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2.1. Modernizar los programas: Hacia la formación por competencias
que se están produciendo en la sociedad, fundamentalmente en el ámbito laboral. Se pretende que el trabajador obtenga la cualificación laboral necesaria para cumplir con las exigencias de su puesto de trabajo, o sea, sea capaz de ejecutar las competencias requeridas.
Se pretende que el trabajador sea capaz de desarrollar un mayor rango de capacidades traducidas no solo en conocimientos y habilidades, sino también en actitudes tales como la capacidad de comunicación, de diálogo, de negociación, de asertividad y resolución de conflictos. Se persigue el objetivo de formar trabajadores competentes, no solo cualificados.
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Todo este cambio, que reside en los nuevos esquemas organizativos del trabajo, condiciona al nuevo esquema de “formación profesional”, obligando a los distintos sectores implicados a modernizar los programas.
El empleo es el instrumento de bienestar social, y por tanto económico de un país. Todo esto se consigue con trabajadores bien formados, cualificados y competentes, de ahí que el sistema de Formación profesional sea moderno, adaptándose a los nuevos modelos socioeconómicos mundiales.
2.1. Modernizar los programas: Hacia la formación por competencias.
Los programas de formación actuales están siendo modificados para poder adecuarse a las necesidades del mercado laboral. Las modificaciones fundamentales obedecen a una nueva estructura, que tiende a ser de carácter modular, en sus contenidos, más amplios y con una base más sólida, y en su metodología, con novedades pedagógicas para el proceso de aprendizaje. Todo esto ha posibilitado una nueva concepción de la formación profesional, más centrada en ocupaciones y orientada hacia el desarrollo de competencias laborales.
El concepto de competencia laboral implica hoy en día no sólo disponer de los conocimientos y habilidades, sino saber resolver problemas y situaciones de trabajo de forma autónoma, es decir, contar también con actitudes que permitan realizar las tareas propias de la profesión.
Para poder formar a un trabajador en las competencias específicas para el desarrollo de un puesto profesional,
debemos conocer las destrezas, habilidades, actitudes, aptitudes y conocimientos necesarios para desarrollar el mencionado puesto.
Este análisis se lleva a cabo mediante lo que denominamos análisis ocUPa-
CIONAL O ANÁLISIS DEL PUESTO DE TRABAJO ( A.P.T.)
Concepto de APT
Entendemos el puesto de trabajo no sólo como un medio de vida, sino como una parte esencial del desarrollo del ser humano. Es fácilmente comprobable que cualquier persona que no encuentra trabajo durante un período largo de tiempo o que encuentra un trabajo que no le satisface, ve afectado su modo de vida por esta situación. y no estamos hablando del aspecto material de un trabajo, sino de los sentimientos, emociones o condicionantes que subsisten en este aspecto. queremos decir pues, que el trabajo no suple solamente nuestras necesidades físicas, sino también, en cierto modo, algunas de nuestras necesidades psicológicas. Ello es así porque el desarrollo de un puesto de trabajo conlleva la realización de funciones, tareas y operaciones ejecutadas por una persona aislada o en grupo.
La definición que acabamos de dar, como otras utilizadas por diferentes organismos e instituciones, es algo vaga e incompleta, pero nos muestra que un puesto de trabajo no puede ser definido válidamente ni por su localización en el ámbito de la empresa, ni por la individualidad de su titular.
Para conocer a fondo cualquier puesto de trabajo es necesario conocer los componentes que lo conforman, es decir, analizar el puesto de trabajo. El aPt (Análisis de Puesto de Trabajo) es el estudio del conjunto de tareas y opera-
ciones a realizar por una persona para desempeñar
su actividad profesional. El APT permite dar respuesta a preguntas como ¿Qué hace el trabajador? ¿Cómo lo hace? ¿Por qué y para qué lo hace? ¿Qué exigencias debe satisfacer en el puesto de trabajo?
El APT será pues una descomposición del trabajo que va desde la totalidad del objetivo o profesión hasta el micromovimiento o gesto más pequeño integrante de la tarea. En función de este análisis logramos realizar un estudio del trabajo que es el proceso mediante el que se determinan los elementos que componen el trabajo: herramientas, maquinaria, materiales, adiestramiento, aptitudes, juicio y espíritu de decisión requeridos por el puesto, ritmo de trabajo y riesgo derivados, condiciones bajo las que desarrollamos el trabajo.
Cabe hacerse la pregunta de por qué analizar un puesto de trabajo, pues bien, gracias a este análisis podemos saber los conocimientos y las destrezas o competencias que el alumno necesita aprender para poder desempeñar un puesto de trabajo. También nos ayuda a formular los objetivos de la formación.
Descripción del APT
Cuando planteamos la realización de una acción formativa, estableceremos como punto clave los objetivos de la misma. El primer medio que nos lleva hacia el objetivo es el contenido teórico y práctico del curso. Este contenido debe responder a las exigencias reales del puesto de trabajo al que se dirige. Esto implica que las condiciones en que se realiza la enseñanza sean lo más similares posibles a las que el alumno (trabajador) encuentra en la realidad y que se emplee sólo el tiempo imprescindible para enseñar todo lo necesario tanto para la realización del trabajo como para su aprendizaje.
Por eso, antes de establecer los contenidos a tratar en el período de formación, se necesita un conocimiento detallado del puesto de trabajo o de aquellas tareas que se van a enseñar. Esto lo podemos conseguir mediante entrevistas, cuestionarios o análisis del puesto de trabajo. éste último método es el que nos ofrece mejores garantías de adaptación de los contenidos del curso a las necesidades reales del trabajo.
Es decir, con el análisis sabremos los conocimientos y las destrezas que el alumno necesita aprender. En primer lugar, vamos a definir los términos que utilizaremos con más asiduidad:
• Puesto de trabajo: es el conjunto de tareas y responsabilidades que constituyen la actividad laboral regular de una persona dentro de una entidad concreta de trabajo.
• Tarea: cada una de las acciones concretas que componen un puesto de trabajo y que realiza una persona al desarrollar su actividad profesional. Operaciones que requieren un esfuerzo mental o físico para conseguir un fin determinado traducible en un producto.
• Ocupación: conjunto de puestos de trabajo relacionados entre sí cuyas tareas principales son análogas y exigen habilidades, aptitudes y conocimientos semejantes, con independencia de la entidad concreta donde se realicen.
• Operación principal: conjunto de operaciones elementales que cumplen parcial o totalmente el objetivo de una tarea. Es una parte de la tarea que se realiza sin interrupción y sin que cambie la disposición del trabajo, por ejemplo: en el caso de la
tarea de analizar un combustible, serían operaciones principales la determinación de la potencia calorífica y la determinación de la composición del mismo.
• Operación elemental: acción, gesto o conjunto de gestos más pequeños que ha de realizarse o que hemos de enseñar, teniendo en cuenta el fin del análisis.
• Puntos clave: aquellas operaciones o detalles de una operación que condicionan el éxito del trabajo, evitan accidentes y facilitan su Ejecución: Las normas de seguridad son en sí puntos clave. A efectos de formación ocupacional, el APT no desciende a elementos más pequeños que el punto clave.
Esta descomposición del puesto de trabajo que planteamos es tanto más exhaustiva según la finalidad del análisis. Iniciaremos el APT en el nivel que requiera en cada caso el objetivo formulado. Por ejemplo: si un curso se dirige a enseñar a las telefonistas de una empresa las habilidades comunicativas relacionadas con el uso del teléfono, no prestaremos atención a aquellas tareas que puedan realizar que no estén relacionadas con el objetivo del curso, como el manejo de la centralita. Relacionando los contenidos del puesto con la formulación de objetivos, establecemos:
CONTENIDOS DEL PUESTO FORMULACIÓN DE OBJETIVOS
CONJUNTO DE TAREAS --- OBJETIVOS GENERALES
TAREAS CONCRETAS --- OBJETIVOS ESPECÍFICOS
OPERACIONES ELEMENTALES/ PUNTOS CLAVE --- OBJETIVOS OPERATIVOS
El estilo de redacción de un A.P.T. debe ser claro y conciso, emplearemos el singular y la forma activa:
– Las tareas u operaciones principales se determinan en sustantivo o en infinitivo.
– Las operaciones elementales se redactan en tercera persona del singular del presente de indicativo.
– Los puntos clave, en pasado o en condicional.