MIRADA El valor de la Educaci贸n
N潞 11 - ABRIL DE 2013
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ÍNDICE 3
Editorial
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El sentido del acto educativo
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Aportes de la Iglesia al proceso formativo
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Pbro. Dr. Agostino Molteni Instituto de Teología UCSC
Aladino Araneda Valdés Académico Facultad de Educación UCSC
P. Fernando Montes: “El problema más serio es la desigualdad”
El rector de la U. Alberto Hurtado, se refiere a los problemas y desafíos de la educación para el país
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El tema de la calidad
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Financiamiento: elementos para un debate
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Juan José Ugarte: “Un estudiante con mérito no puede quedar fuera de la educación superior”
Dr. Jaime Constenla Núñez Decano Facultad de Educación UCSC
Andrés Ulloa Oliva Académico Facultad Cc. Económicas y Administrativas UCSC
El ex Jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, habla sobre las prioridades a enfrentar para que la reforma otorgue los resultados esperados
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Reseña de libros
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Opinión: La importancia del Proyecto Educativo Luis Flores Matamala Director Escuela Punta de Parra, Tomé
MIRADA es una publicación cuatrimestral de la Universidad Católica de la Santísima Concepción
Representante Legal: Dr. Juan Miguel Cancino Cancino. Comité Editorial: Jorge Plaza de los Reyes Zapata, Gonzalo Sanhueza Palma, Andrés Medina Aravena y Alfredo García Luarte Editor General: Alfredo García Luarte. Equipo: Carolina Astudillo Molinett, Soledad Burgos González, Gretel Dettwiler Rodríguez, Aldo González Vilches, Rodrigo Ramos Catalán, Érico Soto Monsalve, Carla Toledo González y María Elena Zapata Burgos. Fotografía: Centro Fotográfico de la Dirección de Comunicación y Difusión. Dirección: Caupolicán 491, Concepción. Teléfono: (41) 2345050 Fax (41) 2345051 Mail: comunicaciones@ucsc.cl
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Editorial
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a educación, un tema siempre presente en toda discusión país. Lo es por la sencilla razón de que en ella se forja el destino de la nación, a través del desarrollo formativo que alcan-
zan las personas en sociedad; de ahí su importancia y trascendencia para todos los sectores que la conforman. Aspectos filosóficos e ideológicos, determinan la orientación que la educación adoptará en la sociedad, con sus correspondientes efectos. De ahí que resulte importante adentrarse en estas materias desde una mirada académica, alejada de las pasiones del momento, sin que ello implique abstraerse de la realidad y de la coyuntura que al respecto vive nuestro país. En este compromiso por colaborar al debate de ideas, la presente edición de MIRADA aborda el tema de la educación en sus diferentes dimensiones, insuficientes, por cierto, pero que iluminarán aspectos de la discusión y reflexión que requiere un tema tan complejo pero relevante como el que aquí se trata.
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ENSAYO
El sentido del acto educativo Pbro. Dr. Agostino Molteni Instituto de Teología UCSC
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egún el “pensamiento de Cristo” (1 Co 2,16), “el árbol se conoce por los frutos-actos”, no por la esencia del árbol (como dice la filosofía griega y moderna). Del mismo modo, no existe “La Educación” (idea platónica), sino el acto educativo imputable por sus frutos. “Si no volvéis a ser como niños no entraréis en el Reino…” (Mt 18,3. Nótese la unidad “niños”-“Reino”). En este sentido, hay que volver a la lección de san Agustín contenida en las primeras páginas de sus Con-
El acto educativo debe ser, por tanto y antes de todo, el testimonio de una confiabilidad de los educadores, confiabilidad que no enferma la “autoridad de competencia individual” y que permite verificarla con la realidad entera. Mirada/4
fesiones donde dice que su madre y sus nodriza lo amamantaron de modo que “yo no sabía otra cosa que mamar, abandonarme en los deleites (adquiescere delectationibus) y llorar las miserias de mi carne” (I, 6). Es como si Agustín dijera: “Amamantándome, mi madre me ha llamado (atraído=vocación) a actuar según el pensamiento de ser satisfecho por medio de otro” (¡“por medio de otro” no implica instrumentalización o manipulación del otro!). Esta “vocación” (la “causalidad jurídica” de Kelsen, mejor dicho, el “acto jurídico” de la vocación) que se identifica con el “principio de placer” (Freud), es para Agustín la “memoria”, es el primum ius (el “primer derecho”), la “autoridad de competencia” (Péguy), la “norma fundamental” (Kelsen) que se compone (“positivismo jurídico”) en la relación con otro (un “tú”). Esta norma-criterio-término de comparación no es abstracta, sino que es el movimiento del cuerpo de
un individuo hacia una satisfacción. “In-dividuo” es el sujeto no dividido entre alma y cuerpo, pues como dice Tomás de Aquino, el alma es forma, es decir, ley del movimiento del cuerpo hacia una satisfacción. Todo lo que el hombre encontrará en su vida será comparado con esta “norma” (¡se trata de “norma, es decir, de término de comparación, no de un mandato-instinto-“ley natural”!). Luego San Agustín describe esta comparación: “Después comencé a reconocer en dónde estaba y a querer manifestar mis deseos a quienes me los podían cumplir”. El niño, desde su primera infancia reconoce quienes son los sociospartners convenientes de sus deseos para la generación de “negocios” productivos de beneficios para él y para todos. En efecto, el niño es emprendedor, es un genio del emprendimiento. Es el mismo Agustín quien habla de los “negocios” de los niños: “Las estupideces (nugae) con que se divierten los
adultos se llaman solemnemente ‘negocios’; y los que para los niños son verdaderos negocios, ellos los castigan como juegos” (Confesiones I, 9). Para los niños, la realidad entera es posible fuente de negocios-beneficios rentables que ellos sancionan a través del “trabajo” de la comparación de los “frutos” de esta relación con lo real con su propia “autoridad de competencia”. Es con esta “autoridad de competencia” (“principio de placer”criterio de conveniencia) que el niño entra en la realidad entera.
Familia-amistades-Iglesia-colegiosuniversidades deberían ser el ámbito del encuentro con partners confiables (que no mienten), suplementos de la competencia individual.
Sin embargo, este criterio es indefenso, es decir, puede ser desvirtuado, puede ser atacado y enfermarse (con las consecuentes psicopatologías) por medio de otros. Esta “norma” puede ser ayudada (acto educativo), o puede ser enfermada (acto deseducativo). Hay acto educativo cuando la “norma fundamental”-término de comparación” (movimiento del cuerpo hacia una satisfacción) del niño es potenciada por el suplemento de la presencia de otro que educa en cuanto es partner-socio confiable de los “negocios” del niño. Hablamos del acto educativo como “suplemento”, no como “complemento”. El acto educativo no es “complemento” de una penuria, sino que suplemento (partnership) conveniente para la producción de frutos-beneficios. En este sentido, Santo Tomás de Aquino en su “definición” del acto educativo, habla de promotio: pro-mover la “autoridad de competencia individual”.
cio confiable en este “emprendimiento”. El educador es el “gato con botas” del famoso cuento, es decir, socio conveniente-confiable (por los frutos se conoce el árbol…) de la competencia individual del sujeto (el marqués de Carabás) para que se produzcan “negocios” y “ganancias”.
Notamos que esta dinámica no se refiere sólo al niño, sino que a cualquier edad de la vida. Se genera acto educativo cuando el otro-educador es so-
El acto educativo es acto de entrega de una herencia que consiste en “poner en condición” de actuar al “criterio de la conveniencia”, que es el único criterio para encontrar socios confiables de negocios rentables. La herencia educativa que permite “heredar la tierra” (Mt 5,5) y producir un uni-versum de beneficios (el universo es sólo jurídico, no el de la estrellas) es permitir al sujeto la verificación beneficiosa de la validez de la norma-competencia individual a través del testimonio de la confiabilidad demostrada por los frutos de los actos educativos. La confiabilidad (lo único que no enferma al criterio de conveniencia) introduce a la herencia de la realidad entera, incluyendo a Dios (“Reino de Dios”). En este sentido, Tomás de Aquino, en su “definición” de educación, habla de traductio: introducción a la realidad
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con el criterio de la conveniencia. Ser “padre” (=educador) es concepto jurídico: es “padre” quien tiene un hijo que es el heredero. La finalidad del acto educativo (“jurídico”) consiste en que el otro “herede la tierra entera”, es decir, que el sujeto - suplementado por otros que se han mostrado confiables por sus frutos (actos educativos) - entre en la realidad entera reconociéndola como herencia-beneficio-ganancia-negocio rentable. Un claro ejemplo de lo que es el acto educativo es el de los padres del ciego de nacimiento que Cristo sana (Jn 9). Inútilmente los fariseos intentan convencer a él y a sus padres de que todo lo sucedido es una farsa; los padres dicen que no tienen ningún miedo que su hijo responda; en efecto, éste, por la sana educación recibida de sus padres (que no han enfermado su “norma”“criterio de conveniencia”) sabe muy bien usar este criterio para distinguir el evidente milagro de su sanación y Quien es el autor de este beneficio.
“¿Cómo enseñar cuando todos los grandes personajes mienten, cuando todo el mundo político miente, cuando los profesores - que deberían enseñar a no mentir - mienten, cuando el favoritismo y el exitismo invade al personal universitario?” El acto educativo debe ser, por tanto y antes de todo, el testimonio de una confiabilidad de los educadores, confiabilidad que no enferma la “autoridad de competencia individual” y que permite verificarla con la realidad entera. En este sentido, más que nunca son actuales las palabras de Péguy escritas en 1904: “Las crisis de la enseñanza son crisis de vida. Éste es el caso de la sociedad moderna. ¿Cómo enseñar la infancia y la juventud cuando todos mienten? ¿Cómo enseñar cuando todos los grandes personajes mienten, cuando todo el mundo político miente, cuando los profesores - que deberían enseñar a no mentir - mienten, cuando el favoritismo y el exitismo invade al personal universitario?”. Familia-amistades-Iglesia-colegios-universidades deberían ser el ámbito del encuentro con partners confiables (que no mienten), suplementos de la competencia individual. En especial, en la universidad, cada Facultad debería ser “facultad de psicología” (de competencia individual=juicio sobre lo que es beneficio o no lo es) y de “economía” (aprender distinción beneficio-maleficio), además de ser facultad de “verificación”, no de la falsedad de teorías científicas equivocadas (Popper), sino que del engaño que enferma la competencia individual. Cabe preguntar si este tipo de universidad existe o, al contrario, aún no ha nacido y se trata de co-instituirla a través del acto educativo. M
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ENSAYO
Aportes de la Iglesia al Proceso Formativo Aladino Araneda Valdés Facultad de Educación UCSC
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esde el advenimiento del cristianismo al mundo, el desarrollo del pensamiento educativo ha estado asociado al mensaje que Jesús trajo a la humanidad, siendo determinante en la creación de instituciones, organizaciones, programas, acciones y concepciones educativas concretas orientadas para que cada hombre alcance el fin último de su existencia, bajo una visión universal y salvadora del hombre. En este sentido, la Evangelización, entendida como la Misión propia de la Iglesia de anunciar la Buena Nueva a todos los hombres, ha estado unida
Cuando la Iglesia evangeliza también contribuye a su educación, pues su salvación, en sus consideraciones históricas y particulares de existencia, lo perfecciona en sus potencialidades, lo ennoblece en su dignidad y lo hace crecer en humanidad.
a la función educativa implícita en ella, pues se comprende que el ser humano necesita ser encaminado a su salvación, a través de una acción práctica perfectiva concreta. Como se expresa en Puebla (México, 1979), cuando la Iglesia evangeliza también contribuye a su educación, pues su salvación, en sus consideraciones históricas y particulares de existencia, lo perfecciona en sus potencialidades, lo ennoblece en su dignidad y lo hace crecer en humanidad. Por ello, pensar en los aportes de la Iglesia Católica a la Educación, no sólo es una tarea difícil de acometer y resulta en la práctica una opción arbitraria y subjetiva de quien lo hace, por la naturaleza misma de la Iglesia, más aún si consideramos que su misión es evangelizar para la salvación del hombre, pues está implícita en ella. No obstante es importante destacar que “la educación en cuanto tal no pertenece al
contenido esencial de la evangelización, sino más bien a su contenido integral” (Puebla, 1979). Así, se esboza una mirada comprensiva de algunos elementos vigentes, pues en los seleccionados se encuentran elementos objetivos para reforzar las bases de una educación centrada en la persona humana, sólida, de calidad y no expuesta a las corrientes emergentes que suelen aparecer en los campos epistemológicos de la pedagogía y de la educación. La Iglesia ha hecho aportes sustantivos al desarrollo de la calidad y equidad de la educación en el mundo y en Chile, que se refleja en: (1) la concepción del hombre como persona, (2) la concepción de la educación integral de la persona humana, (3) la creación de instituciones educativas y (4) la importancia del proyecto educativo institucional (PEI).
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1. La concepción del Hombre como Persona La concepción del hombre como persona es un aporte específico del pensamiento cristiano, de los pensadores que han surgido desde la fe cristiana, pues la tradición filosófica, por un lado, y la religiosa por otra, han venido concibiendo desde la antigüedad, pero especialmente desde la Edad Media en adelante a una explicitación de los rasgos humanos esenciales de la persona, los que conducen a esbozar una visión en la cual su constitución aparece como unión substancial de cuerpo y alma, en donde el “y” es una abstracción y no una realidad. En cuanto mantiene dicha unión substancial, se asume que es corpóreo-espiritual, constituyendo una realidad única, irrepetible y llamada a cumplir en su existencia con una finalidad trascendente. Pensar en la educación del hombre como persona humana es apuntar necesariamente a sus constitutivos y no solo a una parte de la persona. El desarrollo del pensamiento pedagógico que gira en torno de la concepción de persona ha permitido asumir que de sus constitutivos brotan potencialidades específicas que en el proceso educativo deben ser atendidos con igual importancia, pues omitir uno de estos constitutivos o privilegiar una de las potencialidades por sobre otras es alterar la naturaleza humana. La educación que se promueve en los colegios católicos parte de esta concepción del hombre, pues se asume que se educa a un ser humano desde una naturaleza determinada, aunque no sea la única que existe como fundamento de la educación y la Pedagogía. 2. La creación de Escuelas La Iglesia Católica ha tenido la virtud de llegar primero, e incluso antes que el Estado a las personas en su misión evangelizadora a través de la creación de instituciones educacionales destinadas las familias, a los niños y niñas, a los jóvenes, a los trabajadores, a los adultos, a las personas con necesidades educativas especiales, en fin, ha sido visionaria en la creación de escuelas y colegios como espacios para brindar oportunidades educativas formales y no formales a todas las personas, creyentes o no, para que alcancen el máximo desarrollo personal. La Escuela Católica, es un aporte de la Iglesia Católica en la tarea educadora pues entiende que la educación es un derecho humano que emana de la naturaleza del hombre, que en sus consideraciones personales es finito, contingente, limitado, pero con potencialidades naturales que son susceptibles de ser perfeccionadas a través de la educación para alcanzar a su realización personal y humanización. En nuestra región, muchas congregaciones religiosas iniciaron su obra educativa creando escuelas destinadas a niñas y niños en los lugares en que aún el Estado no definía prioridades. Por ello en Puebla, se advierte que las instituciones educativas convencionales resultan para los pueblos aborígenes ajenas y poco funcionales, pues suelen operar como mecanismos de desarraigo y evasión de la comunidad, por lo que llaman a los cristianos y Estados a incrementar la presencia educativa en todos los lugares y condiciones en que se encuentren las personas. En la década del 60 los países orientan sus políticas públicas de educación al aumento de la cobertura escolar como consecuencia de la democratización de la educación, y con ocasión del Concilio Vaticano II, la Iglesia
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La educación que se promueve en los colegios católicos parte de la concepción del hombre, pues se asume que se educa a un ser humano desde una naturaleza determinada, aunque no sea la única que existe como fundamento de la educación y la Pedagogía.
Esta educación del desarrollo integral debiera llamarse “Educación liberadora” en atención a que es un medio clave para liberar de toda servidumbre. La persona humana tiene potencialidades físicas (corporales), afectivas y espirituales, e igualmente una dimensión individual y social. Desde la perspectiva de la afectividad, la persona humana tiene sentimientos, emociones y pasiones que deben igualmente ser atendidas por el sistema escolar como cuando se trabaja la intelectualidad. Atender solo al intelecto, en desmedro de la voluntad es exponer al ser humano a actuaciones sin principios morales que aseguren ni su desarrollo como persona humana ni es garantía para la sociedad tener alguien brillante intelectualmente pero pobre moralmente.
Católica proclama de nuevo su derecho a establecer y dirigir libremente escuelas de cualquier orden y grado y, recordando al propio tiempo, que el ejercicio de este derecho contribuye grandemente a la libertad de conciencia, a la protección de los derechos de los padres y al progreso de la misma cultura.
La Iglesia Católica a través de todas sus instituciones educativas ha sido señera en instalar y difundir la necesidad de la formación integral de la persona humana pues con ello también se alcanza un desarrollo integral de la sociedad y la cultura.
3. La Educación Integral de la persona humana Antes que las Naciones Unidas emitiera la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), el Papa Pío XII en mensaje radiofónico trasmitido el 24 de diciembre de 1942 señala que todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participantes de la dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable de una educación, que responda al propio fin, al propio carácter; conforme a la cultura y a las tradiciones patrias. La educación es un derecho que emana de la naturaleza del hombre y, puesto que la persona está constituida por cuerpo y alma, la educación tiene que atender a la totalidad de ella, al integrum de su ser, que lo involucre en su totalidad. De cada uno de estos componentes emanan potencias que hacen capaz a las personas de actuaciones encaminadas a la búsqueda de la verdad, el bien y la belleza, de modo que dicho perfeccionamiento es la finalidad del acto educativo que justifica la intervención de una persona externa en una naturaleza creada por Dios. Concepción refrendada en Medellín (1968) cuando se afirma la ”urgencia del desarrollo integral del hombre y de todos los hombres en la gran comunidad latinoamericana”.
4. El proyecto educativo institucional Un cuanto elemento, clave para el desarrollo de la educación escolar es la priorización que la Iglesia hace desde Puebla (México 1979), respecto de la necesidad de contar con un proyecto educativo cristiano que inspire los idearios concretos de las distintas instituciones educativas. El Proyecto Educativo Institucional es un documento esencial en toda institución educativa, en todos los niveles del sistema y en donde se declara la filosofía educativa que la mueve, proclama los valores a los que adhiere y define roles y responsabilidades de los actores que integran la organización educativa. El PEI, ilumina las acciones, las define. La educación es un proceso intencional de perfeccionamiento de la persona humana en atención a sus potencialidades naturales perfectibles por ella, por lo que las acciones y actividades se realizan en vista a determinados fines concebido previamente y los cuales se ordenan en cuanto ”educativas“, es decir, humanizante. Esta tarea de humanizar al hombre, de conducirlo desde un estado de ”no educado“ a ”educado” es lo que le confiera a la educación un valor insustituible social y culturalmente y que se expresa en un PEI. M
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ENTREVISTA
Padre Fernando Montes SJ, Rector de la U. Alberto Hurtado
“El problema más serio del país es la desigualdad”
EL SACeRDOTe JeSUITA ANALIZA LA SITUACIÓN ACTUAL De LA eDUCACIÓN eN CHILe, eL SISTeMA De ACReDITACIÓN Y De INGReSO A LA eDUCACIÓN SUPeRIOR. Carolina Astudillo M.
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s de opiniones con un tono templado, pero directas. Fernando Montes, el sacerdote jesuita Rector de la Universidad Alberto Hurtado, no ha estado ausente del debate en torno a la educación.
En esta entrevista expone su pensamiento sobre la realidad de este gran tema país, que a su juicio está marcado por la desigualdad, y con fuerza señala que es prioritario mejorar la calidad en los niveles básicos y medios. -¿Cuál es el diagnóstico que Ud. hace de la situación actual de la educación en Chile? -La pregunta debe ser respondida a diversos niveles: primero a nivel de la cobertura. La educación en Chile me parece muy promisoria comparativamente con nuestra historia y con lo que pasa con otros países. Segundo, a nivel de la calidad tenemos que avanzar para que sea muy alta y universal en contenidos y valores. Tercero hay que trabajar por aumentar la justicia para que haya igualdad de oportunidades y costos para que la educación sea en verdad accesible. Debemos evitar que la educación sea la que aumenta la discriminación como sucede en Chile. Se dice que para suprimir la desigualdad el mejor instrumento es la educación. Sin embargo en Chile es al revés. -¿Cree que la educación superior dejó de ser elitista -dado que antes había pocas universidades-, o aún marcan fuertemente las diferencias sociales? -La educación superior de calidad es elitista. Es obvio que toda universidad forma una elite pero en Chile eso adquiere un carácter peyorativo porque
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en nuestro país la educación universitaria es tributaria de manera gravísima de injusticias en las etapas previas. El problema más serio del país es la desigualdad que existe en la educación básica y media que después se proyecta. La educación superior paga tributo necesariamente a esa desigualdad. Por ejemplo la PSU refleja y seguirá reflejando las diferencias previas. No es culpa de la prueba que ella deje en evidencia las diferencias de oportunidades y el clasismo. Eso no significa que no haya que modificar la que actualmente existe. Pero hay que poner atención en distintos factores para producir una educación de calidad universal, con especial atención a la educación pública. -¿Hay una contradicción entre educación pública y educación privada? ¿Pueden o no convivir? -Me parece que la historia de Chile muestra que deben convivir y me parece un absurdo no aprovechar todo el aporte de los privados. En la tradición de Chile se hablaba de educación “particular” y educación estatal. Me parece más propio hablar así, porque hablando propiamente toda la educación es un “bien público” que el Estado no puede descuidar. La educación privada no puede ser un factor creador de desigualdad. Pero hay
“La educación es un bien público. Importa menos quien la imparte si la educación no produce discriminación y es de calidad para todos”.
matices, en torno a algunos aspectos con los cuales los papás quieren formar a sus hijos: elementos valóricos, religiosos, artísticos, disciplinares u otros, a condición que la dimensión académica sea muy buena para todas las instituciones sean estas pública, o particulares. -Para poner en igualdad la educación básica y media ¿es un cambio difícil de implementar, es radical, o no requiere muchos cambios en la estructura actual? -Ciertamente es un cambio muy difícil y debe ser muy bien pensado y planificado técnicamente. No se puede proceder con slogans. El problema es la base social, porque es muy difícil formar bien a un niño que viene de un medio hay pocas instancias culturales, donde no hay libros, donde no hay historia educacional. Ahí debería haber un esfuerzo redoblado de país, subvenciones preferenciales, apoyos extra, etc. Normalmente las instituciones estatales o subvencionadas tienen menos recursos económicos que un colegio particular pagado. Hay que dar incentivos y formación especial a los profesores, y a los papás. El camino tiene que tener metas claras y sistemas evaluativos razonables que nos permitan avanzar en la igualación entre clases altas y bajas. -En materia de aseguramiento de la calidad, que falta para que este instrumento funcione a cabalidad? -Hay instrumentos diferentes en educación básica, media y superior. Sobre todo se ha hablado del aseguramiento de la calidad en la educación superior, y creo que hemos dado un enorme paso en el país al tener hoy un sistema nacional. Desgraciadamente la ley tiene muchos vacíos y se han producido graves abusos que han hecho que la gente dude de todo el sistema, y eso es injusto. Yo creo que hemos dado buenos pasos, las universidades han hecho sacrificios no pequeños para autoevaluarse y ser evaluados. Es esencial que se mejore la ley, se establezcan parámetros de calidad y se corrijan los abusos.
“El ser humano, a diferencia del animal, es un ser incompleto. El animal nace y la naturaleza le regala todo lo que necesita para vivir. El hombre nace y necesita años para desarrollarse”. que igualar y exigir hacia arriba. El Estado tiene obligaciones graves de mejorar sus propias instituciones y de vigilar el conjunto, proponiendo normas y controlando la educación de todos, porque como decíamos, la educación es un bien público. Importa menos quien la imparte si la educación no produce discriminación y es de calidad para todos. -¿Y la educación gratuita que es tan demandada tiene factibilidad? -En abstracto me parecería un ideal que hubiese educación gratuita primaria y secundaria y de calidad para todos financiada con impuestos mejor distribuidos. El problema mayor está en la educación superior porque quien estudia en la universidad en Chile va a ganar notablemente más que quienes no pasen por la universidad. Me parece justo y solidario que quienes ganen más en el futuro contribuyan con sus mayores ganancias a devolver lo que recibieron de su sociedad. Esa es la explicación del crédito que debe ser justo y no convertirse en una carga insoportable. Entre tanto, me parece que el empeño primero y el centro de la discusión debería ser mejorar la educación básica y media que debería ser de la misma calidad para todos. La educación particular debe ofrecer
-¿Cuál es el rol de la educación en una sociedad? -Tiene cuatro tareas muy importantes: ayudar a formar cabalmente a un ser humano. El ser humano, a diferencia del animal, es un ser incompleto. El animal nace y la naturaleza le regala todo lo que necesita para vivir. El hombre nace y necesita años para desarrollarse. Por de pronto tiene que recibir el lenguaje. Un idioma. Lo más humano es la palabra, y eso no lo tenemos por naturaleza, lo tenemos por regalo de la sociedad. Entonces, la educación es la transmisión de una cultura (valores, comportamientos, etc.) que nos constituye como sujetos responsables de la historia, como personas, y esa es la primera función, muy importante. Por lo tanto tenemos que estar atentos a qué les estamos transmitiendo a los jóvenes, para no ahondar los problemas que tenemos. Segundo, la educación no sólo forma al sujeto, sino que nos permite convivir con otros. La formación cívica, moral, social, ayuda a formar la nación, la sociedad, la comunidad porque somos seres sociales. En tercer lugar, la educación debe formarnos para el trabajo que es una dimensión importante de lo humano para hacer posible el progreso, el bienestar propio y el de los demás, Debe darnos el hábito de trabajo, y la capacidad de utilizar la técnica que son parte esencial de la educación. Colaborar con nuestro trabajo al bienestar propio y el de los demás. Y finalmente en un mundo en cambios, como en el que vivimos, la educación debe prepararnos para el mundo que viene. M
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El tema de la calidad Dr. Jaime Constenla Núñez Decano Facultad de Educación UCSC
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uestra sociedad enfrenta desafíos y demandas que exigen respuestas inmediatas de los sistemas educativos vigentes. Cada vez más se requiere que el sistema genere egresados que cumplan con las demandas que presentan los puestos de trabajo, fomenten cambios tecnológicos, promuevan la equidad social y se incorporen a una ciudadanía que asuma plenamente su responsabilidad social. En un esfuerzo por responder a esa necesidad surgen planteamientos en diferentes niveles sobre la calidad y equidad en la educación como ejes primordiales para satisfacer las necesidades de una sociedad cambiante en un mundo globalizado. La educación generalmente se concibe en el mundo pedagógico como un proceso que facilita el desarrollo de modelos de comportamiento valiosos y deseables tanto para la propia persona como la sociedad.
La calidad condensa, quizás, el núcleo de expectativas, aspiraciones y posibilidades más loables en lo que afecta a la mejora social y humana. En muchos discursos se le suele presentar como un “superhéroe”, protector de la humanidad, cargado de promesas de mejora en educación. Y a partir de aquí es que todo ciudadano se siente con el derecho a la calidad y a una educación que cumpla con los estándares de ésta. Así entonces, la calidad reclama para sí una condición de lema tan inexcusable que resulta desaconsejable en toda sociedad cualquiera acción de contravenirla. ¿Qué entendemos por calidad de la educación? Hablar acerca de la calidad es un tema complejo, más aún si específicamente nos referimos a la calidad de la educación. Esto principalmente, pues este concepto tiene múltiples acepciones, interpretaciones, significados, tiene implicancias éticas, filosóficas, antropológicas y epistemológicas. De modo que,
cuando se está hablando de este tema, el receptor del mensaje no debe ser iluso y debe procurar comprender desde dónde (paradigma) está hablando el emisor del mensaje. Si un experto, político o líder social dijera “queremos una educación de calidad”, nadie osaría decir estoy en contra de lo que este señor plantea; pero debiera surgir la pregunta ¿de qué calidad estamos hablando? de una calidad basada en el costo-beneficio, de una calidad como control, de una calidad total, ¿de cuál?, etc. Cuando decimos que este centro educativo es de calidad, lo hacemos debido ¿a que fue acreditado o certificado?, ¿a que ha tenido buenos resultados en evaluaciones externas?, ¿a que sus educandos y la comunidad educativa están satisfechos? o ¿a que posee una gran infraestructura? No siempre hablar de calidad es la conjugación de todos estos elementos en uno. Pero antes de continuar veamos cuál es el origen del término. La palabra “calidad” proviene del latín
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Si un experto, político o líder social dijera “queremos una educación de calidad”, nadie osaría decir estoy en contra de lo que este señor plantea; pero debiera surgir la pregunta ¿de qué calidad estamos hablando?
“qualitas” (cualidad). Según el diccionario de la Real Academia Española puede definirse como: “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”. Desde la filosofía, para Aristóteles era “una categoría o aquello en virtud de lo cual se dice de algo que es tal y cual”. Definiciones de calidad hay tantas, como autores escriben sobre el tema. Hay muchas frases cortas entre las que elegir, pero la frase corta suele ser una trampa. En general, no se conoce ninguna definición breve que traiga como consecuencia un acuerdo real: no se puede planificar la calidad o incluso evaluarla a menos que nos pongamos de acuerdo, en lo que quiere decir la calidad. Muchas de las definiciones que se dan de calidad no convergen con la esencia de un proceso educativo; así por ejemplo, para algunos calidad es: “El conjunto de todas las propiedades y características de un producto/ servicio que son apropiadas para cumplir las exigencias del mercado al que va destinado”, otros la ven desde la satisfacción del “cliente”, es así como plantean que la calidad tiene un componente básico en la percepción que tienen los clientes, en función de lo que esperan. La satisfacción del cliente se puede definir como la diferencia entre las expectativas y la percepción del cliente respecto del producto o servicio. Así, el cliente está satisfecho cuando su percepción del servicio o producto coincide o supera sus expectativas. Estos son intentos por acercarnos a comprender y ponernos de acuerdo respecto del concepto de la calidad de la educación, pero no permiten una visión integral del proceso educativo y desentienden la educación con su principal fin: la formación integral de la persona. Frente a esta situación, pareciera preferible que cada organización cree su propia definición en la que orientarse. Sin embargo, si como sociedad vislumbramos la persona que se requiere formar se hace necesario tener una concepción común en torno a la calidad que debiera tener la educación para lograr esto. El problema de las múltiples definiciones de calidad de la educación se ve amplificado por una diversidad respecto de las concepciones en torno a
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la calidad. Podemos entonces tener diferencias intra e interconcepciones lo que hace aún más compleja la tarea de alcanzar una definición común. Pero -como decíamos- para cualquier persona será muy útil descifrar cuál es la concepción desde la cual se habla de calidad de la educación. Sólo para puntualizar esto, Harvey hace varios años identificó un número importante de concepciones de calidad, dentro de las que podemos mencionar: calidad “excepcional”, calidad y “excelencia”, calidad “económica”, calidad contextualizada, calidad como control, calidad como transformación, calidad como mejoramiento, calidad como habilitación (“empowerment”), calidad como transformación crítica, calidad y gestión. Hacia una medición de la calidad de la educación Para evaluar la calidad de la educación se requieren modelos que sean coherentes con la concepción de calidad que se ha planteado previamente. Según Tiana y Santángelo (1996), generalmente se suelen considerar cuatro modelos distintos de evaluación que, a decir verdad, se corresponden con cuatro posibles funciones. Estos cuatro modelos no se encuentran reflejados en estado puro en ningún país. Los modelos son: el Descriptivo, el Analítico, el Normativo y el Experimental. Pero no teoricemos mucho y veamos qué ocurre en Chile con este tema. En nuestro país, y en particular en nuestra educación básica y media, casi con una mirada reduccionista del término se ha asimilado el concepto de calidad básicamente a los resultados en evaluaciones internas (SIMCE) y otras internacionales (TIMMS, PISA), y no hemos sido capaces, todos los agentes educativos, de tener una mirada más amplia y de comprender el fenómeno en toda su magnitud, de ver su carácter multivariado y de cómo se relaciona con otras dimensiones del ámbito social y político de la nación. Por ejemplo, somos uno de los dos países en el mundo con mayor segregación escolar (índice de Duncan). ¿No es este un indicador contrario a una educación de calidad? Pienso que sí y que hay otros indicadores que debieran tenerse en cuenta como el cumplimiento del Proyecto Educativo que cada establecimiento educacional plantea declarando explícitamente su filosofía educativa. Pese a todo, como país, estamos haciendo muchos esfuerzos por mejorar la calidad de la educación, asegurarla, evaluarla. Sin embargo, existen tantos deseos y tanta energías invertidas, que dichos esfuerzos están demasiados
“La evaluación de la calidad se constituye como un suceso más que un proceso (todos esperamos cada año en octubre su aplicación y luego la publicación de sus resultados) y, por último, se evalúa más el producto que el proceso.
dispersos y sin un eje político articulador que permita evitar redundancias y traslapes de gestiones y de programas e identificar claramente los entes educativos responsables de la calidad, sobre los cuales deberían establecerse las dimensiones e indicadores para verificar los progresos. Específicamente, todo esto trasunta en confusiones acerca de la evaluación de la calidad. En este sentido, hay claridad en que evaluar la calidad obliga a ver más allá del aprendizaje, pero ¿qué aprendizaje?. El reducccionismo nos hace mirar casi exclusivamente lo conceptual y qué pasa con el saber hacer (procedimental) y el saber ser (actitudinal). Siguiendo con este reduccionismo la opinión pública tiene como principales y únicos referentes de la calidad de la educación el SIMCE y la PSU, ¿qué pasa con los principios y valores que se declaran en los proyectos educativos y se intentan desarrollar en los procesos formativos de nuestras escuelas, liceos y colegios?. Por si faltara algo -y aunque esto no sea responsabilidad de las pruebas mismas-, el tratamiento comunicacional de los resultados de estas evaluaciones genera más problemas que soluciones. Así por ejemplo, respecto del SIMCE se tiene que: el sistema y sus resultados son vanalizados por la prensa en general (ranking y comparaciones odiosas), lo que lleva a una desorientación de las metas últimas de la educación en nuestro país. La lista sigue, las comparaciones se hacen entre establecimientos, ¿para qué? si las que realmente apuntan al mejoramiento debieran hacerse intraestablecimiento: importa más la brecha del propio establecimiento educacional con sus metas y no las de éste con otros. Por otro lado, no se puede determinar el aporte concreto (“valor agregado”) que cada establecimiento hace a sus estudiantes, no se explicita claramente el mejoramiento. En suma, la evaluación de la calidad se constituye como un suceso más que un proceso (todos esperamos cada año en octubre su aplicación y luego la publicación de sus resultados) y, por último, se evalúa más el producto que el proceso. Para terminar sólo un consejo: debemos estar atentos y tener cuidado cuando hablemos o escuchemos hablar de calidad de la educación, pues perfectamente podríamos estar autoengañándonos o ser engañados. M
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ENSAYO
Financiamiento: elementos para un debate Andrés Ulloa Oliva Facultad Ciencias Económicas y Administrativas UCSC
El sistema de financiamiento, no decisivo en los resultados que se puedan obtener. La evidencia empírica muestra que existen casos de éxito en educación con sistemas de financiamiento y gestión centralizados como es el caso de Finlandia o Singapur o con sistemas más descentralizados como es el caso de Holanda o Inglaterra.
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o cabe duda, y así lo han reconocido sistemáticamente nuestros gobernantes, que la educación es uno de los pilares fundamentales en que se apoya el desarrollo económico, político y social de nuestro país. Sin embargo, a pesar de las profundas reformas de nuestro sistema educativo, en los últimos 30 años aún no hay un consenso respecto al sistema que nos debe regir. Pero no es solo una falta de acuerdos, lo que se observa es más profundo, es más bien una tremenda confusión, especialmente en la clase dirigente y en los grupos de presión conformados por estudiantes y profesores. Uno de los temas que más ha sido debatido en los últimos años es el del financiamiento de la educación primaria, secundaria y terciaria. Al grito de la “gratuidad” se busca cambiar uno de los elementos angulares del sistema de educación
chileno. Como es sabido nuestro país tiene un sistema de financiamiento mixto con una fuerte preponderancia de los recursos públicos a nivel primario y secundario y con una mayor participación privada a nivel de la educación superior. Dado el tremendo impacto que tiene la educación sobre el bienestar del país, el Estado tiene como deber ineludible lograr que esta alcance a todos los estratos socioeconómicos en cantidad y calidad suficientes para los distintos estadios de desarrollo. En este sentido, su provisión adecuada en forma efectiva y eficiente pasa a ser fundamental. Efectiva, en el sentido de lograr altos estándares educacionales, y eficiente, en el sentido de hacerlo a un costo razonable, pensando en las otras importantes prioridades que tiene el país tales como salud, seguridad, vivienda o pobreza.
De allí, entonces que se establezca que la educación es una especie de “bien público” que genera externalidades positivas no solo a quien impacta directamente, sino también a quienes interactúan con él y cuyos beneficios no pueden ser totalmente apropiados por los incumbentes. Además, la educación tiene un gran impacto en la movilidad social, en la reducción de la pobreza y en la búsqueda de la equidad. Todos estos factores justifican claramente la intervención pública en la provisión de este servicio y en esto existe pleno consenso. Sin embargo, la forma de la intervención está en el debate, con fuertes discrepancias, a menudo marcadas por argumentos ideológicos. Para algunos, el Estado debería tener un rol preponderante en la definición de políticas, en el financiamiento y en la gestión de las instituciones educaciones. En el caso más extremo, el Estado debiese encargarse totalmente de la provisión de este servicio o al menos tener un muy fuerte control centralizado del mismo. Para otros, el rol público está orientado a la definición de los lineamientos generales, el financiamiento para quienes no puedan pagar y la gestión directa de establecimientos educacionales solo en aquellos lugares donde el mercado no pueda o no quiera participar. La experiencia internacional no es concluyente, se pueden encontrar notables casos de éxito como también de muy bajo desempeño, en ambos tipos de sistemas. Por lo que no es difícil concluir que la clave no está en el modelo imperante. En Chile, el sistema de educación está más cercano a una visión de mercado, donde el Estado ha cumplido un rol de definición de políticas, un financiamiento mixto con fuerte participación del mercado en la provisión de la educación y con una gestión descentralizada
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y con poco control central. Los resultados de este modelo muestran una fuerte expansión de la cobertura a todo nivel, pero una calidad que se ha puesto en discusión. A pesar de esto, Chile ha sido el país latinoamericano que mejores resultados ha tenido en la prueba Pisa, de la OECD, aún cuando éstos, están bajo el promedio de los países que rinden esta prueba. En los modelos con una fuerte importancia del mercado, a menudo se usa el sistema de subvenciones o “voucher” donde se entrega al estudiante o al colegio que lo acoge, la subvención estatal, y los padres eligen el colegio, posibilitando con ello la libertad de elección. En Chile este modelo está fuertemente arraigado y convive con colegios estatales. Ha tenido muy buenos resultados en cobertura pero discutidos en calidad. Otros países como Colombia, Holanda, Inglaterra y algunos estados en Estados Unidos también lo aplican, pero su uso no está tan fuertemente extendido como en Chile. En los modelos más centralizados como en la mayoría de los países europeos, asiáticos y latinoamericanos el Estado gestiona directamente la gran mayoría de los establecimientos educacionales con algunos pocos colegios privados. El sistema, en general, es costoso y sus resultados no siempre son buenos, por lo cual también está siendo debatido y sus detractores están realizando reformas y mirando modelos más descentralizados como el chileno. El talón de Aquiles del modelo chileno, sin lugar a dudas, ha sido la fuerte inequidad existente en los resultados, los que reproducen casi idénticamente la mala distribución de ingresos imperante en el país, que es además una las peores a nivel mundial. Esta fuerte inequidad ha sido uno de los elementos que ha relevado el tema del financiamiento al centro del debate, ello a pesar que los estudios internacionales y los análisis comparados muestran fuerte evidencia que los resultados en educación no dependen mucho ni de los recursos, ni de la institucionalidad vigente, sino que fundamentalmente de lo que ocurre en la sala de clases. Por ejemplo, un estudio de Mckenzi mostraba que la clave en el rendimiento escolar son los profesores. Sendos estudios realizados por el Banco Mundial y la OCDE confirman estos hallazgos. Hay muchos ejemplos de profesores, que en lugares de difícil acceso y con alumnos de mermada condición socioeconómica, logran resultados extraordinarios, en base a organización, dedicación y esfuerzo.
El talón de Aquiles del modelo educacional chileno, sin lugar a dudas, ha sido la fuerte inequidad existente en los resultados, los que reproducen casi idénticamente la mala distribución de ingresos imperante en el país, que es además una las peores a nivel mundial. Mirada/20
El sistema de financiamiento, no es por lo tanto decisivo en los resultados que se puedan obtener. La evidencia empírica muestra que existen casos de éxito en educación con sistemas de financiamiento y gestión centralizados como es el caso de Finlandia o Singapur o con sistemas más descentralizados como es el caso de Holanda o Inglaterra. Asimismo, existen ejemplos donde se han gastado muchos recursos por estudiante pero los resultados han caído sistemáticamente como es el caso de Francia, Australia, Nueva Zelandia y Suecia. Los casos de éxito, sin embargo, no tienen las dificultades del caso chileno, en el cual la mala distribución del ingreso ha sido una de las causantes fundamentales del bajo rendimiento que tienen la mayoría de los colegios del país y que conlleva malos resultados en la pruebas de entrada a la educación superior, malos estudiantes y posiblemente peores profesionales. Esto último ha sido la lápida al sistema, ya que la fuerte cobertura en educación terciaría que se ha logrado en los últimos años ha venido de la mano por una fuerte competencia de las instituciones de educación superior por atraer más estudiantes, la mayoría con pobres resultados académicos. Por lo tanto, aún cuando el sistema de financiamiento no sea de vital importancia para el éxito del proceso, sí lo es su distribución. En efecto, los casos de éxito en materia educacional nos muestran que la distribución de recursos es muy importante. En aquellos países, que han superado el problema de cobertura, una parte importante de los recursos se dirigen hacia el cuerpo de profesores, quienes tienen salarios comparables con otros profesionales y una carrera docente muy valorada y respetada por la sociedad y por los mismos estudiantes. Pero también el financiamiento es muy importante en términos de lograr la equidad en el sistema. Los estudiantes con menores recursos económicos son los que normalmente tienen mayores carencias y presentan los más bajos rendimientos. Por lo cual es más costoso, a todo nivel, mejorar sus resultados. Ello implica aumentar el gasto en aquellos individuos más vulnerables que requieren una mayor atención en el proceso en todos los niveles educacionales. A pesar de que en Chile el sistema de financiamiento ha sido un tema de fuerte debate, la evidencia internacional no muestra claridad de un sistema respecto al otro. Los temas más relevantes que debieran estar en la discusión guardan relación a cómo el sistema de financiamiento puede reducir las inequidades, cómo se puede utilizar éste para mejorar la calidad de la educación especialmente en colegios con estudiantes de mayores carencias, a cómo se promueve una mejor carrera docente con buenos profesores, motivados y bien remunerados, o cómo se ponen los incentivos correctos para gestionar mejor los colegios ya sean privados, públicos o subvencionados. M
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Juan José Ugarte, ex jefe de la División Superior del Mineduc
“Un estudiante con mérito no puede quedar fuera de la educación superior” Érico Soto M.
En el Ministerio de Educación los ojos están puestos especialmente en el funcionamiento de la Enseñanza Superior. Días antes de abandonar su cargo, Juan José Ugarte se refirió a las prioridades que se deben tener en consideración para que la reforma otorgue los resultados esperados.
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rquitecto de profesión, Juan José Ugarte Gurruchaga se desempeñó durante tres años como jefe de la División de Educación Superior del Mineduc. Luego de asumir labores como vicerrector académico, decano y docente de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica, la renunciada autoridad ministerial debió lidiar en una de las carteras más agitadas del actual gobierno. Autor de múltiples publicaciones en revistas nacionales e internacionales de obras construidas y proyectos, su visión del futuro de la educación es mucho más inclusiva y defiende el trabajo realizado en los últimos años. Destaca el desarrollo universitario en regiones, con dedicación especial al aporte que la UCSC realiza en la Provincia de Arauco. -¿Cómo evalúa la situación actual de la Educación Superior chilena? -Por muchos años la educación superior chilena se concentró en la necesidad de mejorar el acceso, sobre todo para los estudiantes provenientes de familias de menores recursos. Así, hoy más de un millón de alumnos se encuentran cursando una carrera en alguna institución de educación superior. Sin embargo, como gobierno hemos reconocido que acompañado de este mayor acceso, debe necesariamente ir de la mano la mejora continua de la calidad y un mayor acceso al financiamiento. Sobre esto último, hemos aumentado significativamente el número de becas y reformulado los sistemas de crédito estudiantil. El reconocimiento de que era necesario balancear mejor la distribución de la carga financiera entre las familias y el Estado ha llevado a un importante incremento de recursos públicos que reciben las instituciones de educación superior. También nos hemos preocupado de la calidad y es por eso que en enero de este año presentamos un proyecto de ley que transforma el sistema de acreditación actual y lo deja a cargo de una agencia estatal cuyos representantes serán elegidos por el sistema de Alta Dirección Pública.
“Estos proyectos (los de la UCSC) concuerdan con la política pública de fomento para la formación técnico profesional, inclusión de sectores vulnerables y formación articulada entre formación técnica y universitaria”.
-¿Qué proyectos destaca por intentar mejorar la calidad del sistema Educación superior? -Están el Proyecto de ley que crea la nueva Agencia Nacional de Acreditación: busca velar por la calidad de las carreras y las universidades que la imparten. La acreditación será obligatoria y sus integrantes van a ser elegidos por el sistema de Alta Dirección Pública, que tendrán que ser aprobados por el Senado. También el Proyecto de ley que crea Superintendencia de Educación Superior, en el que se podrá exigir a los distintos planteles sus estados financieros auditados, fiscalizará el cumplimiento de la norma que regula las operaciones entre las instituciones de educación superior y personas relacionadas, y mantendrá un registro público de socios o miembros y directivos de éstas. También está la publicación de los estados financieros de las instituciones de educación superior. Se realizó por primera vez y busca conocer la realidad de la educación superior del país. -¿Frente a las críticas, cómo se ha reaccionado? -Como gobierno las críticas las hemos respondido a través de acciones y proyectos que buscan mejorar la calidad, el financiamiento y el acceso a la educación superior. Nuestro foco han sido siempre los jóvenes y sus familias y en ellos hemos puesto nuestros esfuerzos, para que nunca un estudiante con mérito quede fuera de la educación superior por falta de financiamiento.
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-¿Qué recomendaciones hace a los jóvenes que acceden a la educación superior, en torno a beneficios y elección de universidades?. -Los jóvenes deben fijarse en la acreditación de la institución y la carrera. Mientras más años de acreditación tenga la institución y la carrera, mejor. Actualmente para obtener beneficios como becas y créditos es fundamental que las instituciones cuenten con acreditación. También deben considerar la duración de la carrera que quieren seguir, la empleabilidad, los ingresos que puede reportarles y la calidad académica de los profesores de la institución a la que ingresarán, verificando si cuentan con magíster o doctorados. Toda esta información pueden encontrarla en la página mifuturo.cl y puede ser muy importante a la hora de elegir. Credibilidad y desarrollo regional -¿Cuánto perdió la validez del sistema de acreditación de universidades? -Creemos que es un sistema que debe cambiarse y es por eso que hace más de un año estamos trabajando en una reforma, y en enero presentamos un proyecto de ley que viene a corregir las importantes falencias que tiene el sistema. Para resolver los posibles conflictos de interés, propusimos que los comisionados sean elegidos por alta dirección pública. Además las instituciones que no se acrediten sus títulos no serán reconocidos por el Estado y los planteles podrán o no acreditarse. -¿Cómo ha visto el desarrollo de universidades en regiones? -Como ministerio estamos preocupados de impulsar la educación en regiones y es por eso que estamos destinando importantes recursos para potenciar a las instituciones de educación superior que están realizando proyecto e innovaciones. Para este año entregaremos $7.960 mil millones para los siete Convenios de Desempeño en regiones, dos de ellos ubicados en la VIII región. -En particular, en la Región del Bío Bío: ¿Qué trabajo se realizó post terremoto? -El Ministerio de Educación, en su plan de plan de reconstrucción 2010 financió la recuperación de infraestructura en la Universidad del Bío Bío, la
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“Los jóvenes deben fijarse en la acreditación de la institución y la carrera. Mientras más años de acreditación tenga la institución y la carrera, mejor. Actualmente para obtener beneficios como becas y créditos es fundamental que las instituciones cuenten con acreditación”. Universidad de Concepción, la Universidad Católica de la Santísima Concepción y el Instituto Profesional Virginio Gómez. El 2011, el Ministerio realizó un concurso para el sistema de educación superior para instituciones ubicadas en las zonas afectadas por el terremoto. Como resultado de esto, 11 proyectos fueron adjudicados. El monto total empleado para la reconstrucción de infraestructura y recuperación de equipamiento, en ambos años, fue de MM$ 5.200. -¿Qué valor posee el trabajo local que realiza la UCSC, y por ejemplo, su presencia en la Provincia de Arauco? -La UCSC tiene una sede de su Instituto Tecnológico en Cañete, que imparte Ingenierías de Ejecución y Carreras Técnicas Universitarias. Además, la Universidad cuenta con 2 proyectos financiados por el Ministerio a través del programa MECESUP, uno para la Carrera de Técnico Universitario en Enfermería y otro para la Carrera Técnico Universitario en Educación de Párvulos, que se ejecuta en esta sede. Ambas iniciativas son resultado del concurso FIAC 2008. Hay una escasa oferta educacional en esta Provincia, por lo que toda iniciativa favorezca el acceso a una educación superior de calidad es un servicio a los habitantes de la zona, además de una responsabilidad social. Entiendo que la USCS, a través de los proyectos adjudicados y financiados por el Ministerio, está trabajando en esta línea, diversificando la oferta educacional en Arauco. Estos proyectos concuerdan con la política pública de fomento para la formación técnico profesional, inclusión de sectores vulnerables y formación articulada entre formación técnica y universitaria. M
Aprendiendo Contigo
RESEÑA DE LIBROS
Autores: Sandra Racionero, Sara Ortega, Rocío García y Ramón Flecha Año: 2012 Hipatía Editorial, Barcelona Aprendiendo contigo es un libro que a partir del encuentro dialógico entre los fundamentos de la literatura científica internacional con las experiencias cotidianas que viven escolares y sus familias que sufren una serie de discriminación y segregación en las escuelas, construyen siete principios que permiten organizar el aula y diferentes espacios escolares y sociales que superan tales dificultades. Estos principios son presentados a modo de relato a partir de la experiencia personal de sujetos que han ido vivenciando transformaciones de sus dificultades y, al mismo tiempo, fundamentados desde el conocimiento científico por parte de sus autores. Los principios que organizan toda la acción transformadora son diálogo igualitario, inteligencia cultural, transformación, dimensión instrumental, creación de sentido, solidaridad e igualdad de diferencia, principios en torno a los cuales se muestra magistralmente el encuentro intersubjetivo que se produce entre el aporte de saberes oficiales y de saberes dados por la experiencia vivida de sujetos situados expresamente en interacciones sociales dirigidas a romper sus dificultades. Este libro se constituye en un referente obligado para toda la pedagogía contemporánea, puesto que remueve las bases oficiales de los modelos clásicos del aprendizaje aportados por la psicología de la educación y la moviliza hacia lo que podríamos llamar un modelo sociológico del aprendizaje denominado aprendizaje dialógico, hoy ausente tanto en procesos de formación como de desempeño de profesores. Este modelo dialógico del aprendizaje viene a ofrecer verdaderas posibilidades para repensar la pedagogía que se desarrolla en los múltiples contextos de alta vulnerabilidad del sistema educativo chileno y que actualmente se encuentra entrampada en el fracaso escolar. Dra. Donatila Ferrada, Facultad de Educación UCSC
Contexto Mixto de Aprendizaje con Tutoría Virtual: Integración Curricular de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en Formación Inicial Docente (FID) – Chile Autor: Carolina Fuentes Henríquez Año: 2012 Ediciones EAE, Madrid La integración curricular de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) requiere dar cuentas de procesos y funciones que se asocian con cambios sociales y culturales. La prefiguración de nuevos paradigmas educativos se vincula con modalidades mixtas, en las cuales el aprendizaje presencial se complementa con aprendizaje virtual. Estos escenarios educativos, que serán probablemente la escuela del mañana, hoy demandan nuevos roles que apoyen los procesos de enseñanza-aprendizaje. La Tutoría Virtual constituye uno de esos roles emergentes. Las funciones de apoyo pedagógico, tecnológico, social y de gestión son elementos constitutivos que los expertos coinciden en señalar como inherentes a estos nuevos desempeños en educación. El aporte principal se relaciona con la diversidad de contextos de aprendizaje, marcada fuertemente por la utilización de herramientas tecnológicas dentro del proceso educativo. La implementación de una metodología mixta de aprendizaje permite promover la conformación de nuevos contextos de aprendizaje, favoreciendo nuevas formas de enseñar y de aprender. Los alumnos son cada vez más activos dentro de ambientes virtuales de carácter social, lo que permitiría vincular su habilidad en el manejo y control de estos medios de comunicación con sus formas de aprendizaje. Este libro da cuenta de los resultados de una investigación de campo que definió como objeto de estudio las relaciones existentes entre la conformación de contextos mixtos de aprendizaje, las funcionalidades asociadas a la tutoría virtual en Formación Inicial Docente. Dr. Marcelo Careaga, Director de Posgrado UCSC
Educación y conflicto Guía de educación para la convivencia Autor: Xesús R. Jares Año: 2010 Editorial Popular, Urgencias
En este libro editado en España, de 239 páginas y en seis capítulos desarrollados didácticamente, su autor presenta un visión positiva del conflicto, como una oportunidad que se le presenta a la escuela para aprender a convivir y favorecer su desarrollo organizacional educativo. Desde una perspectiva sociocrítica de la pedagogía y la educación sostiene que nuestra cultura ha tenido una visión negativa del conflicto, donde la escuela no se ha librado de dicha percepción sino que incluso la ha fomentado al evitar su resolución o creer que es un problema ajeno a ella y no haber usado el conflicto para generar las sinergias apropiadas. El conflicto es parte de la vida y afecta a todos los ámbitos de la existencia humana, individual o social, por lo que su afrontamiento favorable ha de contribuir a mejorar la convivencia a través del necesario conocimiento y comprensión del conflicto -cuando se presenta-, dilucidar su estructura factual, buscar la resolución alternativa, utilizar las mediaciones y negociaciones que corresponda y fortalecer los valores de convivencia que aseguren el enfoque de la organización en la educación para la convivencia democrática. Finalmente, el libro presenta una serie de ejercicios y casos que ayudan a los docentes y directivos escolares a enfrentar la resolución práctica de conflictos escolares, constituyendo un muy buen material didáctico que ayuda en un área problemática creciente en nuestra sociedad y para lo que estamos muy poco o casi nada preparados. Aladino Araneda, Facultad de Educación UCSC
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OPINIÓN
La importancias del Proyecto Educativo
Luis Flores Matamala Director Escuela “Punta deParra”, Tomé
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l éxito de la escuela Punta de Parra, de Tomé, se debe a que contamos con un con un Proyecto Educativo pertinente a las necesidades y distintas realidades de nuestros alumnos/as, siendo atendidos en forma clara, eficaz y eficiente para alcanzar los objetivos de aprendizaje que han sido planificados de manera clara y propuestos por la comunidad escolar. En nuestra unidad educativa se trabaja bajo una mirada estricta, disciplinada y efectiva entre los objetivos y los resultados que deseamos lograr, contando con el tiempo necesario para ello y con la calidad durante la entrega de los objetivos de aprendizaje. La vialidad de nuestro proyecto es algo muy importante; se estudian acuciosamente las acciones y las metas que se quieren llevar a cabo con cada uno de los agentes que intervienen en el desarrollo de este PEI (profesores, UTP, directivos) y que estas acciones y metas sean sostenibles en el tiempo, para una vez finalizado sean verificables y evaluables en su puesta en marcha. Es imprescindible que este PEI sea creado en favor de nuestros beneficiarios, nuestros alumnos, para quienes elaboramos las acciones a seguir, logrando eficacia en el momento que evaluamos el grado en que hemos al-
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canzado nuestros objetivos, habiendo cumplido con los tiempos propuestos y la eficiencia cuando comparamos los resultados obtenidos con los recursos que hemos invertido para ello. Resultados versus recursos. Todo PEI debe contar con los siguientes requerimientos para que sea exitoso y procure la conclusión de sus metas: - Creación eficaz. Sistema eficiente de monitoreo, evaluación y control de los recursos invertidos y utilizados para el logro de las metas. - Se analizan la FODA, con todos los integrantes de la comunidad escolar y se fijan los objetivos y metas que permitan entregar una educación de calidad. - Por ejemplo, los grandes avances en el Simce, porque todos los actores educativos se han comprometido con el proceso E-A, se utilizan las Tics en el aula, se trabaja en equipo en el proceso E-A, la reflexión en las prácticas pedagógica es fundamental al momento de mejorar los aprendizajes de los alumnos, con el objetivo de monitorear para retroalimentar el quehacer docente. Los talleres JECD tienen un fin pedagógico y se estructuran de acuerdos a los nudos críticos y a las metas de aprendizajes propuestos, se evalúa con el modelo Simce. Se socializa cada evaluación con sus remédiales a los ítems más bajo. Gestión directiva centrada en lo pedagógico.
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