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Edición número | 2020-2 M e d e l l í n
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C o l o m b i a
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S u r a m é r i c a
ISSN 0124-3624
¡Un campus verde para el desarrollo sostenible!
Los días azules de EAFIT La U mantuvo su conexión con el entorno “Una reinvención que llegó para quedarse”
RECTOR RECTOR Juan Juan Luis Mejía Arango Arango VICERRECTORA VICERRECTORA ADMINISTRATIVA ADMINISTRATIVA YY DE DE PROYECCIÓN PROYECCIÓNSOCIAL SOCIAL Paula Paula Andrea Arango Gutiérrez Gutiérrez VICERRECTORA VICERRECTORA DE DE APRENDIZAJE APRENDIZAJE Claudia Claudia María Zea Zea Restrepo Restrepo VICERRECTOR VICERRECTOR DE DE DESCUBRIMIENTO DESCUBRIMIENTO YY CREACIÓN CREACIÓN Mauricio Mauricio Perfetti Del Del Corral Corral SECRETARIA SECRETARIA GENERAL GENERAL Maritza Maritza Alzate Buitrago Buitrago COMITÉ COMITÉEDITORIAL EDITORIAL Juan Juan Luis Mejía Arango Arango Adolfo Adolfo Eslava Gómez Gómez Alejandro Alejandro Gómez Valencia Valencia Ana Ana Silvia Silvia Gallo Vélez Vélez Catalina Catalina Gómez Toro Toro Catalina Catalina Suárez Restrepo Restrepo Juan Juan Carlos López López Díez Díez Juan Juan Carlos Luján Sáenz Sáenz Adriana Adriana Aristizábal Castrillón Castrillón Mauricio Mauricio Perfetti Del Del Corral Corral COLABORADORES COLABORADORES Alejandro Alejandro Álvarez Vanegas Vanegas Alejandro Alejandro Gómez Valencia Valencia Claudia Claudia Ivonne Giraldo Giraldo Gómez Gómez Christian Christian Alexander Martínez MartínezGuerrero Guerrero Jonathan Jonathan Montoya Correa Correa Juliana Juliana Montoya Arango Arango Liliana Liliana Torres Gómez Gómez Luisa Luisa Fernanda Lopera Giraldo Giraldo Mario Mario Duque Cardozo Cardozo Mariana Mariana Areiza Espinosa Espinosa Santiago Santiago Higuita Posada Posada Sara Sara Pérez Pérez Cano Sol Sol Astrid Astrid Giraldo E. DIRECCIÓN DIRECCIÓN Departamento Departamento de Comunicación Comunicación EDICIÓN EDICIÓN Área Área de Información yy Prensa Prensa Juan Juan Carlos Luján Sáenz Sáenz DISEÑO DISEÑO Área Área de Comunicación Comunicación Creativa Creativa YYDIAGRAMACIÓN DIAGRAMACIÓN César César Franco Restrepo Restrepo
Campus Campus principal principal Universidad Universidad EAFIT EAFIT Carrera Carrera 49 49 77 Sur-50 Sur-50 Teléfono: Teléfono: (57) (57) (4) (4) 2619500 2619500 Ext. Ext. 9820 9820 Medellín, Medellín, Colombia Colombia
EAFIT EAFIT Llanogrande Llanogrande Kilómetro Kilómetro 3.5 3.5 Vía Vía Don Don Diego-Rionegro Diego-Rionegro Teléfono: Teléfono: (57) (57) (4) (4) 2619562 2619562
EAFIT EAFIT Pereira Pereira Carrera Carrera 19 19 12-70 12-70 Megacentro Megacentro Pinares Pinares de de San San Martín Martín Teléfono: Teléfono: (57) (57) (6) (6) 3214115 3214115
EAFIT EAFIT Bogotá Bogotá Carrera Carrera 21 21 # # 87-85 87-85 Teléfono: Teléfono: (571) (571) 6114618 6114618 ext. ext. 9089, 9089, 9041, 9041, 9197 9197 yy 9048 9048
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ISSN ISSN 0124-3624 0124-3624
FOTO FOTOPORTADA PORTADA YY Róbinson Róbinson Henao Cañón Cañón FOTOGRAFÍAS FOTOGRAFÍAS No No 119, 119, 2020-2
119 MISIÓN MISIÓN Las Las opiniones opiniones expresadas expresadas en en este este medio medio de de cocomunicación y municaciónson sonresponsabilidad responsabilidaddedesus susautores autores no corresponden a una posición institucional de y no corresponden a una posición institucional la EAFIT. deUniversidad la Universidad EAFIT. Vigilada Vigilada Mineducación Mineducación
Contribuimos Contribuimosal al desarrollo desarrollo sostenible sostenible de de la la humanidad humanidad mediante mediante la la oferta oferta de de programas programas que que estimulen estimulen el el aprendizaje aprendizajeaalo lo largo largo de de la la vida, vida, promuevan promuevan el el descubrimiento descubrimiento yy la la creación creación yy propicien propicien la la interacción interacción con con el el entorno, entorno, dentro dentro de de un un espíritu espíritu de de integridad, integridad, excelencia, excelencia,pluralismo pluralismoeeinclusión. inclusión.
Medellín-Colombia / 2020-2
Foto de archivo: Rรณbinson Henao
Contenido | Secciones Actualidad Página Verde
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¡Gracias por permitirme vivir los días más felices!
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La idea de Universidad en EAFIT es una partitura que se escribe y se seguirá escribiendo
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¡Gratitud por siempre, doctor Juan Rafael!
Cultura Institucional
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Los días azules de EAFIT
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“Una reinvención que llegó para quedarse”
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Hargadon, el primer profe; ‘Bernie’, el amigo eterno de EAFIT
Perfiles
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“La universidad es, ante todo, construcción de sociedad”
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La U mantuvo su conexión con el entorno
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2020, el año que podría definir un nuevo rumbo
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Los egresados eafitenses se reencontraron en la virtualidad
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Educar para la sostenibilidad, el reto de las universidades
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Universidad EAFIT, sesenta años de Tejer Territorio
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Los 25 años de EAFIT Pereira, un aliado de la región que se proyecta al futuro en un polo de desarrollo como es el Eje Cafetero
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¡Crea ciudades y territorios en armonía con la vida!
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Nace la Mesa de Cultura de EAFIT
EDITORIAL
Foto: Róbinson Henao
¡Gracias por permitirme vivir los días más felices! Juan Luis Mejía Arango Rector
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e Carlos Enrique Piedrahíta me quedará por siempre la alusión a cómo en el reino de Bután se manifestaba la gratitud. Allí no agradece quien recibe sino quien entrega, porque con esa acción se le permitió servir. En EAFIT pude servir por cerca de 17 años y viví mis días más felices, mis días azules. En este campus caminé, conversé con los estu-
diantes, aprendí de los profesores, materialicé este proyecto con los empleados, admiré el poder transformador de los egresados, fortalecí vínculos de confianza con los aliados, escuché todos los días el rumor de la naturaleza, y lo mejor, elevado sobre hombros de gigantes y afianzado en los valores institucionales, construimos de forma colectiva una idea de Universidad incluyente y protagonista, íntegra y humana, una sinfonía inconclusa cuya nueva directora de orquesta sabrá interpretar a la luz UNIVERSIDAD EAFIT
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de los tiempos. En equipo fortalecimos un sueño que comenzó Juan Felipe Gaviria y que hoy es esta EAFIT vanguardista y conectada con su entorno que mira al futuro con esperanza Por eso expreso mi gratitud. Cada día, cada proyecto, cada buena noticia, cada aprendizaje y cada reto han permitido moldear este centro de pensamiento, una escuela de democracia, y un laboratorio de ciudad y de país donde el desafío es entregarle a la sociedad seres humanos íntegros y comprometidos con el desarrollo sostenible. Cada mañana, mientras me dirigía a la Universidad, pensaba en qué profesionales formamos en las circunstancias actuales para el mundo del trabajo y para las aceleraciones que vive la humanidad en un momento crítico para el planeta, pues si algo he considerado necesario y característico en el rol de un líder es la lectura que haga de los tiempos en que ejerce su función. Y en EAFIT pudimos lograr esa conexión gracias al grupo humano que no solo me acompañó, sino que me complementó, con la orientación de un Consejo Superior que me permitió trabajar con total libertad, y cuyo resultado es la Institución que hoy conversa con su entorno en todos los ámbitos posibles. Fueron años en los que, fiel a las palabras de mi suegro, un educador de vocación, busqué todos los días la compañía de mis estudiantes, porque cuando se es mayor, como siempre me lo inculcó, es necesario rodearse de los más jóvenes para que te impregnen de su vitalidad y su esperanza. Y eso recibí de mis alumnos: su calidez en cada “Hola, Juan Luis”, sus deseos permanentes por transformar el mundo y un profundo respeto rodeado de cercanía que nos impulsó a alcanzar objetivos comunes. A la vida también le agradezco la posibilidad de poder dialogar con biólogos, ingenieros, ma-
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temáticos, politólogos, administradores o economistas, lo que facilitó comprender este reto y extraer de cada uno de ellos los aprendizajes que, al unirlos, generó esta gran conversación entre disciplinas que en esencia es la Universidad, un lugar en el que se impacta el futuro y en el que se le da forma al ser humano con el fin de que sea un agente de cambio para la sociedad. En todos los escenarios lo he repetido: fue más lo que EAFIT me entregó y por eso, tal como lo expresé en la carta en la que manifesté mi retiro, no puedo renunciar a ella. Al contrario: llevaré su impronta conmigo y guardaré estos días azules en mi corazón. No me cansaré de expresarles, hoy y siempre, la gratitud por dejarme hacer parte de esta historia, por graduarme como el estudiante que he sido a lo largo de mi existencia y, lo más importante, por los aprendizajes adquiridos en los días grises. Los invito a seguir construyendo con su nueva líder esta idea de Universidad, este proyecto inconcluso que debe seguir entregándole confianza a una región y a un país que hoy necesita aún más de sus instituciones de educación superior y de su ciencia para superar, con humildad y contundencia, este desafío que afrontamos como humanidad. A Claudia también le extiendo una bienvenida llena de alegría y de esperanza. Alegría para que también viva sus días azules en este campus; y de esperanza porque es aquí donde se forja, en presente y en futuro, la generación, en plural y en singular, que transformará este planeta en un lugar más sostenible, en una casa para todos. ¡Eafitenses, gracias por permitirme servir y por tantos días felices! Juan Luis para siempre estará con ustedes.
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Los días azules de EAFIT
Foto: Róbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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“Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”. Eduardo Galeano, en El libro de los abrazos.
En sus recorridos por el campus, Juan Luis Mejía disfrutaba de cada actividad y de cada espacio. Foto: Róbinson Henao
Juan Carlos Luján Sáenz
Coordinador del Área de Información y Prensa de EAFIT
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o a cualquier mortal los dioses le encargan proteger cada letra, tachón y rayón hecho en lapicero y en máquina de escribir de un manuscrito que un tal Manuel Mejía Vallejo llamó La casa de las dos palmas. Uno de los “hermanos menores” de Manuel, de nombre Juan Luis, guarda las páginas blancas en las que aún Los Herreros colonizan pueblos y capotean maldiciones, escenario en el que tildes, comillas y puntos también abren monte, refugiados con arrie-
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ros en fondas camineras llenas de humo de tabaco y versos de trovadores. A muy pocos mortales también se les concede el don —seguro que es otro asunto en el que han metido sus manos los dioses— de mantener largas conversaciones con el río Cauca, un espíritu superior en el que Juan Luis, desde su finca de Puente Iglesias, encuentra paz y sosiego, lo mismo que pudieron hallar siglos atrás antepasados que, desde el filo de una montaña o en una sabana, trataban de entender las “palabras” milenarias del Cauca. Este Juan Luis es de apellido Mejía Arango, hincha del Medellín, de las hamburguesas y de
las orquídeas, el contador de historias que durante cerca de 17 años lideró el proyecto educativo eafitense, nada más que la cuarta parte de la historia de una Institución que con su liderazgo, y acompañado por toda una comunidad, reinterpretó la partitura de transformación que comenzó al final del siglo XX, de la mano de Juan Felipe Gaviria, con la construcción de la Biblioteca y la apertura de las humanidades, en la que el saliente director de orquesta supo leer los cambios de un entorno en transición que, como en los albores de la imprenta, necesita entender hacia dónde se dirige. Es entonces cuando se hace oportuna la voz y la guía de los sabios que permanecen, la del mensajero de las nuevas y las próximas generaciones que intenta trascender la barrera del tiempo para plantearle al futuro tantas preguntas como se necesiten, en esa búsqueda visionaria por comprender, como lo asume Juan Luis, que esta casa común de la que habló Francisco en Laudato Sí’ se agota y que es deber de la academia hallar respuestas con contenido humano para que la vida, en todas sus manifestaciones, siga su curso.
Son las “simples cosas” las que mueven el espíritu de Juan Luis, el hombre que inspirado en uno de sus tantos viajes pensó que la creación de una universidad parque lograría volver a EAFIT un lugar donde la gente permaneciera. Sí, es que tiene que ser tema de conversación entre los dioses y los sabios dar con la pregunta precisa, con la frase que te desarma y te deja en shock ante la inquietud planteada por quien creías te iba a indagar por fortalezas, estrategias para afrontar la crisis o por cómo actuar en situaciones de máxima tensión. Estás en plena entrevista de trabajo, nada más que ante Juan Luis Mejía, el
exministro de Cultura que en ese momento tiene tu hoja de vida en sus manos. ¡Y llega la pregunta!: “¿Qué libro te estás leyendo?”, pronuncia el Rector y ahí, de fondo, se escucha el viejo eslogan de Cementos Argos, el de “en la construcción como en la vida lo importante es lo que va por dentro”. Pero aquello es usual en él, y no puede ser que ocurra de otra manera en un devorador de libros de su magnitud, pues, seguro, anhela que le recomienden otro mejor que el anterior, uno que lo sorprenda más que ese último, porque a Juan Luis, como un integrante más de la Universidad de los Niños, lo mueve la curiosidad y, como en la antigua Grecia, lo mueven aún más las preguntas, ¿y qué es lo que queda después de leer un buen libro?, pues eso, ¡preguntas!
Días de felicidad…
Y que continúen las preguntas. Pero primero, una evocación de la niñez. Ocurría en las vacaciones o en las tardes de fútbol, o en las mañanas de paseos, o camino a casa a mediodía luego de salir del colegio. Eran días azules, de amigos, de elevar cometas y de ver caer la tarde desde la acera de alguna cuadra de Medellín… Eran días de felicidad, y en 2014 —cuando entregaba su balance luego de su primera década de gestión en la Rectoría— Juan Luis Mejía recordaba que los suyos en EAFIT habían sido días de esos, azules, como lo plasmó Fernando Vallejo, precisamente, en el libro en el que recordaba su infancia en la Medellín de mediados del siglo pasado. Y es momento de volver a las preguntas e imaginarse a EAFIT como alguien que conversa y que habla, como alguien que responde, y que al preguntársele por estos casi 200 meses de Juan Luis en la Rectoría, responderá, con la voz firme y segura, que los del Rector también fueron días azules para la Universidad, de felicidad, de crecimiento y evolución, UNIVERSIDAD EAFIT
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Institucional
Una semblanza de Juan Luis.
Los de Juan Luis en EAFIT fueron días azules, días de felicidad, días de sonrisas. Foto: Róbinson Henao
Rector, ¿y su trabajo en los rescates patrimoniales?, ¿y cree que su labor como educador va a quedar al margen de estas líneas?, ¿y los becados y su anécdota con el taxista que sin saber quién era usted le confesó la “machera” de universidad que es EAFIT por la pelada del barrio que resultó becada y que hizo que armaran un sancocho de celebración en la cuadra? de retos permanentes, de universalidad e integridad, de ser cada vez más contemporánea y vanguardista, de logros en equipo, de, como lo mencionó tantas veces el capitán de este barco, de servirle a la educación en vez de servirse de esta, y de creer con firmeza en las manifestaciones artísticas y culturales como complementarias del ser, las mismas que generan una emoción ante un poema o una pieza musical, y que en la Institución son cotidianas y nos acompañan los 365 días del año. Y no faltaron los días grises, las noches de reflexión, las tardes de repensar la estrategia, de tener presente que, dicho por el propio Juan Luis, “la cercanía de la pena no es buena consejera”, de esperar con ansias el fin de semana para volver al “psicólogo”, es decir, para irse a la finca a escuchar al 10
Cauca. Pero pasan, los días grises se van y vuelven los azules, y lo mejor para el líder, para este líder, es el aprendizaje que dejan estos momentos, pequeñas o grandes cicatrices que también hacen parte de la historia de una universidad que en estos últimos cinco lustros ha entablado más conversaciones con Medellín, Antioquia y Colombia, diálogos en los que ha asumido posiciones que le han permitido a lo público enriquecerse de lo privado, en una dinámica de relaciones que han hecho de EAFIT un auténtico centro de pensamiento en el que, gracias a los cambios ocurridos dos décadas atrás, las humanidades son bienvenidas. ¿Y el campus? O mejor, la Universidad Parque. Ah, hace falta entonces echar mano de un recuerdo y, de paso, de una canción
El Rector amante del arte
Foto: Róbinson Henao
Juan Luis tiene otro sello, o quizás otra huella digital, en esta EAFIT que un día cualquiera, ya sea en enero o en diciembre, tiene su Centro de Artes activo con una exposición de gran formato, un concierto de la Orquesta Sinfónica, una conferencia de literatura o la presentación de un libro. Y eso que anoche, dirá alguno de los visitantes, no alcanzó la película del cineclub porque debió escoger entre esto y asistir a una obra de teatro. Y sí, la movida y diversa agenda cultural de la Universidad tiene un porqué, y este nace de la trayectoria de un rector que, como Juan Luis, inició su vida pública —y de paso sus mejores historias al lado de la bohemia cultural de aquel entonces— dirigiendo la Biblioteca Pública Piloto en la convulsionada Medellín de comienzos de los ochenta, lo que lo llevaría más adelante a ser ministro de Cultura y a vivir en Sevilla, la bella y elegante capital andaluza, uno de sus años más intensos, aquel en el que ejerció como Ministro Plenipotenciario de la Embajada de Colombia en España. Rector, ¿y su trabajo en los rescates patrimoniales?, ¿y cree que su labor como educador va a quedar al margen de estas líneas?, ¿y los becados y su anécdota con el taxista UNIVERSIDAD EAFIT
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para entender el aporte de Juan Luis en este asunto. “Uno vuele siempre a los viejos sitios donde amó la vida”. La frase le llegó al Rector de sopetón, de una popular canción de Mercedes Sosa, cuando revisaba, sentado en su escritorio, el machote del cuaderno que iba a entregársele a los egresados en la edición de Al Campus, en los 55 años de EAFIT. Sus gafas desafiaban la gravedad mientras él escribía la frase que, al tiempo, repetía. La sonrisa del momento confirmaba que, como la canción de Mercedes, son las “simples cosas” las que mueven el espíritu de Juan Luis, el hombre que inspirado en uno de sus tantos viajes pensó que —con la letra de aquella bella canción como banda sonora de su nuevo proyecto— la creación de una universidad parque lograría volver a EAFIT un lugar donde las personas no solo transitaran, sino que permanecieran.
El Rector de los estudiantes, el Rector del espíritu joven, el Rector caminante. Foto: Róbinson Henao
que sin saber quién era usted le confesó la “machera” de universidad que es EAFIT por la pelada del barrio que resultó becada y que hizo que armaran un sancocho de celebración en la cuadra? Imposible, por ejemplo, no recordar —y vuelve a este relato su faceta de educador— el libro que mencionó cuando la vigente Ministra de Educación le entregó, en diciembre de 2018, el Premio Vida y Obra en Educación Superior. Usted dijo que se llamaba Una escuela, y que había sido escrito por don Agustín Nieto Caballero, y heredado por su suegro, Humberto González Mejía. No puede olvidarse que entre los subrayados de aquel texto —y esto se lo señaló usted a todo ese auditorio bogotano— había conceptos como “ténganse el número de alumnos que te quepan en el corazón”, “si no tienes el corazón joven, no te hagas educador” y “la institución educativa debe ser un oasis de felicidad”. Pues Rector, le confirmamos que acá en EAFIT todo esto que menciona don Agustín Nieto usted lo alcanzó, es más, fueron logros que comenzó a fraguar desde sus primeros años en la Rectoría, ¿o no ve que sus estudiantes lo llamaban Juan Luis? Es porque no
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solo usted los lleva en el corazón, en el de ellos también está su nombre. ¿Y no alcanza a dimensionar que cada vez que cuenta una historia o se emociona como un niño porque un estudiante becado que acaba de graduarse va a darle un abrazo de agradecimiento es signo de ese mismo corazón joven que porta?... Y acá en este campus se ama la vida con intensidad porque los de adentro y los de afuera disfrutan de “lo hermosa que está EAFIT”, de “lo lindo que tienen el campus” o “de esas orquídeas tan espectaculares que vi”, todo lo anterior entre comillas, y eso pasa gracias a sus jardineros. ¿Ya entendió el sentido de la entrada de este texto? La suya es una vida que enciende a otras. Los dioses, por la intensidad de su luz, le encomendaron guardar la mejor de las obras de su hermano Manuel, por eso se le permite hablar con el Cauca y ejercer como uno de los últimos sabios. Y fueron los dioses los responsables de que por casi 17 años se escribiera su relato en EAFIT en una prosa y una poesía que juntas prometían narrar la mejor de las historias de esta Universidad. Y los dioses, una vez más, lo cumplieron.
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“La universidad es, ante todo, construcción de sociedad”
Foto: Róbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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Durante cerca de 17 años, Juan Luis Mejía Arango orientó el devenir de EAFIT. Desde comienzos de 2004 hasta diciembre de 2020 lideró la construcción colectiva de una idea de Universidad que empezó en 1996 con la rectoría de Juan Felipe Gaviria, la que introdujo las humanidades e inició la transformación del campus. Juan Luis consolidó este proyecto educativo y la de hoy es una Institución que, con unos valores sólidos y el legado de sus fundadores, se encamina a 2030 erigida como un centro de pensamiento.
Juan Carlos Luján Sáenz
Coordinador del Área de Información y Prensa de EAFIT
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na construcción colectiva, una partitura inconclusa, un proyecto en permanente transformación, un lugar donde se impacta el futuro, una gran conversación entre generaciones. Para Juan Luis Mejía, quien en diciembre de 2020 culminó su labor en la rectoría de EAFIT tras cerca de 17 años de servicio, definiciones como estas ilustran el carácter de la universidad, de ese espacio o ese campo en el que, como él lo explica, se cultiva la inteligencia y se forma al ser humano. Y EAFIT es, también en sus palabras, una construcción colectiva de idea de Universidad, en la que participa cada integrante de la comunidad y que comenzó casi cinco lustros atrás con la rectoría de Juan Felipe Gaviria, a quien Juan Luis define como el arquitecto de la universidad humanista. El saliente rector tomó el testimonio en 2004 e hizo de EAFIT un gran centro de pensamiento; supo leer los signos de los tiempos y enrutó a la Institución, con el Itinerario 2030 como guía, a los retos de la cuarta revolución industrial, inclusive con lo que signi-
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Institucional La Universidad de docencia con investigación fue una de las apuestas de Juan Luis Mejía durante sus años de Rectoría. Foto: Róbinson Henao
"Aún falta mucho por escribir en la partitura, Claudia (Restrepo) y quienes vendrán tendrán la oportunidad de escribir esos otros movimientos de la gran sinfonía, pero yo creo que las bases están sentadas". ficó este pandémico 2020 y las aceleraciones que introdujo. En estos años, la U amplió sus saberes y se consolidó como una universidad más universal, fortaleció la investigación y la alta calidad, se convirtió en un gran epicentro cultural, se creó el concepto de Universidad Parque y se conectó con los grandes propósitos de la humanidad con la integridad como una apuesta institucional. Así, en esta conversación, el rector caminante, contador de historias y cercano a los estudiantes se refiere a su gestión y lanza unas reflexiones en clave de futuro, muy oportunas para entender a esa universidad protagonista en la construcción de sociedad. Llega el momento de los balances. De mirar hacia atrás, pero en clave de presente y de futuro. ¿Cuáles cree que han sido los principales pilares de su rectoría y cuál es la gran diferencia entre la Universidad que recibió en 2004 y la que entrega en 2020?
En cuanto a los pilares, el profesor Juan David Escobar me envió una metáfora muy bonita después de la presentación del informe de una Construcción colectiva de una idea de Universidad, en la que hablamos de que construimos sobre hombros de gigantes. Entonces a él como ingeniero se le vino a la mente la idea de que la Universidad es como la construcción de un viaducto. Para esto se necesitan unas bases muy fuertes, que son los principios fundacionales y los valores de la Universidad. Por eso siempre me refiero a los fundadores de EAFIT con un inmenso respeto y una inmensa gratitud porque ellos fueron esos pilares. Y esos pilares han sido reforzados a través del tiempo por el Consejo Superior, el Consejo Directivo y los presidentes respectivos que ha tenido el Consejo, pues ellos han sabido adaptar esos principios fundacionales y esos valores institucionales a las necesidades de los tiempos. La primera metáfora es, entonces, la consUNIVERSIDAD EAFIT
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trucción de las columnas. A nosotros, según el símil del profesor Juan David Escobar, nos corresponde construir el viaducto. Y me gustó mucho esa metáfora porque el viaducto, cuando ya tiene las bases sólidas, empieza a construirse sobre un vacío, sobre la incertidumbre y a través de las diferentes técnicas de ingeniería va creciendo. Y eso es lo que hacemos los administradores: sobre esas bases ir construyendo, en el aire, el vacío y la incertidumbre, en este caso una institución como EAFIT. Recibí una Universidad con unas bases muy sólidas y con una partitura escrita pero inconclusa. Y yo también la entrego con una partitura más amplia, pero todavía inconclusa. Y eso es lo bonito de la construcción de una idea de universidad, que cada uno de los que pasamos intentamos construir colectivamente esa partitura. Yo recibí una Universidad, en términos académicos, con cuatro escuelas y con 77 programas, y la que entregamos es una Institución con seis escuelas y 111 programas, pero, sobre todo, con otro espíritu, no solamente el espíritu humanista que le impregnó el doctor Juan Felipe Gaviria, sino combinado con el espíritu científico. Considero que los avances que ha tenido EAFIT en este campo son sorprendentes en tan corto tiempo. Hoy, por ejemplo, nos miden en todos los frentes, afortunadamente, y la que entrego también es una Universidad que está en el puesto 57 de América Latina según el ranquin QS, es decir, está entre las 100 mejores. Ese es un gran esfuerzo, y más que son más de 10.000 instituciones de educación superior que existen en América Latina. Estar en ese puesto es muy satisfactorio, mover la aguja ahí es muy difícil porque además es muy complejo competir con las mega universidades: con la Universidad Autónoma de México o con la Universidad de Sao Paulo que tienen más de 200.000 estudiantes, o la Universidad de Buenos Aires. Nosotros somos una Universidad de tipo medio, pero que ha ido logrando posicionarse en el ámbito latinoamericano; y en todos los indicadores estamos casi siempre de primeros en Medellín, y eso me parece que es un logro, algo que es reflejo de esa transformación de una escuela de negocios a una verdade16
Foto: Róbinson Henao
Institucional Uno de los diferenciales de la rectoría de Juan Luis Mejía fueron las apuestas alrededor de la cultura. Foto: Róbinson Henao
"La Universidad impacta es el futuro, no el presente y el pasado".
ra universidad. Aún falta mucho por escribir en la partitura, Claudia (Restrepo) y quienes vendrán tendrán la oportunidad de escribir esos otros movimientos de la gran sinfonía, pero yo creo que las bases están sentadas. Usted ha hecho mucho énfasis en que lo vivido estos casi 17 años hace parte de una construcción colectiva. El respaldo del Consejo Superior, de estudiantes, de profesores, de empleados, de egresados y de aliados ha hecho que la Universidad crezca y que tenga un gran impulso que se fortaleció con el Itinerario 2030. ¿Cuáles son los elementos más determinantes de esa construcción colectiva? Los seres humanos somos aves de paso en las instituciones y ese es el sentido de la democracia también, en donde se tiene oportunidad de relevo y de nuevas ideas. Y acá vuelvo a Max Weber: es que las burocracias son necesarias. Lo importante es no dejarse caer en las distorsiones de las burocracias o
como lo llama Weber, las buropatologías. Nosotros estamos al servicio de un ideal y es en este caso de la academia, de que todos los esfuerzos están volcados hacia esta. Y eso es una construcción colectiva. Yo siempre pienso que debe haber más universidad que rector, porque todos los seres humanos somos seres incompletos. Lo importante es saber y conocer cuáles son las ‘incompletudes’ y saber llenar esos vacíos con alguien que lo acompañe a uno y permita llenarlos. Pero eso lo construyen los equipos y los equipos directivos. Creo que lo que hemos hecho en la Universidad es tener a alguien que nos complemente y en eso consiste la construcción colectiva. ¿Cómo analiza a EAFIT y su proyección al futuro y más aún con las aceleraciones que se vivieron en la pandemia? Yo creo que se avecinan tiempos muy diferentes de universidad. EAFIT se ha ido adaptando y anticipando a esos tiempos. Lo primero UNIVERSIDAD EAFIT
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Foto: Róbinson Henao
"La educación es la construcción de seres humanos útiles a la sociedad". es esa gran definición de que EAFIT es para todas las generaciones. Yo creo que esa es una de las grandes transformaciones de la Institución, y no solamente de la nuestra. Nosotros somos un ejemplo: recibimos niños desde los ocho años a la Universidad de los Niños y tenemos más de 700 estudiantes de más de 50 años. Es que la aceleración de la producción de conocimiento en la humanidad hace que permanentemente tengamos la necesidad de actualizarnos. Esa es como la primera gran definición al futuro. Lo otro es sabernos adaptar a las nuevas tecnologías, tener conciencia de que estas son un complemento para la educación, pero no un sustituto en la educación. Esto le abre también muchas posibilidades a la Universidad: vamos a poder estar en ámbitos geo18
gráficos que antes no pensábamos, vamos a poder tener ese concepto de universidad ubicua. De manera que las nuevas tecnologías son ese complemento. Es una gran oportunidad que se nos presenta, y tenemos que ser conscientes de que estamos recibiendo específicamente a los estudiantes de pregrado de una nueva generación, la que llamamos la generación centenial que es distinta a la milenial con otras aspiraciones, otros sueños de vida y otras formas de relacionarse con el mundo. Ya prácticamente todos son nativos digitales y debemos ser conscientes de que hay otros lenguajes, otras sensibilidades. Tenemos que adaptarnos también a una sociedad diversa que necesariamente implica una universidad mucho más inclusiva donde quepamos todos. Esa es la gran dificultad y
el gran reto, pero también la gran oportunidad: la riqueza del pensamiento no está en la homogeneidad, sino en la diversidad y en la pluralidad. Entonces ese es otro gran desafío que se nos viene, y lo otro es estar conscientes de que nosotros impactamos es el futuro, no el presente y el pasado. Así, es necesario entregarle a las nuevas y a las futuras generaciones herramientas no tanto de acumulación de conocimiento, sino herramientas para el autoconocimiento permanente durante el resto de la vida, y que la Universidad sea un acompañante a lo largo de la existencia. Las nuevas generaciones cambiaron la pedagogía, las nuevas generaciones nos implican acercarnos a otros públicos y ese es el gran reto. Por eso ya en el Itinerario EAFIT 2030 lo dijimos: somos una Institución en permanente transformación. Una de sus apuestas fue la dimensión cultural de la Universidad. Lo ha reiterado en diferentes escenarios: apostarle a este propósito da pocos puntos en ránquines, pero preserva la memoria de la sociedad y aumenta su acervo. ¿Cómo corregir este error y cómo esto debería convertirse en una política de Estado que permita que las universidades cuenten con recursos para trabajar alrededor de esta tarea? No solamente recursos sino reconocimiento. Es que es algo muy triste, aunque se ha ido modificando tímidamente en los requisitos de acreditación por el CNA. Pero sí, necesitamos es un reconocimiento, que a la universidad se le mida en todas sus dimensiones y no solamente en la dimensión de la producción científica, porque esto ha opacado la labor del docente y la universidad no puede perder jamás su función de transmisora de conocimiento. Obviamente es importante la generación de conocimiento que se ha incorporado. Pero es fundamental que todas las dimensiones del ser humano estén presentes si pretendemos generar una verdadera educación integral. Es que la universidad no es solo una
fábrica para producir ejecutivos o profesionales que ingresen al sector productivo. Eso está muy bien y es una de nuestras funciones, pero, ante todo, nuestra función es dar forma. Por eso el verbo “formar” al ser humano, dar forma al ser humano en todas sus dimensiones: profesional, ciudadana, personal y espiritual porque entonces empobrecemos el concepto de educación. La educación es la construcción de seres humanos útiles a la sociedad. Otra de sus apuestas ha sido darle a la universidad en general su verdadero papel en la vida de una sociedad. Nos referimos a la experiencia universitaria como tal: el campus, vivir las artes, hacer parte de grupos estudiantiles, de conjuntos representativos en deporte. Lo ha dicho varias veces: un tutorial o un curso en internet no va a dotar al futuro profesional de esos elementos que da, precisamente, esta experiencia. ¿Qué hacer frente a esto? Las palabras dicen mucho y el campus es un campo donde se cultiva. De hecho, cultura y cultivo tienen el mismo origen. Entonces la universidad en una definición es el campo donde se cultiva la inteligencia. El campus universitario es el campo donde se cultiva la inteligencia en todas sus dimensiones y por eso el gran reto de la universidad es reunir a lo mejor de la inteligencia de la sociedad en un momento dado, en un momento histórico para que esta le aporte esos conocimientos que le permitan no solamente avanzar como sociedad, sino a cada uno de sus componentes crecer como ser humano. De manera que la universidad es, ante todo, primero construcción de sociedad. Es que la universidad es la sociedad a escala. Por eso es tan importante el fomento a la escuela de la democracia y por esto debe haber una democracia universitaria. Ese es el ejercicio de la sociabilidad y esto implica diversidad de opiniones y de conceptos bajo la argumentación, no bajo imposición. La universidad imUNIVERSIDAD EAFIT
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"El campus universitario es el campo donde se cultiva la inteligencia en todas sus dimensiones."
plica despertar las potencialidades de todo ser humano, las que se pueden clasificar en activas y pasivas. Activas son, por ejemplo, sacar a flote ese espíritu de curiosidad que conlleva a la creación científica y a la investigación. Ese es un arte, y es aprender a seguir el vestigio: eso quiere decir investigar, como lo hacían los antiguos cazadores… Aprender o potenciar las capacidades humanas. A mí me maravilla un joven o una chica que ingresa a la Universidad aspirando a ser músico y cómo todas esas capacidades técnicas se potencian. Por ejemplo, escuchar un concierto de grado no es solamente un deleite, sino como un milagro de que esas técnicas le permiten interpretar y reinterpretar el mundo. Y por pasiva está la creación de ese mundo. Ese ecosistema rico, cultural y científico nos permite también despertar o potenciar, en cada uno de nosotros, nuestras sensibilidades. Son muy pocos los seres humanos que tienen el don de la creación o el don de la interpretación: en este caso los artistas. La gran mayoría de seres humanos lo que hacemos es ser unos ‘disfrutadores’ de lo que otros crean y otros interpretan. Por eso creo que es muy triste pasar por la vida sin uno poder maravillarse o emocionarse ante la gran creación de los seres más brillantes que ha dado la humanidad. Qué triste uno pasar por la vida sin 20
haberse emocionado ante cualquiera de las creaciones de Bach, de Mozart, de Beethoven. Qué triste pasar por la vida sin uno haber compartido con Cervantes, García Márquez o Shakespeare. Esa reflexión sobre el ser humano. Qué triste pasar por la vida sin uno no emocionarse ante Las meninas de Velázquez o ante cualquiera de los cuadros de Vermeer o de los grandes artistas. La sensibilidad pasiva da la posibilidad de uno volverse a erizar ante un poema o ante el Segundo concierto para piano de Rajmáninov. Eso es también el despertar de la sensibilidad. Conozca a la entrevista completa en…
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La idea de Universidad en EAFIT es una partitura que se escribe y se seguirรก escribiendo
Foto: Rรณbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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Alejandro Gómez Valencia
Periodista del Área de Información y Prensa de EAFIT
EAFIT es una composición coral, colectiva, que en sus últimos 24 años ha sido liderada por dos rectores que la consolidaron como una Universidad humanista, a la vanguardia e incluyente. Esos rectores son Juan Luis Mejía Arango y Juan Felipe Gaviria Gutiérrez.
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s hablar de evolución, de construcción, de visión, de continuidad. No se trata de balances o entrega de resultados. Es la oportunidad, ahora que Juan Luis Mejía Arango cerró su ciclo como rector de EAFIT luego de cerca de 17 años de labores, de recorrer el proceso en el que la Universidad se ha consolidado como una Institución humanista y vanguardista con notables avances en sus campos del saber; en descubrimiento y creación; y en transformaciones pedagógicas que conversan con el presente y vislumbran el futuro. Y es que como lo dijo el rector Juan Luis, la evolución de la Institución en el reciente período no es solo obra suya, es el resultado de una “construcción colectiva” que abarca los aportes de la Rectoría de Juan Felipe Gaviria entre los años 1996 y 2003, a quien se le reconoce como el arquitecto de la Universidad humanista que es EAFIT hoy.
“Somos una construcción colectiva, pero también un sueño construido sobre hombros de gigantes, los herederos de hombres que admiramos y recordamos, y de quienes siempre llevaremos su legado”: Juan Luis Mejía. “Somos una construcción colectiva, pero también un sueño construido sobre hombros de gigantes, los herederos de hombres que admiramos y recordamos, y de quienes siempre llevaremos su legado”. Estas palabras las dijo Juan Luis Mejía Arango en la última presentación que hizo ante la comunidad eafitense, el jueves 10 de diciembre de 2020. 22
Institucional La Biblioteca, el corazón de EAFIT. Desde su construcción comenzó la transformación física de la Universidad. Sus escaleras sirven como metáfora a lo que es el ascenso al comienzo. Foto: Róbinson Henao
Cultura, calidad y más generaciones Al mirar el campus eafitense desde arriba es imperdible situar, justo en el núcleo, al Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas. Ese lugar, el corazón de la vida académica e investigativa de EAFIT, se convirtió en el símbolo de la transformación de una Universidad que asciende constantemente en la búsqueda del conocimiento. La construcción de ese edificio a finales de los años 90 tenía fundamentos en la Misión de EAFIT en ese entonces: “La formación de personas comprometidas con el desarrollo integral de la humanidad”. Y aunque desde el año 2018 la Misión reza “contribuimos al desarrollo sostenible de la humanidad mediante la oferta de programas que estimulen el aprendizaje a lo largo de la vida, promuevan el descubrimiento y la creación y propicien la interacción con el entorno, dentro de un es-
píritu de integridad, excelencia, pluralismo e inclusión”, tanto antes como ahora esa formación en la Universidad se resguarda en la convicción permanente de la calidad. En el año 1997 el compromiso con la calidad se plasmó en la inscripción de los primeros siete programas al Sistema Nacional de Acreditación. Hoy la acreditación de calidad no es una meta, está en la médula de la Universidad y se refleja en la Acreditación Institucional de Alta Calidad conseguida en el año 2003 y sus posteriores renovaciones en 2010 y 2018, en el 100 por ciento de los pregrados acreditables con dicho aval y en la obtención de este para nueve maestrías y dos doctorados. El Centro Cultural Luis Echavarría Villegas también es ícono material del carácter humanístico que imprimió a finales del siglo pasado Juan Felipe Gaviria a su Rectoría, con la anexión de las humanidades y el derecho a la oferta educativa y la incorporación de la UNIVERSIDAD EAFIT
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Espacios acogedores y aptos para despertar nuevas dimensiones de creación en los estudiantes hacen parte de la nueva Universidad. Foto: Róbinson Henao
dimensión cultural con sus componentes de memoria, fomento a la creación artística, diseminación de la agenda de manifestaciones artísticas y capacidad relacional, lo que fortaleció Juan Luis Mejía. “Gracias a esto, la Universidad hoy no solo es la diversidad de áreas del conocimiento, sino una gran conversación entre generaciones”, dijo el Rector. Tal como la investigación y la academia, la cultura ha sido un canal de comunicación entre esas generaciones y, tal como lo explicó Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador de Extensión Cultural de EAFIT, son varios los avances en este campo: la consolidación de una agenda diversa, incluyente, de impacto, no solo en la idea de transversalizar el conocimiento académico, sino a la comunidad. Una visión sobre el concepto de cultura que, luego de veinte años, pone a la Universidad en el mapa y como itinerario obligado de importantes expresiones estéticas de la región y del mundo. “Hemos generado espacios, acciones y estrategias donde la cultura y la creación pueden servir como lenguaje y herramienta 24
Ingreso de pregrados a comienzos de este siglo Ingeniería de Procesos
1996
Música
1998
Ingeniería de Diseño de Producto Derecho
1999
Ciencias Políticas
2001
Ingeniería Matemática
2002
Ingeniería Física
2003
Comunicación Social
2004
Dimensión cultural • • • •
605 libros publicó la Editorial EAFIT entre los años 2004 y 2020. 100 mil personas aproximadamente han asistido a las sesiones del Cine Club EAFIT en 20 años. 83.893 títulos y 161.179 títulos posee la Sala de Patrimonio Documental. 384 actividades culturales se realizaron en el año 2020, en 2004 fueron 32.
Entre los esfuerzos por romper el paradigma de que la vida universitaria es limitada a cierto periodo de edad, y permitir el encuentro en diferentes grupos poblacionales, en EAFIT existen hoy Saberes de Vida (creada en el año 2001), la Universidad de los Niños (2005) y Alta Dirección (2015). Como espacio para el diálogo intergeneracional se consolida durante este período en la Institución el sueño de la Universidad Parque que alberga la idea de que EAFIT no es un lugar solo para transitar, lo es para ser porque cada una de las transformaciones institucionales en los últimos 24 años tiene asiento en cambios y adaptaciones en los espacios.
Investigación y proyección Otra manera en que la Universidad continuó su ascenso al conocimiento tiene que ver con la transformación educativa. En el año 2008 nació un nuevo Proyecto Educativo Institucional (PEI) donde la formación está centrada en el ser humano y en su capacidad de
aprendizaje, en la formación teórico-práctica, el bilingüismo, la investigación formativa y el pluralismo participativo. Se trata de un paso de la enseñanza al aprendizaje con integridad, en el que se ratifica a la integridad como un sello eafitense reflejado, por ejemplo, en proyectos como Atreverse a Pensar, que se realizó entre los años 2011 y 2015 como una apuesta por la ética y la integridad académica; la creación del Centro de Integridad en el año 2017; y la iniciativa Respeto en EAFIT que nació en 2018 para promover la inclusión, la equidad y el respeto por la sexualidad diversa. La evolución a lo largo de la historia de la Universidad, de ser al principio una escuela para convertirse en una Universidad universal, como lo es hoy. Estos propósitos, aseguró el Rector, se consolidaron a partir de la renovación de la Acreditación Institucional de Alta Calidad, entre el periodo 2010-2018, donde se construyó un plan de desarrollo alrededor de preservar la excelencia académica y mejorar la proyección nacional e internacional. Así mismo, durante estos años también se comenzó a realizar la gran reforma curricular que permitió generar una mayor flexibilización académica. Por otra parte, en investigación se estructuró un modelo que comienza en la Universidad de los Niños, continúa con los semilleros de investigación, los grupos de investigación, y programas de doctorado y maestría. También, la Institución se ha fortalecido con los centros de estudio, en este caso el Centro de Pensamiento Estratégico, el Centro de Estudios Asia Pacífico, el Centro de Análisis Político, Urbam, el Centro de Investigaciones Económicas y Financieras, y Celee. Como parte de la apuesta decidida por la investigación, se destaca que por decisión del Consejo Superior desde el año 2008 al menos el 10 por ciento de los ingresos de la Universidad se destinan al desarrollo científico. De esta manera, el presupuesto en este campo ha ido creciendo: pasó de 6.500 millones de pesos en el año 2004, a cerca de 74.968 millones en el año 2020. Justamente la destinación de un presupuesto específico para fortalecer la investiUNIVERSIDAD EAFIT
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de difusión de la investigación y el conocimiento. En el objetivo constante de formar públicos, hemos procurado la construcción de criterio y de pensamiento crítico. Se ha abonado un terreno en el campo cultural, cuya fertilidad se ha demostrado cada día de estos años y la cual nos asegura cumplir y fortalecer el gran objetivo de ser un epicentro de la cultura en los términos más amplios de diversidad, tolerancia y conocimiento”, expresó Juan Antonio.
Investigación para el entorno, investigación para transformar el mundo. Foto: Róbinson Henao
gación es para Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de EAFIT, un momento crucial en los avances en cuanto a investigación en las últimas dos décadas de vida institucional. Para el Vicerrector, esa etapa de fortalecimiento se refleja en la clasificación de los grupos de investigación en Colciencias y en la producción científica clasificada en los repositorios internacionales. Otro momento destacado en este aspecto es el surgimiento, en una nueva carta organizacional de la Universidad, de la Vicerrectoría de Descubrimiento y Creación, porque además de investigar se trata de “hacer descubrimiento con creación, y también creación artística y cultural con descubrimiento”, dijo.
Apuestas por la investigación y transferencia de conocimiento •
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En el año 2015 EAFIT tenía 41 grupos de investigación y 138 investigadores de planta reconocidos por Colciencias. 17 grupos en las máximas categorías. En el año 2020 son 44 grupos y 225 investigadores reconocidos. 73 por ciento de los grupos en las máximas categorías. 58 patentes posee EAFIT actualmente, 52 nacionales y el resto internacionales.
Esta evolución se ha materializado en una docencia e investigación más pertinente con la generación de conocimiento conectado a las necesidades de los territorios en las que han tenido gran aporte las dos escuelas más recientes de la Universidad —Economía y Finanzas, creada en el año 2011; y Ciencias, en 2015—, así como cinco pregrados en nuevas áreas que se abrieron a comienzos de la pasada década—en Mercadeo (2011), en Psicología (2011), en Biología (2012), en Finanzas (2013) y en Literatura (2017)—.
Mientras que hace 20 años la mayoría de los eafitenses residían en sectores como Laureles y El Poblado, hoy todo el mapa del Valle de Aburrá está pintado con puntos de hogares de matriculados en la U. La conexión con el territorio gracias a nuevas áreas del saber también se propagó en la procedencia de los estudiantes, tanto en lugares geográficos como en niveles socioeconómicos. Mientras que hace 20 años la mayoría de los eafitenses residían en sectores como Laureles y El Poblado, hoy todo el mapa del Valle de Aburrá está pintado con puntos de hogares de matriculados en la U, y 30 de los 32 departamentos colombianos son cuna de estudiantes actuales de EAFIT.
Institucional Investigación para el entorno, investigación para transformar el mundo. Foto: Róbinson Henao
El 33 por ciento de los alumnos pertenecen a los estratos uno, dos o tres, esto gracias principalmente al fortalecimiento de un programa de becas en el que se cuenta con el apoyo de diferentes aliados y a iniciativas como el recién creado Fondo de Solidaridad que nació en el contexto de la pandemia por covid-19, a Sigamos Juntos, liderada por los representantes estudiantiles, así como a los recaudos del Centro de Filantropía que se creó en 2019 y a las líneas de financiación del programa EAFIT a tu alcance. La Red de Liderazgo Juvenil, que cuenta con el protagonismo de EAFIT Social y ha impactado a 44.180 jóvenes de 50 municipios, la Línea I+D en Informática Educativa que desde el año 2012 ha beneficiado a más de un millón de estudiantes en 41 municipios, y la tríada por la calidad de la educación que constituyó EAFIT junto a la Fundación Nutresa y el Colegio Montessori son otras maneras en las que la Institución extiende su proyección social.
La Universidad para todas las generaciones En los últimos años de la Rectoría de Juan Luis Mejía, la Institución empezó a preparar la ruta para navegar en los desafíos del futuro hasta llegar al objetivo trazado en el Itinerario EAFIT 2030 cuando será, como establece la Visión, “la universidad para todas las generaciones y un ecosistema en permanente renovación, que conecta propósitos con conocimiento”. Son varios retos los que la Institución identificó en ese Itinerario y si bien en el panorama no se pueden prever irrupciones como la actual pandemia, Juan Luis Mejía tiene claro que “una de las áreas más importantes de EAFIT en el futuro será la educación permanente”, pues, con los retos de la cuarta revolución industrial, es un imperativo estudiar de manera continua a lo largo de la existencia. Otra gran evolución en la Universidad es el cambio que implica la formación por competencias. Así lo señaló el Rector al mencionar UNIVERSIDAD EAFIT
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En 2010 se inauguró el Edificio de Ingenierías, en el que se abrieron espacios para la creación y el estudio. Foto: Róbinson Henao
que ahora, más que los títulos, se valora cuáles son las competencias que se adquieren y eso genera transformaciones en temas como, por ejemplo, la evaluación. En EAFIT ya el 40 por ciento de los pregrados están diseñados en el método por competencias y 45 por ciento está en ese camino. Así mismo, en el propósito de ser la Universidad para todas las generaciones se adelanta una transformación del modelo educativo que ya se percibe en “la tercera generación de programas”, tanto de posgrado como de pregrado que se han venido creando y entre los que figuran las maestrías en Ciencia de Datos y Analítica (2018), en Biociencias (2019), y en Estudios del Comportamiento (2019), así como los pregrados en Ingeniería Agronómica, en Diseño Interactivo, y en Diseño Urbano y Gestión del Hábitat. Tanto estos nuevos programas como los que se crearon en la década del 2000 son
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para Claudia Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje, parte de nuevos modelos educativos que se adaptan para satisfacer las necesidades básicas de la humanidad: “El análisis, la interpretación y la aplicación de normas y dogmáticas jurídicas, el comportamiento, la comunicación y sus nuevas narrativas, la alimentación, el bienestar y la sostenibilidad de los territorios y las nuevas maneras de solucionar problemas pensando siempre en la mejor experiencia para el ser humano”. “Todos estos cambios permiten conectar el conocimiento con el entorno con un enfoque transdisciplinar, permitiéndonos educar en espacios de aprendizaje diseñados para la enseñabilidad y la convergencia de los distintos saberes, formar en campus, viviendo cada día experiencias de aprendizaje activo y flexible que se adaptan a los intereses de nuestros estudiantes a lo largo de la vida”, expresó Claudia Zea.
Especial
“Una reinvención que llegó para quedarse”
La continuidad de la vida universitaria durante un inesperado 2020, año marcado por la pandemia del covid-19, fue uno de los mayores desafíos que tuvo la Institución en tiempos recientes. La rápida adaptación a la nueva realidad, en la que se impuso la formación remota a través de la virtualidad, fue uno de los grandes aprendizajes. Foto: Róbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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“Una reinvención que llegó para quedarse es la conexión de los ecosistemas físicos de aprendizaje con los ecosistemas digitales, el campus presencial conectado con el campus digital”, Claudia María Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje de EAFIT. Santiago Higuita Posada Colaborador
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l año del aniversario sesenta de la Universidad fue también un año de reinvención, aunque esta llegó de manera inesperada. Como sucedió un siglo atrás con la gripe española —la mortal pandemia del siglo XX que obligó a la evolución del sistema público de salud—, en 2020 una nueva crisis sanitaria denominada covid-19 cambió la cotidianidad de la humanidad y decretó el confinamiento de la sociedad por varios meses, parando el gran motor de su economía y desafiando, esta vez, al sistema educativo a transformarse rápidamente. En tan solo una semana, en medio de la contingencia global, EAFIT le hizo frente al desafío. Y su avance se debió al bagaje recorrido hacia la innovación educativa, el aprendizaje activo y a la apropiación en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) dentro y fuera de los espacios de aprendizaje, emprendida desde hace más de una década por la Institución a través de sus distintos planes de transformación pedagógica, lo que sin duda aportó a la adaptación ante la exigencia de los nuevos tiempos y las condiciones que impuso la pandemia. En este camino, las directivas identificaron dos reinvenciones en una apuesta por la educación remota a través de las herramientas digitales: la primera fue migrar las clases de pregrado y posgrado a la virtuali-
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dad para la formación por medio de dispositivos digitales, como también ocurrió con la mayoría de instituciones educativas, de todo tipo, en el mundo. A su vez, una segunda reinvención fue implementar una modalidad combinada que conectara los espacios de aprendizaje físicos con estos entornos digitales, donde se pudiera dar mayor excelencia a los programas de pregrado y posgrado con alto contenido práctico. También fortalecer los procesos de interacción entre profesores y estudiantes, y apoyar el aprendizaje colaborativo de los pares académicos. “Una reinvención que llegó para quedarse es la conexión de los ecosistemas físicos de aprendizaje con los ecosistemas digitales, el campus presencial conectado con el campus digital”, asegura Claudia María Zea Restrepo, vicerrectora de Aprendizaje de EAFIT, experta en docencia y quien ha liderado iniciativas de innovación educativa como el Centro de Excelencia para el Aprendizaje.
La reinvención de la vida universitaria Fueron varios los esfuerzos para afrontar la contingencia y las acciones que ayudaron a dar continuidad al aprendizaje, al descubrimiento y la creación, y a la proyección social de la Universidad. El primer paso fue digitalizar todos los servicios: no solo sus programas académicos pasaron a ofrecerse a través de plataformas como Teams, también los servi-
Especial Dos reinvenciones tuvo la Universidad en 2020: la primera ocurrió en marzo con el inicio de la pandemia. La segunda a mitad de año con el comienzo de la modalidad de alternancia. Foto: Róbinson Henao
cios administrativos, de bienestar universitario y su variada oferta cultural se trasladaron a las pantallas digitales. “Los principales cambios a los que nos enfrentamos en marzo estuvieron relacionados con la continuidad de los procesos del descubrimiento y la creación desde la virtualidad. Específicamente, la continuidad de los proyectos de investigadores y estudiantes de posgrado que requerían ingresar a los diferentes laboratorios del campus para seguir sus labores de investigación. Así mismo, el equipo de formulación de proyectos se concentró en la formulación de propuestas para contribuir a la prevención y la mitigación de la pandemia genera-
da por el covid-19 en Colombia, de las que cinco se encuentran actualmente en ejecución”, sostiene Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de EAFIT, quien destaca esta apuesta por la continuidad en momentos tan determinantes para la humanidad. Desde las seis escuelas y las distintas dependencias universitarias, a través de diversas estrategias y acciones, se enfocaron todos los esfuerzos para reactivar la vida académica y cultural de la Universidad a través de la virtualidad, una oportunidad para adaptar la Institución a los nuevos tiempos y enfrentar los desafíos de cara a la innovación de los ecosistemas educativos. UNIVERSIDAD EAFIT
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La coyuntura de la pandemia permitió acelerar una de las metas estratégicas del Itinerario 2030, en la que se busca transformar el modelo educativo asegurando la calidad y la relevancia del aprendizaje a lo largo de la vida, la permanencia y el desarrollo de competencias en los estudiantes y docentes.
Aportes y aprendizajes A pocas semanas de declarada la epidemia global que obligó al cierre de las instituciones educativas, la reinvención de EAFIT desde todas sus áreas y departamentos se puso en marcha a través de las herramientas digitales. La Universidad inició así una transformación que le permitió enviar a la sociedad un mensaje de confianza y de esperanza. Un ejemplo fueron las distintas iniciativas que se adelantaron desde sus seis escuelas: la Escuela de Administración actualizó sus conocimientos para los egresados de acuerdo con las nuevas exigencias del mundo; la Escuela de Ingeniería adelantó investigaciones sobre fuentes renovables de generación de energía; la Escuela de Humanidades presentó un libro de experiencias institucionales para pensar la crisis; la Escuela de Derecho realizó un trabajo interdisciplinario para avanzar en la responsabilidad civil de la inteligencia artificial; la Escuela de Economía y Finanzas desarrolló investigaciones para la toma de decisiones sobre la distribución de recursos y la reapertura económica; y la Escuela de Ciencias adelantó proyectos enfocados en prevenir, diagnosticar y mitigar la evolución de covid-19. Estas fueron solo algunas de las propuestas que se realizaron desde las unidades académicas. De igual manera, varias dependencias se transformaron para dar continuidad a sus actividades desde la virtualidad: Extensión Cultural, el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, la Editorial EAFIT, la Universidad de los Niños y el Programa de Semilleros de investigación. Desde la Vicerrectoría de Descubrimiento y Creación, además, se lideró una serie de conversaciones
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Especial Foto: Róbinson Henao
con el Comité de Investigación, investigadores, estudiantes y expertos para la publicación del documento Descubrimiento y creación para el futuro. Una reflexión para la incertidumbre. “Desde el comienzo de esta contingencia económica y de salud pública, pusimos al servicio de la comunidad y los gobiernos nuestro saber y creatividad. Nuestros equipos de investigación, por ejemplo, rápidamente construyeron modelos que juntaban la epidemiología con la parte macroeconómica para poder simular los efectos de las políticas alternativas de aislamiento o apertura, y esto ayudó a guiar las decisiones de los gobiernos locales y nacionales”, destaca César Eduardo Tamayo Tobón, decano de la Escuela de Economía y Finanzas de EAFIT en uno de los muchos aportes durante esta reinvención universitaria. Parte de los aprendizajes obtenidos durante este año fueron, precisamente, en el desarrollo de nuevas competencias digitales, además de la renovación de las experiencias de aprendizaje en entornos tecnológicos, lo que se combina con las nuevas formas de evaluación. Los programas de pregrado, posgrado, educación permanente e idiomas vivieron esta misma metamorfosis. “El segundo semestre demandó un mayor esfuerzo por la necesidad de mejora de los entornos y experiencias de aprendizaje, transformación de los procesos de evaluación, puesta en marcha de nuevos servicios en los ecosistemas digitales e implementación de modalidades combinadas para fortalecer la experiencias presenciales, sincrónicas y asincrónicas de aprendizaje”, señala la vicerrectora Claudia María Zea.
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¿Cómo vivió la reinvención universitaria?
“Se respondió muy rápidamente, pues en dos semanas habíamos vuelto a la nueva realidad. Los estudiantes respondieron mucho mejor de lo que esperábamos, en especial, los de Saberes de Vida que pensamos que se iban a demorar demasiado. Lo más difícil fue para los profesores, pasar de lo presencial a lo remoto de un día para otro. Los aprendizajes son muchísimos; la adaptación de los seres humanos y las nuevas posibilidades que hay para aprender”. Luis Fernando Rendón Cortés, director de Educación Permanente. “Afrontamos un desafío cultural como equipo, pues durante casi 30 años enseñamos idiomas de manera presencial. Por lo tanto, debimos creernos ser capaces de hacerlo de manera remota e igualmente dar continuidad a la operación y a los procesos administrativos, lo que fue un proceso muy bonito. Fue procurar que el proceso de enseñanza-aprendizaje de los idiomas continuará siendo efectivo aún mediado por la tecnolo-
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gía. Para nuestra población de niños debíamos ser lo suficientemente creativos para cautivarlos a través de los dispositivos tecnológicos y, en la medida de lo posible, evitar que sus padres o acudientes tuvieran que asistirlos durante la clase”. Juan Esteban Ruiz Jaramillo, director de Idiomas. “Los principales cambios a los que nos enfrentamos en marzo estuvieron relacionados con la continuidad de los procesos del descubrimiento y la creación desde la virtualidad. Específicamente, la continuidad de las actividades de los semilleros de investigación, tanto de quienes necesitaban ingresar al campus para desarrollar sus investigaciones en los diferentes laboratorios como para quienes requerían formación en metodologías activas, con el fin de convertir la virtualidad en un espacio propicio para el trabajo colaborativo entre los integrantes de los semilleros. Esto último también se vio reflejado en la planeación de la cuarta edición de la Feria de Semilleros que se realizó por primera vez en modalidad virtual”. Sara Vélez Zapata, coordinadora de Semilleros.
Especial Muchas clases de pregrado, posgrado, educación permanente e idiomas fueron volviendo a la presencialidad. Foto: Róbinson Henao
“En la cuarentena el reto ha sido desde el punto de vista de presupuesto para mejorar toda la gestión. El tema de vivir la experiencia de cómo funciona una empresa o una escudería. Eso es uno de los puntos más fuertes del programa Kratos, porque no solamente están trabajando en los subsistemas técnicos los ingenieros, sino personas de otras disciplinas que pueden empezar a trabajar juntas. La multi-disciplinariedad y el trabajo en equipo comienza a agregar valor a cada una de sus profesiones”. Simón Echeverry Gómez, director de Mercadeo Programa Kratos. “La Universidad enfrentó la pandemia con acciones que permitieron la continuidad de sus procesos misionales y la estabilidad para las personas. La creación de los tres Comités en donde se toman decisiones importantes y trascendentales para cuidar la vida y la salud de todos los que hacemos parte de la Universidad fue un acierto indiscutible, así como la aceleración
del teletrabajo en la figura de trabajo en la casa. Podrían ser los cambios más significativos, entendiéndolos como rápida y exitosa adaptación a unas circunstancias que no esperábamos”. Luz Amparo Posada Ceballos, directora de Desarrollo Humano-Bienestar. “Una de las ventajas de la virtualidad para los representantes fue que nos permitió acercarnos más a los estudiantes. Si bien con las asambleas de carrera escuchábamos todas las problemáticas, con los retos que estaban pasando en la Universidad pudimos acercarnos más. Y no simplemente para escuchar su realidad, sino para ver cómo los podíamos apoyar. Nos unimos con tantos estudiantes que estaban pasando dificultades; estudiantes que no tenían conectividad, computador o sus ambientes no eran los mejores para continuar con sus estudios. Hubo una unión que me llena de orgullo”. Laura Hernández Vélez, representante estudiantil 2019-2020.
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La vida cultural de la U también migró a la virtualidad. La Orquesta Sinfónica EAFIT, por ejemplo, preparó algunos de sus conciertos en el campus y los transmitió por la red. Foto: Róbinson Henao
Avanzando en el Itinerario 2030 La coyuntura de la pandemia permitió acelerar una de las metas estratégicas del Itinerario 2030, en la que se busca transformar el modelo educativo asegurando la calidad y la relevancia del aprendizaje a lo largo de la vida, la permanencia y el desarrollo de competencias en los estudiantes y los docentes, todo esto inspirado en la integridad, la diversidad y la sensibilidad social. De acuerdo con la Vicerrectoría de Aprendizaje, con los ajustes curriculares realizados este año se inicia una aplicación masiva de un nuevo modelo educativo centrado
Así se disfrutan las clases en el actual sistema de alternancia Los estudiantes y los profes de la U continuaron sus actividades académicas, unos en sus casas y otros en el campus como parte del piloto de retorno seguro y responsable. En este contenido algunos eafitenses cuentan cómo han aprovechado cada una de estas modalidades.
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en el aprendizaje del estudiante, con experiencias pedagógicas que se ofrecen en múltiples modalidades como es el caso del programa Kratos. De esta manera, la Universidad se convierte en uno de los referentes en innovación educativa para la transformación que experimenta el país. Este trabajo, en medio de la pandemia, se ha consolidado en el Laboratorio de Innovación Educativa en Educación Superior (CoLab), creado junto al Ministerio de Educación. Así, EAFIT le dio continuidad a la vida universitaria y acompañó a sus diferentes grupos de interés, en especial a estudiantes, profesores y empleados, en un momento difícil de la historia de la humanidad.
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La U mantuvo su conexión con el entorno
La Universidad y la ciencia que allí se genera han sido unos aliados de la sociedad durante la contingencia del covid-19. A través de proyectos de investigación y de transferencia tecnológica, EAFIT respondió a los efectos de la pandemia y mostró a esa Institución conectada con la ciudad, el país y el mundo. Foto: Róbinson Henao
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Gracias al apoyo de Postobón y Ruta N, a través de la iniciativa InnspiraMED, de Leonisa y de Dynacad, fue posible la producción de videolaringoscopios de origen nacional creados por la alianza Simdesign conformada por el Hospital Pablo Tobón Uribe, el grupo de investigación en Bioingeniería (GIB) de EAFIT y Universidad CES, y el grupo de investigación I+D+I en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Giditic) de EAFIT. Foto: Róbinson Henao
Desde abril de 2020, la Universidad ejecuta cinco proyectos de investigación muy importantes que, en palabras de Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de EAFIT, están en el centro de la agenda de conocimiento de tecnologías convergentes. Christian Alexander Martínez Guerrero
Comunicador de la Vicerrectoría de Descubrimiento y Creación de EAFIT
“A
comienzo de año, cuando estábamos preparando la celebración de los 60 años de la Universidad —cuenta Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT—, habíamos adoptado ese concepto de Transformación ConCiencia, haciendo un juego de la palabra tanto con ‘ciencia’, como también plenamente conscientes de nuestro quehacer. Lo que nunca nos imaginamos era las dificultades que íbamos a tener este año a raíz de la pandemia”. Ante estas palabras, y más aún, ante lo que significa para la historia de la humanidad lo ocurrido este 2020, valen hacerse las siguientes preguntas desde el quehacer de la 38
Universidad: ¿cuáles han sido las apuestas de EAFIT frente la pandemia?, ¿cómo se ha aportado a su mitigación desde la investigación, la innovación y la cultura?, ¿cómo es la preparación para el futuro? Y por acá empiezan a caminar las respuestas. Desde abril de 2020, la Universidad ejecuta cinco proyectos de investigación muy importantes que, en palabras de Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de EAFIT, están en el centro de la agenda de conocimiento de tecnologías convergentes, tienen un gran impacto, son de investigación aplicada y sirven no solo para la pandemia, sino también como aportes a la solución de otras problemáticas. De estos, cuatro se enmarcan dentro de Mincienciatón (convocatoria del Ministerio de Ciencia, Tec-
MathCovid: una plataforma innovadora y pertinente “Con la complejidad que tienen las pandemias, nos propusimos contribuir a la solución de la crisis actual a partir del desarrollo de una plataforma web para el análisis, la recolección, la visualización de los datos, y hacer pronósticos y evaluación de los efectos de las políticas que se implementan para la contención de la pandemia”, cuenta María Eugenia Puerta Yepes, líder del proyecto de investigación y docente de la Escuela de Ciencias de EAFIT. Todo esto, a través de modelos matemáticos y el trabajo interdisciplinar con un equipo de investigadores con más de 10 años de experiencia en epidemiología matemática, en la que confluyen áreas como la simulación, la dinámica de sistemas, la inteligencia artificial y la economía, entre otras. El resultado es MathCovid (https://epidemiologia-matematica.org/), una poderosa herramienta compuesta por 11 módulos (de los cuales 10 se encuentran disponibles) que soportan la toma de decisiones tanto en el ámbito nacional como regional, considerando cada una de las particularidades que hay en el país. Una muestra fue su implementación en el diseño del Plan Cosecha, de la Gobernación de Antioquia, una estrategia creada para reactivar la economía en el sector y hacer control epidemiológico. Allí se pudo simular el efecto de la migración de los campesinos y a partir de allí identificar las medidas acertadas en relación con movilidad, salubridad, productividad y seguridad. Además, actualmente, la plataforma cuenta con usuarios de varios municipios y gobernaciones que se apoyan para la elaboración de sus planes y políticas de alternancia.
¿Tapabocas más eficientes? Esta es una de las preguntas que motiva el desarrollo del proyecto liderado por el Gru-
po de Investigación en Ingeniería de Diseño (Grid). Su objetivo es la fabricación a escala piloto de una membrana multicapas con alta capacidad de filtración para el manejo de pacientes con infecciones agudas respirables generadas por el covid-19 y el material particulado ultrafino. “Gracias a los aportes recibidos por la Mincienciatón se pudo adquirir un equipo especializado, único en el país, que nos va a permitir una mayor producción de nuestra membrana”, afirma Mónica Lucía Álvarez Laínez, líder del proyecto y docente de la Escuela de Ingeniería de EAFIT. Los tres principales beneficios que tiene este sistema de filtración basado en esta novedosa membrana se resumen en una eficiencia de filtración superior al 99 por ciento —superior al de las mascarillas N95 que usa actualmente el personal de salud—, una mejor respetabilidad y un mayor tiempo de vida. Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase final de validación y, una vez terminada, la Universidad tendrá la capacidad de comercializar esta membrana, con el fin de que pueda ser usada en tapabocas, respiradores o filtros intercambiables. Además, durante diciembre de 2020, de la mano de MinCiencias, se realizaron donaciones del producto a diferentes regiones del país como Chocó y Putumayo.
Apoyo a decisiones médicas “Nosotros decidimos unirnos a nuestros médicos expertos para poder desarrollar una herramienta que pueda respaldar la toma de decisiones médicas en el contexto de la pandemia”, argumenta Olga Lucía Quintero Montoya, líder del proyecto y profesora de la Escuela de Ciencias de EAFIT. Esta iniciativa tiene como propósito la creación de un sistema de teleradiografía que, basado en inteligencia artificial y modelación matemática, permitirá apoyar gratuitamente la toma de decisiones en casos de enfermedades respiratorias relacionadas con covid-19, a partir del procesamiento automático de rayos X y tomografías. UNIVERSIDAD EAFIT
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Especial
nología e Innovación) y una hace parte de la más reciente convocatoria del Sistema General de Regalías. Esta es la lista de aportes de la Universidad a la sociedad.
Desde abril de 2020, la Universidad ejecuta cinco proyectos de investigación muy importantes que, en palabras de Mauricio Perfetti del Corral, vicerrector de Descubrimiento y Creación de EAFIT, están en el centro de la agenda de conocimiento de tecnologías convergentes.
En la primera fase del proyecto —en la que se revisaron bases de datos de más de 20.000 imágenes— se construyeron tres modelos: VivaMed rural, VivaMed Conrad y VivaMed Godfrey. “Ahora, los resultados de la fase dos se materializan en unos mapas de calor que ubican en el espacio de parénquima pulmonar algunas lesiones. Estamos trabajando para realizar modelos que aprendan no solo a clasificar a los pacientes sino a cuantificar del daño pulmonar”, comenta la profesora Olga Lucía. Con esto, se ofrecerá información útil para que los médicos tanto en centros de salud urbanos como rurales puedan tener un apoyo pertinente en priorización y tamización de sus pacientes.
Reduciendo el impacto del covid-19 en otras enfermedades A través de modelos analíticos y epidemiológicos, esta propuesta de investigación llevada a cabo por el Centro de Excelencia en Big Data y Analytica (Caoba) —que reúne a once instituciones en el ámbito nacional e internacional a través de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá— se propone apoyar la toma de decisiones en atención a la emergencia producida por covid-19. En particular, la participación de EAFIT tiene como objetivo evaluar el efecto de la pandemia sobre la cobertura de programas de vacunación en enfermedades prevenibles por vacunación. “Al momento, ya hemos terminado el análisis descriptivo de la reducción de la cobertura en vacunación y estamos terminando el 40
primer modelo de predicción de su efecto en la enfermedad de sarampión”, relata Edwin Montoya Múnera, líder del componente del proyecto desarrollado en la Universidad y profesor de la Escuela de Ingeniería de EAFIT. El estudio brindará un sistema de monitoreo con información oportuna y calificada para apoyar la toma de decisiones por parte de las autoridades nacionales, permitirá preparar mejor el sistema de salud y evitar la falta de atenciones que podrían causar el brote de enfermedades prevenibles, como el tétano o la hepatitis B.
Laboratorios mejor preparados para el futuro Este proyecto es el resultado de una alianza entre 13 instituciones, entre estas, EAFIT. El motivo de la reunión estratégica es la concentración de recursos del Sistema General de Regalías para mejorar la infraestructura de equipos y adquirir material para el diagnóstico y la prevención de agentes biológicos de alto riesgo para la salud humana, como es el caso del covid-19. El objetivo final será el fortalecimiento de los laboratorios de las universidades. Para la Universidad, por ejemplo, se tendrá a mediano y largo plazo cabinas de bioseguridad tipo 2 y tipo 3, en especial la 3. Esta última permite trabajar con los más altos niveles de bioseguridad permitidos en Colombia. Además, se ha iniciado el proceso de constitución y oficialización de un centro de secuenciación y diagnóstico. “En la Universidad tenemos capacidades de secuenciación de ADN y, con esto, buscamos que sea una ayuda para satisfacer las necesidades inter-
Especial La profesora Mónica Álvarez (derecha), junto con su equipo de colaboradores, trabajan en una iniciativa de mascarillas muy eficientes. Foto: Róbinson Henao
nas de investigación (con lo que se evitará el envió de muestras al exterior y se ahorrará tanto tiempo como recursos)”, argumenta Nicolás Pinel Peláez, investigador representante del proyecto por EAFIT y profesor de la Escuela de Ciencias. Sin embargo, este centro también permitirá brindar servicios especializados dirigidos a las industria pública y privada de alimentos, agrícola, médica, ganadera y a otros laboratorios universitarios del país.
Innovación que no se detiene A inicios de noviembre de 2020, MinCiencias reconoció a la Dirección de Innovación EAFIT con el título de Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación. Las grandes contribuciones que hizo la Universidad mediante esta dependencia durante la pandemia ratifican este importante logro. Gracias a una alianza interinstitucional, se activaron y aceleraron proyectos que aportan a la mitigación de los impactos producidos por la pandemia, como la distribución gratuita de 650 videolaringoscopios en hospitales
de Antioquia y otros 15 departamentos del país, los que permiten intubar a un paciente con mayor seguridad y atender pacientes contagiados con covid-19. En materia de educación, en conjunto con la oficina de tecnología y de innovación del Ministerio de Educación Nacional, se diseñaron actividades de transformación digital que permitieron soportar procesos formativos. Como resultado, en marzo se hizo el lanzamiento del portal Aprende Digital. No obstante, el trabajo de Innovación EAFIT también logró traspasar fronteras: con los gobiernos de Costa Rica y Panamá se realizó un acompañamiento para identificar el equipamiento urbano público (parques) que debían tener acceso restringido para evitar riesgos asociados a la pandemia, afirma Adriana García Grasso, directora de esta dependencia. En materia de emprendimiento, se puso en marcha el Hub del conocimiento (https:// www.eafit.edu.co/hubconocimiento), una estrategia que buscaba ampliar el acompañamiento, no solo a los emprendedores de la comunidad universitaria, sino en todo el país, a través de talleres y consultorios virtuales. UNIVERSIDAD EAFIT
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La conversación entre la Institución, la sociedad y el mundo seguirá nutriéndose y alineándose con las necesidades del entorno. Un entorno cada vez más exigente, cambiante y con múltiples problemáticas.
Cultura con sello eafitense en Desafíos para el futuro tiempos de pandemia El sector de la cultura y el entretenimiento es hoy uno de los más afectados por la emergencia mundial. El aislamiento y las restricciones de movilidad para evitar la propagación del virus ha paralizado gran parte de las agendas que acercan a las diversas expresiones artísticas. Sin embargo, como bien declara Juan Antonio Agudelo Vásquez, coordinador de Extensión Cultural de EAFIT, la Universidad “se mantuvo a la altura de las circunstancias con toda la agenda cultural y descubrimos que había una nueva audiencia a través de estrategias tecnológicas que nos permiten la virtualidad”. Se han continuado las actividades del cineclub con más de 900 personas que se han conectado a través de las distintas plataformas. Igualmente, ha seguido la programación de iniciativas como Amar y comprender la ópera, Mesita de noche y ha habido espacio para la memoria mediante la oferta de conciertos memorables. Así mismo, gracias a la ampliación y la generación de nuevos contenidos, se descubrieron públicos en el ámbito nacional e internacional, que no conocían la programación artística de EAFIT; y este ha sido el año en el que la Universidad ha recibido invitaciones para participar en mercados culturales de música en el mundo, como Imesur en Chile o Womex en Alemania, por citar solo algunos.
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Además de las pérdidas humanas, esta pandemia avizora consecuencias socioeconómicas que desde ya pueden empezar a sentirse. Por eso, desde EAFIT se están tomando decisiones para hacer cara a los retos venideros. También, desde Innovación EAFIT, como argumenta Adriana García, “este ha sido un año que nos ha servido para replantearnos algunos asuntos y trabajar más decididamente en otras”. Por ejemplo, con la estrategia Acá estamos se manifiesta a todos los aliados y los públicos de interés que “estamos presentes y que juntos podemos superar los desafíos que se han presentado y se seguirán presentando en esta pandemia”. Por último, el ámbito cultural no se escapa de esta realidad. “La Universidad tiene que seguir siendo un puente entre creadores y artistas, un gran epicentro físico y digital de la cultura”, es el mensaje que deja Juan Antonio Agudelo. Por eso, recientemente se creó una mesa interna de cultura que lideran Extensión Cultural, la Editorial EAFIT y la Biblioteca, que permitirá tener un mayor control y coherencia de las acciones y las ofertas artísticas que se brindan a la comunidad académica y a la sociedad en general. Definitivamente, la conversación entre la Institución, la sociedad y el mundo seguirá nutriéndose y alineándose con las necesidades del entorno. Un entorno cada vez más exigente, cambiante y con múltiples problemáticas que deben ser resueltas de la mano de una visión íntegra y audaz, como la de EAFIT.
¡Gratitud por siempre,
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doctor Juan Rafael!
Desde los orígenes de la Universidad, la vida de Juan Rafael Cárdenas Gutiérrez estuvo ligada a la de la Institución y siempre permaneció vinculado a su recorrido. Otra entidad donde tuvieron la fortuna de contar con su dedicación y visión de futuro, por más de 50 años, fue Coltabaco. EAFIT lamenta su partida —ocurrida el 19 de octubre de 2020— e invita a perpetuar su memoria y a llevar vivo el legado de este fundador y empresario, quien siempre se destacó por su compromiso con la sociedad, la industria y la educación. Foto: Róbinson Henao
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Juan Rafael Cárdenas (izquierda) siempre estuvo presente en las grandes efemérides institucionales. Acá, en los 55 años de EAFIT. Foto: Róbinson Henao
Jonathan Montoya Correa
Periodista del Área de Información y Prensa de EAFIT
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onversar con Juan Rafael Cárdenas Gutiérrez era como pasar, una a una, por galerías de anécdotas; poco a poco aparecían, en su prodigiosa memoria, los nombres, los datos, las fechas y los momentos importantes de su vida; las experiencias que atesoraba y que siempre estaba dispuesto a compartir, y todos los recuerdos que ratificaban, en este eafitense, su legado y contribuciones como líder empresarial y abanderado de la educación en la región y el país. De esta manera, las entrevistas, las charlas casuales o los encuentros en un pasillo, poco a poco, iban configurando un mosaico de vivencias en el que siempre mencionaba, con especial cariño, aparte del amor que sentía por EAFIT y por la semilla que sembró seis décadas atrás, sus más de 50 años de vinculación en Coltabaco, empresa a la que ingresó el primero de septiembre de 1958 como coordinador de fábricas, y que dejó el 29 de abril de 2011 tras ocupar varios cargos, siendo el último el de vicepresidente administrativo. “Es más lo que Coltabaco me ha dado, que lo que yo le he aportado. La empresa, mis je-
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fes y compañeros han sido muy generosos conmigo, perdonando mis deficiencias. Creo que ello se compensa con el amor que tengo por esta organización”, expresó, ese mismo año, diez días antes de su partida, y evidenciando ese carácter humano, cercano y amigable que siempre lo diferenció. También había espacio para hablar de la felicidad que lo embargaba al trabajar por el bienestar social y la cultura de su región, lo que siempre lo llevó a vincularse activamente con organizaciones sin ánimo de lucro como Codesarrollo, Fundación Carla Cristina, Club Rotario de Medellín, Medellín Cultural y el Teatro Metropolitano de Medellín, entre otros. Al respecto, Julio Acosta Arango, egresado y exvicerrector de EAFIT, menciona que Juan Rafael era un hombre naturalmente generoso, que siempre pensaba en los otros, y que dedicó su vida entera a ayudar y a servir. “Desde que yo era estudiante, y luego como empleado de la Institución, siempre lo vi como un hombre para imitar, una inspiración y un ejemplo para mi quehacer, tanto en lo humano como en lo profesional. Y creo que eso se debe a que siempre vi lo que significaba el bienestar social y la educación para él”, afirmó el eafitense.
Y fue este campo, el de la educación, el que verdaderamente lo movió y lo apasionó durante toda su vida. Era tal su dedicación que ligaría por siempre su destino a este sector desde finales de la década de 1950, cuando hizo parte del grupo de 18 visionarios que le dieron vida a la primera Escuela de Administración de la ciudad (hoy EAFIT), y posteriormente cuando pasó a hacer parte de su Consejo Superior, y a participar activamente de la toma decisiones que señalarían el futuro de la Institución. “Siempre me llamó la atención el gran compromiso que el doctor Juan Rafael Cárdenas tenía con la educación. Primero como Lasallista, luego como director de la Asociación Lasallista de Exalumnos y, por supuesto, con su incuestionable dedicación a EAFIT. Así mismo, estuvo vinculado a otras universidades como la Escuela de Ingeniera de Antioquia, entre otros. Todo esto evidencia que tenía una agenda muy activa en el medio y, especialmente, en el sector educativo”, explicó Juan Carlos López Díez, docente del Departamento de Organización y Gerencia, y coordinador del Grupo de Investigación en Historia Empresarial de la Institución. Íntegro, servicial, amable, cercano, visionario, un hombre con mirada global y local, que participó del empresariado cívico y humano que contribuyó a la industrialización de Medellín y al que la Universidad y la región siempre le manifestarán gratitud por su huella y talante.
Una vida ligada a la historia de EAFIT La Universidad siempre llevará en su memoria la vida, obra y aportes de este egresado del Colegio San José e ingeniero civil de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia-sede Medellín, quien además realizó sus estudios de posgrado en Penn State University (Pensilvania), donde se especializó en Ingeniería Industrial durante dos años. Fue precisamente tras su regreso al país que participaría en la creación de la Universidad EAFIT.
Los recuerdos de un amigo de toda la vida Al servicio de quien lo necesitara y amigo de todos. Así era Juan Rafael Cárdenas, y si alguien puede dar fe de eso fue uno de sus más grandes amigos durante 62 años, Jorge Iván Rodríguez Castaño, fundador de la Institución e integrante activo del Consejo Superior. “Nos conocimos en el 58, cuando se creó el Instituto Colombiano de Administración (Incolda), que ofrecía cursos intensivos para empresarios de la región. En aquel entonces él estaba en Coltabaco y yo estaba en Corona, e inmediatamente entablamos amistad, conversábamos todos los días y nos fuimos involucrando, poco a poco, en la idea de crear una Escuela de Administración”, menciona el directivo, quien recuerda la felicidad en la cara de Juan Rafael ese 4 de mayo de 1960, cuando se firmó el acta de constitución. Y agrega: “Él siempre quiso con toda su alma a esta Universidad, y nos tocó vivir muchos momentos juntos; situaciones felices, satisfactorias y que nos llenaron de orgullo, pero también momentos difíciles y amargos. Y siempre se mostró generoso, inteligente, activo, incondicional, desinteresado en todo sentido, e inquieto por el crecimiento de EAFIT”. Jorge Iván también recuerda que, justamente por su formación como ingeniero, Juan Rafael fue uno de los directivos que más se involucró con la llegada de las ingenierías a la Institución, porque siempre consideró que la educación era el mejor de los caminos para contribuir a la sociedad. “No tenía horarios para hablar de EAFIT. Nos veíamos casi todos los días, y aunque fuera una conversación entre amigos el tema siempre salía a relucir: cómo mejorarla, crecerla, desarrollarla o potenciarla. Hasta cuando estaba enfermo me pedía informes sobre la Universidad. Fue y siempre será un eafitense, y los recordaremos por siempre”, concluye.
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Juan Rafael y la educación
Desde el primer día de EAFIT hasta los últimos de la vida de este empresario, Juan Rafael Cárdenas (izquierda) estuvo conectado con la actualidad de la Institución. Acá en un homenaje a los empleados de la Universidad. Foto: Róbinson Henao
Desde la firma del acta de fundación de la Universidad, el 4 de mayo de 1960 y, hasta el último día de su vida, siempre permaneció cercano a la Institución, entregándose en cuerpo y alma al proyecto educativo que había ayudado a gestar. Hizo parte del Comité designado para su creación, estuvo en las primeras reuniones con la Corporación Educativa para la Industria; convenció a Ernesto Satizábal para que prestara las instalaciones de Incolda durante los primeros años de funcionamiento; estuvo en el recibimiento de los profesores enviados por la Universidad de Syracuse; y ayudó a supervisar el traslado desde Incolda hasta una casa en El Palo (entre las calles Maracaibo y la Playa), y posteriormente hasta el lote en el barrio La Aguacatala, desde donde sigue funcionando hoy la Institución. Fue integrante del Consejo Superior, asistía a los eventos institucionales más importantes, y recorría el campus con orgullo y admiración. Sus aportes siempre estuvieron cargados de enseñanzas y de sabiduría, entendía muy bien el papel de la educación en el desarrollo de la nación y afirmaba con convicción del papel fundamental que la Universidad debía cumplir no solo en el presente sino en el futuro como un gran centro de pensamiento. Por estas y muchas otras razones, EAFIT le expresa hoy y siempre gratitud y admiración 46
a Juan Rafael, palabras que extiende con sinceridad, afecto y cariño a su familia y a toda la comunidad universitaria. Su vida y su legado son ya un motivo de alegría permanente, de celebrar la existencia de un hombre que cada día lo vivió con intensidad, y de valorar los años en los que entregó sus más grandes virtudes y conocimientos.
Juan Rafael Cárdenas sigue vivo en la memoria colectiva de la Universidad que imaginó, creó y ayudó a crecer Acérquese a otras facetas y a más testimonios alrededor de la vida de Juan Rafael Cárdenas Gutiérrez en:
Académico, fanático del rock, del béisbol y del tenis, trompetista, contador de historias, empresario, padre, esposo, abuelo, amigo y maestro de vida. EAFIT honra a Bernard J. Hargadon, el primer profesor de la Universidad e integrante honorario del Consejo Superior. Un egresado que hizo parte de su primera clase, su exsecretaria en Medellín, el rector Juan Luis Mejía Arango, el hijo del docente y toda la Universidad reconstruyen los aportes y los legados de este eafitense que falleció el pasado 8 de septiembre en Carolina del Norte (Estados Unidos).
Bernard Hargadon (tercero de derecha a izquierda) fue el primer profesor en la historia de EAFIT.
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Hargadon, el primer profe; ‘Bernie’, el amigo eterno de EAFIT
En la celebración de los 50 años de EAFIT, Hargadon se mostró feliz y sorprendido por el crecimiento de la Universidad. Foto: Róbinson Henao
Jonathan Montoya Correa
Periodista del Área de Información y Prensa de EAFIT
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odos aquellos que tuvieron la fortuna de conocer o cruzarse alguna vez en la vida con Bernard J. Hargadon Jr. (1927-2020) conservan alguna anécdota o momento especial que llevarán por siempre en sus corazones. Armando Múnera, egresado de la primera promoción de Administración de Negocios y asistente de la primera clase que tuvo EAFIT (en ese entonces Escuela de Administración y Negocios —EAF—), lo destaca, no solo como un docente simpático, paciente y cordial, sino también como el padrino de su matrimonio y ese ávido deportista que viajaba, directamente desde Estados Unidos, para jugar algunos partidos de tenis con él en el Hotel Intercontinental. Cecilia Isaza Avendaño, su exsecretaria en Medellín, menciona su pasión por el arte, por las óperas de Luciano Pavarotti, las exposiciones de arte, y por las bandas de rock como The Beattles y The Who. Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT, señala que siempre era gratificante encontrar esos correos que le enviaba el docente, desde su casa en Carolina del Norte, para mostrarle las buenas noticias que hallaba en los diarios
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estadounidenses sobre la que consideraba su segunda patria, Colombia. Y su hijo, Geoff Hargadon, lo recuerda como el trompetista, el maestro y el mentor de vida, el jugador apasionado del tenis y fanático del béisbol, el contador de historias, el hombre de negocios, el padre, el esposo, el abuelo y el amigo, y uno de los mejores entre los mejores. Así como ellos, los estudiantes, empleados docentes y administrativos, egresados, directivos e integrantes del Consejo Superior de la Universidad lo llevarán siempre en la memoria como el primer profesor de EAFIT, ese máster en Contabilidad del Instituto Tecnológico Drexel en Filadelfia (hoy Universidad Drexel) que, el 17 de agosto de 1960, en el décimo piso del Banco Central Hipotecario, donde quedaban las oficinas de Incolda (centro de Medellín), ofreció la clase de principios de contabilidad con la que ligaría, por siempre, su historia a la de la Institución que ayudó a nacer. Seis décadas transcurrieron desde esa primera clase y, desde entonces, Bernard J. Hargadon, o “Bernie”, como siempre lo llamaron sus familiares y allegados, se mantuvo cercano a EAFIT, a sus estudiantes y a la ciudad en la que vivió por ocho años antes de pasar a ocupar el cargo de presidente de McKesson
Perfiles Hargadon (segundo de derecha a izquierda) llegó a Medellín a mediados del siglo pasado. Hace parte de la historia de EAFIT y de la Facultad de Minas.
International, en Panamá. “Incluso, cuando estaba allá, seguía viniendo con frecuencia a visitarnos. Recuerdo, por ejemplo, el día que apareció de sorpresa en la boda de mi hija. Era un verdadero amigo que se preocupaba por todos”, expresa Armando Múnera. Por eso tras su fallecimiento, el pasado 8 de septiembre, la Universidad evocó de nuevo estos y otros momentos vividos junto a este maestro, quien siempre se destacó por su sencillez, alegría y jovialidad, así como por su gran corazón.
Partícipe y testigo de los 60 años de logros de EAFIT Bernard J. Hargadon Jr., nacido en Pensilvania en 1927, llegó a Medellín en la década de los sesentas a través de la Agency for Internactional Development, quienes le encomendaron la tarea de aportar sus conocimientos en la Escuela de Administración de la Facultad de Minas, y en la naciente Escuela de Administración y Finanzas (EAF).
En ambas instituciones se desempeñó como profesor de contabilidad y ayudó a inspirar a varias generaciones de contadores, administrativos y otros profesionales gracias a sus aportes en este campo del saber, los mismos que, tras su regreso a Estados Unidos, dejó plasmados en textos de referencia como Principios de Contabilidad y Contabilidad de Costos. “Como profesional siempre amó la docencia. Un día me dijo que, a pesar de su cargo como presidente de McKesson International, le hacía mucha falta compartir sus conocimientos con otros, que si no estaba enseñando sentía que algo le faltaba”, agrega su exsecretaria Cecilia Isaza. En mayo de 2010, como parte de la conmemoración de los 50 años de EAFIT, el profesor Hargadon visitó nuevamente la Institución y celebró, junto a esta, el crecimiento, la evolución y el posicionamiento que había logrado durante medio siglo de vida. Años más tarde, en el aniversario número 60, y desde la virtualidad, volvió a hacerse presente con un mensaje de felicitación, en el que dejó unas UNIVERSIDAD EAFIT
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palabas que la Universidad hoy inmortaliza para siempre. “Mi amor inconmensurable por las personas que pusieron en marcha a la Universidad, por los muchos hombres y mujeres que la han administrado y por los cientos de estudiantes fabulosos a quienes enseñé allí. Por lo tanto, soy una de las personas afortunadas que después de 60 años son testigos de los logros de EAFIT”.
En memoria de ‘Bernie’ Consulte más información sobre el legado de Bernard J. Hargadon en
Un recuerdo para la posteridad A Bernard J. Hargadon EAFIT lo acogió con cariño, lo despidió con nostalgia y lo recordará siempre con gratitud. “‘Bernie’ fue un hombre excepcional en todo sentido. Como profesor siempre se entregó en alma, pasión y energía a sus estudiantes. En lo humano, fue un hombre con una calidad excepcional, que daba ejemplo con su vida, y que dejó una huella imborrable en todas las personas”, afirma Julio Acosta Arango, exvicerrector de EAFIT e integrante de la primera promoción. Tanto Julio como Armando Múnera cuentan que la historia de la contabilidad en el país fue una antes y después de Bernard J. Hargadon. Por su parte, Louise Hargadon, hija del profesor, compartió el 16 de septiembre de este año, en un homenaje que se le rindió al profe, algunas palabras para toda la comunidad eafitense. “Con estos testimonios y memorias confirmo lo extraordinario que era papá, todas las vidas que tocó, las oportunidades que creó para otros, y como vivió su vida y en lo que creía: justicia, civismo y retribución. Nos sentimos muy honrados por este homenaje y
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sabemos que él está aquí en espíritu y seguirá cuidando de EAFIT”, expresa. Así mismo, agradeció a la Universidad por, más de 60 años después, todavía “tener a nuestro padre en tan alta estima. Eso significa mucho para nosotros”. Louise estaba convencida de que esa decisión de Bernard Hargadon tomó, de mudarse con toda su familia a una ciudad llamada Medellín, seis décadas atrás, terminó por convertirse en la mayor aventura de la vida de su padre. Una de la que siempre se sintió orgulloso. Como lo expresa Juan Luis Mejía, uno de los valores más grandes del ser humano es la gratitud, y EAFIT guardará por siempre un agradecimiento enorme con Bernard J. Hargadon, un hombre con vocación docente que marcó a toda una generación de eafitenses no solo con su conocimiento, sino también con su cercanía y acompañamiento.
Actualidad
2020, el año que podría definir un nuevo rumbo Foto: Róbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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Este año alteró planes y reveló la fragilidad de la humanidad como especie. Pero, ¿qué se puede esperar de la sociedad después de enfrentarse a esta pandemia?
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Por muchos días, el centro de Medellín permaneció vacío. Cualquier día de la semana parecía un puente festivo. Foto: Róbinson Henao
Mario Alberto Duque Cardozo Colaborador
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l mapa político y social del mundo bien puede haber cambiado en el pasado a causa de enfermedades pandémicas. La peste negra tuvo un peso importante en la caída del feudalismo en el siglo XIV. Y la mal llamada gripe española de 1918 tuvo entre sus consecuencias facilitar la llegada de la mujer al trabajo —ante la falta de hombres, diezmados estos tanto por la Gran Guerra como por la misma enfermedad—. Aquella pandemia de finales de la segunda
Lo que se aprendió Para María Eugenia Puerta Yepes, doctora en Matemáticas y docente de la Escuela de Ciencias de EAFIT, alrededor de la pandemia, especialmente durante las primeras semanas de confinamiento, se creó un espíritu de cambio. “La gente habló mucho de la generosidad, de cambiar de actitud frente a la naturaleza”. Sin UNIVERSIDAD EAFIT
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Actualidad
década del siglo XX empezó a dar pistas sobre lo que debería ser la salud pública y dejó en evidencia, al igual que esta nueva causada por el SARS-CoV-2, que las poblaciones pobres y desatendidas son golpeadas más fuertemente por las enfermedades. Un estudio de la Universidad de Harvard, publicado este año y citado por la BBC, indica que mientras en Estados Unidos la gripe española mató al 0,5 % de su población (que para aquel entonces representaba alrededor de 550.000 personas), en India se cobró la vida de 17 millones de personas, una cifra altísima si se tiene en cuenta que esta enfermedad costó la vida entre 50 y 100 millones de seres humanos en los dos años que duró. No cambió mucho la situación en ese gigante de Asia: con cerca de 10 millones de casos y más de 140 mil fallecidos, India está entre los países más afectados por el SARSCoV-2. Algunas lecciones dejó aquella pandemia de un siglo atrás. Fue en la década de 1920 cuando los gobiernos y las naciones empezaron a crear o reforzar sus ministerios de salud, para hacer frente a este tipo de situaciones. Y juntos, guerra y pandemia, estuvieron en el imaginario de los gobernantes cuando decidieron crear lo que luego se llamó estado de bienestar, hoy tan debilitado. Claro, también dejó secuelas económicas, porque entonces como ahora, las cuarentenas, el aislamiento social, el distanciamiento físico, y los cierres del comercio y la industria fueron medidas necesarias para controlar el contagio, haciendo caer los índices de producción y las tasas de empleo. Todo muy parecido a las medidas tomadas para frenar la enfermedad covid-19.
“El virus ha sido un jalón de orejas para la investigación. ¿Estábamos haciendo investigación para resolver problemas como estos? ¿Su estudio era para ayudarle a la humanidad a ser mejor? ¿A crear un mundo mejor? Yo creo que esta pandemia ha cuestionado mucho a los investigadores amigos de la publicación por la publicación”. María Eugenia Puerta.
embargo, opina esta investigadora que se ha enfocado en la biomatemática, eso ahora no es tan claro, pues “con la reactivación económica volvió la rutina de la normalidad”. Hay asuntos que pueden calificarse como positivos: “Hay pueblos que han visto reforzados sus centros de salud, por ejemplo. Pero estamos pagando un costo muy alto para que los gobiernos se den cuenta que los sistemas de salud de un país deben ser muy buenos”. Para la profesora Puerta, también es relevante que se hayan generado cambios en lo científico, sobre todo por una mirada más completa sobre lo fundamental que es la ciencia básica, entender que no solo se debe invertir en investigación aplicada, sino que es en la ciencia básica donde se pueden encontrar mejores respuestas a estos eventos desconocidos. “El virus ha sido un jalón de orejas para la investigación. ¿Estábamos haciendo investigación para resolver problemas como estos? ¿Su estudio era para ayudarle a la humanidad a ser mejor? ¿A crear un mundo mejor? Yo creo que esta pandemia ha cuestionado mucho a los investigadores amigos de la publicación por la publicación”. Se lograron, también, avances en los procesos científicos. “Pero no podemos llegar a niveles de velocidad que no sean confiables”, agrega para explicar por qué entre alguna parte de la población las vacunas que han empezado a aplicarse tienen un porcentaje de incertidumbre. 54
¿El año que puede cambiar todo? Pero el año 2020 puede ser de ruptura, de aceleración de aceleraciones. La pandemia puede representar cambios en la manera en que nos relacionamos, puede significar la desaparición de algunas costumbres o la consolidación de otras formas de trabajo. ¿Quién volverá a esperar a que todas las personas puedan estar en una misma ciudad, en una misma oficina, para poder realizar una reunión?, ¿cuántas empresas
Actualidad La pandemia traerá muchos cambios a la sociedad que años atrás eran impensables. En la imagen, recorrido en el Metro de Medellín. Foto: Róbinson Henao
"El año 2020 nos sacudió como sociedad y nos reta a pensar en acuerdos colectivos alternativos. No podemos ser ingenuos ni indolentes, pero estamos en la obligación de construir un horizonte esperanzador”, dice el decano Eslava.
habrán entendido que la presencialidad quizá no sea necesaria? “Estamos cambiando para bien y para siempre —opina Adolfo Eslava Gómez, decano encargado de la Escuela de Humanidades de EAFIT–. A pesar de la adversidad que trae consigo la crisis múltiple que desató la
pandemia, también es posible identificar detonantes del cambio social impostergable que nos permita construir nuevos nosotros”. Para el docente, la fuerza que han cobrado palabras como empatía y solidaridad son una consecuencia de la vulnerabilidad de la que somos ahora más conscientes. UNIVERSIDAD EAFIT
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podemos ser ingenuos ni indolentes, pero estamos en la obligación de construir un horizonte esperanzador”, dice el decano Eslava. Sí, el Foro Económico Mundial (FEM). Desde allí se habla sobre cómo administrar las consecuencias que dejará —porque las dejará— la pandemia del covid-19. El 2020 bien podría ser el año de la incertidumbre. La pandemia, como lo hizo la gripe española, dejó de nuevo en evidencia las fragilidades de la humanidad como especie. No son las armas nucleares que ensombrecieron la esperanza del mundo (y aún lo hacen) las que se cobraron la vida, hasta la mañana del 7 de diciembre de 2020, de 1.535.492 personas. La publicación del libro Covid-19: el gran reinicio (COVID-19: The Great Reset), de los profesores Klaus Schwab y Thierry Malleret, puso sobre la mesa la magnificación de los problemas que ya aquejaban al mundo, haciéndolos aún más evidentes. Porque no son nuevas las desigualdades ni las injusticias. Tampoco el incremento del déficit público, las crisis de los liderazgos mundiales eficaces, el aumento de los populismos o la radicalización política, pero el covid-19 los profundizó. El llamado de Schwab y de Malleret es a crear un mundo menos divisivo, menos contaminante, menos destructivo y empeñarse en crear una sociedad más inclusiva, más equitativa y más justa. Porque si bien en el mundo hay menos analfabetismo, menos mortalidad materno infantil, esas mejoras “en promedio” siguen dejando a millones de personas lejos de cualquier noción de bienestar social.
Lo que hay que cambiar Foto: Róbinson Henao
“Desde el Foro Económico Mundial se nos propone un gran reinicio y el Papa Francisco nos recuerda que la verdadera riqueza es la fraternidad. En consecuencia, el año 2020 nos sacudió como sociedad y nos reta a pensar en acuerdos colectivos alternativos. No 56
Schwab y Mallaret se suman a Thomas Piketty para poner en duda una premisa del capitalismo: que la desigualdad es una lamentable consecuencia del progreso. Insistiendo, en cambio, en que se trata de una opción política, que le deja al mercado la opción de repartir las oportunidades. Hay que empezar a medir de otra manera el desarrollo. “La pandemia nos mostró, de nuevo, que somos una sociedad que no ha
Actualidad La flexibilización de las medidas ha traído una mejora en el mundo del comercio pero también el aumento de casos. Foto: Róbinson Henao
evolucionado en términos del bienestar de la población, que no es lo mismo que estar de primeros en la lista de países más desarrollados”, afirma la profesora Puerta. Los países que hablan de bienestar social, que lo entienden, son a los que mejor les ha ido. Los poco más de 38 mil casos y 354 muertos de Noruega lo demuestran, comparado con Estados Unidos, que con cerca de 15 millones de contagios y más de 280 mil muertos, lidera el escalafón de países más afectados. “El concepto de desarrollo vamos a tener que repensarlo, porque solo enfocado en los indicadores económicos no hablan de cómo está viviendo la población, es decir, no estamos midiendo el bienestar social”. El Foro Económico Mundial también parece haberlo entendido con su Gran Reinicio. El PIB, por ejemplo, con el que las naciones
suelen medirse, ha tenido en cuenta los factores equivocados: “El PIB falla en muchísimos aspectos: mide la riqueza, pero ignora su distribución. Ni siquiera contempla los costes humanos y financieros del capitalismo, los ‘factores externos’ como el bienestar social, la degradación ambiental y los costes sociales, mentales y físicos de las innovaciones”, afirma el artículo COVID-19: las 4 claves del Gran Reinicio, firmado por Hilary Sutcliffe y publicado, precisamente, por el FEM. También en el terreno de la economía hay propuestas que buscan reducir las consecuencias de las enseñanzas de la Escuela de Chicago y su prioridad por el libre mercado a favor del capitalismo financiero, que si bien permitieron un periodo de relativa estabilidad, también dieron pie para la acumulación de riquezas en pocas manos sin tener en UNIVERSIDAD EAFIT
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Incertidumbre. No se sabe cuándo la normalidad, como se conocía antes de marzo de este año, retorne al mundo. Foto: Róbinson Henao
cuenta asuntos como el bienestar social. Actualmente, conceptos como Cuentas Ponderadas por Impacto o Economía de Mutualidad apuntan a que las empresas y las organizaciones también tengan en cuenta mucho más que la rentabilidad y las ganancias para los accionistas, sino también los problemas sociales y ambientales. Los retos no son menores. ¿Es posible que el covid-19 permita que se efectúen con más agilidad? La pregunta no es vacía. Hoy por hoy, ya se ha dicho, en el planeta entero se intenta contener las diferentes olas de coronavirus con las mismas estrategias médicas de la gran pandemia de 1918, que desapareció tal como surgió. Ahora tenemos
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las vacunas, claro, pero la competencia por cantidades de dosis y su acceso por parte de todos los países será una muestra de esa misma desigualdad que causó tantas muertes hace más de un siglo y sigue siendo responsable del mayor número de fallecimientos por la pandemia actual. “En términos de lo que hace que un país sea capaz de responder bien a una emergencia de este tipo, no aprendimos nada. Claramente, mucha gente no tiene acceso a agua potable para lavarse las manos, aún hay mucha inequidad”, concluye la profesora Puerta. Habrá que esperar que pase algún tiempo para saber si, en efecto, el 2020 fue el año que definió un nuevo rumbo para la humanidad.
Desde cualquier lugar del mundo, en sus casas y rodeados de sus familiares y seres queridos, los egresados eafitenses aceptaron la invitación para conectarse con Alcampus Virtual 2020, y reencontrarse, la mañana del sábado 24 de octubre de 2020, con sus excompañeros y profesores, y con esa Universidad que siempre será suya. Fue una actividad que hizo parte de la conmemoración por los 60 años de EAFIT. En esta ocasión, el campus eafitense se mudó a la virtualidad.
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Los egresados eafitenses se reencontraron en la virtualidad
No importó el lugar, ni la ropa, ni el modo de transporte. En esta ocasión lo único que se necesitó fue un computador con cámara e internet para poder disfrutar esta jornada. Jonathan Montoya Correa
Área de Información y Prensa de EAFIT
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ara los cerca de 56 mil egresados de la Institución, el campus de EAFIT está ligado indiscutiblemente a una parte importante de sus vidas, y pensar en su paso por la Universidad sin evocar algún recuerdo en este lugar sería casi imposible. Fue en la Universidad Parque o en sus espacios de Bogotá y Pereira, en sus pasillos, espacios de aprendizaje, laboratorios, plazoletas y cafeterías, donde no solo adquirieron las bases personales y técnicas para su desempeño en la vida profesional, sino también donde corrieron para alcanzar a tiempo ese parcial para el que llevaban preparándose toda la semana; donde estudiaron hasta altas horas de la noche para cumplir con el plazo de una entrega; donde compartieron con los otros compañeros de algún grupo estudiantil; y, en definitiva, ese espacio en el que rieron, lloraron, se enamoraron, hicieron nuevos amigos y forjaron un vínculo que, sin importar la fecha de graduación, todavía hoy perdura. Y, aunque en esta ocasión no hubo un lugar físico para recorrer debido a las condiciones actuales derivadas de la pandemia por covid-19, eso no fue una excusa y, al contrario, la Universidad migró sus instalaciones a la virtualidad y permitió que los graduados, en la mañana del sábado 24 de octubre de 2020, vivieran la experiencia de retornar de nuevo a su campus, a través de Alcampus Virtual 2020, actividad que tuvo varios componentes desde el bienestar, la academia, los reencuentros, la cultura y la posibilidad de recorrer el campus desde la virtualidad. Y todo en desarrollo de la conmemoración de los 60 años de EAFIT. El encuentro fue organizado por la Rectoría, la Dirección de Desarrollo Institucional y Egresados, y el Departamento de Comunicación. No importó el lugar, ni la ropa, ni el modo de transporte. En esta ocasión lo úni-
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co que se necesitó fue un computador con cámara e internet para poder disfrutar esta jornada que convocó a los egresados de todas las generaciones para participar de sus diferentes componentes. Desde su casa en California (Estados Unidos), la ingeniera física Luz María Martínez Sierra, por ejemplo, se conectó desde muy temprano para ver la evolución de su Universidad y, de paso, participar como panelista en uno de sus espacios académicos. Así mismo, con su hija a su lado, Carlos Suárez Berrío, de Ingeniería de Sistemas, también se dispuso a pasar la mañana junto a la Institución, pues estaba particularmente interesado en reunirse con sus excompañeros de pregrado. Y María Eugenia Jaramillo Amaya participó activamente en los foros de comentarios de todos los espacios virtuales. Ellos fueron algunos de los participantes que aceptaron esta cita, a la que el rector Juan Luis Mejía Arango, durante su saludo, se refirió como “un espacio diferente para seguir celebrando, como comunidad universitaria, los 60 años de la institución”. Y agregó: “la Universidad ha hecho un gran esfuerzo para continuar su vida académica en estos tiempos. Hemos proyectado el campus físico en la nube y migrado todos nuestros servicios a este escenario. Alcampus se suma ahora a esta gestión”.
Seis escuelas, seis conversaciones y un universo de saberes en los Diálogos Alcampus Uno de los momentos más importantes de la edición virtual de este encuentro fueron los Diálogos Alcampus, en los que se dieron cita las seis escuelas eafitenses y que fueron la oportunidad para que estas unidades de la Institución se conectaran desde sus saberes con la realidad que se vive en el mundo, no
ro del trabajo, la transformación digital de la justicia y estudios del comportamiento fueron temas que reconocidos expertos trataron en este componente. Acá, algunos apartes de estas conversaciones.
En la parte superior de la imagen están la profesora María Andrea de Villa (izquierda) y la empresaria Josefina Agudelo. Las acompaña el también empresario Carlos Ignacio Gallego.
Retos y aprendizajes sobre la gestión de empresas durante la crisis Escuela de Administración La pregunta fue: ¿cómo preparar a una empresa para resistir un momento de crisis? Esta inquietud convocó a Josefina Agudelo Trujillo, presidenta de TCC e integrante del Consejo Superior de EAFIT; y a Carlos Ignacio Gallego Palacio, presidente del grupo Nutresa y también integrante del máximo estamento de la Institución. El evento fue moderado por la docente eafitense María Andrea de Villa Correa y se centró en analizar las transformaciones que vivieron las compañías a raíz de la pandemia. Frente a los retos más importantes de las organizaciones, ambos directivos destacaron
que la pandemia requirió entender primero qué estaba ocurriendo para luego abordar dos temas fundamentales: las personas y la financiación. Como lo analizó Carlos Ignacio Gallego, esta crisis ha generado “un gran reto de continuidad de negocio porque las personas son las que hacen realidad los planes empresariales. Al afectar primero al ser humano, (la pandemia) afecta también todas las dimensiones de la empresa”. Es así como en el caso de TCC, y según Josefina Agudelo, no tuvieron “un cierre total porque la logística mueve productos básicos”, lo que les permitió seguir operando entre un 35 y un 40 por ciento. El desafío, no obstante, fue poner el cuidado de los empleados y los UNIVERSIDAD EAFIT
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solo por cuenta de la pandemia, sino por el futuro de algunas áreas del conocimiento mediante conversaciones cercanas. Así, la gestión de las empresas en la crisis, el impacto de la ingeniería, las ciencias básicas, el futu-
clientes primero, de manera que se pudieran realizar las labores sin ningún tipo de temor. En el caso de Nutresa, se creó desde el 5 de marzo un centro de comando para acelerar la toma de decisiones en tres frentes prioritarios: el cuidado de la salud de las personas; la garantía de alimentos en los países en los que la empresa tiene presencia; y la alianza con diferentes actores nacionales, locales, públicos y privados “para ayudar en la protección de la población más vulnerable”.
“Si uno cambia cada vez que hay una crisis, no se permitiría la consolidación de los procesos”, Carlos Ignacio Gallego. En opinión de ambos, además, se necesitó definir prioridades que luego permitieran mantener el mayor número de empleos posibles, a la vez que se ajustaban y se creaban procesos-productos que facilitaran un mayor rendimiento y que fueran acordes con los cambios en la demanda de los consumidores. Retos como estos implican unos cambios importantes. No obstante, los ponentes enfatizaron en que no se trata de construir nuevas estrategias desde cero. Más bien es un asunto de revisar y ajustar los planes al corto plazo,
porque, como lo dijo Carlos Gallego, “si uno cambia cada vez que hay una crisis, no se permitiría la consolidación de los procesos”. Tanto él como Josefina Agudelo concluyeron que lo que realmente ha cambiado en sus empresas es la materialidad relacionada a las estrategias, sobre todo después de que preocupaciones empresariales como el talento humano, la eficiencia, la innovación o la transformación digital adquirieran mayor relevancia. El encuentro cerró con dos preguntas de los egresados referidas a la cultura organizacional y a los pequeños empresarios. El directivo de Nutresa respondió a la primera inquietud asegurando que, gracias a la pandemia, las empresas se están preocupando aún más por generar tanto valor económico, como social y medioambiental. Frente a la segunda pregunta, la presidenta de TCC especificó que “necesitamos muchos empresarios de todos los tamaños para que este país salga adelante”. Para ver la conversación completa, los interesados pueden dar clic aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=OybZxUXP0nQ
La ingeniería y su impacto: el rol de la ingeniería en las políticas públicas y las estrategias empresariales Escuela de Ingeniería Desde el sector de la construcción, la generación y distribución de energía, así como en la movilidad urbana, la ingeniería sigue aportando al desarrollo mientras vive su propia transformación. La visión y los aportes de los panelistas del encuentro refrescaron la mirada sobre esta profesión, gracias a los aportes de Luz María Correa Vargas, presidenta de Construcciones 62
El Cóndor e integrante del Consejo Superior de EAFIT; Ricardo Sierra Fernández, líder de Celsia; y Tomás Elejalde Escobar, gerente del Metro de Medellín, quienes dialogaron bajo la moderación de Ricardo Taborda Ríos, decano de la Escuela de Ingeniería, y la presencia de Juan Luis Mejía Arango, rector de EAFIT. Los tres panelistas, desde cada una de sus empresas, coincidieron en que la ingeniería está afrontando un importante proce-
Actualidad En la parte superior están Luz María Correa y Tomás Elejalde. En el cuadro inferior conversan Ricardo Sierra (izquierda) y el decano Ricardo Taborda.
so de transformación por los adelantos en el entorno digital y los cambios culturales que se reflejan en los procesos de contratación de las obras y en el interior de las empresas. Estuvieron de acuerdo, también, en que la ingeniería hace contribuciones vitales al desarrollo de las regiones, como la competitividad que aportan las obras, los beneficios en la movilidad urbana y las energías renovables.
En Colombia la ingeniería adoptó numerosas especialidades, según las áreas del conocimiento predominadas por las empresas que, a lo largo de los años, se han desarrollado. Algunas de los datos destacados que aportaron los invitados al diálogo son que el recorrido entre Medellín y Buenaventura pasará de 15 a 10 horas cuando esté terminado el corredor de Pacífico uno, dos y tres. Que, gracias a la ingeniería local y con la participación de universidades como EAFIT, ha sido posible generar una flota de vehículos para el Metro por casi la mitad del valor del que se tendría que pagar por esta. Que esta empresa
de transporte espera operar a partir de 2021 con energías limpias renovables. Y que Celsia tiene entre sus planes aportar a una red de carga para vehículos eléctricos en autopistas del país para que sea más fácil recorrerlo en esta alternativa de transporte. Durante el diálogo también se habló que en Colombia la ingeniería adoptó numerosas especialidades, según las áreas del conocimiento predominadas por las empresas que, a lo largo de los años, se han desarrollado. Hoy en día, esta disciplina se ha fortalecido al lograr un poder transformador, con innovación y con amplio acervo de conocimiento para aplicar nuevas tecnologías como recurso clave, teniendo en cuenta el entorno, el medio ambiente y las comunidades para que haya una relación armónica entre esos grupos de interés y la empresa, como lo especificó Luz María Correa. Ese poder de la ingeniería, que está en constante crecimiento, construye país porque además de aportar al desarrollo de Colombia por medio de ingresos económicos, ofrece accesos de ofertas laborales y a más oportunidades en la educación. “Tenemos este poder transformador, pero lo logramos si se UNIVERSIDAD EAFIT
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acompaña y se integra con otras ramas del saber. Con las ciencias sociales, especialmente”, recalcó Tomás Elejalde. Otro mediador que identifican para que el desarrollo de nuevas tecnologías o el poder transformador de la ingeniería siga constante en la nación es la relación entre universidad y empresa. Por medio de los proyectos que se han llevado a cabo con EAFIT, las empresas se han embarcado a procesos con nuevas estrategias eficaces que no tenían previstas, gracias al dinamismo y a la creatividad que esta alianza ofrece generando una conciencia de carácter evolutivo y haciendo entender
cómo la visión política, económica y social interactúan con la tecnología inherente a los factores de producción. Para ver la conversación completa, los interesados pueden dar clic aquí:
https://www.youtube.com/ watch?v=qff7z49vdFw&feature=emb_logo
Estudios del comportamiento, transformación digital y cultural Escuela de Humanidades
En la imagen están Adolfo Eslava, Claudia Restrepo y Federico Hoyos.
Hace menos de dos años, el Consejo Superior de EAFIT aprobó la incursión de la U en los estudios del comportamiento, una disciplina que, si bien no es nueva en la Institución, si lo es en su enfoque, puesto que se convierte en un escenario para que distintos saberes de la academia puedan dialogar en paridad de condiciones. Por eso no resultó extraño que durante la conversación Estudios del comportamiento, transformación digital y cultura, se encontraran en un mismo sitio una gerente, un asesor político y un decano. Allí se reunieron Claudia Restrepo Montoya, responsable de Personas y Familias de Comfama y rectora designada de EAFIT desde enero de 2021; Federico Hoyos Salazar, asesor político de la Presidencia 64
de la República; y Adolfo Eslava Gómez, decano encargado de la Escuela de Humanidades, para conversar sobre esta temática, en la que el coraje, la compasión, la conversación y la confianza adquieren gran relevancia.
“La compasión nos acerca a la ética y a la reflexión sobre la norma, pues nos permite imaginarnos en la situación del otro y actuar empáticamente de acuerdo con esto”. "Nosotros como eafitenses, inclusive cuando estudiábamos Administración, en muchas ocasiones analizábamos lo que se denominaba el comportamiento del mercado y el com-
entre actores diversos que desean construir juntos. Como bien señaló la exgerente del Metro, “la compasión nos acerca a la ética y a la reflexión sobre la norma, pues nos permite imaginarnos en la situación del otro y actuar empáticamente de acuerdo con esto”. Una compasión que requiere de coraje, puesto que implica tener conversaciones incómodas con aquellos otros con los que no se está de acuerdo. En opinión de Federico, estos mismos diálogos requieren, además, de una comunicación clara y coherente que permita establecer lazos de confianza entre actores distintos. Será este diálogo con el otro lo que permitirá resolver los problemas que hoy afectan a nuestra sociedad. Para ver la conversación completa, los interesados pueden dar clic aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=ZnDKwrMNSmc
Transformación digital de la justicia y competitividad Escuela de Derecho Oportunidades para el mejoramiento del sistema judicial y resolución de conflictos, y retos del acceso a la tecnología y de las barreras de la justicia para la ciudadanía fueron los temas principales que se discutieron en esta conversación, moderada por Camilo Piedrahíta Vargas, decano de la Escuela de Derecho. Participaron Guillermo Otálora Lozano, profesor de la Universidad de los Andes; y María Adelaida Ceballos Bedoya, candidata a doctora en Derecho en McGill University. En el encuentro se permitió ahondar en esta temática desde la experiencia y la visión de lo que significará la transformación digital para la justicia y el acceso a esta. Allí se resaltó como dicha transformación requiere de un
cambio cultural y mental de la justicia en sus integrantes y en la ciudadanía, así como de un entendimiento del uso de la tecnología y el impacto social que podría llegar a tener. A su vez, se hizo mención de algunas variables y causas que inciden en los porcentajes de acceso a la justicia, y cómo esta se ve dificultada antes, durante y al tener una conciliación dentro de un proceso o decisión judicial. Algunos de los factores más relevantes son: falta de conocimiento por parte de los usuarios frente a los procesos jurídicos, mala asistencia jurídica, desconfianza y falta de empatía, costos y lenguaje complejo, entre otros. Sin embargo, se destacó que la inclusión de la tecnología aportaría a la resolución de estas barreras. UNIVERSIDAD EAFIT
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portamiento de las personas. Y era algo muy utilitarista de alguna manera, era un análisis menos esencial de la importancia de la razón, de las emociones y del comportamiento dentro de lo que somos como seres humanos. Pero hoy, cuando hablamos de la esencia nos remitimos a algo más humanista y es a tratar de comprender mucho mejor, por ejemplo, por qué los seres humanos que somos racionales a veces actuamos de forma irracional". La pregunta del porqué se actúa como se hace en la actualidad es lo que subyace en los estudios del comportamiento y, tal como lo expresó Federico Hoyos, puede ser muy útil para favorecer el cambio cultural en las personas. Es allí donde entra la academia, puesto que esta tiene el deber ético de transmitir conocimiento práctico para generar “un impacto tangible, real y transformacional” del comportamiento social. Comportamiento que debe ser orientado al bien común y en el que la compasión y la conversación tienen un papel preponderante, en la medida en que posibilitan el diálogo
En la parte superior están María Adelaida Ceballos y Camilo Piedrahíta. Los acompaña Guillermo Otálora.
Guillermo Otálora hizo mención a cómo la falta de datos dentro de la justicia hace que los factores ya mencionados se vean aún más complejizados, pero ve en el uso de la tecnología una herramienta para la digitalización de los mismos y con esto la posibilidad de conocer cuál es el estado de la administración judicial del país. También reflexionó acerca de cómo el salto al trabajo remoto no ha significado una digitalización de la justicia, pues los problemas de la presencialidad continúan en la virtualidad y ha hecho posible previsualizar aquellos cambios que se pueden ir realizando de manera incremental, reconociendo los vacíos que se debieron llenar desde antes. Por su parte, María Adelaida Ceballos mencionó cómo la captura de estos datos afectaría de manera positiva la toma de decisiones de políticas públicas. “La producción de mejores datos y estadísticas sobre la justicia puede ayudar a contribuir a mejorar el trabajo de los jueces porque todo se encuentra mejor organizado. Pero esa transparencia se traduce en más beneficios, como en la rendición de cuentas a los ciudadanos y a los entes de control”. Ambos panelistas coincidieron en que la transformación digital requiere que los profe-
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sionales en derecho adquieran nuevas habilidades y competencias, ya que las disciplinas están en constaste movimiento y se necesita una adopción de la tecnología, así como de su entendimiento para lograr un cambio en la forma en cómo se trabaja. Además, se refirieron a la importancia que se tiene de pensar en el ciudadano. Colombia, por ejemplo, es un país en el que la brecha digital impacta y es necesario que los usuarios comprendan este cambio cultural en la justicia, la adopten y tengan la certeza de que la tecnología no será una barrera para acceder a esta, pero es importante entender que la conectividad no lo resolverá todo y se deben afrontar los factores mencionados inicialmente. Para ver la conversación completa, los interesados pueden dar clic aquí:
https://www.youtube.com/ watch?v=9mbOIltsSnQ&feature=emb_logo
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El futuro del trabajo: ¿Qué se vive y cómo prepararnos? Escuela de Economías y Finanzas
En la parte superior están Laura Ripani y César Tamayo. Los acompaña Juana Francisca Llano.
El espacio, moderado por César Tamayo Tobón, decano de esta unidad, y en el que participaron Laura Ripani, especialista líder en mercados Laborales del BID; y Juana Francisca Llano, presidente de Suramericana, permitió hacer un recorrido por el escenario económico de Latinoamérica y el Caribe antes del covid-19, el impacto que esta contingencia sanitaria le planteó a la región, y las principales transformaciones que ya se están presentando. Laura Ripani aportó un análisis enfocado en el futuro del trabajo en la época del covid-19, en América Latina y el Caribe, pasando por los impactos en el empleo, el futuro del trabajo después de la pandemia y cómo apoyar la recuperación del empleo en la era pos-covid-19. “Ya teníamos algunos desafíos pendientes por resolver antes de esta contingencia, entre estos la alta informalidad del mercado laboral, la baja productividad y la desigualdad en el acceso a buenas oportunidades de empleo en la región. Siendo así, en este momento, en
medio de la pandemia, tenemos nuevos problemas, más los conflictos del pasado que se agravan debido a la situación”.
Para la presidenta de Suramericana, en este momento las organizaciones deben trabajar diferentes puntos: flexibilidad, empatía, confianza y cercanía genuina. La pandemia aceleró las tendencias con respecto al futuro del trabajo. Por esto, Laura Ripani anotó que el futuro de este sector ya está aquí, y las personas y las empresas se trasladan bruscamente al mundo digital por esa necesidad que impulsó la pandemia. Las plataformas digitales son cada vez más utilizadas y el teletrabajo se empieza a adoptar cada vez más, aunque exponiendo de nuevo un factor de desigualdad en el mercado laboral, una desigual de acceso al teletrabajo. Juana Francisca Llano, por su lado, coinUNIVERSIDAD EAFIT
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cidió en que el futuro del trabajo llegó y se está viviendo. La experta entregó un enfoque desde las organizaciones y enfatizó en cuatro conceptos importantes. El primero es el equilibrio entre la vida laboral y la personal, donde antes el trabajo tenía un lugar y un horario específico, pero ahora no. El segundo concepto es el impacto de la tecnología en el trabajo, que se refiere a la velocidad a la que está sucediendo la revolución tecnológica y cómo genera una ansiedad cultural. El tercer tema es la humanización, la transformación de las relaciones en la manera de comunicarse y las expectativas que se generan cada día. Y el cuarto concepto es la transformación de las industrias y la competitividad. Para la presidente de Suramericana, en este momento las organizaciones deben trabajar diferentes puntos: flexibilidad, empatía,
confianza y cercanía genuina, y estos van desde admitir las diversidades, los diferentes vínculos contractuales y las distintas formas de trabajo, hasta reconocer a las personas en profundidad, qué están sintiendo y qué están queriendo. Finalmente, habla de generar retroalimentación de unos a otros dentro de las empresas y generar un ambiente donde las personas se vinculen desde lo racional pero también desde lo emocional. Para ver la conversación completa, los interesados pueden dar clic aquí:
https://www.youtube.com/ watch?v=HvwFBqBcfHw&feature=emb_logo
El rol de las Ciencias Básicas para el desarrollo de la humanidad Escuela de Ciencias ¿Cuál es el rol de las Ciencias Básicas para el desarrollo de la humanidad? Esta fue la pregunta que convocó a Moisés Wasserman, profesor y exrector de la Universidad Nacional de Colombia; a Silvia Restrepo Restrepo, vicerrectora de Investigación y Creación de la Universidad de los Andes; y a Luz María Martínez Sierra, ingeniera física de EAFIT, vinculada a Nasa. La conversación fue moderada por la docente eafitense Valeska Villegas Escobar. El historiador Yuval Noa Harari escribió en su libro Sapiens: de animales a dioses, que “la ciencia necesita algo más que simplemente la investigación para producir progreso. Depende del esfuerzo mutuo de la ciencia, la política y la economía. Las instituciones políticas y económicas proporcionan los recursos sin los cuales la investigación científica sería casi imposible (…)”. No obstante, para los invitados, esta misma relación se vuelve problemática cuando se enfoca solo en los beneficios útiles que pueden 68
derivarse de la misma. Claro que este modo de concebir la ciencia no es nuevo, pues como explicó Silvia Restrepo, ya desde el imperio romano se buscaba que el conocimiento sirviera a propósitos militares y políticos, y fue por eso que fue financiado. Es así que, y como lo apuntó el profesor Wasserman, “el financiamiento institucional de la ciencia viene de los siglos XIX y XX, cuando ciertos gobiernos consideraron que había resultados prometedores para crear un mejor futuro”. Este sistema, que se sigue utilizando hoy en día, enfrenta muchos retos. No solo desde el sector gubernamental o político, sino también desde la misma ciudadanía. Como lo expuso la académica Restrepo, “se trata de tener un mayor compromiso del científico con la sociedad, pues es nuestro deber comunicar qué es y qué no es la ciencia para combatir la ignorancia y la superstición”, de manera que se empiece a hablar de una “sociedad basada en el conocimiento” y no de una economía basada en el mismo.
Actualidad En los cuadros superiores conversan Moisés Wasserman y Luz María Martínez. Están con ellos la profesora Valeska Villegas y Silvia Restrepo.
Luz María Martínez también apuntó que la divulgación asertiva será lo que permita acercarse a estudiantes, familias, industrias y ejes gubernamentales con una ciencia que esté al alcance de todos, de manera que la sociedad pueda ver su importancia y la necesidad de invertir en esta. Para la ingeniera, además, se trata de un esfuerzo que requiere abordar la figura del científico en el imaginario colectivo, de forma tal “que se vean representados en todas las edades, en todos los géneros y en todas las culturas”.
“Es nuestro deber comunicar qué es y qué no es la ciencia para combatir la ignorancia y la superstición”, Silvia Restrepo Restrepo.
cerrectora, “eso nos permitirá entender los problemas complejos de manera más acertada”. Los científicos Wasserman y Martínez agregaron que los programas universitarios deberán educar a las personas para trabajos que aún no existen y para los cuales aún no se han diseñado planes académicos. Por esto, serán necesarios los conocimientos en matemáticas, informática y computación para garantizar que esos profesionales puedan desempeñarse en cualquiera de estos nuevos perfiles laborales. Para ver la conversación completa, los interesados pueden dar clic aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=ud4ItGvCtFM
Alcanzar estos objetivos no es fácil. De hecho, y como anotan los tres científicos, muchos de los desafíos requieren de voluntad política por parte de los gobiernos. No obstante, lo valioso de la comunidad científica es que no ha parado de investigar a pesar de las restricciones. Como el profesor Wasserman lo explicó, “la investigación va a tener impacto a la larga. No gracias a los políticos, sino a pesar de ellos”. Aun así, consideró que la situación puede cambiar si se insiste en demostrarles a los gobiernos que lo que se genera en las universidades y en los centros es un gran potencial de respuesta a eventos inesperados como una pandemia. En cuanto a la educación, el desafío será la interdisciplinaridad con otras ramas del conocimiento, ya que, y como bien señaló la Vi-
Vuelva a revivir la actual edición de Alcampus en https://alcampus.eafit.edu.co/experiencia
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Universidad EAFIT, sesenta años de Tejer Territorio EAFIT 60 años, tejer territorio es el título de esta muestra que hace un recorrido por la transformación urbana que ha tenido el sector de La Aguacatala, en el sur de Medellín, durante las seis décadas de historia de la Universidad. En un formato virtual, con una mirada 360 grados del Centro de Artes del Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, los visitantes podrán recorrer, también de manera presencial, esta exposición organizada por el Área de Extensión Cultural de EAFIT con el apoyo de la Sala de Patrimonio Documental, Urbam y el Departamento de Comunicación.
Las personas que tengan autorización de ingresar al campus pueden ver la exposición de manera presencial. Foto: Róbinson Henao
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Cultura La exposición es un recorrido por imágenes y objetos que hacen parte de la historia de EAFIT. Foto: Róbinson Henao
No había nada, pero teníamos la visión de que Medellín echaría para acá. Decíamos: ‘¡Esta zona de El Poblado tan bonita!, ¡estas fincas!’. Compramos a $6,20 pesos la vara cuadrada, o sea a $9,30 pesos metro cuadrado. Era un precio normal. Sol Astrid Giraldo E. Curadora
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uando en 1962 la recién fundada Escuela de Administración y Finanzas (EAF) puso la primera piedra de su nueva sede en un lote de La Aguacatala (Medellín), parecía que la colocaba en medio de la nada. Se trataba de un terreno campestre, “situado en el paraje llamado Guayabal del sector del Poblado” (registro de Instrumentos Públicos y Privados del Circuito de Medellín. No 64321), limitado por el occidente “con la avenida derecha del río Medellín”; y por “linderos con antiguo cauce del río, que queda a su vez colindante de la faja del Ferrocarril”. Era una vega del río que pertenecía a Riobamba, una de las tradicionales fincas de El Poblado. Así recuerda el entorno Gabriel Llano: “La línea ferroviaria, con el correr de los años, se convirtió en la avenida Las Vegas. El lote al occidente de línea lo ocupa actualmente la Universidad EAFIT. En el resto de la
finca (entre la línea ferroviaria y la portada) está hoy la Unidad Residencial Riobamba”. Según Isabel Correa, arquitecta a cargo de la investigación urbanística de la exposición Tejer Territorio, este era entonces un “sector con vocación indefinida, pero adyacente a una de las obras de infraestructura más estratégicas de la época: la rectificación y la canalización del río Aburrá y la construcción de la vía regional paralela. Los fundadores de la Universidad supieron prever la consolidación del sur del valle como eje de desarrollo industrial y empresarial, así como su posible valorización gracias a su atractivo como sector residencial”. Este análisis lo ratifica Jorge Iván Rodríguez Castaño, uno de los fundadores de la Universidad e integrante activo del Consejo Superior: “¡Esto era aislado! —dice—. A nivel industrial lo veíamos importante, pero pensábamos en estar cerca de un buen lugar a nivel social. No había nada, pero teníamos la visión de que Medellín echaría para acá. Decíamos: UNIVERSIDAD EAFIT
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Foto: Róbinson Henao
‘¡Esta zona de El Poblado tan bonita!, ¡estas fincas!’. Compramos a $6,20 pesos la vara cuadrada, o sea a $9,30 pesos metro cuadrado. Era un precio normal. Y entre muchos discutíamos dónde, ¡y todos coincidimos que el sitio era este!”.
La avenida Regional y la de las Vegas no se habían trazado. Debido a las pocas vías, los carros excepcionalmente circulaban por la zona, y el Metro estaba lejos de empezar su historia. Entonces en sus alrededores no existía ninguno de los referentes urbanos actuales. El predio no tenía vecinos. Y así lo confirman sus primeros estudiantes: “Esto era una manga. Lo más cercano que había construido era Colcafé. Estaba también, más abajo, Industrias Apolo, la que hacía las cuchillas para los tractores. Ni siquiera había barrios residenciales. Solo un puentecito que se llamaba La Aguacatala. No había nada más”. Por supuesto, tampoco estaban las instituciones que luego se asentarían en las inmediaciones como el Politécnico Jaime Isaza Cadavid (1964), la Institución Educativa 72
Inem José Félix de Restrepo (1970) o el Colegio San José de las Vegas (1975). La avenida Regional y la de las Vegas no se habían trazado. Debido a las pocas vías, los carros excepcionalmente circulaban por la zona, y el Metro estaba lejos de empezar su historia. Los primeros estudiantes llegaron el 14 de agosto de 1963: “Lo que encontramos fue un salón de clase en un galpón para aulas y otro galpón donde estaban las oficinas. El ambiente era muy bueno porque era campestre, sabroso, con esos edificios nuevos. Había buena zona verde, entonces jugábamos fútbol y voleibol. Al lado de Junín lo que había era una manga. No existía la cafetería ni nada de eso, apenas una casita donde estaban los celadores”. Para acceder a la recién fundada Escuela, los estudiantes debían pasar un tubo sobre el río Medellín. El clima también era otro, tanto que algunos usaban ruanas para asistir a las frías clases de la seis de la mañana. Desde las ventanas de los salones, a veces espantando mosquitos, veían pastar un chivo y una llama, mientras a lo lejos se escuchaban los últimos viajes del tren atravesando el Valle de Aburrá. La Escuela ya venía funcionando desde 1960, inicialmente en el sexto piso del Banco
Territorio Aguacatala La intención de la exposición EAFIT 60 años, tejer territorio fue mostrar por medio de mapas, planos, fotografías y una exhaustiva línea de tiempo los principales hitos históricos, ambientales y urbanísticos desde los albores de la historia de la ciudad hasta las últimas seis décadas del desarrollo de La Aguacatala. Se visibiliza en su recorrido la importancia del río Medellín y la cuenca hidrográfica en la conformación de este territorio primigenio. También las relaciones del sur con el centro histórico, desde su aislamiento inicial hasta que se vuelve parte de un complejo tejido urbano, gracias a desarrollos como la rectificación del río, los procesos de poblamiento, la evolución de la red vial y de transporte, con el trazado de vías fundamentales como Industriales y Las Vegas ya en la década de los
70. Todos estos dinámicos fenómenos urbanísticos son los que han generado el Territorio Aguacatala donde está hoy inserta EAFIT. Tejido urbano que la misma Universidad ha jalonado y al que ha logrado conferirle la específica vocación educativa que hoy tiene. Por eso, finalmente, se describe la UniverCiudad que se ha ido gestando alrededor de la avenida Las Vegas.
Territorio ancestral En la revisión histórica no se dejaron por fuera las raíces precolombinas de este territorio, y por esto se les incluyó como uno de sus principales componentes. El Territorio ancestral es relatado por un testigo en primera fila como lo es el arqueólogo Pablo Aristizábal, quien, junto a su equipo, realizó un importante hallazgo en la zona. Aristizábal cuenta cómo gracias a las excavaciones realizadas en Los Guayabos (el último adquirido por la Universidad), hoy se tiene la certeza de la presencia humana desde hace 1500 años en el lugar. El cementerio indígena que allí se descubrió y sus seis vasijas funerarias se constituyen en un vientre simbólico que la exposición propone como regenerador e impulsador de los nuevos tiempos.
Territorio imaginado Este componente de la muestra recoge algunas de las obras de narradores y artistas antioqueños que se han referido a La Aguacatala y le han dado una identidad literaria y plástica. Se evocan aquí algunos fragmentos del reportaje El Crimen de Aguacatal de Francisco de Paula Muñoz, quien en 1874 realiza la primera descripción literaria del lugar. También se invita a Manuel Uribe Ángel, Jorge Franco, Tomás González y Rocío Vélez, entre otros escritores que han mirado al sur de Medellín. Y se cruzan con estas narraciones otras realizadas desde la plástica como Murmullos Aburráes del artista contemporáneo Ómar Ruiz, la reproducción de la desaparecida casa donde tuvo lugar el mítico “crimen UNIVERSIDAD EAFIT
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Cultura
Central Hipotecario (donde se dio la primera clase, el 17 de agosto de ese año), y luego (desde el 7 de octubre) en una casa ubicada en El Palo, entre La Playa y Maracaibo (Medellín). Sin embargo, estaba claro que este espacio era insuficiente para los ambiciosos planes: “Se sabía —dicen los estudiantes de la primera promoción— que la oficina del Banco y la casa eran algo temporal. Como la fundación se hizo con asesoría de la Universidad de Syracuse, el modelo era un campus estadounidense, que estuviera en las afueras, donde hubiera espacio. Se tenía en mente que esto iba a crecer. Inclusive en los estatutos iniciales de la Escuela de Administración se hablaba de otras carreras”. Muy pronto comenzaron entonces las negociaciones de un lote en la retirada Aguacatala. Aunque la mayor parte del sector educativo de la ciudad (a excepción de la Universidad Pontificia Bolivariana) estaba en el centro, los fundadores apuntaron la flecha de su futuro hacia el sur. Así fueron llegando a un terreno, razonablemente cerca de la pujante industria local, pero, que tenía la ventaja de colindar con la mejor zona residencial de la ciudad: “Alejados, pero bien rodeados”, dice Jorge Iván Rodríguez.
Foto: Róbinson Henao
Investigación visual e interdisciplinaria
Acceda a la exposición EAFIT 60 años, tejer territorio
del Aguacatal”, dibujos de Luis Bernardo Vieco del Ferrocarril de Antioquia y de los coches de caballo, el Puente de La Aguacatala visto por Darío Tobón, una panorámica de El Castillo y sus alrededores realizada por Jorge Cárdenas en la década de los 60 y la serie sobre el Río Medellín del Grupo Utopía (1981). Finaliza el recorrido con un homenaje a la instalación escultórica Ágora de Hugo Zapata en el campus de EAFIT, resaltando la forma como reconcilia a La Aguacatala, no solo con sus raíces arqueológicas, ancestrales y naturales, sino también con su reciente vocación educativa y cultural.
Es de resaltar el carácter interdisciplinario y colaborativo que tuvo esta exposición. Fue una idea del rector Juan Luis Mejía Arango homenajear los 60 años de la Universidad investigando la conformación urbanística del sector donde se ubica el campus para resaltar su notable transformación a lo largo de este mismo período. En el desarrollo del proyecto participaron Extensión Cultural, el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam), el Departamento de Comunicación, la Sala de Patrimonio Documental y el Centro de Administración Documental (CAD), entre otras dependencias de la Universidad. Fue un intenso trabajo colaborativo desde todos estos frentes, que además estuvo apoyado por la memoria afectiva de varios de sus fundadores y egresados. Gracias a todas estas voces se pudo revisar el vital proceso que es la Universidad EAFIT, el que, según dice Jorge Iván Rodríguez, “no tiene final”.
Los testimonios de los egresados que aquí citamos se obtuvieron de una reunión entre los investigadores y los organizadores de la exposición y un grupo de ellos, realizada en marzo 2020.
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Institucional
¡Crea ciudades y territorios en armonía con la vida!
EAFIT llegó a su pregrado número 25: Diseño Urbano y Gestión del Hábitat. Liderado por el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT —adscrito a la Escuela de Humanidades—, el programa, único en el país, abrirá su primera cohorte en el primer semestre de 2021. Formar profesionales capaces de promover el bienestar y la sostenibilidad de las ciudades y los territorios en el Trópico y el Sur Global, a través de propuestas sistémicas que conciban el planeta como un hábitat físico, biológico, cultural y antropológico es uno de los objetivos del pregrado. Foto: Róbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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Juliana Montoya Arango
Jefa encargada del pregrado en Diseño Urbano y Gestión del Hábitat
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ivimos en un planeta en urbanización que genera impactos mucho más allá de los límites urbanos, afectando tanto a las personas, a la biodiversidad y al planeta, y trascendiendo algunos límites insostenibles como la expansión urbana acelerada, la degradación ambiental, la persistencia de múltiples formas de pobreza y las desigualdades crecientes.
Partimos del reto de vivir en un planeta que es cada vez más urbano, en donde más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. En este contexto, bajo una crisis planetaria sin precedentes, las áreas urbanas se convierten en puntos focales de algunos de los desafíos más complejos del mundo y, por tanto, también pueden ser la promesa de innovaciones urbanas y soluciones transformadoras a través del diseño centrado en las personas y en la naturaleza. Estas son las motivaciones esenciales que inspiran al Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT a la creación del pregrado en Diseño Urbano y Gestión del Hábitat, primer programa en el país de esta índole que comenzará su primera cohorte en enero de 2021. De ahí, los atributos diferenciadores que lo hacen una innovación educativa y una apuesta relevante para asumir los retos urbanos, inmediatos y futuros del país, de Latinoamérica y del mundo, pero en especial, del Trópico y el Sur Global. 76
¿De dónde nace la idea del pregrado? Partimos del reto de vivir en un planeta que es cada vez más urbano, en donde más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, cifra que será duplicada al 2050. Esto plantea un futuro desafiante desde distintas miradas: Desde lo ambiental: la explotación de la naturaleza, la extinción de especies, la contaminación de los ecosistemas y la crisis climática. Desde lo social: la pobreza, el crecimiento de la inequidad, la exclusión territorial y la debilidad institucional. Desde lo urbano: la acelerada expansión urbana, la demanda de energía y recursos, la visión fragmentada del territorio y la baja calidad de vida urbana ¡Una crisis planetaria que nos llevará al colapso si no actuamos inmediatamente! Por eso, este pregrado asume el llamado a la acción frente a estos desafíos con la esperanza de promover el bienestar y la sostenibilidad de los territorios y las ciudades a través del trabajo colaborativo, la armonía con la naturaleza, las nuevas tecnologías y el compromiso por proponer e incidir en un mundo mejor. Este ha sido el objetivo del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de EAFIT, un laboratorio de investigación, formación y proyectos que, a través de la experiencia acumulada de 10 años, ha reflexionado acerca de los procesos urbanos y ambientales, y ha actuado en contextos emergentes y en transformación. En este contexto se gesta este programa académico, que soportado también con la maestría en Procesos Urbanos
Institucional Recorrer los territorios será uno de los retos de quienes se embarquen en este programa. Foto: Róbinson Henao
y Ambientales, y una red extensa de aliados locales, nacionales e internacionales, fortalecerá la formación de este futuro profesional en Diseño Urbano y Gestión del Hábitat.
¿De qué se trata? Estos desafíos de la era urbana exigen contrarrespuestas y acciones basadas en la comprensión, las propuestas sistémicas y la mezcla de saberes que conciban el planeta como el hábitat físico, biológico, cultural y antropológico. Es así como el pregrado obedece a dos asuntos determinantes: el espacio urbano en conexión con el hábitat; y las herramientas para una acción transformadora de la realidad ambiental, social y urbana por medio del diseño y de la gestión para incidir
directamente en los territorios. Tener la conciencia de todos estos procesos en una época de crisis ambiental, social y urbana exige reivindicar el papel vital del diseño y la gestión en la creación de un mundo más habitable, biodiverso y equitativo.
¿Cómo serán las clases? A través de expediciones que nos lleven a conocer, caminar y palpar situaciones y problemas reales para atraer distintos conocimientos, saberes y metodologías en busca de soluciones y creaciones. Tendremos unos espacios centrales donde profesores de distintas áreas de conocimiento (ecología, geología, sociología, antropología, ciencias políticas, derecho, economía, administraUNIVERSIDAD EAFIT
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Haremos un viaje de nueve semestres por la ecología urbana, la ciudad y la equidad, el diseño urbano, los proyectos urbanos y de paisaje, el urbanismo social y la gestión del hábitat. ción, ingeniería, arquitectura, urbanismo, artes y diseño) buscarán dar respuesta a los problemas latentes de la sociedad de manera más integral y participativa, de la mano de los actores principales del territorio (comunidad, sector público y sector privado) para trabajar colectivamente. Por eso haremos un viaje de nueve semestres por la ecología urbana, la ciudad y la equidad, el diseño urbano, los proyectos 78
urbanos y de paisaje, el urbanismo social y la gestión del hábitat.
¿Cuáles herramientas orientan la formación? Las expediciones en la ciudad y a territorios estratégicos motivarán el aprendizaje por fricción que implica la frecuente inmersión de
¿Qué hace un diseñador urbano y gestor del hábitat?
El Parque Explora de Medellín está en primer plano en esta imagen. Al fondo, el norte de la ciudad. Foto: Róbinson Henao
estudiantes y profesores en las comunidades y en los territorios, y que inspirarán la participación activa en la solución de problemas, tanto dentro como fuera del aula. Los viajes de estudio a contextos urbanos y rurales serán un precedente en el pregrado en el ámbito local, nacional e internacional, donde estaremos conectados con el mundo más allá de Medellín. Las bitácoras o diarios de campo serán un instrumento fundamental para registrar y constatar todas las observaciones y hallazgos de las expediciones, las conversaciones y las disertaciones. Las herramientas de dibujo análogo y digital serán esenciales en todos los semestres.
Promover el bienestar colectivo y la sostenibilidad de los territorios desde una perspectiva de la cotidianidad, del habitar y la armonía con la naturaleza; diseñar con las personas y con la naturaleza; impulsar acciones integrales que confluyan y dialoguen entre la sociedad, la naturaleza y lo urbano para innovar e incidir en los territorios; conectar conocimientos y saberes con habilidad transdisciplinar en escenarios de trabajo colaborativo y así, expandir el campo de acción; actuar siempre con criterio ético y responsabilidad social y ambiental en busca de la integridad e integralidad; enfrentar los desafíos urbanos con creatividad, rigor, visión sistémica, crítica y propositiva; y poseer un enfoque de la realidad de los territorios, la naturaleza y las personas para tomar decisiones informadas y consecuentes.
¿Cuáles son las capacidades, los conocimientos y habilidades de este profesional? El egresado de Diseño Urbano y Gestión del Hábitat es un profesional capaz de promover el bienestar y la sostenibilidad de los sistemas urbanos al potenciar las oportunidades presentes en los territorios e incidir en la prevención y la solución de la degradación ambiental, la inequidad social y el crecimiento de los asentamientos humanos, con énfasis en el Trópico y el Sur Global. Para esto, comprende de manera sistémica, multiescalar y crítica, las dimensiones espacial, ambiental y social de los territorios, diseña proyectos urbaUNIVERSIDAD EAFIT
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Institucional
Los mapas y las cartografías nos aportarán a la comprensión y la proyección de soluciones y creaciones, al igual que las maquetas, los modelos y la construcción de prototipos. La fotografía urbana y de la naturaleza aportarán al registro nítido y el entendimiento de las realidades exploradas.
¿En dónde ejercerá su profesión? Para conocer otros detalles del programa visite www.eafit.edu.co/pregrado-diseno-urbano
nos integrales y de paisaje centrados en las personas y en las múltiples formas de vida, y gestiona de manera participativa hábitats saludables, justos, sostenibles y resilientes. Es un profesional íntegro, empático y pluralista, que actúa siempre con criterio ético y responsabilidad social y ambiental; es propositivo, creativo, innovador y trabaja colaborativamente y de manera transdisciplinar ante situaciones complejas y de incertidumbre. Actúa con responsabilidad y liderazgo, y busca la excelencia y el aprendizaje continuo.
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El profesional de este programa será un especial soporte para todos los niveles de gobierno, organizaciones sociales del sector privado y organismos, y personas que consideran que los espacios urbanos del mundo son su hogar, por lo que su campo de acción es muy amplio.
¿Qué lo diferencia? Para destacar algunos de los rasgos distintivos de este profesional es relevante mencionar que este programa es una innovación educativa, pedagógica y didáctica que busca la formación de talento humano profesional que enfrente tales retos y desafíos territoriales con una visión integral de lo ambiental, social y urbano a través del pensamiento sistémico, el conocimiento y la comprensión de la realidad, y la empatía de quienes habitan el territorio. También, una perspectiva trans-
Institucional EAFIT le entrega a su entorno otros programas Llega a Bogotá una maestría para formar gerentes de proyectos acorde con las necesidades del mundo actual La maestría en Gerencia de Proyectos de EAFIT recibió el registro calificado del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), con resolución 11397 del 2 de julio de 2020, que le permitirá a la Universidad comenzar a ofrecerla en Bogotá, tal como ya lo hace en Medellín y en Pereira. El posgrado, que tiene inscripciones abiertas para iniciar actividades en enero de 2021, promueve la formación estratégica y gerencial con un enfoque global, respondiendo a la necesidad de preparar profesionales en la dirección y gestión de proyectos de inversión. “Para EAFIT Bogotá es muy gratificante contar con esta maestría, porque así vamos conso-
lidando nuestro portafolio para la alta gerencia y la alta dirección de las personas en la ciudad. Ahora contamos con un MBA y también con la maestría en Administración Financiera, las mejores del país según el ranquin que hace QS. Y entra esta nueva maestría a completar este portafolio que queremos poner a disposición de todos. Estamos trabajando para que vayan llegando otros posgrados con la misma calificación de los que hoy tenemos para ofrecer”, comenta Isabel Gutiérrez Ramírez, directora de EAFIT Bogotá. Mayor información en https://www.eafit.edu.co/programas-academicos/posgrado/maestria-gerencia-proyectos
La nueva maestría de EAFIT le apuesta a formar psicólogos organizacionales para innovar en el mundo del trabajo La maestría en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones —de carácter profesionalizante y con una duración de tres semestres— es el nuevo posgrado de la Universidad. Comenzará en enero de 2021. Con el desarrollo de una visión clínico-crítica e interdisciplinaria de los problemas de estudio que corresponden al campo del trabajo y las organizaciones, este posgrado, adscrito a la Escuela de Humanidades, busca formar magísteres en psicología de las organizacionales con una visión integral de las empresas y el talento humano. La maestría está dirigida a los profesionales de áreas como la psicología, la administración,
la sociología, la comunicación y las ciencias sociales, entre otras disciplinas afines. “Muchas personas han deseado tener una formación especializada en psicología dentro de las organizaciones. Hay una poca oferta de estos programas en el país, a pesar de que desde hace un tiempo se viene impulsando los posgrados en este campo de estudio”, dice Jonny Javier Orejuela Gómez, coordinador de la maestría. Mayor información en https://www.eafit.edu.co/maestria-psicologiatrabajo-organizaciones
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disciplinar que genere y vincule conocimientos, métodos y teorías en la comprensión del desafío de la sostenibilidad urbana, como también de nuevas construcciones mentales que permitan actuar ante la incertidumbre de los procesos y los conflictos presentes en el hábitat, y que busquen la formulación de propuestas encaminadas a asegurar un uso adecuado y consciente del territorio. A su vez, contará con la acción planeada y deliberada como ruta para llegar a soluciones tangibles. Al reorientar la manera en que se planifican y se diseñan las ciudades y los 82
asentamientos humanos, hace falta la forma en que se financian, se desarrollan, se administran y se gestionan para lograr incidencias reales en los territorios. Poseerá una postura crítica, propositiva y creativa a los fenómenos del entorno, la transformación de la práctica y la integración constante a la realidad que supone abordar las complejidades territoriales. Y tendrá un compromiso para promover el bienestar social y la sostenibilidad de los asentamientos humanos por medio del diseño urbano y la gestión del hábitat.
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Educar para la sostenibilidad, el reto de las universidades Foto: Rรณbinson Henao
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¿Son las instituciones de educación superior las llamadas a generar una transformación cultural en el ámbito de la sostenibilidad?, ¿cómo lograr a partir de estrategias académicas y educativas que haya una relación más estrecha con la naturaleza? Las respuestas las entrega el profesor Alejandro Álvarez, quien en este texto llama la atención sobre la necesidad de apostarle a los ODS para buscar un equilibrio y pensar la sostenibilidad desde la educación.
Alejandro Álvarez Vanegas
Profesor del Departamento de Ingeniería de Procesos y coordinador del Núcleo en Formación Institucional en Cultura Ambiental de EAFIT
“E
stamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro”. Con esta afirmación comienza la Carta de la Tierra, publicada en el año 2000. Al revisarla hoy en los dos elementos que la componen (el momento crítico y la elección del futuro), nos encontramos con que es más relevante que hace veinte años. Por un lado, porque atravesamos una crisis más profunda: no solo debido a los impactos del covid-19 en la salud, sino también por las consecuencias socioeconómicas que se derivarán de la pandemia y, peor aún, porque las amenazas que se perfilan en el ámbito mundial en relación con la crisis planetaria (encabezada por la emergencia climática y el colapso de la biodiversidad) han aumentado. Y en cuanto al llamado a que la humanidad eligiera su futuro, ¿qué podríamos decir hoy? Una respuesta optimista señalaría que, desde 2015, la humanidad se decidió explícitamente por la construcción de un futuro justo y en armonía con la naturaleza, es decir, que eligió el camino de la sostenibilidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU para el año 2030 representan una aproximación a una visión compartida sobre
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y su esencia todavía no se han enraizado con profundidad suficiente en nuestra cultura, definición que según la Unesco es eso que nos permite identificarnos como sociedad o grupo social y que incluye, además del arte y la literatura, los estilos de vida, los valores, las tradiciones y las creencias. Es decir, hace falta incorporar con más fuerza en nuestros valores y paradigmas
Foto: Róbinson Henao UNIVERSIDAD EAFIT
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lo que la humanidad quiere que la caracterice en el futuro próximo: personas que vivan una vida digna, una economía global próspera, naciones en paz y dispuestas a cooperar, y un planeta sano. Sin embargo, la respuesta es “optimista” porque, a pesar de que los ODS están ahí como un norte acordado entre las naciones del mundo y aunque en Colombia existen esfuerzos por alcanzarlos, su sentido
"Podríamos decir que la educación tiene como una de sus tareas (uno de sus fines) aportar a ese futuro sostenible que como humanidad hemos elegido (el destino del ser humano)".
como sociedad, y en nuestra cotidianidad como individuos, la idea (o, más bien, el imperativo ético) de contribuir a forjar una sociedad justa y en armonía con la naturaleza. ¿Pero cómo dar lugar a una cultura para la sostenibilidad? Según dice Cayetano Betancur en Una filosofía pedagógica, “después de aceptar que la educación tiene fines y que sin ellos no se concibe adecuadamente, la determinación de esos fines se vincula al problema del destino mismo del ser humano”. 86
Para este filósofo, la definición de los propósitos de la educación está ligada a la elección del futuro de la humanidad –del destino del ser humano– y, por ende, preguntarse para qué educar pasa por plantearse qué tipo de sociedad se desea. Justamente, y uniendo todo lo anterior, podríamos decir que la educación tiene como una de sus tareas (uno de sus fines) aportar a ese futuro sostenible que como humanidad hemos elegido (el destino del ser humano).
"La educación da forma a la sociedad y por ende está llamada a jugar un papel protagónico en los procesos de transformación cultural, como lo es la búsqueda de la sostenibilidad".
Foto: Róbinson Henao
Respuestas en la educación En la educación encontramos respuesta a la necesidad de apropiarnos de la esencia de la sostenibilidad hasta el punto de que sea parte de nuestra cultura, pues, como señala Gabriel Jaime Arango Velásquez en su libro Valor social de la educación y la cultura, la educación es una herramienta que la sociedad históricamente ha usado para inculcar y orientar en cada persona “los principios, valores, actitudes y comportamientos que espera de ella, y la cultura que la identifica con el grupo”. Esto va de la mano con las Reflexiones sobre educación, ética y política de Beatriz Restrepo Gallego. En estas, la filósofa explica que “la educación ha de ser entendida […] como
En otras palabras, mediante la experiencia educativa nos autoformamos en valores y damos orientación a nuestras actitudes y comportamientos para la vida como individuos y en sociedad, según –y dando lugar a– nuestra cultura. La educación da forma a la sociedad y por ende está llamada a jugar un papel protagónico en los procesos de transformación cultural, como lo es la búsqueda de la sostenibilidad. También nos dice la maestra Beatriz Restrepo que “la responsabilidad de la Universidad de aportar a la solución de los problemas de todo orden de la sociedad es ineludible”. Precisamente, los ODS nos entregan una lista de esos problemas (de todo orden) que enfrenta la humanidad: erradicar la pobreza y el hambre; garantizar la salud, el acceso a la educación y la equidad de género; asegurar la prestación de servicios (agua, energía, transporte, internet, etc.); generar empleo y reducir las desigualdades; buscar la paz y combatir la corrupción; y, por supuesto, regenerar y cuidar el planeta. Aparece entonces una primera conclusión: no es solo que las universidades puedan aportar a construir una cultura para la sostenibilidad: hacerlo es una responsabilidad ineludible. La Unesco expresa claramente que se necesita “un replanteamiento del modo en que nos relacionamos los unos con los otros y del cómo interactuamos con los ecosistemas que sustentan nuestras vidas” y propone la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) como vía para que las personas podamos “tomar decisiones fundamentadas y adoptar medidas responsables en favor de la integridad del medio ambiente, la viabilidad económica, y de lograr la justicia social para UNIVERSIDAD EAFIT
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autoformación integral tanto individual como social” y resalta que este en un proceso “para la vida (social, política y moral)”.
Foto: Róbinson Henao
"A la vez que la crisis ecológica es consecuencia de nuestro modelo de desarrollo, podría llegar a ser también la causa del colapso civilizatorio, pues pone en riesgo los beneficios sociales y económicos que como humanidad hemos alcanzado (y los que están aún por alcanzar)".
las generaciones actuales y venideras, respetando al mismo tiempo la diversidad cultural”. Con el ánimo de concretar estos propósitos, esta misma organización, en su recién publicada Hoja de ruta para la Educación para el Desarrollo Sostenible, invita a multiplicar los esfuerzos para que la educación conduzca al alcance de los ODS. Para esto se propone no solo dar a conocerlos, sino también revisar los ODS de manera crítica y contextualizada, y, sobre todo, movilizar acciones 88
que nos acerquen a su alcance y, así, hacer del desarrollo sostenible una realidad.
Inclusión de la variable ecológica Aunque es necesario comprender que educar para un desarrollo sostenible va mucho más allá de enseñar a separar los residuos –a ahorrar agua al cepillarse los dientes, a
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apagar los focos, etc.–, es evidente que los asuntos de la dimensión ecológica son particularmente urgentes. Como ya se expuso, los ODS comprenden una gama amplísima de áreas y de retos que demandan atención desde todos los campos disciplinares; y si bien es comprensible que una disciplina sea más afín a unos objetivos que otra, no existe exclusividad disciplinar, sino que, al contrario, se invita a trabajar desde una perspectiva inter y transdisciplinar. De esta manera, desde cualquier área del conocimiento pueden hacerse aportes significativos a la solución de la crisis ecológica, pues el maltrato de los ecosistemas globales es resultado del modelo de civilización dominante (de las estructuras de los sistemas industrial y económico, de las formas de organización social). A la vez que la crisis ecológica es consecuencia de nuestro modelo de desarrollo, podría llegar a ser también la causa del colapso civilizatorio, pues pone en riesgo los beneficios sociales y económicos que como humanidad hemos alcanzado (y los que están aún por alcanzar). No es una exageración apocalíptica, es la realidad que nos rodea y que debemos reconocer y transformar. La pandemia que atravesamos lo ratifica: el covid-19 es una enfermedad zoonótica causada por la degradación de los ecosistemas que puso en dificultades a la economía global y que desde ya está causando impactos sociales devastadores. La salud de los ecosistemas y de la humanidad van de la mano. Es impostergable entonces incluir la variable ecológica en las disciplinas para comprender cómo abordar estos retos. No se trata de crear solamente un curso de ecología: se busca es relacionar los temas y los conceptos de las diversas disciplinas con aquello relevante en términos del entorno ecológico del que dependemos. Y, más allá de la perspectiva temática, la educación, si ha de ser útil para aportar a la sostenibilidad, debe reorientarse para fomentar en la juventud el desarrollo de competencias como el pensamiento sistémico (para reconocer diferentes interacciones), el pensamiento crítico (para cuestionar normas y reflexionar sobre los valores), la colaboración (para aprender de otros, y comprender y
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respetar sus necesidades y perspectivas), la autoconciencia (para reflexionar sobre el rol que cada uno tiene en la comunidad local y en la sociedad), entre otras. El desarrollo de estas competencias requiere modelos educativos que cuenten con estrategias pedagógicas por medio de las que se estimule no solo el dominio cognitivo de los estudiantes, sino también los dominios socioemocional (por ejemplo, las habilidades de colaboración y de autorreflexión) y conUNIVERSIDAD EAFIT
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ductual (las competencias de acción), que se estimulan por medio del aprendizaje activo y experiencial. Para lograr que los estudiantes desarrollen estas competencias, es obviamente indispensable que los docentes nos pongamos también en la tarea de actualizarnos de manera que podamos acompañar de una mejor manera los procesos de aprendizaje y potenciar las contribuciones de la investigación al desarrollo sostenible. Dicho sea de paso, se necesita un mayor acercamiento de las universidades a las comunidades para conocer los retos que enfrentan e incorporarlos en los ejercicios de investigación y de docencia. En EAFIT, como lo dice su Misión, buscamos “contribuir al desarrollo sostenible de la humanidad”. Esta declaración se materializa de manera general en el Itinerario 2030, que es la carta organizacional que orienta todos los procesos de la Institución. De manera más específica y en el ámbito ecológico, este compromiso se refleja en la oferta académica, así como en el concepto de Universidad Parque y en la gestión del campus en cuanto a infraestructura, residuos, agua y energía. Un punto importante a resaltar es el nuevo Núcleo de Formación Institucional, que envuelve seis rasgos (acción comunicativa, ciudadanía ín90
tegra, emprendimiento e innovación, actitud y perspectivas científicas, identidad cultural y consciencia global, y compromiso con el planeta) que deben caracterizar a la comunidad universitaria y que fueron definidos con los ODS como parte fundamental del marco de inspiración. Como la impronta de una universidad es la promesa que hace la institución a los estudiantes y a la sociedad, este será otro gran impulso para continuar con las buenas prácticas existentes y aprovechar las grandes oportunidades que tenemos de seguir mejorando. Ecologizar el currículo, formarnos como mejores docentes, enverdecer más el campus y cambiar nuestros patrones de movilidad (responsables del 82 por ciento de la huella de carbono en 2019) son apenas algunos de esos retos que deberemos abordar. En conclusión, el reto que enfrentan las universidades de educar para el desarrollo sostenible se traduce en diversas tareas que atraviesan el aprendizaje (los contenidos, las metodologías) y la investigación, así como la gestión organizacional y de la planta física, y el relacionamiento con los demás actores de la sociedad. Es, como puede verse, un propósito que abarca la institución completa. Toda contribución es necesaria y bienvenida.
Institucional
Los 25 años de EAFIT Pereira, un aliado de la región que se proyecta al futuro en un polo de desarrollo como es el Eje Cafetero
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2020 constituye una fecha clave para EAFIT porque aparte de los 60 años de vida institucional de la Universidad se conmemoran 25 años de funcionamiento de su sede en el Eje Cafetero. Son cinco lustros en los que ha aportado a través de sus egresados y de su participación en diferentes escenarios, en la construcción y el desarrollo de la región. Liliana Torres Gómez Colaboradora
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AFIT Pereira nació en 1995 como una premisa de unión y de mayores oportunidades para los profesionales de la zona que querían acceder a los programas de posgrado en su misma ciudad, con el sello de excelencia y calidad que imprime la Universidad. Hoy esa huella se aprecia en los aportes que egresados y estudiantes han hecho y siguen realizando, dando respuesta a las necesidades de la región a través de acciones de intervención en diferentes escenarios. “Nos emociona contar una historia en la que desde distintos puntos hemos tenido la oportunidad de aportar al desarrollo de la
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Institucional Aporte al bilingüismo como política pública
Panorámica de la ciudad de Pereira, capital del departamento de Risaralda. Foto: Róbinson Henao
Son 25 años de EAFIT Pereira como actor incondicional en la construcción de soluciones y como parte integral de equipos que trabajan de manera conjunta por el desarrollo de la región. región, no solo desde la academia con programas que atienden a las necesidades de formación, sino también con acciones desde instancias gremiales en las que medimos el pulso del territorio y podemos generar respuestas oportunas”, explica Ana Tulia Gutiérrez Buitrago, directora de EAFIT Pereira, tras señalar que la Universidad ha logrado ayudar a construir sueños, logrando la par-
En 2014, EAFIT Pereira se convirtió́ en aliado del proyecto de ciudad para lograr la implementación del bilingüismo desde la escuela, participando en el programa que se adelanta de manera piloto por parte de la Alcaldía de Pereira, la Cámara de Comercio de Pereira y la Institución Educativa Alfonso Jaramillo. EAFIT Pereira hace parte de la Mesa Departamental de Bilingüismo, conformada en abril de 2019 para trabajar alrededor de la Política Pública de este tema que, finalmente, fue adoptada mediante Ordenanza 013 de septiembre de 2019. “EAFIT Pereira ha aportado al desarrollo económico y social desde sus profesionales que están generando respuestas desde sus conocimientos y acciones con corresponsabilidad”, anotó Leonardo Gómez Franco, secretario de Educación de Risaralda. El aporte desde las aulas al desarrollo y la competitividad de la región se hizo evidente con el proyecto de titularización de peajes que desarrolló el ingeniero Guillermo Toro Acuña, estudiante de la especialización en Finanzas de EAFIT y director técnico de Invías, proyecto que empezó a ser implementado desde 2019 y que finalmente empezará a aplicarse en los peajes del país a partir de 2021. “Nuestro enfoque, además del rigor académico, impulsa de manera decidida la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos a la solución de problemas financieros reales aprovechando la experiencia de nuestro cuerpo profesoral y las metodologías que se basan en didácticas de learning by doing”, explicó Hernán Herrera Echeverri, coordinador de la maestría en Administración Financiera de EAFIT.
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Imagen del evento virtual con el que la Universidad celebró los 25 años de EAFIT Pereira, que coincidió con el año del aniversario 60 de EAFIT.
Las alianzas con universidades de la región también han marcado momentos significativos para EAFIT Pereira, por los nuevos espacios para ofrecer más programas de posgrado en toda la región cafetera.
ticipación de personas de todas las generaciones a través de programas de formación y acciones sociales.
Construcción colectiva de respuestas Son 25 años de EAFIT Pereira como actor incondicional en la construcción de soluciones y como parte integral de equipos que trabajan de manera conjunta por el desarrollo de la región, en escenarios como Pereira Cómo Vamos, la Comisión Regional de Competitividad, la Alianza Logística del Eje Cafetero, la Red de Emprendimiento de Risaralda, la Red Risaralda Universitaria, la Mesa de Internacionalización de Risaralda y el Comité Intergremial de Risaralda. 94
Otro de los escenarios para la construcción colectiva de la región en los que participa EAFIT Pereira es Sociedad en Movimiento, conformada por 17 instituciones de educación superior, 134 entidades de todos los sectores sociales de Risaralda y que tiene como objetivo el desarrollo de una agenda de desarrollo basada en el bienestar y la inclusión social mediante la generación de respuestas desde el conocimiento. A lo anterior, se suman los convenios con instituciones públicas y privadas para aunar esfuerzos y complementar la oferta de programas de formación y servicios que atienden sectores específicos de la población como ocurre con su voluntariado o con el programa juvenil de liderazgo a través del que jóvenes estudiantes de Risaralda y Quindío están
La apuesta de EAFIT Pereira está dirigida a la consolidación en la oferta de posgrados, la reactivación de convenios con universidades e instituciones de las ciudades cercanas (Armenia, Manizales y norte del Valle del Cauca), consolidación de las relaciones con los cerca de 3000 egresados de la región, y la ratificación como una sede con los tres procesos misionales de la Universidad: aprendizaje, descubrimiento y creación, y proyección social. “Nuestro objetivo no es solo responder a las necesidades de la región al entregar programas de formación para sectores que demandan especialización de su talento humano, también nos enfocamos en entregarle a la comunidad herramientas para que juntos participemos en la construcción de región a través de acciones cotidianas desde nuestro entorno, como los programas sociales de liderazgo juvenil y de voluntariado”, explicó Ana Tulia Gutiérrez Buitrago, directora de EAFIT Pereira.
proponiendo intervenciones en sus entornos para promover la convivencia. Las alianzas con los sectores público, privado y académico han marcado esta historia, con el convencimiento de que el trabajo conjunto amplía las posibilidades de generar respuestas efectivas. “Fuimos los primeros aliados de EAFIT Pereira, desde que inició su gestión en el Eje Cafetero, abriendo espacios que permitieran a los estudiantes tomar sus clases. Ese convenio sigue vigente a través de programas y proyectos además de la Red de Universidades, porque juntos podemos fortalecer la educación superior de la región”, expresó el presbítero Behitman Alberto Céspedes, rector de la Universidad Católica de Pereira.
En 1978, cuando se realizaban gestiones para la constitución de EAFIT Pereira, ya se ofrecían clases de posgrado a profesionales de la ciudad. En las instalaciones de la Hostería Los Frailes (propiedad de la UCP) no solo pernoctaban los profesores que viajaban desde Medellín, sino que también se ofrecían las clases de posgrado a los profesionales de la ciudad. Para la época había dos posgrados: Finanzas y Mercadeo.
Hitos que dan cuenta de una transformación En 1995 abrió sus puertas la primera oficina de EAFIT Pereira en las instalaciones de la Cámara de Comercio de la capital de Risaralda, contando en su oferta de programas con especializaciones en las áreas de Mercadeo, Administración, Finanzas y Gerencia de Proyectos. La apertura de esta oficina se dio en desarrollo de un proceso de recuperación económica y social de Pereira, que ese mismo año, en febrero, fue golpeada por el efecto de un sismo que dejó graves consecuencias. “En ese entonces teníamos lo básico, pero teníamos lo mejor que era la opción de acceder a un posgrado. La oferta de EAFIT Pereira era única en la ciudad para los profesionales porque en otro caso teníamos que trasladarnos hasta otras ciudades para especializarnos”, recordó Álvaro Gómez Escalante, egresado de Mercadeo en 1998. En busca de ofrecer las mejores condiciones a los estudiantes para que adelantaran sus jornadas académicas, en el año 2000 se abrió la sede en las instalaciones donde por años operó el periódico La Tarde de Pereira en el centro de la ciudad. Un lugar de fácil acceso y que albergó por 10 años a estudiantes, UNIVERSIDAD EAFIT
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Institucional
Hacia el futuro
profesores y aliados de EAFIT Pereira, hasta que en 2010 y después de un arduo trabajo, Roberto Arenas Mejía, director para la época, consolidó el nuevo edificio de EAFIT Pereira en la zona de Megacentro, un punto de referencia de la capital risaraldense. Las alianzas con universidades de la región también han marcado momentos significativos para EAFIT Pereira, por los nuevos espacios para ofrecer más programas de posgrado en toda la región cafetera. En 2011 fueron suscritos convenios con la Universidad Católica de Pereira para ofrecer de manera conjunta el programa de maestría en Administración Financiera y con la Corporación Universitaria Empresarial Alexander Von Humboldt de Armenia para ofrecer en esa ciudad la especialización en Administración. “Este convenio le aporta al desarrollo regional porque un amplio número de profesionales ha tenido la oportunidad de acceder a educación posgradual, mejorando su desempeño, lo que se traduce en innovación, progreso y desarrollo de las instituciones donde trabajan y del mismo territorio”, destacó Diego Fernando Jaramillo López, rector de la Corporación Universitaria Alexander Von Humbolt de Armenia.
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Los egresados, la huella de EAFIT en su entorno Son casi tres mil egresados de EAFIT Pereira los que están dejando huella en la construcción del territorio, a quienes se suma un equipo de colaboradores y la comunidad educativa que fortalecen el trabajo, inspirando, creando y transformando el entorno.
Así se ha forjado EAFIT en el Eje Cafetero
www.eafit.edu.co/pereira/acerca-de-eafit-pereira/ Paginas/sobre-eafit-pereira.aspx
Cultura
Nace la Mesa de Cultura de EAFIT
Este es un espacio para la deliberaci贸n, la participaci贸n, la coordinaci贸n y la proyecci贸n de las actividades que desarrollan los actores y las dependencias de la Universidad en los campos del arte, la cultura y el patrimonio.
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Claudia Ivonne Giraldo Gómez Jefa de la Editorial EAFIT
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ara quienes lideran las áreas que tradicionalmente se han dedicado a lo que se conoce como “la cultura” ―Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, Extensión Cultural y Editorial EAFIT― era muy claro que la labor, tan importante para la Universidad, había que cohesionarla, pues muchas veces se repetían esfuerzos, acciones o proyectos que podrían ser más fuertes y tener más impacto si se realizaban en compañía. Y que, por otro lado, muchas dependencias que no eran vistas como “culturales”, desarrollaban acciones que incidían poderosamente en la actividad cultural de la Universidad, como el Departamento de Música, por ejemplo, y muchas otras dependencias, académicas y administrativas. Por eso se pensó que era necesario crear un espacio para conversar, reflexionar y proponer redes y sinergias, y así poder formular una agenda integrada, amplia y plural que recogiera, no solo todas esas acciones que se realizaban en la Universidad, sino que se pudieran ampliar, divulgar y, de esa forma, conectarlas con el público interno y externo. Así fue como, a principios de este año 2020, se creó la Mesa de Cultura de EAFIT.
Entre 2019 y 2020, EAFIT tuvo un promedio de 500 actividades culturales en las modalidades presenciales, virtuales o mixtas. Durante los últimos meses, la dedicación ha estado dirigida a convocar a las dependencias de la Universidad en donde más se trabaja por la cultura; a invitarlos a hacer parte de la mesa y a ayudar a inventariar la labor cultural de EAFIT a través de un cuestionario que proponía variables importantes para poder tener un panorama amplio de la vida cultural de la Institución. La respuesta fue muy positiva, los resultados sorprendentes y muy alentadores: entre 2019 y 2020, EAFIT tuvo un promedio de 98
500 actividades culturales en las modalidades presenciales, virtuales o mixtas, de los que los conciertos y las presentaciones de libros son las más numerosas; y asistieron a la programación cultural, entre los dos años, un total de 335.168 personas. Un aspecto muy significativo de 2020 ha sido la capacidad de reacción de todas las áreas convocadas para ser creativas ante los grandes retos que la pandemia propone y así responderles a la Universidad y a
Cultura Foto: Róbinson Henao
los grupos de interés. Se constató que la virtualidad ha representado retos, pero también ventajas: se ha podido llegar a una significativa cantidad mayor de personas en horarios disímiles; se pudo contar con invitados internacionales de primera línea, y sin ningún costo para la Universidad; muchas personas pudieron, y lo siguen haciendo, disfrutar de las propuestas culturales virtuales, mucho tiempo después de las transmisiones; y el repositorio cultural vir-
tual se ha multiplicado en este año. En fin, son muchas las ventajas que se han descubierto en la virtualidad y que se seguirán explorando, con creatividad, para dar paso a más iniciativas. La Mesa de Cultura seguirá su labor como red en 2021, consultando las opiniones y recibiendo los aportes de cada vez más dependencias y personas dentro y fuera de la Universidad con el fin de consolidarse como un epicentro físico y digital de la cultura. UNIVERSIDAD EAFIT
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Foto: Róbinson Henao
¿Quiénes conforman la Mesa de Cultura? Comité Coordinador: Extensión Cultural, Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, Editorial EAFIT y Desarrollo Artístico. Integrantes de la Mesa: Departamento de Comunicación, Departamento de Música, De-
partamento de Humanidades, EAFIT Llanogrande, EAFIT Pereira, Idiomas EAFIT, Instituto Confucio, Medialab, Oficina de Relaciones Internacionales (ORI), Orquesta Sinfónica EAFIT, Periódico Nexos, pregrado en Literatura, Saberes de Vida, Universidad de los Niños, Librería Acentos, Centro de Integridad, Centro de Análisis Político, Centro Urbam y Librería Acentos.
La misión de la Mesa de Cultura será contribuir a que en 2024 EAFIT sea un epicentro físico y digital que avive e irradie cultura y creación artística para todas las generaciones.
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RECTOR RECTOR Juan Juan Luis Mejía Arango Arango
VICERRECTORA VICERRECTORA ADMINISTRATIVA ADMINISTRATIVA YY DE DE PROYECCIÓN PROYECCIÓNSOCIAL SOCIAL Paula Paula Andrea Arango Gutiérrez Gutiérrez VICERRECTORA VICERRECTORA DE DE APRENDIZAJE APRENDIZAJE Claudia Claudia María Zea Zea Restrepo Restrepo VICERRECTOR VICERRECTOR DE DE DESCUBRIMIENTO DESCUBRIMIENTO YY CREACIÓN CREACIÓN Mauricio Mauricio Perfetti Del Del Corral Corral
SECRETARIA SECRETARIA GENERAL GENERAL Maritza Maritza Alzate Buitrago Buitrago COMITÉ COMITÉEDITORIAL EDITORIAL Juan Juan Luis Mejía Arango Arango Adolfo Adolfo Eslava Gómez Gómez Alejandro Alejandro Gómez Valencia Valencia Ana Ana Silvia Silvia Gallo Vélez Vélez Catalina Catalina Gómez Toro Toro Catalina Catalina Suárez Restrepo Restrepo Juan Juan Carlos López López Díez Díez Juan Juan Carlos Luján Sáenz Sáenz Adriana Adriana Aristizábal Castrillón Castrillón Mauricio Mauricio Perfetti Del Del Corral Corral COLABORADORES COLABORADORES Alejandro Alejandro Álvarez Vanegas Vanegas Alejandro Alejandro Gómez Valencia Valencia Claudia Claudia Ivonne Giraldo Giraldo Gómez Gómez Christian Christian Alexander Martínez MartínezGuerrero Guerrero Jonathan Jonathan Montoya Correa Correa Juliana Juliana Montoya Arango Arango Liliana Liliana Torres Gómez Gómez Luisa Luisa Fernanda Lopera Giraldo Giraldo Mario Mario Duque Cardozo Cardozo Mariana Mariana Areiza Espinosa Espinosa Santiago Santiago Higuita Posada Posada Sara Sara Pérez Pérez Cano Sol Sol Astrid Astrid Giraldo E. DIRECCIÓN DIRECCIÓN Departamento Departamento de Comunicación Comunicación EDICIÓN EDICIÓN Área Área de Información yy Prensa Prensa Juan Juan Carlos Luján Sáenz Sáenz DISEÑO DISEÑO Área Área de Comunicación Comunicación Creativa Creativa YYDIAGRAMACIÓN DIAGRAMACIÓN César César Franco Restrepo Restrepo
Campus Campus principal principal Universidad Universidad EAFIT EAFIT Carrera Carrera 49 49 77 Sur-50 Sur-50 Teléfono: Teléfono: (57) (57) (4) (4) 2619500 2619500 Ext. Ext. 9820 9820 Medellín, Medellín, Colombia Colombia
EAFIT EAFIT Llanogrande Llanogrande Kilómetro Kilómetro 3.5 3.5 Vía Vía Don Don Diego-Rionegro Diego-Rionegro Teléfono: Teléfono: (57) (57) (4) (4) 2619562 2619562
EAFIT EAFIT Pereira Pereira Carrera Carrera 19 19 12-70 12-70 Megacentro Megacentro Pinares Pinares de de San San Martín Martín Teléfono: Teléfono: (57) (57) (6) (6) 3214115 3214115
EAFIT EAFIT Bogotá Bogotá Carrera Carrera 21 21 # # 87-85 87-85 Teléfono: Teléfono: (571) (571) 6114618 6114618 ext. ext. 9089, 9089, 9041, 9041, 9197 9197 yy 9048 9048
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ISSN ISSN 0124-3624 0124-3624
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119 MISIÓN MISIÓN Las Las opiniones opiniones expresadas expresadas en en este este medio medio de de cocomunicación y municaciónson sonresponsabilidad responsabilidaddedesus susautores autores no corresponden a una posición institucional de y no corresponden a una posición institucional la EAFIT. deUniversidad la Universidad EAFIT. Vigilada Vigilada Mineducación Mineducación
Contribuimos Contribuimosal al desarrollo desarrollo sostenible sostenible de de la la humanidad humanidad mediante mediante la la oferta oferta de de programas programas que que estimulen estimulen el el aprendizaje aprendizajeaalo lo largo largo de de la vida, promuevan el descubrimiento y la creación y propicien la vida, promuevan el descubrimiento y la creación y propicien la la interacción con el entorno, dentro de un espíritu de integridad, interacción con el entorno, dentro de un espíritu de integridad, excelencia, pluralismo e inclusión. excelencia, pluralismo e inclusión.
Medellín-Colombia Medellín-Colombia // 2020-2 2020-2
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