CAMINOS DE LA AU TONOMÍA BAJO LA TORMENTA 8 de diciembre
PRONUNCIAMIENTO
LOS AGROTOXICOS Y UPOV ACABAN CON LA VIDA Este 3 de diciembre se conmemora el día internacional por el no uso de agro tóxicos. En el pasado reciente se hizo una modificación a la Ley del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente de Oaxaca, mediante la cual se adicionó un artículo por el cual se prohíbe la producción, distribución, promoción, comercialización y venta de herbicidas que contengan como ingrediente activo el glifosato y otros agroquímicos previstos como riesgosos para la salud, sin que a la fecha se hayan establecido disposiciones reglamentarias que hagan posible esa prohibición. En el estado de Oaxaca y el resto del país quien se ha encargado principalmente de promover el uso de agro tóxicos ha sido el mismo gobierno federal mexicano, a través de la Secretaría de Agricultura, quien durante mucho tiempo los promovió a través de la entrega de paquetes tecnológicos que contenían semillas híbridas y agro tóxicos, sobre todo herbicidas. Uno de los más utilizados en el estado de Oaxaca ha sido el conocido como gramoxone que contiene como componente activo paraquat, agro tóxico que ha sido prohibido en Europa por su posible vínculo con la enfermedad de Párkinson y que en algunas comunidades rurales de Oaxaca ha sido utilizado por campesinos para suicidarse. El presidente de la república emitió un decreto en diciembre de 2020 que entre otras cosas establece la reducción gradual del uso del herbicida glifosato para dejar de usarlo definitivamente en 2024, mientras tanto el gobierno federal ya no debería realizar compras de este agro tóxico; aunque ha circulado información que en algunos viveros militares del programa sembrando vida lo han utilizado después de emitida esa disposición.
1
Sin embargo, la acción gubernamental más grave al respecto es la cometida por el Secretario de SADER Víctor Villalobos y la Directora de Atención al Cambio Climático, Sol Ortiz, quienes en el marco de la COP26 dieron su apoyo a un proyecto de robotización del campo que promueve el uso de transgénicos y biocidas, con lo que queda claro que se saltaron las disposiciones presidenciales para servir a los intereses de su verdadero patrón, la transnacional Monsanto-Bayer. Por otro lado, también queremos resaltar que un día 3 de diciembre de hace 60 años se estableció la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales UPOV, que tiene como objetivo principal la privatización de las semillas campesinas para favorecer los intereses de las empresas transnacionales semilleras y que se han impuesto a los países a través de los tratados comerciales. Desde el espacio estatal en defensa del maíz nativo de Oaxaca, decimos NO al uso de agrotòxicos en Oaxaca y en el resto de nuestro país por los graves daños a la salud humana flora y fauna a la que alcanzan debido al agua que contaminan y NO a UPOV91, por promover la privatización de las semillas campesinas. Semillas libres, sin agro tóxicos es garantizar la salud de los campesinos y nuestros alimentos. Oaxaca de Juárez, Oaxaca a 03 de diciembre del 2021 ESPACIO ESTATAL EN DEFENSA DEL MAIZ NATIVO DE OAXACA
2
Anomia
Javier Sicilia - Proceso - 3 de diciembre de 2021 En donde nos paremos, si abandonamos la trampa de las ilusiones, la realidad política apunta a la catástrofe. En el antiguo Egipto, dice el filósofo Rüdiger Safranski, existía un mito fundacional sobre lo que hoy llamamos Estado. Estaba representado por Shou, dios del aire. Su tarea era “mantener levantado el cielo sobre la tierra para que éste no se desplomara” y el mundo, devorado por la anomia (ausencia de orden), dirían los griegos, volviera al caos (al abismo, a la oscuridad). El Estado era “la catástrofe detenida”, el “origen del mundo estable”. Desde entonces esa idea ha prevalecido en Occidente bajo los conceptos de “legalidad” y “legitimidad”, formas modernas de lo que antiguamente eran la potestas y la auctoritas, el “poder temporal” del Estado y el “poder espiritual” de la Iglesia. Ese orden, que a partir de la Ilustración absorbió por completo el Estado moderno, ha tenido, con difíciles equilibrios, la tarea asignada a Shou de evitar que la violencia generalizada destruya al mundo. Me parece que desde el ascenso del sovietismo y del nazismo al poder, esa idea comenzó a naufragar y se ha hecho absoluta con el fracaso de los Estados liberales y democráticos que, después de la caída del Muro de Berlín, se presentaron como la mejor forma del Estado, como el rostro más acabado del Shou egipcio, del equilibrio, diría San Agustín, entre la ciudad terrestre y la ciudad celeste. Asfixiado por la corrupción, por organizaciones ilegales, pandemias, desastres ambientales, migraciones, el Estado no sólo se ha vuelto inoperante para contener el desastre, sino incluso, diría Iván Illich, “contraproductivo”, es decir, contrario a los fines para los que fue creado: sus propuestas, lejos de evitar la catástrofe, la auspician y en el mejor de los casos, la posponen o la encubren. 3
En México esa realidad ha quedado manifiesta con la 4T. Si algo nos ha mostrado este gobierno son 1) los profundos niveles de corrupción del Estado (ocupamos con y desde antes de ella los índices más bajos en el ranking mundial, sólo por encima de países como Uganda y Camboya); 2) su incapacidad no sólo para evitarlos sino para contener la violencia que día con día crece (continuamos teniendo más de 90% de impunidad, 94.8%, para ser precisos; 35% del territorio nacional tomado por el crimen organizado; más de 300 mil asesinados y más de 90 mil desaparecidos); 3) su incompetencia para controlar la pandemia de covid-19 (casi 300 mil muertos en cifras oficiales y una posible cuarta ola de contagios frente a la cual no hay, como en las anteriores, una estrategia clara) y para darle cobertura médica a la mayoría de sus ciudadanos (hay 57% de desabasto en medicinas para el cáncer, la diabetes, problemas cardiovasculares y mentales); 4) su contribución al desastre ambiental con su política de potenciar el consumo de combustibles fósiles. Recientemente la Secretaría de Gobernación (ver “Más impunidad , inseguridad y conflictos sociales”, Proceso 2350) realizó dos informes en donde evalúa tanto la gobernabilidad del país durante el presente año, como los riesgos que en esos rubros el Estado tendrá que enfrentar en el siguiente. Ni la evaluación ni los riegos son alentadores. El próximo año –dicen en síntesis los informes– se agudizarán la impunidad, la inseguridad y la persistencia de demandas sociales sin atención y continuarán los atentados, y los ataques contra organizaciones civiles y defensores de derechos humanos, así como asesinatos de periodistas y civiles. Sólo en lo que va del gobierno de López Obrador hay más de 30 mil desaparecidos y más de 100 mil asesinatos, dice el informe. La culpa no sólo es responsabilidad de la 4T y de las políticas de López Obrador, como dice la oposición. Si así fuera, ni los gobiernos del PRI ni del PAN habrían perdido tan aparatosamente la administración del Estado. Lo que, en cambio, han hecho, en su intento por transformarlo y devolverlo a las épocas en que era el dique contra la catástrofe y el garante de la estabilidad del país, es mostrar y acelerar la inoperancia y la contraproductividad a la que el Estado llegó en la primera parte del siglo XXI. Después de López Obrador 4
y de Morena en el poder, lo único que habrá es la anomia en estado puro. La oposición es incapaz de recomponerlo. En su corrupción y barbarie, ha sido parte de su desmoronamiento y lo continuará de llegar al poder. Tampoco Morena podrá hacerlo, su envilecido desorden y su servil arrogancia son el signo de su pudrición. Tampoco podrá hacerlo Andrés Manuel, cuya tentación frente al desastre es, a lo que parece, volverse una especie de Calles trasnochado que simulará gobernar mediante la violencia de dos brazos armados, a los que les ha concedido todo, el ejército y el crimen organizado. En donde nos paremos, si abandonamos la trampa de las ilusiones, la realidad política apunta a la catástrofe. Shou se ha contaminado y ya no lleva consigo el suficiente aire fresco para mantener al cielo lejos de la tierra. En el lenguaje teológico que está detrás de Occidente ese momento se llama “apocalipsis” en su doble acepción: “revelación” y “catástrofe”; en el de la laicidad lleva el nombre de “crisis civilizatoria”: una decisión (es el sentido de “crisis”) que podrá crear un nuevo orden o hundirnos en el caos. Mientras decidimos, habitamos la anomia y la noche.
Épica y radicalización
Jacobo Dayán - Animal Politico - 1 de diciembre, 2021 No se debe olvidar de dónde venimos. La teoría del complot abreva de ello. Antes de todo esto, el horror, la depredación, la simulación, la frivolidad, la complicidad y el desdén eran la forma de gobierno. La respuesta no puede ser regresar a ello. No deben extrañar las formas en que se ha venido radicalizado el gobierno. Era de esperarse. Cualquier gobierno que se autoproclama como moralmente superior, verdadero representante de la voluntad popular y marcado por la historia para alcanzar un idílico destino, solo puede sostenerse bajo la permanente teoría del complot. 5
A pesar de la legitimidad democrática, va construyendo su narrativa a partir de la agresiva polarización, de mostrar día a día a poderosos enemigos a los que, cual caballero medieval, debe ir venciendo, aunque sea solo en el discurso, para lograr aquello a lo que se cree predestinado. Si la supuesta amenaza es mayor y más numerosa, más grande es la épica. Se debe construir todos los días la idea de un gran complot para sostener la farsa. Como toda teoría del complot, tiene algunos elementos creíbles, exageraciones con pequeñas pinceladas ancladas en prejuicios y siempre con generalizaciones fuera de la realidad. Todo aquello que no quepa en la épica de gobierno es parte del complot. No importa quienes sean los molinos de viento a los que pretende enfrentar cada mañanera. Lo importante es que existan en discurso y que parezcan poderosos, eso hace más potente la comunicación de la épica a la que llama a sumarse sin crítica alguna. A fin de cuentas, afirma que él es el camino. Cuando habla del movimiento, en realidad habla de él. Mantener esa tensión es necesario ya que la realidad no acompaña su narrativa. Para ello se hace ver como el heredero de un pasado glorioso que perdió su esencia por aquellos que complotan en la oscuridad. Complot que debe ser cada vez más amplio. Es necesario presentarse como el héroe que lucha contra una gran adversidad y a una constante amenaza que, con el respaldo del pueblo, lo que eso signifique, se vencerá. A fin de cuentas, él es el gobierno, el Estado y la encarnación de la voluntad del pueblo. Mientras más monolítica sea la concepción de pueblo, mejor para la épica. Así de simple y por lo mismo así de poderoso. Es por ello que el lenguaje es sencillo y repetitivo. Se ancla en la frustración y el resentimiento de sobra entendibles. Prefiere destruir antes que construir. Gobernar viendo el retrovisor ya que la gloria se encuentra en un pasado con lectura simplona. Cuando la realidad sigue imponiéndose y la narrativa contra los enemigos se va desgastando, se deben buscar nuevos persona6
jes para irlos sumando al complot. Repito, a mayor potencia del complot, mayor es la épica y mayor es la figura del líder. Qué importa la legalidad cuando lo único relevante es lo considerado legítimo. Qué importa la violencia si los grandes cambios de nuestra historia, de los que se nutre este gobierno, ocurrieron con baños de sangre. Qué importa la complejidad del Estado y sus contrapesos cuando alguien cree encarnar el destino de la patria. Qué importa la pluralidad de opiniones cuando la verdad es revelada desde el púlpito presidencial. Qué importan los derechos y las libertades cuando lo que se cree tener en la mano es el bien supremo. Qué importa la polarización cuando la épica debe ser polarizante. Qué importa la destrucción cuando la destrucción es el proyecto. La voz del líder no acepta cuestionamientos. El militarismo no es militarismo. Las masacres ya no existen. La impunidad y la corrupción desaparecieron por solo haberlo así decretado. Todo aquello que indique fallos debe ser visto con los lentes de la supuesta superioridad moral. Los círculos más cercanos permanentemente interpretan la voluntad del líder y desde allí, cubiertos por un manto moral protector, toman iniciativa propia. La épica debe ser defendida y justificada a toda costa. Toda crítica es considerada un ataque a la épica y sus motivaciones necesariamente son oscuras. La historia está repleta de gobiernos con estas características. El camino es la destrucción y la radicalización. El intento de imposición de una idea única. La radicalización no se detendrá. Más adelante la narrativa del complot alcanza a los que antes eran considerados cercanos y al propio círculo del poder. No se debe olvidar de dónde venimos. La teoría del complot abreva de ello. Antes de todo esto, el horror, la depredación, la simulación, la frivolidad, la complicidad y el desdén eran la forma de gobierno. La respuesta no puede ser regresar a ello. 7
Lo que está en riesgo no es poca cosa. Es la viabilidad democrática y la perpetuación del horror. Tarde o temprano la farsa terminará. La realidad es la realidad. La pregunta es qué tanto quedará devastado, cuánto horror se acumulará, cuánto Estado será desmantelado y militarizado. Es necesario desvelar la cortina desde dentro y resistir desde fuera. Si dentro y fuera se antepone el pragmatismo a la dignidad, se mantiene la mira en pequeños y puntuales objetivos y agendas, y no hay resistencia articulada, entonces pasan cosas peores.
Mujeres de Frente: resistencia y dignidad Raúl Zibechi - Desinformémonos - 3 de diciembre de 2021
Una de las alegrías profundas que me ha deparado la pandemia, pese a todos los dolores, es haber conocido a nuevas organizaciones, siempre abajo y a la izquierda, en diversos países de nuestra América. Teia dos Povos (Red de Pueblos) es una de ellas, que reúne comunidades indígenas, negras y campesinos sin tierra. Realiza la séptima jornada de agroecología en Bahía (Brasil) a fines de enero (https://teiadospovos.org/). Al calor de la revuelta colombiana “descubrimos” Canal 2 de Cali (canal2.co), televisora comprometida con la calle, y Radio Contagio de Bogotá (contagioradio.com), con las que emprendimos el camino de coordinar medios independientes, alianza que esperamos ampliar a todo el continente. Otra organización que desconocía es el colectivo Mujeres de Frente, que nació en la cárcel de Quito en 2004, “conformado por mujeres presas y no presas, embarcadas en un proceso de investigación-acción feminista antipenitenciaria”. En su página se definen como “una comunidad de cooperación y cuidado entre comerciantes autónomas de las calles, reciclado8
ras, trabajadoras del hogar, estudiantes universitarias, profesoras, artistas, mujeres excarceladas, familiares de personas en prisión, niños, niñas y adolescentes” (https://mujeresdefrente.org/). Las decenas de compañeras de abajo que integran Mujeres de Frente (como comprobamos en un taller sobre autonomías) se dicen “sexualmente diversas” y casi todas son del color de la tierra: indígenas, afrodescendientes, mestizas y “cholas blanquedas”, como se nombran, lo que las diferencia de los feminismos de clases medias, blancas y académicas. Eligieron trabajar en los espacios donde conviven, a partes iguales, los dolores y las resistencias. Nacieron en la cárcel, pero arraigaron “donde el tejido social es cotidianamente desgarrado por las dinámicas de acumulación de capital y del Estado penal”, que las condena a la exclusión. Como son mujeres de abajo, trabajan la autonomía material para no depender ni de políticos ni de patrones. En el centro de Quito crearon la Casa de las Mujeres, espacio de encuentros donde circulan personas y saberes, abierto a diversos colectivos y donde funcionan la Escuela de Formación Política Feminista y Popular, el Espacio de Wawas (para niños y niñas), la cocina y el comedor popular, un ambiente para talleres y reuniones, el Taller de Costura y La Canasta Comunitaria de Alimentos. Con otros colectivos han creado la Alianza contra las Prisiones, porque consideran que la inmensa mayoría de las mujeres y varones presos en América Latina están en la cárcel por “delitos de pobreza”, o sea robos de celulares, animales de crianza y el narcomenudeo. Denuncian la creciente criminalización de la migración, “delito” que afecta siempre a las personas más pobres. El Taller de Costura es un espacio productivo y de aprendizaje, donde las máquinas y los saberes se comparten, así como el producto de las ventas. La Canasta Comunitaria de Alimentos, que también funciona en la casa, es “una solución colectiva al problema del hambre” y un emprendimiento productivo de un grupo 9
de mujeres. Hacen compras colectivas al por mayor abaratando precios al negociar directamente con los pequeños campesinos que producen alimentos orgánicos. Casi todas las integrantes de Mujeres de Frente son jefas y cabezas de hogar que no pudieron trabajar durante los primeros meses de la pandemia, ya que sufren persecución policial y estatal si salen a las calles a reciclar, a vender o a desarrollar cualquier otra actividad. Crearon una red de 70 mujeres para acompañarse y enfrentar juntas los momentos críticos. Se inspiran en la educación popular y en la investigación-acción participativa, publican un periódico al que titularon Sitiadas, que es como se sienten las mujeres de abajo, con un lema que reza: “Reflexiones sobre el Estado punitivo y el sostenimiento de la vida sin Estado”. El tercer número, que puede encontrarse en su página, refleja testimonios de vendedoras ambulantes, trabajadoras domésticas y mujeres que, no teniendo empleo fijo, deben hacer de la calle su espacio primordial para sostener la vida. Todas denuncian el racismo imperante, la represión policial y lo que definen como “la guerra de los ricos contra nosotras, en la que la estrategia es despojarnos, herirnos, confundirnos, matar nuestra confianza, debilitar nuestra capacidad de lucha”. Tienen claro que es el Estado el que hace la guerra, que aprovechó la pandemia para intentar “una limpieza de nosotras comerciantes”, destruyendo sus carpas y productos para erradicarlas de la calle, llevándolas al borde de la sobrevivencia porque comen de lo que venden cada día. Hasta hoy se mantienen firmes, porque no tienen otra vía que luchar para que coman sus hijos. Pero, sobre todo, porque todas sus vidas han sido dolor y resistencia, porque no conocen otra vida que no sea tejerse con otras como ellas; ese modo de vida de los de abajo que llamamos dignidad. 10
El gran robo de las semillas
Silvia Ribeiro* - La Jornada - 4 de diciembre de 2021 A la cárcel por guardar semillas de su propia cosecha. Suena increíble pero es la consecuencia que ha tenido en varios países la aplicación de leyes que otorgan “propiedad intelectual” sobre semillas a grandes empresas, con la protección del convenio UPOV (Unión internacional de Protección de Obtenciones Vegetales), institución que esta semana cumple 60 años. Podría pasar en México con la reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales propuesta por el diputado Eraclio Rodríguez, quien argumenta que es para armonizarla con el T-MEC y otros tratados de libre comercio. Rodríguez no es original, simplemente sigue los lineamientos que dictan las trasnacionales semilleras y de agrotóxicos como Bayer, Syngenta y Corteva. Son éstas las que se benefician de las normativas para privatizar semillas (https://tinyurl.com/yc285u3k). Su objetivo no es la alimentación sino el lucro, ven a las semillas solamente como eslabón de la cadena industrial de agroalimentación, monopolizarlas como un paso clave para controlar toda la cadena. Por ello han promovido la privatización de las semillas con “derechos de obtentor” y patentes. Contra ese proceso, que es una vía para criminalizar la vida campesina y la producción soberana de alimentos, se está realizando del 2 al 8 de diciembre una campaña global contra la UPOV y la privatización de semillas, apoyada por 285 organizaciones de 47 países (#StopUPOV ). Una forma de imposición de las disposiciones de UPOV han sido justamente los tratados de libre comercio. En el marco de la campaña, Grain publicó esta semana un mapa interactivo de esos tratados y qué países los empujan. Queda visualmente muy claro que es un proceso de neocolonialismo. Pocos países, encabezados por Estados Unidos y Europa –sede de las trasnacionales semilleras– buscan asegurar la protección de los privilegios de esas empresas en los países del sur, especialmente en los que existe gran diversidad y son origen de las semillas que buscan monopolizar (https://grain.org/e/6768). 11
Privatizar semillas es en sí un concepto absurdo, ya que son una creación colectiva y fluida, que comenzó con mujeres que hace más de 10 mil años crearon formas de cultivar lo que antes sólo se recolectaba, dando así origen a la agricultura y los asentamientos humanos. Intercambiar y guardar semillas para las próximas cosechas es a la agricultura como el aire que respiramos. Como expresa Camila Montecinos de la Asociación de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile, las constantes conversaciones de las comunidades que siembran con las semillas, los suelos, los cultivos, el clima, los bosques, montañas o llanos, las fuentes de agua, las necesidades de alimentación, abrigo, gustos y expresiones artísticas y espirituales, las formas de manejar enfermedades y muchas otras interacciones, es lo que mantiene las semillas vivas y todo el tiempo crea nuevas. Nunca es una creación individual, siempre son tejidos colectivos que parten de semillas anteriores y son base de las futuras (https://tinyurl.com/5ekmz2vv). En el mismo sentido se pronunció esta semana contra UPOV y otros proyectos que vulneran la vida comunitaria y la autonomía indígena, la Red Mayense de Guardianes de Semillas (https:// tinyurl.com/2p8usv8m). El proceso de creación lleva más de 10 mil años y no es individualizable. Por ello, las empresas inventaron un absurdo para reivindicar su propiedad: que quien desarrolle una variedad en laboratorio pueda alegar que es su invento, su “obtención” y pedir un “certificado de obtentor” que impida a otros usar esa variedad, pese a que está basada en miles de años de creación colectiva. Para dar a este robo un marco internacional se creó la UPOV. Al principio restringía sólo el uso comercial por 5-7 años. Cambios sucesivos resultaron en la versión 1991 de ese convenio, que otorga exclusividad por más de 20 años, criminaliza y persigue los intercambios campesinos y de agricultores, restringe gravemente el acceso a semillas para investigación pública, permite obtener certificados incluso por “descubrimientos”, extiende la “protección” a variedades similares a la desarrollada y afirma la criminalización y penalización de quien no cumpla. 12
En todas partes del mundo, pero especialmente en los países del sur global miembros de UPOV, los certificados otorgados siguen un patrón: más de 90 por ciento de los solicitantes son grandes empresas trasnacionales o sus subidiarias. Es básicamente una forma de resguardar los privilegios de las empresas en cada país y habilitarlas a usar los aparatos represivos y jurídicos nacionales contra las y los campesinos, agricultores e institutos de investigación pública. En muchos casos, como con el maíz, frijol, calabazas, nopal, amaranto y flores como cempasúchil o nochebuena, se otorgan derechos exclusivos a trasnacionales de cultivos con centro de origen y diversidad en los propios países que los ceden, un caso repetido en México. La ambición de las empresas no tiene fin, y tampoco lo tendrá el aumento de las restricciones y penalizaciones que quieren imponer para resguardar sus privilegios a través de UPOV y otros sistemas de propiedad intelectual, como las patentes. Por ello la campaña exige terminar con la institución. Es apenas un comienzo. * Investigadora del Grupo ETC
Respuesta a acuerdo de seguridad
Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo 4 de diciembre de 2021 El Acuerdo presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 22 de noviembre, que considera obras y proyectos del actual gobierno federal como de interés público y de seguridad nacional, fue respondido con celeridad por organizaciones indígenas que coinciden que es anticonstitucional, crea un estado de excepción y abre las puertas para la represión contra los pueblos que rechacen la imposición de megaproyectos en sus territorios. El Acuerdo sobre el carácter de seguridad nacional a las obras de infraestructura plantea más de una interrogante, pues qué ente, si no las leyes, plasman qué es de interés público y qué de seguridad nacional. Por más poderes que se tengan, no es el Ejecutivo el que puede decidirlo. 13
La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal declaró: “Desde nuestra perspectiva de pueblo originario de la Península Maya”, el decreto “es la creación de un estado de excepción contra nuestros derechos indígenas”. En tanto, un amplio entramado de alianzas, asambleas, campañas, centros de derechos humanos y de estudios académicos, así como una serie de organizaciones no gubernamentales expresaron sus preocupaciones en un comunicado conjunto. El acuerdo, advierten, “pretende eliminar obligaciones a las que el Estado mexicano se ha comprometido y debe cumplir antes de otorgar cualquier tipo de autorización para megaproyectos, tales como la realización de procedimientos de consulta y consentimiento previo, libre e informado, o la realización de estudios previos de impacto social, ambiental y de derechos, que son indispensables para que los pueblos indígenas y equiparables puedan tomar una decisión informada en relación con dichos proyectos”. En el mismo sentido se pronunció la Campaña Luces en Resistencia, la cual advirtió que mientras “el gobierno declare territorios ‘estratégicos’, seguirá abierta la puerta a expropiaciones sin diálogo y mediante el uso de fuerzas gubernamentales como la Guardia Nacional o el Ejército”. Las organizaciones indígenas firmantes señalan que con el acuerdo “vemos que el despojo se hace más evidente”. desinformémonos.org - losylasdeabajo@yahoo.com.mx
Rita Segato: “México se ha juarizado” Carmen Morán Breña - El País - 02 Dic 2021
La antropóloga feminista afirma que las prácticas violentas sobre el cuerpo de la mujer se han extendido por todo el país como forma de conquista Las grandes cabezas del feminismo mundial van saliendo a la calle después de un largo encierro pandémico. Nueve meses sin cruzar 14
la puerta de su casa ha estado Rita Segato, en 2020, para espantar el fatídico virus que hacía distingos con los cuerpos mayores. A sus 70 años, la antropóloga argentina dice sentirse “cansada”, pero su mente sigue amasando estudios de interés. Lo que ahora le ocupa es definir una nueva politicidad de cuño femenino, formas de gestión e intervención públicas alejadas del diseño masculino imperante, de la burocracia y la solemnidad impostada. De visita en México, ha recogido el premio Daniel Cossío Villegas en el Colmex. México es un país bien marcado en su trayectoria académica: los salvajes feminicidios en Ciudad Juárez, años atrás, ocuparon buena parte de sus estudios, en los que detalló la conquista de los territorios plasmada en el cuerpo de las mujeres. Años después, la feminista detecta un panorama terrible en este país norteamericano donde matan de promedio 10 mujeres al día: “México se ha juarizado”. Pregunta. Defiende usted los feminismos, con ese final. Dice que el pluralismo es lo que le da fuerza al movimiento. En un momento de insultos cruzados y fronteras difusas, ¿no cree más bien que lo están destrozando? Respuesta. Esos insultos cruzados entre unos sectores y otros creo que afectan más a España y un poco en México pero es algo muy español. Yo en Argentina, por lo menos, veo divergencias, pero ese faccionalismo bélico no lo he detectado. P. Más que español, europeo, vea por ejemplo el caso de la autora de Harry Potter, J. K. Rowling, que recibió ataques innumerables. R. Sí, es verdad. Pero en Latinoamérica yo creo que los intereses de las mujeres entran en colisión, sin embargo, con la izquierda convencional, como la conocíamos hasta hace poco tiempo. A la izquierda le falta una pata importante, la comprensión del patriarcado. P. ¿No lo ha comprendido todavía? R. Vea el caso de Maradona, por ejemplo, que recibió la denuncia de abusos sexuales por parte de una mujer cubana, Mavys Álvarez Rego. Futbolista, héroe nacional y una persona de izquierdas, que se autoidentificó como leal y devoto de Fidel… Cuando llega a la superficie el caso, los abusos se justifican: ‘bueno… crímenes de tipo sexual… 15
bueno, pero esos son de la intimidad’. La izquierda tiene una gran dificultad para aceptar eso. Yo di una conferencia en el Centro Cultural Kirchner donde leí fragmentos de la carta de Zoila América, [la hija de Rosario Murillo que denunció los abusos continuados de su padrastro, el líder sandinista nicaragüense Daniel Ortega] y es la misma cuestión: ‘Yo te creo’, pero cuando las denuncias tocan a las grandes cabezas de los que considerábamos revolucionarios, ahí ya no, ‘ya no te creo’. Esos son más nuestros temas, el resto de rencillas son más propias del feminismo europeo o español. P. Sostiene usted que el hombre es la primera víctima cronológica del orden político que es el patriarcado. El hombre que está atrapado en el mandato de masculinidad que le impone la sociedad, el hombre obligado a ser viril, a no llorar, a demostrar su hombría mediante la violencia. Si tanta crueldad soporta el hombre en su proceso de masculinidad impuesto por el patriarcado, ¿por qué hay tan pocos cambios en su propia conducta, por qué no se rebelan masivamente contra eso? R. Es verdad, está siendo demasiado lento ese proceso, pero está ocurriendo. Me consta por la cantidad de hombres que me hablan, me saludan, me dan las gracias. Y siempre la pregunta habitual. ¿Cómo podemos ayudar al movimiento feminista? Les digo: es al contrario, somos nosotras las que los estamos ayudando a liberarse de aquello que les hace morir antes de tiempo en todos los países de mundo. Es el feminismo quien les ayuda a liberarse de esas masculinidades. Si ese mandato de masculinidad cae, si se produce finalmente ese viraje, el mundo cambiará de era. Los movimientos feministas no luchan por las mujeres, sino por toda la sociedad. Por el mundo. P. Pero ese apoyo del feminismo al cambio de los hombres ¿no descarga de nuevo sobre las mujeres las tareas de la educación y los cuidados? Si ellos son tan exitosos en sus trabajos ¿por qué no lo son para acercarse al feminismo, para leer libros como los de Rita Segato y tratar de comprender? R. Mis libros son muy leídos por los hombres. Tengo en las conferencias tantos hombres como mujeres. Qué comprensión 16
tienen de esos libros, es difícil evaluarlo. Es muy importante que ellos abandonen, que se deslicen hacia una desobediencia del mandato de masculinidad, creo que eso está sucediendo y en fin, no veo problema. Pero no somos iguales, no vamos a proceder con el mismo egoísmo, no vamos a comportarnos como un hombre, no vamos a ejercer el poder de la misma manera, ni a buscarlo, no vamos a organizarnos corporativamente como ellos, nuestra meta no puede compartir la episteme ni los objetivos ni el paradigma del patriarcado. No es mi preocupación hasta cuándo vamos a seguir cuidando, no forma parte de mi horizonte. Para transformar el mundo es necesario dar un tanto de grandeza, hay que pensar fuera de los mismos esquemas con que piensa el varón convencional P. ¿Y eso no es pedir un extra de generosidad a las mujeres? R. No, para nada. Como soy pluralista digo, si alguien tiene esa preocupación, pues que la tenga. No es la mía. P. En todo este proceso y esta lentitud que obser vamos en los cambios, ¿no se ha sentido un poco harta alguna vez? R. Es que no hay tal lentitud, la única es en la cuestión de la violencia feminicida y violadora, ahí sí que no estamos consiguiendo éxitos, pero en otros aspectos ocurre un cambio de paradigma. Sobre todo, cuando vemos las niñas, las chiquitas y chiquitos, con algunas nociones sobre sexualidad, por ejemplo, cambios en la vida, formas de representación, vocabulario, palabras que ahora circulan y antes de ninguna manera, se está viendo un cambio en los hábitos. P. ¿Cómo es posible que pasen tantos siglos y sigamos en el mismo punto de violencia, aunque sea distinta? R. Sí, eso sí, es gravísimo. Las violencias. Tenemos que preguntarnos sobre un activismo feminista que se ha dejado secuestrar por el Estado. El Estado es importante, sin duda, pero observo que en América Latina hay una especie de credo, una fe estatal que nos llevó a pensar en las leyes, las políticas públicas, que crear instituciones iba a conseguir controlar la violencia, descenderla. 17
Y no, por ese camino no lo hemos conseguido. Hay que pensar en otras formas. Hay hombres que saben que si matan pasarán 30 años en la cárcel y aun así matan. La ley no les asusta. Hay algo más fuerte. El valor del título de prestigio, de estatus, de ser viril, vale más que su propia vida. Es fundamental para él. Por eso hay que trabajar contra ese mandato de masculinidad. P. En todo caso, el culpable de que siga habiendo esta violencia no será el feminismo que se ha dejado secuestrar por el Estado, sino el propio Estado. R. A veces el Estado juzga y encarcela, pero el hombre sigue matando, no sacrifica su titularidad de hombre, no procesa la frustración, el límite a su interés y a su propósito. P. ¿Cómo se cambia eso? R. Hay que encontrarle la vuelta. Las leyes son importantes, pero no suficientes, necesarias pero no suficientes. La lucha de las mujeres no es por ellas, es por todos, por la vida, y por el mundo. Yo no puedo compartir esa idea de ‘ay, por qué estoy haciendo tanto yo’; no se me ocurriría jamás en la vida, lo hago porque he entendido algunas cosas y tengo que devolverle a la vida y a la gente lo que he entendido, no voy a medir cuánto doy y cuánto recibo, eso me parece una posición realmente miserable. Entendí cosas y las escribí para ver si se podían desarmar muchas violencias. Nunca pensé en el esfuerzo que hacía. No, más bien le agradecía la vida que ese esfuerzo pueda ser útil para mucha gente, no es mi feminismo el que se preocupa por cuánto da. P. ¿Qué debemos entonces pedirle al Estado? ¿O no le pedimos, nada, o no salimos a tocar en su puerta? R. Yo creo que el Estado es un actor fundamental e indispensable, pero no nos podemos quedarnos solo con eso. El cuerpo a cuerpo es fundamental. Pensar en comprender cómo es la politicidad de cuño femenino, en clave femenina, que no es lo mismo. Lo vemos en las marchas en las calles, mujeres de varias generaciones, juntas. La ocupación del espacio público en esas 18
marchas políticas de las mujeres es muy diferente a la que se da en las de los sindicatos o partidos de cuño masculino. Nosotras tenemos otra forma de politicidad, de gestionar, que no es utópica, sino tópica, pragmática. Es necesario garantizar la vida, incluso la fiesta y la risa. Es muy distinto de cómo el hombre concibe la política en la historia del Estado. Es necesario marcar esa diferencia, espacio masculino y femenino son diferentes, con acumulación de experiencias diferentes que se entrecruzan todo la historia. El lado femenino de la sociedad, la historia de la feminidad, es distinta. Hay que explorarla mejor y ver cómo hacer política de esa forma. Pero la certeza es que la política de cuño femenino es próxima, sin burocracia, cuerpo a cuerpo. P. Fiesta, risa… P lantea el feminismo como una reivindicación de la alegría. R. Yo creo que nosotras tenemos una posibilidad de alegría, de risa, nuestro humor es totalmente diferente del humor de los hombres. El humor masculino es con víctimas sacrificiales, el hombre se ríe de alguien y nosotras podemos reírnos de nosotras mismas, tenemos otra forma de humor. Un estudio del humor de las mujeres y el de los hombres sería muy interesante. Y yo sí creo que nosotras somos más felices, tenemos más capacidad de alegría y felicidad que los hombres, es algo que ellos se pierden. P. ¿Por qué no se anima con ese estudio sobre el humor? R. Tengo un límite, estoy muy cansada [ríe]. P. Usted ha escrito sobre esas nuevas guerras, que ya no son por un territorio con fronteras o configuración política, sino que los territorios son otra cosa, incluido el cuerpo de la mujer como conquista. Esto en México es dramático, ¿podríamos decir que México está inmerso en una guerra? R. Total, total. México se ha juarizado. Lo que fue un experimento [de la delincuencia] en el norte, en una jurisdicción pequeña, Ciudad Juárez, se ha extendido a una gran parte del país, sin duda. Con una diferencia: las guerras clásicas se declaraban y se terminaban en armisticio, en un acuerdo. Pero ha 19
habido una discontinuidad desde aquellas guerras tribales o las de Estado, en las que se tomaba un territorio y el cuerpo de las mujeres también como parte de él, por su afinidad al territorio. El último territorio que le queda al sujeto es su cuerpo cuando no tiene más nada, la última propiedad y soberanía es sobre su territorio-cuerpo. Pero ahora no es así, ha habido un cambio que hay que entender, yo lo tomo de la jueza Elisabeth Odio, de Costa Rica, en su ensayo que se llama La guerra y las mujeres. Ella, como fue jueza en el tribunal de la antigua Yugoslavia, dice que hay un cambio en la guerra y una forma de crueldad sobre el cuerpo de las mujeres que no son características de las guerras clásicas. En aquellas, la apropiación del cuerpo de la mujer era un daño colateral, hoy la guerra se hace en el cuerpo de las mujeres y su destrucción. No se trata de la apropiación de cuerpo como territorio, sino de su destrucción. De otra forma no se podría explicar el grado de crueldad que hemos visto, por ejemplo, en el genocidio guatemalteco, en las maras salvadoreñas, en México… P. El último territorio es el cuerpo para el que no tiene nada, dice. Desde ese punto de vista, ¿cuál es su opinión sobre los vientres de alquiler? Porque en ellos también se detecta ese ejercicio de poder entre los blancos y los que no lo son, entre los pobres y los ricos. ¿No es eso también la apropiación de un territorio-cuerpo? R. Sí. Ese no es un tema en el que yo me haya asomado a pensar, he escuchado y conversado con españolas, también sobre el abolicionismo de la prostitución. Pero yo le temo a la ley cuando la ley es capaz de producir más clandestinidad y más abusos. O sea, vemos que la ley a veces está teniendo efectos perversos cuando trata estos temas, la apropiación de los vientres y la prostitución. Yo creo que el debate debería transitar de otra manera. Podemos legislar todo lo que queramos, pero si la ley no alcanza una eficacia simbólica, si no alcanza a persuadir y disuadir, no tendrá un efecto sobre la vida. Es estúpido pensar que ley tiene efecto sobre las prácticas, es un error, no voy a participar de eso. El ejemplo es el aborto, nadie nunca ha dejado de hacer 20
abortos, ni en El Salvador, tan severo en la punibilidad. En ese caso el aborto está prohibido por ley, pero esta no tiene relación causa efecto sobre la realidad. La trata también está tipificada como crimen, ¿y? ¿Qué hacemos? Sigue ahí, pensemos un poco más que en la idea de crear leyes. P. Bien, pero si las leyes no dan resultados ¿qué mecanismos serán eficaces? Porque lo demás sería tirar la toalla, ¿verdad? R. Hay otras formas de acción. Por ejemplo, identificar los lugares de la prostitución forzada, de la trata, hagamos escraches, demostraciones, acciones en esos espacios. Eso tendrá más resultados. P. Se refiere por ejemplo al poder de Lastesis, una canción, una coreografía contra la violación, que surte un efecto mundial. R. Ahí está el poder, en el cuerpo a cuerpo, con los pies en el suelo. Porque leyes ya hay muchas pero si el derecho no significa nada para la gente nunca alcanzará eficacia material. P. Sobre el patriarcado y Europa. Dice que la Colonia es binaria, la Colonia enseña a violar, la Colonia cosifica los animales, los vegetales. Da la sensación de que el patriarcado lo han inventado lo europeos, ¿eso cree? R. No, no no. Ahí diverjo entre mi feminismo decolonial y el de una autora que acaba de fallecer, a la que admiré, María Lugones, ella tiene un texto maravilloso en el que afirma la inexistencia de un patriarcado precolonial y lo coloca como una invención británica en Nigeria. Encontré contradicciones. Ella pensaba que el patriarcado es una invención colonial, yo creo que es un sistema político de gran antigüedad, que se va transformando, pero que ya existía, aunque de forma diferente. Sí creo que la jerarquía, las formas de poder y la letalidad se exacerban con la conquista y la colonización P. ¿De qué modo? R. Porque el hombre en el mundo tribal o de estructura comunal es el intermediario con el mundo de afuera. Es el hombre quien va a negociar algo o a luchar, primero con el frente ultra21
marino, con los conquistadores, y después con el estatal, que es una continuidad. Al hacerlo, es el primero que aprende la mirada del blanco sobre la vida, el paisaje, la tierra y los cuerpos. Es el primero en el cual se inocula la mirada del conquistador, del colonizador. Y entonces retorna a su mundo emasculado por esa relación con el vencedor, y le queda solo la violencia para preservar su masculinidad perdida. Por lo tanto, si no hubiera existido el patriarcado originario la propia conquista habría sido imposible. En otras palabras, el primer colonizado es el hombre.
Lucio Cabañas y los pueblos del Sur
Kau Sirenio - Pie de Página - Voz de Lluvia - Tatyi Savi 2 diciembre, 2021 Este jueves se cumplen 47 años de la muerte del comandante guerrillero Lucio Cabañas a manos del Ejército. Como cada año, organizaciones sociales y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa conmemorarán el aniversario luctuoso. Historia que los intelectuales del viejo régimen no citan cuando acusan que en estos días el país se ha militarizado En los años setenta, los pueblos de Guerrero se organizaron para defenderse de los caciques que los oprimían y les despojaban de su tierra, único patrimonio que les dotaba de alimentos. Sin embargo, fueron borrados del mapa por el Ejército mexicano con el fin de restarle base de apoyo al profesor normalista Lucio Cabañas Barrientos. Los operativos conjuntos de las 27 y 35 Zonas Militares en los poblados de Campo Amor, Santo Domingo y Puerto Gallo, municipios de Atoyac y de Tlacotepec, en contra de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez fueron actos de exterminio. Durante la guerra de guerrillas en Guerrero, pueblos enteros fueron desplazados y arrasados por el Ejército mexicano. La Corte 22
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) documentó las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la campaña militar en contra de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) y el Partido de los Pobres (PDLP) a través de las operaciones: Rastrillo, Amistad y Telaraña. La culpa de los campesinos e indígenas de la Montaña y Sierra de Guerrero era ser pobres, porque en la década de los 70. El poder se concentraba en un gobierno arbitrario emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Como en los últimos años que gobernó el PRI-Gobierno, los intelectuales callaron, mientras que los periódicos reproducían discursos de odio en contra de los que se oponían al cacicazgo y los estigmatizaban en sus primeras planas. Así fue como Lucio Cabañas Barrientos cayó en combate cuando miembros del Ejército mexicano lo cercaron en El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero, el 2 de diciembre de 1974. A partir de ese día la persecución y represión en contra de las organizaciones sociales se recrudeció. Este jueves se cumplen 47 años de la muerte del comandante guerrillero de la comunidad de San Martín de las Flores, municipio de Atoyac. En los años setenta se levantó en armas en contra del gobierno. Como cada año, organizaciones sociales y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa conmemorarán el aniversario luctuoso. Luis Suárez cita en su libro Lucio Cabañas / el guerrillero sin esperanza, que tras la muerte del guerrillero, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) emitió un comunicado en el que explicó: “Alrededor de las 9 de ese día, en la región El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana, a unos 20 Kms. (sic), al NO de esta última población, fuerzas militares tuvieron un encuentro con el grupo delictivo del secuestrador y asaltante Lucio Cabañas Barrientos, en el que éste resultó muerto en compañía de otros 10 maleantes que los acompañaban”. 23
Los calificativos que el Estado mexicano le endilgó a los luchadores sociales como Lucio Cabañas, Genaro Vázquez Rojas y todos los movimientos armados de la época fue de condena sin que se les permitiera defenderse ante la opinión pública. Hijo de Rafaela Barrientos y Cesáreo Cabañas Iturio, Lucio nació el 15 de diciembre de 1936, estudió la primaria en El Cayaco, municipio de Coyuca de Benítez; de ahí continúa la secundaria y el bachillerato en la escuela Normal Rural de Ayotzinapa. En Ayotzinapa, Lucio forjó la lucha estudiantil que le permitió recorrer el país para conocer las necesidades de los normalistas rurales. En ese andar fue electo secretario general del Comité Estudiantil Ricardo Flores Magón de la Normal de Ayotzinapa. Cuando los universitarios se movilizaron para reclamar la autonomía de la Universidad (antes Colegio del Estado), Lucio consultó a la base estudiantil si había condición para apoyar a los universitarios. La asamblea de ese día determinó que Ayotzinapa se incorporara a la protesta, que a la postre derrocó a Raúl Caballero Aburto de la gubernatura. En 1961, la reunión de base eligió a Cabañas Barrientos como secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), organización estudiantil que aglutina a las normales rurales de todo el país, Lucio dejó sus estudios por año para resolver el conflicto de separación de la FECSM, una de estas normales fue El Mexe, Hidalgo. Cuando regresa a Ayotzinapa, Lucio se reúne con el fundador de la ACNR, Genaro Vázquez Rojas, para reorganizar a los guerrerenses que tuvieron presencia durante el movimiento popular de 1960, en Chilpancingo, Guerrero. La primera protesta que el maestro normalista organizó fue con los ejidatarios de la comunidad de Mexcaltepec, municipio de Atoyac, que se oponían a la Silvicultura Industrial S. de R. L., por la tala inmoderada de los bosques. Los campesinos no recibían ningún beneficio. 24
Así inicia su trabajo con los pueblos, bajo la premisa de “Ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”. Sin dejar de lado el movimiento en Guerrero, Lucio Cabañas amplía su campo de acción y se incorpora al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y al Partido Comunista (PC). Desde ahí asesora y organiza la protesta campesina. Es el retorno de Lucio Cabañas a Guerrero; se incorpora de lleno a la defensa del bosque de la Sierra de Guerrero, sus acciones en contra de los talamontes, terratenientes, autoridades municipales y estatales, así como directores de escuelas que abusan de su puesto. El profesor Cabañas Barrientos se fue a la sierra el 18 de mayo de 1967, después de que la judicial y motorizada abrieron fuego en contra de los padres de familias que impedían la entrada de la directora de la escuela primaria Juan N. Álvarez. El saldo de ese día fue de 11 muertos. Mientras que los agentes policiacos responsabilizaron a Cabañas por los hechos. Así fue como el guerrillero de la comunidad de San Martín de las Flores, municipio de Atoyac, tomó las armas y se internó en la sierra. “La lucha armada duró siete años entre los matorrales y la balacera del Ejército que a su paso quemaba pueblos enteros para quitarle base social al maestro normalista”, refiere Laura Castellanos en su libro México armado. La militarización en Guerrero y en el país para contener el movimiento armado en México fue desastrosa. Dejó cientos de desaparecidos, así como asesinatos y presos políticos, sin que hasta la fecha haya una sola persona condenada por estos hechos vergonzosos que cimbraron la conciencia de la población. Dicho sea de paso, algunos guerrilleros dejaron las armas para luchar por la vía electoral. Son 47 años de la caída física de un revolucionario. Historia que los intelectuales del viejo régimen no citan cuando acusan que en estos días el país se ha militarizado. ¿Dónde estaban en los años, 70 y 80? ¿Por qué guardaron silencio cuando el Ejército mexicano quemaba pueblos y desaparecía a campesinos en Guerrero? No vamos lejos. ¿Por qué no han documentado la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa? Crimen cometido por el Ejército mexicano. 25
Arturo Gámiz: su clase de agitación
Tanalís Padilla* - La Jornada - 6 de diciembre de 2021 La figura de Arturo Gámiz está asociada principalmente al asalto del Cuartel Madera en Chihuahua el 23 de septiembre de 1965. Esa madrugada Gámiz, junto con un grupo de campesinos, maestros rurales, normalistas y líderes agrarios, trataron de tomar el cuartel militar esperando incitar un amplio movimiento revolucionario. La estrategia falló y la mayoría de los integrantes, aun Gámiz, murieron en el intento. Quizás por el dramatismo de la acción, ese hecho se conoce más que la historia de movilización popular de los años anteriores. En esas movilizaciones los estudiantes de las normales rurales de Salaices, Saucillo y Aguilera fueron importantes protagonistas. Descendiente de una familia que contaba con varios maestros y dirigentes populares, Gámiz nació en Súchil, Durango, en 1940. Diez años después sus padres se trasladaron a la Ciudad de México y en 1954 Gámiz estudió la prevocacional en una secundaria afiliada al Instituto Politécnico Nacional. La huelga estudiantil de 1956 en el Poli y la represión que le puso fin a su internado, formarían parte de su concientización. Cuando en 1959 Gámiz ingresó a la normal del estado de Chihuahua participó en movilizaciones estudiantiles, sobre las que apoyaban la lucha campesina. Su carisma, liderazgo y entrega pronto lo convirtieron en importante vía por la cual otros estudiantes se unieron a las marchas, manifestaciones y tomas de tierra del creciente movimiento agrario en el norte. Gámiz llegó a Chihuahua en un momento de efervescencia social. Maestros rurales, campesinos, y normalistas armaban una fuerte lucha contra el latifundismo y la violencia caciquil. Gámiz se entregó en cuerpo y alma al movimiento y su liderazgo pronto se hizo sentir en una lucha social que, como pocas, logró unir al sector campesino, magisterial, obrero y estudiantil. “La juventud no puede quedarse callada ante la injusticia que son víctimas los campesinos”, proclamó en 1960. “Somos estudiantes pobres –continuó–, 26
hijos de campesinos y de obreros. Por eso estamos aquí pidiendo al pueblo que eleve su voz de protesta, exigiendo justicia.” En 1962 Gámiz se fue a vivir al Mineral de Dolores, comunidad cerca de la frontera con Durango que llevaba 28 años sin escuela. Gámiz se puso a dar clases en la plaza hasta que, junto con el líder campesino Salvador Gaytán, se logró recuperar la escuela que caciques habían convertido en establo de caballos. Gámiz luego escribiría que el Mineral de Dolores estaba dotado de recursos de donde “las compañías extranjeras se llevaron todas las riquezas y dejaron sólo ruinas, montes talados y nostalgia”. La miseria que ahora prevalecía, continuó, “no sólo se debe a que se acabó el trabajo de las minas, hay otra causa importante: se formó y enquistó un cacicazgo, un imperio de asesinos”. Aunque Gámiz no estudió en una normal rural encarnó varios de sus principios. Su experiencia en el Mineral de Dolores parece sacada de un manual para profesores rurales durante el cardenismo: desplazarse adonde no hay escuela; dar clase a los niños; organizar a los campesinos; combatir el caciquismo. No sorprende que al abordar la cuestión estudiantil Gámiz expresaba especial admiración para normalistas rurales de quienes escribió, “tienen una alta conciencia y una unidad ejemplar que no es fácil de comprar”. Gámiz condenaba la actitud de quienes sostenían que la única misión del estudiante era estudiar, ya que llevaba a “convertir las escuelas en claustros y hacer que los estudiantes se tapen los ojos con los libros […] se olviden de su origen, se alejen de las masas populares y de las luchas revolucionarias, se hagan individualistas y envidiosos y se conviertan en reserva [de la burguesía]”. Normalistas rurales que estudiaron durante esa época recuerdan las visitas de Gámiz a sus escuelas, los discursos que proclamaba en sus asambleas y el ejemplo de lucha que anteponía. Aunada con la participación de normalistas rurales en luchas obreras y campesinas, ya ni se diga en defensa de sus propias escuelas ante los ataques oficiales que se recrudecieron en la década de 1960, la visión y ejemplo de Gámiz marcó a toda una generación. 27
Ahora una nueva generación de alumnos de las normales rurales de Aguilera y Saucillo, junto con el Colegio de Egresados de Aguilera y la Federación de Jóvenes Comunistas, intentan crear conciencia sobre la lucha de Gámiz. Entre sus iniciativas está colocar un busto donde nació. Ello constituye parte de una larga tradición de rescatar la memoria popular, su historia ocultada, borrada y siempre despreciada por la visión oficial. Es una historia que no se aprende en la escuela ni en los libros de texto y no se conmemora en rituales cívicos, aunque es parte de una lucha contra la traición a los principios sociales de la Revolución Mexicana. Conocer esta historia es el primer paso en una verdadera educación, una que comprenda el porqué de la rebeldía, de la guerrilla y de la agitación normalista rural. Como explicó Gámiz en entrevista con Sucesos para Todos cuando, tras incontables movilizaciones pacíficas que no habían dado resultados, había optado por la vía armada y era difamado por agitador: “Le voy a decir qué clase de agitación hice aquí. Mire, aquí había docenas de niños que no sabían leer. No había escuela ni esperanzas de que hubiera. Yo terminé con esa situación, llegué a Dolores, acondicioné el local y me puse a dar clases a los niños sin cobrar por ello un solo centavo. Esa clase de agitación hice aquí”. * Profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Autora del libro Unintended Lessons of Revolution, una historia de las normales rurales, próximo a publicarse con Duke University Press.
28
RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AU TONOMÍA BAJO LA TORMENTA 8 de diciembre