editorial La invitación, enérgica y provocadora, que lanzaron los futuristas hace precisamente cien años, en la que dispuestos en último promontorio de los siglos o al final de la historia, como sugerirían luego una tras otra las ciencias a lberto c arlos romero artista plástico (un); licenciado en artes (u. paris i); especialista en cultura visual (ub); candidato a magister en filosofía (u. rosario).
humanas, no parece al día de hoy como un artificio considerado por un grupo
plastic artist (un); bachelor of arts (u. paris i); expert in visual culture (ub); candidate for the degree of master of philosophy (u. rosario).
nociones fundadoras de una cultura en agonía, así como los ideales cobardes,
de jóvenes; por el contrario la idea de arremeter contra el museo, la biblioteca y la academia -como lugares en los que se salvaguardan los artefactos y las oportunistas y utilitarios- se puede comprender como una propuesta que, claramente en contravía de las maneras y desarrollos de la cultura occidental, sugiere la destrucción de sus estandartes más preciados.
The forceful and provocative invitation sent by futurists a hundred years ago in which they displayed as being the end of the former history and the
La destrucción de las conquistas más significativas de la civilización se proponen al amparo de la emergencia de unas conquistas nuevas, más
beginning of a new one, as well as every single human science would suggest
poderosas, más elocuentes y de manera ambigua, más democráticas y que
later on, does not appear today as a craft that was made up by a group of
aparecerán, por su parte y en su mayoría, de impulsos tecnológicos, bajo la
adolescents. Far from it, the idea of charging at museum, library and academy – as places that hold the artefacts and the founding notions of a dying culture, as well as its coward, opportunist and utilitarian ideals – can be seen as a proposal that, being against western culture ways and developments, is aimed at destroying its most precious banners.
promesa de un mundo acelerado y veloz. El argumento central y paradigmático de la vanguardia es que la academia es un lugar muerto, como muertos están el museo y la biblioteca. Su estado es tal, en tanto su empresa es proteger y amparar el conocimiento y la tradición, ideas que parecen no interesar particularmente a los jóvenes europeos que hicieron el tránsito entre los siglos XIX y XX, y que animosamente arremetieron contra la tradición, ésta que finalmente los rescató y los hizo parte de sus impulsos y propósitos, permitiendo por esa vía que en nombre de su