VIDA
Marzo 6 de 2014
UDES
Revista de la Dirección de Comunicaciones Edición digital No. 01—Septiembre 2014
“Ningún gobierno ha entendido realmente el tema de la ciencia y la tecnología” Jaime Restrepo Cuartas
Contenido Editorial
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“Ningún gobierno ha entendido realmente el tema de la ciencia y la tecnología” Jaime Restrepo Cuartas
La seguridad del paciente
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Piedad Cecilia Serpa Pérez
Entre las sequias y las inundaciones
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Claudia Fernanda García Henao
Aquellas palabras que
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nunca volverán Claudia Fernanda García Henao
UDES y Medicina Legal
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Trabajando de la mano Jhon Delgado
Anastassia Espinel, historiadora y escritora Claudia Fernanda García Henao
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Editorial LA PLAZA PÚBLICA: Hemos visto que ha estado muy activo últimamente opinando sobre Colciencias, y en general no ha ocultado su descontento frente al manejo que el gobierno actual ha dado al sector de ciencia, tecnología e innovación. ¿Cuál es su principal preocupación en este tema?
Por considerarlo de interés colectivo, reproducimos la entrevista hecha por el portal "La plaza pública" a nuestro rector, Jaime Restrepo Cuartas. Jaime Restrepo Cuartas es una de las figuras públicas más activas en las discusiones sobre los problemas del sector de ciencia, tecnología e innovación en el país. Fue rector de la Universidad de Antioquia, Representante a la Cámara y el primer director de Colciencias del gobierno Santos. Renunció en medio de la discusión sobre el presupuesto de la entidad. Actualmente es rector de la Universidad de Santander.
JAIME RESTREPO CUARTAS: Yo estoy tratando de hacer una cruzada alrededor de la ciencia porque el país nunca le ha prestado realmente atención a la ciencia y la tecnología, al desarrollo de unas políticas y sobre todo a su financiación. Yo estuve muy ilusionado con el comienzo del gobierno del presidente Santos, hace cuatro años, porque él en su discurso dijo que iba a estar muy interesado en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y que iba a buscar que el 10% del sistema legal de regalías se destinara a este propósito. Uno de los problemas más graves en el país no es que no haya habido políticas, políticas las hay, teóricas, sino que nunca ha habido recursos para la investigación y el desarrollo a partir de la investigación, entonces uno quedó con la esperanza. Yo había sacado la Ley de Ciencia y Tecnología en coautoría con la doctora Marta Lucía Ramírez, en el año 2009 se sancionó la ley y no pudimos conseguir recursos; ahí diseñamos las políticas, se le dio un empuje a Colciencias creando el Departamento Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Para mí fue muy afortunado que me nombraran director de Colciencias después de sacar la ley porque podía desarrollar ese proceso de cumplimiento de la norma, ya lo había iniciado Francisco Miranda en Colciencias, que fue el director cuando salió la ley. Realmente nosotros empezamos ese proceso, un proceso con el que se diseñó y se creó una unidad de regionalización de la ciencia, participamos en el diseño de la reforma constitucional 05 del 2011 que creaba lo del Fondo Nacional de Regalías y el 10% para ciencia y tecnología, y luego participamos también en el diseño de la Ley 1530 del 2011 que reglamenta la reforma constitucional. Desafortunadamente la participación de Colciencias y la mía fue secundaria en la ley 1530, no fue con mucha participación porque ni el Ministerio de Hacienda, ni la Dirección Nacional de Planeación, nos dieron el liderazgo necesario.
cumplió, que el país desarrollara al máximo la formación doctoral y eso no se cumplió, de tal manera que era como una tarea vigente.
La PP: Hay un tema bastante interesante, sobre todo en la coyuntura actual del país y es que en el discurso que dio el Presidente el pasado 20 de julio no se mencionó la palabra ciencia por ninguna parte y que en la prioridad de la agenda está el asunto de la paz. Pareciera entonces que en Colombia no está muy claro, en el debate público, cuál es el papel de la ciencia en una sociedad, ¿usted cómo lo ha podido plasmar para el caso colombiano?, ¿a qué se debe esto?
J.R.C.: Porque no lo entienden. Yo no he conocido ningún gobierno que haya entendido realmente el tema de la ciencia y la tecnología y el papel que pueden jugar en el desarrollo del país, tanto en el desarrollo económico como en el desarrollo social. El presidente Gaviria, en su momento, pareció interesarse en el tema científico y en su gobierno se estableció lo que fue la comisión denominada “de sabios”, que fue una comisión que diseñó unas propuestas de investigación para el país, y allí estuvieron los principales científicos en su momento, allí estuvo Rodolfo Llinas, Elkin Patarroyo, Eduardo Posada, estuvo incluso García Márquez que jugó un papel de redacción muy interesante y muy importante en el informe de esa comisión, pero después eso se olvidó, se olvidó por el mismo gobierno del presidente Gaviria y por los demás gobiernos, y las metas que se establecieron en esa misión de ciencia y tecnología para el desarrollo, no se cumplieron. Estaba estimado que para el año 2000 que el país tuviera por lo menos un 1% del PIB destinado a ciencia y tecnología, y eso no se
Después nosotros logramos la Ley 1286 del 2009 de ciencia y tecnología y esa ley pues nos daba como una medio esperanza, pero no pudimos conseguir recursos y yo creo que en una buena medida los recursos no se lograron porque estalló la crisis económica mundial del 2008 que hizo que el PIB del país bajara mucho. En Colombia la crisis no fue tan grave como en Europa y Estados Unidos, pero si fue lo suficientemente grave para que le diera miedo al Ministro de Hacienda en su momento y al Presidente, para establecer unas partidas espePor Juan ciales y específicas paraGabriel ciencia yVillamizar tecnología. Cuando sube el presidente Santos, que habíamos tenido conversaciones previas alrededor del tema, queda pendiente la tarea de darle recursos y aparece lo de regalías como una acción muy interesante porque nos permitiría pasar del 0.18 del PIB, por lo menos al 0.5, si se cumpliera, pero resulta que en la reforma constitucional no se le dio a Colciencias el protagonismo que necesitaba, que era que los recursos de ciencias y tecnología los manejaba Colciencias y después en la Ley 1530 se desvirtuó, por los acuerdos con gobernadores, la no participación de Colciencias en las discusiones, el que no nos aceptaran las propuestas que estábamos haciendo, entonces se tergiversó la reforma constitucional y se le empezó a dar mucho protagonismo, no a las regiones, porque las regiones lo necesitaban, sino a los gobernadores.
J.R.C.: Es muy difícil que se pueda hacer inversión en ciencia y tecnología porque los resultados no son a corto plazo sino a mediano plazo, entonces la empresa privada nunca está interesada en invertir en ciencia y tecnología a mediano o a largo plazo, sino que tiene que ser a corto plazo y el Estado debería preocuparse por las inversiones que generan desarrollo a mediano y a largo plazo. ¿por qué no se le pone atención en el país a la atención integral de la primera infancia y acabar con la desnutrición infantil? porque los resultados de la atención a la primera infancia para corregir los problemas educativos de base, se resuelven es a mediano y largo plazo porque se necesita esperar por lo menos diez años de una política para que los niños tengan un cerebro desarrollado y se pueda mejorar la calidad de la educación, entonces el gobierno no invierte en el mediano plazo, debería invertir en el largo plazo para poder generar un desarrollo por ejemplo en calidad de la educación, y lo mismo es con ciencia y tecnología, invertir en ciencia y tecnología es generar la posibilidad de que la investigación ayude a resolver problemas a mediano y largo plazo. Otra cosa es el tema de la innovación y la transferencia tecnológica que sí son de corto plazo, entonces la ley de regalías pudiera haber servido mucho para que nosotros lográramos inversión a corto y a mediano plazo. Las propuestas de investigación a corto plazo se dan con la innovación y con la transferencia tecnológica de lo que exista, tanto de otros países como nuestra, y está muy bien que haya que invertir en innovación y en transferencia tecnológica que da resultados a corto plazo, por eso la ley que se sacó no fue una ley de tecnología como la Ley 29 de 1990 sino una ley de ciencia, tecnología e innovación para que pudiéramos combinar los resultados de investigación a corto y mediano plazo con los resultados de investigación a largo plazo. Cuando la reforma constitucional planteaba que las regalías debían utilizarse para resolver los problemas que el país tenía, nosotros no nos opusimos a eso, dijimos que era muy bueno porque el presupuesto de Colciencias se podría invertir en ciencia y tecnología a mediano y largo plazo, y los recursos de regalías se podrían invertir en desarrollos a corto y mediano plazo y con esto hablo yo de que sean resultados a un año, a dos años o hasta diez años, porque una inversión de innovación y desarrollo tecnológico en diez años tampoco es de muy largo plazo, entonces ahí pensábamos que se combinaran y que las regalías no llevaran si quiera al 0.5% del PIB.
¿Qué ha pasado con las regalías?, que se le dio tanto protagonismo a los gobernadores que hoy en día están prácticamente tomando las decisiones en las regiones sobre cuáles son los proyectos que van a llevar a cabo, donde Colciencias tiene participación, y los gobernadores están invirtiendo en proyectos de infraestructura que no son de ciencia y tecnología, entonces ha habido incluso casos tan graves como los de proponer proyectos de construcción de carreteras, edificios, de ciertas actividades que no son de ciencia y tecnología y que no tienen tampoco transferencia tecnológica, porque si uno como resultado de una innovación plateara un proyecto que va a dar resultados a muy corto plazo, pues eso es aceptable dentro de los proyectos de regalías, pero tergiversar y empezar a meter proyectos de infraestructura, como compra de computadores para educar gente, o hacer edificios para generar desarrollos o construir carreteras o incluso introducir redes, es decir, crear redes en las regiones para fortalecer las tecnologías de información y comunicación, eso está muy bien, son desarrollos que le sirven a la ciencia, pero no son de ciencia y tecnología. Entonces esa tergiversación le ha hecho mucho daño a los proyectos de regalías, por eso es necesario hacer una cruzada para que se reorienten nuevamente los proyectos de ciencia y tecnología que se presentan en regalías. La PP: Es decir, si le entiendo bien, ¿este modelo que ha planteado Juan Manuel Santos de desfinanciar Colciencias y contrarrestar ese efecto por la vía de las regalías termina siendo una posición que termina privilegiando el corto plazo y no un verdadero desarrollo científico tecnológico a largo plazo? J.R.C: Claro, porque acaba con lo que es el desarrollo y el fortalecimiento de las capacidades en ciencia y tecnología que son a mediano y largo plazo. Formar doctores, por ejemplo, es una apuesta de mínimo cinco años, construir un centro de desarrollo tecnológico, así sea con capacidades muy aplicadas en el tema de la agricultura, de la ganadería o en el desarrollo incluso de otras áreas del país, son desarrollos a mediano y largo plazo, no son desarrollos a muy corto plazo, entonces realmente se está privilegiando el desarrollo a muy corto plazo y se está desestimulando en el país el desarrollo propiamente en ciencia y tecnología que requiere formación de doctores y generar capacidades de investigación a través de centros de desarrollo tecnológico o a través de grupos de investigación que requieren equipos y que requieren formación. La PP: Hablando con algunos científicos, es recurrente la queja de la dificultad de tener buenos laboratorios en Colombia, de diferentes áreas, ¿en dónde podría estar el cuello de botella para tener una buena infraestructura de laboratorios en el país y de buenos equipos? J.R.C: Colciencias siempre se ha preocupado por el hecho de que en los proyectos de investigación se puedan incorporar equipos, entonces Colciencias cuando aprueba un proyecto, que es aprobado por pares académicos externos a Colciencias, no aprueba en sí misma la investigación sino también los equipos que se necesitan y el personal que se requiere. Siempre se ha financiado eso porque sino los investigadores nuestros no podrían tener los equipos necesarios. La reducción de los recursos de Colciencias afecta directamente la compra de equipos y la formación del personal que se requiere para hacer investigación, hoy en día por ejemplo, aproximadamente un 70% del presupuesto de Colciencias está destinado a la formación de doctores, entonces el 30% restante es para apoyar proyectos de investigación, si el presupuesto de Colciencias se disminuye entonces no queda nada para investigación.
La PP: ¿Qué reforma se podría plantear puntualmente al asunto de las regalías?, hay muy buenos recursos allí, pero ¿cómo podríamos optimizarlos? J.R.C: Yo creo que hay que incorporar una reforma constitucional que garantice que Colciencias sea la que maneja ese 10% del Sistema General de Regalías y no dejar eso al arbitrio de los gobernadores o de las decisiones del local. Existe un fondo que se llama ‘Francisco José de Caldas’, fue creado por la Ley 1286 del 2009 que permite hacer eso, y que tiene experiencia en el manejo de grandes cantidades, porque la Ley 1286 permite que los recursos se puedan manejar a largo plazo. Usted puede tener en el fondo aprobado para hacer una investigación a cinco años y los recursos del fondo se van sacando de ahí, sin necesidad del tema de vigencias o de vigencias futuras del gobierno. Vigencias es que Colciencias se debe gastar su presupuesto en un año, vigencias futuras es que el gobierno tiene que permitir que los recursos se puedan entregar a más largos años, por ejemplo para formar los doctores, pero el Fondo Francisco José de Caldas no tiene vigencias futuras sino que puede manejar los recursos por cinco o por diez años, eso sería clave en la reforma que se haga. Además debe modificarse la Ley 1530 para modificar su funcionamiento, darle a Colciencias el protagonismo que requiere y además que no se desvíe la contratación de los proyectos hacia la Ley 80, porque los proyectos de ciencia, tecnología e innovación se pueden contratar por ley de ciencia y tecnología pero eso no le interesa a los alcaldes o a los gobernadores, porque ellos prefieren contratar por Ley 80 para amarrar las contrataciones, en cambio la ley de ciencia y tecnología permite que Colciencias sea la que contrate un proyecto de investigación así tenga que comprar equipos o construir un edificio. La PP: Hemos visto una gran inestabilidad, en cuanto a los directores de Colciencias, creo que son cinco en un período de cuatro años, usted fue el primero de ellos, ¿cuál es la razón de la inestabilidad y cómo afecta esto al sector? J.R.C.: Nunca los directores de Colciencias, hasta el presidente Santos, se habían nombrado por consideraciones políticas y no técnicas, los directores habían sido muy estables, en términos generales. El Doctor Fernando Chaparro duró muchos años en Colciencias, la Doctora María del Rosario Guerra duró una buena cantidad de años, el Doctor Francisco Miranda duró también una buena cantidad de años.
Cuando yo llego, a mí puede que me haya nombrado el presidente Santos por alguna consideración política pero yo tenía la experiencia en ciencia y tecnología, es decir, yo no consideré que mi nombramiento fuera por consideraciones políticas sino por consideraciones técnicas. Yo venía de ser rector de la Universidad de Antioquia, había fortalecido mucho la investigación es esa universidad, había sido el autor y ponente de la ley de ciencia y tecnología, había estado de director de un centro de investigaciones en la Corporación para Investigaciones Biológicas. Yo tenía la experiencia necesaria para que me nombraran como un técnico y así lo asumí; pero cuando yo estaba de director, empezó a correr el rumor de que iba a nombrarse en Colciencias una persona del Partido Verde porque al Partido Verde necesitaban meterlo a la coalición, entonces ahí se perdieron los antecedentes del nombramiento y se nombra una persona por consideraciones políticas, esa persona fue Carlos Fonseca y no duró mucho, duró menos de un año, como ocho meses, después nombran a la directora que ocupó el cargo después y porque ella hace una queja sobre el manejo del presupuesto, también la cambian; entonces estuve yo, estuvo Jorge Cano que me reemplazó a mí durante algunos meses, estuvo Carlos Fonseca, estuvo la Doctora Paula Arias y ahora está la Doctora Alicia Ríos, entonces fueron cinco en cuatro años, lo que es una barbaridad, eso no permite que haya coherencia, consistencia en las políticas y que además se esté nombrando gente por consideraciones políticas.
Si el presidente Santos va a seguir con esas consideraciones me parece gravísimo. Yo creo que se debería nombrar una persona de carácter técnico así como se nombra en Planeación Nacional o en el Ministerio de Hacienda, a un presidente no se le ocurriría nombrar a un abogado de ministro de hacienda o nombrar una persona que no tenga experiencia en planeación en Planeación Nacional porque se desdibujan esos cargos que son de consideraciones muy técnicas, a mí me parece que eso fue una grave error. La PP: Su presencia en el Congreso sin duda fue determinante para el sector de ciencia y tecnología, es ponente y finalmente se logra aprobar la ley de ciencia y tecnología, ¿lo volveremos a ver nuevamente en un espacio como este? J.R.C.: Yo pude haberlo hecho ahora y no quise hacerlo, porque yo creo que sí debe haber personas en el Congreso que vengan de la academia y del sector de la investigación pero es un desgaste muy grande porque los niveles de politiquería y de corrupción son demasiado altos, y las consideraciones políticas en el Congreso priman sobre las consideraciones técnicas. Yo logré sacar dos leyes de las cuales me siento muy orgulloso y ojalá puedan salir adelante, que son la ley de atención a la primera infancia y la ley de ciencia y tecnología, ojalá perduren en el tiempos y sean leyes que puedan contribuir al desarrollo del país, y no dudaría en apoyar personas que tengan conocimientos técnicos y científicos para que ocupen un escaño en el Congreso y puedan mantener en cierta manera que estas leyes no se vayan a derogar o a acabar por consideraciones de tipo político, pero yo creo que yo ya no estoy para permanecer en Congreso de la República y por eso no lo acepté para este período, que pude haberlo aceptado porque me lo pidieron.
La seguridad del paciente
Piedad Cecilia Serpa Pérez Md. Profesora Medicina/Coordinadora Gestión Clínica y Seguridad del Paciente
Desde la publicación del libro “Err is Human” en 1999, por el Institute of Medicine de Estados Unidos, y más tarde, en el 2004, con la creación del programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) denominado, “La Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente”, la necesidad de establecer sistemas sanitarios que garanticen la calidad en la prestación de los servicios de salud, se ha convertido en una prioridad en muchos países del mundo, entre los que se destacan España, Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Francia.
Con la declaratoria de los eventos adversos en salud como de interés en salud pública, por la frecuencia, magnitud y trascendencia que producen no solo en el paciente que los sufre, sino en la familia, la sociedad, los profesionales y las instituciones, en términos de mortalidad, discapacidad, costos médicos e indemnizaciones, se han implementado diversas políticas, que contemplan estrategias encaminadas a la mitigación de los principales riesgos a los que están expuestos los pacientes cuando demandan los servicios de salud. Por
La seguridad del paciente, considerada como el conjunto de acciones emprendidas por individuos y organizaciones para proteger a los receptores de la atención sanitaria, responde en la actualidad a un sin número de estrategias basadas en evidencias científicas que van desde recomendaciones en atención a los riesgos más comunes, hasta la implementación de normas y sistemas seguros; tal es el caso del uso de códigos de barras para la identificación de pacientes, el uso de sistemas electrónicos de alarmas, la automatización de procesos claves, procesos de conciliación de medicamentos, uso de listas de chequeo, protocolos de uso adecuado de antibióticos, técnicas y momentos de lavado de manos, entre otros. En esta materia, Colombia ha impulsado la Política de Seguridad del Paciente (2008), liderada por el Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad de la Atención en Salud (Decreto 1011 del 2006), cuyo objetivo es prevenir la ocurrencia de situaciones que afecten la seguridad del paciente, reducir y de ser posible eliminar la ocurrencia de eventos adversos, instando a la formación de instituciones seguras y competitivas internacionalmente.
A pesar de esto, la implementación de dicha política no es suficiente en el propósito de reducir el índice de mortalidad y las graves secuelas que por esta causa sufren miles de pacientes. Es necesario entonces, un mayor compromiso de todos los actores involucrados en la educación, la prestación y el aseguramiento en salud, sobre todo, en la diligencia de acciones y soluciones frente a los principales riesgos y peligros, que la ciencia ha identificado. En materia de educación, la Política Nacional de Seguridad del Paciente, establece cuatro líneas de acción, entre las que se destacan, la promoción en las universidades de la formación y la investigación en seguridad del paciente y las acciones educativas dirigidas al paciente, su familia y la comunidad. En este sentido, la Universidad de Santander, como institución formadora de talento humano en salud, es consciente de la importancia que supone la preservación de la seguridad del paciente, como dimensión clave de la calidad asistencial. Por esto todos los programas de la Facultad de Ciencias de la Salud y, en especial, la Escuela de Medicina, viene afianzando su compromiso incondicional en la formación de profesionales con competencias claras encaminadas a la seguridad del paciente; la malla curricular de medicina así lo evidencia pues desde hace cuatro años, todos los estudiantes deben realizar una rotación en su práctica de internado que incluya el desarrollo de este aspecto.
Y la UDES
¿qué está haciendo? En su constante preocupación por liderar dentro de la comunidad científica la formación en este aspecto, la Universidad de Santander, viene promoviendo la investigación entre los grupos de semilleros en seguridad del paciente, ha desarrollado procesos de inducción de buenas prácticas de atención en salud en los estudiantes que inician su ciclo clínico, acompaña y capacita a personal de salud de instituciones externas, ha establecido convenios internacionales para la investigación y fortalecimiento para el desarrollo de la estrategia de educación contemplada en la política nacional de la seguridad del paciente. Es el caso del convenio establecido con la Fundación Avedis Donabedian para América Latina y más reciente, la creación del Departamento de Gestión Clínica y Seguridad del Paciente, cuyo propósito fundamental es fortalecer la investigación y el trabajo multidisciplinario, la formación y la educación continua en los principales aspectos de la seguridad del paciente, siendo el I Congreso Internacional Universitario de Gestión Clínica y Seguridad del Paciente, el primer evento abierto a las diferentes disciplinas de la salud y actores diversos que en él intervienen, para el desarrollo de una temática útil, actualizada y de gran trascendencia desde lo local a lo internacional. De esta manera, La Universidad, vive la Seguridad del Paciente no como un reto aislado del sistema de salud colombiano, sino también como un desafío para la formación del talento humano quién es el que finalmente tendrá el encargo de la prestación de los servicios de salud a los pacientes, cualquiera que sea el escenario.
Identidad verde
Por Juan Gabriel Villamizar
Foto: El Tiempo
El dilema de Colombia
Entre las sequias y las inundaciones Por Claudia Fernanda García
Colombia es un país de locos, al menos de un clima loco. Así lo afirman quienes no entienden la complejidad del clima en esta zona del planeta, pero que además desconocen las consecuencias causadas por la destrucción de los ecosistemas gracias a la mano del hombre. Por eso, ya es común ver que una semana los medios muestren los estragos de la escasez de agua y las devastadoras sequias y en la siguiente estemos frente a cientos de imágenes y registros de zonas inundadas y catástrofes causadas por las intensas lluvias.
¿Qué le está pasando al clima? La severa devastación de los ecosistemas naturales, el uso irracional del agua y el aumento de los frentes fríos provenientes del Pacífico, hacen que el clima cada vez sea menos previsible y más cambiante. Así lo aseguran expertos medioambientalistas y climatólogos quienes atentos a los constantes cambios del clima, explican de manera científica por qué ante la inminente llegada del fenómeno del niño, ahora nos enfrentamos a los estragos de un invierno constante. Juan David Gutiérrez Torres, PhD y profesor del programa de Ingeniería Ambiental de la UDES, así lo sostiene.
“Hasta hace un mes estábamos ante una probabilidad superior al 75% de que tuviéramos un fenómeno del niño pero si hay algo que caracteriza a la climatología es su carácter incierto y probabilístico; lo que hemos visto durante las últimas semanas es un frente frio en el trópico ecuatorial. Esto significa que la temperatura del mar ha disminuido con respecto a las temperaturas que estábamos observando hasta mediados de julio cuando la temperatura del pacífico se incrementa en aproximadamente un grado o a veces más de un grado centígrado.”
Según el experto la probabilidad de tener en Colombia y en los países ecuatoriales, un fenómeno del niño, depende del enfriamiento de las temperaturas del Océano Pacífico. “Hemos tenido una disminución dramática de las temperaturas en los últimos días, el clima ha estado menos cálido y más nuboso, teniendo como consecuencia numerosas precipitaciones, lo que genera un alivio ante la inminente posibilidad del citado fenómeno climático”. Sin embargo, las posibilidades persisten. “La autoridad a nivel mundial, la Agencia Americana para el Clima y el Océano, junto con la Asociación Meteorológica Internacional, estiman prácticamente de forma semanal que la probabilidad de tener un fenómeno del niño es del 60%. Esa probabilidad se incrementa hasta un 69% para los meses de noviembre, diciembre y febrero; pero como vemos, depende de los cambios en la temperatura de la superficie del Océano Pacifico”, explicó el experto.
“Las sequias en las regiones, no son culpa del clima, sino de la mano irresponsable del hombre”
Fotos: El Tiempo
Hasta fines del siglo XX, Colombia ocupaba el cuarto lugar después de la Unión Soviética, Canadá y Brasil, con mayor volumen de agua por unidad de superficie en el mundo. Fotos: El Tiempo
Fotos: Caracol
El rendimiento hídrico promedio del país era de 60 litros por kilómetro cuadrado, seis veces más que el rendimiento promedio mundial y tres veces más del de Suramérica. Sin embargo, la tala indiscriminada de árboles, la sobreexplotación de los terrenos para la agricultura intensiva, así como la contaminación de lagos y ciénagas, han traído como consecuencia una disminución considerable del volumen y la calidad del agua disponible para el consumo humano. Regiones como la Costa Atlántica, que se han visto afectadas por el aumento en las sequias y en donde hoy es prácticamente imposible abastecer las grandes extensiones de tierra con agua, hace parte del dantesco panorama.
“Los fenómenos del niño y la niña son fenómenos que han estado presentes en el territorio colombiano por miles de años; lo que siempre había sucedido antes de los últimos 50 años, es que aunque estos fenómenos impactaban el país, la capacidad de recuperación era realmente alta debido a que los ecosistemas presentes permitían acumular agua superficial, la cual era liberada lentamente, de tal forma que esto disminuía los efectos causados por estos. Lo que se ve actualmente es que no hay acumulación de aguas, las ciénagas por ejemplo, grandes ecosistemas que ayudaban a la retención del líquido, hoy están seriamente disminuidas y amenazadas”, explica el profesor.
Foto: El Tiempo
“El ecosistema natural de este territorio era el bosque natural seco, el cual ha sido reducido en un 96%, solo queda el 4% de cobertura original “
Foto: El Tiempo De tal manera que no es una coincidencia que la Costa Atlántica sea una de las zonas más afectadas por las sequias de los últimos meses. “El ecosistema natural de este territorio era el bosque natural seco, el cual ha sido reducido en un 96%, solo queda el 4% de cobertura original; es decir el territorio que antes estaba destinado al crecimiento natural de bosques, hoy es una extensa planicie dedicada a la ganadería extensiva, los cultivos y otro tipo de actividades industriales y de ocupación urbana”, afirma Gutiérrez Torres.
La Mesa de los Santos A pesar de la difícil situación que vive la zona de la Mesa de los Santos en Santander, ésta se debe a su ubicación geográfica, más que a la mano del hombre. “Aunque es cierto que este ecosistema ha sido prácticamente devastado para la industria agrícola y turística, la Mesa de los Santos está ubicada en una región conocida como el Valle del Rio Chicamocha, un valle interandino seco el cual se caracteriza por poseer un nivel de precipitaciones muy bajo. Obvio que la tala indiscriminada tampoco ayuda; esto explica la ausencia de agua durante los últimos meses”.
Foto: Vanguardia Liberal
Foto: Vanguardia Liberal “Yo soy muy optimista frente al tema”, afirma Juan David Gutiérrez, “el país ha aprendido una valiosa lección y ya empezamos a ver que estos temas, que anteriormente eran marginales, ahora hacen parte de la agenda pública del gobierno. Tal vez con no la celeridad que quisiéramos, pero si ha dejado de ser parte del discurso de ambientalistas y ecologistas, para convertirse en un tema de interés del Estado. En ese sentido soy optimista. Los gobiernos tienen una responsabilidad muy grande, especialmente a la hora de comunicar las campañas, estrategias y decisiones que se tomen frente al uso racional del agua”.
El Departamento Nacional de Planeación ha confirmado que si cada familia realizara una reducción moderada del 20% en los usos del agua, podrían economizarse cerca de 93 mil millones de litros al año.
Campañas que por ahora solo se han dirigido al grueso de la población con el objetivo de ahorrar el líquido y usarlo de manera racional y adecuada. Sin embargo, aún nos hace falta concientizarnos acerca del uso que el Estado, las comunidades y especialmente, la industria le están dando al suelo, factor número uno en la destrucción de los ecosistemas, vitales para preservación de las fuentes hídricas. Los intereses de la agroindustria, la ganadería extensiva, el turismo indiscriminado, la explotación minera, la industria maderera y la construcción urbana, no pueden seguir siendo mayores, a los de preservar las fuentes hídricas vitales para la supervivencia de la humanidad.
Por ahora, se avecina un mes de lluvias. Seguro en los medios veremos las imágenes de las inundaciones y los desplomes de tierras y taludes; en uno o dos meses volverá la posibilidad de que se presente un fenómeno del niño y tampoco se habrán diseñado medidas de prevención frente al tema. El clima seguirá siendo de locos, hasta que nos concienticemos de la importancia de preservar y conservar los ecosistemas, que son en últimas, los que regulan los efectos del clima, mientras no lo hagamos seguiremos siendo testigos indiferentes de la debacle.
En este desenfrenado desuso de las palabras, vale recordar al cineasta ruso Andréi Tarkovski cuando afirmó, “solo el amor es capaz de resistir a esta destrucción universal”; a veces solo en la magia de la poesía las bellas palabras perduran. Por Claudia Fernanda García
Las palabras, ese vínculo invisible que nos une con el mundo y que nos permite comunicar nuestros pensamientos, ideas, sueños y necesidades, viven como la humanidad, en constante evolución. Cientos de palabras que en antaño eran de uso común, hoy han ido quedando en el cajón del olvido; fueron reemplazadas por otras y nuevas palabras, generalmente provenientes del argot juvenil y del creciente uso de extranjerismos, que inevitablemente, han terminado por ser aceptadas por la Real Academia de la Lengua Española.
Palabras como francachela, cuya definición de la RAE es digna de admiración poética, “reunión de varias personas para regalarse y divertirse comiendo y bebiendo, en general sin tasa y descomedidamente”; membrar, verbo que significa recordar; incontinenti, que denota entregar una cosa al instante; preceptor, el mismo maestro o profesor; talabartero, experto en guarnición, y prístino, referente a lo que perdura en el tiempo y que tiene un brillo auténtico, hacen parte del conjunto de palabras que poco a poco han ido quedando solo en la memoria de los viejos. Otro grupo de palabras, la mayoría desconocidas por cualquier diccionario, pero que hacían parte del lenguaje diario de tíos, abuelos, amigos y vecinos, quienes sin dudarlo llamaban las cosas con esas palabras mágicas que nadie podía definir pero todos sabían utilizar también han ido muriendo en el tiempo, para darle paso a nuevas que hacen parte del lenguaje moderno y juvenil; palabras que marcaban épocas, costumbres y regiones y con las cuales, nuestros abuelos nombraban el mundo a su manera.
Quién no recuerda cuando las tías decían, “uy ese chino si es todo un plato”, “qué bolera mijo”, o cuando para referirse a los niños decían con cierto tono despectivo “es que esa chueca es terrible” o “es que ese es sute, qué se le va a hacer” o “le salió chusca la china”; “viste?, al tío se le quedó el bisoñé”.
Espejuelos
biso-
incontinenti Sute Botica Cataplasma enaguas Cartapasio Cabañuelas Menjurje galeno cambalache enaguas faldero emperijollarse Mancebo Cambalaches Aborrascar
Un breve sondeo entre amigos, arrojó las siguientes perlas: “No me saque la chispa”; haga que me ponga bravo y verá. “Me da repelús”; increíble pero hasta la RAE la acepta, me da escalofrío, repugnancia. “Ese tipo es un sirilí”; ¡qué tipo tan cansón! “Zámpele un cuescazo”; ¡péguele de una vez a ver si deja de molestar! “Dónde se topan?”; más santandereana, imposible, dónde se encuentran? “Amalaya sea mi suerte”; quien no tuvo una tía que suspiraba por toda la casa y pronunciaba la fatídica frase… aceptada por la RAE denota mala suerte la mía. “Con esta sequía y resolana, ni una garúa! Me va a dar un soponcio”; aporte bogotano, para los que no lo saben, garúa es llovizna, la misma brizna de más abajo. “Atájelo”; agárrelo que se le vuela. “Me duele la cachurra”; la misma tusta. “Qué cantidad de cutes”; las cositas santandereanas. “Se me secó el garguero”, decían las abuelas con sed. “Está briznando”; hermosa expresión para decir empezó a llover. “Alguien ha visto mis espejuelos?”; se le perdieron las gafas. “Usted qué hace saliendo con ese muchacho tan desguarambilado”; a más de una nos dijeron eso en casa. “Mucho lo bueno”; si o no mano? ”Lo trasquilaron”; la misma peluqueada paisa. “Aguarde tantico, que lo coge el sereno”; el mismo chiflón de las abuelas, mejor dicho, algo así como “Deje el afán que si sale se resfría con el viento de la tarde”. “Ala, llámeme a ese pisco”; expresión netamente cachaca (otra en desuso para referirse a los bogotanos). “Yo no la vide”; simplemente no la vio.
Y como para finalizar, unas palabritas de ñapa pero con la seguridad que solo el que las pronunciaba sabía a qué se refería: arremuesco, bobolitro, moscoforrio, entelerido, angarrio, ahunche, cabrilla, angarillas, zurrona, vergajo, gurbia, atisbar, carpanta, anatema, palimpesto, otear y entelequia. Todas estas palabras y expresiones del argot popular que se han ido perdiendo, forman parte de nuestra cultura, de nuestra idiosincrasia. Esperemos que algunas puedan ser rescatadas del inefable olvido y al resucitar sirvan para continuar en su tarea de nombrar el mundo.
UDES y Medicina Legal de laLamano en proyectos de telemedicina y educación virtual Por Jhon Delgado Díaz
El desarrollo de la investigación y la docencia son los pilares sobre los cuales trabajarán conjuntamente la Universidad de Santander-UDES y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, tras la firma de un importante convenio marco de cooperación, el cual le permitirá adicionalmente a la Universidad, disponer de las instalaciones, el recurso tecnológico e investigativo y de capacitación con el que cuenta el Instituto no solo en Bucaramanga, sino también a nivel nacional.
James Valencia, subdirector de Investigación Científica del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, explicó que los proyectos de investigación serán desarrollados por los grupos de investigación con los que actualmente cuenta la UDES y que se encuentran registrados en Colciencias.
James Valencia, subdirector de Investigación del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses y Jaime Restrepo Cuartas, rector general de la Universidad de Santander.
“Éstos trabajarán de la mano con los grupos de investigación del Instituto a nivel nacional. Ello nos permitirá cimentar la investigación científica en la Universidad, fortalecer la investigación forense en el Instituto, abriendo las puertas para que los estudiantes de la UDES puedan hacer sus prácticas y rotaciones en nuestras instalaciones, contando además con el acompañamiento de los profesionales de Medicina Legal”, explicó Valencia. El objetivo es que la UDES y el Instituto de Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses desarrollen proyectos de renovación tecnológica con el fin de implementar procedimientos como las necropsias virtuales, a través de herramientas como la telemedicina, logrando una cobertura en sitios de difícil acceso de la geografía nacional.
“Hay sitios a los que no podemos llegar actualmente en Colombia debido al pequeño número de personas que conforman el Instituto, por tanto no tenemos una cobertura total. Con la Universidad podemos desarrollar varios proyectos, como el de la capacitación de profesionales a nivel de posgradual de nuestros funcionarios a través de los módulos virtuales. Y, a partir de la gran experiencia que la UDES tiene en educación virtual, podremos llegar a dónde por diferentes causas no podemos sin necesidad de desplazamientos; la telepresencia y la telemedicina, nos permitirán por ejemplo el desarrollo de autopsias virtuales”, puntualizó el subdirector.
Alcances del convenio
Por su parte el rector de la UDES afirmó que “nuestro propósito es establecer convenios que tengan que ver con formación, bien sea que ellos participen en nuestras maestrías o que tengamos la oportunidad de trabajar con el Instituto en diplomados, capacitaciones y cursos al personal de dicha entidad. Además, vemos la posibilidad de crear programas virtuales que seguramente generarán un desarrollo muy novedoso al momento de la atención de las necesidades a lo largo y ancho del territorio colombiano, a donde el Instituto no llega hoy en día”.
Anastassia
Espinel
Entre la historia y la ficción Por Claudia Fernanda García
“Nací, crecí y estudié en Rusia. Rusia es mi patria. Un día vi un aviso sobre una oportunidad en Colombia, apliqué y me vine”. Así de sencillo, como si cualquiera de nosotros aplicara a un nuevo trabajo en Bogotá o cualquier ciudad cercana, Anastassia Espinel emprendió hace 20 años, la aventura de su vida.
“Empecé trabajando en todo menos en lo mío. Trabajaba como traductora de los manuales de neveras y lavadoras que venían de España, aunque ganaba buen dinero no era lo que me gustaba, yo era historiadora, eso era lo que quería hacer; un día ingresé a la internet que tenía la empresa y empecé a buscar algo que me llamara la atención y me encontré con Bucaramanga”. Sin importar fronteras, distancias o cultura, Anastassia Espinel, esta escritora que empieza a tener gran reconocimiento en Colombia, migró hasta Bucaramanga para trabajar como historiadora en la Universidad Industrial de Santander. “El idioma nunca fue un obstáculo, en Rusia es requisito que los profesionales sepan dos y tres idioVicerrectoría mas, sin eso es imposible graduarse y el español se ha venido afianzando bastante; no es tan arraigado como el alemán o el inglés, pero si más popular que el mandarín o el persa y yo estudie español”.
VAF
Aunque para muchos es difícil pensar en que una persona del otro lado del mundo tome la decisión de cambiar radicalmente su vida y viajar a un país desconocido, Anastassia lo explica de una manera simple y práctica.
En su natal Rusia “Cuando uno piensa migrar, ser joven es un factor determinante; si hoy en día me ofrecieran una oportunidad en otro país, lo pensaría no dos, sino muchas veces, pero cuando uno tiene 20, 23 años y se tiene en las manos un título profesional, lo primero en lo que uno piensa es en salir de su país y buscar nuevas opciones, sin importar los riesgos, esa es la ventaja de la juventud”.
La historiadora — escritora Su pasión por la historia, especialmente aquella que involucra el género femenino, la llevó a empezar a escribir textos para colegios, un desafío que la llena de orgullo, pero que siente, aún está lejos de lograr el objetivo que se propuso desde el inicio del proyecto. “Quería que los jóvenes se interesaran por la historia, sin que sintieran que estaban estudiando historia. Generalmente, los colegios presentan la historia como una materia aburrida y tediosa, éstos eran una especie de manual de instrucción que hice con unos estudiantes, orientados a cómo enseñar historia de manera atractiva, se llamaban
‘Problemas de aprendizaje y enseñanza de historia antigua’.” Fue en esa época en la que Anastassia empezó a desarrollar su pasión por las letras, escribiendo sobre historia antigua, a través de historias maravillosas llenas de pasión, amor, guerras y aventuras, protagonizadas, entre otras, por amazónicas mujeres o antiguas guerreras de tierras lejanas. “Mis novelas no han tenido mucha difusión en Colombia, paradójicamente en este momento una de ellas, tiene más difusión en España y creo que es porque la novela histórica no tiene muchos adeptos en este país, la gente prefiere otro tipo de lectura. Sin embargo, el año pasado fue muy interesante pues uno de mis libros, ‘Velox, el perro legionario’ ganó el premio de novela corta de la Universidad Central en Bogotá; por supuesto ya se puede encontrar en cualquier librería del país y ha tenido bastante aceptación; para mí ha sido una gran sorpresa”
Anastassia recién publica su nueva novela, Entre la guerra y el amor una obra que reúne cinco historias enmarcadas en un lenguaje descriptivo, que transportan al lector a la época del Imperio Romano, develando a través de su prosa, el dolor que sintieron los pueblos derrotados y humillados por Roma. Para Anastassia escribir sobre historia no solo es una pasión, es la mejor manera de recrear incluso la vida actual, tal y como ella misma lo afirma, “es un ciclo que siempre vuelve a su inicio”. “Aunque el libro habla de las guerras de hace más de 2 mil años, la problemática es la misma. El desplazamiento forzado de la población y la violencia contra la población civil, son los puntos más álgidos de esta historia, que no es diferente a la que viven millones de seres humanos en la actualidad”.
“En el libro se muestra la naturaleza humana a través de las fortalezas y debilidades de legionarios victoriosos, bárbaros derrotados, mujeres valientes y esclavas; las historias son expuestas desde otra perspectiva, la de los pueblos vencidos que nunca han tenido la posibilidad de contar su verdad”.
EXALTACIÓN A LA RE
EVOLUCIÓN DE LOS COMUNEROS Héctor Lombana
Tomando como referencia la gesta comunera, movimiento insigne de la revolución y que dio paso a la libertad de nuestra nación, el maestro Héctor Lombana, esculpió con entrañable sentimiento esta monumental obra ubicada en la Plazoleta de las Banderas de la Universidad de Santander. El monumento compuesto por 39 figuras de 2.5 m de altura cada una, representa el tejido social de la época, negros, mulatos, mestizos y españoles, los cuales hacen parte de la majestuosa obra. La escena se desarrolla en un campo de batalla, y en el fragor de la lucha quedan los vestigios de la muerte y del triunfo que enarbola Galán tomando la mano de Manuela Beltrán, elevando sus pensamientos hacia el horizonte, en el que mueren las luces de las provincias natales. Si bien el camino de sus vidas nunca se cruzó, el arte los ha unido en esta ocasión, para significar que los héroes de nuestra patria han labrado una sola historia. Llama la atención el protagonismo alegre de los negros, que con el ritual de su frenética danza y el lenguaje de sus tambores, impregnan de ritmo la batalla; de igual manera la perenne presencia de los niños, que armados con piedras y palos, “armas de rufianes”, como las llama el maestro LOMBANA, asestan en verdadera estampida, los mejores golpes al invasor español. La obra se afirma sobre un obelisco con alas: el concepto artístico de los estoraques y las fuentes de agua que bañan el escenario, representan las aguas del Río Chicamocha, símbolos entrañables de nuestra naturaleza santandereana. ¡No dude visitarla y apreciarla!
Mรกs
verde que nunca