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PORTADA
DIRECTOR Néstor Bohigas
Fotografía: Quim Farrero
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Refugios: ¿Abrir? ¿O no abrir?.
JUNIO I 2020
REDACCIÓN redaccion@revistatrail.com DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Quim Farrero quim@revistatrail.com DISEÑO ORIGINAL 3A Disseny Gràfic DIRECTOR DE PUBLICIDAD Néstor Bohigas publicidad@revistatrail.com PUBLICIDAD publicidadl@revistatrail.com SUSCRIPCIONES suscripciones@revistatrail.com MAQUETACIÓN Teresa Sabater ADMINISTRACIÓN administracion@revistatrail.com
SUMARIO
HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO Quim Farrero, Kilian Jornet FOTOGRAFÍA Quim Farrero
12 14 7 Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin autorización previa por escrito de la empresa editora. TRAIL no comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores.
OFFICIAL MEDIA PARTNER
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EDITORIAL
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REPORTAJE CARRERAS POST-PANDEMIA
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OPINIÓN KILIAN JORNET
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GALERÍA
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EN PORTADA REFUGIOS Y COVID-19
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ESCAPARATE
ENTREVISTA XESC TERÉS
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MITOS Y LEYENDAS
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REPORTAJE
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HabrĂĄ que esperar para volver a disfrutarla (TDS). FotografĂa: Quim Farrero
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• ESCALA: 1:25.000 • 2 mAPAS • IDIOMAS: ESPAÑOL, FRANCÉS, Inglés, alemán
Editorial Alpina · info@editorialalpina.com · T. 93 879 50 83 · www.editorialalpina.com
EDITORIAL
EL FUTURO Dicen que el presente no existe. Todo es pasado o futuro. El pasado nos va conformando, nos modela para poder afrontar un futuro que, por definición, es incierto. Y esa incertidumbre, ahora más que nunca, es la que gobierna nuestras vidas. Parafraseando el título del programa de la Cadena SER: “Nadie sabe nada”. Una observación muy acertada, sobre todo ahora que nos vemos obligados a imaginar un futuro en el que es muy difícil prever un escenario definido. Estábamos acostumbrados, con reservas, a ser capaces de imaginar cómo serían nuestras vidas en un plazo corto de tiempo. Acertáramos o no, los parámetros de nuestro pasado reciente, nos servían para visualizar el futuro próximo. Ahora los tiempos son confusos, la información extremadamente voluble, la previsión es, más que nunca eso: previsión. Pero no por ello podemos dejar de mirar hacia adelante intentando imaginar qué será lo que vendrá. Y de esto va este número. Momentos extraordinarios necesitan de soluciones extraordinarias. Las carreras que aún tiene posibilidades de celebrarse deben imaginar un futuro en base a lo que hasta ahora sabemos. Hay que jugar con el “¿Y si…?” que algunos tanto denostamos. Supervivencia obliga. Del mismo modo, servicios como los refugios de montaña, punto de soporte para muchas actividades y espacios, por definición, de convivencia, se ven en la obligación de reinventarse en la medida de lo posible En ambos casos las posibilidades y opiniones son tantas como organizadores y guardas hay, aunque todos miran a un futuro que deseamos más alentador. Este es el eje central de este número: imaginar el futuro y añadir una pizca de pasado. En Revista TRAIL hemos aprovechado el tiempo de reflexión obligado por la pandemia para repensar contenidos: las carreras estarán ausentes de nuestro sumario durante unos meses. Pero volverán, de eso no hay duda, y la mayor parte lo harán en nuestro espacio digital, en el que, sin aspirar a la actualidad rabiosa (nunca lo hemos hecho) daremos una respuesta más ágil a nuestros lectores. Aprovechamos así la coyuntura para dar impulso a nuestra faceta digital, donde podréis acceder también a los nuevos números de Revista TRAIL. Números que seguiremos publicando en papel para nuestros suscriptores y lectores que quieran adquirirla a través de nuestra web. Así mismo, mientras duren las limitaciones impuestas por la pandemia, os seguiremos ofreciendo en la web aquellos artículos ya publicados en la versión impresa que creemos especialmente interesantes. Es la ventaja de trabajar con temas en muchos casos intemporales. Porque, ya que el presente no existe, nos serviremos del pasado para acercarnos al futuro.
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REPORTAJE
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Gestos pasados que hacían el mundo mejor. Volverán. (OCC). Fotografía: Quim Farrero
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ASÍ SOY YO
UTMB KILIAN JORNET
Nada de lo que podria decir del UTMB sería original. Es mejor que cojáis y hagáis una búsqueda en Google. Lo que sí quiero, en cambio, es destacar especialmente la efervescencia, la excitación, tanto de corredores como de espectadores. Supongo que los tiempos estan cambiando y nos toca adaptarnos a las nuevas realidades hipermediáticas. Por eso os expongo a continuación una pequeñaa guía que he redactado, no con la pretension de instruir a nadie, sino más bien de caricaturizar, con cuatro puntos dedicados al corredor y otro, al espectador. Pensándolo bien, se podría resumir en una frase muy sencilla: “Por la manana, tanto si sales a correr como a animar, una tila antes te debes tomar” Miniguía del corredor y el espectador El corredor enfilaba la ultima subida del maratón sin dejarle tiempo a un espectador distraído de que se terminara su bocadillo. Aquel buen hombre sentía la necesidad de aportarle algo mas que cuatro gritos de ánimo, calculó que debía de haber comido cuatro bocados después de que el líder de la carrera hubiera pasado y le dijo al esforzado atleta: “Venga, que le pisas los talones, !lo tienes a cuarenta segundos! !Vamos, que lo pillas!”
Nuestro corredor continuó, muy motivado, hasta que poco después, otro espectador —equipado con un reloj de última generación, pero pensándose que el método de observación del movimiento solar superaba a la tecnología— había notado que el astro rey habia descendido dos milimetros, y soltó: ¡Venga chaval, dale! ¡que lo tienes a cuatro minutillos de nada!. Desconcertado, nuestro amigo atleta rezongó entre dientes: !Joder, encima de la reventada que llevo, y el tío me ha sacado tres minutos y veinte segundos en un kilómetro!. Poco después, algo más recompuesto, se le ocurrió que, tal vez, las impresiones de los espectadores fueran ligeramente imprecisas y se puso a calcular la media entre ambos tiempos. En esas estaba cuando pasó junto a un tercer espectador que le animó: “!Corre, corre, corre! !Que lo tienes a dos minutos!”. Vaya. ¿Y que hizo nuestro admirado atleta? Los mandó a todos a freír esparragos. Llegó al avituallamiento y se encontró con su equipo de asistencia, que, después de llenar las botellas de agua fresca y darle algo de comer en un tiempo digno de un pit-stop de Formula 1, lo acompanaron corriendo mientras salía de la zona de control para darle los ultimos estimulos y datos...
Fragmento extraído del libro Nada es imposible. Barcelona, Now Books-Ara Llibres, 2018
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Impresión ofset y digital Diseño Etiquetas adhesivas Packaging Gran formato y rotulación Señalización Web y marketing digital
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DAMOS BUENA IMPRESIÓN A TUS EVENTOS
REFUGIOS - COVID19
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REFUGIOS
POSTPANDEMIA
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REFUGIOS - COVID19
ADAPTARSE O NO ABRIR Texto y fotografía: Quim Farrero
La Covid-19 ha parado el mundo. Y su rearranque impone dudas e incertidumbres en muchas cosas que dábamos por sentadas. La movilidad y la capacidad de agruparse con otras personas son, en resumen, los ámbitos vitales más afectados. Movilidad para llegar y agruparse para estar: la esencia de un refugio de montaña. Adaptarse o no abrir. Renovarse o morir. El inicio de la temporada de verano en los refugios situados a más altitud, suele coincidir con el mes de junio, éste en el que entramos. En una situación normal, la mayor parte de guardas hace ya semanas que trabajan en el aprovisionamiento, y acondicionamiento, tras el invierno, de las respectivas instalaciones, listos para dar el pistoletazo de salida de la temporada a primeros o mediados de mes. Pero esta vez va a ser más complicado. En el momento de escribir estas líneas, aun en las primeras fases del desconfinamiento, no se sabe exactamente qué se podrá hacer. Ni cómo se podrá hacer. 14
Todo está a la espera de una fase de desconfinamento que lo permita, pero lo que despierta en este momento más incertidumbre, es definir cómo podrá volver a plantearse esa “nueva normalidad” en espacios en los que el llamado “distanciamiento social” es, como poco, complicado, aunque tal como apunta Sergio Rivas, responsable de refugios de la Federación Aragonesa de Montaña, “la clave es la movilidad”, mientras no haya impermeabilidad entre territorios, la afluencia de público a los refugios será mínima o nula Los refugios son instalaciones a medio camino entre
Refugio de montaĂąa es sinĂłnimo de entorno privilegiado.
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REFUGIOS - COVID19
la restauración y el servicio esencial en un entorno hostil. Aunque según la RAE, un refugio es “un lugar para refugiarse”, y refugiarse es “ponerse a salvo de un peligro”, está claro que, hoy en día, en algunos de ellos, esta definición debería ser revisada, lo que cambiaría esa denominación de “servicio esencial”. Pero más allá de consideraciones semánticas, un refugio de montaña es, por tradición y por necesidad, un lugar de convivencia en el que la proximidad física es inevitable. En muchos casos, esos refugios son construcciones aprovechadas y rehabilitadas cuya utilidad nada tenía que ver con el uso actual y que a menudo no han podido actualizarse correctamente por la histórica reticencia de la administración a conceder permisos de este tipo en “zonas protegidas”, aunque estas reservas hayan sido irregulares en función de la idiosincrasia del estamento gestor. El resultado es que, con la excusa del “lugar para ponerse a salvo”, la mejora de esas estructuras se ha vinculado únicamente al confort, aún siendo evidente, ahora más que nunca, que los motivos de higiene tienen tanto o más peso. Dormitorios comunitarios en colchones de 80cms, baños colectivos que en muchos casos son, además, los únicos disponibles para los guardas que viven durante meses en ese espacio… son moneda de cambio frecuente. Y, además, la condición de refugio obliga a que, en ciertas condiciones, se esté en la obligación de permitir a todo el mundo el acceso a pesar de una posible saturación y aunque, en muchos casos, se esté a menos de una hora del vehículo. Son algunas de las características de esas instalaciones, tan necesarias como base de operaciones en la montaña, las que hacen que el tema sea especialmente delicado. El refugio, a medio camino entre el servicio y la restauración es, a menudo, la clave en nuestra actividad. Puede ser el punto neurálgico de varias jornadas de ascensiones en zapatillas, o funcionar como base de vida en recorridos de varios días, o hacer las funciones de avituallamiento en una jornada desde el fondo del valle. Tampoco podemos olvidar que, dada la ausencia de carreras este próximo verano (de momento), muchos corredores que no lo habían hecho antes probablemente se aventurarán a descubrir nuevas opciones, algunas de las cuales necesitarán de los refugios como punto de soporte de la actividad. No sólo eso, no se puede perder de vista que un refugio es un negocio en el que algunas personas desarrollan su trabajo y se gana la vida en él, no sólo 16
los guardas titulares, si no todo ese pequeño ejército de colaboradores que año tras año hacen posible que tengamos un plato caliente en la mesa en lugares realmente increíbles. Adaptación Algo en lo que todos están de acuerdo es que habrá que plantearse modificaciones, temporales o definitivas, de las instalaciones. A cuenta de quien sea: según sean las condiciones del contrato; la responsabilidad puede recaer en el organismo propietario
El aislamiento es la esencia de muchos refugios de montaña
de la instalación o en el propio guarda. Las negociaciones entre guardas y los correspondientes propietarios de los refugios están a la orden del día. Varios de los responsables federativos consultados coinciden en la mayor parte de las cuestiones: tanto Josep Casanovas (FEEC) como Sergio Rivas (FAM), José Durán (FEDAMON) y Antonio Alba (FEMPA) están de acuerdo con la propuesta de los guardas consistente en la posibilidad de instalar, temporalmente, tiendas en los aledaños del refugio, o de que los usuarios pudieran usar las suyas, a fin de com-
pensar la merma de ocupación en los dormitorios, y que sería una posible solución. Siempre dependiendo de la autorización pertinente, en muchos casos vinculada a espacios protegidos. Algo que en el refugio de Góriz (Parque Nacional de Ordesa) ha sido históricamente posible. Así mismo, se plantearía también la posibilidad de disponer, en caso de que no las haya, mesas exteriores para minimizar el acceso al refugio de los usuarios, una medida siempre vinculada a la bonanza meteorológica. 17
REFUGIOS - COVID19
Las zapatillas de cortesía desaparecerán en muchos refugios.
La limitación de capacidad implicaría también la necesidad de contactar con todos aquellos usuarios que ya han reservado, que aún siendo menos que en otras temporadas son muchos, y comunicar a aquellos están fuera de aforo (por orden de llegada) la anulación de su reserva. Una tarea administrativa nada desdeñable. Pero más allá de soluciones de campaña y de controles de aforo, está claro que habrá que intervenir de alguna forma en las instalaciones. Desde la FEDAMON, José Durán comenta que ya disponen de paneles de metacrilato a la espera de ser instalados, tanto en las zonas de intercambio entre guardas y clientes como en las literas a modo de separadores, posibilidades que, de una forma u otra, muchos refugios se proponen. A pesar de todo hay ciertas instalaciones, como los baños, en las que será difícil plantearse algo más allá de una desinfección constante, lo que implica problemas de suministro y almacenamiento. No olvidemos dónde estamos: acceso y espacio dispo18
nible son problemas esenciales. Desde algún refugio se propone limitar el acceso al baño a los clientes con pernocta, teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, para el que está de paso el uso del baño (en la montaña) no es de primera necesidad. De la misma manera, a pesar de que se pueda mantener el llamado distanciamiento social entre usuarios, será difícil hacerlo entre los trabajadores del refugio que, aunque vean reducidos en número, no dejan de trabajar en cocinas no siempre amplias. Protocolos En los refugios de montaña, las características del establecimiento hacen que la vida cotidiana se vea regida por unos determinados protocolos a fin de facilitar la convivencia, sobre todo en lo que respecta a los horarios. Algunos de esos protocolos deberán cambiar. El cierre de las instalaciones a las, por ejemplo 9 de la mañana, a fin de poder desinfectar de 9 a 11, para volver a abrir hasta las 13 y dar servicio al usuario
La limpieza diaria siempre ha sido uno de las tareas básicas en un refugio. Habrá que cambiar “limpieza” por “desinfección”.
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REFUGIOS - COVID19
El distanciamiento social no sólo es difícil en los refugios. Paso de Mahona en la cima del Aneto.
de paso, para desinfectar de nuevo de 13 a 16 y permitir desde ese momento acceso al usuario con reserva de pernoctación, es una posibilidad que se plantea, por ejemplo, el refugio de Coma de Vaca. En cualquier caso, la necesidad de desinfección es una complicación más en caso de mal tiempo, ya que difícilmente se podrá vaciar el refugio. Además, y esto afecta especialmente a aquellos que viajan ligeros por la montaña, la mayor parte de refugios se plantea la eliminación temporal de mantas, y cojines, lel usuario deberá sustituir el saco de tela por un saco de dormir en condiciones. Otra consecuencia, en algunos refugios, será la desaparición de las zapatillas de cortesía para acceder al interior del refugio: habrá que cargar con las propias. Verano en el refugio Es evidente la incertidumbre en una situación que sobrepasa, literalmente, a toda la humanidad. Los guardas de los refugios están preocupados por 20
muchas razones, sobre todo porque las directrices por el momento, o son vagas, o no están adaptadas a sus particularidades, y tiene claro que cualquier reflexión o previsión que puedan ahora mismo, puede ser invalidada en pocos días. Y no es sólo eso, hay una palabra que flota sobre su cabeza como una nube y que muchos mencionan: responsabilidad ¿Qué pasa si se produce un foco de infección en un refugio? ¿Aislamiento en el propio refugio? ¿Trabajadores y usuarios? ¿Seguimiento de los que hayan pasado por allí las dos últimas semanas? ¿Tiene responsabilidad el guarda en caso de un posible contagio? Tal como dice Xavi Fernández, del refugio de Coma de Vaca “Yo no soy sanitario, no quiero asumir esa responsabilidad”. No obstante, a pesar de dudas, miedos y reticencias, la mayor parte de los guardas consultados muestran la voluntad de abrir esta temporada. No sólo por intentar salvar lo que se pueda salvar, si no por vocación.
Los episodios de mal tiempo obligan a los usuarios a confinarse en el refugio
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REFUGIOS - COVID19
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Un refugio es un espacio pensado para la convivencia.
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LOS GUARDAS OPINAN XAVI FERNÁNDEZ - YOLANDA ROMÁN / Refugio de Coma de Vaca (comadevaca.cat) No soy sanitario, no puedo asumir ciertas responsabilidades y un refugio no es algo de primera necesidad. Las posibilidades de apertura están muy ligadas a las características del refugio. Un refugio aislado, como el nuestro, no puede vivir del bar. El coste de abrir es muy alto en nuestro caso, habrá que hacer cambios en la forma de trabajar, de atender a la gente… Por ejemplo, para los grupos de paso sólo
admitiremos a uno dentro del refugio, siempre el mismo, que sería el que vendría a buscar lo que necesitaran: refrescos, comidas… Es una forma de limitar el contacto con el grupo. También no planteamos establecer horarios que nos permitan las desinfecciones necesarias durante el día. No nos gusta, porque entre lo mejor de este trabajo está el contacto con la gente, pero de momento tendremos que adaptarnos.
JOAN MARIA VENDRELL / Refugio de Góriz (goriz.es) El refugio no había cerrado en 30 años. Ahora nuestra pretensión es abrir a mediados de junio a medio gas. Tenemos un refugio grande con habitaciones de 8 a 28 plazas, esto facilita las cosas. De todos modos, vamos a dejar 1 de cada 3 colchones, a eliminar mantas y cojines y vamos a plantear 3 turnos para cenar. También cerraremos las duchas. En cuanto al aforo, consider ando que el cliente ex tr anjero,
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básicamente francés, no podrá venir, que los autobuses de Torla no funcionarán y que las plazas en el aparcamiento de la pradera son limitadas (200), se producirá, probablemente, cerca del 50% reducción de asistencia, con lo cual nuestra plantilla pasará de 9 a 5 trabajadores. El máximo de días de estancia, pasará a ser de 2 en lugar de 3.
MIQUEL SÁNCHEZ - BELÉN ORTIZ / Refugio Ventosa i Calvell (refugiventosa.com) Nuestra intención es abrir. La gente tiene ganas de venir: las reservas siguen entrando y creo que tenemos una responsabilidad con nuestros trabajadores. Hemos estado ahora en el refugio tomando medidas y viendo cómo quedaría todo, aunque no hay unas directrices claras de qué es lo que hay que hacer. Nosotros vamos, de momento, a limitar el aforo. En el dormitorio hemos puesto un colchón de cada 3 con unos pequeños separadores para evitar el contacto directo. Vamos a poner también unos plafones móvi-
les de metacrilato para separar mesas en el comedor, y utilizaremos todo lo posible la ventana de la cocina para el servicio de bar. Tenemos que estudiar cómo organizamos el acceso a los baños. Estamos también pendientes de ver si nos autorizan a poner algunas tiendas alrededor del refugio. La situación es compleja, pero pasará. Además, no estamos hablando de abrir mañana, si no dentro de unas semanas. Si no hay sorpresas, la situación será mejor que ahora. Esperemos.
MARIA ORFILA - MARC OLLÉ / Refugio de Saboredo (refusaboredo.com) Nuestra intención es abrir, aunque de momento no tenemos ninguna pauta oficial. Estamos a la espera de lo que nos diga el Conselh Generau D’Aran, pero probablemente podremos funcionar de cara a finales de junio o primeros de julio, no sabemos exactamente en qué fase. Hemos planteado la posibilidad de poner tiendas junto al refugio, pero de momento
se está negociando. Estamos obligados a abrir por contrato, pero con el estado de alarma todo queda en “stand by”. También hay que tener en cuenta que los refugios abiertos incentivan el turismo en el valle, lo cual plantea una cierta presión. Si una vez abiertos tuviéramos que aislarnos, lo haríamos en el refugio.
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REFUGIOS - COVID19
VALENTÍ SACRISTÀ / Refugio de Amitges (amitges.com) El concepto general es la incertidumbre. La voluntad es abrir. Estamos tomando medidas para calcular cómo quedaría todo, cómo podemos distribuir los espacios. En el dormitorio pasaríamos de 74 a 21 plazas y en el comedor de 76 a 18. Se plantea el tema de las tiendas para ampliar el aforo de pernoctación, pero lo veo complicado en caso de mal tiempo. En cualquier caso, ese distanciamiento social de 2 metros, sería más
razonable si se aplicara por grupos de reserva. Al fin y al cabo vendrán juntos y eso facilitaría mucho la operativa del refugio. Haya mucha o poca gente, hay ciertos gastos que no se pueden minimizar, como por ejemplo el vaciado de la fosa séptica, que hay que hacer con mucha o poca gente. Sea como sea, esperamos estar operativos en la segunda quincena de junio
JUAN CARLOS ALDEGUER - LAURA MORALES / Refugio de Estany Llong (lacentralderefugis.com/refugios/estany-llong/) El refugio es nuestra vida, nos gustaría abrir, pero estamos en una situación de excepción. Tal vez no toque hacerlo, aunque si la administración lo permite abriremos, pero necesitamos su ayuda. Ahora más que nunca se hace evidente que es un problema que no haya una ley de refugios. Esa figura no existe o está mal definida, y eso provoca generalidades que ahora mismo son un gran inconveniente. Para sanidad no existen los refugios. No son hoteles; en muchos casos no hay espacios compartimentables. Y no se trata sólo de eso, nadie habla de equipos 26
de protección (EPI) para el personal, por ejemplo. Nadie está escuchando realmente a los que conocemos el trabajo. Entre otras muchas cosas, yo veo muy difícil desinfectar los colchones. Si cierras los baños, el entorno del refugio se resentirá. El propio parque (Parc Nacional d’Aigüestortes) no puede atender al público hasta que no tenga sus equipos de protección. Y en nuestro caso, mucha gente hace parte del trayecto en taxi ¿Cómo lo harán? El usuario perderá gran parte de lo que busca en la montaña, la libertad.
DAVID LAFÓN / Refugio de La Renclusa (alberguesyrefugios.com/larenclusa/) Estamos a la espera de las instrucciones de la Federación Aragonesa de Montaña. No tenemos una idea muy clara de lo que va a pasar. Ahora mismo está cerrado y subimos a echar una ojeada cada pocos días. El suministro es mediante un generador diésel y si el refugio no está en activo es muy caro de mantener. En cualquier caso, la previsión es que pasemos de 5 trabajadores a 2, y, al ser un refugio grande, aún con un
aforo reducido de 30 o 40 plazas podemos sobrevivir. Y tenemos también la posibilidad de dejar espacio en el comedor e incluso de que no se compartan los baños. Creo que hay que considerar también que, desde un punto de vista sanitario, la montaña es una actividad de riesgo. De todos modos, todo pasa. Hay que aguantar y, tarde o temprano, las cosas se normalizarán.
SERGI MARTÍNEZ / Refugio Mallafré (lacentralderefugis.com/refugios/ernest-mallafre/) Subiré al refugio, ni que sea por un tema de mantenimiento. Pienso que entre los guardas hay opiniones diversas sin mucho consenso y con mucha incertidumbre. Lo que es evidente es que un refugio es un espacio pensado para actividades comunitarias y para un perfil de usuario que no está mucho por consideraciones sanitarias. En mi caso, es un refugio pequeño, y con la normativa actual en la mano veo la apertura incierta: podría admitir a 10 personas en el mejor de los casos. Es imposible legis-
larlo todo. Hay también una cierta presión, en general, para tirar adelante, es un poco “me muero de coronavirus o de hambre”. En situación normal, un refugio tal vez cumpla una función de primera necesidad, pero en la coyuntura actual no. Hay otras prioridades. Tal vez en algunos casos habrá que plantear la actividad desde el fondo de los valles. De momento sí que me planteo ofrecer servicio de bar, aunque sólo con esto el refugio no es viable.
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REPORTAJE
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La Ronda dels Cims, una gran carrera que ha quedado por el camino. FotografĂa: Quim Farrero
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ENTREVISTA
XESC TERÉS “Un ultra hay que vivirlo solo” Texto y fotografía: Quim Farrero
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Xesc Terés (Sabadell, 1967) es uno de aquellos corredores populares que, por experiencia y por filosofía de vida, tiene mucho que aportar. Corredor desde chaval, es un apasionado de la ultradistancia, en todas sus expresiones, como forma de exploración de uno mismo y como viaje a lo desconocido. Una de esas rara avis que valora más el “cómo” que el “qué”. Xesc es de los pocos corredores que puede presumir de una trayectoria que empezó hace casi cuarenta años, y que ha ido evolucionando con el paso por diversas disciplinas en la búsqueda de ese viaje interior que, para él, es el ultrafondo y que lo ha llevado a explorar tanto nuevas disciplinas como nuevos teritorios. Pero más allá de su actividad, en la que puede plantearse retos a pie , en bici o a nado -Badwater, Cat700 o un intento de travesía del Canal de la Mancha son sólo algunos ejemplos- lo que hace interesante a Xesc es su actitud ante el deporte y, por tanto, ante la vida.
¿Qué es para ti correr? Yo relaciono correr y cualquier actividad deportiva con el bienestar, sobre todo mental. Conectar con los orígenes, sentirse mejor, la libertad de estar al aire libre con los elementos. Por eso me gusta también combinar tierra y agua. Pero creo que, incluso actividades que no tienen, a priori, ningún atractivo, como 24 horas en pista, te permiten estar contigo, con tu mantra basado en el mecanismo de correr, preocupándote sólo por las necesidades inmediatas del organismo. La palabra ultrafondo lo define un poco: el ir más allá, enfrentarte a lo que no has podido planificar y decidir cómo gestionarlo. Corres desde muy joven… Hace, ahora mismo, unos 38 años. No recuerdo cuál fue exactamente el desencadenante de que empezara. Me apunté con mi hermano a una carrera popular y de ahí arranqué: pista, cross… Y he ido evolucionando tocando diversos palos. Me gustaba correr en las pistas, aunque había algo que no me acababa de cuajar, tal vez el tema competitivo, la disciplina de los entrenamientos… Poco después, en el año 86, descubrí el triatlón, enton-
ces un deporte incipiente para nosotros, éramos de los primeros aquí que nos adentrábamos en ese mundo. Era nuevo, tocabas varias disciplinas. Eso me enganchó totalmente. Tras cuatro años de pista y cross y sin hacerlo mal del todo, no me sentía cómodo. Me ponía muy nervioso antes de competir, me costaba sentirme a gusto entrenando, haciendo una cosa porque “tocaba”. Se me abrió un mundo con el triatlón. No había manuales, no había indicaciones, era todo exploración. ¿Cuándo pasas a la montaña? En el año 99, hice la Ironman de Austria y conseguí plaza para ir a Hawai, pero pensé que no era el momento, a nivel personal, para ir. Empezaba a ver el tema Ironman poco auténtico, adulterado y entonces empecé con las marchas de resistencia, aunque las hacía corriendo. Esto duró unos años hasta que en 2005 hice el Marathon des Sables que marcó el verdadero inicio en este tipo de carreras. A partir de ahí en 2006 hice mis primeras 100 millas en el MontBlanc. Es curioso que alguien vinculado al entorno natural pueda correr
24h en pista … Es un ejercicio mental. Creo que si te gusta algo te gusta en cualquier circunstancia. En la montaña te alimentas en gran parte del entorno, en cambio, cuando lo que buscas es algo más interior, el entorno no es tan importante. Aunque la exploración del límite corriendo no se puede comparar con esa misma exploración en otras actividades como el alpinismo: si tengo un problema corriendo, normalmente, levanto el brazo y me vienen a buscar. A pesar de todo no dejas de estar tu sólo con tus pensamientos, pero en la montaña te puedes apoyar en la contemplación del entorno para superar un bache, cuando ese entorno no está, sólo tienes tu mente. Sobre todo cuando no buscas posición ni tiempo, sólo hacerlo. Es un poco como la vida, donde a veces hay que buscar motivación donde no la hay. Eso puede ser corriendo, en bici o nadando, que es tal vez cuando estás más aislado. Me atraen mucho todo este tipo de experiencias. No quiero llamarlo pruebas. ¿Correr, pedalear o nadar? En la época en que me dediqué más al triatlón, odiaba la natación. La bici me gustaba, pero mi punto 31
ENTREVISTA
fuerte era correr. Ahora la que más disfruto es la natación, aunque me sigo encontrando muy cómodo corriendo. ¿Triatlón o trail? El entrenamiento cruzado del triatlón me encanta, pero como actividad, me quedo con el trail, la ultradistancia en montaña con toda seguridad. La atmosfera, el entorno… El triatlón conlleva un ambiente, a mi parecer, demasiado competitivo, más de demostrar, de postureo incluso. Eso no me gusta. Por eso ahora hago pocos y los que hago son siempre más de aventura, en autosuficiencia… Hago pocos porque los que me interesan suelen ser muy lejos. Si pudiera haría más, sin duda. Pero estos últimos años has bajado un poco el ritmo… Si, por la misma razón que con el 32
triatlón a finales de los noventa. Cuando creo que ya tengo algo controlado, que me parece previsible, me apetece cambiar. Llegado el momento en que casi todos los proyectos que podía permitirme por capacidad física, por economía y por tiempo ya estaban realizados, y entrábamos a hacer más de lo
“Cuando tengo algo controlado, me apetece cambiar.” mismo, preferí alternar con otras posibilidades, sobre todo en bici: Cat700, Pirinexus, pruebas largas, básicamente. También las travesías a nado me han tenido entretenido. Me queda pendiente un proyecto que no se si podré hacer que es la travesía del Canal de la Mancha a nado. Pero mi cuerpo, sin neopreno y cuando llevo tres o cuatro horas nadando en agua fría, empieza a
quejarse y eso frustró mi primer intento cuando llevaba 18 kilómetros a nado. Me gustaría volver a intentarlo. La natación de larga distancia sin “aditivos” me atrae. En piscina me cuesta, pero en el mar, la sensación es brutal. UTMB, Badwaters, Spartathlon… ¿Qué te interesa de este tipo de pruebas? Sin duda la experiencia. De los 15 a los 30 años corría buscando rendimiento, marcas, ganar a ese o al otro. Pero desde que dejé el triatlón pasé a disfrutar de la experiencia. Aunque sigo colgándome dorsales, la filosofía es otra. Me planteo las diversas fases de cada carrera como si fuesen una vida: en la primera parte eres un crío, vas aprendiendo, situándote, luego pasas a ser joven y experimentas, fuerzas el ritmo, etc y luego, en la última parte del recorrido, con toda la
experiencia adquirida, tratas de llegar con dignidad al final. Me gusta también experimentar con dietas. Experimentar conmigo mismo. Probablemente fui de los primeros en probar la carrera descalzo. Todo esto no necesariamente para mejorar, si no por ver qué pasa. Es mi prioridad, sobre todo en los entrenamientos en los que, a pesar de tener algunas directrices, suelo hacer según me siento. Marathon des Sables… A mi, las carreras por etapas me parecen fantásticas. Sobre todo, si son en autosuficiencia. Compartir con gente que tiene tu misma pasión es genial. Para mi hay un antes y un después. El primer día la gente va perdida, experimenta, dan la salida y cada uno va a su bola, y es en los días posteriores cuando ves de qué va cada uno, quien se come su comida a parte por no compar-
tir y quien no, a partir de ahí se generan grupos en los que la solidaridad es la clave. Si tuviera que hacer una lista de mis tres carreras preferidas, ésta sería una de ellas.
“Experimento para ver qué pasa, no necesariamente para mejorar” UTMB… Ahora mismo es un producto con un circuito fantástico, en un entorno mágico, que, bien o mal, se ha convertido en un negocio, y aunque Sables también lo es, el hecho de ser una prueba por etapas hace que, al cabo de un par de días, se vuelva al origen de la prueba. En el UTMB pasas menos tiempo con los demás participantes y, aunque la hay, la conexión no es tan fuerte. No critico que sea un producto,
sigue siendo una carrera excelente, pero creo que, en mi opinión ha perdido su interés. He ido cinco veces y no creo que repita. Badwater… En este caso el principal problema es económico: es una carrera muy cara. Una carrera de americanos para americanos. Es muy dura debido al entorno y es muy importante disponer de un buen equipo de asistencia. La organización no facilita nada. Para mi fue una cura de humildad, fui en un momento en que estaba muy bien dentro de mis parámetros: había mejorado todas mis previsiones en las carreras previas. Nunca me había retirado en una prueba hasta que en 2009 lo hice en una prueba en Namibia, y eso me hizo dudar sobre la Badwaters. Finalmente fui y empecé mal. No esperaba sufrir tanto de buen inicio. En el kilómetro 70 me 33
ENTREVISTA
plantee abandonar. Mi mujer me picó y me dijo que, total, si abandonaba, tendría que seguir caminando, por lo tanto… hice eso, seguí andando y al cabo de unas tres horas empecé a recuperar y al final hice una prueba excelente. Es una carrera difícil de entrenar porque es no es fácil reproducir aquí las condiciones. Los primeros kilómetros marcan la diferencia, calor y problemas digestivos van a la una. Cuando empiezas a las seis de la mañana a 41 grados quiere decir que en un par de horas te acercas a los 50 grados. Tuve suerte porque mi bajón fue muscular, no me afectó al estómago. Spartathlon… La fea guapa. Es una carrera fea. El recorrido sólo tiene un 20 por ciento que se pueda considerar bonito. Pero tiene la magia de poder revivir la historia de Filípides. Es 34
un tema sentimental. Desde un punto de vista deportivo, tiene una cierta aura por la cantidad de eliminaciones que se producen por
“Spartathlon es de las pocas pruebas que he hecho para tener en el historial” los tiempos de corte, sobre todo en los primeros kilómetros. Pero cuando piensas que en aquellos tiempos alguien hizo eso mismo, da que pensar. Es, básicamente, una prueba con valor histórico. Es de las pocas que he hecho para tenerla en el historial. No es para repetir, así como si repetiría Badwater. Andorra Ultra Trail… Un triste final para una gran organización y una excelente carrera.
Me ha quedado pendiente la asignatura de la Ronda dels Cims, hice en su momento la Celestrail. El terreno es mágico y la organización es de las mejores que he visto nunca. Pienso que no se merecen las críticas que se han vertido sobre ellos. Han trabajado mucho para cuidar al corredor, promocionar la prueba y dar a conocer un país como Andorra. Y el precio de todo esto es la devolución o no de un 30% de la inscripción, cosa que yo veo, en un momento dado, razonable. Es una opinión. Desde un punto de vista deportivo, de paisaje y humano estaba en otra dimensión. A modo de ejemplo, yo estoy vinculado a una organización que trabaja con personas autistas, les pedimos colaboración y la reacción fue automática, desde el pr imer momento, cosa que otras organizaciones nos han negado. Es una pena que haya tenido que acabar
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ENTREVISTA
así. Aunque renazca como carrera, estoy seguro que no será lo mismo. El Tor des Géants… Hice, con mi hermano Jaume, la primera edición. A nivel personal es, tal vez, la mejor prueba que he hecho nunca. Curiosamente era la primera vez que mi hermano y yo corríamos juntos, en equipo. Hemos estado los dos en muchas carreras, pero hasta entonces no lo habíamos hecho uno junto al otro. Siempre había ido cada uno a su ritmo. No me importaría repetirla. Es una carrera preciosa. Además, era la primera edición y todo era nuevo. No se había pasado de las 100 millas, nadie sabía aún cómo plantear el tema de dormir. Las primeras ediciones son siempre interesantes. Si MDS sería mi número uno, el Tor sería la dos y Badwater la tercera. 36
¿Cómo es compartir una carrera con tu hermano? En el caso del Tor des Géants fue genial. Tenemos una gran relación y nos queremos mucho. Ahora parecerá contradictorio, pero pienso que un ultra hay que vivirlo solo, compartes momentos puntuales con otros corredores, naturalmen-
“La pista era un mundo demasiado competitivo para mí” te, pero como experiencia global debe ser solitaria, para poder adaptar el cuerpo en cada momento a las necesidades: más deprisa, más despacio, descansar si es necesario… Mi hermano y yo tenemos ritmos diferentes, por eso, a pesar de compartir muchas carre-
ras, rara vez corremos juntos. El desencadenante de hacer juntos el Tor fue la muerte de nuestro padre, alguien muy importante para nosotros. Fue una especie de terapia familiar, nos contamos muchas cosas a lo largo de los kilómetros, cosas que tal vez no hubiéramos dicho en otras circunstancias. ¿Cómo ves la evolución del trail desde que tu empezaste? Cuando me dedicaba a la pista y al cross, no era malo del todo. Pero, a pesar de todo, era un mundo demasiado competitivo para mí. Y tiene que ser así, era yo el que estaba fuera de lugar. Cuando empecé con el triatlón también era una especie de obsesión ver cómo podíamos mejorar en cada disciplina, pero era como un descubri-
miento colectivo con mis compañeros. Empezaron a cambiar los reglamentos y con ellos el ambiente, y empezó a cobrar más importancia qué bicicleta llevo, y este tipo de cosas. Era como si, de repente, eras más o menos en función de tus tiempos, y la cosa empezó a dejar de interesarme. Me pasé a la larga distancia en montaña porque todo era diferente. Siempre he pensado que la larga distancia en montaña tiene que ser el cementerio de los atletas, cuando tus aptitudes van cambiando y no puedes correr tan rápido, pero tienes otras aptitudes, tal vez mejores para la aventura. No me gusta la profesionalización de la ultradistancia como concepto competitivo, tal como yo la entiendo, para mí, la ultradistancia es ir más allá, a buscar lo desconocido. Entiendo esa profesionalización desde un punto de la difusión de una vivencia, pero no de la competición. Algo parecido a lo que es en el mundo del alpinismo. Cuando empezamos con mis compañeros, todo se basaba en la experimentación y en compartir vivencias. Ahora parece que lo que haces tiene valor en función de los parámetros competitivos. Hacer un UTMB en veintipocas horas es una pasada, pero es que, en cualquier caso, simplemente acabarlo también lo es. No contemplarlo de esta manera creo que lleva a perder el respeto, por ejemplo, a la carrera de distancia más cortas. Pienso, además, que correr se acaba en el maratón. Más allá la actividad se convierte en un viaje, una experiencia. Ahora en las carreras se vive un ambiente muy diferente, la sensación es más competitiva, como si la carrera fuera simplemente una cosa que hay que tachar en una lista. Es una percepción.
¿Cómo te maginas el trail post pandemia? En primer lugar, depende mucho de cómo se legisle. Creo que la gente que estamos habituados a hacer deporte y a salir al aire libre somos la población de menor riesgo. La gente seguirá queriendo participar en carreras. Otra cosa es que se limite la cantidad de participantes. Imagino micro eventos, con cien personas, al menos en los primeros tiempos. Esto probablemente irá normalizándose y tarde o temprano volveremos donde estamos en este aspecto. Probablemente las carreras grandes sufrirán. Será el momento de los retos personales o entre amigos. Hay que tener en cuenta también la crisis económica, que hará que mucha gente no pueda apuntarse
“La larga distancia en montaña tiene que ser el cementerio de los atletas” a todo lo que se apuntaba hasta ahora. Personalmente yo no dudaría, cuando la situación se normalice, en apuntarme a una carrera con más gente. Al final, según dicen, acabaremos infectándonos todos. Tomaré las precauciones recomendadas, naturalmente, pero no me agobia especialmente. La vida como ultra trail… Totalmente. En la vida nunca sabes qué te espera. A medida que pasan los años perdemos fuerza y capacidades. En un ultra es lo mismo. Me gusta gestionar los ultras como me gustaría haber gestionado mi vida. Nunca llevo esquemas con tiempos de corte y esas cosas, siempre aplico lo que comentaba antes: calma en la primera parte,
control en la segunda y coraje en la última. Si en el kilómetro 60 cuando tal vez me duele todo pienso, por ejemplo, en los 40 que me quedan, casi seguro que abandonaría. Pero si el objetivo es sim-
plemente seguir sin más, sin presión, me he demostrado que acabo siempre. Desde hace 26 años tengo una empresa, si no viera la vida de esta forma, ya lo habría dejado. Hay que estar abierto a lo que venga, adaptarse y seguir. La ambición, el perseguir un resultado, creo que juegan en contra. Hay que vivir la vida y disfrutar el ultra. Yo acabo contento de una carrera no en función del resultado si no dependiendo de cómo la he gestionado, de cómo me he sentido. Haber superado un bajón.
Un libro: Voces del desierto, de Mario Morgani Una película: El Padrino, de Francis ford Coppola Música: Parcels 37
REPORTAJE
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La Ronda dels Cims: el gaitero del Comapedrosa ya se deja oir. FotografĂa: Quim Farrero
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CARRERAS - COVID19
REPENSAR LAS CARRERAS Texto y fotografía: Quim Farrero
El reinicio de la actividad tras la pandemia vendrá marcado por un nuevo paradigma. Un nuevo escenario en el que actuar. Sin saber cuándo será la fecha del estreno, todo el mundo intenta preparar su papel, sin disponer de un guión claro. Y las carreras no son una excepción. Las fases pasan lentamente, cada una de ellas nos debe ofrecer un movimiento más hacia esa “nueva normalidad” de la que se habla. El llamado “distanciamiento social” es la clave de la convivencia en los tiempos que vienen, y nadie sabe cuánto van a durar esos tiempos, pero está claro, es que las cosas van a ser diferentes. Más allá del revuelo provocado por las diversas formas de afrontar la crisis (ver Revista TRAIL n.90 “Cancelar o Suspender”), las carreras que preven su celebración tras el verano, empiezan a trabajar en fórmulas que hagan el evento más seguro. A pesar de la idea de que correr por la montaña es un deporte individual, todos sabemos que no lo es la mayor parte de las veces. Se suele entrenar y 40
correr junto a colegas. Y esto sólo entrenando. Las carreras, en el trail como en otras disciplinas, cumplen una función social que va más allá de la faceta deportiva. Hay quien piensa que el trail no necesita de carreras. Tal vez sea verdad si lo contemplamos como actividad personal. Pero si vemos al trail como una actividad deportiva que, como casi todas las vinculadas a la montaña, genera una cultura a su alrededor, llegaremos a la conclusión de que las carreras son imprescindibles. El trail ha llegado donde ha llegado gracias a las carreras como dinamizador social y deportivo. En ellas se comparte, se descubre, se aprende, se crean vínculos personales, se promocionan territorios y se genera negocio.
Probablemente habrĂĄ que buscar otras opciones para la lĂnea de salida
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CARRERAS - COVID19
No siempre será fácil mantener los parámetros de seguridad desde un punto de vista sanitario. Esperemos que las actuales medidas se vay
Es importante recuperar la posibilidad de celebrar pruebas, sin olvidar la faceta social que implica cercanía y contacto antes, durante y después del evento. Está claro que, para que sea posible un evento, antes deberá ser osible la movilidad de la población por el territorio. Pero una vez esto sea así, habrá que tomar medidas para minimizar el riesgo de propagación de un virus especialmente pérfido que tiene en un ser humano aparentemente sano, su mejor 42
vehículo de propagación. Las carreras que tienen prevista su celebración más allá del verano, como mínimo a 3 meses vista desde la redacción de este artículo, están trabajando en medidas que puedan minimizar el riesgo, del mismo modo se hace en foros espontáneos en las redes estos días de confinamiento. Tal vez, con todas las precauciones, llegará el momento durante un tiempo de potenciar los kilómetros verticales, con salidas individuales y en las que el
resto del colectivo una primera propuesta de medidas a tomar para hacer de las carreras un espacio sanitariamente más seguro. No son los únicos que trabajan sobre el tema, pero si son, de momento, los únicos que lo han planteado de forma abierta para todo aquel al que interese. Dada la incertidumbre, todo son propuestas y no está claro qué será aplicable y que no: el virus, y tras él el B.O.E, tendrán la última palabra. En general, las carreras con las que hemos hablado y que están trabajando en ello, coinciden en plantear los eventos en varias fases. En todas ellas, la finalidad es minimizar la aglomeración y el contacto entre corredores, al tiempo que se busca la protección de los voluntarios. La previa Briefings, recogida de dorsales… son tal vez la parte más social de las carreras, en la que se dan cita todos: corredores, acompañantes, gente local. Es el momento de saludos, abrazos y besos. Las cervezas de bienvenida y las cenas pre carrera van más allá de las posibilidades de control de la organización. Dependerá del nivel de sentido común que cada uno aplique a sus relaciones personales. Se trabaja en la línea de briefings virtuales y, sobre todo, se busca la forma de hacer la entrega de dorsales y bolsas los más aséptica posible. Más allá de guantes y mascarillas para los voluntarios, la señalización de zonas, espacios y distancias de seguridad es una preocupación común. La recogida del material a una hora convenida es, de momento, lo más plausible. Potenciar siempre que fuera posible la recogida de varios dorsales por una sola persona, previa presentación de identificaciones, sería otra opción que minimizaría riesgos.
yan relajando a medida que el tiempo pase y no se registren rebrotes.
contacto, o proximidad, durante la prueba de corredores jadeantes se puede minimizar. Esto no impide que no se deba trabajar en la búsqueda de soluciones para mantener a flote el trail en línea como actividad colectiva. Algunas organizaciones hace ya semanas que dan vueltas a diversas ideas, pero es de las Islas Canarias de donde llega la primera propuesta sobre el papel a cargo de Arista Eventos, organizadores, entre otras, de Transgrancanaria, y que han ofrecido al
Salida Uno de los puntos clave en que se propicia más la acumulación de corredores. Las propuestas son diversas, pero las primeras medidas parecen ir en la línea de una limitación más severa de la cantidad de participantes en las pruebas y la eliminación, en los eventos más grandes, de alguna de las carreras. A partir de ahí, salidas escalonadas, organización por cajones, grupos por franjas de edad… Es una parte complicada dado que, si o si, los corredores deben agruparse en un espacio limitado. La necesidad de espacios más grandes y de marcas en el suelo para determinar posiciones, como en la Fór43
CARRERAS - COVID19
Costumbres que van a tener que cambiar.
mula 1, es una opción, tal vez la más coherente de momento. Muchas carreras ya reservan actualmente un cajón de salida para los corredores de élite, pero tal vez en algunos casos, espacio obliga, se deban dar salidas escalonadas, tal como se hace, desde siempre, en las carreras de orientación. La necesidad de la mascarilla en los momentos previos a la carrera parece, ahora mismo, imperativa, del mismo modo que, aunque ahora nos pueda hacerse extraño, tal vez el control térmico pase a formar parte de nuestras vidas, y no sólo en las carreras. Carrera El primer problema que se plantea está al inicio: carreras cuya configuración, por la presencia de senderos al principio, conlleve acumulaciones en los primeros kilómetros del recorrido. Habrá que buscar la fórmula para que el pelotón se disperse todo lo posible antes de adentrarse en los senderos iniciales del recorrido. 44
Una vez superado el escollo, los avituallamientos proponen otro problema. Es evidente que los tiempos en que los corredores cogían a puñados la comida de bandejas comunes, han pasado. Aun olvidándonos de la situación que vivimos, presenciar cómo un corredor tras otro, con las manos sucias y sudadas, cogían y tocaban la comida manipulada por un pulcro voluntario, a menudo con guantes, no dejaba de ser un espectáculo extraño. En el avituallamiento hay que proteger, dentro de lo posible, a corredores y, sobre todo, a voluntarios ya que son los que más tiempo van a pasar en la zona de riesgo. Desde el momento que la finalidad es comer y beber, el uso de la mascarilla para los corredores queda descartado, con lo cual la distancia entre estos y los voluntarios debe ser amplia. Mascarilla y guantes para los voluntarios pasarán a ser imprescindibles, del mismo modo que un suministro suficiente de gel hidroalcohólico. Habrá que plantear la distribución de los sólidos de
Tal vez se acerque el momento de gloria de los kilรณmetros verticales.
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CARRERAS - COVID19
Durante un tiempo, el trail perderá una parte sustancial de su encanto. Tel vez tardemos en poder volver a ver esto.
otra forma, aunque el paso por el control se haga más lento. Probablemente serán los voluntarios los que tengan que disponer, con guantes y en un recipiente del propio corredor, las porciones de sólido que éste solicite, el lugar de dejar que sea el corredor quien se sirva. Alguna carrera se plantea también ofrecer sólo avituallamiento líquido in situ y proveer a los corredores, antes de la salida, de un pack con avituallamiento sólido para cargar en régimen de 46
semi autosuficiencia. Una apuesta arriesgada que, probablemente, no satisfará a muchos corredores. Correr en grupo, unos tras otros expulsando aire a toda máquina, tal vez sea otro problema, y de difícil solución. No hay manera de controlar cómo interaccionan los corredores en carrera cuando se dan alcance entre ellos o adecúan sus ritmos para trotar en grupo, una situación en la que, según los parámetros establecidos a la hora de escribir esto, sólo
Probablemente, el principal problema en la llegada será una posible acumulación de espectadores. Aunque sólo en algunos casos. Todos sabemos que en la gran mayoría de carreras no se dan esas aglomeraciones que dan color a las metas de lasmás grandes en las que, tal vez, habrá que controlar el aforo a la zona de llegada, dando preferencia a amigos y familiares de los que vayan a llegar. Si hay que hacerlo, será complicado, y hará necesaria la presencia de voluntarios dedicados específicamente a controlar ese aforo. Es obvio que la espectacularidad de algunas llegadas quedará, quizás, mermada durante algún tiempo. Los servicios habituales de podología y fisiología deberán gestionar los aforos, del mismo modo que hacen en sus establecimientos desde las primeras fases del desconfinamiento. Ya hay alguna propuesta también para eliminar las ceremonias de entrega de premios, minimizando así la acumulación de gente y haciendo los honores a medida que los ganadores van llegando. Esto también dependería, naturalmente, del espacio disponible en las zonas de llegada y por tanto de la posibilidad de garantizar mínimamente esa distancia de seguridad a que ahora nos vemos obligados.
el líder del grupo estará seguro, el resto irán asimilando el “espray” expulsado por los de delante. Post carrera Los corredores suelen llegar de forma escalonada, y deberían tener la mascarilla preparada para cuando se cruce la línea de meta, al tiempo que la zona deberá probablemente ser despejada para evitar la aglomeración con otros participantes.
El futuro Todo esto son planteamientos recogidos de diversos organizadores. Somos conscientes de que, ahora mismo, todo que se proponga son cábalas y suposiciones. No sabemos cómo será la situación en unos meses, por supuesto esperamos que mejor. En cualquier caso, es importante trabajar en alguna dirección, y la mejor es aquella en la que se planteen medidas que llegado el momento se muestren innecesarias: no tener que aplicarlas será una buena noticia. Tal vez muchas de estas propuestas, y otras que vendrán, no sea necesario utilizarlas. Habréis observado que no hemos especificado qué carreras plantean qué. No nos ha parecido adecuado en la situación actual. No es lo importante. Tal vez habría que ponerse de acuerdo y trabajar juntos para compartir ideas. En algunas zonas los organizadores ya se han asociado. No es el momento de plantearse qué carrera destaca: todas, grandes y pequeñas, tienen la obligación social y moral de hacerlo lo mejor posible, nos va la supervivencia. Es sólo una propuesta.
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REPORTAJE
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Espectáculo Fotografía: Quim Farrero
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PENYAGOLOSA TRAILS
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Fotografía: Quim Farrero
PENYAGOLOSA TRAILS
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TRANSVULCANIA
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TRANSVULCANIA
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TRAIL COSTA QUEBRADA
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ZEGAMA KILOMETRO BERTIKALA
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ZEGAMA-AIZKORRI MENDI MARATOIA
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ZEGAMA-AIZKORRI MENDI MARATOIA
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MIGUEL HERAS El de Béjar. El que un día fue “el hermano de Roberto Heras”, uno de los grandes del ciclismo del país, y que consiguió, a fuerza de tesón y resultados que el gran ciclista pasara a ser “el hermano de Miguel Heras”. Amable y discreto, Miguel viene a ser la definición de buena persona, antes que deportista. Como corredor, Miguel es como el vino que va mejorando con los años. En un mundo como el del deporte en que los ídolos tienen caducidad, Miguel, discretamente sigue sumando resultados a su palmarés sin necesidad de hacer alarde ni de su forma física, ni de sus capacidades. No va con él. Habla bajito, es atento, educado y cordial. Y eso tiene reflejo en su actividad como deportista. Componente de uno de los mejores equipos de trail de la historia, codo a codo con Kilian Jornet, Iker Karrera o Tófol Castanyer entre otros, Miguel ha visto cómo iban cayendo en sus manos la mayor parte de sus propuestas deportivas ¿Todas? ¡No? Una de ellas se ha resistido siempre, la carrera de prestigio para cualquier corredor con ambición. El UTMB siempre se la ha jugado a Miguel, le ha dejado saborear el podio, pero siempre por debajo de sus posibilidades. Miguel se podía permitir aspirar a más todas las veces que la carrera alpina lo tuvo como huésped. Lesiones, pérdidas… a menudo algún imponderable ha apartado a Heras del camino a la gloria, a pesar de haber protagonizado, junto a los mencionados Jornet y Karrera, una de las actuaciones más memorables del trail nacional cuando, en la edición de 2011, el trío de Salomon lideró, durante kilómetros y kilómetros, de forma imparable, la carrera. “La locomotora española” los llamaron los franceses. Pero, una vez más, la carrera apartó a Miguel de su círculo de confianza y sólo permitió a Kilian y a Iker cruzar la meta en los puestos de honor. Y no ha sido la única vez; Miguel lo ha dado todo ocho veces en el UTMB, hasta conseguir un segundo puesto en 2013 que, tras tanto esfuerzo, tal vez supo a poco a los que, admirándolo, saben que se merece más. Pero Miguel Heras no se da por vencido, y con UTMB o no, sigue en la brecha, habiendo dejado paso a otros más jóvenes, pero marcando su territorio cuando aparece. Sean carreras grandes o carreras modestas, se pasea por ellas valiéndose de su clase, nivel y, sobre todo, experiencia, virtudes de que, en su modestia, él mismo no suele reconocer.
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