundadores y hoy seguimos haciéndolo nosotros: nos desplazamos al territorio para comprobar el estado de los caminos y si una fuente mana o no. La labor de investigación, centrada principalmente en la búsqueda de caminos y toponimia, reconstruye el relato del territorio. A través de estos elementos podemos leer la historia, flujos de tránsito y visiones particulares del territorio que han tenido históricamente sus habitantes. La cartografía militar no contiene este tipo de información porque 30

responde, lógicamente, a otras necesidades. De hecho, la aventura editorial de Alpina es un amalgama de excursionismo e inquietud cultural. En los primeros folletos que se publicaron, la editorial se autodefinía como especializada en cultura

“La aventura editorial de Alpina es un amalgama de excursionismo e inquietud cultural” excursionista. Estos folletos que se incluían en el mapa contenían apuntes de historia, fauna y flora del lugar... Alpina quería aportar información para que el nuevo usuario descubriese con algo más de profundidad el territorio por el que andaba.

Y llega el día en que Martí Nadal aterriza en la editorial... Llegué a esta casa en 1993 como chico de almacén. Empecé haciendo paquetes y cajas para luego pasar a facturación y otros departamentos. Pienso que haber pasado por los diferentes departamentos de la casa ha sido positivo, porque una cosa es la cartografía y otra el funcionamento de una editorial. Haber podido tocar todos los palos, desde el almacén y su organización hasta administración, es importante para obtener una visión de conjunto de la empresa. Ya no me refiero ahora a quien publica mapas, sino a la labor de editor: tienes que saber cartografía, sistemas de información geográfica (SIG), tener idea del papel, de imprentas, de los sistemas de distribución o del control de ventas.


¿Cómo era Alpina en 1993? Encontré una editorial en un momento difícil, con un prestigio tocado, con un conflicto empresarial entre los socios, sin tecnología, realizando los mapas a mano. Esta manera de trabajar, manual y completamente artesanal, todavía se prolongó tres o cuatro años. Cuando pasé del trabajo de almacén a administración, se decidió que había que invertir en tecnología, por lo que se adquirió software de edición cartográfica. Publicamos el primer mapa digital en 1998. Era el macizo del Vignemale, en el Pirineo francés. ¿El Vignemale? No faltaría competencia de las editoriales francesas, como Randonnées Pyrénéennes o el mismo IGN, que ya tenían mapas más sofisticados. Al ver nuestros mapas hechos a mano, los franceses siempre nos

decían que el éxito de Alpina era existir. Y corría entre los excursionistas la irónica tonadilla “qué bonito es perderse con los mapas de Alpina”. No se podía pedir más a un producto hecho a mano, donde las rectificaciones eran costosísimas.

“Corría entre los excursionistas la irónica tonadilla ‘qué bonito es perderse con los mapas de Alpina’” Cuando adoptamos el sistema digital, tuvimos que reelaborar con nuevas tecnologías el fondo de 80 mapas que ya tenía publicados la editorial. No se trataba de reimprimir, sino de revisar y actualizar la cartografía, empezar cada mapa de cero aplicando los nuevos sis temas de tr abajo. Fue un

momento especialmente difícil que comportó el desencadenamiento de una fuerte crisis, a la que se sumó una caída de ventas y la entrada de competencia. Algunos medios, como La Vanguardia, se atrevieron a publicar que Alpina bajaba definitivamente la persiana. Aquella transición se convirtió en un auténtico sufrimiento, porque caer es muy fácil, remontar un calvario. Llega el momento en que te conviertes en director. Fue a principios de los años 2000. Aplicamos un cambio de imagen a nuestros productos para convertirlos en atractivos, fiables y seducir de nuevo al mercado. Este proceso nos costó mucho. No fue fácil convencer de nuevo a los usuarios de que Alpina servía para algo más que para perderse, como decían algunos, de que los nuevos 31


ENTREVISTA

mapas eran precisos y fiables, y con una estética equiparable a la cartografía francesa. La transición se alargó años; yo diría que hasta 2010 Alpina no pasó página por completo de su etapa inicial. Cuando nuestro distribuidor francés nos comentó que había vendido más mapas nuestros de Ordesa que de las editoriales francesas este dato fue la señal de que el esfuerzo estaba dando sus frutos. ¿Existe algún detalle que marque la entrada definitiva a esta nueva etapa? Hay un hecho que, aunque parezca un detalle sin importancia para los usuarios, representa un paso de gigante. Alpina publicaba la cartografía con tintas hipsométricas (color según altitud) y pasó a cambiar el uso de color para definir la cubierta vegetal. Pero a pesar de los cambios, la 32

gente todavía habla de los mapas de cubiertas naranjas de Alpina, los antiguos, como algo entrañable. Querría que me interpelasen por lo que estamos publicando hoy y no por la nostalgia de los mapas del pasado.

¿Otros retos de la editorial? El principal, llegar a la gente joven; no será fácil.

de la otra vertiente de los Pirineos. Por ejemplo, ¿por qué no trabajar un mapa del Canigó o del Carlit? Es verdad que hemos entrado en territorios donde nunca antes había entrado la editorial, como Mallorca o Canarias, pero en estos casos nos salva el mercado internacional. Hay que publicar zonas que queden más alejadas de nuestro epicentro, ya que ahora la movilidad es mucho máyor que décadas atrás. Por ejemplo, las ventas de mapas de zonas de interior próximas bajan y en cambio suben los destinos que quedan algo más alejados. La asignatura pendiente de la editorial Alpina es poder ofrecer mapas de los Alpes. Es un reto que nos tenemos que proponer.

¿Y traspasar fronteras? Es nuestro planteamiento de cara a los años futuros: no sólo vender fuera sino hacer mapas de macizos

El mercado internacional posee otro contexto cultural. ¿Es más o menos sensible a la cartografía? Es el mercado que todavía da valor

“Querría que me interpelasen por lo que estamos publicando hoy y no por la nostalgia de los mapas del pasado”


a los mapas y el que compra mayoritariamente los mapas que publicamos de Mallorca, Canarias y hasta del Pirineo Occidental. Es la asignatura pendiente que tenemos en este país: valorar la cartografía. Lo explico muchas veces: una vez al año voy a la serra de Tramuntana, en Mallorca, a visitar a clientes. Me reciben como si fuese un héroe, porque están muy satisfechos con nuestra cartografía. No estoy hablando de tiendas, sino de hoteles: los hoteles venden mapas, a diferencia de los que podemos encontrar en otros lugares, que venden figuras de porcelana o joyería. Es un indicador cultural, de la misma manera que los franceses cuando salen a la montaña, a los que nunca he visto sin un mapa. Forma parte de la tradición de documentarse y preparar la actividad. Ves que les gusta leer el

mapa, ver por dónde pasan. Aquí, en muchos casos, hasta los grupos de jóvenes con monitores y excursiones escolares no enseñan a los niños adónde van a ir. No les presentan la zona sobre un mapa, con lo que los pequeños no tienen ni idea de lo que han hecho, más allá de andar. Lo más triste es ver que sucede también en gente adulta.

“Por seguridad, además de por conocimiento, el mapa es un elemento necesario” ¿No crees que este fenónemo forma parte de la nueva corriente que se está dando en la montaña? Generalmente, se da en los nuevos usuarios pero cada vez estoy más convencido de que se trata de un fenómeno que se está gene-

ralizando. Es una manera de ir por la vida: solo te fijas en la actividad y no en el escenario donde la desarrollas. El no saber dónde estás, o que no te interese, me sorprende. Al igual que se está perdiendo la lectura de libros, la lectura de mapas ha dejado paso a una nuevo individuo, que podríamos bautizar como cazador de tracks, aquel que descarga tracks de internet con el único fin de realizar una actividad, sin más. De esto tenemos culpa todos, administración, centros de enseñanza, medios de comunicación, asociaciones y clubes excursionistas... Recientemente un periódico publicó un reportaje sobre destinos para caminar. Entre todas la propuestas, que había muchas, en ningún momento hablaba de mapas como herramienta para 33


ENTREVISTA

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descubrir una zona y elemento de seguridad. ¡No se puede salir a la montaña sin un mapa! Y cuando hablo de mapa incluyo la versión digital, porque un GPS sin mapa no sirve absolutamente para nada. Necesitas saber dónde estás. Me choca ver que ni los medios de comunicación hagan esta tarea pedagógica; me confirma que se trata de un profundo problema cultural. Soy muy crítico, lo reconozco.

en competencia, pero no es así porque ambos son complementarios. Es cierto que, por otra parte, cada vez hay más portales de compartición de tracks y apps para móviles. Contra estos, Alpina no puede competir.

“No sólo el lector se está extinguiendo sino la inquetud por saber por dónde te mueves. Me cuesta encajar que no interese conocer la zona donde realizas una actividad”

Parece ser que el mapa es reserva para nostálgicos. No sólo el lector se está extinguiendo sino la inquetud por saber por dónde te mueves. Me cuesta encajar que no interese conocer la zona donde realizas una actividad. Aunque vayas solamente con GPS, en casa puedes documentarte ante un mapa. Por suerte, se produce a su vez el fenómeno inverso: en Alpina, hacemos mapas personalizados de una zona para hoteles y campings, porque el cliente cuando llega quiere ver dónde está y las posibilidades que tiene el destino escogido.

Aunque es delicado generalizar, ¿cómo definirías al nuevo usuario del medio natural? Ha surgido un perfil relativamente reciente que es el senderista de base que nace con el llamado Efecto Decathlon. La prueba está en que la sección de montaña, trekking y senderismo de estos establecimientos es inmensa. Este excursionismo popular ha crecido, es menos técnico y en general no lee mapas.

Pero las tecnologías no dibujan un panorama muy alentador para la supervivencia del mapa. Así es, pero siempre insisto en quién hará los contenidos. Si el mapa desaparece, ¿quién creará contenidos con algo de criterio? Es la esperanza que nos queda. En alguna ocasión, se ha producido algún accidente en montaña por seguir un track equivocado o solo dibujado y subido a internet. No critico que te bajes un track y que lo sigas, sino la falta de inquietud y criterio para estudiarlo y estudiar la zona antes de salir de casa. Parece que mapas y GPS entren

Otro perfil de nueva planta es el del corredor de montaña. El corredor no es usuario de cartografía. Aún así, hemos publicado tres guías, una de Sant Llorenç del Munt, otra de Andorra y una tercera de Collserola, firmada por ti. También colabor amos con muchas carreras diseñándoles el mapa del recorrido. Por ejemplo, para la Ultra Pirineu imprimiremos 5 . 0 0 0 e j e m p l a r e s . E n e s to s momentos, colaboramos con una quincena de carreras. Me gusta que el organizador de una carrera de montaña tenga el detalle de contactarnos para que

elaboremos su mapa. Es un gesto que denota sensibilidad por la cartografía. Y es importante que una carrera de envergadura regale un mapa al corredor, porque si tan solo un 10% de los participantes le echase un vistazo al llegar a casa, ya me daría por satisfecho. Esta es la tarea que tenemos y que es de responsabilidad compartida: sensibilizar al usuario. Comentabas que una asignatura pendiente es la gente joven. Sí. ¿Cómo llegamos a esa franja de edad? ¿Qué busca la gente joven? ¿Busca consumir guías como las de hace 70 años, o bien explicaciones esquemáticas de lectura rápida? Nos hacemos estas preguntas y muchas más. Se trata de un mercado muy cambiante, basado en la tecnología móvil. Me preocupa esta fe en la tecnología, y más en la gente joven que lo tiene todo en su móvil. Tenemos que sensibilizar y hacer ver que por seguridad, además de por conocimiento, el mapa es un elemento necesario. La gente joven es un público difícil porque está asentada en la inmediatez, en el ahora. Hablemos de precios. Es lo que frena al comprador en este mundo de contenidos gratuitos. El precio de un mapa es ridículo. Es una de mis principales frustraciones: cuando me dicen que un mapa es caro, me destrozan. En realidad, tendría que costar tres veces más. Para hacerse una idea, en el mapa de Picos de Europa que acabamos de publicar, hemos invertido dos años de trabajo y han colaborado 60 personas. ¿Y lo vendéis a...? ¡12 euros! ¿Cómo se puede decir 35


ENTREVISTA

que un mapa es caro? ¿Qué cuestan unas zapatillas o un cortavientos? Y la gente ni se lo plantea a la hora de comprarlos... En 1946, cuando Alpina empezó a publicar mapas, los ponía muy baratos, demasiado, y estos precios han hecho que la cartografía aquí se valore poco, no solo la nuestra sino la de todo el sector. Un mapa posee un trabajo invisible. Existen muchos aspectos que el cliente desconoce. Me gustaría poder grabar un video de lo que representa tan solo el trabajo de campo, de cómo pasas tres horas hablando en una masía para conseguir rescatar seis nombres de lugar. Si no realizamos este trabajo, los topónimos se perderán porque la gente mayor va desapareciendo y con ella los nombres. Son muchas horas pisando el territorio, que se traducen en un 36

producto que cuesta 12 euros y que, además, se considera caro. Si tuviésemos que pagar todo el trabajo invisible que contiene un mapa no podríamos hacerlo. Un mapa es impagable. Si la sociedad low-cost lo ha invidadido todo,

“Nuestra cartografía es artesanía. Seguimos trabajando igual que hace 70 años pero con herramientas actuales” ¿cómo podemos esperar que se valore la cartografía? Nuestro objetivo es hacer buenos mapas a partir de un buen trabajo que no se ve, el trabajo de campo, que es el más costoso y difícil. El punto fuerte de los mapas de Alpina sigue siendo el enriquecimiento que aporta el trabajo de campo.

Sois artesanos de la cartografía. Nuestra cartografía es artesanía. Seguimos trabajando igual que hace 70 años pero con herramientas actuales. Un mapa nuestro es un trabajo artesanal, por principios. Si algún día ha de dejar de ser una obra de artesanía, preferiremos dejar de existir. Para eso ya están los mapas oficiales. Si artesanía es sinónimo de cultura, ¿dónde encaja Alpina? Nos movemos entre cultura, turismo y deporte, no sólo por la manera artesanal de trabajar el producto sino por el enfoque de los contenidos que incorporamos. Turismo, deporte y cultura van juntos y se puede avanzar notablemente si se cree en el valor del territorio. Pero esta voluntad tiene que ser un fenómeno compartido por administraciones, empresas privadas y sociedad.


Internet y la cultura de la gratuidad de contenidos ha afectado a editoriales como la vuestra. Sin duda alguna. El “todo es gratis”, el no querer pagar por los contenidos es un problema real. Resolver este problema va muy ligado a la mentalidad. Soy pesimista por naturaleza, pero estoy convencido de que se trata de un tema educacional: la gente no está preparada para pagar contenidos en internet. Ya veremos cómo se resuelve esta situación en un futuro. Un ejemplo: entras en muchas páginas web donde no citan los mapas de Alpina que ellas mismas publican para ilustrar la actividad que describen. Si estuviésemos en Francia o Alemania, recibiríamos cantidad de correos pidiendo permiso y lo que hay que pagar por usar un mapa nuestro. La diferencia es una cuestión de educación y cultura. El gran error de Alpina en los inicios de la cartografía digital fue vender mapas libres, con lo que por cada mapa vendido este se podía copiar ad infinitum. Fuimos ilusos y la piratería estaba ahí para conseguir esquivar el pago de productos. Todavía hoy se vende muy poca cartografía digital: por cada 1.000 mapas en papel, vendemos dos en digital. Por lo tanto, no podríamos vivir de esto... El titular es: Si Alpina tuviese que vivir del mundo digital, mañana no podría subir la persiana. En cambio, hace tiempo ya que se habla del fin del papel. Exactamente. Hace muchos años que se dice que el papel se acaba. Veo difícil que el papel desaparezca. Si publicamos un mapa como el de Picos de Europa y lo ofrecemos únicamente en digital, ¿a quién lo venderemos si no hay

consumidores digitales dispuestos a pagar? Es una chispa de esperanza... Si el papel desaparece, desapareceremos todas las empresas de contenidos. Nadie está dispuesto a pagar por contenidos digitales. ¿Cómo percibes el futuro de la editorial? Seguir haciendo mapas de papel y si puede ser de zonas nuevas, mejor. Nuestra apuesta por el formato digital es cero porque la gente no compra.

“La reputación de Alpina se ha forjado a base del riguroso trabajo de campo y del diálogo permanente con el territorio” ¿Qué futuro auguras considerando a los nuevos usuarios? Esta es la asignatura pendiente que tenemos todos los que estamos en el mismo barco: educar al nuevo usuario para que conozca y valore el trabajo de campo, poniendo en valor el mapa y, en concreto, el mapa en papel. En este momento el valor del mapa está devaluado, tanto a nivel de usuario como de territorio. El mapa tiene una función esencial respecto al territorio: hace un gran trabajo de darlo a conocer de una manera respetuosa. Trabajamos en colaboración con el territorio y llevamos a cabo una importante tarea a favor de este, que la gente no lo valora. En nuestra manera de trabajar hay un paso muy singular: cuando terminamos un mapa y antes de imprimirlo, lo presentamos a ciertos

actores del territorio para que den su visto bueno, que bendingan lo que estamos haciendo. Es un proceso de proximidad. Es una dinámica que hoy se calificaría de... Freaky, lo sé. Nos dicen que estamos majaras... Pero no sabemos ni queremos, ni debemos trabajar de otra manera. Esta es la manera que tiene Alpina de trabajar. Nos negamos a trabajar de espaldas al territorio. La reputación de Alpina se ha forjado a base del riguroso trabajo de campo y del diálogo permanente con el territorio. ¿La cartografía es cultura o geografía? Un mapa es cultura, aunque no se reconozca como tal. Posee muchos elementos culturales, como recuperación de caminos o de toponimia, ligados al territorio. Es un gran contenedor de información, un cronista del territorio. ¿Percibes el futuro de manera optimista o pesimista? Como te he comentado antes, soy de taranná pesimista. Soy pesimista por los inputs que me llegan, pero atisbo una luz de esperanza cuando recibo comentarios de jóvenes que nos felicitan por nuestro trabajo. Solo por esta gente merece la pena seguir esforzándonos.

Un libro: La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza Una película: La vida es bella, de Roberto Benigni Música: Un poco de todo y según el momento. 37


ANDORRA ULTRA TRAIL

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ANDORRA ULTRA TRAIL

CAMBIO SIN CAMBIOS Texto y fotografía: Quim Farrero

Una nueva edición significativa, especial. Una edición en que se ha hecho efectivo el relevo generacional en la dirección de la carrera, en la que la meteorología ha sido más benévola que en la anterior y en la que, como siempre, los corredores han podido disfrutar de la montaña andorrana, una montaña de verdad. Todo parece igual. La música de “In taberna” de la cantata Carmina Burana sigue marcando el inicio de cada una de las pruebas que componen el evento, y el “go!” del director de carrera da la salida efectiva a los diversos pelotones de corredores que, a las horas habituales, se lanzan a los respectivos recorridos... Pero hay un cambio importante. Las cabezas visibles del evento han dejado de ser Gérard y Valérie, la entrañable pareja andorrana que creó y dio forma a la Andorra Ultra Trail. Ésta ha sido la edición del cambio generacional en la que Lídia y Sandra, sus hijas, se han hecho cargo efectivo de toda la operativa. Un relevo generacio40

nal que en un deporte joven como este es aún una novedad, pero que a medida que transcurra el tiempo se convertirá —o debería— en algo habitual. No es una experiencia desconocida ni para Sandra ni para Lídia: hace muchas ediciones que trabajan en el evento y lo viven de la mano de sus padres. Pero la alternativa, por usar lenguaje taurino, no deja de ser la alternativa, y aunque cuentan con el soporte y la experiencia de sus padres, la responsabilidad ha pasado a sus manos. Y todo ha funcionado como la seda, como era de esperar, en una edición con récord de inscritos llegando a los 3.339, de los cuales 2.170 finalizaron. También récord de países


Tal como su nombre indica, la piedra es el elemento dominante en el Comapedrosa.

representados, 51, con novedades como Guadalupe, Marruecos, Mónaco o Taiwan. Una edición dulce Este año, la meteorología, habitualmente el principal enemigo de las organizaciones de carreras por montaña, estuvo de buen humor y respetó a los corredores con condiciones benévolas durante toda una semana que, tal como manda la tradición de la carrera, ofreció una hermosa luna llena. En todas las carreras, desde la impresionante Eufòria, a la dura Ronda dels Cims o a la cordial Solidaritrail, los corredores disfrutaron de un evento que goza de un merecido soporte incondicional: es difícil encontrar a un participante de alguna de las carreras que pueda expresar nada que no sean elogios para la prueba, con especial mención a la entrega de los voluntarios apostados en cada uno de los avituallamientos y puntos de control, con una unánime especial mención por parte de los corredores de la Ronda dels Cims al héroe de la gaita en

la cima del Comapedrosa, punto culminante de la carrera y de Andorra con cerca de 3000 metros de altitud y que durante horas atrae con su música a los corredores hacia la cima, como si de un flautista de Hamelín se tratara. Montaña de verdad La actividad empezó el miércoles con Eufòria, la prueba talla XXL que vería en meta 67 horas y media después, a José Manuel y Mario Rodríguez, primos y originarios de Madrid que, tras superar las cinco cumbres de más de 2900 metros, y los 32 puntos —comas o collados— entre los 2500 y 2900 metros se plantaron en meta casi siete horas por delante de sus inmediatos seguidores, maravillados, según sus declaraciones, por el recorrido. La prueba reina, la Ronda dels Cims, arrancó puntualmente el viernes a las siete de la mañana para enfrentarse a uno de los recorridos más duros y, globalmente, más técnicos del calendario actual. Una carrera que nunca ha tenido la necesidad de 41


ANDORRA ULTRA TRAIL

Meta. Llegada de la Celestrail el domingo por la maĂąana.

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Compartiendo territorio.

utilizar la presencia de grandes nombres del mundillo para darse bombo y que se ha convertido en una de las más respetadas por los corredores, muchos de los cuales, conscientes de sus características, se lo piensan dos veces antes de enfrentarse a ella. Pero al final todo llega y, con repetidores incluidos, muchos acaban intentando incluir en su historial una pieza imprescindible, y algunos pocos, como Sergio Luís Tejero o Sílvia Trigueros —récord femenino— lo hacen por la puerta grande, tras haber superado los 170 kilómetros de piedras y senderos que conforman la prueba. Pero antes de llegar a la Ronda, muchos optan por explorar el terreno, afrontando los 83 kilómetros de la Celestrail, que vio entrar en meta a Tiago Cantante (10h34:12) y a Clàudia Tremps (14h01:13). Si ascendemos un poco más de categoría, están los 112 kilómetros de la Mític que este año se llevaron

Víctor del Águila (18h46:33) y Sabrina Solana (23h10:48). Los más rápidos tienen la posibilidad de disfrutar de la Marató dels Cims, un interesante recorrido con alguna sección técnica y memorable en el que Albert Escales (4h40:56) y Caitlin Fielder (5h46:26) fueron más rápidos que el resto. Pero el Andorra Ultra Trail ofrece posibilidades a todos y para todos. Por eso existen las dos marchas populares: la Solidaritrail, de 10 kilómetros y la novedad de este año, la Tamarro, una corta marcha de 2,5 kilómetros, pensada para que todos, hasta los más pequeños, tengan su momento de disfrute.

andorraultratrail.org revistatrail.com/andorra-ultra-trail-2019/ 43


ANDORRA ULTRA TRAIL

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CORONALLACS CORONALLACS

La Vuelta a un País

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ANDORRA MÁS ALLÁ DEL SHOPPING

Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Eliseu T. Climent, Simó Climent, Anna Ibáñez

Circunvalar un país al filo de su frontera es tarea casi imposible si disponemos de poco tiempo. Pero Andorra es diferente: es un país pequeño. Más allá del negocio de la nieve y del shopping, este territorio oculta unos paisajes exigentes, abruptos, 100% pirenaicos. La Coronallacs es la propuesta para descubrirlo en pocas etapas. Andorra es diferente. Así es: diminuto, montañoso. El apodado “País de los Pirineos” hace décadas que se hizo un lugar en el mapa a golpe de sedutoras ofertas para diferentes perfiles de cliente. Saltó a la fama como edén de las compras con productos a precios tan suculentos que atrajo a gente lejana, procedente de los más recónditos lugares de la Península Ibérica o de Francia para llevarse las mejores gangas. En vehículo particular o en viaje organizado, eran seducidos por un canto de sirena aliñado con de joyas, relojería, artículos de moda, alcohol, tabaco y en menor medida artículos deportivos imposibles de encontrar en los comercios de 48

nuestras ciudades. Las aduanas se ponían las botas y las colas finisemanales formaban parte del ADN de este lugar. Quien penetraba en él, se resignaba, sin más, a esta penitencia de salida. Paralelamente, hubo quien trabajó en el contrabando de tabaco. Las correspondientes persecuciones por pistas de montaña por parte de agentes de la autoridad a los infractores dejaron testigos de tales hechos: algún que otro coche estrellado por los pasos fronterizos más increíbles. Y el país potenció la nieve y el negocio del esquí, porque ya se sabe que tal sector lleva asociado otro, el inmobiliario, con su inherente carácter especulativo.


Ganando altura por la cabecera del valle de Ransol.

Con esta actividad, junto con el consumo y las compras, Andorra se había hecho con el turismo de masas, al que cabía añadir otra clientela, minoritaria, discreta e invisible, que buscaba en los bancos andorranos los beneficios de este paraíso fiscal. Con todo ello, Andorra construyó una imagen que encandiló durante décadas pero que llegada a la actualidad dejaba mucho que desear. Le faltaban mensajes asociados a salud, deporte, sostenibilidad y respeto ambiental, con el fin de abrir la puerta a otro turismo, saludable y activo, en busca de esfuerzo físico, buenos servicios y gastronomía de calidad. El país del shopping y la nieve se abrió a las montañas salvajes, un activo que tenía todavía por explotar. Emergieron las carreras de trail bien conocidas por todos vosotros, lectores; empezaron a celebrarse algunas de las mejores citas del calendario mundial de esquí de montaña, de descenso en bicicleta y, lo que es más increíble, los malabares de los especialistas en marketing han conseguido convertir recientemente Andorra en el país del ciclismo de carretera.

Este país de carreteras sin salida, de sube-bajas exigentes, donde tan solo un par de puertos permiten itinerarios circulares atrae hoy a miles de participantes en uno de los encuentros más deseados del ciclismo pirenaico. La llamada de la montaña Por su parte, el turismo activo de montaña reclamaba para su éxito una red de refugios guardados de calidad. De la cantidad de instalaciones libres con que cuenta el país, cuatro han sido remodeladas como refugios guardados, siendo el de Comapedrosa el más veterano y el de l’Illa el más reciente. Estas cuatro instalaciones permiten el recorrido que nos ocupa en estas páginas, la Coronallacs. El itinerario, de carácter circular, circunvala el país por sus límites fronterizos, aprovechando los refugios como finales de etapa. No hay que dejarse llevar a engaño por las cifras: las distancias y el desnivel se ganan con sudor, dada la exigencia del terreno. La lentitud en ciertos tramos, 49


CORONALLACS

Cabaña de pastores a los pies de la cumbre del Comapedrosa.

a causa del carácter abrupto y pedregoso, es una tónica habitual de estas montañas. El descenso al fondo de algunos valles garantiza ascensos con desniveles que superan los 1.200 metros. Llegados a los refugios, si todavía quedan ganas, se podrá finalizar el día con alguna sesión de trail a algunas de las cumbres cercanas. El escenario que depara la Coronallacs merece el esfuerzo añadido. La ruta Para convertirte en un Coronallacs, tendrás que empezar en la oficina de Turismo, en el corazón de Escaldes, el ojo del huracán del shopping andorrano. La primera tarea es pedir la credencial, que habrá que sellar en cada refugio y, cómo no, haber reservado plaza en los cuatro establecimientos para asegurarte dormir bajo techo y poder transitar ligero de equipaje. La segunda, abandonar las calles de Escaldes con su correspondiente marea humana para echarse al monte en busca de nuestro medio natural. Iniciamos la Coronallacs con una de las cartas más altas que podamos sacar en este juego: el valle de Madriu. Un cóctel de bienvenida para iniciar la partida. El citado valle fue declarado Patrimonio de la 50

Humanidad de la UNESCO en 2004 por tratarse de un paisaje cultural que posee un compendio de elementos culturales y naturales de alta factura los cuales construyen su identidad. Con estas palabras lo presentaba en 2003 la Ley de Patrimonio Cultural de Andorra: “Obra conjunta del hombre y la naturaleza, que forma una unidad coherente por sus valores estéticos, históricos o culturales”. En resumen, una primera etapa de extrema belleza, de distancia contenida pero con casi 1.500 metros ascendidos remontando el río Madriu. El refugio de l’Illa concluye esta primera jornada. Se trata de la instalación guardada más joven del país de los Pirineos. Proyectado sobre el edificio original, su arquitectura y cuidado diseño revolucionan el concepto tradicional de refugio convirtiéndolo en un auténtico hotel de alta montaña. De la segunda etapa, la Collada de Pessons (2815 m.) representa la puerta de acceso al dominio esquiable de Grand Valira. Las lazadas que describe el camino hacia la cota baja de la estación de esquí y la región lacustre que la envuelve proporcionan una sensación de vértigo potenciada por el imponente circo de Pessons que dejamos a nuestras espaldas.


Una sesiĂłn de trail despuĂŠs de finalizar la etapa, la mejor manera de acabar la jornada.

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CORONALLACS

Refugio de Juclar, un paraíso entre granito.

Más allá del segundo ascenso del día al Port Dret (2565 m.) y su correspondiente descenso al lago de Siscaró, alcanzar el refugio de Juclar se hace de rogar. Uno se gana la merecida cena sorteando canchales y hasta algunos tramos con cadenas sin otra dificultad que la posible sensación de vacío para los poco avezados a las trepadas fáciles. Juclar, a los pies de los lagos homónimos, debe de ser lo más próximo al paraíso, tal como lo imagino. Descubriendo el sector septentrional de Andorra Con toda probabilidad, la tercera jornada es la reina en cuanto a estética del recorrido. Los caminos, en general cómodos, describen perfiles que se adaptan al esfuerzo humano. Este calculado trazado es fruto de la ingeniería tradicional y de la adaptación secular del hombre a la montaña. La tercera etapa nos lleva al refugio de la Borda de Sorteny, ya en la región norte del pequeño país. Después de tocar el fondo del valle de Incles, algo concurrido por el turismo pedestre al poderse acceder en vehículo, el itinerario vuelve a elevarse hacia regiones donde reinan la pradera y los pastos. Es allí donde espera el encantador refugio libre de Cabana 52

Sorda, adosado, como de costumbre, al lago del mismo nombre. El rincón bien vale un receso antes de atacar una sección desértica con el largo ascenso a la Portella de Meners (2719 m.), un estrecho paso que se abre entre las cumbres de Serrera y Cabaneta. El descenso hasta la Borda de Sorteny es largo, agradable, regular. La inhabitual pulcritud de esta instalación y su exquisita gastronomía contribuirán a potenciar el efecto positivo de nuestras endorfinas. La cuarta etapa será la responsable de acercarnos a las faldas del Comapedrosa (2942 m.), punto culminante de Andorra. Se trata de la jornada más larga, con 22 kilómetros y más de 1.900 metros de ascenso. Una etapa, por otra parte, que toca varios pueblos, como El Serrat o Llorts, donde poder avituallarnos. Bajamos de cota hasta los 1400 metros para remontar hasta los 2500, con una segunda bajada y subida final al refugio de Comapedrosa. Habrá que saber que el último tramo del camino tendremos que compartirlo con excursionistas y andarines ocasionales que ascienden desde la estación de esquí de Arinsal, ya en Vallnord, al refugio de Comapedrosa a comer, refrigerarse y contemplar el paisaje.


Ascensión a la Portella de Meners, uno de los pasos estrella de la Coronallacs.

Aunque la etapa final puede parecer un trámite para concluir la travesía, en este caso no es así. Su longitud (22 km.) y acusado descenso (1.900 m.) dejarán en jaque a nuestras piernas ya cansadas. Poco hay que subir, algo más de 700 metros por sendero cómodo, para inciar una bajada que se hace eterna. Diría más, recurriendo a la metáfora, se trata de una verdadera bajada a los infiernos, o un calvario en sentido inverso. Es el precio de regresar a la civilización; hay que deshacer el encanto a través de valles y bosques hasta llegar al pueblo de Sispony, antesala del ajetreo comercial de Escaldes. Cuatro cumbres de propina Aquí van cuatro cumbres a las que podréis ascender de paso o desde los refugios de final de etapa. Desde el refugio de l’Illa Pessons (2848 m.) Montmalús (2779 m.) Desde el refugio Borda de Sorteny Serrera (2912 m.) Cabaneta (2864 m.) Desde el refugio de Comapedrosa Comapedrosa (2942 m.)

ETAPAS Y CIFRAS ETAPA 1 De Escaldes-Engordany al refugio de l’Illa 12,6 km. + 1.473 m./-50 m. ETAPA 2 Del refugio de l’Illa al refugio de Juclà 19,4 km. + 1.350 m./-1.527 m. ETAPA 3 Del refugio de Juclà al refugio de la Borda de Sorteny 16,9 km. +1.425 m./-1.771 m. ETAPA 4 Del refugio de la Borda de Sorteny al refugio del Comapedrosa 21,9 km. + 1.904 m./-1.608 m. ETAPA 5 Del refugio de Comapedrosa a Escaldes-Engordany 21,4 km. +716 m./-1.922 m.

coronallacs.com 53


TRAIL VIELHA-MOLIÈRES 3010

¡MONTAÑA!

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TRAIL VIELHA-MOLIÈRES 3010

GRANITO Texto y fotografía: Quim Farrero

A la espera de lo que nos pueda ofrecer el verano de 2020 en este pequeño cosmos que es el Valle de Arán, el trail Vielha-Molières 3010 ha vuelto a dar la talla ofreciendo un recorrido espectacular con una organización que busca, como ya es habitual, la calificación de excelente. Tras el legendario Maratón del Aneto le tocó el turno, allá por los inicios del siglo XXI, a la Marató del Molières, otra de las carreras en grandes montañas pioneras en la península. Tras la desaparición de la carrera pasaron los años y con ellos la eclosión de lo que hoy conocemos como trail running. Y esa eclosión ha visto el nacimiento de una carrera que, sin tener nada que ver con la celebrada a principios de siglo en cuanto a organización o itinerario, sí que comparte el espíritu, la calidad y, sobre todo, la estrella del recorrido: la cima del Molières, el tresmil emblemático del Valle de Arán cerca del cual cruza el túnel que da acceso al valle. 56

Una montaña emblemática para todos aquellos aficionados al esquí de travesía, que saben de la exigencia de su recorrido, tanto a nivel técnico, físico o nivológico: las grandes avalanchas no son infrecuentes en la zona y el Molières exige condiciones excelentes de nieve para poder ser ascendido con garantías. El Trail Vielha-Molières 3010 es, sin lugar a dudas, una carrera de montaña. Un maratón que colma, y tal vez supere, las ganas de terreno de alta montaña de cualquier corredor. Un largo tramo que va desde la Artiga de Lin, en la vertiente norte de la montaña, hasta el llamado Espitau de Vielha (Hos-


Tras muchos metros de desnivel, las losas de granito del antiguo glaciar conforman un terreno confortable.

pital de Viella) en la vertiente contraria, garantiza al corredor montaña y aislamiento al 100%, en un entorno espectacular y comprometido. Espectacular no sólo por las vistas, sino por el privilegio de avanzar por un terreno que un día fue un glaciar y actualmente son losas de granito que conforman un entorno mineral atípico, casi mágico. Comprometido porque en caso de que la montaña no esté de nuestro lado, las únicas salidas son hacia adelante o hacia atrás, depende de a qué altura del recorrido nos encontremos. Montaña de verdad, no hay salida fácil. La Artiga de Lin es el punto donde hay que preguntarnos cómo nos sentimos y valorar si la montaña nos da su permiso. Pero los 43 kilómetros con 4.300 metros de desnivel de la carrera no son sólo el Molières. Las cimas de más de 2000 metros ascendidas son cinco, más dos collados de más de 2400 metros, a los que se añade un kilómetro vertical en los seis primeros kilómetros de carrera. A todo ello sumaremos el terreno técnico en el inicio del descenso de la cima

reina. Mezclarlo todo y servir (agitado, no mezclado…). El resultado no deja indiferente. En esta edición, la carrera fue dominada, en categoría masculina, por Genís Zapater (6h28:29), corredor, alpinista, escalador y excelente conocedor de la zona, y en categoría femenina por Ángela Castello (7h32:09), que terminó más de una hora por delante de su inmediata seguidora. Junto a la prueba reina, la organización ofrece más opciones para los que prefieren moverse (aún) más rápido sin perder de vista el concepto montaña. La Montpius Skyrace arranca de Vielha con los primeros kilómetros del maratón, aprovechando el kilómetro vertical de ascenso al Montcorbison (2173 m.), atento con su masa a todo lo que suceda en el valle. De ahí, la carrera sigue la cresta entre éste y el Montpius (2276 m.) para volver a descender a meta, en Vielha completando los 24 kilómetros prometidos con sus 1.800 metros de desnivel, que vieron como Iván Calvo (2h38:51) y Anna Comet (2h49:06) dominaban sus respectivas categorías. 57


TRAIL VIELHA-MOLIÈRES 3010

Técnicas y estilos.

La tercera opción, la Tuca Trail, explora una zona totalmente diferente. Saliendo y acabando también en Vielha, se dirige hacia los bosques de la Tuca, por los que alcanza los 1750 metros y descubre lo que antaño fue la estación de esquí de la Tuca, abandonada hace años, fagocitada por el potencial de su vecina Baqueira Beret. Una carrera de 11 kilómetros y 800 metros de desnivel destinada a los que quieren aventurarse a descubrir el trail ese fin de semana y que vio en meta a Miguel Ángel Duplas (1h05:21) y a Celia Espinós (1h20:39), que entró sólo 40 segundos por delante de su seguidora Melania Cillero.

principal razón por la cual los tiempos de este año fueron un poco superiores a los de la pasada edición. Pero todo tiene su cara y cruz: si las altas temperaturas, que se dejaron notar especialmente en fondos de valle como el punto de avituallamiento del Espitau de Vielha, implican la fusión de los neveros, la ausencia de nieve convirtió el descenso del Molières en lo que realmente es cuando desparece el manto blanco: un técnico e inacabable canchal que el año pasado quedó en parte oculto por lenguas de nieve que hicieron mucho más cómoda la progresión de los corredores en las cotas más altas de este exigente recorrido.

Calor El calor, gran protagonista del verano, hizo que los restos de nieve en las partes altas fueran mucho menores que en anteriores ediciones. Esta fue la

trailmolieres3010.com revistatrail.com/trail-vielhamolieres-3010-2019/

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Un corto tramo tÊcnico da color al descenso del Molières.

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TRAIL VIELHA-MOLIÈRES 3010

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TERRITORIO TERRITORIO

El Gigante de Provenza 62


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TERRITORIO

DAVID CONTRA GOLIAT Texto y fotografía: Eliseu T. Climent

Imponente y omnipresente, el Mont Ventoux ha sido objeto de deseo de montañeros y ciclistas. El Tour de Francia ha hecho de él un mito con algunos de los mejores episodios de la épica ciclista; el montañero lo percibe con respeto y los amantes del trail hallan en sus laderas un paraíso de senderos y un paisaje próximo a la luna donde correr dominando el llano de Provenza. Este es el Gigante de Provenza. “Diez de cada nueve franceses querría vivir aquí” rezaba una publicidad local hace alguna década. Y no solo franceses, también es notable la población británica retirada y algún que otro habitante centroeuropeo. La verdad es que la región de Provenza, que abarca desde el final del arco alpino hasta las aguas del Ródano, conforma una provincia histórica caracterizada por el clima amable y una calidad de vida excepcional. Su ADN conserva una ruralidad secular, basada en el cultivo del olivo, la vid y los inacabables campos de lavanda que tiñen de lila el territorio cuando este pasa 64

página de los rigores del invierno. La denominación de origen Côtes du Rhône proporciona unos vinos que conjugan su sabor con los paisajes locales compuestos por una orografía suave, pueblecitos agazapados entre los campos, arquitectura de piedra con marcos y ventanas pintados a juego con la lavanda, extensas hileras de vid y el Ródano como ar teria fluvial, ordenador a de esta geografía. No falta tampoco una dosis nada despreciable de patrimonio histórico, con Aviñón como ciudad que ha marcado el rumbo de Francia y de parte del devenir


La ascensión al Mont Ventoux puede resumirse en el mítico enfrentamiento de David contra Goliat.

de la Iglesia católica. Pero parte del atractivo de la Provenza es su ritmo lento, su carácter de espacio slow donde la vida sabe vivirse, donde es posible todavía degustar cada momento o detenerse, si así lo exige el propio deseo, a tomar un café y charlar un rato. El tiempo en Provenza puede pararse si uno lo desea. Las carreteritas que surcan los rincones de la región acompañan el ritmo pausado: son estrechas, sinuosas e invitan a la contemplación del paisaje; es el paraíso del ciclista que busca la ondulación más que los muros montañosos. Pero todo lo que reluce no es oro; hay un elemento que convierte esta geografía en infierno temporal cuando le da por hacerse presente. Me refiero al viento. Este sopla violentamente y su actividad puede extenderse durante días seguidos, con lo que dificulta la vida en las calles e incluso el intercambio social. En el clímax de su actividad, más vale ponerse a resguardo. No obstante, es gracias a él que el cuadro provenzal completa su imagen con un último elemen-

to, el molino de viento tradicional. La construcción se asemeja a su homónimo manchego y hasta ha sido objeto de inspiración de ciertos pasajes de la literatura francesa. Hoy, el molino tradicional está ahí como testimonio de la fuerza eólica a la cual se le saca provecho a base de extensas estaciones formadas por gigantescos aerogeneradores. Y el viento es también, según algunos filólogos, el responsable del topónimo de la montaña que nos ocupa, el Mont Ventoux. No tendremos que ser muy avispados para deducir que la raíz del término ventoux contiene la temida corriente de aire. Ventoux es ventoso, sin más. Como prueba, el viento supera en la cumbre los 90 km/h durante los dos tercios del año. Dicho en otras palabras, sopla violentamente 240 días por año. A los pies del gigante de Provenza De la geografía tranquila que lo envuelve destaca con afán de protagonismo; se eleva hasta los 1910 metros, es decir más de 1.500 metros por encima de pueblos 65


TERRITORIO

En Bédoin, algunos itinerarios de trail permiten al forastero descubrir la zona.

y campos. El Mont Ventoux emerge como una montaña-faro, visible a más de 100 kilómetros de distancia por su situación solitaria, como un cono volcánico irracional e incomprensible. En su alto, una instalación dantesca apunta a los cielos como si del cohete de Tintín se tratase. Es el observatorio astronómico construido a finales de siglo XIX y sin el cual hoy no se entendería la imagen somital ni su zona elevada, aquel desierto de roca calcárea blanquecina que ciega la vista. El eterno canchal cubre los ultimos metros de las laderas de este cono asimétrico que posee en su esencia un compendio climático único donde las condiciones mediterráneas dialogan con un carácter de regiones alpinas, donde el romero o el tomillo conviven con especies de alta montaña. Y es este condensado de especies y hábitats es el responsable de que en 1990 la UNESCO incluyese el Mont Ventoux en su lista de Reservas de la Biosfera. La épica de su ascensión El Mont Ventoux se identifica a nivel deportivo con la épica más sublime del ciclismo de carretera por su dureza y por ser aquí donde se han fraguado algunas 66

de las batallas más cruentas del pedal, y por ser aquí también donde murió a un par de kilómetros de la cumbre el ciclista inglés Tom Simpson durante el Tour de Francia de 1967. Hoy, en el lugar de los hechos, se erige un monumento a esta figura que aquella jornada regó con brandy sus venas y cargó el cuerpo de anfetaminas. Es por todo ello que el Mont Ventoux y los pueblos que lo rodean abunda en población, de la cual viven durante las estaciones templadas del año. Pero no fueron los héroes del pedal sino el mismo Francesco Petrarca quien introdujo el Mont Ventoux en los anales de las ascensiones míticas. El humanista italiano decidió escalar la montaña el 26 de abril de 1336 desde Malaucène. “Impulsado únicamente por el deseo de contemplar un lugar célebre por su altitud, hoy he escalado el monte más alto de esta región, que no sin motivo llaman Ventoso”, relata el escritor en su crónica Subida al Monte Ventoso. Durante la ascensión, Petrarca se encuentra con un pastor que le desaconseja la gesta por la dureza que comporta. Aunque el pastoreo transhumante ha desaparecido, los senderos de Gran Recorrido GR-4 y 9 recrean los itinerarios que utilizaron los hombres de


La zona somital del Mont Ventoux nos acerca a un paisaje prรณximo a la luna.

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TERRITORIO

El GR-4 asciende a la cumbre enfrentándose a los inacabables canchales de su parte superior.

las montañas para desplazar el ganado de un lugar a otro. El GR-4 permite ascender a la cumbre por la vertiente norte de la montaña desde Beaumont-duVentoux, a pocos kilómetros de Malaucène. El recorrido se resume en 12 kilómetros y casi 1.400 metros de desnivel positivo. Partiendo de Malaucène, se acumularían 200 metros más de desnivel. La parte lunar, los canchales del Ventoux, llega una vez pasada la pequeña estación de esquí del Mont Serein. A partir de aquí, la montaña se despoja paulatinamente de vegetación, las vistas se abren y la roca caliza blanquecina se adueña del lugar. Corremos en un mar de piedras por un sendero que asciende rítmicamente y con pendiente regular. El regreso podremos efectuarlo por el mismo camino o bien haciendo autestop en la concurrida cumbre, donde no faltará un alma piadosa que nos devuelva a la civilización. El GR-9 puede representar una segunda opción para recorrer la cara norte del Gigante de Provenza. Este parte de la estación de esquí de Mont Serein, a unos 1400 metros de altitud; se mantiene a nivel paralelo a la espina dorsal que describe la cresta de la mon68

taña. A la altura del Chalet Reynard pero 150 metros más altos, alcanzaremos la cuerda que, sin abandonarla, nos llevará con facilidad a la cumbre del Ventoux. Si desde aquí utilizamos el GR-4 para volver a nuestro punto de inicio, habremos conseguido completar un itinerario circular de 12 kilómetros y 720 metros ascendidos. Como atractivo, el GR-9 atraviesa todos los canchales de la vertiente norte, sus enormes conos y unas pendientes donde la verticalidad añade una buena dosis de vértigo. No falta algún paso aéreo, aunque sin dificultad, para completar la guinda del pastel. Llegados a la parte superior, se despliega el desierto calcáreo característico del Mont Ventoux y que tanto hace sufrir al ciclista que lo atraviesa. Las carreras Además de los circuitos de trail señalizados desde el pueblo de Bédoin, en la cara sur de la montaña, podremos recurrir a las carreras para descubrir fugazmente la zona. Sin lugar a dudas, el Trail du Ventoux es la prueba reina de este rincón provenzal. La próxima edición del evento, que forma parte de las Golden


Series Challenge Salomon National, se celebrará el fin de semana 7 y 8 de marzo de 2020. La carrera, con salida y llegada a Bédoin, consta de tres distancias: 46, 21 y 9 kilómetros. También desde Bédoin, el pasado sábado 31 de agosto tuvo lugar la Montée du Ventoux, con 14,5 kilómetros y 1.660 metros de desnivel. El recorrido, únicamente de ascenso, transcurre en un 95% por pistas forestal y caminos. Siempre desde la misma población, el Souffle du Ventoux tiene un perfil más popular. La carrera, que este año se celebra el 15 de septiembre, explora las cotas bajas del piemonte y flirtea con las primeras pendientes. 21 y 12 kilómetros son las dos distancias de que se compone el evento, con unos desniveles de 600 y 350 metros positivos respectivamente. El Souffle du Ventoux también reserva espacio para los más pequeños, con la Kid Trail, y para los andarines, con una caminata de 12 kilómetros y un circuito de marcha nórdica de 11. Pero el Mont Ventoux es esto y mucho más; hay que vivir el mito para comprenderlo profundamente y dejar que te seduzca.

una región de paso, invita a deleitarse con los tiempos muertos, a pasar algún que otro momento en las terrazas de los cafés, a la sombra de los plátanos que pueblan sus avenidas. Malaucène como Bédoin vibran en verano con el alud de población ciclista. Allí se concentra todo un elenco de perfiles de edades y condiciones inimaginables que pueden abarcar desde niños principiantes hasta ancianos que llevan toda una vida dándole al pedal, por no decir el ciclista ocasional en busca del auxilio de un motor eléctrico. Fuera de temporada, la vida vuelve a la tranquilidad; los cafés se despojan de forasteros y el habitante local retoma las riendas de sus sillas y mesas. Al ritmo habitual hay que añadir el silencio y en cierta ocasiones la soledad. Un mercadillo semanal, con agricultores y productores locales, anima el centro de los pueblos. 9 de cada 10 franceses querría vivir aquí. ¿Cómo no?

Una vida de Provenza Pero no habrá que llegar al Mont Ventoux con la obsesión del crono y del rendimiento como único móvil. Sería un error partir de esta zona sin vivir la experiencia de sus pueblos y rincones. La Provenza no es

ÚTIL LLEGAR Desde el paso fronterizo de La Jonquera, al cual llegaremos por la autopista AP-7, nos mantendremos en esta (en Francia pasa a denominarse A-9) hasta Orange. De esta ciudad, habrá que tomar la carretera Nacional N-7 en dirección sur, bordeando la población de Jonquières, para desviarnos seguidamente por la D-977 hacia Vaison-la-Romaine. En Vaison, sin pérdida, se siguen los 10 últimos kilómetros hasta Malaucène. Para acceder a Bédoin desde Malaucène, tendremos que salir del pueblo por la carretera D-938 en ligera subida para desviarnos al cabo de unos kilómetros por la D-19, que nos llevará al pueblo. Bédoin se encuentra a 12 kilómetros del primero. Las carreteras de acceso al Mont Ventoux, tanto desde la vertiente norte (Malaucène) como la sur

Un rincón tranquilo de Malaucène donde el tiempo parece haberse detenido.

(Bédoin) se encuentran perfectamente indicadas y por ninguna de las dos nos salvamos de los 21 kilómetros de curvas. Habrá que escoger la hora del día —última hora de la tarde o primera de la mañana— para encontrar la cumbre mínimamente despejada de población. Durante el resto del día la afluencia de ciclistas y turistas provocan un auténtico colpaso. SERVICIOS Malaucène como Bédoin disponen de todo tipo de servicios, desde alojamientos, campings, restauración, supermercados y en Malaucène hasta una nutrida cantidad de tiendas de bicicletas donde poder comprar lo último en material y alquilar las mejores monturas para ascender los temidos puertos que llevan a la cumbre.

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TOPO DAY

UN DÍA CON TOPO Texto y fotografía: Eliseu T. Climent

El pasado 16 de julio Topo Athletic reunía a sus atletas en la cara sur de Montserrat (Barcelona). La primera edición del Topo Day, informal y distendida, tenía dos objetivos: presentar y testar la nueva zapatilla MTN Racer, y reforzar los vínculos de la familia de corredores de la marca. Cualquier motivo es bueno para organizar una actividad colectiva. En este caso, la firma americana de calzado Topo Athletic reunió a la familia de atletas de nuestro país para presentarles la nueva propuesta, la MTN Racer, y de paso reforzar los lazos de esta pequeña comunidad. La cita, que tuvo lugar en la masía de la Vinya Nova, situada en la cara sur del macizo de Montserrat, constó de tres actos: una presentación de la zapatilla y de las novedades que esta incorpora respecto a los modelos anteriores, una salida para poder comprobar la respuesta de la MTN Racer y, cómo no, una almuerzo final donde poder compartir opiniones, experiencias y hablar y reír sobre lo divino y lo humano. 70

El maestro de la ceremonía e impulsor de la iniciativa, Ferran Broceño, responsable de patrocinio de Topo Athletic en España y veterano corredor de montaña, fue quien orquestó la jornada. “Es importante organizar encuentros de esta índole para presentar novedades de material pero también para alimentar el sentimiento de comunidad de esta familia que somos todos los de Topo.—comentaba Broceño. No ha sido posible reunir a todos los atletas porque resulta un sueño imposible cuadrar las agendas y conseguir que los que viven lejos de aquí les coincidan las fechas y los vuelos.” Aun así, los “siete magnificos” procedentes de las comarcas próximas pudieron comprobar en propia


La Topo MTN Racer, estrella invitada del Topo Day.

piel las aportaciones de la nueva MTN Racer. Para el encuentro, Broceño escogió estratégicamente la citada masia de la Vinya Nova. Las razones, como veréis, son múltiples y justifican sobradamente la acertada elección: por una parte, la antigua explotación agraria preside un llano tapizado de olivos donde calentar las piernas sin demasiadas exigencias. Adosada a sus espaldas, se sitúa la mole de conglomerado del macizo de Montserrat. Un laberinto de canales y paredes, donde nidifican por doquier escaladores, depara una red de senderos técnicos y verticales para poder exprimir al 100% las MTN Racer. El llamado Camí del Pont (camino del puente), que asciende desde la misma Vinya Nova hasta el camino que lleva a Sant Jeroni, cumbre del macizo, fue el lugar escogido para probar el carácter competitivo de la nueva zapatilla. El trazado del sendero asciende de manera rítmica, no sin una alta concentración de piedra; alterna lazadas que permiten mantener el ritmo con breves tramos de llaneo para poder recuperar la respira-

ción. Entre agujas y canales, como la de los Pollegons o la Canal Fosca, se accede a la parte alta de la montaña. Aquí el transitado camino a Sant Jeroni depara una inevitable convivencia con turistas, senderistas y otros seres atraídos por la magia montserratina. Pero volvamos a nuestra masía. La Vinya Nova compagina hoy la actividad agrícola con la restauración y su deliciosa oferta gastronómica. Y es esta la tercera razón por la que fue destino escogido por Broceño. Ya se sabe que el placer del paladar resulta indispensable para un buen final de fiesta. Probablemente, es el momento estelar en cualquier evento de cohesión de equipo o, dicho en la jerga del mundo de la empresa, de team bulding. Crece la familia Topo Desde que Topo empezó su andadura en 2013, Tony Post, fundador del sello, tuvo claro que la esencia común de sus productos tenía que constar de tres pilares que construyesen identidad y transmitiesen 71


TOPO DAY

Bajadas que no perdonan ideales para un test de zapatillas.

una filosofía propia: amplio espacio para los dedos, drops bajos y flexibilidad. Tres características para esta marca que tiene como finalidad liderar el nicho del natural running, o correr natural. Esta esencia común se extiende en las gamas tanto de asfalto como de montaña. En el número 83 de TRAIL, presentábamos dos modelos que inauguraban el 2019, la Terraventure 2 y la nueva Ultraventure. En aquel artículo comentábamos que con estas dos opciones Topo cubría la casi totalidad de situaciones con las que se enfrenta un corredor de montaña, tanto por lo que respecta a distancias como a tipos de terreno. No obstante, la marca se guardaba un as bajo la manga: la tercera propuesta para este 2019, la MTN Racer, que es la que haría las delicias de los atletas en el meeting que nos ocupa. El nombre lo dice todo: la Mountain Racer es un modelo diseñado para la competición, que se une a los dos anteriores, enfocados al rendimiento en distancias media (Terra72

venture 2) y larga (Ultraventure). Con esta tríada, Topo ha orientado su rumbo hacia un nuevo perfil de zapatilla, europeizada y más ajustada a los escenarios técnicos los cuales exigen una buena dosis de precisión. A la amplitud de horma, original de las primeras propuestas de Topo, le ha sucedido un perfilado y mayor sujeción en el mediopié, así como una suela que garantiza mejor control en cualquier tipo de escenario. No nos extenderemos en el análisis de la MTN Racer, que podréis leer en las páginas que siguen; simplemente apuntar que la MTN Racer posee lo que se le exige a una zapatilla de competición para distancias medias/largas: un drop contenido de cinco milímetros, placa de protección contra las piedras, suela Vibram Megagrip, plantilla Ortholite y un perfil de 25/30 milímetros responsable de una buena amortiguación topoathletic.com


Montse MartĂ­nez observa las MTN Racer.

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TOPO DAY

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TEST

MTN Racer TOPO ATHLETIC La Fórmula 1 norteamericana

Tímidamente Topo ha virado su rumbo hacia un estilo de calzado más competitivo y capaz de adaptarse a una amplia variedad de escenarios. Las últimas propuestas de Tony Post buscan ser más fiables en carreras técnicas y exigentes, cosa que puede contribuir a captar público europeo hecho a montañas técnicas como los Alpes, Pirineos o Picos de Europa. Cuando uno se calza las MTN Racer, después de haber probado el currículum de modelos de trail de la firma, siente de inmediato una

mejor sujeción del pie. La zapatilla tiene más de cuerpo, cosa que ofrece confianza a la hora de plantearse con ella ciertas carreras o trails en terreno realmente montañoso. No cabe duda del esfuerzo realizado por el equipo Topo en cuanto a diseño para dar con una solución capaz de competir por los primeros puestos de una carrera. En acción, se muestra rápida, cómoda y precisa mientras el terreno exceda en dificultad. A juzgar por las sensaciones, la MTN Racer es un cruce mejorado de la Terra-

venture 2 y la Ultraventure. Aúna lo mejor de ambas, aportando además mejoras conceptuales, como la excelente suela Vibram Megagrip, con un agarre y tracción superlativos en seco como en mojado. Como otro detalle para subir nota, la comodísima lengüeta dispone de dos ojales para los cordones con el fin de evitar que esta se mueva. En definitiva, la MTN Racer destaca por su carácter vivo, estable y cómodo. Es la opción para engullir ultras sin preocuparnos por nuestros pies.

Marca: TOPO ATHLETIC Modelo: MTN Racer

Peso: 290 g Precio: 169 €

Características

Uso

Amplio espacio en antepié

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Entrenamiento

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Drop: 5 mm.

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Media distancia

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Sujeción

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Larga distancia

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Estabilidad

Perfil: 25/30 mm. (delante/detrás)

Carácter Comodidad

Suela Vibram Megagrip Placa protectora contra piedras Plantilla Ortholite de 5 mm. Lengüeta con guía para los cordones Fijaciones para polainas Topo

A favor

En contra

Estabilidad y agarre. Suela Vibram Megagrip de altas prestaciones. Lengüeta mullida con sistema para evitar su movimiento.

El tallaje es algo más pequeño que en los anteriores modelos de la marca. Hay que escoger medio número más que la Topo Runventure 2.

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ULTRA SPORTS SCIENCE

RECONOCIMIENTO MÉDICO Texto: Volker Scheer. Médico deportivo y cofundador de la Ultra Science Sport Foundation Fotografía: Quim Farrero

La práctica deportiva conlleva riesgos. Contrariamente a la vida sedentaria, el esfuerzo físico implica someter el cuerpo a condiciones que, según la intensidad, pueden llegar al límite, haciendo aflorar patologías en estado latente. Un reconocimiento médico periódico a cualquier edad resulta necesario no solo para determinar el estado de forma del deportista sino también para detectar dichas patologías. La práctica deportiva, incluyendo el trail running, conlleva unos riesgos para la salud del atleta. Aunque la mayoría de los problemas del corredor no son graves, como por ejemplo las lesiones musculoesqueléticas, existen otros que ponen en peligro la vida del deportista. Este es el caso de las patologías cardiovasculares no conocidas, como por ejemplo la cardiomiopatía, que puede tener un desenlace fatal, la muerte súbita, y que se podría diagnosticar con un reconocimiento médico. Así, un reconocimiento médico sirve para modificar 76

este riesgo y reducirlo a su mínima expresión. El reconocimiento médicodeportivo debería ser el punto de partida de la actividad deportiva para todo deportista y debería realizarse antes de su incorporación al deporte. En este artículo, vamos a hablar de los objetivos de un reconocimiento médico, quién lo debe hacer, qué incluye y con qué periodicidad se debe realizar. ¿Cuál es el objetivo de un reconocimiento médico y para qué sirve? El reconocimiento médico tiene varios objetivos y


por lo general es una valoración del estado de salud del deportista. En él se puede estudiar el nivel de adaptación del deportista al esfuerzo físico y descubrir enfermedades, patologías o defectos que pudieran poner en peligro la vida del deportista. La prevención de lesiones y enfermedades es clave y da una oportunidad de participación a los deportistas con procesos patológicos. Otros objetivos son el cumplimiento de requisitos legales y de seguridad, ya que muchas carreras requieren un certificado médico, y permite establecer la relación médicodeportista para futuros encuentros. Es importante que se dé una buena relación de confianza entre el médico deportivo y el atleta para mejorar el rendimiento y prevenir lesiones o patologías antes que se desarrollen. El reconocimiento servirá para ayudar en el diagnóstico de enfermedades tanto en individuos sintomáticos como asintomáticos, para valorar la capacidad cardiopulmonar y la resistencia muscular, así como para estimar la seguridad del entrenamiento, la eficacia de las inter-

venciones y monitorizar el proceso de adaptación que sirven de base para la prescripción del ejercicio físico y el entrenamiento. ¿Qué se hace en el reconocimiento médico? Un estudio completo debería incluir la historia médicodeportiva, una exploración clínica y exploraciones complementarias, además de pruebas diagnósticas específicas. Al final, el deportista debería recibir un informe con todos los resultados y recomendaciones médicas. No siempre habrá que incluir todas las pruebas diagnósticas complementarias; esto dependerá del deportista, de su nivel, edad y patologías previas, así como del criterio médico. A continuación, se presenta un ejemplo detallado. En la historia clínica es importante describir los antecedentes patológicos familiares —sobre todo antecedentes cardiovasculares—, así como los antecedentes patológicos personales del deportista: presencia de alergias, estado de vacunación, hábitos 77


ULTRA SPORTS SCIENCE

tóxicos, tratamiento médico actual, antecedentes quirúrgicos, lesiones deportivas y sus secuelas, lentes correctoras, ortodoncias, plantillas o sintomatología actual, especialmente la que se relacione con la práctica del ejercicio como disnea, dolor precordial, palpitaciones, síncope, etc. La historia deportiva debe incluir cuestiones como los años de práctica deportiva, el deporte principal, los deportes complementarios, horas de dedicación semanal, kilometraje, entrenamiento de pesas, intensidad del entrenamiento y nivel de competición. La exploración clínica debe incluir la auscultación pulmonar y cardíaca, medición de tensión arterial de reposo, examinación del aparato musculoesquelético, así como determinación del peso, del porcentaje de grasa corporal y de la talla. Entre las explor a c i o n e s c o m p l e m e nt a r i a s , s e i n c l u y e n l a espirometría, el electrocardiograma en reposo, el ecocardiograma, la prueba de esfuerzo —incluyendo electrocardiograma en ejercicio, tensión arterial durante el ejercicio, VO2 max, análisis de biomecánica, medición del lactato— y analítica de sangre. En el informe médico se resumen los datos de la 78

anamnesis y de la exploración clínica de mayor interés para el deportista, los resultados de las pruebas complementarias y las recomendaciones médicas referidas a los hallazgos encontrados, así como los certificados necesarios. Un reconocimiento médico reduce el riesgo de complicaciones o enfermedades durante la actividad física pero no lo puede eliminar completamente! ¿Quién debe examinarse? ¡Es aconsejable que todos los deportistas se examinen! El examen médico es interesante también efectuarlo en niños en deportes de iniciación o de competición, deportistas jóvenes a nivel de tiempo libre, de competición o de alto nivel y adultos deportistas de tiempo libre, de competición o de élite, al igual que deportistas mayores o deportistas con patologías conocidas como diabetes o cardiopatía isquémica. El Comité Científico de la Federación Internacional de Medicina del Deporte (FIMS) establece la necesidad de realizar una valoración médicodeportiva en todo sujeto mayor de 35 años que inicie o reemprenda una actividad física de competición o incluso


de tipo lúdico. El reconocimiento varía según el grupo y será el médico deportivo quien adapte las exploraciones según esté indicado. Por otro lado, el tipo de examen a realizar dependerá de la finalidad para la que se requiera —existen muchas careras que piden un certificado médico—. ¿Con qué periodicidad debe realizarse un reconocimiento médico? La FIMS recomienda a mayores de 35 años, sanos, que realizan ejercicio de moderada o baja intensidad un control médico periódico entre dos y cinco años y con pruebas complementarias cada cinco años. Para los adultos que posean una patología preexistente, según el tipo de problema médico, será recomendable un reconocimiento anual. En deportistas federados o de élite se recomienda un reconocimiento según reglamento —muchas veces anual— o cuando resulte necesario un certificado para la participación en una carrera. Cualquier deportista que quiera mejorar su rendimiento deberá llevar a cabo un reconocimiento que incluya una prueba de esfuerzo al inicio de la tem-

porada de entrenamiento y según su evolución en el ámbito deportivo. Resumen El reconocimiento médico es importante para detectar patologías no conocidas, prevenir y planear la práctica de deporte segura. Es recomendado para TODOS los deportistas, sobre todo mayores de 35 años o con patologías preexistentes. Hay que recordar que el reconocimiento lo deberá llevar a cabo siempre un médico deportivo o un experto en medicina deportiva. ultrasportsscience.us

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ESCAPARATE

MATERIAL

DYNAFIT ZAPATILLA ULTRA 100 dynafit.com La mejor amortiguación para carreras largas. En distancias de 40 kilómetros o más, ofrecen a los corredores la mayor comodidad y estabilidad sin perder fuerza elástica ni resistencia. Con solo 295 gramos en la versión para hombre y 270 gramos para mujer. La suela de POMOCA, con su Gliding Path en forma de S, garantiza una adherencia y una pisada óptimas con el agarre perfecto.

TOPO ZAPATILLA ULTRAVENTURE topoathletic.com Posee un perfil de 30/25 mm. (delante/detrás) y 5 mm. de drop con una entresuela en EVA de tres densidades que proporciona un perfecto equilibrio entre amortiguación, estabilidad y sensibilidad de la pisada. La suela Vibram® XS Trek con tacos multidireccionales añade tracción, durabilidad y protección en terreno técnico.

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CAMELBAK MOCHILA ULTRA PRO VEST camelbak.com Este 2019 estrena fijación posterior para los bastones y nueva rejilla y cintas de ajuste con tejido todavía más ligero y transpirable. Las cintas pectorales cuentan también con microojales para regularlas verticalmente. Tejido en contacto con el cuerpo en malla abierta 3D para una transpiración imbatible.

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MITOS Y LEYENDAS

VELOCIDAD Eliseu T. Climent Sedujo, seduce, seducirá. La dimensión cinética, lo que entendemos por velocidad simple y llanamente, encandila al individuo. No se trata de un fenómeno reciente, sino de una constante en la historia de la humanidad. La celeridad a la que se mueve un sujeto, o a la que realiza ejercicios y maniobras lo sitúan directamente en un estatus superior, como si su destreza, fuerza o capacidad de reacción tuviesen el origen en una dimensión sobrenatural. La velocidad baña la acción con tintes épicos cuando el humano se enfrenta a ella o cuando se alía en pos de conseguir resultados insólitos. La velocidad es fuerza positiva, empuje, nunca retirada. En tiempos clásicos, los romanos la concretaron en carreras de cuádrigas; los griegos, algún que otro siglo atrás, con la imagen de Filípides, aquel primer mensajero maratoniano documentado en los anales de la historia. Llegó la Revolución Industrial y los avances técnicos y mecánicos; y en la cultura moderna del primer tercio del siglo XX las utopías artísticas empoderaron al individuo hasta convertirlo en un semidiós capaz de casi todo. Marinetti en su Manifiesto Futurista lanzó una oda a la velocidad y al riesgo, en que automóviles, aviones y veloces trenes se erigieron en iconos de una rabiosa modernidad. Décadas antes la bicicleta, humilde y modesta, aceleró la movilidad social, emancipó a la mujer y llegó a convertirse en extensión mecánica del organismo humano. Con ella, el individuo cumplía el sueño de poseer una fuerza inagotable y un pedaleo que estiraba los límites de lo razonable: en 1891 Charles Terront cubría los casi 1.200 kilómetros de ida y vuelta que separan París de Brest en 71 horas y en 1903 nacía un Tour de Francia con 2.400 kilómetros en seis etapas. Actualmente la velocidad sigue fascinando: el mundo contemporáneo, tecnológico e hiperacelerado materializa la dimensión que nos ocupa mediante novedades constantes de chips y microprocesadores. No falta tampoco el reto deportivo donde la velocidad se erige en expresión máxima de la ruptura de límites. En lo deportivo, los récords están para ser superados: pueden ser públicos y oficiales, o bien privados o colectivos, donde caben los meros piques de grupo difundidos en las redes sociales. La velocidad es la aspiración última y primera del deportista, la manifestación evidente de un tiempo breve y conciso que se ha convertido desgraciadamente en vara de medir del acto deportivo. Sin velocidad superior a la media, una acción, un proyecto, una carrera o un simple recorrido pierden valor, cuando no sentido. La velocidad sigue siendo venerada, a pesar de la madurez de la especie humana, porque somos esclavos del cronómetro. Perseguimos marcas personales, buscamos distinguirnos de entre el anonimato y la multitud, nos reconocemos por los tiempos realizados porque son nuestra mejor carta de presentación deportiva. Vivimos, en fin, sumidos en una adolescencia permanente.

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