Revista TRAIL n.97

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EDITA No Limit, S.L. José Roca Suárez Llanos, 45 1º 1ª 08329 Teià Barcelona Tel. 93 540 36 86 revistatrail.com trail@revistatrail.com

PORTADA

DIRECTOR Néstor Bohigas

Fotografía: Quim Farrero

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¿Saldremos del túnel en 2021?

ENERO I 2021

REDACCIÓN redaccion@revistatrail.com DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Quim Farrero quim@revistatrail.com DISEÑO ORIGINAL 3A Disseny Gràfic DIRECTOR DE PUBLICIDAD Néstor Bohigas publicidad@revistatrail.com PUBLICIDAD publicidadl@revistatrail.com SUSCRIPCIONES suscripciones@revistatrail.com MAQUETACIÓN Teresa Sabater

SUMARIO

ADMINISTRACIÓN administracion@revistatrail.com HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO Quim Farrero, Equipo Quiro Clinic FOTOGRAFÍA Org.Panda Trail by UTMB, Quim Farrero

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Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin autorización previa por escrito de la empresa editora. TRAIL no comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores. OFFICIAL MEDIA PARTNER

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EDITORIAL

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OPINIÓN KILIAN JORNET

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EN PORTADA TRAIL Y CAZA: CONDENADOS A CONVIVIR

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ENTREVISTA JAVI DOMÍNGUEZ

revistatrail.com

facebook.com/revistatrail

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GALERÍA 2020: LOS ABRAZOS PERDIDOS

30 PANDA TRAIL BY UTMB 52

SALUD PINZAMIENTO DE CADERA

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MITOS Y LEYENDAS

instagram.com/revistatrail

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EDITORIAL

ADAPTACIÓN Este es un número especial para Revista TRAIL. Tras más de 15 años y 96 números publicando en soporte papel, el número 97, el que estáis leyendo, es el primero en aparecer únicamente en soporte digital. Para nosotros que, no nos engañemos, somos un poco románticos, ha sido una decisión difícil, que venimos meditando desde tiempos pre pandémicos. No hace falta decir que la época que nos toca vivir nos ha dado el empujón que nos faltaba para acabar con las dudas, más emocionales que racionales. Dicen que no sobrevive el más fuerte, si no el que tiene más capacidad de adaptación. Eso no quiere decir que haya que ser voluble y renunciar a un criterio propio. Ya en un lejano 2005, los “expertos” ponían en duda la pertinencia del soporte papel para una revista como la nuestra. Creo que, tras 15 años, hay poco que comentar al respecto. Nos adaptamos en el momento que nosotros creemos que hay que hacerlo, pero seguiremos trabajando en formato revista porque no creemos en canciones sueltas, si no en álbumes con coherencia: nuestro lector sabe que siempre hemos tenido una línea editorial clara, enfocada a la cultura del trail y lejos de amarillismos y vacías polémicas deportivas. Así seguiremos, independientemente del soporte. Y dar preferencia al formato revista no quiere decir que no aparezcan “singles” que van a ser publicados en nuestra web, como canciones sueltas, sea porque el tema lo pide o, mejor aún, porque nos apetezca. Pero en este 2020 que, afortunadamente, acaba de finalizar, esa va a ser la cara fácil de la adaptación: del papel al digital. Futilidades. Lo realmente difícil va a ser adaptarse a un mundo sin gente como A ntxon Burcio, un grande de nuestra cultura montañera que, prematura e injustamente, nos ha abandonado en los últimos días de este maldito año. Va por tí, Antxon.

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ASÍ SOY YO

CASA, SOLEDAD, MONTAÑA KILIAN JORNET

Casa es, tal vez, compartir el tiempo con las personas que amas. Casa es reír. Casa es hacer el amor. Es sentir el confort de la soledad y llorar sin preocuparte de que alguien te vea. Si repaso los trocitos de mundo que me hacen de mundo, me doy cuenta de que todos tienen un denominador común: todos están en la montaña. El origen de todos mis dolores de cabeza era el haberme alejado de casa. Las carreras, con toda la gente y el bullicio, son como ciudades. Acababan siendo mi paisaje habitual. Y yo me sentía como un extranjero. Siempre he hallado serenidad en la soledad. Para mí, tres son multitud.Tanto en familia como entre amigos, siempre me he sentido como el que tiene un pie dentro y el otro fuera. Como alguien que está a gusto un rato, de vez en cuando. En un mundo tan conectado y tan social, nunca he querido pertenecer a ninguna tribu. Cuando era pequeño, pensaba que de mayor quería vivir en una casa aislada, medio perdida en la montaña, donde necesitara como mínimo una hora para llegar a algún lugar habitado. Había dibujado los planos y todo: una habitación para dormir y otra para guardar el material deportivo, y una cocina con una mesa. Como estaría en plena naturaleza, no necesitaría un cuarto de baño para esconderme de los demás, podría disfrutar cada día de hacer mis necesidades

básicas contemplando unas vistas magnificas, más inspiradoras que una pared de azulejos blancos. Mis sueños chocaron con la realidad de Chamonix. Por una cuestión de tamaño y diversidad, allí los hombres y las mujeres se agrupan en torno al sentido de pertenencia a una tribu, y el hecho de formar parte de un grupo los hace pensar que unos son mejores que otros. A mí, sin haberlo pedido, me incluyeron en la pandilla de los ultratrailers. Aunque jamás fui a buscar mi carnet de socio, también reconozco que no me moleste en descolgarme la etiqueta de miembro del club. Tenía demasiada sed de actividad y, salvo alguna ocasión en que había cedido ante la insistencia de algún patrocinador o algún periodista, nunca había puesto los pies en ningún bar, restaurante o lugar donde la gente acostumbra a quedar para charlar y certificar que pertenece a la tribu de los elegidos, algo que demuestra con su manera de hablar y de vestir y con la selección de los locales que frecuenta. Si me fui a vivir a Chamonix fue porque era un lugar mítico para mí. Ya de pequeño había leído muchas historias que hablaban de él. No es un paraje remoto. Al contrario, está en el centro de los Alpes y muy bien comunicado. Para mí, era un espacio simbólico que me permitiría vivir aventuras y progresar en el mundo del montanismo. Perfecto para recuperar la conexión con la montaña.

Fragmento extraído del libro Nada es imposible. Barcelona, Now Books-Ara Llibres, 2018

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CRONOmetraJE DE carreraS

Informaciรณn: crono@nlmt.com - T. 93 540 36 86


EN ENPORTADA PORTADA

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TRAIL Y CAZA:

Compartiendo terreno

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CONDENADOS A CONVIVIR Texto y fotografía: Quim Farrero

La montaña, alta, media o baja, es nuestro terreno de juego. Como lo es de otros deportes y actividades. Y, a veces, la convivencia no es fácil. Pero dado que todos podemos disfrutar del entorno natural, habrá que buscar fórmulas para hacer la convivencia lo más fluida posible. Henri Cartier-Bresson, uno de los grandes fotógrafos de la historia decía, sobre la necesidad de saber dónde situarse, que sólo hay dos sitios en los que no hay que colocarse nunca: detrás de un caballo y delante de un arma. Más allá del acertado comentario del genial fotógrafo, es obvio que a nadie le apetece aparecer en el punto de mira de un arma. Y, más allá de juicios morales que no vamos a hacer - cada uno es libre de tener los suyos -, en el caso que nos ocupa la posibilidad de tener a un ser humano en el punto de mira no interesa a nadie, y mucho menos al propio tirador. Ese es un principio básico a tener en mente desde 10

el momento que el trail – como cualquier otra actividad realizada en la montaña- tiene que convivir durante unos meses al año con otra actividad, la caza, en la que las armas son la herramienta. La convivencia con la caza siempre ha sido un tema complicado porque, en algunos casos, va más allá del miedo legítimo a ser el protagonista de un accidente con armas de fuego, y se mezcla con conceptos vinculados a una cierta concepción de la ecología o de la relación entre humanos y animales. A pesar de todo, la relación entre cazadores y corredores es más estrecha de lo que a primera vista pudiera parecer. En entornos rurales, es normal que el mismo que un día corre al otro vaya de cace-


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Un terreno de juego común.

ría, del mismo modo que en muchos casos los voluntarios la carrera del pueblo (o la zona) sean también cazadores. Todo depende de hasta que punto la actividad forme parte de un entorno cultural determinado. Habitualmente, la falta de entendimiento suele darse entre el mundo rural y el urbano, aunque se necesiten mutuamente, los puntos de vista en cuanto a la relación con la naturaleza son diferentes. Lo que para unos es subsistencia, para otros es simplemente ocio. Pero no hay que perder de vista quien está “de visita”. LO QUE HAY QUE SABER El primer interesado en que no se produzcan incidentes es el propio cazador. La posesión y uso de un arma de fuego conlleva ciertas responsabilidades, morales y legales, que cualquier persona vinculada a la caza en principio tiene claras y que están exhaustivamente reglamentadas. Está claro que siempre hay excepciones. No existe el colectivo perfecto. Del mismo modo que hay caza-

dores que, por ejemplo, no recogen los restos de su munición, hay corredores que tiran basura durante su actividad. Todos lo sabemos. Los problemas suelen surgir de la reacción de una manzana podrida o del hartazgo de tener que enfrentarse demasiado a menudo a situaciones de conflicto perfectamente evitables. Y ahí es donde entra el sentido común. Ante una situación problemática, tenga el origen que tenga, hay una parte, la más fuerte, que no puede, no debe, perder nunca la calma. En los días en que escribimos este artículo, ha sido noticia lo sucedido en el municipio madrileño de Navas del Rey, donde una carrera (Btt) ha sido suspendida, al parecer, por las amenazas del propio alcalde, al cual se le atribuyen declaraciones del tipo “… habrá 60 cazadores armados dispuestos a hacer lo que haga falta como a algún corredor se le ocurra pasar.” en lo que inicialmente era un conflicto de permisos. Es un gran error coger el todo por la parte y, de una situación puntual hacer una generalización. Del mismo modo que es un gran 11


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La visibilidad es un factor importante en la caza.

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TRAILCAZATRAILCAZATRAILCAZATRAIL error magnificar la cantidad de accidentes que se pueden producir en una batida de caza: las estadísticas demuestran que, en nuestra actividad deportiva, tenemos más números de sufrir un accidente cruzando alguna carretera que a causa de un disparo. Por poner un ejemplo. Cada uno puede tener su opinión sobre la caza como actividad, del mismo modo que cualquier cazador tiene derecho a tener la suya sobre todos los que actualmente pueblan un medio natural con el que él, y sus generaciones previas, han convivido, para lo bueno y lo malo, desde siempre. En cualquier caso y más allá de opiniones personales, son actividades que van a tener que convivir porque comparten terreno de juego. No hay más. A menudo, las tensiones vienen de la falta de comunicación. Por ambos lados. Entender cómo funciona cada una de las actividades es un factor clave para comprenderlas. Un primer punto a tratar sería la convivencia entre la caza y las actividades organizadas, es decir, las carreras. Las dos actividades deben ser comunicadas y autorizadas y, habitualmente, es la caza la que desplaza de lugar o día su actividad en el caso de que se haya solicitado un permiso para otro evento. Tal como nos comenta Joaquín Zarzoso, presidente de la Federació Catalana de Caça, este detalle es algo a tener muy en cuenta dado que, desde un punto de vista legal, el cazador es alguien que realiza su actividad en un terreno privado (“Coto privado de caza”) y que tiene la autorización de la administración y, sobre todo, del propietario del coto, para realizar la actividad en el mencionado terreno. Una autorización para la que, además, en muchos casos paga, y una actividad muchas veces incluso solicitada por la administración con fines de regulación de la fauna. La actual superpoblación de jabalíes, con los consiguientes daños a la agricultura o a la seguridad vial y la amenaza de la peste porcina africana en estos momentos, son un ejemplo de esa necesidad de regulación. Más allá de legalidades, y en contra de lo que se pueda pensar, no son pocas las organizaciones de carreras que cuentan con la colaboración de las asociaciones locales de caza, tanto para el diseño de recorridos (pocos conocen el terreno como un cazador) como, en muchos casos, como voluntarios en la organización. Además, es frecuente que el mismo que caza, corra. Mucho más de lo que algunos creen. 13


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Tanto las carreras como la caza tienen una cierta temporalidad: el grueso de las carreras se celebra de primavera a otoño y la caza, en general, centra su actividad de otoño a primavera, con lo cual las coincidencias a lo largo del año, aún siendo posibles y reales, son menos de las que pudiera parecer, a pesar incluso de que fuera de temporada puede haber actividad de caza llamada preventiva. Eventos organizados a parte, el problema viene a menudo con la actividad personal, sea realizada en solitario o en pequeños grupos, en la que es frecuente coincidir con el mundo de la caza. Ahí es cuando es interesante, de entrada, tener algún conocimiento de cómo funciona la actividad, qué hay que hacer y qué no y, sobretodo, tener en mente la máxima “nadie quiere problemas”. DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA Sin haber tenido nunca ninguna relación con el mundo de la caza, hemos sido cordialmente bienvenidos a participar, como observadores, en una batida en la que hemos comprobado cómo se organiza la actividad, y hemos podido contrastar con los presentes todos los puntos de vista que se nos han ocurrido. La ignorancia genera miedo y la cordialidad genera cordialidad. En una batida de caza, hay una organización muy marcada en la que cada tirador se coloca, con ropa llamativa, en un sitio predeterminado del que no debe moverse hasta que no se da por terminada la actividad. Son habitualmente localizaciones con visibilidad y fuera de caminos principales, por los cuales el cazador debe transitar con el arma descargada y colgada del hombro durante la cacería (cuando se desplaza hacia o desde su puesto) o guardada en la funda si simplemente se desplaza. Los únicos que tienen movilidad durante la batida son los responsables de los perros (el supuesto maltrato a los perros es otro mito que hemos visto caer…). Todos saben dónde están los demás y todos están comunicados por radio, de forma que la advertencia de que hay gente ajena a la batida por la zona es una de las informaciones estrella. Tras cruzarse con un cazador, es casi seguro que el siguiente que encontréis sabrá que vais para allá. Aquí viene nuestra parte, consistente en saludar y hacerse ver. No es necesario más. Cordialidad y tolerancia son una buena inversión: muchas situaciones desagradables tienen su origen en la necesidad de expresar opiniones donde (y cuando) 14

probablemente no toca. En caso de coincidir con una batida de caza tenemos varias opciones. La primera es, si tenemos noticia previa y no nos sentimos seguros, evitar la zona. El monte es grande. En cualquier caso, lo único que no tenemos que hacer si coincidimos en nuestra actividad con una cacería es abandonar los caminos principales. Ya está, no hace falta más. El cazador necesita visibilidad. La preferencia es el campo abierto y sólo cuando hay mucha proxi-


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Los caminos principales son nuestro terreno de juego en caso de batida de caza.

midad con la presa se adentrará en zonas espesas. Esa visibilidad necesaria hace que en días de niebla o mucha lluvia las posibilidades de coincidir con una batida son nulas. Así mismo, con el terreno nevado, la caza no está permitida, del mismo modo que es difícil toparse con una batida más allá del mediodía. En el caso de la caza menor, la actividad suele darse por terminada hacia primera hora de la mañana, porque la afluencia de otros usuarios del entorno ahuyenta a los animales.

CONVIVIR Tal como hemos comentado, más allá de opiniones personales, el monte es terreno de juego para muchas actividades, sean ocio o negocio, y el respeto entre ellas nos hará la vida más cómoda a todos. Sólo la agresión al entorno no merece ese respeto. Y ahí estamos todos: corredores, cazadores, ciclistas, senderistas… y una larga lista de “istas”, implicados. 15


REPORTAJE

Vamos a por el invierno. De momento en soledad o en grupos pequeños. Fotografía: Quim Farrero

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ENTREVISTA

JAVI DOMÍNGUEZ “Una cura periódica de humildad también viene bien.” Texto y fotografía: Quim Farrero

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Javi Domínguez (Vitoria, 1974) es un corredor tan tranquilo y discreto como efectivo. En un mundillo en el que abundan los perfiles vinculados a la Educación Física, Javi es la rara avis vinculado sencillamente a la Física, la de verdad, aquella de la que depende todo, la que a muchos nos complicó la vida en una etapa de nuestra juventud. Tal vez, la capacidad de comprender la teoría de la relatividad le facilita otorgar a ciertas cosas el valor que deben tener. Como corredor por montaña, Javi forma parte de ese tópico social que es la “crisis de los nn”, dónde “nn” es la edad en que cada uno, si se da el caso, se replantea las cosas por la razón que sea. Y del mismo modo que ese replanteamiento ha llevado a muchos a iniciarse en el mundo del deporte, son pocos los que, en ese renacer vital, llegan a lo más alto en aquello que se han propuesto. Javi es uno de ellos y, a pesar de todo, es capaz de relativizarlo.

Empiezas tarde en el mundo de la montaña… Efectivamente, empecé tarde, con la crisis de los treinta, con aquello de que te empiezas a ver mayor y te planteas cosas como “a ver si soy capaz de hacer una maratón”. Estuve cinco o seis años coqueteando con el asfalto hasta que descubrí que había un mundo más allá, en la montaña. Mi primera carrera en montaña fue un kilómetro vertical por aquí cerca. Ahí empezó todo. Empecé con carreras cortas, veinte, treinta y alguna maratón. De ahí, poco a poco, fui echando un ojo a las carreras más largas. Cerca de aquí se celebra una muy mítica, la Hiru Haundiak, que hace muchos años que se viene haciendo. Tenía amigos que la corrían y me animaron, aunque yo seguí con lo mío en carreras más cortas. No quería meterme ahí hasta verme preparado. Finalmente me animé, quedé quinto y empezó a picarme el gusanillo de verdad, era una experiencia nueva. No se trata simplemente de unos kilómetros más, es un cúmulo de experiencias, la noche, el peso… A partir de ahí, estos últimos ocho años me he dedicado, básicamente, a este tipo de carreras, y aunque también voy

haciendo algunas carreras más cor tas hago muy poco asfalto, aunque viviendo en una ciudad algo hay que pisar. Cuando salgo a entrenar lo tengo fácil, pero salgo de casa directamente y pasan quince minutos hasta que empiezo a pisar barro. No hay grandes montañas cerca de casa pero, por otro lado, en media hora me planto, por ejemplo, en Zegama. Antes de empezar a correr, mi relación con la montaña era muy limitada. A los veinticuatro años empecé a escalar un poco con unos amigos, pero poco más. Yo vengo de un entorno muy urbanita, todo lo que hacíamos era salir por ahí, nada más. Nunca había quedado un sábado para ir al monte, hasta la “crisis”.

no lo llaman crisis. Es frecuente que, a par tir de cier ta edad, a menudo los cuarenta, la gente empiece a cuidarse un montón, empiezan a ir al gimnasio y a hacer actividad. A mi me dio a los treinta. Fíjate que, en carreras de ultradistancia, la media de edad sigue siendo alta, pienso que, entre otras cosas, porque son menos duras que las más cortas, aunque no lo parezca. No tienen ese punto agónico de las pruebas más cortas y más rápidas. Las pruebas largas te las puedes plantear de otra forma, vas con gente, puedes incluso charlar, es una experiencia en el conjunto. Según como se mire me parece menos duro veinticuatro horas en el monte que tres. Una cuestión de ritmos.

¿En qué consiste esa crisis? De momento sólo me ha dado a los treinta. Me veía muy mayor para tener esa edad. No me cuidaba nada, salía por ahí y comía, bebía… lo que se hace cuando se “sale por ahí”. Siempre había sido delgado, pero empecé a darme cuenta de que esto iba cambiando, para mi y para mis colegas. Veía que las cosas, en este aspecto, iban a peor. Entonces me dio por cuidarme un poco más. Igual otros

Junto a correr por la montaña descubres también el esquí de montaña ¡Si! Me encanta. Creo que es el deporte que más me gusta. Lo que pasa es que no me es tan accesible como correr porque me pilla un poco más lejos, necesitas más tiempo. Lo bueno de correr es que salgo de casa y ya está. Yo suelo ir siempre haciendo encaje de bolillos con el tiempo, y correr me lo pone fácil. La bici ya es más 19


ENTREVISTA

complicada, necesitas el doble de tiempo, y en cuanto al esquí de montaña, ya se hace necesario un fin de semana o un día entero en el mejor de los casos. ¿Entrenas cada día? Lo intento, pero no lo hago. Si puedo salgo cada día, pero si no lo hago no pasa nada, ya pasé esa fase en la que si no entrenas te sientes culpable. Hace ya tiempo. Y me ha pasado; he vivido esa época en la que primaba salir sobre el resto de cosas y me sentía mal si no lo hacía, incluso a costa de haber dormido, por ejemplo, a las diez de la noche. O dejar de quedar con alguien para correr. Pero no es una buena opción. Sales a correr a las diez, luego duermes mal y finalmente lo arrastras al día siguiente. Por un lado has entrenado, pero no estás bien, sobre todo mentalmente. Ahora 20

ya llevo unos cuantos años y pienso que lo que tenía que hacer ya lo ha hecho, y eso me relaja muchísimo. Sin resultados al inicio ¿Piensas que te hubieras aficionado del mismo modo? Creo que sí. He estado motivado sin resultados. Cuando hice mi primera maratón de asfalto, me gustó, pero no hice nada del otro

“He estado motivado sin resultados” mundo. A partir de ahí vas mejorando siempre y te vas alimentando. De hecho, obtener resultados es ir mejorando. En asfalto, que es más sencillo de valorar, vas viendo que esos diez kilómetros, que son lo mismo aquí que allá, van cayendo cada vez más cómo-

damente, más deprisa, te vas sintiendo mejor. En el monte es lo mismo, vas a alguna carrera y tampoco hace falta ganar, pero siempre tienes algo con qué comparar te: una clasificación, un colega, un tiempo previsto. Al principio, el hecho de ir avanzando se produce siempre, en todos los deportes. Los inicios son siempre muy gratificantes porque la curva de progresión es siempre ascendente. Si escalas empiezas por algo fácil y vas probando cada vez un poco más, y no hace falta ser un fuera de serie para que te guste. Lo que pasa es que esta misma motivación inicial puede acabar contigo, porque si no se gestiona bien empiezan las lesiones, y eso es muy frustrante. En mis primeros años corría mucho menos de lo que corro ahora, pero mi cuerpo no estaba tan acostumbrado y me lesionaba mucho más.


Y entonces lo pasas mal. Muchos buscan entonces alternativas, como la bici, pero a mi nunca me ha motivado demasiado, sobre todo por el tiempo, tanto meteorológico como cronológico. ¿En qué piensa un físico cuando corre? Cuando llevas muchas horas y entras en esa especie de trance en el que te pones a pensar, creo que principalmente lo que te pasa por la cabeza son cosas del día a día. Puede ser pensar cómo hacer una tortilla de patatas o pensar en la teoría de cuerdas, depende. Cuando me abstraigo, si estoy relajado, suelo pensar en temas cotidianos, desde cosas que tengo que arreglar de la furgo a temas del trabajo. Esa abstracción ayuda mucho a pasar el tiempo. De noche si que, a veces, si puedo identificar alguna estrella, le doy la vuelta a cosillas sobre supernovas, materia oscura, el universo y esas cosas. Depende del momento y de que haya estado leyendo los días previos. Durante una temporada me dio por hacer cerveza y pensaba a menudo en eso, cómo hacerla mejor y tal. Eres un tipo tranquilo… En general si, pero en las carreras depende mucho de cuales sean tus expectativas en la salida. Yo suelo ponerme las expectativas muy bajas y, a partir de ahí, todo lo que venga, pues estupendo, todo eso que ganas. También hay que sabe relativizar las cosas. Lo que pasa es que, aunque bajes las expectativas, los resultados previos, en cierta manera, aprietan, pero esto, para mí, no deja de ser una afición, que me aporta mucho, pero una afición al fin y al cabo. Intento no perder la cabeza. Cuan-

y, por encima de todas, la idea “hoy no ha sido mi día” siempre funciona.

“Suelo ponerme las expectativas bajas”

Has utilizado el término “afición”, cuando tú estarías en ese grupo de “’elites” o “pros”… El hecho de que yo trabaje en otra cosa para vivir me sirve, a veces, como una excusa excelente cuando las cosas no han ido como quería. Si dispusiera de las veinticuatro horas del día para dedicarme a esto, no se si lo haría, porque eso significaría tener que hacer ciertas cosas, ciertos tipos de entrenamiento, que no me gustan. Seguro que mi rendimiento mejoraría mucho más, es lógico, pero entonces el listón estaría más alto y probablemente ya no me sería tan indiferente no llegar a esas expectativas. Creo que estoy en un buen equilibrio entre lo que hago y los resultados que obtengo. No tengo opción a dejar de trabajar y dedicarme sólo a esto, pero tampoco me apetece. Las cosas están bien como están. Corro lo que puedo, el tiempo que me permiten mi vida familiar y mi vida laboral y me basta. A lo mejor tengo suerte porque con poco, obtengo buenos resultados, tal vez. Yo, por contrato, trabajo mil setecientas treinta y ocho horas al año, como mínimo, y el resto es ese encaje de bolillos que te comentaba. Yo he llegado a una carrera directo desde el trabajo.

prever esa situación. Y no es que no me importe si no cumplo mis expectativas, pero intento que me afecte lo justo. Y a veces me ha pasado, pero siempre digo que tenemos excusas para todo. Yo me las doy, me las creo y se acabó. Por otro lado, una cura periódica de humildad también viene bien

UTMB 2013, 3ª posición ¿Qué hay antes de eso? La primera carrera que gané fue Ehunmilak en 2011. Para mí fue una sorpresa, nunca había hecho cien millas, y vi que no se me daba mal el tema. Además, terminé físicamente bien, sin dolores. En 2012 fui a UTMB y fue una edición

do voy a una carrera en la que tengo muchas posibilidades de hacerlo bien, los días previos siempre pienso qué pasa si no va bien, qué pierdo, qué gano… intento valorar la importancia de ese resultado y relativizarlo. Si llegas a un punto en que te frustras mucho ya no vale la pena. Si algo que te gusta te genera mucha tensión, es que no va bien. Yo intento

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ENTREVISTA

rara. Entré en doceava posición y vi que había color para hacer un “top ten”, aunque tampoco me esperaba esa tercera posición. Ese mismo año también me había ido bien en Ehunmilak y, comparando tiempos, no lo veía tan fuera de lugar. No tenía aún demasiada experiencia en ultras, pero bueno. Después de un resultado así en UTMB hay un antes y un después. Tú mismo te lo empiezas a creer un poco más, es un balón de oxígeno para la motivación y te abre muchas puertas para patrocinios y asistencia a otras carreras en las que el viaje es de una cierta magnitud, y eso te permite combinar correr con viajar, dos cosas que a mí me gustan mucho. ¿Apetece repetir casi cada año una carrera como ésta? La hice en dos mil doce, trece, catorce, dieciséis, dieciocho y diecinueve… No fui en dos mil quince por lesión y en el diecisiete porque fui al Tor des Géants. Es verdad que hubo un par de años en no me apetecía mucho, pero por temas de equipo fui y, la verdad, una vez estás ahí te motivas. Y no por la carrera en sí, que no me parece la más espectacular del mundo, si no por el nivel que hay. Ahí están los mejores de la disciplina y te vas a medir con ellos. ¿Cuál es para ti “La Carrera”? Depende del tipo de carrera que quieras, pero una muy montañera que me encanta es la Travesera de Picos de Europa, que es más corta, pero es la que me parece más salvaje en términos de naturaleza. Estás en medio de la nada, no puedes retirarte porque en ciertos puntos, la única posibilidad de hacerlo es seguir adelante, nadie te puede venir a buscar. La 22

pero viendo lo que pasa, por ejemplo, en la ruta del Cares, que está sobresaturada y deteriora más el entorno y no se restringe, o Fuente De, que con el teleférico pone a centenares de personas arriba, es difícil de entender que una carrera, que está muy controlada, en la que se toman muchas medidas al respecto y que pone en la montaña a doscientos cincuenta corredores sea limitada de esta forma, incluso sin tener en cuenta la opinión de la gente que vive ahí y para los que el evento es muy impor tante a nivel de impacto económico. No tiene mucho sentido. Aquí también se han tenido que cambiar fechas de la Hiru Haundiak por anidación del alimoche primero y luego por la berrea del ciervo.

Diagonal des Fous es otra carrer a que me entusiasma y, por supuesto, el Tor des Géants, por el lugar, la experiencia en sí, por cómo se lo trabaja la organización.

“Al Tor lo puedes ver como unas vacaciones en el monte.” Te diría también Ehunmilak, pero aquí soy menos objetivo porque es la de casa. Hay muchas. Has mencionado la Travesera, una carrera que está al borde del abismo… Los espacios protegidos deben estar regulados. Yo no soy un técnico en ese tema, y supongo que los que lo son tendrán sus razones para restringir según qué cosas,

Tor des Géants La primera vez que oí hablar del Tor des Géants pensé que había que estar chalado para ir a esa carrera, pero al Tor lo puedes ver como unas vacaciones en el monte con toda la logística preparada, sin tener que complicarse la vida con reservas, transportes, etc. Si lo tienes que planificar todo es una movida, como casi todo este tipo de recorridos. Como recorrido, a poco que estés en forma y si agotas los seis días, es una actividad perfectamente factible. Con jornadas de doce horas, caminando y corriendo, luego tienes tiempo de descansar y dormir. Es un planteamiento. A partir de ahí, si quieres ir limando tiempo empiezan a cambiar las cosas. Y si quieres limar mucho pasa de ser unas vacaciones activas un poco exigentes a ser algo serio. El Tor durmiendo poco es otro tipo de carrera. Es muy diferente de, por ejemplo, la PTL, otra carrera pare-


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ENTREVISTA

cida en dimensiones. El Tor es una carrera sobre dimensionada, pero es una carrera con todas sus cosas: señalización, avituallamientos, etc. En la PTL todo eso no existe, es otro planteamiento, más vinculado a la aventura o al montañismo. El Tor, más allá de la distancia y el desnivel, te lo facilita todo mucho, no tienes que pensar demasiado en la seguridad, no más que en cualquier otra carrera. Tampoco es mejor simplemente porque sean más kilómetros. Es una experiencia diferente. En mi caso fuimos cinco amigos, los cinco acabamos y fue una semana genial. No se si repetiría porque seguro que esa repetición iría a peor. Más allá de la valoración positiva es probablemente la experiencia más dura que he tenido sobre todo los últimos kilómetros, del Col de Mala24

tra a Courmayeur. Se me hizo eterno, no me dolía nada, pero la cabeza iba como loca. Luego se te olvida, pero me hicieron falta unos días para reconciliarme con la carrera. Mis expectativas eran, de entrada, acabarla, pero la cosa fue bien. Iba con el equipo de

“Me hicieron falta unos días para reconciliarme con la carrera” Vibram como asistencia, y eso te da mucha vida, y me ayudó mucho en algunos momentos. Es una carrera también muy dura para las asistencias. Son muchas horas al volante durmiendo muy poco. ¿Cómo estás viviendo este 2020? A mi lo que mas me ha limitado

en este año son los mellizos, que nacieron ahora hace un año. En muchos momentos, aunque no hubier a estado confinado no hubiera podido salir a correr. Hasta cierto punto ha sido secundario el confinamiento. Incluso ahora que puedo salir, sigue siendo lo que me limita. Durante el confinamiento me busqué opciones; utilizaba la bici estática mientras iba moviendo el carrito, subía y bajaba escaleras… alguna opción para no volverte loco. Hay mucha gente que se ha puesto a hacer algún tipo de actividad física a raíz del confinamiento. Hay un precio a pagar en forma física, que está por debajo de lo que estaba, pero hora tengo poco tiempo. Desde un punto de vista personal, el confinamiento me ha pillado en un buen momento, porque ahora tengo que dedicar tiempo a mis


¿Retos personales? ¿Marcas? ¿�FKT’s�? A mí me parece muy bien para los que, por patrocinio, tienen que hacer alguna cosa y contarla. Es una forma de dar visibilidad a algo y de motivar al personal. Para el que hace la actividad, es tambiÊn una motivación y ademås se disfruta de la actividad. Es otra forma de carrera, aunque hay que tener en cuenta cómo se hace para que sea equitativo o comparable. A mi me gusta seguir este tipo de cosas, aunque no me interesen las polÊmicas que a veces se generan. A mi me gustaría cruzar los Pirineos, pero lo haría para mí, sin plantearme tiempos ni nada. No tengo la necesidad de ir publicando lo que hago, mås allå de mi gente mås próxima, y mi patrocinador tampoco me obliga. Entiendo que tienes que tener una cierta visibilidad, pero hasta cierto punto. Si tuviera que hacer cosas que no me gustan, seguramente me lo plantearía. Las redes estån bien cuando tienes alguna cosa interesante para contar. Abandonar‌ Se que no es lo mejor, pero suelo acabar cueste lo que cueste. Por un lado, por respeto a la organización, y por otro, pienso que es arriesgado flirtear con el abandono, es una opción que siempre estå demasiado a mano. En una carrera larga hay una pelea continua contra la cabeza, hay mil oportunidades de dejarlo, y hay que superarlas. Es fåcil tirar la toalla.

ÂżTe ves activo en el futuro? Espero que si. Hay un pico que alcancĂŠ hace tiempo y desde ahĂ­ hay que plantearse las cosas de otra forma. Yo sigo disfrutando en la montaĂąa y me apetece seguir compitiendo, con las expectativas que sea, con podio o sin. Es una experiencia diferente. En el caso de un ultra es como un viaje que cambia de un aĂąo para otro. Se puede plantear de otra manera. Ma apetecerĂ­a hacer alguna maratĂłn de asfalto tipo Nueva York, sin plantearme tiempo y aunque sea asfalto tiene que ser una pasada. Una vez me preguntaron cual serĂ­a mi carrera perfecta y dije que la Zegama de 2040. Si entonces estoy ahĂ­, corriendo en Zegama, serĂĄ perfecta, mĂĄs allĂĄ del resultado.

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hijos. De hecho, algunos de mis amigos bromean diciendo que todo esto lo he provocado yo para que ellos tampoco puedan salir a correr.

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Zegama es Zegama Es un poco como las fiestas del pueblo. Zegama significa quedar con amigos para entrenar los días previos, comer, pasarlo bien. Es una experiencia en conjunto. Es la mejor por el ambiente, la carrera, la fiesta, comentar la batallita con los colegas casi kilómetro a kilómetro‌ Mås allå de Zegama, hay un factor social en las carreras que es muy importante. En lugar de ir de copas, vas de carreras. Eso, de momento, se ha perdido. Una carrera virtual pierde esa esencia. Pero entiendo que es lo que toca ahora. No se como evolucionarå esto en un futuro próximo.

Un libro: El fondo cĂłsmico de microondas, de JosĂŠ Alberto RubiĂąo MartĂ­n

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Una pelĂ­cula: Pulp Fiction, de Quentin Tarantino MĂşsica: La Polla Records I

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GALERÍA

2020, UN AÑO SIN ABRAZOS... (volverán)

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FotografĂ­a: Quim Farrero

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GALERIA GALERÍA

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ABRAZOS QUE VOLVERÁN...


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PANDA TRAIL BY UTMB

Panda Trail by utmb: cañas y barro

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PANDA TRAIL BY UTMB

EN TIERRA DE PANDAS Texto: Quim Farrero, Org. Panda Trail by UTMB Fotografía: Org. Panda Trail by UTMB

La luz al final del túnel parece que empieza por el continente asiático. Los que antes empezaron parece que serán los primeros en salir. Eventos de trail con aspecto pre pandemia. Con algunas limitaciones, sí, pero limitaciones con las que muchos nos daríamos con un canto en los dientes ahora mismo. Superando todas las dificultades de este 2020, Panta Trail by UTMB se ha convertido en realidad. Tras un aplazamiento de un par de meses, Panda Trail by UTMB se celebró del 19 al 21 de noviembre en la ciudad china de Dujiangyan, en la provincia de Chengdu, entrada administrativa al Tibet y en la que en el S.III se construyó el llamado “sistema de irrigación de Dujiangyan”, considerado el sistema de irrigación más antiguo del mundo y que cubre 5.300 kilómetros cuadrados de tierras. La elección del lugar no es casual: como viene siendo habitual en los eventos “by UTMB” se prioriza que el origen del evento sea un lugar con interés más allá de las posibilidades para el trail que, por otro lado, son 32

prioritarias. Evidentemente. La zona es también conocida, sobre todo en China, porque en los bosques del monte Qingcheng, al suroeste de la ciudad, viven los pocos osos panda que aún pueden hacerlo en estado salvaje. De las cuatro carreras propuestas, las más largas tienen inicio y fin en la mencionada ciudad, recorriendo un bucle que tiene como epicentro el amplio remanso que el rio Min crea poco antes de adentrarse en el núcleo de Dujiangyan, mientras que las más cortas aprovechan los tramos finales de las anteriores de manera que el fin de fiesta es


Noche y agua.

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PANDA TRAIL BY UTMB

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ยกA jugar con el barro!

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PANDA TRAIL BY UTMB

El rio Min es el epicentro de los diversos recorridos.

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Confluencia entre el trail y la vida y la cultura cotidianas.

siempre en el South Bridge (puente sur) de la mencionada ciudad. Una ciudad que, en cuanto la movilidad internacional vuelva a ser posible, se convertirá sin duda en un destino interesante para aquellos que quieran combinar el viaje con el deporte. Esta vez, las inscripciones han sido limitadas a aquellos que sean residentes en el país, con todas las precauciones ya habituales en nuestros días. El evento reunió cerca de dos mil participantes distribuidos en las cuatro carreras ofrecidas: Dragon Panda Trail (DPT) de 160 kilómetros y 9.400 mts D+, Mad Panda Trail (MPT) de 106 kilómetros y 6.700 mts D+ , Kongfu Panda Trail (KPT) de 50 kilómetros y 3.300 mts D+ y, finalmente, Little Panda Trail (LPT) de 26 kilómetros y 1.400 mts D+. Probablemente debido a la anormal situación mundial, un porcentaje significativo de inscritos (35%) no acudió a la cita. A pesar de todo, los casi dos mil que lo hicieron fueron suficientes para dar color a un evento que vio en sus líneas de salida cerca de

un 30% de mujeres. A pesar de unas condiciones meteorológicas duras, con agua y barro para todos, cerca del 80% de los participantes consiguió completar los recorridos propuestos, en terreno no demasiado técnico, y a pesar de que la limitación de inscripciones a residentes en el país propició que los corredores de otros países fuera anecdótica, no por ello dejaron de “colarse” participantes de Australia, Canadá, Francia, Alemania, Japón y un español, Daniel Pérez Fernández que se hizo además con la sexta posición en la Mad Panda Trail, con un tiempo de 13h55:10 para los 106 kilómetros del recorrido, convirtiéndose en el único corredor no nacional en el podio de cualquiera de las carreras que, tal como era de prever, vieron las primeras posiciones copadas por corredores de la élite del trail chino. Una vez más, y a pesar de las dificultades, parece vislumbrarse una luz al final de este largo túnel. La vida sigue. 37


PANDA TRAIL BY UTMB

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TERRITORIO

MONTSERRAT (1): Agulles

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TERRITORIO

DESCUBRIENDO “LA MONTAÑA” Texto y fotografía: Quim Farrero

Montserrat no necesita presentación: si estuviera en otro sitio justificaría un largo viaje para poder visitarla. No es la primera vez que escribimos sobre el macizo desde TRAIL. Volvemos a ello, el interés del territorio y las limitaciones de movilidad impuestas por la pandemia nos lo ponen fácil para iniciar una serie de tres reportajes con otras tantas propuestas, combinables, para iniciarse en el descubrimiento del macizo. A menudo damos por sentado que ese territorio que tenemos cerca de casa es conocido por todos, simplemente porque en nuestro entorno cercano lo es. Y por conocido no nos referimos a ser simplemente sabedores de su existencia, si no a la capacidad de recorrerlo y explorarlo. En algunos casos, desde un punto de vista de corredor, el terreno lo pone fácil. A menudo las posibilidades quedan reducidas a un sendero que hay que seguir y que nos conducirá a, por ejemplo, una cima y, de ahí, siguiendo la cuerda pasaremos al resto de cumbres hasta que en un collado seguiremos el 42

sendero que nos conducirá de vuelta al valle. Pero el descubrimiento, en macizos de la complejidad de Montserrat, puede no ser fácil para quien accede a él por primera vez. En Montserrat, una extensa red de senderos, no todos útiles o con un destino claro, la falta de visibilidad en muchos momentos para facilitar la orientación y la existencia de sectores en los que es fácil perderse, hacen necesaria alguna propuesta más detallada para facilitar la vida al que quiera visitar el macizo por primera vez. No es alta montaña, pero tiene otros riesgos.


Los gigantes (el Frare Gros en la foto) de la cara norte, vigilarรกn nuestros pasos.

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TERRITORIO

La espesura de los bosques en el interior de Montserrat, conforman un fantástico escenario que, a veces, dificultará nuestra orientación.

Iniciación Sin tener que pasar por la vorágine del monasterio, el centro neurálgico del turismo en el macizo, la región de Agulles, en el extremo opuesto, (la punta oeste) conforma un terreno excelente para adentrarse en la idiosincrasia de la montaña y descubrir su esencia sin demasiadas complicaciones. 44

La región recibe el nombre de las docenas de agujas (agulles) rocosas que configuran el paisaje y que facilitan la entrada al mundo vertical de aquellos que quieran disfrutarlo, con escaladas cortas aunque no necesariamente fáciles. Numerosas pequeñas cimas, menos masivas que las que encontraremos en el este o en el centro del macizo, dibujarán


metros de altura, para, una vez cruzado el collado llamado “Coll de Porc” (o Coll de Port) adentrarnos en el Montserrat interior, con sus bosques y sus “canales”, torrenteras que, a cambio de senderos a menudo técnicos – sobre todo en descenso – acceden directamente de las zonas más bajas a los collados que nos permitirán pasar de una vertiente a otra. Todo ello en poco más de siete kilómetros.

el paisaje que nos rodeará cuando entremos en el sector en la segunda parte del recorrido. El sencillo itinerario propuesto, plantea una primera incursión en el paisaje de la cara norte de la montaña, la primera división en términos de escalada, en la que nos moveremos cómodamente al pie de murallas verticales de hasta doscientos cincuenta

La muralla norte El punto de partida será el aparcamiento situado en la punta oeste, en el cruce de carreteras del collado de Can Maçana. Lo que en otros tiempos fuera un pequeño descampado usado como aparcamiento, hoy es un parking (de pago fines de semana y festivos) gestionado por el Patronat de la Muntanya de Montserrat, con bancos y mesas de picnic - sin agua potable cercana – y el consabido puesto de información. El inicio del recorrido es una cómoda y amplia pista que, ascendiendo suavemente, nos llevará hasta el mencionado Coll de Guirló, donde la pista se convertirá en un cómodo sendero y desde donde podremos admirar las primeras estribaciones de la muralla norte del macizo y, sobre todo, las curiosas formaciones de la Foradada y la Cadireta, una roca con un gran agujero triangular y otra con forma de morro respectivamente que, una vez alcanzada su base, nos abrirán la puerta a otra sección de la espectacular muralla norte, la de los llamados Frares Encantats, donde dicha muralla empieza a mostrarse en toda su magnitud, con masas verticales de proporciones impresionantes y bajo las cuales podemos correr tras haber abandonado el camino principal, el Camí de l’Arrel, que conecta el macizo de este a oeste y al que volveremos en nuestro próximo número de Revista TRAIL. Poco después de la Cadireta, abandonaremos el sendero principal para desviarnos a la derecha y empezar a subir un poco por un terreno algo más técnico, hasta situarnos en la base de la muralla rocosa, que el camino seguirá hacia el este y donde podremos correr a la vera de gigantes como el Bisbe (el obispo) o el Frare (el monje) por un sendero estrecho y bastante cómodo que, suavemente, nos llevará al llamado Coll de Porc. Agulles Coll de Porc constituirá, para nosotros, la entrada al Montserrat interior. El de los bosques mágicos y los senderos a veces laberínticos, el de las cabras 45


TERRITORIO

Ya cerca del refugio, la regiรณn de Agulles se muestra en todo su esplendor.

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TERRITORIO

En el tramo común de ida y vuelta, la muralla norte de Agulles nos dará la bienvenida y nos despedirá.

(importadas) y los jabalíes. El de la espesura en la que, a veces, es difícil tener conciencia de dónde estamos exactamente. Sólo la familiaridad con el terreno cuando, entre la vegetación, vislumbramos la forma conocida de alguna cima (agulla) nos confirmará nuestra situación. Aquí deberemos empezar a prestar atención a posibles desvíos y senderos secundarios, algunos de los cuales, a veces, sólo conducen a la base de alguna roca. Em cualquier caso, el sendero está convenientemente indicado con señales de PR (blancas y amarillas) y, en algún caso, carteles indicadores. Descenderemos por la canal de la vertiente sur, una clásica torrentera montserratina en las que, a menudo, la vegetación utilizada en modo simiesco, es nuestra aliada cuando queremos ir rápidos. Llegaremos a un sendero evidente que tomaremos a la derecha y que, a través de un pequeño collado entre dos rocas (Agulla Gran del Pas del Príncep y Agulla Petita del Pas del Príncep) llamado Pas del Príncep 48

nos dará paso al sector oeste del macizo, la mencionada región de Agulles con toda su población de personajes de piedra, todos ellos con nombre. Tras cruzar el Torrent del Lloro y el del Trago, llegaremos al refugio Vicenç Barbé, popularmente conocido como “refugi d’Agulles”. Una pequeña construcción de 1961 con 20 plazas situada en un balcón privilegiado y en la que podremos comer o beber algo (o pasar la noche si nos apetece). De ahí seguiremos el marcado sendero principal que nos conducirá al Coll de la Portella, desde el que una corta canal por la que tendremos que destrepar (fácil) nos situará de nuevo en el camino que, ya sin pérdida, nos devolverá a la pista del inicio en Coll de Guirló, a pocos minutos de cómoda carrera en descenso hasta el coche. Un recorrido cómodo, fácil y rápido, perfecto para una toma de contacto con los diversos entornos que la montaña de Montserrat esconde. Una excusa perfecta para justificar una mañana.


El Coll de la Portella, un corto e interesante tramo tĂŠcnico.

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TERRITORIO

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SALUD

PINZAMIENTO DE CADERA Texto: Equipo Quiro Clinic Fotografía: Quim Farrero

Te vamos a explicar lo que se denomina pinzamiento de cadera o pinzamiento femoroacetabular, las claves del por qué alguno de vosotros tenéis ese dolor inguinal al correr.. ¿En qué consiste exactamente este pinzamiento, choque o FAI (del acrónimo inglés “femoroacetabular impingement”)?. Como su nombre indica se produce una fricción en la articulación de la cadera, sobre todo en movimiento de flexión, que origina un dolor inguinal profundo en la cadera que progresivamente va lesionando algunas estructuras y al final acaba produciendo dolor incluso con actividades que no implican la flexión de cadera. Anatomía: La articulación de la cadera está formada por la cabeza del fémur y el acetábulo de la pelvis. La cabeza del fémur está cubierta por cartílago hia52

lino que brinda soporte elástico a diferentes estructuras, entre ellas a las superficies de las articulaciones. El acetábulo es la parte cóncava o cavidad de la articulación; esta tiene un anillo de fibrocartílago llamado labrum que mejora la estabilidad de la articulación de la cadera. Lo que se va produciendo exactamente de forma progresiva es una lesión del labrum por fricción con el cuello de la cabeza del fémur. El labrum es una especie de menisco que está situado rodeando el borde del acetábulo a modo de junta para la articulación y que con la fricción se va lesionando. El choque femoroacetabular se asocia a ciertas variaciones en la morfología de la articulación de


Técnica de bombeo coxofemoral.

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SALUD

Movilización general de la cadera (1)

la cadera que nos predisponen a sufrirlo y podemos diferenciar dos grandes tipos, o las dos morfologías más habituales: Tipo CAM: Morfología que se describe como un aplanamiento del cuello de la cabeza del fémur y es la más común en la morfología del hombre. Tipo pinza: Morfología que se describe como la sobre cobertura de la cabeza del fémur por el acetábulo en la que el borde acetabular se extiende más allá de sus límites normales. Se estima que más del 80% de los pacientes que sufren este síndrome tienen una morfología mixta de estos dos tipos. Ambos tipos de morfologías pueden provocar daños en el cartílago articular y en el labrum debido al pinzamiento entre el borde acetabular y la cabeza del fémur durante el movimiento causando así los síntomas del síndrome FAI. En ocasiones es por un exceso de actividad deportiva, por un gesto muy repetitivo, pero a menudo 54

también hay una anatomía predisponente. No se trata de una anatomía patológica, es simplemente que una actividad concreta asociada a una anatomía más propensa a que haya esa fricción puede acabar produciendo el dolor y finalmente la lesión. La mayoría de los casos no es muy limitante, pero hay algunos que sí, sobre todo en los pacientes más jóvenes y activos. Además, hay otros factores fuera de la morfología de la cadera que pueden estar involucrados en este choque femoroacetabular. La debilidad entre los músculos profundos de la cadera no solo podría comprometer la estabilidad de esta, sino que también puede provocar una sobrecarga de los movimientos secundarios de cadera, causando así un aumento de la carga articular. Síntomas: El síntoma más característico, suele ser un dolor inguinal profundo, però piensa que hay otros procesos que producen dolores similares como la


típica tendinopatía de pubis del futbolista (osteopatía de pubis) o haber tenido de forma aguda un arrancamiento del tendón del recto anterior. Son muchas las estructuras en la vecindad que pueden confundirnos en el diagnóstico. Por lo tanto, es muy aconsejable acudir a un especialista ya sea un traumatólogo, un especialista en cirugía del deporte o incluso a un especialista en cadera del adulto joven, que sólo se dedican a patologías de cadera y por tanto van a afinar mucho más en el diagnóstico. Como decíamos el síntoma más habitual es un dolor inguinal profundo tipo pinchazo con los movimientos de flexión y aducción de la cadera, o simplemente la acción de ponerse de cuclillas agachándose con una flexión profunda de rodillas. Otras veces el paciente va a referir también un dolor en la parte trasera, un dolor en forma de C en todo el lateral de la cadera, debido a que el choque puede darse en la zona posterior de la articulación. Pero en todos los casos el dolor es muy característico del pinzamiento femoroacetabular. Diagnóstico El diagnóstico definitivo se realiza por un importante examen físico que reconocerá ese movimiento de flexión, aducción y rotación interna del fémur, este se denomina test de FADIR. Consiste básicamente en reproducir el mecanismo de pinzamiento para así reproducir el dolor de cadera. Curiosamente, el test de FADIR tiene una doble utilidad ya que nos sirve tanto para detectar un choque femoroacetabular, como para detectar un síndrome piramidal o piriforme. Si el dolor se reproduce en la zona delantera de la cadera hacia la ingle, el dolor pondría en evidencia la existencia de un posible choque femoroacetabular, si por el contrario el dolor aparece por detrás de la nalga o la parte posterior de la pierna estaríamos ante un posible síndrome del piramidal o compresión del nervio ciático. Hay que tomar los resultados del test de FADIR sólo como un primer indicador, ya que un déficit de flexión de cadera, la alta exigencia de entrenamiento o simplemente el hecho de ser un hombre, son factores importantes que pueden dar un test positivo. Nunca debemos basarnos únicamente en el resultado de un test, necesitaremos una prueba diagnóstica de imagen. Es la historia clínica, apoyada con estas pruebas complementarias, la que nos

Movilización general de la cadera (y 2)

ayudará a confirmar la sospecha de un choque femoroacetabular. Una radiografía nos va a mostrar las anomalías anatómicas, como el aumento del cuello del fémur o un acetábulo cerrado, que favorecen el pinzamiento con el movimiento de la articulación de la cadera o la posible artrosis incipiente de la zona. Otras técnicas, como la resonancia nuclear magnética, la artroresonancia o el TAC, nos mostrarán más claramente el posible pinzamiento, la desestructuración del labrum, tan característico de esta lesión. Esto nos ayudará a tomar una buena decisión en cuanto al tratamiento a seguir. Tratamiento De inicio en la mayoría de los casos de pinzamiento femoroacetabular el tratamiento es conservador, hay que estudiar si el paciente mejora modificando la técnica de carrera o bien cambiando un poco determinados hábitos con reeducación postural. Ayuda también un buen estudio de la pisada para 55


SALUD

Estiramiento cadena anterior.

descartar dismetrías de cadera que nos influye en los apoyos que realizamos en carrera. La fisioterapia, la tonificación de la musculatura que estabiliza la cadera pueden ser muy eficaces. El tratamiento actual de fisioterapia se ha alejado del estiramiento y el rango de movimiento pasivo que se realizaba años atrás, a favor del tratamiento de fortalecimiento de los músculos flexores de la cadera, los músculos glúteos y los abdominales. La educación del paciente es fundamental para curar el cuadro, sobre cómo deberá modificar la actividad para evitar rangos de movimiento o posiciones extremas que provocan los síntomas. Las inyecciones intraarticulares son formas más invasivas del tratamiento conservador. Se administran corticosteroides o inyecciones de ácido hialurónico en el espacio de la articulación de la cadera para ayudar a aliviar el dolor y lubricar la zona articular. Sin embargo, los beneficios terapéuticos de las inyecciones intraarticulares rela56

cionadas con los resultados a corto y largo plazo continúan siendo investigados, por lo que generan mucha controversia en cuanto a su utilización. En los casos complejos donde el dolor no cede y el paciente está limitado para la actividad, son los casos en que se recomienda el tratamiento quirúrgico que tiene muy buenos resultados cuando el diagnóstico está bien hecho. Son técnicas artroscópicas muy avanzadas de reinserción del labrum, fresado del acetábulo o torneado del cuello del fémur, consiguiendo eliminar el pinzamiento de la articulación. Estas técnicas no están indicadas en casos que presenten componentes artrósicos o labrums muy deteriorados, es muy importante la edad del atleta, no acostumbran a indicarse en edades que el componente artrósico está avanzado. Por supuesto, no debemos olvidar la importancia del manejo interdisciplinar de la patología, el trabajo fisioterapeuta-médico debe ir en la misma línea de trabajo en pos de la mejora del paciente.


Circunducciones de cadera.

Conclusiones Aunque no es una lesiĂłn tĂ­pica ni particular del corredor habitual, los gestos propios de la prĂĄctica del running pueden acrecentar los sĂ­ntomas y el dolor, y consecuentemente acelerar los procesos artrĂłsicos de la articulaciĂłn de la cadera provocando que el paciente termine pasando por quirĂłfano antes de cumplir los 50 aĂąos. La tĂŠcnica al correr es fundamental para prevenir lesiones sobre todo en la cadera. Si nos detenemos a observar, hay muchos corredores que deberĂ­an tener presente su morfologĂ­a musculoesquelĂŠtica, las zapatillas que emplean, el tipo de pisada o su tĂŠcnica. Para correr no solo vale correr, hay que fortalecer toda la musculatura incluyendo la abdominal y lumbar, la rutina de calentamiento previo, de estiramientos despuĂŠs, seguir una alimentaciĂłn adecuada, no olvidarse de la hidrataciĂłn, tener una pauta adecuada de entrenamiento y emplear el calzado apropiado.

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MITOS Y LEYENDAS

ANDREA HUSER Convertirse en leyenda. La condición imprescindible: reunir una serie de valores por los que el resto del mundo, aquellos que otorgan el título de “Leyenda”, consideren que nos merecemos la mención. No es sólo una cuestión de calidad en aquello que se hace. La calificación de leyenda exige más, mucho más. Los valores necesarios van más allá de lo tangible, de los resultados, y tienen que ver con algo que suele ser tan difícil de valorar como de obtener. Andrea Huser era una corredora de una calidad innegable, sus resultados la avalan. No vamos a perder tiempo aquí con ellos. Hay muchos corredores con buenos resultados que nunca serán leyenda. Andrea Huser era una corredora con mucha experiencia en disciplinas diversas: trail, bicicleta de montaña, triatlón, raids de aventura… Aunque, desgraciadamente, la experiencia no es infalible ante la montaña y sus veleidades. Pero, ante todo, Andrea Huser era una corredora discreta y agradable, sin necesidad de aspavientos ni salidas de tono. Una persona de esas que, aparentemente, pasan por la vida sin hacer ruido o, por lo menos, sin hacer más ruido del necesario, más ruido del provocado por la calidad de su trabajo. El problema de ser leyenda es convertirse en una prematuramente, antes de lo que toca. Andrea debería haber sido una leyenda en unos años, sin que ello afectara necesariamente su vida. Como corresponde, desde la tranquilidad de una vida cotidiana en la que, sin tener que convertirse en un ser pasivo, se asume que el momento culminante ha pasado y ha sido aprovechado. La montaña no lo ha querido así. La experiencia de Andrea no ha sido suficiente. Una salida rutinaria en solitario, por terreno conocido y, aparentemente, un absurdo resbalón. Nace prematuramente una leyenda, del mismo modo que ha sucedido en muchas ocasiones con deportistas vinculados a la montaña. Muchas veces en actividades rutinarias o aparentemente sencillas. En un mundo en el que la hiperventilación exhibicionista y los aspavientos vacíos imperan, la calidad y la discreción de Andrea Huser son la esencia de su leyenda. Donde esté, que siga disfrutando de las montañas.

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