TEMA 7- LOS ORIGENES DEL ARTE ISLÁMICO. EL ARTE HISPANO MUSULMAN: LA MEZQUITA Y EL PALACIO. Introducción al Arte Islámico. El Islam nace en Arabia en el siglo VII, tras las predicaciones de Mahoma. Es una religión monoteísta, que cree en un solo Dios (Alá), al que los musulmanes identifican con el dios de cristianos y judíos. El Islam se expande por el Mediterráneo Oriental, Meridional y por la Península Ibérica durante los siglos VII-VIII, tras derrotar a bizantinos y visigodos. La religión islámica prohíbe cualquier representación de Alá, de Mahoma y, por extensión, de cualquier ser humano o animal. Este aniconismo provoca que la decoración musulmana, muy abigarrada, sea fundamentalmente abstracta. La forma de representar a Dios será simbólica (por ejemplo, mediante el uso de las matemáticas y la simbología de los números). El Arte Islámico es un arte ecléctico, pues toma de cada manifestación artística previa aquello que más le interesa. Por supuesto, el Arte Romano, Paleocristiano y Bizantino tienen mucha influencia entre los musulmanes (como muestra la utilización del modelo del “martirium” paleocristiano de planta centrada en la Mezquita de la Roca de Jerusalén). También el humilde Arte Visigótico influirá en el Arte Hispanomusulmán, por ejemplo, en la utilización del arco de herradura. Nuevamente distinguimos el Arte Hispanomusulmán por su originalidad y riqueza. Características Generales de la Arquitectura Islámica. Materiales: los musulmanes utilizan materiales romanos y bizantinos reaprovechados, sobre todo en las fases más antiguas de la Alta Edad Media. Se utiliza la piedra, pero una de las características más genuinas del Arte Islámico será la utilización de materiales poco sólidos como la madera, la marquetería, el yeso, el alicatado de azulejo, etc. Técnicas de construcción: por lo general se utilizan técnicas de construcción muy sencillas pues se pretende que los edificios tengan una estructura constructiva muy sencilla. Es muy frecuente la utilización de aparejo a soga y tizón e incluso a tizón en los muros de piedra. La arquitectura es adintelada en la mayor parte de las veces, mediante el uso de dinteles de madera. Son muy habituales las bóvedas falsas de yeso o madera que simplemente cuelgan de una estructura de madera y que por tanto no tienen función constructiva sino decorativa. De todos modos también se construyen bóvedas reales. Planta: los edificios más característicos son las mezquitas y palacios. Ambos tienen plantas “orgánicas”, es decir, plantas que crecen por sucesivos añadidos y remodelaciones sin que los edificios pierdan su carácter de unidad arquitectónica. La mezquita clásica se caracteriza por una planta longitudinal de grandes dimensiones muy extendida en el espacio y aparentemente de forma muy sencilla (un rectángulo). En la mezquita se distinguen dos espacios: la sala cubierta (Haram) y el patio porticado con una fuente para limpiarse antes de entrar al templo (Sahn). Lo importante en el Haram es el muro que marca la dirección de La Meca (muro de la Quibla) y la habitación vacía en el centro de ésta, supuesto lugar desde el que Mahoma dirige la oración (Mihrab). El califa, emir o sultán tiene un lugar especial destinado a él y su séquito para orar directamente delante del Mihrab (la Maqsura). Éste