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Evoluciín de la música moderna en los regímenes comunistas de Europa
EVOLUCIÓN DE LA MÚSICA MODERNA EN LOS REGÍMENES COMUNISTAS DE EUROPA Mikel Mix
En este artículo veremos como la música moderna de la segunda mitad del siglo XX entró en los distintos países de Europa bajo regímenes comunistas y cómo evolucionó. Mientras en algunos de estos países la censura llegaba a moldear la producción local, en otros países se fraguó una escena musical variada e interesante.
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Checoslovaquia
El gobierno quería desprestigiar el Rock’n’roll y el pop que llegaba de occidente. La música se introducía en el país de manera no oficial a través de quienes iban a trabajar una temporada fuera o hacer un viaje puntual al extranjero. Una vez que la música se introducía, se hacían copias que se vendían en el mercado negro.
El régimen tenía el único sello y la única agencia de conciertos, pero era incapaz de frenar los fenómenos de masas que se dieron en la música en los 60 (The Beatles...). La gente podía sintonizar radios extranjeras para escuchar esos sonidos pop y rock que venían de occidente: Radio Luxembourg o Radio Free Europa, una radio organizada por los Estados Unidos en Munich para llegar a los países del Este. El mercado negro también se abastecía de canciones que se grababan directamente de las radios anteriormente citadas, y en ocasiones incluso eran acompañadas de discursos políticos. El mercado negro de esta música consistía en bazares que surgían en puntos determinados de las ciudades, de manera similar a los top manta, y allí se podían adquirir algunos discos originales que estaban muy cotizados. La policía solía disolver estos mercadillos, con mayor o menor agresividad. *Licencia de ABBA en Supraphon.
Ante esta demanda de música occidental, el sello del estado, Supraphon, comenzó a adquirir licencias para publicar localmente discos, pero eran unos 10 discos al año, de artistas como Frank Sinatra, The Beatles o Abba. Los álbumes debían pasar la censura y no suponer ninguna amenaza al estado. Es por eso como un grupo sueco como Abba o baladistas italianos gozaban de una importante presencia en la radio.
Evidentemente, también surgieron grupos que querían hacer música moderna. Uno de los grupos más destacados fueron The Plastic People of the Universe, fundado en 1968, grupo que daba conciertos de música inspirada, entre otras cosas, en los trabajos de Zappa. Su inconformismo hizo que fuesen en varias ocasiones arrestados, aunque la banda nunca quiso identificarse con movimientos políticos alegando que sólo querían tocar su música. Cabe señalar, que aunque la mayoría de su obra sea en checo, pensaban que el inglés era la lingua franca del rock, y llegaron a incorporar en el grupo a un escritor y traductor canadiense, Paul Wilson, para cantar y traducir letras al inglés. Paul Wilson estuvo en la banda hasta 1977, año en el que las autoridades le expulsaron del país (por ser miembro de la banda). 45
Otros artistas que se habían dedicado al jazz, gozaron de más libertas a la hora de incorporar toques soul o funky. Un buen ejemplo es Emil Viklický, la banda SHQ o la cantante Marta Kubišová, que pasó de las baladas al soul y que vio truncada su carrera cuando “Songy A Balady” se convirtió en un himno contra la ocupación de Praga por las tropas del Pacto de Varsovia tras la Primavera de Praga. Para escuchar parte de esos trabajos, hay unos recopilatorios interesantes que salieron en Vampissoul, subsello de Munster Records: Czech Up! Vol.1 y Czech Up! Vol.2.
Rumanía
En este periodo nació una de las figuras musicales más interesantes de este país, Mihai Cretu, más conocido internacionalmente como Michael Cretu, y que cosechó un gran éxito con el proyecto Enigma, pero no hablaremos más de él porque a los 18 años se fue a seguir sus estudios musicales a la academia musical de Frankfort, situando en Alemania su residencia hasta que en 1988 se mudó a Ibiza. Por lo tanto, centrémonos en los músicos que desarrollaron el grueso de su carrera en Rumanía.
Para ponernos en situación, el régimen intentó en un inicio desprestigiar la música occidental, pero en los sesenta la música rock llegó a ser muy popular entre los jóvenes, que escuchaban radios piratas de Europa occidental como Radio Luxembourg, Radio Veronica o Radio Free Europa. Es en esta época que el gobierno acepta el rock y comienza a sacar discos de bandas locales en el sello oficial (y único) del estado: Electrecord. De esta manera se podría promocionar y controlar las producciones locales en radio y televisión, pasando la censura del partido. En un primer momento se evitaba el uso de la palabra Rock y las bandas de este género eran descritas como “formaciones de guitarras eléctricas”, pero pronto se popularizó el uso del término “Beat” para referirse al estilo que tocaban.
Con la llegada de Ceausescu al poder, se aumentó la censura y se animaba a las bandas a que tocaran sobre temas nacionales o en pro de la revolución y, aunque no se prohibió el uso del inglés, se daba preferencia a las letras en rumano, idiomas latinos (francés e italiano principalmente) y otros idiomas del bloque socialista.
Una de las bandas más célebres fue Phoenix, que en el extranjero fueron conocidos como Trassylvania Phoenix. Cuando empezaron a realizar sus primeras grabaciones, se vieron con la dificultad de hacer aceptar su música por la censura. Para salvar este escollo, fueron unos de los primeros grupos que recurrieron a inspirarse en música folk local y evocar antiguas leyendas precristianas, produciendo piezas de rock psicodélico, hard rock y rock progresivo. Unos buenos ejemplos son los álbums “Cei ce ne-au dat nume” y “Cantofabule”. A finales de los 70, la mayoría de los miembros de la banda emigraron ilegalmente a Alemania Occidental escondidos en las cajas de unos altavoces tras dar un concierto. Phoenix no sería la única banda rumana que aprovechase sus conciertos en el extranjero para trasladarse a occidente.
En los 70 y 80 también surgieron bandas que se acercaron al soul y a la música disco. En este caso podemos destacar los proyectos de Mircea Dragan, especialmente Romanticii: hicieron temas como “Soare si foc” o “Calatorie cosmica”. Su sonido con metales recordaba al Philly Sound. También se puede escuchar su introducción al sonido de sintetizadores en temas como “Pe cine iubesti tu”.
También a principios de los 80, surgieron los primeros Djs. éstos grababan los temas que sonaban en las emisoras piratas que hemos citado anteriormente para después pincharlas en las fiestas que organizaban, en los comienzos principalmente en residencias universitarias o en institutos. Un caso celebre es el de Sorin Lupascu, que después de alcanzar cierta fama a nivel local en el Club CH de Iasi (el club se encontraba dentro de la Casa de los Estudiantes), llegó a ser contratado para pinchar en la discoteca Ring de Costinesti, en una zona de veraneo en la costa del mar negro. Esta discoteca en mediados de los 80 era la discoteca al aire libre más grande del sudeste de Europa. Una foto de Phoenix en los años 1972–73. De izquierda a derecha: Nicolae Covaci, Valeriu Sepi, Mircea Baniciu, Josef Kappl y Costin Petrescu.
Polonia
En Polonia la censura era muy activa y era muy fácil que solicitaran a los artistas eliminar o cambiar cosas. Es por eso que trataban de utilizar metáforas para comentar y protestar sobre lo que les sucedía, pero a veces era sorprendente que la censura veía metáforas que no existían y pedían eliminar esos fragmentos. Como en muchos otros de estos países, la música occidental se introducía ilegalmente o gracias a algún viaje al extranjero, y circulaba a través de copias de cassette que se copiaban una y otra vez, ya que en la radio sólo ponían música en polaco.
Un caso curioso fue el de la banda punk Brygada Kryzys. Decidieron escribir algunas de sus letras en inglés para ir contra corriente, como “The Real One” o “Fallen Fallen Is Babylon”. Una vez los censores les pidieron la traducción de sus letras y el cantante, Tomek Lipinski les entregó textos sin sentido, como si fuesen dadaístas, y consiguió el aprobado. Sin embargo, cuando tenían que anunciar sus conciertos con carteles, tenían que escribir su grupo como Brygada K, ya que los censores consideraban que la palabra Kryzys no era muy positiva.
Yugoslavia
Yugoslavia fue uno de esos países comunistas donde la música occidental no encontraba la censura que se daba en otros países de su entorno. De hecho, se fomentaba que los jóvenes hiciesen pop, rock y cualquier nueva tendencia. Esto explica que haya bastante más producciones y más variadas con respecto a las otras repúblicas de la zona. Esta gran diferencia del trato de la censura se debe a que el gobierno quería evitar brotes de nacionalismos locales que podrían hacer música inspirándose en el folk croata, bosnio, etc. Es por ello, que el gobierno dio vía libre al rock y en los ochenta aparecieron sin dificultad movimientos como en New Wave o el Synth pop.
Como en los otros países, hay que recurrir a revisar el sello discográfico del régimen: Jugoton en este caso. Los grupos a consultar son Laboratorija, D’Boys, Data (su tema “Neka Ti Se Dese Prave Stvari” recuerda al “See You” de Depeche Mode), Denis & Denis, The Master Scratch Band, Cice Mace... En cuanto a la música disco, podemos escuchar grupos como Mirzino Jato de Bosnia, Boomerang de Eslovenia o con una aire más pop como Grupa Aska o Baron I Crna Ovca. Disco más melódico y espacial como las producciones de Laza Rikovski... si buscáis una introducción a los sonidos de esta época, Croatia Records sacó 2014 un recopilatorio muy recomendable llamado Electronic Jugoton.
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.)
En la Unión Soviética también podemos encontrar un escenario especialmente favorable para el desarrollo de la música contemporánea, especialmente la electrónica, ya que fue cuna de pioneros en el desarrollo de instrumentos electrónicos. Ante el temor de perderme entre tantos datos de artistas e instrumentos, decidí consultar a Kirill Junolainen, artista ruso fundador de los sellos Datarocket y Lasergum, y prolífico productor bajo gran cantidad de seudónimos (os recomiendo echar un ojo en Discogs).
En cuanto a instrumentos electrónicos pioneros, siempre nos vendrá rápidamente a la cabeza el Termenvox (Theremin), desarrollado por Lev Termen, conocido en occidente como Léon Theremin. El Termenvox fue desarrollado en los años 20 y destaca por sus dos antenas que detectan la posición de las manos del intérprete, de manera que una mano controla la frecuencia y la otra el volumen. Hoy en día se sigue usando y se ha podido escuchar este instrumento en obras de música clásica, música experimental, pop, rock y bandas sonoras para películas y series de televisión.
Otro pionero fue el ingeniero de audio Yevgeny Murzin, que entre 1937 y 1957 coordinó el desarrollo del sintetizador ANS. La base técnica de este instrumento es la traducción de una onda como una imagen visual y, al contrario, sintetizar un sonido a partir de la imagen de una onda creada artificialmente.
nicos durante todo este periodo, sin embargo, quizá el sintetizador más conocido en occidente es el Polivoks, un sintetizador portátil duofónico que fue la respuesta al los sintetizadores americanos Moog. Para los que queráis experimentar un poco lo que sería utilizar este sintetizador, hay algunas emulaciones gratuitas en forma de sinte-vst que podéis encontrar en internet, por ejemplo el Polyvoks Station, que se observa en la fotografía superior.
Uno de los principales compositores de bandas sonoras de este periodo fue Eduard Artemyev, reconocido por su obra para películas como Solaris (1972), Stalker (1979) y Siberiada (1979) entre otras. Eduard Artemyev realizó sus primeras obras con un ANS. En los ochenta hubo otro compositor de bandas sonoras que utilizaba principalmente instrumentos electrónicos: Mikhail Chekalin.
En los sesenta y los setenta hubo una orquesta de instrumentos electrónicos que consiguió popularizar un tipo de música que hoy podríamos calificar lounge o easy listening: Vyacheslav Mescherin Orchestra. Además de temas propios, también realizó adaptaciones de temas populares en occidente, como “Popcorn” o “El Bimbo”.
En el báltico (Estonia, Letonia y Lituania) hubo una importante escuela de electrónica, de los que podemos destacar los grupos como Argo de Lithuania y especialmente los letones Zodiac, con un sonido space disco que les llevó a ser muy populares en toda la Unión Soviética.
Para hablar de la música pop de los ochenta, un referente es el prolífico Yuri Chernavsky, que llegó a trabajar con muchas estrellas rusas como Alla Pugacheva o Mikhaeil Boyarsky o como miembro de grupos como Carnival, Dinamik, y Vesyolye Rebyata.
Para terminar este artículo, o recomiendo un Podcast de Kirill Junolainen para Tracklisitings con música soviética desde 1967 hasta 1991: https://soundcloud.com/tracklistings3-0/tracklistings-mixtape-325-20180625-kirill-junolainen-back-in-ussr-1967-1991?fbclid=IwAR3BLA1EjhOELqhSU0E8Um0oKF9R3pOQWMWrHwXeztmAnb244IaW-1AdbqI