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Figura 21. Escalas de estudio: área de estudio, cuadrícula y predio-vivienda
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3.2.1 Análisis multi-escala
Se utilizó la integración de tres escalas de análisis para identificar y clasificar con mayor
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claridad los diferentes espacios territoriales: a nivel de cantón, a nivel de cuadrícula y a nivel
predial (figura 21):
Figura 21. Escalas de estudio: área de estudio, cuadrícula y predio-vivienda.
A nivel de cantón: se analiza el cantón en toda su extensión.
A nivel de cuadrícula: la unidad de análisis de los datos fue una tesela cuadricular de
500 x 500 metros (Karg et al., 2019) que se superpuso sobre toda la superficie del
cantón, obteniéndose un total de 12 347 cuadrículas con una área de 25 ha. Cada
una de ellas se intersectaron con información georreferenciada de los medidores de
energía eléctrica, variable utilizada como indicador de vivienda (1 medidor de luz =
a una vivienda) permitiendo de esta manera conocer el número de viviendas por
cada cuadrante. 8950 cuadrantes no tuvieron ninguna edificación, es decir la mayor
parte del territorio del cantón, el 72.48 %, está conformado por suelos naturales de
protección, conservación o uso agrícola. Mientras que los otros 3397 cuadrantes
tienen entre una y 2365 viviendas. Por lo tanto, esta escala de análisis se basó
únicamente en los cuadrantes que tienen edificaciones, es decir el universo de
análisis son los 3397 cuadrantes.
A nivel de predio: se analizan las características prediales de los espacios geográficos
definidos como periurbanos.
3.2.2 Enfoque multidimensional
La complejidad de la interfaz periurbana requiere la cuantificación de más de una dimensión
de análisis para poder identificarla (Gonçalves et al., 2017; Karg et al., 2019; Lincaru y Atanasiu, 2014; Owusu y Chigbu, 2020). Es así que el modelo espacial se construyó a partir
de tres dimensiones que fueron capaces de revelar las estructuras espaciales del suelo
urbano, periurbano y rural, las cuales son:
Dinámica: permitió determinar el incremento de las zonas urbanizadas en las tres
últimas décadas, proceso desarrollado por teledetección a nivel de cantón (escala
mayor).
Urbanización: se definieron un conjunto de diez variables, de las cuales nueve se
utilizaron para identificar la aptitud de suelo urbano de cada cuadrante, para ello se
las agrupó en tres temáticas: uso del suelo, servicios básicos y accesibilidad –conectividad. La otra variable, densidad de vivienda, permitió analizar la ocupación
para determinar la distribución espacial de la urbanización en el territorio. Cada una
de las diez variables utilizadas en esta dimensión fueron seleccionadas en función de
la literatura revisada. Es importante mencionar que el criterio principal de selección
fue la disponibilidad de información, lo que a su vez se convirtió en una limitante al
momento de escoger a las variables. La dimensión de urbanización utilizó
información de tipo vectorial los cuales se procesaron a nivel de cuadrícula.
Composición: Una vez determinado el grado de urbanización de los cuadrantes, se
procedió a delimitar los suelos periurbanos tomando como referencia la red vial,
hidrografía y deslinde predial. Con base en ello se analizó la composición predial del
periurbano.