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PORTADA
DIRECTOR Néstor Bohigas
Fotografía: Quim Farrero
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Ainhoa Lendinez en Gorbeia KB
NOVIEMBRE I DICIEMBRE 2019
REDACCIÓN redaccion@revistatrail.com REDACTOR JEFE Eliseu T. Climent eliseu@revistatrail.com DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Quim Farrero quim@revistatrail.com DISEÑO ORIGINAL 3A Disseny Gràfic
SUMARIO
DIRECTOR DE PUBLICIDAD Néstor Bohigas publicidad@revistatrail.com PUBLICIDAD publicidadl@revistatrail.com SUSCRIPCIONES suscripciones@revistatrail.com MAQUETACIÓN Teresa Sabater ADMINISTRACIÓN administracion@revistatrail.com HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO Berta M. Bertran, Néstor Bohigas, Eliseu T. Climent, Quim Farrero FOTOGRAFÍA Eliseu T. Climent, Quim Farrero IMPRESIÓN Jiménez Godoy, S.A. Depósito Legal: B-31915-2005 ISSN: 1699-8332 DISTRIBUCIÓN SGEL: 91 657 69 00 Impresa en papel con certificado PEFC
Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin autorización previa por escrito de la empresa editora. TRAIL no comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores. PVP: 5,00 € (IVA incluido)
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EDITORIAL
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RIALP MATXICOTS
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OPINIÓN KILIAN JORNET
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ULTRA TRAIL GUARA SOMONTANO
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NO TE LO PIERDAS
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TRAIL DEL BISAURA
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EN PORTADA VAL D’ARAN
74 NUTRICIÓN
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ENTREVISTA PAU CAPELL
78 ESCAPARATE
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ULTRA PIRINEU
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GORBEIA SUZIEN
COMBATIR LA INFLAMACIÓN
MITOS Y LEYENDAS
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REPORTAJE
Los corredores avanzan al tiempo que el sol asoma. Ultra Pirineu. FotografĂa: Quim Farrero
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PARA EL CORREDOR
APP
PARA EL ACOMPAร ANTE
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Foto: Quim Farrero
APP
EDITORIAL
NUEVAS IDENTIDADES A nadie le cabe duda de que el turismo se ha convertido en uno de los principales motores de la economía global. Esta gran maquinaria es la responsable de la movilidad de personas a lo largo y ancho del planeta. Es la creadora, también, de paraísos artificiales mediante la producción de un imaginario repleto de paisajes idílicos y cielos relucientes. Pero la cara oculta del turismo genera efectos nefastos en las poblaciones locales, esclavizándola con sueldos bajos, contratos basura y estacionalidad de los negocios. El turismo se mueve por especialidades y es esta misma sectorización la que conduce a destinos y territorios a crear sus propias líneas estratégicas, generando así nuevas identidades: los hay que potencian el sol y la playa, la nieve, la cultura del vino. Existen también destinos donde la espiritualidad se ha convertido en hilo conductor de su relato; otros ofrecen lo mejor para los fanáticos de la ornitología. Hay rincones donde crece el ecoturismo, la filigrana gastronómica y hasta el turismo sexual. Dentro de la carta de opciones, el turismo deportivo está tomando cada vez más fuerza, tanta que el año 2020 se convertirá en Año del Turismo Deportivo. La razón es simple: el deportista busca calidad, tanto de servicios como de entorno, que retorna al territorio en forma de impacto económico positivo. No se trata, pues, de un turismo low-cost sino de un modelo que, como se viene demostrando, ha conseguido encontrar el equilibrio entre calidad, proximidad y valorización del contexto; un modelo que favorece las economías locales sin dañar el entorno, porque de la calidad de este depende en gran parte su éxito. En este sentido, el trail ocupa un espacio que crece año tras año, y está postulándose como una importante herramienta de dinamización turística. Nuestro deporte tiene un innegable efecto positivo en zonas rurales y de montaña durante las cuatro estaciones del año. Sin ir más lejos, en las páginas que siguen encontraréis ejemplos que van en esta línea. El artículo de portada, que dedicamos en profundidad a la Val d’Aran, muestra una realidad bicéfala: la parte baja del valle se ha especializado en el llamado turismo de montaña, minoritario, respetuoso y de proximidad, por contraposición al modelo de nieve, masivo, estacional y depredador del territorio del Naut Aran. Otro ejemplo en este número es la celebración de la Ultra Trail Guara Somontano en un espacio, la sierra de Guara, donde la despoblación es una realidad y las oportunidades hay que buscarlas en la potencia única de su territorio y la belleza de sus paisajes.
Texto: Eliseu T. Climent
Por todo ello, el trail ha de apostar por un modelo turístico sensible con las economías locales, el respeto ambiental y las iniciativas entusiastas surgidas desde el territorio. Es hora de ir más allá del puro cronómetro, porque el territorio y sus gentes lo valen y como tal hay que preservarlos y respetarlos. El trail debe ser también, en este sentido, más que un deporte un vehículo de cultura.
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ASÍ SOY YO
COMPETIR PARA ENTRENAR KILIAN JORNET
Hay gente que entrena para competir. Hay quien compite para entrenar. Yo soy de los segundos. Para mí, el entrenamiento es una forma de vida: consiste en trabajar cuerpo y mente para rendir en una actividad concreta. En el deporte de alto nivel es absolutamente indispensable, nos permite mejorar nuestras capacidades y estar a la altura de los esfuerzos, más exigentes, de las carreras. La competición, claro está, es un objetivo que nos sirve como fuente de motivación, pero no es necesaria, ni mucho menos, para entrenar. Reconozco que soy de memoria corta. Aun así, recuerdo como si fuera ayer la primera vez que sentí que disfrutaba, de una manera extrema y casi enfermiza, del dolor de piernas y de la asfixia de los pulmones mientras subía una pendiente pronunciada dándolo todo. El cielo era azul y el calor sofocante, espantoso. Ocurrió poco antes de entrar en la adolescencia, un día de finales de primavera, pedaleando por el departamento francés de Ariège, en Occitania, con Joan, el padre de un compañero del colegio. Subíamos uno de los numerosos puertos de la región; ahora no me acuerdo de cuál. Atravesábamos pueblos abandonados y campos sin ganado circulando por una estrecha carretera y Joan me daba conse-
jos, como si se tratara de una iniciación. —Tienes que dejar de hacer kilómetros porque sí y de subir montañas sin ton ni son —me repetía una y otra vez—. Tienes que empezar a pensar en lo que estás haciendo, como si fuera un trabajo, como si fuera un crédito que vas acumulando y que utilizarás el día que quieras ir rápido de verdad. Yo fingía escucharlo, pero en realidad lo único que me interesaba era recorrer cada día más kilómetros que el anterior, y cada vez más rápido. Cuando la conversación se alargaba demasiado y no quería seguir oyéndolo, aceleraba para provocar un ataque y así tenía una excusa para darlo todo y acabar exhausto. Me dolían las piernas, cada vez íbamos más deprisa, se me empezaba a cortar la respiración y sentía un placer extraño, hasta que divisé el cartel que indicaba que solo faltaba un kilómetro para coronar el puerto. En mi interior, advertí una tristeza que me sorprendió. —Venga, que dentro de nada llega lo bueno —me animó Joan, pensando en la bajada. —Sí —respondí, cargado de dudas—, aunque creo que me gustaría que la subida fuese infinita, que no se acabara nunca.
Fragmento extraído del libro Nada es imposible. Barcelona, Now Books-Ara Llibres, 2018
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REPORTAJE
Directos al Aldamin; la cima de Gorbeia queda ya atrás. Gorbeia Suzien. Fotografía: Quim Farrero
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PRÓXIMAMENTE
NO TE LO PIERDAS... ENERO-FEBRERO CARRERAS SOBRE NIEVE beretmontgarri.com / snowrunning.es Si en algún momento tenemos la oportunidad de practicar la carrera sobre nieve, o snowrunning, sin duda es durante los meses venideros. Poca oferta hay todavía de esta disciplina, y aquí las que más excelen se celebran en dos puntos situados a las antípodas. La Hivernal Beret-Montgarri tendrá lugar el día 19 de enero en la estación de esquí de Baqueira-Beret, en el Pirineo leridano. Se trata de una cita festiva que presenta tres distancias (6, 12 y 17 kilómetros) y otras tantas modalidades: correr, bicicleta fat bike y posibilidad de realizarla en estilo canicrós. La BeretMontgarri contará además con la Techno Dark Run: mismos recorridos que los diurnos pero con salida a las 20.00 horas. Por su parte, la estación de esquí de Sierra Nevada acoge la Snowrunning Sierra Nevada, una cita que celebra este 2020 su novena edición. El recorrido, en este caso, consta de una única distancia para los adultos, con 13 kilómetros y 920 metros de ascenso. En las categorías Cadete y Juvenil, será de 8 kilómetros y 660 metros positivos.
18-19 ENERO LA ROMEUFONTAINE, CARRERA BLANCA EN EL PIRINEO FRANCÉS romeufontaine.org Si una carrera se ha erigido como emblema del trail blanco, esta es la Romeufontaine. La cita, que tiene lugar en la estación de esquí de Font Romeu, en el Pirineo francés, es un clásico de esta modalidad invernal. A diferencia de las dos carreras de snowrunning citadas en el artículo anterior, la Romeufontaine presenta una distancia larga, de 30 kilómetros con 1.100 metros positivos, a la que se le unen otras dos más cortas, de 20 y 10 kilómetros. Los tres recorridos aprovechan el extenso dominio esquiable de Font Romeu, así como la cantidad de caminos, senderos y pistas de esquí de fondo de que dispone el complejo deportivo. Como no podía ser de otra manera, también cuenta con una prueba nocturna de 5 kilómetros que se celebra el día anterior a modo de prólogo. Las inscripciones están abiertas desde el pasado 8 de octubre.
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16 FEBRERO 9ª HIVERNAL DE CAMPDEVÀNOL hivernal.cat Un año más, la Hivernal de Campdevànol se celebrará en el prepirineo gerundense con el fin de hacer descubrir al participante una de las zonas eclipsadas por el frecuentado destino de Vall de Núria. Campdevànol es un pueblo situado a los pies de la sierra del Montgrony, a 750 metros de altitud, y rodeado de algunas cumbres que superan la cota 2000. En las carreras que componen esta cita organizada por l’Associació Esportiva Sant Grau, se asciende al Costa Pubilla (2055 m.) y al Covil (2002 m.), como cotas máximas. La Hivernal también recorre espacios donde la espiritualidad secular forma ya parte inherente del paisaje. A saber: la ermita románica de Sant Pere d’Aüira y el inevitable santuario de la Vírgen del Montgrony. La prueba se resume en tres recorridos: 40 kilómetros con 2.700 metros de desnivel positivo, 21 kilómetros y 1.050 metros ascendidos, y 13 kilómetros con un desnivel de 550 metros. Asimismo, una caminata popular no competitiva completará el cartel de esta jornada festiva..
11 ENERO VUELVE LA GR10 XTREM, DESPUÉS DE DOS AÑOS cxmvalencia.org La que se había convertido en una clásica dentro del calendario de ultratrails, por ser una de las primeras carreras del año de esta modalidad, dejó de celebrarse durante los años 2018 y 2019. En 2020, el club organizador CXM València vuelve a la carga con la novena edición de esta prueba ya mítica, que tiene por objeto guiar a los corredores desde las cercanías del Mediterráneo hasta los rincones interiores de la provincia de Valencia. La GR10 Xtrem, como su nombre indica, recorre el Sendero de Gran Recorrido GR-10, que une la Comunidad Valenciana con Portugal. De este, utiliza los 93 kilómetros y 3.800 metros positivos que separan las poblaciones de Puçol (14 m.) de Andilla (900 m.). La GR10 Xtrem recorre longitudinalmente el Parque Natural de la Sierra Calderona hasta penetrar en la comarca de Los Serranos.
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VAL D’AR AN
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UN MUNDO APARTE Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero
La Val d’Aran, en el Pirineo leridano, es el único valle que da la espalda a su demarcación autonómica. Su salida natural, aguas abajo del río Garona, se abre a tierras occitanas, en la vertiente septentrional de la cordillera pirenaica. Amurallado entre montañas, este valle mantiene un pulso vital único y depara mil y un rincones apetitosos para el trail. Probablemente sea el valle más singular del Pirineo. Si no lo es, al menos sí el más inaccesible desde el sur. La Val d’Aran, como se le denomina oficialmente en occitán, es un espacio cerrado a mediodía cuya salida natural se encara hacia la vertiente atlántica. Su marcado carácter e identidad se deben a la incomunicación secular que ha sufrido respecto de las comarcas vecinas, como la Alta Ribagorça, con la que mantenía relaciones a través del Port de Vielha (2440 m.). No será difícil de deducir que el tradicional camino de alta montaña queda sepultado bajo la nieve durante buena parte de invierno y primavera. Durante el primer tercio del siglo XIX, Pascual Madoz, 16
político de tendencia liberal y artífice de la segunda desamortización de bienes eclesiásticos y de la administración, lanzó la idea de excavar un túnel que permitiese saldar los problemas de comunicación de este enclave pirenaico. Desde la fecha del anuncio del proyecto, en 1830, hasta el inicio de las obras transcurrieron 96 años, mientras que la finalización de las obras del túnel y su puesta en servicio tendrían que esperar hasta 1948. Aquella primera arteria subterránea de más de cinco kilómetros encabezó el ránking de los túneles más largos del mundo hasta que en 1964 entró en funcionamiento el del Grand Saint Bernard, en los Alpes.
Las denominadas praderas alpinas conforman un terreno cómodo para correr en altitud.
No obstante, el forastero que decida pasar unos días en Aran podrá acceder a través del túnel o bien del puerto de la Bonaigua, que con sus 2017 metros de altitud es uno de los puertos míticos del ciclismo de carretera, escenario de tours y vueltas. Se trata este último de un acceso más lento, pero a su vez panorámico, donde se despliegan algunas de las altas cumbres del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, y hasta el Aneto y el macizo de las Maladetas. Si Aran posee una idiosincrasia propia, es gracias a la citada incomunicación y a la singularidad climática. Por el río Garona, principal arteria fluvial, remontan los frentes húmedos de la cuenca atlántica que proporcionan, con su lluvia regular y mantenida, el aspecto frondoso que caracteriza el lugar. Crecen aquí y allá hayedos y avetosas, robledales, pinares y muchas otras combinaciones vegetales donde el verde en toda su gama es la dominante cromática. En otoño, los bosques de caducifolios suben el telón a un espectáculo donde los ocres combaten entre ellos
por arrebatarse cualquier ápice de protagonismo. En invierno, el valle cambia de aspecto. De nuevo, los frentes atlánticos son los responsables de una profunda transformación estacional. Aran se vuelve blanco. Goza regularmente de una óptima innivación en un momento de la historia climática planetaria donde el invierno avanza a trompicones a causa del calentamiento global. Sería extraño que en estas montañas la nieve no estuviese asegurada, ya que se trata de un microcosmos de polo opuesto a las comarcas pirenaicas vecinas. Es por ello que el negocio del esquí alpino mantiene con buena salud parte de la economía local. Pero no toda. Aran es un mundo bicéfalo, una geografía que se divide en dos realidades antagónicas, la alta y la baja. Si el Naut Aran, la parte superior del valle, vive del negocio estacional del deporte blanco con epicentro en la estación de Baqueira Beret, aguas abajo de Vielha la influencia económica y social del complejo deportivo es magra. Es la cara y la cruz de una moneda, y es la razón por la que el Baish Aran ha visto la 17
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La Artiga de Lin, un sector que alberga zonas técnicas de alta montaña.
necesidad de forjarse un camino propio, distanciándose de un modelo de turismo basado en un recurso que no le llega, la nieve, y el cual ha demostrado ser a largo plazo una fórmula estacional, insostenible, depredadora del territorio y de sus recursos naturales, y altamente dependiente de los caprichos meteorológicos. Tan sólo hay que pasearse por la base de la estación y los pueblos colindantes fuera de temporada: el paisaje que se dibuja es fantasmagórico. Según el Instituto Catalán de Estadística (Idescat), las segundas residencias ascendían en el Naut Aran a 2.590 contra 753 primeras residencias, mientras que la población censada era en 2018 de 1.790 vecinos. Pero lo más impactante, clave del aspecto desértico de la zona, es que estas segundas residencias mantienen una ocupación media de ocho días al año. Si el mismo experimento se realiza en plenos meses de esquí, el colapso de tráfico para acceder a la estación llega a las puertas de Vielha, a 15 kilómetros. Es por ello que en el Baish Aran, pueblos y vecinos han tenido que espavilarse para hacerse un lugar en el mapa, forjando una identidad turística propia basada en el aprovechamiento respetuoso de un patrimo18
nio natural y cultural de primer orden. Un rumbo que, por otra parte, está tomando el Conselh Generau dera Val d’Aran, máxima autoridad administrativa del lugar, que ha visto en el turismo deportivo y de naturaleza la vía para conseguir un impacto económico y social positivos sin amenazar la salud del territorio, sus paisajes y tradiciones. Más allá de las tendencias actuales, la Val d’Aran ha potenciado desde hace años el deporte como activo económico. No en vano sus montañas han visto nacer y crecer pruebas que se han convertido en clásicas, como la tradicional Marxa Beret, la cita de esquí nórdico más preciada de la cordillera pirenaica que ya supera los 40 años de edad, o la pionera carrera X-trem Marathon Mulleres a principios de los años 2000. En la actualidad, ha tomado el relevo su sucesora, la Vielha-Molières 3010, acompañada del esfuerzo previo de otras citas, como el Trail Carlac o la popular 15 Pobles. La razón de tal concentración de citas de trail es que la geografía aranesa se postula como uno de los enclaves pirenaicos con más interés para los practicantes de nuestro deporte. Su variedad de ambientes,
Altas dosis de mineral de hierro oxidan el paisaje.
de orografía y paisajes permite adaptar la montaña al gusto, nivel y exigencias de cada uno. EN LA VARIEDAD ESTÁ EL ÉXITO Vayamos por partes, tantas como tiene este valle. Iniciemos nuestro recorrido por el Baish Aran. Esta subcomarca, que corresponde al extremo septentrional de la zona que nos ocupa, ha conseguido a base de esfuerzo colectivo recuperar un dinamismo perdido a causa de la coyuntura económica. La situación a la que se había llegado, poco alentadora, no ponía las cosas fáciles. El Baish Aran había quedado reducido a zona de paso del tráfico internacional de mercancias y privado que desde el sur de los Pirineos se dirige a Francia. Al constante trasiego de camiones, coches, motos y autocaravanas se le unía la crisis de la actividad minera de la que se nutrió la sociedad local durante décadas. Y para más inri, el turismo de nieve dificilmente considera la parte baja del valle, concentrándose, como hemos citado anteriormente, en los pueblos del Naut Aran. Desde hace algunos años, el Baish Aran con Les como punta de lanza se ha puesto manos a la obra en la
valorización de un patrimonio natural y cultural único, cuyos elementos ha aprovechado para tejer de nuevo el relato del sitio. Este, unido a la actividad deportiva, proporciona una experiencia positiva en el visitante. Antes de echarse al monte, habrá que recordar que Les, con la quema del Haro, tronco bajado de las montañas que se prende en la plaza del pueblo durante el solsticio de verano, configura uno de los rituales ancestrales de las fiestas del fuego en los Pirineos, declaradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 2015. Ahora, no hay más que salir a correr por el mágico bosque de Carlac, en Bausén, el cual ya presentamos en el número 66 de TRAIL. Este hayedo con ejemplares centenarios invita a una carrera suave, con desniveles contenidos, donde el objetivo, más allá del rendimiento es la vivencia de situarnos fuera del tiempo. Como suele ser costumbre en los bosques de hayas, una de las especies más antiguas de la Tierra con 300 millones de años, su momento mágico es otoño, cuando se transforman en una auténtica paleta de ocres. Descubrir Carlac a través de un sendero balizado de 6,5 kilómetros es una manera 19
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La minería, hoy abandonada, ofrece un patrimonio industrial de primer orden.
¿SABÍAS QUE...? El occitán es lengua oficial La Val d’Aran goza de un estatus propio dentro de Catalunya. Una comarca con un marcado carácter identitario basado no sólo en tradiciones y patrimonio histórico sino también en una lengua propia, el aranés. Es este el occitán hablado en el valle y, como tal, ha sido respetado y oficializado por la Generalitat de Catalunya, siendo el catalán y el aranés las dos lenguas oficiales del lugar. Val d’Aran, valga la redundancia Val d’Aran, valle de Arán o Vall d’Aran. Todas las versiones poseen la misma fórmula redundante. Aran significa valle en vasco. Durante la época romana, a juzgar por los nombres propios en los textos clásicos y en las inscripciones, existían hablas de raíz euskera en toda la longitud de los Pirineos, incluida la Val d’Aran. Estudios filológicos defienden la pervivencia del euskera hasta bien entrada la Edad Media tanto en la Ribagorza (Huesca) como en la comarca del Alt Pallars (Lleida). 20
de inciarnos en el trail, o bien de recuperar sensaciones el día después de una jornada maratoniana o una carrera. Pero no habrá que dejarse llevar a engaño: en el Baish Aran la cota baja, donde se concentra la mayor parte de la actividad y tráfico humanos, representa tambíen el punto de salida de itinerarios de gran exigencia vertical. Es el caso de la ascensión al Montlude (2517 m.), punto culminante de la zona, partiendo de Les (635 m.): no hay más que echar cuentas. Y precisamente será esta cumbre el objetivo de la Montlude Skyrace, que tendrá lugar el 22 de agosto de 2020. No tendremos que abandonar el Baish Aran sin una incursión a su realidad minera, que dio de comer a sus pueblos entre finales del siglo XIX y mediados del XX. Adentrémonos en el valle de Torán, probablemente uno de los más solitarios de Aran y el último antes de cruzar la frontera con Francia. Habrá que dirigirse a Sant Joan de Toran. En el inicio de la sinuosa carretera, en Pontaut se sitúa Eth Brocard, punto de recepción del zinc que era transportado por teleférico desde las remotas minas de Liat, a 2300 metros de altitud. Valdrá la pena ascender hasta estas desde el refugio Dera Honeria, a 1015
El GR-211, adecuadamente señalizado, recorre los pueblos araneses.
metros, por el sendero GR-211 o el GR-211-3. En el camino, el collado de Uèrri es el punto de confluencia de ambas alternativas, lo que nos permitirá trazar un recorrido circular. Otro punto interesante para penetrar en la alta montaña es la Artiga de Lin (1460 m.). Su refugio es un punto de partida y avituallamiento óptimos desde donde emprender ascensos típicos como el Port de la Picada (2474 m.), puerta de entrada al valle de Benasque, o la alejada cumbre del Molières (3010 m.). Durante los meses de afluencia turística, este enclave, por la belleza y verticalidad de las paredes que lo rodean, es víctima de las hordas de turistas y excursionistas predispuestos a fascinarse. VIELHA, CAPITAL Y BISAGRA Y llegamos a Vielha e Mijaran, capital aranesa y bisagra territorial. Sobre ella pivotan el Naut y el Baish Aran, las dos realidades antagónicas. Es Vielha, también, epicentro de algunos de los recorridos más largos y fascinantes del lugar. Empecemos por el Camin Reiau. El nombre remite al antiguo camino principal, recuperado para disfrute de senderistas y corredores. Su origen se remonta a tiem-
pos de los romanos cuando esta gran cultura colonizadora construyó una calzada para unir la Via Tolosana con la ciudad imperial de Tarraco. Sin embargo, el trazado circular del proyecto senderista, que suma 160 kilómetros y 6.000 metros ascendidos, nos habla de un circuito que, además de tener como arteria principal la vía ancestral, recupera los caminos tradicionales de comunicación entre los 33 pueblos de la Val d’Aran. Una alternativa, también circular, es el GR-211. Este Sendero de Gran Recorrido, con inicio y final en Vielha, enlaza los senderos transpirenaicos español y francés, GR-11 y 10 respectivamente, y ha sido bautizado como Sendero Circular de la Val d’Aran. Con algo algo más de 90 kilómetros y 5.000 metros positivos, es una buena receta para los amantes de la larga distancia. Desde Vielha podremos practicar un kilómetro vertical. Se trata del ascenso al Montcorbison (2172 m.), que se resume en 6,5 kilómetros y 1.190 metros positivos y que podremos alargar hasta su vecino Montpius (2276 m.), situado sobre la misma cuerda. Antes de abandonar Vielha, la antigua estación invernal de La Tuca merece una visita. La instalación 21
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Rincones solitarios del Naut Aran, con la cumbre del Mauberme siempre vigilante.
abandonada otorga al paisaje de alta montaña un aire tétrico, testimonio de un pasado sin futuro. Todo apunta a una emergencia con energías renovadas de este antiguo dominio esquiable. El proyecto actual prescindirá de instalaciones y remontadores, convirtiéndose en un espacio seguro para el esquí de montaña, raquetas y trail. El área de La Tuca es una de las seis que engloban el ambicioso proyecto promovido por el consistorio de Vielha para potenciar los deportes de montaña. En cifras, la suma de las seis áreas acumulará 200 kilómetros de recorridos balizados. El sector de La Tuca podría entrar en funcionamiento esta próxima temporada invernal. EL NAUT ARAN, VIAJE A LAS TIERRAS ALTAS La cabecera de la Val d’Aran se encuentra a merced de la estación de esquí de Baqueira Beret. Esta impone su ley en la economía local y en la salud social. Pero si una cosa posee el Naut Aran, es que es una puerta de entrada directa a la alta montaña. Tanto desde Arties, Salardú como desde Baqueira se accede al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Allí, a parte de la archiconocida Carros de Foc, tendremos algunos ascensos a mano con un 22
toque alpino único: el Montardo (2833 m.) desde el Pont deth Ressec (1382 m.), en el valle de Valarties; o el Tuc de la Salana (2485 m.) desde los Baños de Tredòs (1755 m.), con vuelta por el refugio de Colomers. Un auténtico kilómetro vertical, directo y con finalidad de entrenamiento puro y duro, son los 1.000 metros de desnivel que separan la base de la estación de Baqueira (1500 m.) de su parte superior, el Cap de Baqueira (2.500 m.). Consiste en una trazada rectilínea de 3,4 kilómetros donde la piedad no existe. Habrá que desplazarse hasta Beret para descubrir un amplio llano entre montañas. Y es aquí donde se sitúa la segunda entrada de la estación de esquí que nos ocupa. En esta zona el paisaje se vuelve indulgente con el visitante, a pesar de su altura. Una geografía accesible, donde el granito permite ascensiones sin demasiadas exigencias y los pastos se abren paso montaña arriba. Desde Beret (1840 m.), el Tuc de Vaciver (2645 m.) representa una opción directa y rápida, como también lo es el Tuc de Parros (2731 m.). Más alejado, el Mauberme (2881 m.) se postula como la cumbre reina del Naut Aran. No podremos marchar sin visitar Montgarri. Es el
El bosque de Carlac, otra rincón oculto aranés.
último punto habitado de la Val d’Aran. Estrictamente ya está fuera de esta geografía, aunque le pertenece, ubicándose en la cuenca del río Noguera Pallaresa. En 2005, este antiguo municipio contaba con tres almas resistentes a un inevitable despoblamiento. En el mismo Pla de Beret nacen las aguas del Noguera Pallaresa, el mismo curso que fluye a pocos metros de este diminuto enclave amurallado, que se resume en un santuario de origen románico, una borda y un refugio. Un lugar de retiro, apartado del mundanal ruido, al cual se accede a pie por camino o en vehículo por pista forestal. Montgarri es punto de paso de otra interesante travesía, el Pass’aran. Se trata de un circuito transfronterizo que une dos territorios hermanos, la Val d’Aran y el departamento francés de Ariège, con cinco refugios como finales de etapa. Atraviesa puertos de más de 2400 metros de altitud y da la opción de ascensiones tan vertiginosas como la majestuosa pirámide del Mont Valier (2838 m.). A Montgarri podremos acceder corriendo por el suave camino que arranca del extremo del parking principal de Beret. Un receso en la penumbra de su refugio remite a otros tiempos energéticamente más
modestos. Es aquí donde desconectamos, a no ser que topemos con la tumultuosa romería a la Vírgen de Montgarri los días 2 de julio y 15 de agosto, donde el silencio, paradójicamente, brilla por su ausencia.
LAS CARRERAS ARANESAS QUE NO TE PUEDES PERDER En el Baish Aran Montlude Skyrace (10, 27 y 63 km.). 22 agosto 2020. 15 pobles (21 y 11 km.). Agosto. Fecha por confirmar. En Vielha e Mijaran Trail Vielha-Molières 3010 (11, 24 y 43 km.).11 julio 2020. Aran by UTMB (160, 101 y 55 km.). 3-5 julio 2020. En el Naut Aran Ultra Naut Aran (87, 53, 21 km y KV). Agosto. Fecha por confirmar. Hivernal Beret-Montgarri (6, 12 y 17 km.). 19 enero 2020.
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REPORTAJE
Tras kilómetros de senderos, una sección abierta. Trail Bisaura. Fotografía: Quim Farrero
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ENTREVISTA
PAU CAPELL “Retirarte no es un fracaso” Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero
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No sé por qué, pero todo apunta a que de niño debió ser travieso, movido, dinamita en estado puro. Algo hay en su mirada viva e inquieta que lo trasnmite. Es probable que me equivoque, pero hoy, con casi tres décadas a sus espaldas, tengo la sensación de que sigue viviendo a muchas revoluciones, adicto a la alta intensidad. Es así como encuentra sentido a la vida, exprimiendo a partes iguales músculos e intelecto. A pesar de haber entrado a formar parte del Olimpo atlético con la reciente victoria en el UTMB, Pau es consciente de que su victoria no salva vidas, de que este deporte, como cualquier otro, tiene una finalidad meramente egoista donde la máxima satisfacción es la generación de endorfinas. Pau debe mucho a familiares, amigos, profesionales y público incondicional. Está en deuda con todos ellos. Cuatro llamadas telefónicas durante el UTMB y no llevar música para conectar con los seguidores fueron sus gestos de agradecimiento.
Ironías de la vida, una rotura de ligamentos lo catapultó al podio. Esta es, en resumidas cuentas, la fulgurante trayectoria en el mundo del trail de un exjugador de futbol sala. Aunque todavía le queda mucho camino por recorrer y años de actividad, Pau Capell (Sant Boi de Llobregat, 1991) ha tocado este año la gloria proclamándose vencedor en el UTMB y por tercer año consecutivo en la Transgrancanaria.
todas porque todavía faltaban casi 20 kilómetros. Cuando llegué al pie de La Flégère me dejé la vida para coronar la última subida con cierto margen respecto a Xavier. En lo alto, ya vi que tenía la carrera, que llevaba suficiente ventaja como para no apurar bajando.
UTMB 2019. Una valoración rápida. La estrategia que me había planteado era ir a hacer mis tiempos, sin pensar si quedaría primero, segundo o tercero. Mis tiempos de referencia eran los de François d’Haene cuando ganó hace dos años. Un mes antes había ido a hacer la carrera por etapas y después la repetí con los americanos. Intenté hacer los tiempos d’Haene y vi que lo podía conseguir. El día de la carrera, como te he comentado, fui a hacer mis tiempos sin pensar en la clasificación. Lo que pasó fue que tras la salida, en el kilómetro 3, Hawker y Min Qi, se pararon los dos a orinar. Yo seguí y al cabo de unos minutos miré atrás y no venían. No entendí nada: o iba demasiado rápido o los otros me dejaban margen para que reventase y hacer ellos su carrera. Me dije: “No pienses y sigue el guión que te has marcado”. Esta fue la clave de la carrera.
¿Tuviste algún momento bajo donde te asaltaron los pensamientos negativos? Después del Grand Col Ferret, viene una bajada larga y fácil. Había comido poco en el ascenso porque estaba colapsado de tanto dulce. Bajé flojo y en el avituallamiento de La Fouly paré cuatro minutos a devorar queso y salami. A parte de este episodio, por lo demás nada importante.
Está claro, pero no es lo mismo ir primero que segundo, ser perseguido o perseguidor. Ser el perseguido genera tensión, y más sabiendo que es Xavier Thévenard el perseguidor. Por eso, fue importante no obsesionarme por los tiempos. Pero es difícil no pensar en quién te viene detrás. Es imposible [risas]. Hubo un momento en que llegué a pensar que si entraba segundo tampoco pasaría nada. Es el típico pensamiento de derrota que permite resolver la situación de manera cómoda pero enseguida volvía a la idea de que si no ganaba en esta ocasión no sabía si volvería a tener la oportunidad de hacerlo. Y eso me empujaba hacia adelante. ¿Cuándo viste que ya tenías la carrera en el bolsillo? En Vallorcine, aún no las tenía
¿Algún momento de euforia de los que se recuerdan con especial significación? Siempre llevo música pero en este UTMB no la conecté porque el ambiente de esta carrera es tan grande que me sabía mal no vivirlo y no estar con el público que te anima. Desconectar en ese moment lo veía una falta de respeto. Lo que sí que me planteé fue en cada cuarto de la carrera hacer 27
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una llamada a gente que tuviese especial relevancia para mí. Era también una manera de partir la carrera y no ver los 170 kilómetros del tirón. Mi objetivo en este UTMB era hacer estas cuatro llamadas. Si lo conseguía, querría decir que lo estaba haciendo bien. La primera fue para mis padres, la segunda para Marta, mi pareja; la tercera para Laia Díez, mi entrenadora; y la última que, como era en meta la hice antes, a un buen amigo. Quería dar algo, aunque fuese mínimo, porque, siempre lo repito, el deporte y los deportistas de élite somos muy egoistas. Recibimos inputs positivos de todo el mundo pero ¿qué damos a cambio? El juego, la carrera, el espectáculo. Nada más. Estas cuatro llamadas fueron un acto de agradecimiento a ellos y a toda la gente que 28
me anima, gente cercana y anónimos. Llevas dos años a tope. Cuando las ayudas de patrocinadores te permiten dedicarte plenamente a preparar las carreras, el rendimiento se nota. También es injusto, porque puedes compe-
“Cuando los patrocinadores te permiten dedicarte plenamente a preparar las carreras, el rendimiento se nota” tir con todo el mundo pero no todo el mundo dispone de las mismas oportunidades. Tu patrocinador principal es The North Face.
Sí, además tengo nueve patrocinadores más que también son muy importantes para mí. ¿Cómo empezó tu relación con The North Face? Siempre he tenido alguna marca a mi lado desde que empecé a correr con 21 años. Primero fue Haglöfs, después Compressport, que me ayudaba en los viajes internacionales. Hace tres años me contactó The North Face porque veía que utilizaba sus zapatillas. La gente me dice que todo ha ido muy rápido: en seis o siete años me he puesto de no correr nada a situarme en la élite. Por contra, lo siento como un camino duro e intenso, en que todo ha sucedido muy lentamente. Cada año he dado un pasito: empecé corriendo carreras populares,
después el Campeonato de Catalunya, España, carreras internacionales y al final el World Tour. Si hasta los 21 años no corrías, ¿a qué te dedicabas? Al futbol sala y al triatlón. Entonces era una mole, pesaba 75 kilos y ahora 62. Como suelo decir, tenía perfil de croisán. Ya sabes, horas de gimnasio y algo de fiesta... Me rompí un ligamento cruzado y el menisco. Pasé por quirófano y tras varios meses de rehabilitación, el médico me propuso correr por montaña para mejorar la propiocepción y la fuerza. Lo probé y me enganché. Cuando empezó en otoño la liga de futbol sala, le dije al entrenador que no volvería. Todo fue rodado y a lo largo de estos años me ido encontrando con gente que me ha dado mucha
confianza; he ido avanzando también gracias a ellos. ¿Habías mantenido previamente alguna vinculación con la montaña? No, qué va... Mis padres nunca han ido a la montaña. Son más de mar. ¿Qué dijeron cuando te pusiste con el trail? Por aquellos años, yo estudiaba todavía ingeniería y ellos lo veían como una afición más. A los 21 o 22 años, gané el Campeonato de Catalunya; al año siguiente, la Spain Ultra Cup. Acabé los estudios de ingeniería e hice un máster, y además trabajaba. Iba literalmente de culo. De hecho, como cualquier persona normal. Cuando me salió hace tres años la relación con The North Face, decidí apostar por dedicar tiempo a entrenar.
Además tienes una empresa. Una empresa con dos socios especializada en eventos deportivos, tanto para empresas como training camps para carreras. Soy de la opinión que el deportista tiene que tener otras vías más allá del deporte, más que por el aspecto económico para ampliar el campo de visión. Aparte, hago de entrenador personal; llevo a unas 50 personas. Tu relación con el patrocinador. ¿Te dicta el calendario?¿Te obliga a un mínimo de carreras al año? Hasta el día de hoy no me ha obligado a nada. Yo diseño mi propio calendario de carreras. Supongo que si te pagan más, tienen más derecho a decidir, pero si te pagan normal te dejan más libertad. Lo único que me dijo el jefe del UTMB al acabar la carrera es que 29
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no corriese tanto, que me querían para que hiciese dos pruebas al año, la Transgrancanaria y el UTMB. ¿Qué me dices del equipo de profesionales que te arropa? Es fundamental. Sin ellos, sería imposible estar donde estoy. Laia Díez es mi entrenadora desde hace cinco años. Con ella, he construido una relación de amistad más allá de la deportiva. A Dani Brotons lo contacté porque tenía que hacer mis primera pruebas de esfuerzo. Él ya era el médico de Kilian y por ello lo tenía como una excelente referencia. Enric Violan se ha convertido en mi podólogo. Cuando hice mi primera carrera de las Barcelona Trail Races, él estaba allí. Me vio pasar y le dijo a mi pareja que con mi grado de pronación no llegaría nunca a nada. El comentario me 30
sulfuró. Fui a su consulta y desde entonces nos hemos hecho muy amigos. Finalmente, Anna Grífols también me contactó hace tres años para darme otra nota negativa, como Enric. Me escribió diciéndome que me había visto correr y que si bajaba de peso correría mejor. Ella estaba convencida de que me podía afinar y que lo que yo creía que era mi peso ideal, 69 kilos, lo podíamos dejar en 62. Por lo que me han explicado ellos, han creado un grupo de whatsapp donde hablan de mí y de lo que hace cada uno con los problemas que me puedan suceder. No son solo buenos profesionales sino que se han convertido en verdaderos amigos. Y no hay que olvidar el público, incondicional siempre, como elemento importante en el aspecto
motivacional. Efectivamente, representa una parte esencial, pero es también un arma de doble filo. A través de la redes sociales, recibes montones de mensajes de agradecimiento y felicitación por parte de seguidores. Toda esta atención hacia ti puede hacer que se te suba la fama a la cabeza. En mi caso, no es así, por suerte, porque la gente que me rodea toca mucho de pies en el suelo y me hace ver las cosas desde la perspectiva apropiada. No soy más que una persona normal, aunque me siento orgulloso de ver que la gente se motiva gracias a lo que hago. En este sentido, el deportista tiene una función social y por ende, una responsabilidad. El deportista tiene que saber que guía los sentimientos del público. El deporte es físico pero son tam-
bién sentimientos y motivaciones. Si conseguimos transmitirlos, haremos que la gente se una a la tribu de deportistas y que se siente bien físicamente y anímicamente. Es una cuestión de salud y de modelos de vida. El trail se ha vuelto cada vez más atlético, al punto de llegar a correr a velocidades de asfalto. Tú mismo rodaste un tramo de la Transgrancanaria a 3’30 minutos por kilómetro. En los último años, todo ha cambiado mucho. Lo que se entendía por correr por montaña se ha vuelto más rápido. En los últimos tres años, hemos trabajado mucho la velocidad y sobre todo que el cuerpo se acostumbre a una velocidad media más rápida. Por ejemplo, llegar a hacer 30 kilómetros con 1.700 metros de ascenso a unos 5 minutos por kilómetro. Se trata de intentar encontrar una velocidad en la cual me siento cómodo, pero que sea más rápida que antes. Este cambio de concepto ha sido motivado por los corredores internacionales, como Zach Miller o Hayden Hawks. Y esta gente es la que me ha obligado a reenfocar la carrera si quiero seguirlos. Pero se da una dificultad añadida, que es cuando la velocidad se enfrenta a terreno técnico: todo pasa más rápido, hay que ser más hábil y ágil, con más reflejos. Correcto. En el UTMB me planteé ser rápido en las zonas donde sé que soy rápido y reservarme en las zonas que no se me dan bien. El problema de querer ser rápido es que mucha gente se equivoca: yo mismo al querer correr en sitios donde normalmente no corerrías o lo harías lentamente. Es un gran error que te puede llevar al fraca-
so. En el UTMB tuve claro que haría andando las subidas donde correr implicaría forzarme demasiado. ¿Cuál es tu fuerte? Bajo bien en zonas que no son muy técnicas, porque no vengo del mun-
“Bajo bien en zonas que no son muy técnicas” do de la montaña; nunca ganaré un kilómetro vertical porque no soy bueno en este ámbito. Entreno para ultratrails. Escondes una fórmula mágica que te permite ganar tres veces consecutivas la Transgrancanaria. La verdad es que no tengo ninguna fórmula ni poción mágicas. La única cosa es que conozco bien el recorrido y tengo en mente todos los parciales en subidas como en
bajadas. Además, me gusta el recorrido con sus caminos donde se puede correr bien, no excesivamente técnicos, que son los que me van. Cada uno tiene que buscar el terreno que más se le adapte para sacar el máximo. Marcel Zamora lo hizo cuando ganó seis veces el Ironman de Niza o cinco el Embrunman en los Alpes. Él construyó su mito ganando 11 veces el Ironman en dos carreras, porque se le dan bien los recorridos con desniveles. Solo hay un atleta que puede ganar en cualquier terreno o modalidad: este es Kilian. ¿Cuándo decidiste que tu mundo era la ultradistancia? Seis meses después de la operación de rodilla, en mayo de 2012, me inscribí en la Camí de Cavalls de 86 kilómetros. En el kilómetro 12 me perdí. Me encontré con un 31
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participante francés que venía de cara y me dijo que lo siguiese. Fui toda la carrera con él. Íbamos los últimos pero fuimos adelantando a gente. A media carrera, como me dolía la rodilla, decidí que me retiraba. El francés me dijo que si
“Espero que nunca se me suban los humos; yo corro por mí, aunque suene egoista” yo lo hacía, él también. Eso me forzó a continuar. Le dije que correría lento y él me contestó que sin problemas, que simplemente quería que acabásemos juntos. Pasamos la segunda parte de la carrera hablando y explicándonos cosas. Llegamos a meta segundo y tercero. Quise ceder el segundo puesto a Sylvain, ya que me había salvado la carrera. Justo antes de cruzar la línea, paró y me empujó 32
para que la cruzase yo antes. Y así quedó la clasificación: él tercero y yo segundo. Al final, me dijo que él er a el f un d ador de C o m pressport, y así empecé mi relación con la marca. Esta primera ultra me marcó en el sentido humano: en una 10K o una 20K, cada uno va a la suya. En distancias más largas se da un compañerismo, que revela que correr es también vivir una experiencia humana. Tu ascenso en ultratrail ha sido vertiginoso. ¿Se te ha subido el éxito a la cabeza? No. Aunque la gente te idolatra mucho, desde casa te ponen en tu sitio cuando comentan que está bien correr pero que no estás salvando a nadie. Espero que nunca se me suban los humos; yo corro por mí, aunque suene egoista. Si fuese médico y
salvase vidas, seguro que encontraría un sentido más pleno al éxito. Dentro del ego, se celebra el éxito pero también se sufre el fracaso. Difícil de gestionar, ¿no? El fracaso siempre está ahí en estado latente. No se trata solo del fracaso de competir; duele más el fracaso con quienes te rodean. Por ejemplo, si pasas un mal momento con tu pareja, el resto de tu vida se descuadra. No entrenas bien, no rindes, no estás concentrado... El fracaso no se da concretamente en un aspecto, como una carrera, sino en tu vida y con la gente que te importa. En una vida plena, el supuesto fracaso en una carrera, no es nada; lo superas mejor, lo relativizas. Retirarte no es un fracaso, como tampoco es un éxito cuando ganas
el UTMB; es la carrera que tenías que hacer. Al día siguiente, volverá a salir el sol y habrá más carreras que ganarás tú u otro. No leo la vida a través del éxito o el fracaso porque te lleva a sentimientos extremos. Siempre lo digo a la gente a la que entreno: no hay que ponerse metas muy exigentes porque te expones al fracaso. Hay que ponerse metas más discretas e ir paso a paso. Si me propongo ganar una carrera, seguro que fracasaré. Las lesiones. Por suerte, no he tenido grandes lesiones que me hayan hecho parar. Por eso es bueno tener otras vías, como he dicho anteriormente, que te permiten poner el foco en otros ámbitos de tu vida si la actividad física se detiene de manera temporal. Me va bien, en este sentido, tener la empresa o entrenar a gente. Es la manera de poder ir recuperando mientras tu foco principal se ha reorientado hacia estos ámbitos. Preparación mental. Cuando me retiré de Lavaredo en 2017, fui a un coaching deportivo porque me había quedado muy tocado. Esta carrera fue en junio y en agosto tenía el UTMB, donde quedé sexto. Necesitaba ayuda y mantuve tres sesiones con él. Se centró en un trabajo de gestión de las emociones. Me fue muy bien. Hoy el entrenamiento forma parte de la meditación. ¿Meditas? Te diría que no, si te refieres a la meditación tal como se suele comprender, sentado en una posición concreta. No sé exactamente cómo definir la meditación, pero sí que es cierto que corriendo he llegado
a momentos de mucha paz y de pensamiento muy fluido. El proyecto Save the Artic, que realizarás este mes de noviembre, es un grito por el planeta y en este sentido tú como deportista tienes una función social de la que hablábamos antes. El proyecto me hace ilusión no tanto por su vertiente deportiva como por lo que significa. Es una acción para concienciar sobre el cambio climático.
“De momento, no se me acaban los sueños, por suerte, y espero que no se me acaben” The North Face ha querido entrar y paga por todas las emisiones que genere el proyecto, como los viajes en avión o los desplazamientos en motos de nieve. Todo se quiere hacer para conseguir dinero y donarlo a las sociedades locales del Ártico. ¿Fue idea tuya? Sí. Empecé a trabajarlo con otro espónsor que tenía. Son 250 kilómetros de recorrido por el Ártico,
donde la gente puede colaborar a través de una página web donde poder hacer aportaciones económicas a asociaciones locales. Cuantas más colaboración, más distancia se recorrerá. La idea es llegar a completar el recorrido. Para el público es ir más allá de los gestos cotidianos y domésticos, como reciclar o reducir el consumo de agua. Queremos que la gente crea en esto y que tome conciencia de que el cambio climático es una realidad y una amenaza global para todos. Repites que cuando tienes un sueño, tienes que perseguirlo. De momento, no se me acaban los sueños, por suerte, y espero que no se me acaben. Hay que alimentarse de sueños. Lo delicado es seguir alimentándote de los sueños cuando estás empezando a conseguirlos. Un libro: Viatge al país dels blancs, de Ousman Umar Una película: Braveheart, de Mel Gibson Música: El repertorio de Manu Guix 33
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VUELTA AL ORIGEN Texto y fotografía: Quim Farrero
¡... Y más! La presente edición de la Salomon Ultra Pirineu ha venido marcada por todo un paquete de modificaciones que afianzan el evento como uno de los más potentes del calendario. Ha sido el año también que la prueba reina ha vuelto a los orígenes, recuperando mayoritariamente el trazado original. Cambios y remodelaciones para volver al origen. Nuevas carreras, trazados revisados, cambios de horario... Casi un nuevo evento, si no fuera porque la esencia y el ambiente se conservan. Trazado original El cambio más esperado estos últimos años se ha producido en esta edición. La principal modificación, que ya hace años y por motivos de seguridad sufrió el recorrido original, implicaba un largo descenso hasta la población de Bellver de Cerdanya, en la vertiente norte de la sierra del Cadí, que es el eje central de las diversas carreras del evento. Ese 36
tramo añadido, a pesar de su pertinencia desde el punto de vista organizativo para disponer de una vía de evacuación rápida en caso de necesidad, nunca ha sido bien aceptada por los corredores. El descenso a Bellver alargaba el recorrido con una finta que rompía el sentido original del itinerario, la conocida ruta Cavalls del Vent. A pesar de ello, los incondicionales de la carrera no han faltado nunca a la cita. Este año el recorrido de la prueba larga ha vuelto a sus orígenes, reduciendo la distancia hasta los 94 kilómetros, más que suficientes para disfrutar de una larga jornada en la montaña. No obstante,
Empezar más temprano permitió ver de manera diferente los paisajes de la carrera.
esta vuelta a los orígenes, no implica eliminar alguna de las modificaciones añadidas estos últimos años, como el tramo que conduce a Gósol dando la vuelta a una de las estrellas del recorrido, el Pedraforca. Un tramo, este sí, bastante más interesante que el original, que descendía directamente por la pista localizada bajo la vertiente norte de la montaña. El rodeo vale la pena en este caso, al precio de un mínimo aumento de kilometraje. Los cambios en la programación implicaron también un adelanto de la hora de salida, que se dio a las 5:50 de la mañana. El madrugón permitió a la organización tener a la mayor parte de corredores en casa a una hora prudente y ofreció a los participantes el privilegio de disfrutar de una fantástica salida del sol en el ascenso hacia el refugio del Niu de l’Àliga, segundo avituallamiento de la carrera larga. Las condiciones meteorológicas durante toda la jornada fueron, en general, perfectas para correr: fresco por la mañana en las zonas bajas y una tem-
peratura muy confortable durante el día en las partes más altas, a pesar de que, como es habitual, el calor apretó sin exceso por la tarde en el último tercio de un recorrido que el ruso Dimitry Mityaev (10h22:55) se llevó después de varias ediciones insistiendo y accediendo a las posiciones más destacadas. Este ha sido su año, como lo fue el de Mònica Comas (12h31:10). A remarcar la segunda posición de Remigio Huaman conseguida sin ningún tipo de asistencia. Novedad y televisión Otra de las novedades de esta edición ha sido la aparición de la llamada Sky Pirineu, una rápida carrera de 36 kilómetros y 2.600 metros de ascenso, con salida y llegada en Bagà. Uno de los puntos fuertes del dia fue la retransmisión en directo que TV3, Televisió de Catalunya, hizo de la prueba. Esta fue la razón por la que la salida se dio a las nueve de la mañana, en lugar de a las siete como inicialmente se había previsto. Cosas 37
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Els Empedrats, sector en descenso para la Sky y de ascenso para la Ultra. En cualquier caso, hĂşmedo y resbaladizo.
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Ultra y Sky (en la foto) compartieron tramos comunes a ritmos diferentes.
del directo para una emisión de más de tres horas, que contó con la colaboración de Marc Pinsach como comentarista y con excelentes imágenes tanto aéreas como sobre el terreno. El conjunto de la emisión, con comentarios, entrevistas, imágenes, dobles imágenes e infografía resultó mucho más ameno de lo esperado. En cuanto al recorrido, la Sky Pirineu aprovecha sectores de la prueba reina: el ascenso al Niu de l’Àliga y un corto enlace para acceder a los llamados Empedrats, un pequeño congosto donde las piedras pulidas y el cruce en diversas ocasiones del río pusieron a prueba las habilidades de los participantes de la Sky y el agarre de sus suelas. Jan Margarit (3h17:09) fue el triunfador de la jornada, en una carrera muy disputada entre el propio Margarit, Stian Angermund-Vik y Oriol Cardona, que se repartieron el podio. A estos habría que añadir a Ruy Ueda, que presentó batalla durante
toda la carrera. En féminas, Ainhoa Sanz (4h01:44) tuvo también su momento de gloria, plantándose en meta por delante de Holly Page. Más carreras Pero no todo queda ahí. El viernes por la noche los incondicionales del kilómetro vertical pudieron darlo todo en la Nit Pirineu, en la que se impusieron Marc Pinsach (37:36) y Alba Xandri (47:03). Y en Bellver de Cerdanya, la Trail Pirineu y la Mitja Pirineu vieron respectivamente en las primeras posiciones a Andre Rodrigues (5h18:17) y Ohiana Cortazar (5h56:24), a Nicolás Molina (1h19:05) y Marta Pérez (1h43:31) .
ultrapirineu.com revistatrail.com/ultra-pirineu-2019/ ultrapirineu.livetrail.net 39
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ยกVUELVE GORBEIA!
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EL RENACER DE LA CRUZ Texto y fotografía: Quim Farrero
Organizar una carrera no es fácil. Exige mucho esfuerzo y, sobre todo, compromiso. Unas veces los ánimos van acorde con lo exigido; otras, por las razones que sea, el desánimo se hace con el núcleo de la organización, y eso puede dar al traste con la celebración una carrera, a pesar de que se trate de una excelente prueba. Y eso es lo que le sucedió el año pasado a la Gorbeia Suzien, una excelente carrera con seis ediciones a sus espaldas que desapareció del calendario por diversas razones, entre las cuales el desánimo. Afortunadamente, esa desaparición ha sido sólo un paso atrás para coger carrerilla con energías renovadas que ha permitido este año la reaparición de la prueba como si nada hubiera pasado. Porque un paso como este, la anulación de una edición de una carrera, suele tener consecuencias al intentar arrancarla de nuevo. 44
No ha sido así en el caso de Gorbeia Suzien, una prueba en la que los corredores, muchos de ellos conocedores del historial de la carrera, han respondido convenientemente a la llamada de las inscripciones para asistir y disfrutar de un buen fin de semana de trail running en el País Vasco con todo lo que eso conlleva: recorrido excepcional, nivel de corredores, un paisaje irrepetible, buen ambiente, animación, público y hospitalidad. Una carrera muy rápida en la que el grupo de cabeza suele imprimir un ritmo imposible de seguir al común de los mortales.
El kilómetro vertical del viernes hasta Lekanda exigió el 100% de la maquinaria.
Gorbeia Suzien son 31 kilómetros que, como es habitual en este tipo de carreras y sobre todo en el País Vasco, se viven a fuego, desde dentro y desde fuera. Novedades El renacer de la prueba ha venido acompañada de algunas remodelaciones. La más vistosa ha sido la incorporación a la fiesta de un kilómetro vertical a la cima de Lekanda. Celebrado el viernes por la tarde, bastó a muchos como actividad para el fin de semana pero a otros les sirvió como tonificación para la carrera del domingo, como a la corredora noruega Ingvild Kaspersen, que se impuso en categoría femenina tanto el viernes por la tarde (43:20) como el domingo por la mañana (3h34:32), erigiéndose como una de las estrellas del fin de semana en un territorio en el que parece que la noruega se siente cómoda: en 2016 ya lució la tradicional txapela vasca en el podio
de la vecina Zegama-Aizkorri. Aquella vez, la lluvia, el frío y el barro fueron los protagonistas. En esta ocasión, la meteorología no fue más allá de nieblas el viernes por la tarde en la cima de Lekanda y un fuerte —y fresco— viento el domingo en lo más alto de la zona: la Cruz de Gorbeia y el Aldamin. El ascenso a Lekanda conforma un kilómetro vertical al uso: 1.000 metros en 4,2 kilómetros, con algún tramo técnico y con presencia de público diseminado por el recorrido en la ladera este de Lekanda, sobre todo en la zona final que da acceso a la cima cuya cuerda marca el límite con la vertiente oeste de la montaña, área protegida donde no se permiten las carreras. Por esa razón, y dada la proximidad de física de la prueba a la zona protegida, la organización ha encargado un estudio independiente de impacto ambiental —sobre la zona por la cual no discurre la carrera— para valorar la viabilidad de las ediciones venideras. 45
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Tras la Cruz de Gorbeia, ascenso a Aldamin. Parece un kilómetro vertical, pero no lo es... ¿O sí?
La clásica Aunque el itinerario original de Gorbeia Suzien pisaba territorio guipuzcoano y alavés, hace años que la berrea del ciervo obligó a modificar el recorrido eliminando los tramos que entraban en Álava. Celebrada, pues, en terreno guipuzcoano, la clásica Gorbeia Suzien reanudó su singladura como si nada hubiera pasado, con algunas remodelaciones en la zona de llegada que hicieron la meta más vistosa para el público asistente, y un recorrido que sigue teniendo como estrella el punto culminante de Parque Natural de Gorbea con su característica cruz, que tras 24 meses ha vuelto a ver corredores con dorsal pasar por su lado, con un Aritz Egea impresionante que se impuso con una autoridad indiscutible, de principio a fin de la carrera, y 46
entrando en meta con 3h07:33. Por detrás, en algo menos de cuatro minutos entraban sus cuatro inmediatos seguidores que, habiendo dejado a su aire a Aritz, pelearon entre ellos por el resto de puestos en el podio. Una carrera y más La renovación no ha afectado a la calidad del evento en cuanto a hospitalidad, tanto el briefing anterior a la carrera como el asado posterior, donde se cocinaron 300 kilos de carne acabaron de redondear un fin de semana digno de ser tenido en cuenta en cualquier calendario.
gorbeiasuzien.eus revistatrail.com/gorbeia-suzien-2019/ revistatrail.com/gorbeia-suzien-kb-2019
No importa el tiempo, la fórmula no falla nunca: País Vasco + carreras = público.
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MÁS LARGO, MÁS DURO Texto y fotografía: Quim Farrero
En la novena edición del evento (TRAIL, núm. 81), sólo cambiaba un término del título. Esta vez, “corto” se ha visto sustituido por “largo”: en su décima edición, Rialp Matxicots ha recuperado su versión ultra.
Una versión ultra que desapareció en la octava edición (2017) por cuestiones organizativas y que ha reaparecido en la celebración de la décima edición del evento con un recorrido revisado. En las dos ediciones anteriores, el recorrido largo dio paso a versiones algo más contenidas de alrededor de 60 kilómetros que, en cualquier caso, resultaban más que suficientes para la mayoría de los mortales. Pero para los más ansiosos se ofrecía la posibilidad de una clasificación combinada que permitía enfrentarse el sábado a la prueba larga de la edición y el domingo a la media maratón. Por si alguien se quedaba con hambre de kilómetros 52
y desnivel, esta era la fórmula para llegar al límite del empacho. Cuantificar Pero esta vez ya no ha hecho falta una combinada, para quedar satisfechos, todos han tenido suficiente con su elección. Los datos objetivos de una carrera son la herramienta para hacerse una idea de qué hablamos. La combinación de kilometraje y desnivel nos da una referencia sobre a qué nos enfrentamos. Pero como casi siempre en la vida, lo más interesante no es cuantificable y suele ser lo que marca la diferencia
El tercio central del ascenso al Montsent de Pallars (2883 m.) viene marcado por una empinada canal.
en la mayor parte de carreras. Y Rialp Matxicots es un ejemplo excelente. La configuración del terreno es la clave. Sin ser una carrera técnica, una de las características de las pruebas que se desarrollan por las zonas más altas (Extrem y Marató), es que buena parte de los desniveles más importantes se salvan atacando largas y empinadas laderas herbosas, en las que el avance se convierte en un ascenso con escalones irregulares que obligan a realizar un paso tan largo o tan corto como corresponda en cada momento. Muchos sabéis de qué estamos hablando. A ello sumaremos que, tanto en la versión Extrem como en la Marató, alrededor de la mitad de la distancia —40 kilómetros para la primera y 24 para la segunda— se recorre por encima de los 2.000 metros. En la ladera final antes de Les Picardes, donde Extreme y Marató se separan, un corredor comentaba: “Esto parece más esquí de montaña que trail”. Y no por la nieve, evidentemente. El premio son algunos descensos por canchales
que son una auténtica maravilla para aquellos que se sienten cómodos en ese terreno, brincando y flotando por encima de las piedras. Y un entorno realmente espectacular, con rincones realmente remarcables, como el tramo entre las dos puntas más altas del recorrido, el Montsent de Pallars y el Montorroio. Una sección espectacular en la que el mineral rojo contrasta con las pinceladas verdes de alguna lengua herbosa. Carreras Con previsión de buen tiempo, a pesar del riesgo de algún chubasco que no llegó a producirse, el festival Matxicots arrancó tras los rituales de rigor —dorsales, briefing...— la noche del viernes al sábado puntualmente a las 00:00 con la salida de la prueba larga, de 84 kilómetros, que consta de dos bucles que en anteriores ediciones llegaban a cruzarse en Rialp, a modo de ocho. Esta vez, el itinerario se abrió un poco más al sur, hasta la población de Sort, donde tras haber pasado la noche 53
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Rojo, gris y verde: los colores predominantes en las zonas mรกs altas.
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La Cima de Les Picardes (2802 m.) marca el inicio del largo descenso de la maratón hasta la meta en Rialp.
por el Macizo de l’Orri, los corredores afrontaron la segunda parte del recorrido, el bucle grande con un tiempo inicialmente cubierto que garantizó a todos, tanto de la Extrem como de la Marató, una temperatura perfecta en altura para correr, sin que las nubes llegaran a más. De todos modos, el calor en los fondos de valle se hizo sentir sin piedad. Las primeras luces del día veían a los más rápidos en las laderas del Montsent de Pallars, tras el avituallamiento del Coll del Triador, donde los más rápidos de la Marató (km. 18) alcanzaron a los primeros de la Extreme que ya llevaban una noche en las piernas. De ahí compartirían itinerario hasta el coll de Muntanyó, donde el itinerario largo seguiría hacia la población de Espot y la Marató se dirigiría ya hacia la meta en Rialp tras un último ascenso significativo a Les Picardes. Antoni Sances (12h19:03) dominó con una autoridad impresionante los 84 kilómetros de la Extreme, que
lideró casi de cabo a rabo, plantándose en meta casi una hora y veinte por delante de su inmediato seguidor. En la Marató, un Jordi Gamito dispuesto a irse sacando la espina del UTMB entró ex aequo en 5h50:53 con Guillem Campeny, tras haber, también ellos, hecho la mayor parte solos. Ya el domingo las cosas fueron más justas en la Mitja, en la que primer y segundo clasificados, Josep Rovira y Joan Galimany respectivamente, entraron con apenas 45 segundos de diferencia. Rialp Matxicots es una carrera cuya organización ha sabido adaptarse cada año a la medida de sus posibilidades para ofrecer una carrera de 10.
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UN BALCÓN CON VISTAS
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ULTRA GUARA SOMONTANO
UNA DE CAL Y UNA DE AGUA Texto y fotografía: Eliseu T. Climent
Los días 4, 5 y 6 de octubre tuvo lugar la decimoprimera edición de la Ultra Trail Guara Somontano. Alquézar fue epicentro de esta cita dispuesta a desvelar a los 1.400 participantes la sierra de Guara y sus cañones. La alta presencia femenina, un 30%, demostró que el trail está en vías de normalización. La primera vez que me presenté en la sierra de Guara fue para escalar en sus paredes y bóvedas. La segunda, un fin de semana de invierno con mi bicicleta dispuesto a recorrer sus diminutas carreteras que, por aquellos días, todavían conservaban una fina capa de nieve. La experiencia de Guara en ambos casos fue parcial y casi diría que periférica: en bicicleta no accedí a su epicentro, mientras que escalando focalizaba toda la atención en una mínima porción del abundante calcáreo que conforma este espacio. La sierra de Guara hay que vivirla desde dentro para captar su potencia natural. Paso a paso, nos aden60
tramos en un paisaje tempestuoso, donde las paredes se alzan de manera imprevista, contundente, rotunda. Guara es vertical y vertiginosa, una geografía dual donde se dan a un tiempo alturas y profundidades. Guara se expresa de manera tajante mediante paredes y cañones, con mínimos interludios llanos que apacigüen esta gran sinfonia vertical. Es seca y áspera, a la par que acuática. El paso de las aguas modela incansablemente una roca, creando formaciones casi de ficción. Aquí la roca madre se ha vuelto ama y señora, y la vegetación arbustiva busca dar un toque de verdor a una paleta caliza de tonos grisáceos y rojizos. Es
La faja rocosa sobre el cañón del Mascún, un lugar de vértigo. En su polo opuesto, las entrañas del cañón del río Vero.
este también el reino de las grandes aves rapaces: el buitre lo demuestra con maestría en un cielo limpio de contaminación. Su presencia indica que la muerte de algún animal no anda lejos. El buitre se ha adueñado de nuevo del lugar porque la ausencia del ser humano ha vuelto a dejarle espacio. Guara ha decrecido demográficamente como tantos otros espacios rurales y de montaña, pero todavía más si cabe: abandera los paisajes de la despoblación en que los pueblos abandonados proporcionan una intensidad inerte al elemento natural. Una experiencia de la exploración Resulta difícil descubrir por cuenta propia los rincones más emblemáticos de la sierra de Guara en un lapso de tiempo contenido en los dos días de un fin de semana. Para ello, nada mejor que la Ultra Trail Guara Somontano (UTGS). Más allá de tiempos y clasificaciones, la carrera, que consta de cuatro distancias —108, 52, 38 y 14 kilómetros—, guía a los corredores por el laberinto mineral que conforma
la esencia del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Por su situación prepirenaica, la parte superior de la sierra se erige como un balcón con vistas privilegiadas sobre el macizo del Monte Perdido, cuando no una caída en picado lleva al corredor a lo más profundo de sus entrañas para contemplar la obra del impenitente río Vero que, a su paso a los pies de Alquézar, ha sido acondicionado con aéreas pasarelas fijadas en las paredes del cañón como atracción turística. El despoblado Otín, a espaldas del cañón del Mascún, recuerda al participante cuál es la situación demográfica de Guara, aunque la vitalidad de Alquézar o Rodellar compensen la falta de vida de otros espacios. Y es en Mascún, uno de los cañones por excelencia con un laberinto agujas y paredes, donde los participantes pudieron catar uno de los platos fuertes: la faja que recorre, no sin sensación de vértigo, su parte superior. No obstante, no hay que olvidar que la Ultra Trail Guara Somontano es ante todo una carrera y hay 61
ULTRA GUARA SOMONTANO
Las pasarelas del río Vero son un excelente mirador sobre este espectáculo natural.
quien viene a arañar segundos, aunque la contemplación del paisaje quede como experiencia en segundo plano. Fue el caso en esta edición de Gemma Arenas, que cruzó la meta en 14:21:21, quedando doceava de una clasificación general encabezada por su marido Agustín Luján (12:26:10). Por su parte, el de Canfranc, Raúl Criado, ocuparía lo más alto del podio en las distancias de 38 kilómetros y de 14 el domingo. Fiesta para todos No cabe la menor duda de que la UTGS es una fiesta para todos, adultos y pequeños, vecinos y forasteros, que aglutinó a más de 1.400 participantes, de los cuales el 30% fueron féminas. Y como tal fiesta se vivió el domingo con las carreras más cortas, las infantiles y juveniles. Recorrieron las calles empedradas y empinadas de Alquézar, con rampas para quitar el hipo. Entre todas las eda62
des, se concentraron 160 menores, cifra que refleja el buen trabajo de la recientemente inaugurada escuela de trail de Alquézar. Acto seguido, se daba la salida a la distancia popular de 14 kilómetros. La participación, alegre y siempre con algún detalle hacia periodistas y fotográfos, tuvo la oportunidad de visitar las citadas pasarelas en el cañón del río Vero. Menos sonrientes y más desencajados se mostraron los rostros al enfrentarse a la última subida, la que les permitiría emerger de las tinieblas de la garganta a las calles de Alquézar. En este tramo con rampas y escalones el drama estuvo servido para algunos. A pesar de ello, el caluroso recibimiento de los corredores por parte del público, que abría un pasillo en los últimos metros y vitoreaba desde las terrazas de los bares, hacía olvidar todas las miserias sufridas. utgs.es
El firme pedregoso de las pistas no dejรณ respiro a los participantes.
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TRAIL DEL BISAURA
Senderos, Bosques...
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TRAIL DEL BISAURA
¡... Y FIESTA! Texto y fotografía: Quim Farrero
Cuando en un territorio que lo vale se dan ciertas condiciones, como un grupo motor entusiasta que es capaz de motivar al resto, más afición y ganas de combinar fiesta y deporte, aparecen estas pequeñas maravillas que trufan el calendario del trail. El Trail del Bisaura, que ha celebrado este año su séptima edición, es una de ellas. La geografía está llena de zonas que viven a la sombra de otras más populares. Comarcas que se convierten en zonas de paso cuando sus vecinas tienen reclamos a priori más potentes, aunque muchas veces estacionales. El Bisaura es un ejemplo. Una pequeña subcomarca situada junto a uno de los ejes que comunican una gran ciudad, Barcelona, con el Pirineo, concretamente con su área más oriental y a lo largo del río Ter. Un enclave geográfico que ve habitualmente como el grueso de visitantes que utilizan ese eje, vengan de donde vengan, pasan de largo atrai68
dos por montañas más altas y, con suerte en invierno, la expectativa de la preciada —y cada vez más escasa— nieve. Como todo, esto tiene su lado positivo y su lado negativo. ¿Negativo? Como en otros casos similares, son comarcas que ven como todo el movimiento económico pasa de largo en pos de otras vecinas, de forma que en muchos casos, los pobladores se ven obligados a ir a trabajar a las comarcas vecinas en un circuito que se muerde la cola y que muchas veces lleva a la muerte demográfica de la zona. ¿Positivo? Son comarcas con mucho por descubrir
Bosques y senderos para Queralt Riba, que parece no haberse detenido desde la semana anterior... (ver pág. 68)
y poco echado a perder. Este aspecto resulta muy positivo en un momento en que, por fin, se ha despertado una cierta sensibilidad, con lo que la promoción del territorio suele ir vinculada al respeto del mismo, con la búsqueda de un cierto turismo de unas características determinadas, tal y como ya hemos comentado en nuestro editorial. Tradición El Trail del Bisaura es una carrera festiva, patrocinada principalmente por el comercio local, y nacida de la voluntad de un grupo reducido de entusiastas que, en términos coloquiales, “da el callo” cada año. Tales entusiastas animan al que después será un amplio grupo de voluntarios a participar del evento el día “D” para convertirlo en una verdadera fiesta local. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el Trail del Bisaura ha visto reducir su actividad con la desaparición en esta edición de la prueba de 80 kilómetros que se celebraba
hasta ahora. El motivo es el cansancio del núcleo organizador, sobrepasado por el esfuerzo que implica la organización de una prueba de ultradistancia, por muy bonita y concurrida que esta sea, algo de lo que muchos corredores no son conscientes. Una edición, pues, con tres carreras de 56, 22 y 12 kilómetros, que arrancó a las siete y media de la mañana desde Sant Quirze de Besora —inicio y final de los recorridos— con un breve espectáculo tradicional de fuego que da al momento de la salida ese toque único que muchas carreras buscan. Y es que el Trail del Bisaura es, esencialmente, una carrera festiva. Y no sólo por el ambiente de la salida, sino por la atmósfera que se vive en todos los avituallamientos, y en particular en uno, donde voluntarios y vecinos acampan y celebran una fiesta temática, que este año estaba dedicada a la cultura hippie. Sin duda, un motivo más que alegra la vista y los ánimos de los corredores en 69
TRAIL DEL BISAURA
Últimos kilómetros. Aún quedan energías.
los últimos kilómetros. Y a la llegada, música en directo para todos, sin distinción de tiempos ni marcas. Bosques y senderos La esencia del recorrido queda, a grandes rasgos, resumida en dos conceptos: bosques y senderos, que conforman la casi totalidad de los recorridos. Pistas y espacios abiertos son la excepción en una zona en que la vegetación densa y húmeda es la reina. En ella, se filtran pequeños senderos que dan acceso a riachuelos y congostos espectaculares. Especial mención merece la llamada sierra de Els Bufadors —los sopladores—, que conforma un pequeño laberinto de piedras y densa vegetación como la que te mostramos en la fotografía a doble página de entrada del artículo. Aquí los días ventosos el 70
aire emite un particular sonido. Muchos senderos técnicos pero que en general permiten correr y que llevaron a Martí Lázaro (6h05:17) y a Manu Vilaseca (7h44:42) a las respectivas primeras posiciones en la prueba más larga. Asimismo, David Rovira (1h50:59) y Mesi Arcos (2h06:17) en la de 21 kilómetros, e Ismael Casadesús (1h00:38) y Laura Bardolet (1h11:27) en la de 12 fueron las estrellas del día. A descatar la decimocuarta posición de Manu Vilaseca y la decimoprimera de Mesi Arcos en las respectivas clasificaciones generales. Buen ambiente, recorrido extraordinario, buena organización, fiesta y música ¿Qué más se puede pedir? revistatrail.com/trail-del-bisaura-2019/ traildelbisaura.livetrail.net
Rincones escondidos y bonitos, a pesar de la escasez de agua.
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NUTRICIÓN
ALIMENTACIÓN ANTIINFLAMATORIA Texto: Berta M. Bertran, nutricionista Fotografía: Quim Farrero
Este artículo está dedicado a todos los deportistas que entrenan a diario, a los que empiezan, a los que nunca han parado y a los que llevan ya una larga lista de lesiones en su currículum. Seguir una adecuada alimentación antiinflamatoria os ayudará a evitar la temida amenaza de las lesiones, así como a aprender a prevenirlas en un futuro. La degeneración del cartílago es una de las lesiones e inflamaciones más vistas de todos los que practicamos deporte. Este problema articular tan común es causado por una pérdida gradual de su composición. Produce dolor originado por las calcificaciones anormales en los extremos de los huesos. Algunas de sus causas son la práctica prolongada durante años de deportes de impacto, como el trail, de contacto, de deportes de más riesgo, así como sufrir caídas, llevar un descanso inadecuado y una mala alimentación. Para evitar inflamaciones de cartílago y una mejor recuperación, deberemos seguir una alimentación 74
antiinflamatoria. ¿Cómo podremos hacerlo de manera fácil y sin complicaciones? Anota la siguiente lista de alimentos que deberás tener siempre en la cocina. Pescado: el gran alimento rico en Omega 3. Un potente antiinflamatorio que reduce cualquier inflamación y el desgaste del cartílago. Frutas y verduras: si es posible, de todos los colores. Aportan una gran cantidad de flavonoides, como el kaempferol o las proantocianidinas. Estas tienen un papel muy positivo en la inflamación de la artritis. Por ejemplo, las que no pueden faltar en nuestras recetas son las espinacas, los frutos rojos, el brócoli, las manzanas, la zanahoria y las uvas.
Los frutos rojos son unos de los ingredientes más potentes para luchar contra la inflamación.
Especias: las reinas son la cúrcuma, el ajo y el jengibre. Imprescindible tener siempre en casa para la inflamación y degeneración articular. Vitamina C: juega un papel relevante en la síntesis del colágeno. Es importante tener en cuenta que no es necesaria su suplementación; con un aporte de frutas y verduras diario ya sería suficiente. Vitamina K2: esta vitamina se encarga de fijar el calcio, evitando que se deposite en las arterias. Unos bajos niveles de K2 se asocian a un aumento del desgaste del cartílago y, por tanto, a una osteoartritis. Esta vitamina la podemos encontrar en la yema del huevo y en el hígado de los animales. Magnesio: este mineral es esencial para nuestra salud ósea y articular. Su deficiencia puede alterar la estructura del cartílago, por lo que deberemos aportarlo cada día en nuestra dieta. Lo encontramos consumiendo verduras de hojas verdes, frutos secos, semillas, legumbres y chocolate negro. Azufre: consumir alimentos ricos en este mineral es necesario para la formación de colágeno y otros elementos que constituyen los huesos, cartílagos,
tendones y ligamentos. Según varios autores, se ha comprobado que una pauta nutricional baja en azufre provoca un enlentecimiento del proceso de reparación articular. Alimentos ricos en azufre son todo tipo de coles, cebollas, puerros, ajos y espárragos. Colágeno: últimamente se vertido mucha tinta al respecto. El colágeno es el compuesto más importante del cartílago, representando un 60% de su composición. Su absorción en suplementación es baja, por lo que la mejor opción es consumirlo en forma de extracto de piel y hueso. Por ejemplo, en forma de un caldo de huesos sería la mejor forma de tomar colágeno. Cuando este colágeno se aglutina se obtiene gelatina. Esta gelatina tiene una buena absorción para nuestra salud articular y nos aporta grandes beneficios para las articulaciones. También podríamos consumir gelatinas vegetales, las cuales aportarían una buena cantidad de colágeno a nuestra dieta. Con todos estos alimentos, estaríamos nutriendo nuestro sistema articular diariamente. Paralelamente, evitaremos seguir degenerando nuestras 75
NUTRICIÓN
La cebolla tiene que formar parte de la dieta diaria.
articulaciones y recuperando mejor en caso de padecer una lesión deportiva. ¿Cómo actuar ante una lesión? Este temido momento para todos los deportistas es delicado. La mayoría de veces nos quedamos sólo con el hielo, el descanso y los antiinflamatorios. Esto no será suficiente. Como nutricionista, me gustaría poderos aportar una guía para que la tengáis a mano cada vez que sufrís una lesión deportiva. Con la alimentación, podremos ayudar a nuestro cuerpo a recuperarnos de forma más rápida y evitar una lesión más aguda. Para desinflamar la zona lesionada, deberemos aportar alimentos que aumenten la producción de lipoxinas y resolvinas, responsables de reducir la inflamación. Durante una semana, habrá que ingerir grandes cantidades de pescado azul —la mejor opción procede de pescados con medida pequeña, como caballa, sardinas, anchoas o boquerones—. Si no consumimos pescado azul, podremos suplementar la dieta con aceite Omega 3. Con un gramo de EPA y otro de DHA al día será suficiente. 76
Durante esta semana, habrá que introducir en la dieta grandes cantidades de zanahorias, corteza de sauce —o aspirina en dosis baja de 80 mg/día—, cilantro —ácido salicílico—, arándanos —o frutos rojos— y chocolate negro. También espinacas — que aportan clorofila—. Será recomendable consumir diariamente, cuanta más cantidad mejor, setas, uva negra, ajo, jengibre, cúrcuma, tomillo, romero, albahaca, menta (carvacrol, thymol y p-cimene) macerados con aceite de oliva. No podremos olvidar cada día dos cebollas y dos dientes de ajo. En cuanto a estímulos químicos, sabemos que una cantidad adecuada de arginina es también una buena ayuda. Los nutrientes con arginina son la gelatina, la carne de calidad —de pasto o ecológica—, el marisco y los frutos secos. Algunas ideas de cocina A veces, un ejemplo de menú diario, es la manera más fácil de poder ponerlo en práctica. He aquí un ejemplo para dos días:
DIA 1 Desayuno Té verde Bol de fruta variada de temporada con frutas del bosque (arándanos, moras, uvas negras, frambuesas, grosellas…) y nueces pecanas Media mañana Uvas negras con nueces Comida Espinacas salteadas con piñones y cebolla Sardinas con limón al horno y cilantro Uvas negras Merienda Bol variado de arándanos, chocolate negro y macadamias Cena Crema de zanahoria, cebolla y calabaza con aceite de oliva macerado con especias (ajo, jengibre, raíz de cúrcuma, tomillo, romero y albahaca) Tortilla de setas, cebolla, ajo, cilantro Uvas negras DIA 2 Desayuno Té verde Tostadas de trigo sarraceno con tahin y mermelada casera de moras Media mañana Bol de arándanos, chocolate negro y pasas Comida Boniato y zanahoria al horno con cilantro Carne ecológica de ternera con puré de zanahoria Grosellas Merienda Bol variado de arándanos, chocolate negro y macadamias Cena Crema de remolacha y cebolla con aceite de oliva macerado con especias (ajo, jengibre, raíz de cúrcuma, tomillo, romero y albahaca) Caballa con cebolla y puerro Uvas blancas
La granada posee un gran poder antioxidante.
Me gusta hablar de nutrición como medicamento y vía de sanación, porque la naturaleza nos ofrece muchos productos beneficiosos. Te animo a probar sus efectos cuando los necesites y a seguir nutriéndote de esta forma para el resto de tu trayectoria deportiva.
Como verás, podemos llevar de una forma sencilla una alimentación antiinflamatoria cada día. Tanto para tratar una inflamación de forma puntual o para evitarlas y prevenirlas a lo largo de los años en nuestra práctica deportiva. Para los que nos encanta el deporte, estos alimentos deberán formar parte de nuestras recetas. 77
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MITOS Y LEYENDAS
FULVIO DAPIT Eliseu T. Climent Se eleva hacia las alturas auxiliado por su anatomía vertical, fina. Su obsesión, se lo confesó en una entrevista a la periodista Valentina Schenone en 2018, es “subir y subir”. Subir a cumbres para contemplar el mundo desde lo alto, para desconectar de este. Esta es la filosofía con la que Fulvio Dapit (Gemona del Friuli, 1975) encara la montaña, o con la que la ha encarado tradicionalmente, convirtiéndose en uno de los máximos exponentes del skyrunning italiano e internacional. Probablemente la obsesión por subir le venga de la omnipresencia del monte Chiampon que, con sus 1709 metros de altitud, preside su pueblo natal. Por cierto, como curiosidad, un año después de su nacimiento, tuvo lugar un terremoto de 6,4 grados de intensidad con epicentro en su localidad, arrasando con todo lo que se le puso por medio. Pero volvamos al skyrunning. Fulvio se unió desde sus inicios a la leyenda de las carreras técnicas, donde el escenario de alta montaña se convierte en el terreno de juego para los atletas que hibridan en propia piel alpinismo y atletismo. En este entorno, venía a engrosar la galería de figuras míticas que han hecho del skyrunning una modalidad por sí misma. A saber: Bruno Brunod, Fabio Meraldi o el mismo Marino Giacometti que, como conocerá el lector, es el fundador de la International Skyrunning Federation y padre del preciado vocablo que da nombre a la disciplina. A Fulvio no le faltan méritos para que se le dedique esta sección: ha ocupado los primeros puestos de su categoría o de la clasificación general en carreras como el masivo Festival des Templiers (Millau, Francia), la Transvulcania, el Trofeo Kima, la Eiger Ultra Trail o en la Madeira Island Ultra Trail. También venció años atrás algunas pruebas de la Buff SkyRunner World Series, como la que se disputó en 2006 en el volcán Ontake (Japón) con 23 kilómetros y 2.400 metros de ascenso, y dos años antes, en la Dolomites SkyRace. Con la edad, Fulvio ha reenfocado su actividad. Él mismo lo confesaba en una ocasión: “Correr es un deporte que te ayuda en la vida porque te ayuda a seguir avanzando. Antes que luchar contra el adversario, te toca enfrentarte a ti mismo, y es por lo que me está atrayendo la larga distancia en comparación con el skyrunning. Aquí tienes que saber gestionarlo todo, desde la alimentación hasta el aspecto mental. Hay que encajar muchas variables para obtener un buen resultado”. Con la edad, también, Fulvio ha hallado una vía más sensata de encauzar la energía. A correr por sensaciones le suceden programación y método, a cargo de Stéphanie Jiménez, su esposa, madre de su hija y excelente corredora de principios de los 2000. La pequeña andorrana lo prepara enriqueciendo el entrenamiento de la larga distancia con aspectos específicos del skyrunning, cuadrando la agenda, el trabajo a turnos y una presencia primordial, su hija. Hoy Fulvio Dapit es otro.
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