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La doble cara de la normativa europea para acelerar las renovables

Algunos expertos en ecología advierten sobre los efectos negativos de acelerar los procesos para la instalación de energías renovables como intenta la Unión Europea

Júlia Santacreu Molines

La Unión Europea se ha propuesto acelerar la instalación de plantas solares y eólicas con el objetivo de fomentar la transición a un modelo de producción de energía renovable y limpia. Sin embargo, expertos del Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) como José Antonio Sánchez Zapata y Juan Manuel Pérez García argumentan que esos cambios pueden afectar a especies como los murciélagos y las aves. Desde el punto de vista de la ecología, la nueva ley supone reducir los controles ambientales y la simplificación —en ocasiones supresión— de la evaluación de impacto ambiental para impulsar la instalación de plantas eléctricas de energías renovables. Según la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU), estos animales, entre otras cosas, son reguladores de plagas y son polinizadores al igual que las abejas, pero sobre todo de frutas. Además, su excremento puede ser utilizado como fertilizante natural para las plantas. Tampoco hay que olvidar, como indica SECEMU, su función en zonas tropicales, donde son responsables de la generación de bosques en áreas alteradas.

Energía renovable que deja huella

En el caso de los murciélagos, como indica SECEMU, la principal causa de muerte de estos animales en los parques eólicos se debe al impacto de las palas de los molinos de viento. Además, Pérez García, ecólogo de la UMH, registró para el libro Tecnología y sostenibilidad de la energía eólica (2022) un total de 32.121 casos de colisión que afectaron a 231 especies diferentes. La más afectada fue el buitre leonado, con 9.048 individuos colisionados. Del total de las especies afectadas, 21 eran murciélagos. Sin embargo, no solo las instalaciones afectan a los murciélagos, la preparación del territorio, es decir, la tala de árboles, también les concierne. Pues, durante el día descansan en los huecos de los árboles y también nidifican en ellos.

El catedrático de la UMH del Área de Ecología José Antonio Sánchez Zapata ha participado en diferentes investigaciones sobre cómo afectan las instalaciones fotovoltaicas y eólicas al microclima y a la fauna. Por lo que respecta a las instalaciones solares, una de las principales consecuencias es la ocupación de hábitats de gran valor. De hecho, el experto afirma que las consecuencias de las plantas solares sobre la biodiversidad “apenas se han documentado”. Según Sánchez Zapata, tanto la energía eólica como la solar tienen un importante impacto sobre los hábitats que ocupan. Sin embargo, especifica que “la energía eólica tiene un impacto más directo sobre las poblaciones de aves y murciélagos mientras que, en el caso de la solar, sus efectos están directamente relacionados con la transformación y pérdida funcional del hábitat.

El consultor Toni Polo tomando datos de un caso de colisión de buitre leonado durante el seguimiento de mortalidad en un parque eólico
Imagen cedida por Juan Manuel Pérez García
Las consecuencias de la aceleración legislativa

El profesor de la UMH Juan Manuel Pérez García es uno de los científicos que firmaron la carta publicada en la revista Conservation Letters en la que se concluye que no está justificado el cambio de la legislación ambiental actual. Este comunicado de la comunidad científica se basa en las evidencias de un estudio que admite que el cambio a una producción de energía renovable es positivo pero que no deben pasarse por alto los protocolos de protección medioambientales actuales para realizar una instalación masiva de centrales fotovoltaicas. Según aseguran, se pone en peligro el ecosistema de las zonas escogidas para las nuevas construcciones. Además, afirman que la planificación de la ubicación de las fotovoltaicas es esencial para evitar un impacto desproporcionado en la biodiversidad, pues “podría poner en peligro multitud de especies y ecosistemas ya amenazados por otras actividades humanas”.

El estudio en que han participado distintos expertos discrepa sobre las directivas aprobadas que forman parte del Plan REPowerEU, plan que se puso en marcha desde la Unión Europea (UE) en mayo de 2022. Su objetivo es simplificar los trámites para la instalación de centrales eléctricas renovables, de manera que ese proceso sea mucho más rápido. Gracias al Plan REPowerEU, la UE ha conseguido generar por primera vez más electricidad a partir de fuentes eólicas y solares que del gas. También, se ha alcanzado una cifra récord de 41 GW de nueva capacidad de energía solar instalada. Es, además, la primera vez que se puede garantizar que el 31% de la electricidad europea procede de fuentes renovables.

Sin embargo, los investigadores de Ecología de la UMH advierten que una de las medidas que forma parte de este programa es eliminar los órganos de control de los procesos de evaluación ambiental. Esto podría suponer una masiva implantación de energías renovables sin tener en cuenta todos los parámetros de protección de especies y ecosistemas. Esta no es la primera vez que expertos se unen para que se revisen las medidas aprobadas, que buscan la aceleración y la instalación de energías renovables en Europa. En 2020, 23 científicos –entre ellos Sánchez Zapata y Pérez-García– ya publicaron otra carta en la revista Science con el mismo objetivo y advertencias.

La nueva normativa europea afecta a la instalación de macroplantas de renovables, un ejemplo de ello es la Directiva 2022/0160/ EU, que agiliza los procedimientos de concesión de permisos tras identificar las áreas “prioritarias” para el despliegue de las energías renovables. También acorta los plazos de tramitación de expedientes, simplificando o suprimiendo las evaluaciones de impacto ambiental específicas y reduciendo los controles por parte de las administraciones medioambientales. Esta modificación puede entrar en conflicto con otras directivas europeas ya vigentes relacionadas con la conservación de los hábitats de la fauna y la flora (Directiva 92/43/CEE), de las aves silvestres (Directiva 2009/147/CE) y la evaluación del impacto ambiental (Directiva 2011/92/UE).

Pese a que estas nuevas medidas fueron aprobadas en 2022, ya en 2012 se puso sobre la mesa la necesidad de la aplicación del Plan de No Regresión en la Conferencia Internacional Río +20. Este plan buscaba evitar que, en pro de intereses superiores al interés público ambiental, no se reduzcan o ninguneen las exigencias y las normativas en vigor que protegen los intereses ambientales actuales.

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