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El éxito del flamante museo de momias en España

Por Guadalupe Domínguez / Panibericana

Rescatar edificios y monumentos históricos para que formen parte de la oferta turística de una región, es una solución comprobada para revitalizar la economía de las poblaciones, con el fin de evitar la migración de su gente hacia las grandes ciudades.

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Ejemplo de ello, fue la reciente apertura, en España, del primer Museo de Momias, en la localidad de Quinto (Zaragoza), el cual, desde su inauguración, recibe cada semana un millar de visitantes de todas partes. Esto ha dado pie a la creación de toda una nueva oferta de servicios turísticos en la zona y un segundo aire a los comercios y otros puntos de interés, todo esto, para alegría de sus habitantes que, hasta hace unos meses, temían la decadencia y abandono de su lugar natal.

Visión y manos a la obra

Todo empezó cuando en 2011 se aprobó la restauración de la Iglesia del pueblo dedicada a la Virgen de la Asunción, una joya arquitectónica del múdejar- gótico, declarada Patrimonio Mundial, y que llevaba cerrada varias décadas, tras quedar arrasada por los embates de la Guerra Civil Española (1936-1939). La idea original era convertirla en un centro sociocultural para disfrute de los oriundos y de paso atraer al turismo interesado en este tipo de monumentos.

Nadie imaginaba que Quinto estaba a punto de convertirse en todo un referente dentro del mapa de rutas culturales y turísticas de España. Mientras se llevaban a cabo las excavaciones del templo, salió a la luz algo insólito: cuerpos momificados de adultos y niños, en perfecto estado de conservación, tras dos siglos de haber permanecido ahí, gracias a las condiciones de humedad y temperatura que mantiene el interior de la iglesia. Y es que en el pasado, era costumbre sepultar a personas de buena condición social bajo el pavimento de los templos ya que, de esta forma, se pensaba que estarían más cerca de lo divino.

Para el estudio e investigación del hallazgo, se recurrió a Mercedes González, presidenta del Instituto Científico de Momias y toda una autoridad en este tipo de hallazgos: “Siempre digo que

dentro de cada momia hay una historia que espera ser contada”, manifiesta la experta, quien tras una primera valoración aseguró a las autoridades de Quinto: “Tienen aquí un tesoro, un patrimonio histórico único y muy importante”. Lo siguiente fue una labor de limpieza y análisis de las momias con fines científicos, utilizando tecnologías como escáneres para verlos en su interior. “Es una puerta al conocimiento exacto de cómo era la vida en otra época”, indica Mercedes.

Todos ganan

Fue el Alcalde de Quinto, Jesús Morales -quien sorprende por su juventud, iniciativa y su compromiso con la labor que desempeña- que tras la valoración de Mercedes González, tomó la decisión de fundar un museo para exponer las momias dentro de la iglesia restaurada, de manera permanente. Por supuesto, la oposición de algunos sectores no se hizo esperar, muchos pensaban que era una mala idea y que nadie querría ver algo así. Pero el Alcalde ya había medido los pasos, recurrió a la observación y experiencia de otros museos de momias en el mundo, especialmente los de Palermo y el de Guanajuato: “Traté de reunir los aspectos más positivos de ambos recintos, para poder ofrecer una buena experiencia a los visitantes. La idea fue crear una exposición para todo público, fundamentada en el respeto tanto a los cuerpos, pues son nuestros antepasados, como a la susceptibilidad de los visitantes”. La conceptualización del museo se enfocó también en integrar un bagaje de conocimiento histórico de alto valor para la zona. “Pensé que no teníamos nada que perder, estaba en marcha la rehabilitación de la iglesia y agregar la exposición sería un atractivo más”. Mejor, imposible, la noticia dio la vuelta al mundo en pocos días, y los turistas no se hicieron esperar. Ahora los quintanos, incluso los escépticos, están contentos de ver lleno de vida su antes silencioso pueblo.

Es apenas el inicio: “Los comercios y el tejido de servicios del municipio se ha unido para crear una red de atención al turista ofreciendo servicios que antes no existían”. Por ejemplo, una panadería ya es parada obligada de los visitantes porque hornea bizcochos con esqueletos de chocolate blanco.

Jesús Morales comenta que varios restaurantes rediseñaron sus menús y oferta de tapas con lo más representativo de la gastronomía típica, vinos de la tierra y alguna especialidad con un guiño hacia las momias. Los habitantes de Quinto, Zaragoza, no sólo han recuperado su hermosa iglesia y el legado de sus antepasados, sino que se han subido al tren del beneficio y crecimiento económico que reporta cada año el sector del turismo español.

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