CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 18 de marzo de 2020
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Mar · 16 · 2020
POR CORONAVIRUS EL EZLN CIERRA CARACOLES Y LLAMA A NO ABANDONAR LAS LUCHAS ACTUALES COMUNICADO DEL COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDÍGENA-COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MÉXICO. 16 DE MARZO DEL 2020. AL PUEBLO DE MEXICO: A LOS PUEBLOS DEL MUNDO: AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA – CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO: A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL: A LAS REDES DE RESISTENCIA Y REBELDÍA: HERMANAS, HERMANOS, HERMANOAS: COMPAÑEROS, COMPAÑERAS, COMPAÑEROAS: LES COMUNICAMOS QUE: CONSIDERANDO LA AMENAZA REAL, COMPROBADA CIENTÍFICAMENTE, PARA LA VIDA HUMANA QUE REPRESENTA EL CONTAGIO DEL COVID-19, TAMBIÉN CONOCIDO COMO “CORONAVIRUS”. CONSIDERANDO LA FRÍVOLA IRRESPONSABILIDAD Y LA FALTA DE SERIEDAD DE LOS MALOS GOBIERNOS Y DE LA CLASE POLÍTICA EN SU TOTALIDAD, QUE HACEN USO DE UN PROBLEMA HUMANITARIO PARA ATACARSE MUTUAMENTE, EN LUGAR DE TOMAR LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA ENFRENTAR ESE PELIGRO QUE AMENAZA LA VIDA SIN DISTINCIÓN DE NACIONALIDAD, SEXO, RAZA, LENGUA, CREENCIA RELIGIOSA, MILITANCIA POLÍTICA, CONDICIÓN SOCIAL E HISTORIA.
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CONSIDERANDO LA FALTA DE INFORMACIÓN VERAZ Y OPORTUNA SOBRE EL ALCANCE Y GRAVEDAD DEL CONTAGIO, ASÍ COMO LA AUSENCIA DE UN PLAN REAL PARA AFRONTAR LA AMENAZA. CONSIDERANDO EL COMPROMISO ZAPATISTA EN NUESTRA LUCHA POR LA VIDA. HEMOS DECIDIDO: • PRIMERO.- DECRETAR LA ALERTA ROJA EN NUESTROS PUEBLOS, COMUNIDADES Y BARRIOS, Y EN TODAS LAS INSTANCIAS ORGANIZATIVAS ZAPATISTAS. • SEGUNDO.- RECOMENDAR A LAS JUNTAS DE BUEN GOBIERNO Y MUNICIPIOS AUTONÓMOS REBELDES ZAPATISTAS, EL CIERRE TOTAL DE LOS CARACOLES Y CENTROS DE RESISTENCIA Y REBELDÍA, DE FORMA INMEDIATA. • TERCERO.- RECOMENDAR A LAS BASES DE APOYO Y A TODA LA ESTRUCTURA ORGANIZATIVA SEGUIR UNA SERIE DE RECOMENDACIONES Y MEDIDAS DE HIGIENE EXTRAORDINARIAS QUE LES SERÁN TRASMITIDAS EN LAS COMUNIDADES, PUEBLOS Y BARRIOS ZAPATISTAS. • CUARTO.- ANTE LA AUSENCIA DE LOS MALOS GOBIERNOS, EXHORTAR A TODAS, A TODOS Y A TODOAS, EN MÉXICO Y EL MUNDO, A QUE TOMEN LAS MEDIDAS SANITARIAS NECESARIAS QUE, CON BASES CIENTÍFICAS, LES PERMITAN SALIR ADELANTE Y CON VIDA DE ESTA PANDEMIA. • QUINTO.- LLAMAMOS A NO DEJAR CAER LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA FEMINICIDA, A CONTINUAR LA LUCHA EN DEFENSA DEL TERRITORIO Y LA MADRE TIERRA, A MANTENER LA LUCHA POR L@S DESAPARECID@S, ASESINAD@S Y ENCARCELAD@S, Y A LEVANTAR BIEN ALTO LA BANDERA DE LA LUCHA POR LA HUMANIDAD. 2
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SEXTO.- LLAMAMOS A NO PERDER EL CONTACTO HUMANO, SINO A CAMBIAR TEMPORALMENTE LAS FORMAS PARA SABERNOS COMPAÑERAS, COMPAÑEROS, COMPAÑEROAS, HERMANAS, HERMANOS, HERMANOAS.
LA PALABRA Y EL OÍDO, CON EL CORAZÓN, TIENEN MUCHOS CAMINOS, MUCHOS MODOS, MUCHOS CALENDARIOS Y MUCHAS GEOGRAFÍAS PARA ENCONTRARSE. Y ESTA LUCHA POR LA VIDA PUEDE SER UNO DE ELLOS. ES TODO. Desde las montañas del sureste mexicano. Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Subcomandante Insurgente Moisés. México, marzo del 2020.
Pandemia
Lydiette Carrión - 13 marzo, 2020 - piedepagina.mx - La Trama Previa El miedo atroz a la epidemia está desde tiempos inmemoriales. Nuestra fortaleza como especie depende de la solidaridad y el grupo. Pero en las epidemias, el grupo se vuelve el riesgo. El enemigo. Es quizá el origen del pánico “Fue a principios de septiembre de 1664 cuando me enteré, al mismo tiempo que mis vecinos, de que la peste estaba de vuelta en Holanda. Ya se había mostrado muy violenta allí en 1663, sobre todo en Ámsterdam y Rótterdam, adonde había sido traída según unos de Italia, según otros de Levante, entre las mercancías transportadas por la flota turca; otros decían que la habían traído de Candia, y otros que de Chipre. Pero no importaba de dónde había venido; todo el mundo coincidía en que estaba otra vez en Holanda. “En aquellos días carecíamos de periódicos impresos para divulgar rumores y noticias de los hechos, o para embellecerlos por obra de 3
la imaginación humana, como hoy se ve hacer. Las informaciones de esa clase se recogían de las cartas de los comerciantes y de otras personas que tenían correspondencia con el extranjero, y sólo circulaban de boca en boca; de modo que no se difundían instantáneamente por toda la nación, como sucede ahora. “Sin embargo, parece que el Gobierno estaba bien informado del asunto, y que se habían celebrado varias reuniones para estudiar los medios de evitar la reaparición de la enfermedad; pero todo se mantuvo muy secreto. Fue así que el rumor se desvaneció y la gente empezó a olvidarlo, como se olvida una cosa que nos incumbe muy poco, y cuya falsedad esperamos. “Eso hasta fines de noviembre, o principios de diciembre de 1664, cuando dos hombres, franceses, según se dijo, murieron apestados en Long Acre, o más bien en el extremo superior de Drury Lane. “Sus familiares trataron de ocultar el hecho tanto como les fue posible, pero el asunto se divulgó en boca de los vecinos, y los secretarios de Estado se enteraron y resolvieron averiguar la verdad: ordenaron a dos médicos y un cirujano visitar la casa e inspeccionarla. Así lo hicieron, y descubriendo en los cadáveres señales evidentes de la enfermedad, hicieron pública su opinión de que esos hombres habían muerto de la peste. “A continuación se trasladó el caso al oficial de la parroquia, quien a su vez lo llevó a la Casa del Ayuntamiento; y se lo dio a publicidad en el boletín semanal de mortalidad del modo habitual, es decir: “Apestados, 2. Parroquias infectadas, 1.” Así inició Daniel Defoe su memorable de no ficción ficcionada Diario del año de la peste. En el siglo XVII, a Londres llegó la peste. Los habitantes entraron en pánico, no muy distinto que ahora, con compras de pánico y aislamiento. Quienes podían (gente de cierta capacidad económica y rango social) se largaban de la ciudad. Evitaban las multitudes. Los que no podían, la enorme mayoría, esperaban rezando que no les tocara. 4
En esa época un contagio significaba muy probablemente la muerte. Las condiciones de higiene, los avances médicos y la cobertura de salud era bien distinta. Defoe, quien además de escritor de ficción era periodista de folletines, consideró noticioso relatar la última epidemia que la ciudad había enfrentado antes, veinte años atrás. Reunió los datos “duros” en las capillas, ya que eran curas y capillas quienes registraban los decesos (No era la autoridad civil, sino la religiosa, la que se encargaba de esos menesteres). También consiguió el escrito de un médico que se quedó en Londres, ayudando a los enfermos. Este, en su momento, lo decidió así para ayudar y también recabar la mayor información posible. Hizo lo que ahora llamaríamos un estudio epidemiológico, a poniendo en riesgo su propia vida. Un héroe que la historia ha olvidado. Lo ha olvidado, pero no del todo. Defoe convirtió los datos duros en una suerte de crónica ficcional. Escribió la historia como una novela, en primera persona, como si se tratara del testimonio de hombre que estuvo ahí. ** Leo el pánico de aquellos días, en Londres, 400 años atrás. La desesperanza que narra Defoe una vez que la ciudad entró en cuarentena. Los que se quedaron se aferraban a sus ideas religiosas. Surgían, por todas partes, sermoneros que proclamaban el fin de los tiempos. Algo que recuerda las pandemias masivas que propició la invasión de América por los españoles. No sólo por medio de las armas, del discurso, sino a través de enfermedades desconocidas –para las cuales los cuerpos mesoamericanos no tenían ninguna defensa– fue que colonizaron. Y los mexicas hablaron también del fin de los tiempos. Desde que el hombre es hombre, su exterminio parece siempre a la vuelta de la esquina. Y luego, recuerdo a Edgar Allan Poe con su Máscara de la muerte roja: 5
Una fecha que podría ser cualquier fecha. Por poética, Poe lo fecha en época de palacios y aristocracia. Las ciudades cerradas y tapiadas. La muerte rondando. Una enfermedad contagiosa que mata a sus víctimas mientras se desangran por los poros, con una máscara de sangre. Pero a los nobles no les preocupa. Ellos pueden huir al campo, como lo hicieron también los personajes Bocaccio en su memorable Decamerón. Encerrarse fuera de la ciudad. Hacer banquetes y bailes sin descanso, mientras los pobres, aquellos que no tienen casas de descanso, deben continuar trabajando y enfermando y muriendo en ciudades-cárceles de exterminio. Sabiendo que muchos no vivirán. Conviviendo con los muertos que se apilan en las esquinas y los callejones. Conviviendo con cadáveres que apenas semanas antes eran vecinos, amigos, hijos, amantes. Los nobles bailan y se olvidan. Se amurallan. El príncipe que ha convidado a sus amigos a su palacio en el campo regala la última gran fiesta: un baile de disfraces. Y ahí bajo la máscara, llega la muerte roja… En la modernidad, queda el resabio de este miedo atroz: la epidemia. Ahora toma la forma de películas apocalípticas donde el virus mortal transforma, muta a la víctima, destruye, pero no mata. El miedo está ahí, desde tiempos inmemoriales. Quizá por eso no importa que cada día los expertos epidemiólogos declaren que la tasa de mortalidad del coronavirus es menor que el de la influenza estacionaria, que mata a miles cada temporada. No escuchamos que el cambio climático, ese sí, atenta contra la viabilidad de la especie humana. Y no nos importan, no nos resuena. No hacemos nada. Y en cambio sí salimos en estampida a vaciar las farmacias, los costcos y los supermercados. Nuestra fortaleza como especie depende de la solidaridad y el grupo. Pero en las epidemias, el grupo se vuelve el riesgo. El enemigo. Y eso es algo que pega profundo en nosotros. Es quizá el origen del pánico absoluto. 6
Coronavirus, la invención de una epidemia Giorgio Agamben
Frente a las medidas de emergencia frenéticas, irracionales y completamente injustificadas para una supuesta epidemia debida al coronavirus, es necesario partir de las declaraciones de la CNR (Consejo Nacional de Investigación), según las cuales no sólo “no hay ninguna epidemia de SARS-CoV2 en Italia”, sino que de todos modos “la infección, según los datos epidemiológicos disponibles hoy en día sobre decenas de miles de casos, provoca síntomas leves/moderados (una especie de gripe) en el 80-90% de los casos”. En el 10-15% de los casos, puede desarrollarse una neumonía, cuyo curso es, sin embargo, benigno en la mayoría de los casos. Se estima que sólo el 4% de los pacientes requieren hospitalización en cuidados intensivos”. Si esta es la situación real, ¿por qué los medios de comunicación y las autoridades se esfuerzan por difundir un clima de pánico, provocando un verdadero estado de excepción, con graves limitaciones de los movimientos y una suspensión del funcionamiento normal de las condiciones de vida y de trabajo en regiones enteras? Dos factores pueden ayudar a explicar este comportamiento desproporcionado. En primer lugar, hay una tendencia creciente a utilizar el estado de excepción como paradigma normal de gobierno. El decreto-ley aprobado inmediatamente por el gobierno “por razones de salud y seguridad pública” da lugar a una verdadera militarización “de los municipios y zonas en que se desconoce la fuente de transmisión de al menos una persona o en que hay un caso no atribuible a una persona de una zona ya infectada por el virus”. Una fórmula tan vaga e indeterminada permitirá extender rápidamente el estado de excepción en todas las regiones, ya que es casi imposible que otros casos no se produzcan en otras partes. Consideremos las graves restricciones a la libertad previstas en el decreto: a) prohibición de expulsión del municipio o zona en cuestión por parte de todos los individuos presentes en cualquier caso en el municipio o zona; b) prohibición de acceso al municipio o zona en cuestión; c) suspensión de eventos o inicia7
tivas de cualquier tipo, actos y toda forma de reunión en un lugar público o privado, incluidos los de carácter cultural, recreativo, deportivo y religioso, aunque se celebren en lugares cerrados y abiertos al público; d) suspensión de los servicios de educación para niños y escuelas de todos los niveles y grados, así como de la asistencia a actividades escolares y de educación superior, excepto las actividades de educación a distancia; e) suspensión de los servicios de apertura al público de museos y otras instituciones y lugares culturales a que se refiere el artículo 101 del Código del Patrimonio Cultural y del Paisaje, según lo dispuesto en el Decreto Legislativo 22 de enero de 2004, n. 42, así como la eficacia de las disposiciones reglamentarias sobre el acceso libre e irrestricto a esas instituciones y lugares; f ) suspensión de todos los viajes educativos, tanto en Italia como en el extranjero; g) suspensión de los procedimientos de quiebra y de las actividades de las oficinas públicas, sin perjuicio de la prestación de los servicios esenciales y de los servicios públicos; h) aplicación de la medida de cuarentena con vigilancia activa entre las personas que hayan estado en estrecho contacto con casos confirmados de enfermedades infecciosas generalizadas. La desproporción frente a lo que según la CNR es una gripe normal, no muy diferente de las que se repiten cada año, es sorprendente. Parecería que, habiendo agotado el terrorismo como causa de las medidas excepcionales, la invención de una epidemia puede ofrecer el pretexto ideal para extenderlas más allá de todos los límites. El otro factor, no menos inquietante, es el estado de miedo que evidentemente se ha extendido en los últimos años en las conciencias de los individuos y que se traduce en una necesidad real de estados de pánico colectivo, a los que la epidemia vuelve a ofrecer el pretexto ideal. Así, en un círculo vicioso perverso, la limitación de la libertad impuesta por los gobiernos es aceptada en nombre de un deseo de seguridad que ha sido inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerla. Giorgio Agamben, 26 de febrero de 2020 8
Covid-19: epidemias, estados de excepción y totalitarismo de mercado
Ricardo Orozco - www.alainet.org/es/articulo/205234 - 13/03/2020 Como suele suceder con eventos de la magnitud del nivel de esparcimiento del Covid-19, el mundo ha comenzado a prestarle una mayor atención al desarrollo de la enfermedad como nunca antes en los últimos cuatro meses, desde sus primeros brotes en Wuhan, a pesar de que sus márgenes y el potencial de infección de esta nueva cepa de Coronavirus ya era grave en el marco de su despliegue al interior de la sociedad más numerosa del mundo: China. Es decir, sólo la presencia del Covid-19 en Occidente y la rapidez y la amplitud con la que éste se abre paso entre sus poblaciones ha empujado al resto del mundo, a través de diversos organismos multilaterales, a sobreestimar los efectos que el virus podría tener en el futuro, con el propósito no necesariamente de generar pánico entre las masas o de establecer un estado de emergencia generalizado y caótico, sino, antes bien, con el objetivo de anticipar escenarios y posibilidades en las que este virus se agrave, mute y se radicalice en sus efectos. En ese sentido, más allá del claro eurocentrismo que permea la intelección de esta ya declarada de facto pandemia, que domina el grado de urgencia con el cual el mundo debería de responder a su avance, dependiendo del espacio específico y las poblaciones concretas a las que afecte, uno de los rasgos más interesantes de observar sobre la manera en que los gobiernos del mundo ahora reaccionan a su dinámica tiene que ver con los efectos que las cuarentenas decretadas para contener su esparcimiento tienen en la reproducción de la vida económica en distintas sociedades nacionales. Y es que, en efecto, a pesar de que el virus no tiene un nivel de mortalidad elevado (de los 118, 550 casos confirmados alrededor del paneta apenas se contabilizan 4, 262 muertes; esto es, menos del 0.4% de la totalidad), lo que es un hecho es que, en el imperativo de contener su despliegue y no arriesgar ninguna apuesta a que con medidas más flexibles de higiene resulte más mortal, los gobiernos de las sociedades hasta ahora más asoladas por la infección han optado por decretar cuarentenas y estados de excepción sanitaria como su medida más efectiva de contención y 9
combate; y esa decisión, en particular, ha tenido como principal efecto el desacelerar los niveles de producción y de consumo habituales en cada Estado-nación en el que tiene presencia. En lenguaje neoliberal, por ejemplo, lo anterior se traduce, únicamente en China, en una contracción del crecimiento de su economía doméstica del orden del dos al cuatro por ciento de su Producto Interno Bruto por cada cuatro meses que la infección mantenga activas en la vida cotidiana de la sociedad —sin considerar la producción y el consumo ya perdidos para este primer cuarto del año, derivados, tradicionalmente, de los festejos nacionales del año lunar chino. Ello, por supuesto, tiene su principal anclaje en las industrias y los sectores de la economía que se ven afectados de manera más directa por estar sustentados sobre la base de la movilidad humana (como el turismo, el transporte público masivo, eventos deportivos y recreativos, también de masas). Sin embargo, debido a que la ciencia médica aún no sabe con exactitud los vectores a través de los cuales se transmite el virus, y ello lleva a los gobiernos a instaurar cuarentenas generales sobre grandes porciones de la población nacional (ciudades enteras, por ejemplo), esos efectos que en principio son de carácter tan específico y concentrado han comenzado a desplazarse con rapidez y profundidad hacia el resto de las actividades de producción y de consumo cotidianos. El World Econmic Forum, en esta línea de ideas, señala las preocupaciones más acuciantes del gran capital sobre las consecuencias económicas del Covid-19 en su expansión por el mundo al centrar su atención sobre cómo las restricciones a la movilidad de los y las trabajadoras en ciudades enteras ya comienzan a hacer sentir su peso en la interrupción de líneas de suministro completas que ya no conciernen únicamente a determinados mercados nacionales, sino que, por lo contario, repercuten en las cadenas de valor globales sobre las cuales se encuentra edificada la totalidad de la estructura centro-periferia del capitalismo histórico. Es en ese sentido, además, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (el bastión de los gobiernos neoliberales en el Atlántico Norte) prevé que un escenario de efecto dominó, plausible en el futuro inmediato, conduciría a contracciones globales de la misma magnitud observada en la crisis del 2008, con el agravante de que las medidas 10
emprendidas en aquel momento para reactivar el consumo en esta ocasión no serían plausibles, justo porque la mayoría de ellas implican dinamizar la movilización de bienes y personas en masa. ¿Cómo entender esto en tiempos en los que el capitalismo moderno avanza a pasos agigantados en dirección hacia grados nunca antes vistos de automatización de procesos productivos/consuntivos? En general, dos respuestas relativamente populares entre la crítica social contemporánea se han ensayado. En un primer término, la tesis sobre la invención de una epidemia, sustentada en el supuesto de que, debido al escaso grado de mortalidad que tiene el Covid-19, las medidas de excepción implementadas alrededor del mundo por los gobiernos nacionales no sólo no son justificables por sí mismas, sino que, además, no son justificadas en absoluto, debido a que ocultan, en realidad, una tendencia creciente alrededor del mundo a emplear el estado de excepción como norma de gobierno. En segundo lugar, el recurso a explicar el origen, la expansión y la trayectoria del virus por el mundo a partir de la afirmación de que éste fue diseñado y liberado al ambiente de manera voluntaria y predeterminada por alguna fuerza política con el propósito de debilitar a determinadas potencias mundiales. Ahora bien, sobre la segunda de estas respuestas es importante no perder de vista que si bien es cierto que la posibilidad existe, dada la efectividad con la cual los programas de investigación biomédica de las principales potencias mundiales almacenan, reproducen, modifican, etc., enfermedades aún vigentes —y también extintas—, teniendo en perspectiva escenarios futuros de disputas bacteriológicas, hasta ahora no hay información suficiente como para aventurar una respuesta de los sucesos en curso en esa dirección (por lo menos no más allá de la pura especulación y de la duda razonable montada sobre la comprensión de la coyuntura histórica actual, con todas sus tensiones políticas y disputas geopolíticas activas). Paralela y simultáneamente, además, habría que ser conscientes de que los virus, los hongos, las bacterias, así como cualquier organismo viviente o ecosistema son componentes de sistemas complejos, encadenados entre sí en distintas escalas espaciales y temporales, con mecanismos de autorregulación propios, que responden al cumulo 11
de estímulos y alteraciones que las actividades humanas introducen en sus distintos subsistemas y encadenamientos; razón por la cual los ciclos de vida de virus como el Covid-19 y sus adaptaciones a los antibióticos que la ciencia médica diseña para combatirlos están en permanente y dinámica modificación; rasgos, todos ellos, que le hacen a diversas enfermedades gozar de márgenes de plasticidad, adaptación, reproducción, mutación y supervivencia (autopoiesis) a menudo sencillos de modelar y proyectar, pero difíciles de controlar dada la propia complejidad de los sistemas a los que pertenecen. Al margen de ese reconocimiento, no obstante, lo que es un hecho es que, con independencia de si la emergencia y el despliegue del Covid-19 se debió a una intervención geopolítica planificada o a la dinámica misma de un sistema complejo, como bien lo señala la primera tesis, los gobiernos alrededor del mundo están optando cada vez más por aprovechar la experiencia que su alta transmisibilidad y baja mortalidad ofrecen para ensayar formas de excepción más ad hoc a las circunstancias y dinámicas sociales actuales, sobre todo en lo que se refiere a las capacidades de contención con las cuales se cuenta hoy día para hacer frente a eventualidades similares en espacios-tiempos tan acelerados, complejos y densos como lo son las ciudades contemporáneas. En ese sentido, habría que decirlo, el Covid-19 es el menor de los males dentro del espectro de amenazas consideradas pandemias, y ya que su presencia está aquí y sus efectos se dispersan por todos lados, ciertos sectores de la sociedad han optado por sacar el máximo de experiencias y aprendizajes posibles para, entonces sí, en un futuro inmediato saber cómo actuar de la forma más eficaz y eficiente posible ante una pandemia que sí sea altamente mortífera y contagiosa. Ello, sin embargo, no quiere decir, necesariamente, que los gobiernos nacionales y sus instituciones multilaterales estén haciendo todo lo posible por magnificar los efectos del virus en sus sociedades a manera de recreación voluntarista de un escenario de entrenamiento más realista y catastrófico capaz de preparar a la comunidad internacional ante verdaderos apocalipsis bacteriológicos. Significa, antes bien, que lejos de la posición de absoluta restricción y de total eliminación del virus (como parece ser hoy el sentido común generalizado a partir del cual se piensa el combate a 12
dicha enfermedad) el mundo se enfrenta al Covid-19 en términos del despliegue de una estructura de regulaciones y regularidades de sus consecuencias inmediatas y futuras; es decir, se lo ataca a partir de una racionalidad centrada en el cálculo de los saldos positivos y negativos que provoca en espacios-tiempos determinados. De ahí que, en lo concerniente al significado y los impactos que tiene la dispersión del Covid-19 por todo el mundo en un contexto de sistemática automatización de procesos, el elemento más importante a observar sea el relativo a la efectividad con la que los estados de excepción sanitarios funcionen para profundizar y acelerar la desarticulación de la actividad económica presencial, sustituyéndola por procesos efectuados a través de plataformas digitales, aplicaciones móviles y servicios informáticos. Es decir, en la era de la automatización de procesos productivos y cadenas de valor globales prácticamente en su totalidad, la desmovilización de las masas a causa del Covid-19 bien en susceptible de ser empleada por los capitales y los Estados-nacionales a su servicio para imprimir el empuje que hacía falta en la consecución del objetivo claro de desterritorializar el consumo cotidiano de la población, trasladándolo hacia prácticas en las que la compra y venta de mercancías que se traducen en grandes aglomeraciones de individuos ahora se lleven a cabo por medio de aplicaciones móviles; reduciendo al mínimo el contacto entre dos o más personas al momento de concretar el intercambio. Esto, por supuesto, no quiere decir que el objetivo central de las cuarentenas impuestas sea el llevar a las sociedades sometidas a su racionalidad, de un momento a otro, a un distópico futuro en el que la lógica más perniciosa del funcionamiento del mercado capitalista (la absoluta individualización del individuo y la atomización de la colectividad) se cumpla sin restricciones para limitar la socialización de los sujetos al mínimo. Los niveles de acumulación, concentración y centralización de capital en el presente son, después de todo, demasiado grandes como para que el consumo generalizado a través de aplicaciones móviles, plataformas digitales y servicios informáticos le den abasto, lo sostengan y lo hagan crecer sostenidamente (algo que sólo es posible por medio de la masificación del consumo en el espacio público). Sin embargo, sí significa que entre más tiempo permanezca el virus en la cotidianidad de las personas más van a ser 13
las demandas que éstas busquen satisfacer progresivamente a través de ese tipo de recursos y, en consecuencia, mayor será la especialización de los ofertantes de los servicios en cuestión, para hacerse más eficaces y efectivos en la satisfacción de esa demanda creciente; y así llegar a un punto de no retorno en el que los negocios sustituidos por esta nueva forma de consumo no cuenten con posibilidades de recuperarse y su desaparición se acelere. China, en este sentido, es un caso paradigmático en el que los grados de sofisticación y precisión alcanzados por la matriz tecnológica de sus capitales sirven, entre otras cosas, para masificar la enseñanza escolar a través de plataformas (como Edx y Coursera) que en Estados Unidos y el Reino Unido han procurado alcanzar por años, volviendo inútil la estructura y la lógica decimonónica de operación de las instituciones académicas occidentales. Pero no sólo, pues, además, el empuje de servicios de video en streaming (abiertamente hostiles a los tradicionales cines), ahora se ve potenciado debido al impedimento de concentrar a muchas personas en espacios cerrados; la inteligencia artificial gana terreno en la sustitución de actividades recreativas al aire libre y los servicios de entrega a domicilio tipo Uber Eats (el epítome de la precarización laboral) se potencializan para suplir la demanda de millones de personas que son prisioneras de sus propios hogares. Sin duda todos estos fenómenos no se van a traducir en una aniquilación de los modelos de producción y de consumo cotidiano vigentes hasta antes de la emergencia del Covid-19 (por lo menos no en el plano más inmediato y definitivamente no en toda su amplitud). Sin embargo, es innegable que en las escalas más pequeñas, esto es, en los mercados y centros de consumo locales, con algún grado de tradicionalismo, será —por ser las estructuras más débiles en la jerarquía del mercado neoliberal— en donde se dejen sentir las consecuencias más agudas de esta sustitución o mutación en los hábitos de consumo basados. Recuperarlos y/o mantenerlos después de que pase la crisis no será sencillo, y sin embargo, deberá de ser un imperativo el procurar mantenerlos y/o recuperarlos debido a que ahí, en esos espacios, es en donde aún se juega mucha de la resistencia al capitalismo contemporáneo en los ámbitos más inmediatos de la vida cotidiana. 14
¿Qué sabemos sobre el coronavirus y qué podemos hacer? Melany Grunewald
El Estado argentino está tomando una serie de medidas contenedoras para evitar que el conocido COVID-19 se expanda en nuestra población. Sin embargo, hay medidas individuales que los ciudadanos pueden considerar. En China se realizaron una serie de estudios cuyo objetivo es dar a conocer datos porcentuales y descriptivos del alcance de esta nueva enfermedad. El mismo se realizó sobre una población de, aproximadamente, 70.000 personas atendidas por la pandemia (calificada de este modo, por propagarse en más de una región, en este caso, más de 115 países). Del mismo estudio, se desprenden los siguientes datos: • El 80% de los casos son leves; el 14% moderados pero que pueden causar graves neumonías; el 5% puede llegar a ser crítico y en menor medida mortal; • Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos y la proporción va en aumento; • Solo el 3% de los casos ocurre en menores de 20 años (pueden presentar cuadros asintomáticos), y la mortalidad en menores de 40 años es del 0.2% • No hay indicios de mayores riesgos para personas con VIH; • En ese sentido, se proponen algunas medidas públicas: • Aislamiento obligatorio (cuarentena) para personas que vengan del extranjero. Es un delito punitivo no cumplir con este requisito; • Suspensión de vuelos por 30 días; • Suspensión y cancelación de eventos masivos (eventos deportivos, recitales, etc); En ese sentido, es una buena noticia haber decretado la emergencia sanitaria por un año: “Amplíase la emergencia pública en materia sanitaria establecida por Ley N° 27.541, en virtud de la Pandemia declarada por la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SA15
LUD (OMS) en relación con el coronavirus COVID-19, por el plazo de UN (1) año a partir de la entrada en vigencia del presente decreto, el que podrá ser prorrogado en caso de persistir la situación epidemiológica”. Prevenciones individuales Además de las intervenciones estatales, se recomiendan ciertas prevenciones que cada ciudadano puede considerar: • Si volvés de viaje de alguno de los países donde el coronavirus circuló/a, es tu deber hacer cuarentena; • Si sentís los síntomas FIEBRE+TOS, hay que realizar una consulta médica. En Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puede llamar al 107. Desde el 107 te harán una serie de preguntas que determinarán si sos sospechoso/a de padecer el virus. En ese caso, se comunican con tu Obra Social; • Desde la Obra Social deben trasladarte en ambulancia (NO se puede movilizar el paciente en transporte público) hacia el hospital; • El paciente debe permanecer en sala de aislamiento hasta que se confirme si tiene o no coronavirus. En caso de resultar positivo, debe permanecer internado a cuidado total de la institución médica; • Con respecto a las personas mayores de 65 años, se aconseja evitar las congregaciones y reuniones en los centros de jubilados/as; • Si no se presentan síntomas, NO usar barbijo; • Lavarse regularmente las manos con agua y jabón. Reforzar con alcohol en gel, no está de más; • Toser y estornudar en pañuelos desechables o en el pliegue del codo. El virus se contagia por medio de la humedad en las vías respiratorias. Se recomienda evitar tocarse la cara, el virus ingresa por ojos, nariz y boca. Ultima recomendación Como el virus modifica su comportamiento, estas medidas están atadas a cambios. Por otro lado, desde la Organización Mundial de la Salud, se espera que Italia (fuerte punto de circulación del COVID-19) pueda volcar sus propios datos en un estudio como el realizado por China, para reforzar la información sobre el virus. 16
Resumen Pandemia COVID-19 Marzo 13
Resumen de la conferencia del Infectólogo Dr Carlos Pérez, jefe de Infectologia de Clinica Marly. Médico Infectólogo de la Universidad Nacional de COlombia A mis colegas médicos: ¡La sociedad nos reclama! Cuando esto pase, piensa como nos comportamos ante una pandemia, esto reflejará si haces parte de un país desarrollado o subdesarrollado. El Coronavirus produce la enfermedad Covid-19. Es una zoonosis. Ya hay transmisión autóctona en los países infectados (Cuando los casos no son importados). Hasta ayer Marzo 12 2020, el virus ha infectado 127.863 personas, 70.000 personas se han recuperado y 4.718 personas fallecieron. En América tenemos 649 casos y en Colombia 9 casos (en México 41). Ayer 145 personas fallecieron en 1 solo día en Italia. 1716 trabajadores de la salud han sido afectados, de los cuales 5 fallecieron (entre ellos 1 neurocirujano y 1 oftalmólogo) El 80% de los pacientes tendrán enfermedad leve (gripa con fiebre). 15% requerirán oxígenoterapia 5% requerirán ventilación mecánica en UCI (de este 5%, 3 % morirán) Sobrevida del virus: En objetos tipo Plastico, teclados, PVC, madera: 2 días Pero si el objeto está húmedo, la inoculación aumenta y dura 28 días. Las personas que fallecen son mayores de 60 años, riesgo muy alto en mayores de 70 años. 17
Esto quiere decir qué hay que cuidar al abuelo y evitar lugares masivos. En menores de 10 años la mortalidad es casi cero. Pero son grandes transmisores. Un estudio reporta 9 maternas con transmisión vertical, pero a los bebés no les pasó nada (inmunidad). Esto quiere decir que sí les dio pero no van a morir y sí transmiten el virus de forma importante. Con relación al tapabocas: Uso adecuado de él, nada más ofensivo que un tapabocas en el cuello. La parte clara debe estar hacia adentro y la oscura hacia afuera. Si manipulas el tapabocas los virus estarán en tus manos. Al descartarlo romper la tira que sujeta. Después de 8 horas debes descartarlo. ¡Es una enfermedad que SI SE PUEDE CONTROLAR ! La gente si se recupera. Países como China y Alemania son considerados modelo a seguir por su eficacia en el control. Ya no hay casos en China. Alemania tiene 2078 casos y 2 personas fallecidas. El caso de Italia se relaciona con población anciana, que no tomó medidas de contención. Milan tenía varias ferias en ese momento por ser una ciudad muy dinámica (Se ha denunciado que en días anteriores ala crisis, se habían despedido a más de 5000 trabajadores de salud). Cuadro clínico: • Cefalea, tos seca y fiebre persistente. • Odinofagia es considerado un síntoma cardinal. • La fiebre debe ser persistente y la disnea progresiva. • Las complicaciones empiezan a los 8 días. • Es característico la linfopenia y Dimero D alto en laboratorio. • Rx Tórax: reporta consolidación difusa en vidrio esmerilado y es más apical. Quienes deben consultar por urgencias: • Solamente Fiebre persistente y disnea progresiva. • Paciente con cuadro leve: aislamiento, no hacer PCR 18
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Caso probable con sx moderados: hacer panel viral, si da negativo y clínica persistente repetir panel para descartar otros virus y luego hacer PCR para coronavirus.
Respuesta de laboratorio central en 24 horas. Pacientes con enfermedad coronaria e hipertensión arterial están en mayor riesgo de muerte, son más afines a que entre el virus (tienen como receptor enzima convertidora de Angiotensina y por ahí entra). Periodo de incubación: 5 días. • 1 persona infectada infectará a 2 personas más y su crecimiento es “exponencial”. Este crecimiento exponencial es lo que enciende todas las alarmas. • Periodo de latencia: 14 días (hasta 14 días la persona sigue secretando el virus). • Mecanismo de transmisión: por aerosoles y gotas de saliva. • No está claro si hay transmisión orofecal (estudios reportan 10% de detección en heces). • Por lo tanto se recomienda bajar la tapa del sanitario y vaciar para que el virus se evacue. Luego adecuado lavado de manos (igual al que hacemos en cirugía). • La transmisión se da cuando la exposición del virus en su cuerpo dura 15 minutos o más y está a menos de 2 metros de distancia. Personal de la salud en riesgo: • Todos los que manejamos secreciones de tracto respiratorio: • Anestesiólogos, terapia respiratoria, Otorrinolaringologos, Urgentólogos y Odontólogos. • La protección debe ser de aislamiento y de contacto (ideal usar faceshield). Como los ORL no podemos por el fotoforo, utilizar gafas y tapabocas cubriendo nariz. • El jabón común mata el virus. Limpien los teclados y superficies con alcohol. • Cierra los sanitarios, evacua y realiza lavado de manos quirúrgico. • Tu lavado de manos debe ser por tiempo prolongado y de rutina, múltiples veces al día. • El alcohol glicerinado puede elaborarse con alcohol mayor 60% 19
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(2/3 partes, glicerina 1/3 parte y 10 gotas de aceite esencial). No viaje durante las próximas 4-8 semanas Evite aglomeraciones, personas mayores de 60 años no asistir a misa o centros comerciales, saquen a sus padres de los hogares geriátricos por lo menos durante este tiempo. Eviten aglomeraciones. Se recomienda el teletrabajo. No más juntas o celebraciones. Pacientes hipertensos deben tener control adecuado de la presión arterial. No tome vitamina C (sin evidencia científica). No se requieren escafandras. Cuida tus estornudos (llega a 14 metros). Desafortunadamente, se recomienda el aislamiento social. A mis colegas médicos, el número de casos va a aumentar, eviten asustarse, SI se puede controlar. Evitemos que más personas colapsen el sistema de salud. No se presten a la manipulación, eviten capitalizar el miedo y trabajemos juntos por nuestras familias y comunidad Favor leer y aplicar en su vida diaria. Medicina preventiva y solidaria. Nosotros somos la diferencia, no somos parte del problema.
Las pandemias y el miedo, crisis civilizatoria de la ecología humana y planetaria Enrique Vargas Madrazo Querida comunidad. siento que estamos en un momento importante para todo el trabajo de higiene natural y vida sustentable-buenvivir: https://unidadsaludintegrativauv.blogspot.com/p/blog-page_8.html) que hemos estado haciendo por varios meses y ya algunos años para algun@s de nosotr@s. la locura civilizatoria que estamos construyendo desde hace siglos y en especial hace décadas, está rindiendo sus frutos. la devastación de la ecología interior y exterior tiene que expresarse en la salud de las personas y las comunidades. 20
bien aquí está!!! el terror, el estrés y el miedo sin sentido son depresores severos del sistema inmune y en general del metabolismo. el miedo a la muerte y a la enfermedad son expresiones dramáticas de una sociedad construida sobre supuestos de control y denegación de los procesos de la vida A LA CUAL PERTENECEMOS LAS Y LOS HUMANOS. ahora y siempre. ahora es cuando la Higiene Natural, la salutogénesis (que es la cualidad de recibir la enfermedad y recuperarse vigorosamente), la vitalidad celular, personal y comunitaria adquieren un VALOR maravilloso. Medicina Sistémica-Integrativa REGRESAR y CUIDAR de lo esencial: 1. lo físico: movimiento y respiración, desintoxicación y alimentación (incluida la alimentación de luz solar, aire fresco y puro, agua viva, tocar la tierra) para la salud, 2. lo emocional: auto-cuidado emocional para la salud. el buentrato, reconocer y acunar nuestros sentimientos (luminoso y oscuros) como una bendición y expresión de la vida. 3. lo intelectual: el diálogo, el pensamiento-pregunta, suspensión creativa, compromiso con la justicia y la paz. 4. lo espiritual: meditar colectivamente en el silencio y en la acción. conexión con nuestro planeta y el cosmos, con los ciclos y lo sutil-sagrado. trabajemos amorosamente con los virus, hongos y bacterias, son nuestros aliados. ellos están aterrados (por la destrucción de sus ecosistemas) igual que nosotros, pero al recibirlos en un jardín de amor, vitalidad y metabolismo salutogénico en nuestros cuerpos-casa-comunidad, ellos también sanan y construyen a nuestro lado una ecología interior-exterior de cura y cooperación. aquí está la vida y es para vivirla, incluida la enfermedad y la muerte, como corresponde no con terror, miedo o control. abrazos! 21
Es amplio espectro. Ataca a virus RNA y DNA, y lo hace tanto de forma tópica como sistémicamente, sin resistencia ni adaptación del microorganismo. 1. ¿Existe una medicina efectiva en contra de los virus, como el de la influenza, que sea barata, accesible y produzca efectos secundarios mínimos? Sí; el Orozuz, Regaliz, o Palo Dulce; es de origen natural: lo creó Dios, no las farmacéuticas. Sólo los hipertensos, pacientes renales (es decir, aquellos con patologías en los riñones) y endócrinos (con problemas glandulares), deben tener cuidado al utilizarlo. Es una medicina de amplio espectro antiviral. Ataca a virus RNA y DNA, como el de la gripa y el de la influenza, el del S.I.D.A., el papiloma, etc., y lo hace tanto de forma tópica, es decir en el sitio infectado (como en las pústulas herpéticas y los condilomas), como sistémicamente (en infecciones internas de los órganos, como el hígado hepatítico, los tejidos pulmonares, o la misma sangre, en las leucemias víricas), sin crear resistencia ni adaptación del microorganismo al que ataca. 2. Si es así, ¿por qué la “ciencia” médica lo ignora? ¿Por qué incluso los doctores y farmacéuticos niegan que una medicina de estas características pueda existir? Es del Creador y no de un laboratorio, por lo que es imposible patentarla en exclusiva, para lucrar vendiéndola a precios tan altos como los supuestos “antivirales” de marca o patente, todos los cuales producen, además, graves efectos colaterales sin llegar a ser tan terapéuticos, ni de lejos, como el Regaliz u Orozuz. 3. ¿Ha demostrado la “ciencia” por medio de experimentos con humanos, que verdaderamente sirve el Regaliz u Orozuz como antiviral, o que tenga más propiedades medicinales? Sí. Desde 1979 se han constatado sus efectos terapéuticos, en enfermedades de tratamiento supuestamente difícil, como el herpes, con resultados tan exitosos como la remisión de la enfermedad, sus síntomas molestos, y el virus en el 75% de los casos tratados. En el V.I.H. también es efectivo, y se comprueba en la disminución de los virus en sidosos tratados con esta medicina, además de que les potencia su sistema inmune al ser inmunomodulador. En México se descubrió 22
su utilidad en contra del H.P.V., o virus del papiloma humano, y se patentó una forma de administrarlo tópicamente bajo el nombre de Epigen®, cuya marca comercial apuntamos, debido al evidente interés público al respecto, y a la imposibilidad de encontrarlo sin conocerle de antemano, señalando que se le debe una discriminación positiva, es decir, es menester informar a su respecto, dada su nula difusión desde que existe, que a la fecha son ya varios años. 4. ¿Existe una razón ignorada, para que los virus y otras enfermedades sean ahora más peligrosas que hace cientos de años? La adopción de comidas industrializadas que no son verdaderamente alimento, y que sí son en cambio el origen de las primeras causas de muerte masiva en el planeta, es una de esas razones: se usan los alimentos falsos como medio de explotación y exterminio. Aquí se genera un porcentaje mayoritario de la enfermedad. Otra pieza del ensamblado de este genocidio es el abandono voluntario y malintencionado de las medicinas proféticas de Dios, y la búsqueda y uso de medicinas también falsas, puramente cosméticas, con las cuales se pueden generar fortunas multimillonarias. Hay más factores, igualmente importantes, en la inmunosupresión crónica y mundial, como la telefonía inalámbrica: tanto los aparatos individuales (los celulares o móviles, las tabletas, etcétera) como cualquier transmisor (módem, torre, satélite, bluetooth, etcétera), causan disrrupciones electromagnéticas de los sistemas inmunitarios, provocando, por dar sólo un ejemplo, una plétora de cánceres. 5. Entonces, ¿están crónicamente debilitados los sistemas de defensa de los humanos? Efectivamente. Un antiviral como el Regaliz u Orozuz ataca con éxito las enfermedades virales, pero con un sistema inmunitario siempre sobrecargado y débil, tarde o temprano otra enfermedad puede atacar y vencer, como el cáncer o una infección oportunista, ante la cual los antibióticos usados por los doctores pueden ser inútiles; no así los antibióticos de Dios, que existen y funcionan a la perfección, como el extracto de semilla de Toronja (Nutribiotic® o Citrik®, por sus marcas comerciales, y en E.U.A.: Citrobiotic®), o la plata coloidal por mencionar otro. 6. ¿Cómo se devuelve la potencia al sistema inmune? A) Abandonando la comida industrial, en particular los productos que con23
tienen grasas trans (cuyos apodos en las etiquetas son: aceite hidrogenado o parcialmente hidrogenado, grasa vegetal, grasa vegetal “comestible”, manteca vegetal, y margarina o mantequilla vegetal. Apocalipsis 6:6), transgénicos (como la soya, el maíz, el arroz, la canola, y los productos que con ellos fabrican. Sagrado Corán 4:119), y aditivos (conservadores, colorantes, y cualquier cosa que suene a laboratorio o rara en la lista de ingredientes). B) Extirpando en lo posible las microondas de nuestras vidas, y usando en su lugar la telefonía fija o alámbrica, y para los mensajes de texto, los bipers (radio-pager, radiolocalizador), y los teléfonos de monedas o tarjeta de la calle, siempre que estén conectados a la red por cables (si no tiene cableado, su línea es “celular”: sic). Si usas internet, que sea para lo esencial y con módem cableado vía Ethernet. C) Que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina sea tu alimento. Compra productos orgánicos y consigue tu comida en los mercados; selecciona bien tu consumo en las tiendas de cadena o súpermercados. Cocina en casa y no comas en la calle, a menos que no tengas opción, siendo en todo caso muy cuidadoso con lo que ingieres y lo que tomas. D) Usa nutracéuticos: medicinas de origen natural, hechas por el Misericordioso, tales como el Regaliz mencionado, la Silimarina (potencia el sistema inmune y cura la diabetes 1 y 2, por cierto, además de otros padecimientos), el Mangostán, el Noni (algunas moléculas del mismo se encuentran en la fruta mexicana de temporal llamada Nanches), el Acai, las setas y hongos curativos (como Reishi, Shiitake y Maitake), el Neem, y Tibicos o Kombucha. E) Extrema tus precauciones cuando acudas con un doctor alópata (falsamente llamado “tradicional”, pues carecen de tradiciones y están llenos de dogmas y planes eugenésicos (asesinos); pregunta todo sobre tu enfermedad y el tratamiento que quiere darte, y no te quedes con esta información solamente, INDAGA EN INTERNET, LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNDIAL, sobre tu mal y el fármaco o terapia que intentan imponer los batiblanca. Decide con criterio y pide a Dios que te lo dé. El criterio es un don otorgado por el Creador a quien lo pide y hace por recibirlo. Sin criterio, además de enfermedad y muerte, se consigue la locura. 7. ¿Corremos riesgo de otra epidemia similar a la que mató después de la 1era guerra mundial a 40,000,000. de personas y que fue llamada equivocadamente “Influenza Española”? Sí, y además con el 24
mismo virus, exactamente el mismo. Los laboratorios militares del imperio gringo lo resucitaron de una víctima conservada en el hielo permafrost del polo, y lo tienen listo para usarlo en contra de quien lo deseen,¡incluso inyectándolo con las vacunas que dicen prevenirlo! Éste sí representa un peligro real y de hecho comprobado. La única medicina conocida que puede contrarrestarlo y prevenir su contagio es el Ácido Glicirricínico, el polisacárido que se encuentra en el Regaliz u Orozuz, de eficacia antiviral constatada en contra de esta clase de virus y de muchos otros más. Algunos niños europeos eran los que más sobrevivían, pregúntenle a la bisabuela y verán: sus mamás y abuelitas les obsequiaban con los dulces que se producen con él (como el famoso Saila o Morositas italianos, o el Juanola español. Los alemanes, que carecían de esta maravillosa golosina, sucumbieron sin defensa ante las letales armas del demoncete viral, que de hecho fue producido en un fuerte militar estadounidense, prolegómeno de la guerra biológica actual. Sorprendente, ¿verdad? 1 8. ¿Y dónde se puede conseguir el “palo dulce” (Regaliz u Orozuz)? En las yerberías que se encuentran dentro de los mercados tradicionales, como La Merced o El Sonora, ambos en la Ciudad de México; y para conseguirlo molido, se compra en el centro de la ciudad, en la sección homeopática de la farmacia París, al fondo a la izquierda. Siempre dicen que no hay, pero se debe insistir y pedirlo por el único nombre con el que lo conocen: Raíz en polvo de Orozuz. Tmabién lo venden por internet. 9. ¿Cómo se usa? En palitos se humedece con la saliva, y posteriormente se masca sacándole el azúcar especial que contiene (Glicirricina), o se prepara un té con los mismos. En polvo se mezcla una cucharadita con el té de elección, y ya que se diluyó su polisacárido (el azúcar propia de esta raíz), se deja asentar lo que resta del polvo, hasta hacer un pocillo al fondo de la taza, que ahí se ha de dejar. Luego se toma lentamente el líquido (así desinflama la garganta, y ayuda en la gastritis, el reflujo y la úlcera). Los pacientes renales y los hipertensos deben abstenerse o controlar su situación: los renales deben tomar Silimarina, y los hipertensos deben tomar, además de la Silimarina, su medicina de elección alópata, checando que se mantenga normal su presión arterial. Se debe tomar mucha agua mientras dura el tratamiento (dos litros al día, contando al 25
té como 1 litro solamente, y jugos y aguas frescas de toda fruta y verdura, como el segundo litro); de por sí se debe tomar mucha agua pura, por cierto: de filtro o botella de vidrio, ¡evita el plástico! La duración del tratamiento depende de la respuesta, y la respuesta depende de la calidad del sistema inmunitario del paciente. Sugiero la lectura de mi libro electrónico gratuito (se puede descargar también para imprimirlo): SILIMARINA, CURA DE LA DIABETES. No sólo habla de la enfermedad “dulce”, sino de una de sus causas: la inmunosupresión alimentaria, producida por cierto tipo de comida que pocos pueden reconocer como tóxica e inmunosupresora. ¿Te imaginas?, la inmunodeficiencia de un sidoso, al alcance de tu desayuno, comida, monchis, y cena. 2 10. Un consejo para terminar: Mantén esta información que estás recibiendo en la discreción, porque si la gente de poder sabe de ella, es seguro que prohibirán esta medicina con algún pretexto legaloide, como están haciendo con la Silimarina. Así son ellos, los enemigos del mundo. Difúndela sólo con tu gente. Ni siquiera los medios de información “independientes” son éticos al 100%. Por último: ten reservas a la hora de escuchar a los medios, al gobierno, y a los voceros de la ciencia. Todos ellos tienen una agenda secundaria que te ocultan, y en la cual tus intereses no existen, sino los de sus ambiciones maléficas. Sobre todo, no te vacunes con sus productos, en sí mismos son altamente tóxicos para gente sensible, pues por ejemplo, como medio de disolución de las vacunas utilizan neurotoxinas que en corto plazo te desfacultan cerebralmente, y a largo plazo puede producirte Alzheimer, Parkinson, y otras enfermedades espantosas para las cuales ellos no han encontrado cura, como las autoinmunes. Además, sus vacunas no sirven, como fue el caso reciente de esta “epidemia” falsa del virus de guerra camuflada AH1N1©, en la que las inoculaciones previas contra la influenza se mostraron ante ella completamente inútiles. Confía en Dios, en sus medicinas, en su amor y misericordia. Que estas palabras le honren y den gloria.3 http://articulo.islamoriente.com/node/1283 1 - Actualmente (COVID19, Irak): http://htv.mx/1K3Q 2 - Biblioteca: http://bit.ly/38E5B6z 3 - Este documento en audio: http://bit.ly/3aSHQt5 26
Coronavirus, una pandemia muy oportuna
Marcos Roitman Rosenmann - La Jornada - Domingo 15 de marzo La radiografía del momento son hospitales colapsados, personal sanitario exhausto y un sistema de salud pública resquebrajado por las privatizaciones. El Covid-19 destapa las vergüenzas de una gestión destinada a transformar la medicina en un gran negocio para empresarios ávidos de ganancias. Como suele ocurrir en estos casos, la iniciativa privada se frota las manos. Cualquier circunstancia es buena para hacer caja. Así, juegan con el miedo mientras ven aumentar sus beneficios. Han llegado a cobrar 300 euros por las pruebas del Covid-19. Su costo normal no supera los 25 euros. Son los empresarios quienes piden exenciones de impuestos, rebajas en el IVA, facilitar despidos y recibir ayudas para paliar la crisis abierta por la pandemia. El Covid-19 es una buena excusa para especular. Dejar de ganar no es lo mismo que perder. Si lo valoramos en coyuntura, es una parálisis efecto de una situación extraordinaria. El cierre temporal puede no tener incidencia en el cuadro anual de resultados. Así lo hizo saber el ex ministro de Industria, Comercio y Turismo del PSOE (2008-2011) Miguel Sebastián: “Las parálisis económicas no tienen por qué ser una crisis económica… es un paréntesis… la clave (es) que no duren mucho… puede ser un mes o menos, y luego recuperar la actividad”. Mientras tanto, la población es sometida a medidas que desatan la histeria colectiva y cuyo objetivo es frenar la acción del virus. El llamado a no salir de las casas deja un paisaje de ciudades semidesiertas. El gobierno y las autoridades solicitan comprensión y responsabilidad a los ciudadanos, la que ellos no tuvieron cuando firmaron los decretos de privatización, el despido de personal auxiliar y la amortización de médicos especialistas motivada por jubilación. Han sido cientas las plazas perdidas, lo cual ha dejado un sistema de salud en mínimos, disminuyendo el número de camas, los servicios especializados y de urgencias. En 2012, el Servicio Madrileño de Salud tenía 15 mil 531 camas funcionando, en 2018 eran 12 mil 565. Todos los inviernos la gripe común satura las áreas de urgencias de los hospitales públicos, pero no se hace nada, sólo ocultar los déficits. 27
Este año se suman los afectados por el virus Covid-19. La rapidez con la cual se expande en pacientes con patologías crónicas supone la imposibilidad material de gestionarlo hospitalariamente. Entender la salud como un negocio tiene consecuencias. No resulta extraño que en medio de la caída de valores en la bolsa, dos compañías farmacéuticas que trabajan en una vacuna, la anglofrancesa Novacyt y la estadunidense Aytu BioScience, vean subir su cotización. La primera, en 600 por ciento, y la segunda, en 80 por ciento. Nada sobre los avances del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, donde los cuatro pacientes italianos en la isla han sido tratados con el nuevo antiviral interferón alfa 2B recombinante (IFNrec), elaborado en la planta mixta cubano-china desde enero en la localidad de Changchún, provincia de Jilin. Si el virus y su tratamiento son un problema que desconcierta a la comunidad científica (¿nuevo, una mutación, llegó para quedarse?), aconsejar el aislamiento total y evitar contacto humano para frenar su propagación resulta, al menos, sospechoso. Algo no cuadra. Podemos estar viviendo el mayor teatro de operaciones jamás creado para elevar el grado de sumisión y obediencia apelando al miedo-pánico, a fin de reorganizar los mecanismos represivos y coercitivos. Una visión primaria, pero efectiva. Ante una amenaza que se expande, cerrar ciudades, suspender la actividad comercial salvo alimentación, quioscos de prensa, estancos y farmacias, estaría justificado. El relato no puede ser más maniqueo. Es el momento de obedecer sin rechistar. Será cuestión de meses encontrar el antídoto. Así se consolida el comportamiento socialconformista, cuyo rasgo característico es la adopción de conductas inhibitorias de la conciencia en el proceso de construcción de la realidad. Se presenta como un rechazo a cualquier tipo de actitud que suponga enfrentarse al poder constituido. El conformismo social es asumido y presentado a los ojos de todos nosotros como actitud responsable. Un comportamiento que busca paralizar la acción colectiva y desarmar el pensamiento crítico. La guerra neocortical ha comenzado. No se trata de negar, menospreciar ni buscar explicaciones en teorías conspiratorias. La realidad parece señalar que los motivos epidemiológicos para declarar una pandemia no están justificados, aunque sí desde una perspectiva política. Desde hace unos años, analistas pro28
nostican una recesión en el interior del neoliberalismo y su fetiche, la economía de mercado. Su reacomodo requiere mayor grado de violencia, aumento de la desigualdad social, exclusión y sobrexplotación bajo un neoliberalismo militarizado. Contener las revueltas populares, desarticular los movimientos sociales y plantear un nuevo escenario se antoja necesario para evitar el colapso. Los ejemplos sobran. En Chile, Francia o Colombia, por citar tres casos, el coronavirus es una “bendición”. Por primera vez, si exceptuamos las dos guerras mundiales, la especie humana es sometida a una tensión donde el miedo, el control social y una información manipulada comparten el espacio. Todo aderezado con un relato sobre caos económico y las cuantiosas pérdidas. Seguramente, dentro de unos meses, las empresas habrán recuperado sus beneficios, las bolsas retomarán el pulso especulativo y el miedo-pánico desaparecerá. La factura, como de costumbre, la pagarán las clases trabajadoras.
Coronavirus, un riesgo mayor para el mundo que para China
Oscar Ugarteche - Alfredo Ocampo Observatorio Económico Latinoamericano – OBELA https://www.alainet.org/es/articulo/205263 El 31 de diciembre de 2019 apareció el coronavirus (COVID-19) en Wuhan, China. Si bien esto explica la velocidad de la caída de las bolsas, no es suficiente para explicar por qué se asemeja a lo vivido en la crisis de 2008 – 2009. Desde antes de su aparición, las perspectivas económicas mundiales para el 2020 eran aun menores que para 2019. El impacto que se ha presentado no se puede comprender sin entender la importancia de China en las cadenas globales de valor. China es la fuente de 5 ramas de la economía mundial: farmoquímica, automotriz, aeronáutica, electrónica y telecomunicaciones. El cierre de las fábricas y del comercio de China frena la producción de estas 5 ramas en el mundo. El impacto es una desaceleración inmediata de la producción mundial, hasta llegar a su detenimiento. El origen de esto es el orden mundial establecido en 1990 por EEUU, cuando cayó el muro y 29
simultáneamente se integró China al comercio mundial, con lo que se creó la posibilidad de la ley de un solo precio. El otro lado es la apuesta por la energía fósil, en un mundo que camina hacia las energías limpias. Esto lo hace de forma antagónica a China, quien se ha convertido en el eje de la nueva dinámica económica, con el cambio de matriz energética hacia energías limpias, y quien está en la vanguardia tecnológica global. Si bien China comienza a tener consecuencias en su sector manufacturero, los estragos que el mundo sufre son cada vez de una mayor magnitud. En febrero de 2020 el Índice de Gestores de Compras de China (PMI por sus siglas en inglés) tuvo una caída de 50 a 35.7% tal como se observa en la gráfica 1. Esto mismo se podría anticipar para las economías industrializadas eslabonadas con China en los próximos meses, ya que hay un rezago del impacto, principalmente por los inventarios existentes y por la carga en camino. Este rezago será de un trimestre como mucho. Si China reabre se habrá perdido un trimestre de producción, si China no reabre pronto la pérdida podría ser hasta de un semestre de producción. Por el lado de los países exportadores de materias primas hay una disminución de precios que se ha agudizado y una caída en el volumen exportado, impactando sobre su crecimiento económico aún más. Los primeros impactos ya se sienten en los ingresos de las exportaciones y se pueden apreciar en la depreciación de las monedas en todos los países de América Latina. Igualmente se puede ver la caída en los índices de bolsa ante la anticipación de recesiones en la región. Índices como el Baltic Exchange Dry Index (BEDI) y el Dow Jones Transportation Average (DJTA), que miden los volúmenes de carga, contratos de envíos de mercancías y precios en medios marítimos, ferroviarios, aeroespaciales y terrestres, muestran que ya existe una caída de comercio mundial que pronto se verá reflejada en las cadenas de valor. De acuerdo con datos de Bloomberg, el BEDI cayó del máximo a mediados de septiembre de 2019 a un mínimo el 10 de febrero, lo que significó una caída del 84% en el índice. Por su parte el DJT cayó del máximo del año un 36% al 12 de marzo, indicando la caída del comercio dentro de Estados Unidos. Todo esto ha afectado a la demanda de petróleo. Aunado a ello, el 8 de marzo Arabia Sau30
dita anunció que reduciría sus precios y aumentaría la producción, lo que sumado a la producción rusa, hizo que los precios del crudo cayeran 20% en marzo del 2020. Esto impacta en América sobre las economías de EEUU, México, Colombia, Venezuela y Ecuador siendo Venezuela el más golpeado seguido de Ecuador y Colombia. En 29 días, desde el 12 de febrero al 12 de marzo, la bolsa de Nueva York se cayó 24.9%, el NIKKEI de Tokio 22.2%, el DAX alemán 33.4%, el FTSE 30.5%; mucho mayor que las bolsas de Straits de Singapur 16.9% y Shanghai 0.1%. Una bolsa más castigada es la italiana 38.3%. En América Latina, la bolsa en México cayó 18.6%, en Sao Paulo, 37.8%; Santiago, 19.9% y Lima 23.7%. Estas caídas son más violentas que las caídas entre 15 de septiembre y el 15 de octubre de 2008. La diferencia es que en el 2008 las bolsas venían descendiendo desde agosto de 2007. Esta vez las bolsas iban al alza a pesar que la producción global viene en crecimientos descendentes desde marzo del 2018. Estas caídas han impactado en los rendimientos de los bonos a 10 años de EEUU, Alemania, Reino Unido que están en mínimos históricos. Hay una recomposición de cartera hacia el dólar que ha producido depreciaciones en todas las monedas, lo que encarecerá las importaciones y restringirá el consumo de bienes importados en el mundo. Por primera vez en la historia, el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años cayó por debajo del 1% de rendimiento, debido al recorte de 0.5% de la tasa de los fondos federales por parte de la Reserva Federal. La decisión se tomó en una reunión extraordinaria, situación no vista desde la crisis de 2008. Los problemas económicos de fondo han sido puestos en evidencia de manera accidental por el surgimiento del COVID-19. La idea de las cadenas globales de valor pensadas desde el abaratamiento de costos ha generado una fragilidad productiva no calculada y cuyos efectos recién se van a estudiar. Lo indudable es que la incertidumbre sobre la dinámica de la economía real ha impactado sobre las expectativas en las bolsas de valores y en crecimiento económico del mundo. El resultado es una depreciación general de las monedas con una apreciación del dólar, lo que tendrá como resultado una contracción del consumo en el mundo en los años 2020 y 2021 por lo menos. La reactivación de la producción, cuando sea que se produzca, será más lenta que la dinámica previa. La nueva década será una de transformación energética y de nuevas tecnologías. 31
Epidemia de neoliberalismo
Raúl Zibechi - La Jornada - Viernes 13 de marzo de 2020 Hace siglos pudimos aprender la importancia de los entornos sociales y naturales donde los virus se arraigan y multiplican, porque convivimos con ellos y no siempre nos amenazan. La peste negra debió enseñarnos que virus prexistentes se multiplican y dispersan cuando se crean las condiciones apropiadas. En nuestro caso, esas condiciones las creó el neoliberalismo. En Plagas y pueblos, William McNeill destaca algunas cuestiones de actualidad, cuando analiza la peste negra que barrió Europa desde 1347. Los cristianos, a diferencia de los paganos, cuidaban a los enfermos, “se ayudaban entre sí en épocas de pestilencia” y de ese modo contenían los efectos de la peste (Siglo XXI, p. 122). La “saturación de seres humanos”, sobrepoblación, fue clave en la expansión de la peste (p. 163). La pobreza, una dieta poco variada y la no observación de las “supersticiones”, costumbres locales de los pueblos, por la llegada de nuevos habitantes, convirtieron las pestes en desastres (p. 155). Braudel agrega que la peste, o “hidra de mil cabezas”, constituye una constante, una estructura de la vida de los hombres ( Las estructuras de lo cotidiano, p. 54). Sin embargo, qué poco hemos aprendido. La peste negra destruyó la sociedad feudal, por la aguda escasez de mano de obra a raíz de la muerte, en pocos años, de la mitad de la población europea y, también, por la pérdida de credibilidad de las instituciones. Este es el temor que ahora lleva a los estados a encerrar a millones. La epidemia de coronavirus en curso, tiene algunas particularidades. Me voy a centrar en las sociales, porque ignoro cuestiones científicas elementales. La epidemia actual no tendría el impacto que tiene, si no fuera por tres largas décadas de neoliberalismo, que ha causado daños ambientales, sanitarios y sociales probablemente irreparables. Naciones Unidas por medio del Pnuma, reconoce que la epidemia “es reflejo de la degradación ambiental”. El reporte señala que “las dolencias transmitidas de animales a seres humanos están creciendo y empeoran a medida que los hábitats sal32
vajes son destruidos por la actividad humana”, porque “los patógenos se difunden más rápido hacia rebaños y seres humanos”. Para prevenir y acotar las zoonosis, es necesario atajar “las múltiples amenazas a los ecosistemas y la vida salvaje, entre ellas, la reducción y fragmentación de hábitats, el comercio ilegal, la contaminación y proliferación de especies invasoras y, cada vez más, el cambio climático”. Las temperaturas a comienzos de marzo (invierno) en algunas regiones de España están hasta 10 grados por encima de lo normal. Además, la evidencia científica vincula “la explosión de las enfermedades virales y la deforestación” . La segunda cuestión que multiplica la epidemia son los fuertes recortes del sistema sanitario. En Italia, en los pasados 10 años se perdieron 70 mil camas hospitalarias, se cerraron 359 departamentos y numerosos hospitales pequeños fueron abandonados (https:// bit.ly/39BjkMC). Entre 2009 y 2018 el gasto en salud creció 10 por ciento, frente a 37 por ciento de la OCDE. En Italia hay 3.2 camas por cada mil habitantes. En Francia 6 y en Alemania 8. Entre enero y febrero el sector sanitario español perdió 18 mil 320 trabajadores, en plena expansión del coronavirus. Los sindicatos del sector denuncian “abuso de la contratación de interinos y la precariedad en el empleo”, mientras las condiciones de trabajo son cada vez más duras. Esta política neoliberal hacia el sistema sanitario, es una de las causas por las que Italia ha puesto en cuarentena a todo el país y España puede seguir el mismo camino. El tercer asunto es la epidemia de individualismo y de desigualdad, cultivadas por los grandes medios que se dedican a meter miedo, informando de forma sesgada. Durante más de un siglo, sufrimos una potente ofensiva del capital y de los estados contra los espacios populares de socialización, mientras se bendicen las catedrales del consumo, como los shoppings. El consumismo despolitiza, desidentifica e implica una “mutación antropológica” (como alertó Passolini). Hoy hay más personas que desean tener mascotas que hijos. Este es el mundo que hemos creado y del que somos responsables.
CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 18 de marzo 2020