CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 28 de agosto de 2019
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Digna rabia tierna
Gustavo Esteva - 26 de agosto de 2019 No fue una marcha más. Fue síntoma de un parteaguas. Las marchas de mujeres contra la violencia de género de la semana pasada suscitaron muy diversas reacciones, muchas negativas y otras ambiguas. Debemos ponerlas en perspectiva y tratar de imaginar su horizonte. Hace tiempo cunde la convicción de que es preciso modificar las formas de la lucha social. Debemos, por ejemplo, aquilatar el valor actual de las protestas multitudinarias. Por una parte, los gobiernos han aprendido a no hacer caso de las expresiones populares de descontento y reivindicación. Además, han creado múltiples dispositivos para contrarrestarlas. Usan la represión directa, ampliando y modificando los recursos de las policías antimotines, y también recurren a provocadores e infiltrados y a una gran variedad de métodos, muy conocidos en nuestro país, para socavar desde adentro las iniciativas y desprestigiarlas. Todo el repertorio se aplicó sistemáticamente contra los chalecos amarillos, en Francia, desde noviembre de 2018... y se sigue empleando en México. Por otra parte, se ha puesto en cuestión el valor de esa forma de lucha en las actuales circunstancias. Occupy Wall Street expresó con claridad lo que hay de por medio cuando se le preguntó por sus demandas. Uno presenta demandas cuando piensa que el gobierno puede satisfacerlas. Nosotros no creemos que lo podrá hacer. Por eso no las tenemos. En muchas ocasiones, sin embargo, las marchas no buscan sus interlocutores arriba, sino abajo. Se conciben horizontalmente y con ellas se busca ante todo la propia afirmación, ver el propio número, la fuerza y dignidad de quienes participan. Y se busca también que todo mundo se entere que ahí están… y que seguirán estando. No estamos, en este siglo, ante crisis circunstanciales o problemas de algunos funcionarios o gobiernos. Experimentamos el colapso de una era, el colapso climático y el sociopolítico, el colapso de 1
todas las instituciones. Se han hecho enteramente evidentes las raíces patriarcales, capitalistas, racistas, sexistas y antropocéntricas del régimen dominante. Es claramente autodestructivo, pero también arrasa con todo a su paso, acaba con todo lo vivo. La era termina en un clima de inmensa violencia, en que se usan todos los recursos legales e ilegales en la cuarta guerra mundial, la primera guerra total de la historia, en la cual amplias capas de la población son identificadas como el enemigo. Se creó una clase de personas que se consideran desechables. Y están siendo desechadas. Como siempre, son las mujeres quienes más padecen la violencia, junto con niños y niñas y personas de mayor edad. No es proporcional a la que padecen los hombres; se multiplica, se amplía y adquiere formas de degradación humana insoportables. Se intensifica hasta grados abyectos la violencia doméstica y aumentan cada día los feminicidios. La mitad de éstos son cometidos por cónyuges, compañeros, familiares… Desde hace años, un número creciente de mujeres decidió decir ¡basta! Con inmensa dignidad y coraje se pusieron de pie y acordaron no sólo enfrentar esa situación atroz, sino recrear el mundo. Se ocupan, una vez más, de cuidar la vida. Van más allá de antiguas reivindicaciones feministas, sólo asociadas con la igualdad. No buscan recibir el mismo trato que los hombres, en la explotación y la opresión, aunque denuncien la discriminación reinante. Quieren cambiar los términos de la vida social, para fundarla sobre otras relaciones. La lucha recurre a procedimientos jurídicos, aunque se tenga conciencia que el estado de derecho está roto. Se presentan también reivindicaciones puntuales, aunque se reconozca la incompetencia y corrupción de las autoridades. No se renuncia a derechos ni al valor de la presión pública. Pero la lucha va más allá y está tomando forma en la vida cotidiana, en las relaciones de todos los días, en la continua reacción de las mujeres ante el abuso constante, ante comportamientos que habían normalizado actitudes inaceptables. No siempre lo hacen suavemente. A veces estalla la rabia y se hace incontrolable. Incurren en violencias como las que combaten. Y 2
las defienden: No nos vamos a parar ni a pedir disculpas por los vidrios rotos y las paredes pintadas, expresaron en Oaxaca. Hay quienes pretenden perdonar o justificar esos excesos y otros los condenan como delitos. No parece pertinente ni una cosa ni otra, desde una autoridad moral por lo menos cuestionable. Es hora de entender y acompañar. Se trata de acostumbrarnos a la idea de que las mujeres están tomando el liderazgo de un cambio largamente esperado ante una situación infame. No basta solidarizarnos. Es preciso, además, reconocer la magnitud y hondura del desafío actual… y admitir nuestro fracaso y responsabilidad como varones, autores o cómplices de algo insoportable. Necesitamos aprender a dejarnos guiar por la digna rabia tierna que hoy se está expresando y puede ser la única, última opción ante el desastre. gustavoesteva@gmail.com
Actualidad de las autodefensas
Luis Hernández Navarro - La Jornada - 27 de agosto de 2019 Hipólito Mora fue uno de losfundadores de las autodefensas michoacanas en 2013. Apenas el pasado 15 de julio, anunció por su perfil de Facebook: “Le informo al gobierno federal y estatal, que desde hoy traeré conmigo un rifle y una pistola, y cualquier autoridad que trate de detenerme o desarmarme va a tener que asesinar, porque vivo ni a la cárcel me llevarán, ni me desarmarán”. Mora se reunió el 14 de febrero de 2013 con Miguel Ángel Gutiérrez, El Kiro, y con Juan José Farías, El Abuelo, personaje asociado en el pasado con el cártel de los Valencia. Allí acordaron levantarse en armas 10 días después en la Ruana y Tepalcatepec. Esa fue la presentación en sociedad de las autodefensas en la Tierra Caliente de Michoacán (https://bit.ly/328v0T3). En diciembre de 2014, los hombres de Luis Antonio Torres, El Americano,mataron al hijo de Hipólito. El Americano, un autodefensa que creció en Estados Unidos, vinculado con Servando 3
Gómez Martínez, alias La Tuta, protegido por el pasado gobierno, supuestamente fue ejecutado en julio de 2018 afuera de un table dance en Manzanillo. Hipólito Mora, acusado por sus paisanos de portarse como cacique, justificó el pasado julio portar nuevamente armas, porque “en el tema de seguridad, estamos peor que nunca”. Según él, a José Manuel Mireles (hoy subdelegado del Issste en Michoacán) “lo puso el crimen organizado como vocero… Él nunca estuvo armado”. Las autodefensas calentanas surgieron en 2013 de la mano del Ejército, ganaderos, agricultores y grupos de narcotraficantes para enfrentar al cártel de Los caballeros templarios. En la marcha, se convirtieron en una nueva versión de la bola revolucionaria, sumando otros sectores agraviados por la brutalidad criminal. Para meter al redil a un movimiento que se le escapó de las manos, el gobierno federal combinó diversas medidas: institucionalización en una Fuerza Rural, cooptación, amenazas, promoción del enfrentamiento entre grupos, cárcel y descabezamiento de los dirigentes rebeldes (https://bit.ly/33YHe26). Líderes como Cemeí Verdía se entregaron a los brazos del gobierno. La estrategia oficial no acabó con el narcotráfico, sólo modificó su composición y formas de operar. Algunos grupos de autodefensa incursionaron (o regresaron) a la industria criminal. Según el ex secretario de Seguridad Pública del estado Juan Bernardo Corona Martínez, al menos cuatro de estas organizaciones delictivas se d isputan el control territorial en la región: el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), reductos de Los caballeros templarios, Los Viagras (antiguos sicarios del Chango Méndez) y sus aliados de La nueva familia michoacana. Como lo demuestra la denuncia de Hipólito Mora, tampoco terminó con la inseguridad. Ésta permanece. Pero no toda la situación es parecida a la que había antes de 2013. En Coalcomán, Chinicuila, Coahuayana (y en parte Aquila) subsisten autodefensas que cuentan con gran legitimidad social. Un caso aparte es el de la policía comunitaria de Ostula y sus 24 grupos nombrados en asamblea, que emana directamente de la comu4
nidad. En la misma dirección caminan los servicios de seguridad de Pomaro. Igualmente legítimos son las guardias comunitarias de Cherán y de otras comunidades de la Meseta Purépecha. En Tancítaro, los grandes productores de aguacate financian sus cuerpos de seguridad y los han institucionalizado en el Cuerpo de Seguridad Pública de Tancítaro (Cusept). Héctor Navarrete, el dirigente de las autodefensas de Coahuayana (en la frontera con Colima), goza de enorme prestigio y buena reputación en la población. Su conducta es intachable. Tienen el control de la seguridad municipal del lugar. Cuentan con el apoyo de la Cámara de Comercio local. Su éxito en la lucha contra la inseguridad es relevante. Según la Fiscalía General del Estado (FGE), en los últimos cinco años se han producido solamente 11 homicidios dolosos, dos casos de extorsión –en los que se detuvo a los responsables– y ningún secuestro. Las autodefensas en Chinicuila surgieron a partir de un consejo popular formado en 2003, que fue, también, el facilitador de la organización comunal. El concejo obliga a las autoridades (incluido el presidente municipal) a acatar la voz del pueblo. De él dependen 40 encargaturas del orden, cada una formada a su vez por un promedio de 20 ranchos. Otro es el caso de Tepalcatepec, cuna de las autodefensas. Allí Juan José Farías, El Abuelo, ahora enfrentado al CJNG (que le declaró la guerra y puso precio a su cabeza en un video), mantiene el control del municipio. Tres veces ha estado preso y las tres ocasiones ha quedado en libertad. Más allá de sus relaciones peligrosas , muchos de sus paisanos lo consideran un héroe desde que derrotó a sangre y fuego a Los Zetas. Los dirigentes auténticos de las autodefensas son representantes locales o municipales, no líderes estatales autoproclamados. Surgidas de un problema de inseguridad real no resuelto, diversas regionalmente, legítimas en algunos municipios y cooptadas por el narcotráfico en otros, son un fenómeno al que el Estado debe dar respuesta diferenciada. No son iguales; no se les puede tratar de la misma manera. Twitter: @lhan55 5
Trump, Xi Jinping, la Amazonia, la 4T y el ecofeminismo Carlos Fazio - La Jornada - 26 de agosto de 2019
En apariencia, la guerracomercial entre Estados Unidos y China, el incendio en la Amazonia, los megaproyectos para el sur-sureste de México de la 4T y el ecofeminismo socialista, serían temas inconexos sin relación lógica de causa-efecto entre sí. No obstante, esos cuatro ejes temáticos se inscriben en la geopolítica del capitaloceno, nueva categoría analítica y explicativa que remite a la “edad del capital” como una “era geológica” y ya no sólo histórica, artífice de los cercamientos de tierras y la apropiación de los bienes comunales; de la mercantilización de la vida; del colonialismo y el neocolonialismo imperial e interno; de la industrialización irracional y depredadora de la naturaleza, sus ecosistemas y la biodiversidad, fauna y flora; del hiperconsumismo y el despilfarro; de las guerras (convencionales, atómicas, frías, encubiertas y/o híbridas o de cuarta generación), y de las complejas y contradictorias relaciones entre clases, género, raza, nacionalidad, identidad… Existe estrecha relación entre los procesos de la acumulación de capital −de la producción de mercancías y la extracción de plusvalía− con el deterioro ambiental (deforestación, polución del agua y el aire, aumento de la temperatura del planeta y otros desastres ecológicos). En ese contexto, resulta central la reivindicación de las ecofeministas sobre el papel de las mujeres en la preservación de los ecosistemas y su lucha antipatriarcal como contribución decisiva contra la opresión y la discriminación. Así como el anteponer una “ética de la tierra” −basada en la responsabilidad entre los seres humanos y los ecosistemas− a los valores dominantes del capitalismo actual, violento y explotador por naturaleza, desigual, individualista, competitivo, utilitarista, egoísta, cultor de las mercancías y antropocéntrico ante la naturaleza. Esa es la razón por la que algunos científicos sociales consideran que el término capitaloceno es más preciso que el vocablo antropoceno, acuñado en 2000 por el Nobel holandés Paul J. Crutzeny 6
preferido por The Economistpara indicar que la acción del homo sapiens (anthropos) tiene incidencia directa sobre el planeta Tierra, hasta el punto que pudiera considerarse como una nueva era geológica. Sólo que esa visión limitada de la historia, que involucra a los seres humanos en su conjunto −como si todos fuéramos igualmente responsables de la transformación destructiva del planeta−, pretende camuflar y legitimar ideológicamente al capitalismo, en su doble papel destructor de gran parte de los seres humanos (trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres pobres) y de la madre tierra, la naturaleza. En manos de alianzas cambiantes entre estados, corporaciones privadas y poderosos actores políticos y económicos, el capitalismo global y las cadenas de suministro de energía y materias primas requieren aún combustible fósil: carbón, petróleo y gas natural; lo que ha desatado una caótica y feroz competencia internacional por esos recursos estratégicos, a los que se suman metales, minerales, el agua y la tierra. Eso explica también la actual geopolítica de la energía y la guerra económica entre Estados Unidos (con la administración Trump como brazo ejecutivo del complejo militar, industrial, energético, financiero, mediático) y China (con su ruta de la seda), con énfasis en la construcción de infraestructura multimodal (oleoductos, refinerías, plataformas petrolíferas, carreteras, puertos, ferrocarriles) para el transporte de energía fósil y materias primas. Mientras crecen las protestas contra el protofascista presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por los incendios en la Amazonia –devorada por el saqueo y la depredación capitalista−, conviene voltear hacia el sur-sureste mexicano y los megaproyectos de la 4T de Andrés Manuel López Obrador, en particular el Tren Maya, el corredor del Istmo de Tehuantepec, la siembra de un millón de hectáreas de árboles maderables y frutales (como futuras mercancías para el mercado mundial), a lo que se suman la minería (oro, plata, uranio, etcétera) y las agroindustrias (la producción, industrialización y comercialización de productos agropecuarios, forestales y otros recursos naturales biológicos), con la consecuente contaminación del agua y la conversión de la tierra bajo régimen ejidal o comunal en mercancía. 7
El embate de las economías extractivistas y de enclave impulsado por las multinacionales y el imperialismo en el sur-sureste de México −y otras regiones sureñas del globo−, encuentra en la primera línea de resistencia y defensa de los territorios donde se generan las materias primas a la mujer, con su crítica feminista al “progreso” y a la noción de desarrollo; a la ciencia como instrumento de la dominación imperialista; a la mercantilización y destrucción de la naturaleza y de la vida; a la razón heteropatriarcal del capitalismo occidental, con la triple opresión reproductiva, doméstica y laboral de las mujeres; al armamentismo, el militarismo y el paramilitarismo, predominantemente machistas; es decir, la mujer como sujeto protagónico de una sociedad que rebase al actual sistema de dominación clasista, junto con los trabajadores, los campesinos y los habitantes pobres de las ciudades.
Mujeres: su guerra es la paz Hermann Bellinghausen
“Hola, la mujer más valiente de todas. Ahora te toca a ti aparecer inflexible y suave, buena y mala, orgullosa y humilde, llena de mañas”. Así saluda el corifeo a Lisístrata en la pieza de Aristófanes (411 aC), aquel alegato contra la guerra aún hoy excepcional. En términos de violencia, las mujeres nunca han merecido opinar. Acatan, esperan, sufren y finalmente pagan las desgracias causadas por los varones. De Troya en el nebuloso siglo XII aC hasta Berlín en 1945 y las guerras de hoy, las de Boko Haram, Siria o Yemen, es una regla inapelable. Pero después de Aristófanes no pareció haber nada nuevo, y la reivindicación femenina, naturalmente antibélica, quedó a merced de las paráfrasis, como esa operilla de Schubert, La guerra doméstica. ¡Nada nuevo en 2 mil 500 años! El peso histórico del patriarcado es absoluto, brutal. Y la sola arma del “sexo débil” ante la violencia es el sexo mismo: concederlo, negarlo, administrarlo, lo demás es sufrir la condición de botín, mercancía u objeto de crueldad gratuita. Resulta increíble la escasez cultural de alegatos femeninos, no digamos épicos (género que no va con la feminidad) sobre la fuerza violenta. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, dos 8
pensadoras judías, sin pretenderse feministas, ofrecieron sendas lecturas de la Ilíada que de hecho revolucionaban siglos de interpretaciones, exégesis y disecciones canónicas del canto homérico. El gran poema de guerra, destino y destrucción se enfrentaba al fin con la inteligencia de las mujeres. Simone Weil en el umbral de la agresión fascista, y Rachel Bespaloff al fragor de ella, asediaron la Ilíada con armas nuevas. Sin explícitarlo, Sobre la Ilíada (1942) de Bespaloff responde a El poema de la fuerza(1939) de Weil, y lo complementa (ambos serían traducidos al inglés por Mary McCarthy casi inmediatamente). Weil sólo considera a las mujeres en el contingente de las víctimas, su prioridad es la demolición implacable, casi homérica, de los héroes, mientras Bespaloff sí se interesa en las mujeres de Ilión y sus tremendos destinos. La originalidad de Weil es absoluta para su tiempo. Reseña e interpreta las debilidades y miedos de todos los valientes guerreros como nadie antes ¿con un toque de mujer? Centralmente reflexiona sobre la violencia, su inevitabilidad demasiado humana y por ende inhumana. “La violencia oblitera a quien la toca”. Subraya la “absoluta indiferencia del fuerte ante el débil” sobre el cual siente tener todos los derechos, incluso de violar, destruir, humillar. No obstante, Weil encuentra que el fuerte también se acobarda, en la Ilíada nadie escapa del dolor y todos pierden. No oculta su admiración por Homero, el más imparcial de los testigos, más sobrio que los dioses, nunca “embellece” la guerra. Ni griegos, ni troyanos, ni troyanas le merecen simpatía o su contrario. Son las personas que hay, y su destino es ese. Apenas Aquiles parece distinto en sus motivaciones, aunque su ira domine el libro entero. Él encarna la guerra, aunque Homero lo considera otro más que llorará y morirá. “El verdadero héroe, el verdadero asunto de la Ilíada es la fuerza”, dice Weil. Ésta esclaviza al hombre, lo hunde. El espíritu humano actúa y se modifica por la fuerza, que lo ciega y somete. “Llevada a su límite, vuelve al hombre una ‘cosa’. Literalmente: lo hace cadáver. Alguien estaba aquí, y de pronto ya no”. El espectáculo de la muerte violenta recorre la Ilíada “sin descanso”. Un esclavo no tiene derecho a llorar sus penas, sólo las de su esclavizador, así que aprovecha los funerales de los amos para llorar 9
su desgracia personal. Inexorablemente, las troyanas sufrirán, serán violadas o morirán a manos de los vencedores. Su dolor es irrelevante. Esa regla no ha cambiado. La convicción de Weil es que nunca lo hará. La alternativa sería erradicar la violencia. Su ensayo fue visto como un manifiesto pacifista, aunque ella estaba convencida de que la única manera de vencer al fascismo era destruirlo. La resistencia sería violenta, o nada. Admite que la única forma de salir de la violencia “es tenerla por inconcebible”. Imposibilitarla. Algo que nunca sucede, “nadie hace nada para ponerle fin”. Los que se entregan a la violencia no pueden detenerse. No son racionales, ni justos, ni moderados. El filósofo húngaro Gyorgy Konrad postularía que “matar siempre es asesinar”. Según Weil, que se reinventó “católica”, “sólo quien controla y doma la violencia” puede acceder al amor y la justicia. Pero nunca poniendo la otra mejilla.
Conservadurismo e izquierda anticapitalista Gilberto López y Rivas - La Jornada - 23 de agosto de 2019
Ante el reiterado uso de los términos “conservador” o “conservadurismo” para identificar a la izquierda anticapitalista, tildada de “radical” por articulistas que defienden denodadamente al gobierno actual, es necesario precisar sus múltiples significados, que remiten hoy, en el ámbito de la política, a las posiciones y organizaciones de derecha o extrema derecha, partidarias del status quo y enemigas de toda transformación revolucionaria, sobre todo, de signo marxista o socialista. Históricamente, la oposición a la revolución francesa y la Ilustración, que pugnaba por la restauración del antiguo régimen, da origen al uso de “conservador” y “conservadurismo”para identificar a este sector socio-político, con peculiaridades en distintos contextos geográfico-temporales. En América Latina, a partir de los movimientos de independencia, el conservadurismo o los partidos conservadores, usualmente se caracterizaron por la añoranza del 10
régimen colonial, el mantenimiento de rígidos sistemas jerárquicos de clase y casta y la defensa a ultranza de propiedades, fueros y canonjías de la Iglesia y el Ejército. Así, resulta un contrasentido, tanto histórico como conceptual, pretender calificar a la izquierda anticapitalista como conservadora, cuando en realidad constituye su antípoda. Estamos ante el clásico maniqueísmo de construir un adversario a modo que, en referencia al gobierno de la Cuarta Transformación (4T), sin pruebas ni argumentos, equipara la oposición anticapitalista con la de la vieja partidocracia priísta y panista, sosteniendo que la izquierda esconde (sic) “tras su radicalismo, objetivos semejantes al conservadurismo”. El problema radica, conjuntamente con estas “licencias” conceptuales y maniqueísmos, en la ausencia de un análisis profundo sobre la naturaleza de los cambios que están ocurriendo en los primeros meses del actual gobierno que, de acuerdo con los abogados de oficio de la 4T, representan una ruptura con las políticas neoliberales. Cómo lo han reiterado el EZLN y el Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno, los megaproyectos en marcha, el llamado Tren Maya, el canal seco del Istmo de Tehuantepec (con sus líneas de ferrocarril para contenedores, corredores industriales, desarrollos inmobiliarios, turísticos y los seguros daños etnocidas y ecocidas), el Proyecto Integral Morelos (con la apertura de obsoletas hidroeléctricas y gasoductos, y marcado con la muerte de Samir Flores Soberanes y la criminalización de opositores), el nuevo aeropuerto metropolitano en manos castrenses, la permanencia de concesiones mineras que cubren por lo menos un tercio del territorio nacional, etcétera, no sólo si representan una línea de continuidad con las políticas neoliberales de los pasados sexenios, sino, incluso, van más allá de lo que estos gobiernos impusieron como gerentes al servicio de las corporaciones capitalistas. Recordemos que el canal seco de Tehuantepec, con sus planes de desarrollo de las naciones centroamericanas fue el célebre Plan Puebla Panamá, rebautizado Mesoamérica, que el Proyecto Integral Morelos también fue sacado del baúl de anteriores administraciones. El neoliberalismo se caracteriza, precisamente, por buscar que el Estado actúe como un eficiente mecanismo de intermediación que facilite el proceso de recolonización de los territorios y, en esta 11
dirección, la lucha contra la corrupción y el adelgazamiento de las estructuras gubernamentales, si bien siempre positivas en el terreno de un imaginario nacional de indignación ante la impunidad de la clase gobernante en el saqueo del erario, constituyen, paradójicamente, un factor en favor de México entre los estados nacionales en competencia para una puesta en práctica expedita y efectiva de los proyectos neoliberales, como los emprendidos por la 4T. La izquierda anticapitalista (sí, radical, pero no como adjetivo descalificador, sino por sus análisis que van a la raíz de los problemas causados por los sistemas de explotación y dominación de la actual fase de acumulación militarizada necrófila) no añora nada de los gobiernos anteriores, a los cuales combatió y resistió por décadas, con el costo en vidas humanas y sufrimientos que hacen de México una de las peores catástrofes humanitarias del planeta. Esta izquierda no busca el rostro humano del capitalismo ni aspira a ser beneficiaria de programas clientelares y corporativos que individualizan y fragmentan las comunidades. Se pronuncia, por el contrario, por el fortalecimiento de sus procesos autonómicos de defensa de la Madre Naturaleza y sus recursos vitales, por el pensamiento crítico (no conformista), con la conciencia de que nuevamente se enfrenta a un mal gobierno que insiste en declarar la guerra a los pueblos originarios, mientras convalida supuestos reconocimientos constitucionales de libre determinación.
El Mediterráneo, cementerio de pobres
Marcos Roitman Rosenmann - La Jornada - 25 de agosto de 2019 Mientras la culta Europa mira hacia otro lado, miles de subsaharianos mueren ahogados en las aguas de un mar cuya historia está cargada de acontecimientos. Tres civilizaciones, dirá Braudel, han confluido en su articulación política, dando vida a personajes, proyectos de dominación y desencuentros. Ha sido campo de guerra, de control imperial. Ha enfrentado a Occidente, Roma y Grecia; cristianos, ortodoxos, y musulmanes. Hoy es un cementerio de indigentes. La aporofobia: miedo, rechazo, aversión a los pobres se apodera de las clases dominantes de la Europa mediterránea. Miles de emigrantes viven una 12
tragedia, huyen del hambre, la tortura, guerras civiles, canallas, operaciones humanitarias organizadas por la OTAN y los países civilizados, Libia sin ir más lejos. Ingenuos, piensan ser recibidos con los brazos abiertos, tal y como reza el nombre de uno de los barcos que los ha recogido en alta mar: Open Arms. Sin embargo, no son bienvenidos por los gobiernos y autoridades. Provienen de una patera, no de yates o cruceros que hacen la ruta turística por un Mediterráneo donde todo es maravilloso. De ser sus ocupantes los damnificados nadie recriminaría la acción de salvamento. Pero los sobrevivientes son pobres, sus historias irrelevantes. No pertenecen a la beatiful people, ni beben champagne, ni poseen generosas cuentas bancarias. Deberían haber muerto, no tienen derecho a una vida digna. Constituyen un problema. El mismo que enfrentó el Ocean Viking, barco fletado por Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranée, con 356 personas rescatadas a bordo, que no tenía donde atracar. Sus ocupantes son apestados. Para justificar su rechazo se les estigmatiza, si se les acoge otros vendrán a continuación, produciéndose un efecto llamada. Hay que ser inflexibles. Su destino es ahogarse o la repatriación. Esta Europa, cuna del renacimiento, orgullosa de practicar los derechos civiles y las libertades públicas, con un Parlamento y tribunales que velan por el mantenimiento y respeto de los derechos humanos, discrimina entre náufragos ricos e inmigrantes pobres. Sus fragatas vigilan para evitar la llegada de indeseables: dicen defender el derecho internacional y a occidente. No hay trabajo, primero los nuestros. Fomentan el miedo y el racismo. Los rescatados son pobres, constituyen un peligro. Se convierten en inmigrantes indocumentados, potenciales asesinos, ladrones, agentes del islam. Si por un casual, alcanzan las costas son confinados en centros de acogida, verdaderas cárceles. Se les insulta, desprecia y acusa de mentir. Vienen a perturbar la paz, pobres de solemnidad, negros y musulmanes. El ex vicepresidente mundial de Coca Cola, anterior director en España, diputado y miembro de la ejecutiva de Ciudadanos, el más acaudalado de los 350 legisladores, Marcos de Quinto, se refirió a los rescatados por el Open Arms como “bien comidos pasajeros”. Vox pide la incautación del barco y acusa a la ONG Proactiva de “favorecer la inmigración ilegal”, “uso fraudulento de las leyes del mar y complicidad con las mafias internacionales del tráfico de personas”. El Partido Popular, acusa al gobierno de improvisación, 13
favorecer el efecto llamada y alentar a las mafias. Más de lo mismo. En Italia, Matteo Salvini, en Francia Marie Le Pen, despliegan los mismos argumentos. Hay acuerdo, practican la aporofobia. Han destruido países con guerras canallas, pero eluden responsabilidades. La crisis del barco Open Arms, como la crisis del Aquarius en 2018 y ahora el Ocean Viking, demuestra como las vidas humanas y el rescate en alta mar pasan a segundo plano. Todos se tiran la pelota. A Italia le vienen bien los exabruptos xenófobos y racistas de su ministro de Interior Matteo Salvini. El barco podía haber atracado, pero esperó 19 días. Se jugó con la desesperación de los sobrevivientes. Mientras, España desojaba la margarita. Todos criticando al gobierno y el gobierno criticando a Italia. Italia denunciando a la Unión Europea y la derecha sacando partido. Poco importa el sufrimiento de personas que han sido torturadas, violadas, con familias asesinadas y quemadas en su presencia. Sólo en 2017 se ahogaron 2 mil 835 personas cuando intentaban cruzar el mar desde Libia, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones. Desde Libia o Sudán, la historia es recurrente. Así relata a Médicos Sin Fronteras un joven de 16 años su experiencia antes de ser rescatado: “Salí de Sudán después que un grupo armado matara a mi padre (...) Tarde siete días en cruzar el Sahara (...) Traté de cruzar dos veces, pero fui capturado por la Guardia Costera de Libia (...) Estaba en Tayura cuando el Centro de detención fue bombardeado . Mucha gente murió. Logre escapar (...) puedes ver las cicatrices en los pies. Corrí descalzo por las llamas (...) quiero ir a Europa; donde se respeten los derechos humanos, donde me traten como un ser humano y donde pueda encontrar trabajo...” Y Yuka Crickmar, técnica de asuntos humanitarios de MSF remata: “Cada persona con la que he hablado ha sido encarcelada, ha sufrido extorsión, ha sido forzada a trabajar en condiciones de esclavitud o tortura. También he visto las cicatrices (...) cuando miro sus ojos queda claro por lo que han pasado estas personas. Me decían que estaban listas para morir en el mar, en lugar de pasar otro día más sufriendo en Libia”. Son pobres, existen para ser explotados y extraditados al infierno. No han ganado el primer millón de euros en YouTube, ni son influencers. ¿Para qué rescatarlos? Esta es la verdadera Europa humanitaria. No nos engañemos. 14
Inesperada sentencia sobre transgénicos
Gloria Muñoz Ramírez - Los de abajo - La Jornada - 24 de agosto de 2019 Una insólita decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó el decreto emitido en 2016 por el gobierno de Yucatán, que declaró la entidad como zona libre de transgénicos debido a las graves afectaciones a las comunidades mayas y a la biodiversidad de la región. Nada grave para el pleno de ministros, que consideró que se habían invadido atribuciones exclusivas de la Federación contenidas en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM). Los impactos sociales, el incremento en tasas de deforestación, la contaminación de los mantos freáticos por el uso de agrotóxicos – en particular por el herbicida glifosato–, así como la contaminación de la miel con polen transgénico, que pone en riesgo su calidad de exportación, no fueron suficientes argumentos para quienes dictan la justicia en este país, por lo que organizaciones ambientalistas y defensoras de los pueblos indígenas, colectivos, campesinos, apicultores y activistas lamentaron la inesperada sentencia. No es simbólico, sino estratégico, que esta decisión se dé en una de las cinco entidades en las que se proyecta el Tren Maya, considerado por amplios sectores de los pueblos como un proyecto que intensificará las afectaciones al medio ambiente y a la cultura que ya existen en el territorio peninsular. Desde hace tres años, Yucatán se convirtió en el símbolo de la lucha indígena contra la siembra de transgénicos, que llegaron a la región hace una década. La lucha de los pueblos logró el decreto que el pasado 14 de agosto fue echado por tierra, aunque aún no se permite la liberación de siembra de transgénicos. Cabe señalar que desde 2012 más de 2 mil apicultores yucatecos de los municipios de Halachó, Muna, Oxkutzcab, Peto, Santa Elena, Ticul, Tixméhuac, Tekax, Tizimín y Tzucacab han demandando la declaración de Yucatán como zona libre de organismos genéticamente modificados, pero aún están a la espera de una resolución de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que enca15
beza Víctor Villalobos, promotor de los transgénicos, cuya presencia en el gabinete contradice las promesas presidenciales de poner fin a este modelo depredador de producción. www.desinformemonos.org - losylasydeabajo@yahoo.com.mx
El mundo de abajo crece en silencio
Raúl Zibechi y Juan Wahren* - 20 agosto 2019 - Desinformémonos Hay vida (y lucha) más allá de las elecciones. En nuestros países (Argentina, Uruguay), desde los focos mediáticos hasta las conversaciones entre militantes de los movimientos sociales, están centradas y concentradas en las próximas jornadas electorales, con la esperanza de que, esta vez sí, habrá cambios. Aunque sabemos que esos cambios no vienen de arriba y que los verdaderos son los que construyamos desde abajo y por abajo, una y otra vez nos dejamos arrastrar por los fuegos artificiales de las elecciones. Volvemos a diluir nuestra potencia del hacer desde abajo en la delegación del Poder hacia arriba… Sin embargo, los pueblos de América Latina siguen construyendo sus mundos otros, muy lentamente, a contracorriente, en la oscuridad de la vida cotidiana, lejos, muy lejos de las campañas que derrochan recursos y discursos. ¿Quién pudo enterarse que este año se creó la Guardia Indígena Comunitaria “Whasek” Wichi en el Impenetrable, en el Chaco, Argentina? ¿Quién sabe de la creación del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, en el norte del Perú, camino que comienzan a recorrer otros tres pueblos amazónicos? ¿Cuántos medios han informado que el pueblo mapuche en el sur de Chile ha recuperado 500 mil hectáreas por acción directa desde la década de 1990, cuando se restauró la democracia para arrinconarlos con la aplicación de la ley antiterrorista heredada de la dictadura de Pinochet, pero luego aplicada igualmente por gobiernos progresistas y conservadores? ¿Dónde leemos acerca de la tremenda lucha de los tupinambá del sur de Bahía (Brasil), que en pocos años recuperaron 22 haciendas, miles de hectáreas, pese a la represión y las torturas a sus dirigentes? 16
¿Cuándo le dedicamos algún tiempo a comentar la victoria de las 30 comunidades de Molleturo (Azuay, Ecuador) que consiguieron frenar la minera china Ecuagoldmining, luego de quemar el campamento? ¿Quién habla del reciente triunfo campesino de todo el Valle de Tambo, ante el proyecto cuprífero Tía María, en el sur de Perú? Ahora vemos cómo los pueblos mayas del sur de México, organizados en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pasaron a la ofensiva y rompieron el cerco militar e informativo del gobierno mexicano de la autodenominada “Cuarta Transformación”, creando siete nuevos caracoles y cuatro municipios autónomos, con los que suman ya 43 espacios de autogobierno zapatista en esa región. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) saludó y otorgó “su aprobación” a los nuevos municipios autónomos zapatistas, no sabemos qué responderán los y las zapatistas, pero podemos observar que en todos estos años fueron construyendo de hecho su autonomía en los territorios insurgentes donde se encuentran sin la necesidad de la aprobación de ningún gobernante. Los Acuerdos de San Andrés firmados en el año 1996 y que reconocían la autonomía de los pueblos indígenas de todo México fueron negados y traicionados por cada uno de los sucesivos gobiernos; esto no impidió el crecimiento de la autonomía en territorio zapatista y en decenas de municipios autónomos de otros pueblos indígenas del país. Más que aprobar o no, de palabra, estos procesos de autonomía, el gobierno de AMLO bien podría poner en práctica los Acuerdos de San Andrés y dejar que siga floreciendo la autonomía indígena en vez de continuar y fortalecer el cerco policial y militar a las comunidades en rebeldía, tal como vienen denunciando las propias comunidades indígenas de Chiapas, tanto las zapatistas como muchas otras no zapatistas. Para nosotros estos hechos son motivo de la mayor alegría y nos llenan de entusiasmo y esperanza, ya que confirman la decisión política de construir abajo con las y los de abajo, de forma autónoma, nuestra salud y nuestra educación, nuestros espacios de vida y nuestra justicia, en base a los poderes propios que hemos creado por fuera del Estado. 17
Han conseguido romper el cerco que decenas de miles de militares mantienen desde el levantamiento del 1º de enero de 1994, cuando el gobierno decidió movilizar la mitad de sus efectivos para rodear y cercar a las comunidades rebeldes autónomas zapatistas. ¿Cómo han sido capaces los y las zapatistas de multiplicarse, de salir del cerco y construir más mundos nuevos? Como lo hacen siempre las y los de abajo: “compañeras de todas las edades se movilizaron para hablar con otras hermanas con o sin organización”, explica el subcomandante insurgente Moisés en su último comunicado. Las mujeres y los jóvenes son quienes fueron a conversar con sus semejantes de otras comunidades, no para convencerlos, porque las y los oprimidos saben de sobra quiénes son, sino para organizarse juntos; para autogobernarse juntos. En esa movilización silenciosa entre los abajos, comprobaron que las limosnas de los gobiernos (eso que aquí llamamos con cierta pompa “políticas sociales” y que no es más que contrainsurgencia) lastiman la dignidad por el desprecio y el racismo que implican. Los mundos nuevos nacen por contagio y por necesidad, sin seguir las instrucciones de los manuales partidarios, ni las recetas predeterminadas de viejos o nuevos líderes. …… ¿Cómo hemos perdido la “capacidad más linda del revolucionario”, la de sentir “en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo”, como decía el Che? ¿Por qué ya no nos alegrarnos cuando, en cualquier parte del mundo, los de abajo ponen su dignidad como escudo ante los poderosos, levantando mundos otros, como los kurdos del norte de Siria? Las personas militantes necesitamos reformar nuestros sentidos y sentimientos de vida, reencontrarnos con nuestros propios fuegos y retomar la lucha más allá de los fuegos artificiales de las elecciones, volver a confiar en nuestra propia potencia y autogobernarnos a distancia del Estado, des-alienarnos y des-colonizarnos para caminar junto, no delante marcando línea, hombro con hombro con las rebeldías que siguen (re)emergiendo desde abajo y por abajo en toda Nuestra América. *Raúl Zibechi es periodista de Uruguay y Juan Wahren es sociólogo de Argentina 18
Arde Perú. En medio de protestas suspenden minera Tía María Raúl Zibechi - En Movimiento 12 agosto 2019
Los primeros días de julio el gobierno de Martin Vizcarra otorgó la licencia para la construcción del proyecto cuprífero Tía María, de la Southern Copper Corporationdel Grupo México. A principios de agosto el mismo gobierno debió dar marcha atrás y suspender esa licencia, “hasta que los recursos de revisión presentados por la autoridades y colectivos sociales de Arequipa se resuelvan”, según declara el Consejo de Minería del ministerio. ¿Qué sucedió para provocar un cambio tan drástico? La población de la región Arequipa se levantó contra la minera y el gobierno. Estaba en curso el paro de cinco días con epicentro en la provincia de Islay, donde se asienta la mina, pero con fuerte repercusión en la ciudad de Arequipa. La huelga indefinida comenzó a mediados de agosto en el Valle de Tambo, una región situada entre el desierto costero y la cordillera andina, donde está el distrito Cocachacra, corazón de la resistencia anti-minera. El paro urbano de cinco días lo decidieron los gremios dela Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA) junto a las asociaciones civiles que comenzaron la protesta el pasado lunes 5. La paralización de la mina es uno de los mayores triunfos de la lucha popular contra la minería. El conflicto lleva ocho años en pie, pero se agudizó el 3 de agosto cuando el gobierno decidió la movilización de las fuerzas armadas en la región. La región está en conflicto desde 2011, cuando la empresa que comenzó a gestionar la mina en 2003, presentó su proyecto de impacto ambiental. Se sucedieron paros, marchas y cortes de ruta con un saldo de siete muertos. El 2009 se realizó una consulta vecinal promovida por las autoridades distritales de la provincia de Islay y supervisada por la asociación civil Transparencia, con el resultado de que el 95% de los votantes se opusieron al proyecto. 19
José De Echave, investigador de CooperAcción, sostiene que un paro que comenzó a escala local en Islay, se había instalado en Arequipa, la segunda ciudad del país con algo más de un millón de habitantes. Con los días, el conflicto se fue extendiendo hacia otras ciudades, como Moquegua, y estaba a punto de hacerse carne en toda la región macro sur, cuando el gobierno decidió la paralización del proyecto. De Echave sostiene que el marco actual para la minería “fue construido y diseñado como parte de los ajustes sectoriales de los años 90, auspiciados por el Banco Mundial”, que beneficia a las empresas y “fue reduciendo derechos económicos sociales, ambientales y culturales de las poblaciones que están en la zona de influencia directa de las actividades mineras y esoexplica la creciente conflictividad social” (https://bit.ly/2MPr1Gx). Por eso, “el Perú se ha convertido en uno de los principales productores de conflictos sociales vinculados a la minería a nivel mundial”. El problema de fondo es que Perú es un país minero desde la conquista y la colonia, no ha desarrollado su industria pero tiene un importante sector agrícola que está siendo afectado por las explotaciones mineras. La nueva mega-minería a cielo abierto, aterrizada a base de militarización por el régimen de Fujimori a principios de la década de 1990, es una actualización del colonialismo. Va de la mano, naturalmente, de los estados de excepción, la ocupación empresarial-policial-militar de los territorios concesionados a las mineras, y de una sostenida resistencia comunitaria indígena y campesina. La violencia no es excepcional sino intrínseca al modelo, como señala Gilberto López y Rivas cuando la define como “acumulación militarizada por desposesión” (https://bit.ly/2KCk4pG). Es una política de muerte, porque es el único modo como el capital puede seguir acumulando en su fase de decadencia global, que el zapatismo ha definido como “cuarta guerra mundial”. Lo verdaderamente importante, es que pese al brutal despliegue de armas y violencia que hace el sistema, se consiguen victorias tan importantes como las de Conga y Tía María en Perú, Río Blanco y Kimsacocha en Ecuador, y un puñado más en Chile, Colombia y Argentina. 20
Son triunfos de la pelea cara a cara con los opresores, victorias que no se consiguen tecleando “like” en la pantalla del celular ni firmando desplegados en los medios, sino poniendo el cuerpo, arriesgando la vida, como se hizo siempre. Son pequeñas victorias que no toman en cuenta los investigadores de arriba, pero que están abriendo brechas en la dominación y creando las condiciones para la fugade los poderosos.
México, la devastación transgénica y la resistencia
Silvia Ribeiro - El sueño de la razón - 20 agosto 2019 A 23 años de que se comenzaron a sembrar cultivos transgénicos, la devastación que han provocado en los principales países en los que se siembra es inocultable. Enfermedades,abortos espontáneos y muertes por agrotóxicos sobre todo en las áreas de siembra y ciudades cercanas, despojo y desplazamiento de pequeños agricultores por el avance de grandes superficies de siembra, contaminación de suelos y aguas, residuos de glifosato en sangre, orina en trabajadores, maestros y escolares y hasta en leche materna en Brasil, Argentina y Estados Unidos, tanto en áreas rurales como en grandes ciudades donde el consumo de alimento derivados de transgénicos llega al consumo. Esto seguramente incluye a México –se confirmaría si se tomaran las muestras– ya que un estudio científico confirmó que hay presencia de secuencias transgénicas y glifosato en la mayoría de las tortillas de producción industrial y los alimentos industrializados con derivados de maíz. Los transgénicos representan también el más extremo control corporativo de la agricultura y alimentación: solamente 4 empresas Bayer (que compró Monsanto), Syngenta, Corteva(fusión de Dow y DuPont) y Basf controlan el 100 por ciento de las semillas transgénicas a nivel global. Controlan además las tres cuartas partes de los agrotóxicos en todo el mundo. 21
El glifosato, el principal agrotóxico que se usa junto con los transgénicos, fue declarado en 2015 como cancerígeno en animales y probable cancerígeno en humanos por la Organización Mundial de la Salud. La categoría “probable” es solamente porque no se pueden hacer experimentos de comprobación en humanos. Monsanto, Syngenta y las demás trasnacionales de transgénicos sí han estado de hecho haciendo experimentos con humanos. En Argentina y Paraguay hay varios casos, incluyendo maestros, niñas y niños de escuelas cercanas a los campos de fumigación, que han muerto por el glifosato. Todavía hoy, a más dos décadas, son apenas 10 países en el mundo que tienen el 98 por ciento de la superficie sembrada. Los tres que encabezan esa lista, Estados Unidos, Brasil y Argentina, tienen el 78 por ciento del total gobal. La “República Unida de la Soja”, como Syngenta llama a Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay, cubre el 42 por ciento del área global sembrada con transgénicos. El 99 por ciento de lo sembrado es soya, maíz, algodón o canola transgénica. (ISAAA 2018) El aumento vertiginoso del uso de glifosato -hasta 20 veces más que hace dos décadas-, se debe a que el 89 por ciento de los cultivos transgénicos fueron manipulados para hacerlos tolerantes a glifosato, solo o junto a otros agroquímicos aún más tóxicos. Ya se usaban agrotóxicos antes de los transgénicos, pero para que los herbicidas no mataran el cultivo, se tenían que aplicar en menores cantidades. Con los transgénicos, se pueden echar grandes cantidades y todas las hierbas mueren, menos el cultivo. Por ello los agricultores industriales vieron que podrían efectivizar el proceso con fumigaciones áreas, cuya deriva es devastadora para las zonas aledañas, como escuelas y pueblos. Al echar tanto veneno, más de 25 malezas se han hecho resistentes al glifosato y por eso las compañías aumentaron la cantidad del ingrediente activo, le agregaron surfactantes y otros agroquímicos más tóxicos. En Estados Unidos hay 18,400 juicios iniciados contra Monsanto-Bayer por causar cáncer a los demandantes o sus familiares con glifosato. Las pruebas presentadas en los juicios muestran que Monsanto sabía de la peligrosidad del glifosato, pero la ocultóin22
tencionalmente. Las víctimas ganaron a Monsanto en los tres primeros juicios, a quienes Bayer-Monsanto tiene que pagar más de 180 millones de dólares por daños causados y multas, por habérsele comprobado malicia e intencionalidad, al ocultar los riesgos que corrían los que usan y se exponen al glifosato. México ha sido, desde 1988 uno de los países que primero ha autorizado siembras experimentales con más diferentes especies de transgénicos, debido a la presión desde Estados Unidos para usar el país como campo experimental. Durante el sexenio de Vicente Fox, se autorizaron siembra comercial de soya y algodón transgénicos en decenas de miles de hectáreas. En 1999, la comisión de bioseguridad declaró una moratoria a la siembra de maíz transgénico, que se mantuvo hasta 2009, cuando Felipe Calderón, luego de una reunión con el director global de Monsanto, anuló por decreto la moratoria, con lo que se hicieron algunas siembras experimentales de maíz transgénico, en parcelas reducidas. Desde 2002, se formó la Red en Defensa del Maíz, integrada por comunidades campesinas, indígenas y organizaciones de la sociedad civil, que desde entonces ha mantenido actividades de información, denuncia y defensa del maíz desde los territorios. Junto a la vasta resistencia de esta y otras redes, así como de intelectuales, estudiantes, artistas ycientificos al maíz transgénico en México, pese a que Calderón intentó romper la moratoria, se constituyó una verdadera moratoria popular, que no permitió el avance del maíz transgénico a nivel comercial, desde los territorios y en la disputa pública. En 2013, un juez aceptó además una demanda colectiva de 53 individuos y 20 organizaciones, que suspendió la siembra de maíz transgénico hasta que ésta se resolviera, lo cual no ha sucedido. Paralelamente, frente a la aprobación de más de 230,000 hectáreas de soya transgénica en la Península de Yucatán y otros estados, se desató una fuerte resistencia, incluyendo demandas legalesm por parte de comunidades indígenas, campesinas y apicultores, apoyadas por varias organizaciones, en Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Lograron así detener siembra de soya transgénica, hasta que se realizaran las consultas a las que tienen derecho como comunidades indígenas y campesinas. Esto no se ha realizado, y esta suspensión se mantiene vigente, ya que es un proceso de abajo, 23
enraizado en las comunidades, y no es afectado por la anulación del decreto del gobernador de Yucatán para declarar el estado libre de transgénicos, que la Suprema Corte anuló recientemente. La falacia oficial Desde que asumió el gobierno de AMLO no se han aprobado nuevas liberaciones de transgénicos. No obstante, su secretario de agricultura, Víctor Villalobos, se lamenta de ello, argumentando que México importa maíz y soya transgénicos, “porque el país es deficitario” y no hay quien siembre en el país lo requerido para las necesidades nacionales, porque no se permiten transgénicos. Argumenta que como de todos modos se seguirá importando, lo que llega es transgénico y expresa implícitamente que mejor sería sembrarlo en el país. Por supuesto, Villalobos no menciona la devastación que han significado los transgénicos en los países donde se siembra. Obvia además que ha trabajado por décadas defendiendo el interés de las trasnacionales de transgénicos, ocupando además él mismo altos cargos en la secretaría de agricultura de varios sexenios anteriores, desde los cuales apoyó que México se convirtiera en un país “deficitario” e importador de transgénicos. Sobre todo, oculta que México no es un país deficitario para las necesidades de su propia población, para la que produce todo el maíz que necesita, sino que importa transgénicos para las mega empresas mexicanas y trasnacionales de cría masiva de cerdos, pollos y ganado, que alimentan los animales con soya y maíz transgénico porque es un negocio para estas empresas, que a menudo están ligadas con las empresas productoras de transgénicos. Además, como explica Ana de Ita, directora de Ceccam, gracias al TLCAN y las negociaciones en las que participó Villalobos, esas empresas han ido sustituyendo a las empresas nacionales pecuarias y a los forrajes diversos que se producían en México. No existe ninguna necesidad de alimentar con maíz y soya transgénica al ganado, al que incluso le produce enfermedades digestivas. Antonio Turrent de la UCCS ha mostrado además, que México tiene la capacidad de producir todo el volumen de maíz consumido e importado actualmente, con semillas propias y de institutos 24
públicos del país y políticas que no generan dependencia de trasnacionales. (http://tinyurl.com/y76lze58) La propia Sagarpa admitió en 2017 que el maíz transgénico no incrementa la producción. Según datos de esa secretaría, desde 2012 a 2016 México aumentó en 12,7 % su producción de maíz – sin usar transgénicos logró un porcentaje de aumento mayor que Estados Unidos en igual período. En 2016, México tuvo una producción total de 25,7 millones de toneladas de maíz, de los cuales 12,3 millones se vendieron para consumo humano, 4,2 millones para autoconsumo, 4,4 millones para el sector pecuario y 1.5 millones para exportación. No sólo cubrió el doble del mercado de consumo interno, además ¡exportó maíz! No se necesita ningún transgénico en México, que traerán, igual que en todos los demás países donde se siembra, devastación, contaminación y enfermedades. La defensa del maíz en México tiene horizonte perpetuo, dice Ramón Vera en Ojarasca. Cada día se reinventa y vuelve a germinar de muchas maneras, porque el maíz está profundamente entretejido en la vida de los pueblos, por ser el cultivo-corazón de la civilización mesoamericana milenaria, y justamente, porque no lo ven como producto agrícola comercial o materia prima para las industrias. Por la comunidad, la salud, la Madre Tierra, seguirá la resistencia a todos los transgénicos.
Ayotzinapa: el telón de fondo para la verdad y la justicia Tlachinollan 26 agosto 2019
La Asamblea Nacional Popular (ANP), presidida por las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, sesionó en la Escuela Normal de Ayotzinapa para hacer el plan de actividades como parte de la exigencia de la aparición con vida de los estudiantes desaparecidos y exigieron agilizar las investigaciones y la búsqueda de los 43. 25
La travesía de las madres y de los padres de Ayotzinapa que han tenido que caminar entre el dolor y la esperanza continúa. Las horas se han tornado cada ves más pesadas con la lentitud de la búsqueda de sus hijos por parte de las autoridades. A pesar de que al final del túnel hay una luz que se avizora aún martillea la duda de que los gobiernos poco les interesa más de 45 mil desaparecidos en México y 43 estudiantes normalistas. A unos días de que se cumplan cinco años de la desaparición de los normalistas es importante señalar en retrospectiva que la lucha de las madres y los padres ha sido incansable. Han tenido que deshilvanar los hilos de la impunidad en todo el proceso de lucha, sin embargo, el momento más importante es cuando el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) hace añicos la “verdad histórica”. El gobierno federal de Enrique Peña Nieto había sido el principal encubridor de los responsables de haber participado en los hechos trágicos de Iguala. La lucha de las madres y de los padres ha tenido que sortear los obstáculos, incluso de la represión de los cuerpos policiacos del Estado. La lucha ha sido dura, pero inclaudicable. Las últimas batallas han logrado la firma de un decreto presidencial con la creación de una Comisión de Investigación para la Verdad y la Justicia con el gobierno de la cuarta transformación. Se ha nombrado el Fiscal Especial para el Caso Ayotzinapa. Cabe mencionar que en estos momentos hay un proceso de trámites para la conformación y la consolidación de la Comisión de Investigación. En este sentido, las madres y los padres de los 43 han cuestionado que a nueve meses no se esté avanzando en mucho ya que la prioridad es encontrar a sus hijos. Doña Hilda Hernández da lectura al pronunciamiento de las madres y padres de los normalistas desaparecidos: A casi cinco años de aquella noche infame que se ha prolongado sin que haya avisos de un claro amanecer, las madres y padres de familia seguimos firmes dando la batalla por la presentación de nuestros 43 hijos. Queremos agradecer a todas y todos la lucha que han dado por la presentación de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa. Sabemos que cada 26 salen a las calles para exigir al gobierno que presente con vida a nuestros 26
hijos, desde sus lugares donde viven no escatiman tiempo ni recursos para dedicarle la causa de los 43, elaboran mantas, pancartas y salen a los lugares públicos a manifestarse por la verdad y la justicia. Durante estos largos años las organizaciones sociales de la Ciudad de México caminan con nosotros todos los días del 26, nos abrazan, nos consuelan, nos ven llorar amargamente y saben de la desgarradura que nuestros corazones sufren por la ausencia de nuestros más preciados tesoros. Gracias por no dejarnos solos, por nuestros estudiantes desaparecidos. Gracias por no olvidar que nos faltan 43. Gracias por seguir acompañándonos a la ANP. Queremos informarles que el gobierno actual ha mostrado voluntad política para investigar y buscar a los 43. Se creo la Comisión de Investigación para la Verdad y Acceso a la Justicia para el Caso Ayotzinapa que dirige Alejandro Encinas, quien ha mostrado un compromiso claro con el caso y ha entregado su esfuerzo por encontrarlos. La Comisión realiza esfuerzos de búsqueda. Nos tranquiliza el nombramiento del Fiscal Especial para la Investigación y Litigación en el caso Ayotzinapa, que se nombró en la Fiscalía General de la República, y el regreso del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, así como la participación de la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas en México que participan en los esfuerzos de la investigación y búsqueda. Sin embargo, nos preocupa la lentitud con que caminan las cosas, ha transcurrido más de medio año para el nombramiento del Fiscal Especial, para el regreso del GIEI y la participación de la ONU en las investigaciones del caso. Pareciera que más allá de Alejandro Encinas, el aparato estatal no se mueve para encontrar a los 43 desaparecidos. El ejército mexicano y la policía federal parecen instituciones intocables e indiferentes en el caso, cuando a nuestro juicio no solo se tendría que participar en la búsqueda de los 43 en tanto tienen el control de la seguridad en el territorio del país y los cuerpos de inteligencia, sino que varios de sus elementos son responsables de la desaparición de nuestros hijos, porque estuvieron en distintos escenarios de la agresión de los 43 y porque toda la mecánica de los hechos indica que su presencia no fue para prevenir las graves violaciones a los derechos humanos sino para confabularse con los perpetradores y desaparecer a los jóvenes. Por ello, la cadena de 27
mando debería de tomar medidas para rendir cuentas de lo acontecido, poner a disposición toda la información que se disponga a los órganos de justicia, a sus miembros que resulten responsables en la desaparición de los 43. Sin embargo, vemos todo lo contrario. Por su parte, la Fiscalía General de la República no le pone empeño al caso, pretende dejar sólo al Fiscal Especial y consideramos que todo el aparato estatal debe volcarse a la investigación y buscar a los 43. Ahora Morena tiene el gobierno y las condiciones para hacerlo, pero en la vía de los hechos esto no sucede. Pese a lo anterior, seguimos luchando incansable hasta encontrar a nuestros hijos. A ustedes les pedimos no claudicar en la lucha por la presentación con vida de los 43. Nosotros pensamos que falta mucho por el cambio, hay mucha pobreza, mucha injusticia, miles de desaparecidos y se sigue saqueando sin medida los bienes naturales de nuestros pueblos indígenas. Por ello, se hace indispensable continuar organizados y luchando para evitar más injusticias, así como para conseguir el cambio verdadero. Varias organizaciones del país refrendaron su solidaridad y reconocimiento a la lucha de las madres y padres de los 43. A distancia, uno de los embajadores de Venezuela saludó y se solidarizó con la lucha de las familias de desaparecidos, maestros de Ecuador y el Salvador y de la misma forma se solidarizó Diana Hernández, hija de Ranferi Hernández, luchador social, asesinado de la manera más atroz, así como las y los damnificados de la Ciudad de México. La Asamblea Nacional Popular llegó a la conclusión de que el país atraviesa por un cambio de forma, pero no de fondo. Los asesinatos, las desapariciones de personas, los desplazamientos forzados de familias, las represiones y criminalización de la lucha social, asesinatos de líderes sociales y comunitarios singuen, en fin, el continuum de la violencia sistemática. La pobreza, la marginación y el olvido de múltiples sectores sociales, principalmente los pueblos originarios de México no ha cambiado. Ante un sinfín de agravios, la ANP insistió una y otra vez en la unidad de las luchas para enfrentar a un sistema que reproduce la impunidad y corroído por las corruptelas en las estructuras de 28
poder; para agrietar los muros del silencio y sacar la voz contra los feminicidios y para transformar esta sociedad desangrada, esto podrĂa empezar cuando la verdad y la justicia llegue para las familias que un padecido la enfermedad mĂĄs cruenta de estos tiempos: la violencia confabulada entre los gobiernos y las sombras de la macrocriminalidad. Mencionar que del 15 al 27 de septiembre las madres y los padres de los 43 estarĂĄn realizando actividades relacionadas con la exigencia por la presentaciĂłn de sus hijos.
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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 28 de agosto de 2019